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16 DE MARZO DE 2022

POSTURA EPISTEMOLOGICAS DE LA TEORIA PEDAGOGICA.

MOO UC DIANELI SARAI


Posturas epistemológicas de la teoría pedagógica.

4.1 liberalismo pedagógico.

El liberalismo o gubernamentalidad liberal, cuya política es la del menor


gobierno, surgida en el siglo XVIII, si bien se centra en el interés plural, la
utilidad social, la ganancia económica y el equilibrio del mercado; asume
como problema central la conducción de la población para lo cual,
recurre a diversos dispositivos destinados a alcanzar tales fines, entre esos
prefigura la educación, más específicamente las prácticas pedagógicas.
A través de la revisión documental, se pretende analizar el liberalismo
como racionalidad que define las prácticas pedagógicas como
mecanismos disciplinarios que han constituido la escuela moderna, al
tiempo que han instituido todo un saber pedagógico que otorgue validez y
legitimidad a las acciones discursivas y no discursivas respondientes a esa
lógica. A partir de dicha revisión, se intentará establecer analogías y
contrastaciones con la realidad educativa primaria en Venezuela para
develar la continuidad de prácticas ancladas a esa racionalidad.

4.2 humanismo pedagógico.


El concepto de humanismo se contrapone al concepto de naturalismo. El
naturalismo es la aceptación, como bueno y válido, de lo "dado
espontáneamente", tanto en la naturaleza en general como en la
naturaleza humana en particular. El humanismo, por su parte, entiende que
la acción del hombre ("cultivo", o cultura), por su carácter intelectual y
racional, es superior a la acción de la naturaleza, a la cual aquella deberá,
a veces, rectificar y mejorar. Y, paralelamente, el naturalismo ve también la
naturaleza humana como buena y perfecta, de modo que su desarrollo
espontáneo -sin la intervención humana- lleva ya al hombre a lo que
puede y debe ser su plenitud humana. El humanismo, en cambio,
considera que la naturaleza humana adolece de fallos internos, de modo
que el buen desarrollo humano sólo se consigue mediante una ayuda
externa estimulativa, orientadora y correctiva (dada por la educación).
Este naturalismo mencionado es el naturalismo "romántico", o rusoniano,
que en "educación general" preconiza el laissez faire y, en "didáctica", el
aprendizaje por el juego y los métodos activos y globales. El humanismo
pedagógico, en cambio, afirma que con lo primero no se superan los
defectos humanos ni se forma el carácter ético del hombre, y, con lo
segundo, el hombre no llega a aquel nivel de conocimientos
recomendado por el humanismo.
Pero, además, hay el naturalismo "científico", el cual, ateniéndose al
positivismo y al materialismo, desconoce los ideales humanos superiores,
prescinde de los valores humanos más elevados y reduce la ética a la
práctica de la convivencia y la democracia pacíficas. La Pedagogía
Humanista, por su parte, no se contenta con este programa de "ética
mínima", sino que abre también al hombre la perspectiva de una ética
superior y de ideales humanos elevados.
La pedagogía humanista es el estudio pedagógica que considera la
educación como un fenómeno intelectual, cultural e histórico y usa la
hermenéutica como método básico de conocimiento para comprender el
significado de los estados psicológicos de una persona e interpretarlos en
relación a su significado.

4.3 pedagogia moderna.


La faceta moderna de la pedagogía nació en el siglo XIX y revolucionó los
conceptos educativos. Incorporó a la mujer a las labores educativas y
estableció la idea de que el aprendizaje podía darse a través de la
colaboración amistosa del alumno y el profesor. Proponía una enseñanza
un entorno al aire libre, que avanzara al ritmo propio del alumno, y no del
profesor.

Pero la fundación a inicios del siglo XX de disciplinas modernas como la


psicología, la sociología y el psicoanálisis alteraron para siempre la idea de
pedagogía existente, gracias a los aportes de A. Pavlov, J. Watson y E.
Thordike, B. F. Skinner, Jean Piaget, o el pedagogo belga Ovide Decroly.

En cuanto a tendencias contemporáneas, la pedagogía incursiona en


áreas mucho más liberales de la ciencia de la enseñanza. Utiliza métodos
que van desde el aprendizaje por cuenta propia, hasta la enseñanza a
través de formas artísticas o de otros modelos semejantes.

4.4 pedagogia progresiva.

Podemos definir a la pedagogía progresista o también conocida como


educación progresista como un movimiento pedagógico de carácter
progresista el cual critica al sistema de educación tradicional. El sistema de
educación tradicional se caracteriza por ser una forma de autoritarismo
que impulsa la competitividad y la construcción de conocimientos por
medio de la memorización.

La transmisión de conocimientos es de forma pasiva puesto que el alumno


no interactúa con el maestro sino que el maestro es el único capaz de
suministrar información. Se puede decir que los rasgos de este sistema son
totalmente contrarios a los de la pedagogía progresista. Por su parte la
pedagogía progresista surgió a finales del siglo XIX pero fue aplicada un
siglo después. Con esta rama de la pedagogía se realizaron reformas
educativas cuyo contexto histórico son los movimientos sociales de 1968.

También se suelen usar expresiones como pedagogía reformista o


educación reformista para referirse a la pedagogía progresista. Estas
denominaciones que no sólo están vinculadas a las reformas educativas
que promulgaron sino a también a los proyectos de reforma social que se
impulsaron en ese contexto histórico. Debemos recordar que la Pedagogía
se adapta a los movimientos sociales que se susciten en ese momento
histórico.

La educación progresista asumió el reto de convertirse en uno de los pilares


del Estado del bienestar, puesto que serían ellos los que sentarían las bases
de las futras sociedades. Por otro lado, esta forma de educación es grupal
ya que reúne a un grupo de alumnos en torno a la adquisición de
conocimientos pero a su vez es individualizada ya que se adapta a las
necesidades específicas de cada alumno.

Historia
La historia en torno a la educación progresista es un tanto intrincada
puesto que fue un golpe en la mesa para los sistemas tradicionales, es por
ello que para su mejor comprensión es necesario dividir su historia en
etapas y a continuación conoceremos cada una de ellas.

