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de la democracia salvadoreña
' Lemus, José María, Pensamiento político-revolucionario del Teniente Coronel José María
Lemus, San Salvador, El Salvador, C.A., 1956, p. 4.
2
Ibídem, p. 7. Entre otros cargos desempeñados en la Milicia, este oficial fue Comandan-
te de Sección de la Compañía de Caballeros Cadetes; Jefe de la Sección de Instrucción del
Estado Mayor del Ejército; Director de la Página de Divulgación Militar; Profesor de Cursos
de Oficiales en la Escuela Militar; Jurado Examinador; Presidente del Círculo Militar; Funda-
dor y Primer Presidente de la Cooperativa del Ejército.
1
Ibídem,/?. 7.
75
4
Ibídem,p. 7.
5
Lemus, José María, El Ejército- Temas militares. Credo democrático. Historia patria, Edi-
ción rf. 4 de la Secretaría del Consejo de Gobierno Revolucionario, San Salvador, El Salvador,
1949, pp. 17-18,
6
Ibídem, p. 81.
7
Lemus, José María, Pensamiento político-revolucionario del Teniente Coronel José María
Lemus, San Salvador, El Salvador C.A., 1956, p. 74.
76
8
Ibídem, pp. 75-76.
9
Lemus, José María, El Ejército. Temas militares. Credo democrático. Historia patria, Edi-
ción n°. 4 de la Secretaría del Consejo de Gobierno Revolucionario, San Salvador, El Salvador,
1949, p. 18.
10
Ibídem, p. 81.
" Ibídem, p. 16.
12
Lemus, José María, Pensamiento político-revolucionario del Teniente Coronel José María
Lemus, San Salvador, El Salvador C.A., 1956, p. 41.
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El Salvador. Sin embargo, este ciclo de tiempo era insuficiente para trans-
formar el concepto de la política que había imperado durante más de un
siglo en este país. Esta nación precisaba una transición histórica, mental y
política e iniciar el camino por las sendas que conducen a la democracia13.
Las premisas apuntadas con anterioridad aluden a que el nuevo modelo
fundamentado en la libertad atravesaba una fase de incipiencia. La cimen-
tación institucional de la democracia estaba inconclusa y precisaba perfec-
cionar la esclerótica estructura política de El Salvador. Por todas estas con-
sideraciones, José María Lemus estimaba la precariedad de su gobierno y
la fragmentación del sistema estatal salvadoreño. Su mandato se veía sur-
cado por numerosos desajustes sociales que prefiguraban una acusada
inconsistencia institucional14.
No obstante, los perfiles democráticos del ideario de José María Lemus
fueron establecidos, con rigor, en la campaña que le postuló a la presiden-
cia de la República, celebrada en el otoño de 1955. Este político fue candi-
dato presidencial del Partido Revolucionario de Unificación Democrática.
Con anterioridad a su nombramiento como aspirante a la máxima magis-
tratura, dimitió de su cargo de ministro del Interior. En esta neurálgica sec-
ción de la administración salvadoreña, había permanecido entre septiembre
de 1949 y julio de 1955. Con el fin de no vulnerar la Constitución, revocó
su cargo ministerial y optó por el camino de la política. El partido por el
que ostentó su postulación se caracterizaba por su «orientación y acción
netamente democráticas»15.
La campaña electoral que le llevó a la presidencia de El Salvador se sin-
gularizó por la dureza argumental, ia mendacidad y las numerosas descali-
ficaciones personales proferidas. Dos partidos, que simbolizaban los
extremos políticos y sociales de la nación, fueron los antagonistas de José
María Lemus. De una parte, la agrupación que representaba a los terrate-
nientes y a los núcleos más obscurantistas de la sociedad salvadoreña. En
el otro extremo, se perfilaba un partido de talante revolucionario que pre-
conizaba la subversión social y la transgresión de las normas de conviven-
cia nacional. Debido a esta polarización política, el candidato del PRUD
orientó sus postulados políticos a demandar el voto de la embrionaria clase
media urbana, esencialmente de San Salvador y de Santa Ana, y del cam-
pesinado. Ante una muchedumbre de simpatizantes de su partido manifes-
tó que el pueblo salvadoreño debía forjar su futuro y elegir entre dos opcio-
16
Ibídem, pp. 33-34.
17
Ibídem, p. 34.
¡s
Ibídem, p. 67.
19
Ibídem, p. 57.
20
Ibídem, p. 73.
79
" Lemus, José María, Mensajes y discursos, Tomo III, Departamento editorial del Ministe-
rio de Cultura, San Salvador, El Salvador, C.A., p. 50.
21
Lemus, José María, Pensamiento político-revolucionario del Teniente Coronel José María
Lemus, San Salvador, El Salvador C.A., 1956, p. 89.
n
Ibídem, pp, 90-91.