Etapa romántica
Esta etapa de la historia de la pedagogía tiene como referentes las ideas
filosóficas y pedagógicas de autores como Jean Jacques Rousseau y su
corriente naturalista la cual postulaba la necesidad de que el alumno se
vinculara con la naturaleza ya que el contacto con la sociedad lo
corrompía, otro idealista de esta etapa es el pedagogo suizo Johann
Heinrich Pestalozzi con su método intuitivo bastante novedoso para la
época.

Otros idealistas de esta época serían el pedagogo alemán Friedrich Fröbel


con su propuesta del Kindergarten conocido en Latinoamérica como
“jardín de infancia”; Johann Friedrich Herbart un filósofo alemán que
sostenía que “solo se aprende aquello que interesa” afirmando que no se
podía obligar a los estudiantes a aprender y finalmente el sociólogo
francés Émile Durkheim quien impulso de gran manera este movimiento
analizando los movimientos sociales de la época.
Durante la etapa romántica comenzaron a crearse las “escuelas nuevas”,
estas eran instituciones escolares de vanguardia las cuales eran fundadas y
dirigidas por educadores innovadores. Se considera como el precursor del
movimiento al novelista el ruso León Tolstói siendo uno de los primeros
fundadores de una escuela verdaderamente nueva en comparación con
las que había en esa época.

Educación Progresista
En el año 1859 León Tolstói abrió en su finca una escuela para los hijos de
sus compañeros campesinos la cual se fundamentaba en el principio de
que mientras menos sea la retracción que se le aplique a los niños estos
aprenderán más.

A este movimiento de Tolstói se le conoció despectivamente como


“Anarquismo pedagógico” ya que era un verdadero golpe al sistema
puesto que le da daba la confianza absoluta al niño de que aprendiera
volviendo a la figura del adulto un ente que carecía de autoridad, siendo
totalmente lo contrario al método tradicional de pedagogía.

Durante la segunda mitad del siglo XIX el pedagogo español Mariano


Carderera y Potó cuya orientación era católica un tanto liberal, inspiraría la
legislación educativa y gracias a ello se encargó de dirigir cargos claves
en la administración pública de la enseñanza en España. Desde estos altos
cargos se encargaría de introducir las innovaciones pedagógicas
progresistas que se había encargado de recopilar por toda Europa.
En las fechas del Congreso Nacional Pedagógico del año 1882 existía
cierto debate entre las ideas conservadoras impulsadas por el pedagogo
español Claudio Moyano y las ideas progresistas de Manuel Bartolomé
Cossío las cuales fueron tomadas por Mariano Carderera y Potó.
Finalmente las idea progresistas tendrían un pequeño espacio en el sistema
educativo español. Dentro de las modificaciones metodológicas que
introdujo la pedagogía progresista durante la etapa romántica fue la
enseñanza musical derivada del método del compositor y educador suizo
Émile Jaques Dalcroze.

Etapa de los grandes sistemas


El gran impulsor de esta etapa sería el profesor de pedagogía John Dewey
quien sistematizaría a la pedagogía progresista que luego de la Primera
Guerra Mundial suscitada en el año 1914, los ideales de la pedagogía
progresista y de la metodología activa se extenderían por toda Europa.

Esta sistematización se deriva de que diversos maestros e intelectuales de


distintas orientaciones se habrían planteado la necesidad de reconsiderar
los proyectos educativos que predominaban en ese momento. Con esto se
dedicaron a revisar los principios que sustentaban estos proyectos y con
ello a aquellas instituciones que fueron creadas con este fin. Esta
reestructuración los llevó a formular un nuevo sistema educativo el cual
fuese activo y que preparase al alumno para la vida real, partiendo de los
intereses reales que el niño tenía.

Orígenes
Esta pedagogía se origina de un cúmulo de fundamentos docentes los
cuales son contrarios a la escuela tradicional que surgió a finales del siglo
XIX los cuales se consolidarían finalmente en los inicios del siglo XX. Dentro
de esta corriente novedosa para la época se encuentran personajes
destacados dentro del campo educativo, estos eran investigadores y
teóricos los cuales promovieron fundamentos entre ellos destacamos a
John Dewey, Jean Piaget, Joel Spring entre otros grandes educadores.

Los ideales propuestos por estos pedagogos se sustentaban en la filosofía


de la ilustración, el romanticismo, el desarrollo cognitivo, la educación en
libertad, el aprendizaje significativo, entre otras. En base a estos
pensamientos, la Pedagogía Progresista pretendía la aplicación de un
prototipo de sistema educativo práctico, dinámico, participativo,
democrático y por ende motivador el cual buscaba romper con el
formalismo del sistema educativo tradicional.

La pedagogía progresista busca educar con el cambio constante,


iniciando por la exaltación de las sensaciones de existencia logrando así
que el alumno comprenda, piense, enjuicie, coopere y contribuya de
forma activa durante el proceso educativo.

¿Cómo se fue desarrollando?


Desde la pedagogía clásica distintos métodos se presentaban de forma
explícita como alternativas de aprendizaje que se diferenciaran de un
esfuerzo repetitivo y no creativo al de uno donde el alumno se convirtiera
en el principal agente generador de conocimiento.

Luego de los precedentes teóricos establecidos durante la época de la


ilustración en el año 1715 y luego durante el Romanticismo en el año 1770,
los planteamientos pedagógicos que más influencia tuvieron fueron los de
John Dewey pero siempre basado en estos planteamientos previos de esta
época.

Es de esta forma como se produce una verdadera reforma en la


pedagogía, a pesar de que el método tradicional estuvo sólidamente
establecido por muchos años, la pedagogía progresista lograría
establecerse junto con ella pero nunca desplazarla porque hasta los
momentos algunos métodos tradicionalistas son usados pero en gran parte
el método progresista es el que más se puede apreciar en la actualidad.

Principales pedagogos progresistas de la historia


No se puede hablar de la Pedagogía progresista sin mencionar un poco
de los pedagogos que impulsaron este movimiento puesto que si ellos no
hubiesen cuestionado los métodos de educación tradicionales, esta
metodología progresista no se habría generado. A continuación
comentaremos un poco sobre los principales pedagogos de la pedagogía
progresista.

Édouard Claparède
Este pedagogo y neurólogo nacería el 24 de marzo de 1873 en la ciudad
de Ginebra en Suiza y fallecería el 29 de septiembre del año 1940
igualmente en la ciudad de Ginebra. Claparède defendía a la educación
activa de los niños y también apostaba a que los juegos permitían el
desarrollo de la personalidad del niño.
En base a sus planteamientos, impulsaba a los maestros a que observaran
a sus alumnos y a partir de tal observación debían comenzar a construir sus
clases. Con el concepto de una “educación funcional”, Claparède
sostenía que la educación debía centrarse en actividades que satisfagan
una necesidad y que además prepararan para a vida a este alumno en
constante desarrollo.

Célestin Freinet
El pedagogo francés llamado Célestin Freinet nacería en la ciudad de
Gars en Francia el 16 de octubre del año 1896 y fallecería en los Alpes
Franceses el 8 de octubre del año 1966. Este pedagogo sería el creador
de las técnicas que llevan su nombre las cuales son utilizadas en diversas
investigación pedagógicas.

Por otro lado, se le atribuye a Freinet la formación del llamado


“materialismo escolar” el cual parte de la filosofía krausista y del marxismo.
Esta síntesis propone la autogestión, cooperación y solidaridad entre los
alumnos y esta unión se materializa con la introducción de la imprenta en
la escuela a través de textos libres y los métodos de lectura y escritura.

Además Célestin Freinet fue el creador de la “Cooperativa de Enseñanza


Laica”, de la “Escuela proletaria” los cuales sentarían las bases de la
“Escuela Moderna de Freinet”. Así mismo, diferentes divisiones de
educadores y analistas le consideraban como el fundador de la escuela
moderna sindicalista.
El hecho de ser un maestro de escuela le daría una gran ventaja para
desarrollar una pedagogía bastante realista y centrada en el niño
tomando en consideración sus intereses y posibilidades. Freinet planteaba
que el trabajo dentro de la escuela era esencial como una herramienta
del aprendizaje, es por ello que impulsaría las actividades como imprenta
escolar y la composición de textos libres.

María Montessori
María Tecla Artemisia Montessori nacería en la ciudad de Charivalle en una
provincia de Ancona ubicada en Italia el 31 de agosto del año 1870 y
fallecería en la ciudad de Noordwijk en los Países Bajos el 6 de mayo del
año 1952. Conocida popularmente como María Montessori fue una
médica y además educadora italiana que se le conocía por su filosofía de
la educación la cual lleva su nombre así como también sus escritos sobre la
pedagogía científica.

A temprana edad, María Montessori rompería las barreras de género


cuando decidió inscribirse en clases en una escuela técnica exclusiva para
hombres, con la expectativa de convertirse en ingeniera. Rápidamente
cambiaría de parecer y comenzaría a asistir clases en la escuela de
medicina de la Universidad de Roma donde se graduaría con honores en
el año 1896.

Su método educativo se usa en la actualidad en una gran cantidad de


escuelas públicas y privadas de todo el mundo. Inicio su carrera de
pedagogía trabajando con minusválidos y personas con problemas
psíquicos, de ahí aporto sus ideas prácticas en las que establece que el
alumno debe de ser el único protagonista de la educación.

Además consideraba que era necesaria la participación de la familia en la


escuela así como también la elaboración de materiales escolares que
estuviesen debidamente desarrollados y que mejoraran los sentidos y la
inteligencia del alumno.

Alexander Sutherland Neill


El pedagogo escocés Alexander Sutherland Neill nació en la provincia de
Forfar en Escocia el 17 de octubre del año 1883 y falleció en la ciudad de
Aldeburgh en Inglaterra el 23 de septiembre del año 1973. Destacó por ser
el fundador de la Escuela de Summerhill en el año 1921 así como también
es considerado como uno de los pioneros de la educación en libertad.

El descontento de Alexander Neill con la pedagogía convencional de la


Gran
Bretaña lo llevó a Alemania en el año 1921, siendo ahí donde desarrollaría
sus métodos que le dieron la forma a Escuela de Summerhill. Luego de una
gran cantidad de problemas a lo largo de ese siglo, sería finalmente
reconocida como una institución en el año 2007 y poco tiempo después
sería premiada por las Naciones Unidas.

La escuela Summerhill es un internado que se encuentra en la zona sur de


Inglaterra en el cual conviven tanto chicos como chicas desde los cinco
hasta los dieciséis años. Después de muchos cambios ha perdurado en el
tiempo y su fama durante los años 60 y 70 lo llevaron a catapultarse como
una de las escuelas más prestigiosas del Reino Unido.

Alexander Neill creía que era más importante el desarrollo adecuado de


las emociones en el niño que el desarrollo intelectual. Sostenía que un niño
emocionalmente sano podría enfrentarse a la vida y ponerse a la par en
conocimientos como lo podría hacer un niño que estudie en una escuela
convencional.

Por otro lado, Neill se oponía rotundamente al estímulo de la


competitividad que era fomentado por las escuelas tradicionales.
Actitudes como el mejor de la clase, el más inteligente y las mejores notas
eran rechazadas por este pedagogo. Lo fundamental para Neill, era el
equilibrio emocional, el cual sería un factor clave para que los niños
crecieran como personas felices.

Ovide Decroly
El docente y pedagogo Ovide Decroly nacería el 23 de julio del año 1871
en la ciudad de Renaix en Bélgica y fallecería en el año 1932 en la ciudad
de Uccle igualmente en Bélgica. Este pedagogo se educaría en un medio
abierto y bajo la influencia de la búsqueda científica, gracias a su padre.
Se formó como médico en la Facultad de Medicina de Bruselas en el año
1897 y de allí viajaría a Berlín y París ciudades donde continuaría sus
estudios de neurología y de psiquiatría.

Una vez culminado sus estudios avanzados retornaría a Bélgica para


dedicarse a la educación de niños con retraso mental. De esta manera en
el año 1901 fundaría en su propia casa en la ciudad de Bruselas el centro
educativo “École d’Enseignement Spécial pour Enfants Irreguliers”.

En el año 1907 crearía una especie de extensión de su escuela en la


ciudad de Ixelles, en ella aplicó los métodos y materiales que había
experimentado anteriormente con los niños con problemas mentales en
niños mentalmente sanos. Inicialmente esta escuela se dedicó a la
educación del ciclo elemental pero luego se iría ampliando para así
abarcar a las escuelas maternales, la secundaria elemental y superior. Este
hecho le permitiría probar su teoría sobre la Globalización y los centros de
interés.