80
24
Lemus, José María, Solemne distribución de premios a los alumnos artesanos del colegio
de Santa Cecilia, San Salvador, El Salvador, 1951, pp. 14-24.
25
Lemus, José María, Mensajes y discursos, Tomo III, Departamento editorial del Ministe-
rio de Cultura, San Salvador, El Salvador, C.A., pp. 41-42.
26
Ibídem, pp. 47-49.
27
Ibídem, p. 50.
28
Ibídem, p. 52.
29
Ibídem, p. 94.
81
pues ellos son los depositarios verdaderos de la voluntad popular y los for-
jadores del destino nacional30. Como corolario a las disquisiciones teóricas
precedentes, el presidente Lemus aseveraba que la Constitución de 1950
fue la primera promulgada en El Salvador por hombres libres, para hom-
bres libres y como resultado de unas elecciones libres. Se trataba de la pri-
mera normativa jurídica sana, honrada y que no constituía una desnaturali-
zada transacción entre familias de hacendados31.
La concepción política del presidente Lemus estaba enraizada en una
prístina ética antropológica de raigambre cristiana. A su entender, el máxi-
mo mandatario de una nación constituía el paradigma del Estado y el artí-
fice del bien común. De sus disquisiciones teóricas se desprende un nítido
esfuerzo orientado a perfilar un canon de estadista modelo y perfectivo para
El Salvador. Sus textos literarios y, en particular, sus meritorias semblanzas
biográficas son auténticas sinopsis que trazan las líneas prioritarias sobre el
dignatario precisado por su nación. Este corpus teórico y expositivo diseña
un arquetipo de presidente y constituye una apologética sobre la ontología
del hombre y la ciencia del Estado.
En su ensayo sobre El Quijote son expuestas todas sus valoraciones
sobre el buen gobierno de una nación y los fundamentos preeminentes que
son el ornato del estadista y la felicidad de los gobernados. Precisión esen-
cial en esta materia constituye la idea de que la política es sacrificio y abne-
gación en aras a engrandecer la patria. José María Lemus establece una
esclarecida simetría intelectual entre el perfecto gobernante y el caballero
Don Alonso Quijano. Ambas figuras tienen el cometido de instaurar la jus-
ticia en las naciones y designar a los hombres revestidos de virtud para que
rijan sus instituciones con honestidad. Como es sabido, Don Quijote dele-
gó el gobierno de la ínsula Baratarla en su escudero Sancho Panza. No obs-
tante, éste fue ilustrado por la sapiencia de su señor en el arte del buen
gobierno. Entre los consejos más importantes destacan la necesidad de ser
práctico, moderado, humilde, justo, ecuánime y honrado. Sancho Panza
aplicó estas pautas de gobierno para limpiar su república de holgazanes,
prohibir los juegos de azar, castigar a los acaparadores de subsistencias y
crear un alguacil de pobres. Sin embargo, fueron de tal magnitud las desa-
zones y sinsabores que afligieron al gobernador de la ínsula que, final-
mente, optó por abandonar el cargo y volver a servir a su señor en la pobre-
za pero con libertad. Como corolario a esta disquisición sobre el buen
gobierno, José María Lemus asevera que la excelsitud de un estadista se
32
Lemus, José María, Reflexiones sobre el Quijote. Las constituciones de Sancho o el
gobierno de un hombre de bien, San Salvador, El Salvador, C.A., 1956, p. 13.
33
Lemus, José María, Mensajes y discursos, Tomo III, Departamento editorial del Ministe-
rio de Cultura, San Salvador, El Salvador C.A., p. 367.
34
Lemus, José María, El Ejército. Temas militares. Credo democrático. Historia Patria, Edi-
ción n°. 4 de la Secretaría del Consejo de Gobierno revolucionario, San Salvador, El Salvador,
1949, p. 114.
83
39
Ibídem, pp. 368-369.
40
Ibídem, pp. 42-42.
41
Ibídem, pp. 59-60.
42
Ibídem, p. 259.
43
Ibídem, pp. 265-266.
85
44
Lemus, José María, Mensajes y discursos, Tomo III, Departamento editorial del Ministe-
rio de Cultura, San Salvador, El Salvador, C.A.,pp. 133-135.
45
Ibídem,^/?. 186-188,
46
Ibídem, pp. 264-265.
47
ibídem, pp. 297-302.
4n
Ibídem, p. 260.
49
Lemus, José María, El Ejército. Temas militares. Credo democrático. Historia Patria, Edi-
ción n". 4 de la Secretaría del Consejo de Gobierno revolucionario, San Salvador, El Salvador,
1949, p. 95.
86
50
Lemus, José María, Mensajes y discursos, Tomo III, Departamento editorial del Ministe-
rio de Cultura, San Salvador, El Salvador, C. A. pp. 17-18.
" Ibídem,/». 373.
52
Ibídem, p. 375-376.