Se podría decir que Ovide Decroly es el padre de la Globalización ya que


consideraba que lo más importante que se le debe enseñar a los niños es
la motivación sobre todo si se realiza a través de sus intereses vitales ya que
estos avivaría aun más sus intereses y podría aprovechar de una mejor
forma la educación en este ámbito.

Esta era una propuesta pedagógica que se basaba en el respeto por el


niño y su personalidad, con el fin de prepararlo para ser un ser libertad. Es
importante recalcar que este pedagogo se oponía fuertemente a la
disciplina rígida, es por ello que apostaba por un ambiente que fuese
motivador conformado por grupos heterogéneos que se sustentaran en la
globalización, en estos grupos se podrían realizar tareas de observación de
la naturaleza y además la escuela activa.

Decroly de igual manera que lo hizo María Montessori comenzarían sus


proyectos pedagógicos con aquellos alumnos que tuviesen problemas
cognitivos. En este caso Decroly aplicó el método científico para
investigación aquellos factores que modifican de forma favorable la
evolución intelectual, afectiva y motora de los niños que eran sometidos a
sus métodos de enseñanza.

Georg Kerschensteiner
Georg Michael Kerschensteiner nacería en la ciudad de Múnich en
Alemania el
29 de julio del año 1854 y fallecería en esta misma ciudad el 15 de enero
del año 1932. Destacó por ser un pedagogo alemán el cual tuvo una
importante influencia durante la primera mitad del siglo XX avocando los
conocimientos pedagógicos hacia la formación de profesionales.

Kerschensteiner proponía una educación espiritual y con sentido en la


cual entendía al individuo como un ser que organiza y elabora sus propios
esquemas de los valores y los bienes culturales. De igual forma demuestra
que estos esquemas son algo que debe ser algo más experimental que
conocimientos teóricos.

Las características de la Educación Social que proponía Kerschensteiner


mostraban cierta inclinación por la diversidad y la profundidad de lo
personal y de la necesidad de aprobación así como también la
vinculación del individuo con los valores que ha ido adquiriendo. Al igual
que muchos otros pedagogos sociales, Kerschensteiner apoyaba la idea
del vínculo entre escuela y la sociedad.

Para este pedagogo la escuela debía formar individuos que fuesen


competentes para el trabajo con el fin de ser insertados en la sociedad y
que pudiesen mejorarla. De igual manera planteó que la educación debe
ser la meta de todas las sociedades.

Por otro lado, apostaba también por la Educación Cívica puesto que
afirmaba que el ciudadano debía formarse en una actividad que después
pudiese ofrecerla a la sociedad. De esta manera se concebía al trabajo
como una fuente que integra al hombre a la comunidad, siendo la
educación la actividad que lo aproxima a la misma.

En la visión de Kerschensteiner el Educador Social debe ser un individuo


que se centre en la relación con sus alumnos en la cual pueda ayudarlos a
superar obstáculos y así este alumno pueda desarrollar independencia de
forma personal.

Paul Geheeb
El educador alemán Paul Geheeb nació en la ciudad de Geisa en
Alemania el 10 de octubre del año 1870 y fallecería en Hasliberg Goldern
en Suiza el 1 de mayo del año 1961. Se destacaría por ser un reformador de
la educación así como también fundador de la Escuela de Odenwald y
también de la École d’Humanité.

Para Geheeb la proximidad a la naturaleza era un aspecto vital en la


educación de un alumno. Por otro lado advertía que si se abordaba de
forma temprana al alumno, se hacía muy complejo el desarrollo de su
personalidad plena. Para que se pudiese desarrollar la personalidad del
alumno era necesario que este conviviese en un entorno vivo en el que
existiesen tanto niños como adultos. Esta tesis de Geheeb se sustentaba en
que cada individuo tiene su origen en una comunidad y a lo largo de su
vida irá dependiendo de esta ya que sin dicha comunidad era imposible la
existencia del individuo. El pilar de los ideales de Geheeb era esta
comunidad viva la cual tenía una particularidad y es que en dicha
comunidad no debía existir una autoridad superior. Esto se traduce en un
sistema educativo donde no existan directores ya que en este modelo se le
otorgaba una gran confianza y responsabilidad a cada individuo tanto de
forma individual como colectiva.

Este criterio se contraponía a los esquemas educativos tradicionales


convirtiéndose de hecho en una postura totalmente extrema. El hecho de
otorgarle al niño una libertad la cual no le correspondía por su madurez
sentó las bases de la pedagogía progresista.

William Heard Kilpatrick


El pedagogo William Heard Kilpatrick nació el 20 de noviembre del año
1871 en la ciudad de White Plains en el estado de Georgia en los Estados
Unidos y fallecería el 13 de febrero del año 1965 en la ciudad de Nueva
York en Estados Unidos. Se graduó como profesor en la Universidad de
Mercer y realizó sus estudios avanzados en la Universidad Johns Hopkins.

En sus inicios como maestro mostró gran interés en la teoría del pedagogo
Johann
Heinrich Pestalozzi en quien se inspiraría para postular la teoría de que el
aprendizaje se producía mejor cuando era consecuencia de vivencias
significativas ya que esto le permitía al alumno ser cierto protagonista en la
planificación, producción y comprensión del proceso educativo.

Es importante destacar que William Kilpatrick trabajó con John Dewey, este
hecho lo inspiró y se convirtió en líder del movimiento que buscaba
modificar al sistema educativo en los Estados Unidos. Para el año 1918
presentó formalmente su teoría sobre la Metodología de Proyectos, este
método se fundamentaba en la creencia de que los intereses de los
alumnos deben ser la el motivo para la realización de proyectos de
investigación en los cuales los alumnos sean el centro del proceso
educativo.

Por otro lado, Kilpatrick sostiene que el aprendizaje se vuelve más relevante
y significativo cuando el alumno es el que muestra el interés por aprender.
Según Kilpatrick, la fase de proyectos son cuatro y estas son: La propuesta,
planificación, elaboración y evaluación; siendo el estudiante el
protagonista de este proceso.

Kilpatrick aseveraba que los centros educativos debían respetar la


individualidad de sus estudiantes pero no debían descuidar las
necesidades del colectivo. De esta forma se convertiría en el principal
crítico del método Montessori el cual fue muy usado en todos los centros
educativos de los Estados Unidos.

4.5 escuela activa.


La Escuela Activa implica un nuevo modelo educativo que, aunque
nacido en el siglo XIX, está siendo recuperado en los programas educativos
actuales. Nació como forma alternativa de entender la educación frente
a la escuela tradicional. Sus metas se diferencian claramente de la
psicopedagogía tradicional. Si eres un firme defensor de la educación
alternativa, no te pierdas nuestra formación Montessori.

En esta nueva escuela los alumnos son formados como personas con
valores democráticos. Recuperan un papel relevante en su proceso
educativo, siendo agentes activos del mismo. Por ello, te será de utilidad
diferenciar ambos paradigmas, la escuela activa frente a la escuela
tradicional.
Diferencias esenciales entre escuela activa y tradicional
Ambas concepciones son antagónicas. Mientras la escuela tradicional
surgió en el siglo XVII, la activa es posterior naciendo entre los siglos XIX y
XX. Sin embargo, como vas a poder comprobar, actualmente se sigue
practicando, en gran medida, la escuela tradicional.

Esta escuela tiene como objetivo formar a las personas para su plena
integración en la democracia, sobre todo, con un espíritu crítico. En la
tradicional, por el contrario, se transmiten valores ya dados que no se
cuestionan.

El espíritu crítico y comprensivo se une, en la nueva escuela, a una


educación multidisciplinar en la que los alumnos pueden aprender multitud
de materias. No obstante, en la tradicional esto no se contempla siendo la
forma de aprendizaje principal la memorización.

Otras diferencias entre ambas concepciones


Es muy posible que cuando leas las diferencias entre ambas reconozcas
que la escuela tradicional es la que se aplica en la actualidad. Las leyes
educativas intentan, en ocasiones, acercarse a la Escuela Activa, pero
suelen ser tímidas concesiones que no abarcan los aspectos esenciales.

Cuando las leas, tú mismo podrás juzgar qué tipo de educación recibiste o
recibes. Si estás en el sistema educativo como padre, alumno o si eres
maestro o profesor. ¿Qué tipo de educación impartes?

La Escuela Activa
– Parte de las necesidades de los alumnos y toma en cuenta sus
intereses.

– El papel del profesor es el de estimular al alumno para que se sienta


motivado en su proceso de aprendizaje.

– El alumno tiene el acompañamiento del maestro y su relación es


horizontal. Construye el conocimiento junto con los alumnos.
– La evaluación del progreso de los alumnos es global. No se evalúan
áreas o materias mediante exámenes.

– Las normas se establecen de común acuerdo entre todos.

– Las sesiones pueden realizarse no solo en el aula, sino en la totalidad


del entorno escolar.

– La disciplina es consensuada entre todos.


Las características de la Escuela Activa
Vamos a basarnos ahora no en las diferencias, sino en los aspectos básicos
que esta educación propone. Comprobarás que son postulados
alternativos que en algunos países como Finlandia llevan años poniéndolos
en práctica con excelentes resultados.

Principios básicos de esta corriente educativa


– El alumno desempeña un papel activo y se le implica en su propio
proceso de aprendizaje.

– El profesor debe conocer a sus alumnos, su personalidad y su forma


de comportarse para adaptar la educación.

– Cada alumno es diferente, tiene capacidades y habilidades


distintas, todas válidas. Esto hace que la educación no sea igual para
todos.

Por supuesto, con esto nos referimos a que cada alumno es único y
diferente, no tiene nada que ver con la igualdad de derechos.

La docencia en la escuela activa


El papel del profesor es de incalculable valor. Si se desconoce este tipo de
pedagogía y metodología se pueden confundir los términos.

El profesor no es amigo del alumno. Sin embargo, mantiene una relación


más semejante a la de un orientador. Por tanto, el docente de esta
educación tiene una gran tarea por delante.

Su docencia se centra en cada alumno, no solo en todos como grupo, y


debe hacer seguimiento de las necesidades de cada alumno.

El profesorado introduce valores sociales en los programas docentes. Los


conocimientos académicos deben estar relacionados con la vida real y ser
necesarios. De esta forma, se logra que los alumnos sientan la necesidad
de aprender.
Ser un buen ciudadano es otra de las áreas fundamentales. Y no se trata
de impartir doctrinas, sino, más bien, de incorporar el pensamiento crítico.
Los alumnos deben poder llegar a pensar por sí mismos. Conocer las
diferentes alternativas, evaluar los pros y contras de cada una, y decidir
cuál es la más correcta.

En este proceso de formación y maduración personal el maestro juega un


papel de orientador, facilitador y de apoyo. Así, los alumnos llegan a ser
ciudadanos activos que toman sus propias decisiones.

El profesor es visto por el alumno como un punto de apoyo y no como una


autoridad represiva. La relación es mucho más productiva y satisfactoria
para ambos.

El alumno aprende a ser libre


Una de las mayores ventajas de este tipo de educación es la libertad que
asumen los alumnos. Ser libre implica responsabilidad. Por tanto, sus actos
conllevan consecuencias. Aprenden desde pequeños que todo lo que
hacen conlleva responsabilidad.

A su vez, se fomenta la creatividad de cada alumno. De este modo, los


niños y jóvenes crecen con seguridad y autoestima.

Se permite el movimiento de los alumnos, pero este es enfocado al


aprendizaje. Constituye un claro beneficio, sobre todo, para alumnos que
tienen problemas para permanecer horas y horas sentados sin moverse.

Como ves, las evidentes ventajas de esta pedagogía no han implicado


una trasformación de nuestros sistemas educativos. Los padres y
profesionales que desean, hoy en día, participar en una escuela
transformadora y nueva lo tienen verdaderamente más difícil.

Pero no es imposible, existen centros concretos que basan sus proyectos


educativos en estos principios. Si eres padre y deseas que tus hijos crezcan
siendo responsables, libres, autónomos, con valores y siendo ciudadanos
del mañana, la Escuela Activa puede ser tu alternativa.

4.6 la ciencia pedagogía.


Una ciencia adquiere carácter de tal, si tiene objeto y métodos propios. El
problema de la Pedagogía es ante todo demostrar su carácter de ciencia.
Su epistemología consiste en significar sus fundamentos conceptuales y
sistema categorial, objeto, dimensiones, cualidades, componentes, leyes y
eslabones, que permite concluir que, sobre la base de sus propios métodos
científicos, es posible el análisis y la solución de los problemas que con más
fuerza se revelan en la escuela contemporánea.

La ciencia pedagógica está llamada a constituirse en una disciplina de


gran actualidad y penetración social, ésta tiene que ser capaz de
establecer métodos que posibiliten el análisis dialéctico y estructural que
determina el carácter necesario de su comportamiento, de ahí la
creciente importancia que toma dentro de las ciencias sociales y en el
sistema de ciencias contemporáneas en general, de esto se desprende la
necesidad del estudio de la pedagogía y del análisis de sus problemas
actuales, por parte de maestros, estudiantes e investigadores que quieren
elevar la calidad de la educación y con ello, el desarrollo del país.

Por esta razón, en el mundo contemporáneo en casi todos los países se


producen procesos de ajustes, modificaciones o intentos de
transformaciones de sus sistemas educativos bajo las más diversas
denominaciones: modernización educativa, revolución educacional,
perfeccionamiento continuo del sistema nacional de educación,
remodelación escolar, reactualización educacional, etc.

La escuela cubana ha experimentado un desarrollo innegable en estos


años de Revolución que ha garantizado que todos los niños y jóvenes
dispongan de una institución para su educación, con una pedagogía en la
vida, para la vida y por la vida que enriquezca la teoría actual y que tenga
en cuenta las opiniones más positivas de la escuela Latinoamericana y
Mundial. Todo lo cual posibilitará dar una respuesta progresista y popular
en el período histórico actual de confusión y alza de las ideas neoliberales,
cuya evidencia se constata en el desarrollo del país en los campos
productivos, investigativos, deportivos, culturales, etc.

Al analizar la realidad educativa se pudo constatar que aún existen


dificultades en el proceso docente-educativo en la integración de la
escuela con el proceso productivo, con la vida. En la dirección del
proceso, la organización de la instrucción no garantiza la formación de
habilidades en cada tema o unidad. La no aplicación consecuente de la
sistematización de la enseñanza estimula la atención, desde los máximos
niveles de dirección, de los aspectos específicos lo que implica una
centralización excesiva, limita la iniciativa de la base y estimula una
enseñanza impositiva, en que el estudiante no se ve comprometido y se
siente ajeno al desarrollo del proceso como tal.
En la formación del estudiante, repetidamente lo educativo se trata de
alcanzar en un proceso ajeno a la instrucción, que a su erradicación debe
propender una educación para la vida, una educación en el trabajo.

Todo lo antes expuesto conduce a plantear, ¿qué papel juega la


pedagogía para una integración de la escuela con el proceso productivo,
con la vida?

La profundización en el estudio de la epistemología del proceso


docenteeducativo en cuanto a problemas, conceptos, leyes, cualidades y
métodos de una ciencia, se hace necesario como consecuencia de la
necesidad de su optimización y se convierte en un enfoque esencial en el
logro de la excelencia que se aspira.

aún en aquellos países en que la actividad pedagógica ha cosechado


ciertos niveles de excelencia.

4.7 pedagogia positivista y neopositivista.

Positivista:

Basada en la filosofía positivista y en las ideas de la Ilustración para lograr el


progreso y la eficiencia, que alcanza su máximo esplendor en el siglo XIX
(segunda mitad) la pedagogía positivista puso énfasis también en los
hechos demostrables, en la realidad empírica. El alumno debe conocer
esos hechos, esa realidad que existe fuera de sí mismo, de modo objetivo,
y el docente está obligado a ofrecerles la posibilidad de acceder a esos
conocimientos a través de su razón y sus sentidos, ayudado por las
estrategias metodológicas científicas.

Para descubrir la realidad como dijimos, el método por excelencia es el


científico, basado en la observación y la experimentación, para descubrir
lo verdadero, lo que se presenta objetivamente sin injerencia del sujeto
cognoscente.

Es una pedagogía al servicio de las ciencias naturales, pero que también


en lo social no se aparta de los hechos, suprimiendo lo metafísico, o sea,
todo lo referente a valores morales y teológicos. El Derecho y su enseñanza
se limitan a la ley escrita, descartando el derecho natural, que es imposible
descubrir si no se lo hace con el corazón. Lo positivo está en lo que
podemos ver, en la normas que se escriben, ya sea en las normas
internacionales, en la Constitución y en todas las demás que se despliegan
jerárquicamente en inferior rango a partir de ellas. En Historia y Geografía
se refuerza lo nacional. La Historia es documental, y ausente de la crítica
del historiador. En Psicología se apunta a los factores biológicos de la
conducta.

Al abandonar toda referencia a lo que está más allá de la comprobación,


el tipo de educación propuesta por el positivismo es laica, gratuita, para
todos, basada en un programa de cumplimiento estricto, que contemple
el objetivo práctico de crear ciudadanos comprometidos con el progreso
individual y social, para lograr un Estrado ordenado y homogéneo, para lo
cual se fijan los contenidos y el modo de transmitirlos. En Argentina, la ley
1420 es un ejemplo de la aplicación del positivismo en educación.
En el positivismo la autoridad pedagógica es indiscutible y sancionatoria.
Neopositivista:
Emprender en pedagogía el estudio sobre filosofía de la educación es
trabajo arduo, mucho más si se intenta abordar el tema sobre aquellas
tendencias, cuyas funciones y tareas son de base idealista subjetiva y
neopositivista.

Desde el enfoque histórico, dialéctico materialista, se aprecia a la filosofía


de la educación como una ciencia que tuvo sus orígenes en el
pensamiento de Platón, y que a finales del siglo XIX es que comienza a
hablarse y distinguirse, en su sistematización, funciones, tareas; lo que
arrastra aún hoy, un enrarecido límite en su definición y objeto de estudio,
al coexistir diferentes posturas y diversos criterios acerca de la existencia de
la filosofía de la educación como ciencia.

A pesar de todo, filósofos y pedagogos sí coinciden, en que la filosofía de


la educación en cuanto a alcance, funciones y tareas arrastra una gran
polémica.

Véase en este recorrido a través de la búsqueda referencial, cómo se


manifiestan los diferentes autores sobre este único consenso.

Octavi Fullat[1] señala, en 1992, en su obra Filosofías de la Educación “no


hay filosofía de la educación, sino múltiples y además, en insoslayable
mudanza todas ellas”.

En esa proposición se expresa que existe una filosofía de la educación


como disciplina en sí, pero cambiante en su diversidad, condicionada por
los saberes de los educadores y sus posturas críticas ante el acto
educativo.

Otros autores niegan la existencia de la filosofía de la educación como es


el caso del mexicano Ángel Díaz Barriga[2], que en su obra Articulaciones
entre la filosofía y la educación, plantea “difícilmente se puede encontrar
un ámbito específico de la filosofía abocado directamente a la
educación”.

En cambio, Francisco Larroyo, filósofo[3] idealista, expresó en su obra sobre


Filosofía de la educación “la filosofía de la educación debe centrarse en el
análisis de los valores en que ha de formarse al hombre”. En estas palabras,
se reconoce a la filosofía de la educación como disciplina encargada de
la función axiológica que ésta debe desplegar ante el fenómeno
educativo.

José Ferrater Mora[4], filósofo español, por su parte, plantea, que quien
determina los ideales, la ética y fija las normas ideológicas de la
educación, es la pedagogía. Él no concibe a la filosofía de la educación
como la ciencia que guía el papel de la pedagogía.

Marta Martínez y Justo Chávez ambos autores cubanos, consideran desde


lo epistemológico y lo metodológico, que:

«La filosofía de la educación constituye una guía para la teoría y la


práctica educativa al brindar un orden de los hallazgos de las disciplinas
importantes para la educación, examina y recomienda los fines y medios
generales del proceso educativo, así como aclara y coordina los
conceptos educativos básicos.[5]

al definirla como “la brújula orientadora, la guía teórica necesaria para no


perder el rumbo en el misterioso drama de enseñar y aprender” llama a la
reflexión, evoca más que define, que la filosofía de la educación siempre
refleja una postura ante el mundo del educador.

argumenta con enfoque lógico e histórico, la definición de filosofía de la


educación, muestra sus principios, cuestiona si la educación necesita una
reflexión filosófica, cómo ésta debe ser y explica que:

Su naturaleza responde a las funciones de la propia filosofía, en el enfoque


del fenómeno educativo, integrando todos los elementos metodológicos,
axiológicos, epistemológicos y críticos en general.

Lo que aporta un asidero conceptual, para afrontar un estudio futuro más


profundo sobre la cuestión.

La autora citada, al referirse al objeto de investigación y su relación con la


pedagogía y otras ramas, expone que la filosofía de la educación se
auxilia de las ciencias sociales y de otras ciencias de la educación, que es
una ciencia joven, limítrofe entre la filosofía y la educación, que tiene
como objeto de estudio ¿qué es el hombre?, ¿para qué y por qué se
educa al hombre?, y ¿cómo es el ser y el debe ser de la educación?, que
por demás, caracteriza, y orienta el acto educativo.

Se concuerda con los criterios de Marta Martínez[8] y Justo Chávez[9], al


asumir a la filosofía de la educación, como ciencia activa que se adentra
en las dimensiones del acto educativo, trata el pensar, y orienta el fin de la
pedagogía, abordándola desde el punto de vista teórico y también
práctico, en su desarrollo, reforzando el carácter científico de la
pedagogía. Nótese el principio director, y el lugar que le otorga a la
filosofía de la educación como ciencia fundamental cuando la autora,
condiciona en su reflexión que:

Si educar significa tratar de realizar al hombre en su auténtica naturaleza,


en la integridad de sus verdaderas posibilidades, toda pedagogía supone
una visión filosófica del hombre.

Entiéndase, entonces, que la solución al problema fundamental de la


filosofía compondrá el contenido de esa visión.

La autora[10] reflexiona sobre el carácter rector de la filosofía de la


educación y plantea que debe comprender todos los problemas que
atañen a la formación del hombre en tanto finalidad, proceso, acción,
medio y resultado “…la filosofía se debe interrogar sobre el valor de la
educación y sus posibilidades, límites y fines en dependencia de las
exigencias sociales”.

, a su vez precisa las relaciones entre filosofía, la teoría (pedagogía) y la


práctica educativas y asevera que “…no puede existir la teoría educativa
(pedagogía) coherente sin estar fundamentada en la correspondiente
filosofía de la educación…”. Lo que muestra una coincidencia de
pensamiento con lo planteado por Martínez, respecto a la labor
orientadora y principal de la filosofía de la educación.

Hasta aquí, estas proposiciones nos enseñan, que la filosofía de la


educación, surgida de la propia necesidad práctica, además de tener
como objeto el qué, el por qué y el para qué se educa al hombre, tiene
principios como todo sistema científico, al considerar los diferentes
aspectos filosóficos que atañen al fenómeno educativo en sí mismo como
objeto de investigación y valoración, lo que le otorga un carácter
multifuncional y también sistémico pues cada aspecto es parte de un todo
y cualquier cambio de algunos de ellos afecta al resto y en su carácter
histórico puede comprobarse el propio acto social de la educación,
mediante un examen de las finalidades educativas en las que se enmarca
la práctica pedagógica concreta en los ámbitos axiológico,
epistemológico, lógico y metodológico conceptual en general, según
apuntan ambos autores.

Este pequeño preámbulo, muestra un destello de cuán disímiles son las


posiciones sobre la filosofía de la educación, como problema que no se
agota, atenido a las posturas filosóficas que asume cada autor sobre este
tema, de ahí que cada teoría educativa tenga raíces diversas.

Entonces…

Si para el neopositivismo la filosofía como ciencia especial, carece de


significado y la pedagogía se consideró una ciencia empírica, ¿en qué
ámbitos se mueve esta filosofía de la educación neopositivista?, ¿qué
significado tiene el hombre?, ¿qué capacidad tiene para educarse?, ¿qué
y cómo conoce el hombre?, ¿para qué se educa?, y ¿con qué fin?

Adviértase, cuáles serán las funciones y tareas de una filosofía de corte


neopositivista que se debate entre lo importante del conocimiento y la
incapacidad del hombre para emplearlo en la transformación social.

El modelo de la filosofía de la educación neopositivista, tiene como base el


idealismo subjetivo al plantear, como ya se ha explicado, que las
respuestas al significado de los fenómenos parten del interior de la
conciencia. En el ámbito antropológico, se aprecia la concepción de
hombre, como un ente pasivo, de capacidad, limitada para averiguar la
esencia de los fenómenos y llegar a conocer las leyes objetivas del mundo,
pues sólo puede apreciar los hechos «neutros» desde su reflejo sensorial del
mundo exterior como estados de conciencia, desligado de la sociedad y
demás esferas.

Se concibe a la enseñanza sólo como práctica, con labor meramente


reproductora. En el sentido neopositivista reduccionista (en el ámbito
epistemológico), se emplea el estructuralismo como método, al concebir
al todo, en función de las partes, donde el conjunto de proposiciones para
su verificación será significativa si se dispone de un método para verificar
su veracidad o falsedad (esta primicia, en el tiempo, evolucionó hacia la
confirmabilidad, principio que plantea que una proposición es significativa
sólo si de ellas se pueden deducir proposiciones verificables), todo,
despojado de la inseparable realidad histórico-concreta. Los positivistas
lógicos plantearon que el análisis preciso de lo formal, es lo que prima. EL
contenido se expresa mediante lo semiótico, por lo que la realidad no se
aprecia con objetividad, aún, cuando se pretende una observancia
imparcial en el sistema.

La esfera axiológica y teleológica, se margina a la llamada semántica


general, se utiliza el análisis semántico del lenguaje para «mejorar» las
relaciones sociales, para «resolver» las contradicciones sociales, en eso
quedan los valores, no se intenta crear, sólo instruir en el lenguaje de los
signos para que puedan ser asimilados, el fin (aunque no se expresa ni en
intención), es organizar a un hombre acrítico, cuasi enajenado, despojado
de principios, y de su propia esencia humana.

Todo lo anterior, vislumbra las respuestas a las interrogantes que la filosofía


de la educación neopositivista se hace con respecto a un hombre pasivo,
de conocer limitado, inmerso en un universo de conocimientos de exacto
contenido pero carente de sentido social, para quien la educación será
repetidora y privada de valores, y alejada, de lo humano.

4.8 pedagogia empírica y neopositivista.


NO ENCONTRE INFORMACION XC
4.9 teoria y epistemología en la construcción del conocimiento social y
educativo.

La construcción del conocimiento se ha convertido en un tema


coyuntural en la actualidad, porque se trata de llegar a través de la
educación que el ser humano consiga integrar el saber conocer, saber
hacer, saber ser y el saber convivir; es decir, lograr lo optimo del
conocimiento y que este le sirve en todo los ámbitos en los cuales se tiene
que desenvolver y contribuir a la sociedad crítica y creativamente. El tema
de la construcción del conocimiento, es un aspecto complejo y diverso
que se podría abarcar desde diversos ámbitos (biológico, psicológico,
pedagógico y educativo); por cuanto, es conveniente precisar que en
este documento se lo ha desarrollado desde el óptica que tiene el nuevo
enfoque de la educación, considerando como la teoría y la práctica
educativa has sido y son los motores para el cambio de concepción de los
parámetros educativos, en esta labor la filosofía de la educación se
convierte en eje integrador para que la teoría y la práctica educativa
vayan a la par.
Para comprender como la educación ha cambiado de acuerdo a la
teoría y práctica educativa que se ha dado teniendo de referencia las
exigencias y cambios de la sociedad es preciso tener una idea del devenir
de la educación durante su proceso evolutivo, teniendo en cuenta que la
sociedad le da parámetros a la educación para proponer el tipo de ser
humano que necesita para seguir desarrollándose. Es interesante verificar
que un punto central dentro de la reflexión teórica y práctica de la
educación ha
sido y es: tratar de vincular la “theoria y la praxis educativa”, parece ser
una cuestión constante de problemática, ya que en ocasiones se tiene la
apreciación de que la investigación teórica avanza más que la práctica,
entonces acortar esta brecha es el propósito cada vez más firme de que
se plasme el marco teórico en la realidad.
El plano teórico de la educación
En el plano teórico, las respuestas a estas interrogantes sobre la educación
del ser humano han exigido una serie de cambios en la manera de
concebir los procesos de enseñanza-aprendizaje y la construcción del
conocimiento, en una “sociedad del conocimiento”.
La teoría pedagógica que ha hecho eco a la realidad actual parece ser la
pedagogía constructivista que tiene como fundamento “construir el
conocimiento” es decir, la consecución de un aprendizaje significativo,
requiere el cambio de concepciones de toda la sociedad, en cuanto se
refiere a los procesos de enseñanza-aprendizaje y estar dispuestos a
participar como entes activos y no como meros observadores; no se
puede separar la educación de la sociedad y de la influencia directa que
tiene la educación sobre el desarrollo de esta, pues sin duda:
El sujeto cognoconsciente es un ser activo, capaz de abordar un
desaprendizaje consciente, porque alcanza a convivir, hacer y conocer
desde la perspectiva de su propio ser. Un ser consciente de sí mismo y de
su entorno; en coevolución autoecoorganizada; flexible y apto para
desaprender y resignificar el lenguaje; con actitudes adecuadas para
reaprender en contextos de incertidumbre y complejidad creciente El
cambio empieza por crear y apropiarse de una nueva manera
de concebir y designar a la educación y todos los elementos que
intervienen en el quehacer educativo, es decir los roles y las funciones que
se les atribuyen a los docentes, educandos, directivos y padres de familia,
además de las metodologías, contenidos, criterios de evaluación y otros
aspectos como parte
del quehacer educativo. Crear nuevos paradigmas que rompan con los
antiguos paradigmas de una educación que se preocupa solamente de lo
cognitivo sino, también ahora trata de mirar al ser humano en su ser, hacer
y conocer, construir un conocimiento que lo prepare en todos los aspectos
de la vida, porque el ser humano se encuentra en constante relación con
otro. Frente a esto surge una pregunta adicional a las mencionadas
anteriormente “¿por qué queremos seres humanos bien desarrollados,
sensibles, dotados intelectualmente y útiles? (Moore, 1996: 33),
probablemente la respuesta sería: porque “el ser humano educado
también sería un buen ciudadano, buen trabajador, buen colega; y una
buena educación puede y debe ser ayuda para lograr esos importantes
fines externos” (Moore, 1996: 33); tiene que ver directamente con el
desarrollo de
la sociedad. Las nociones sobre la educación encaminan la acción
pedagógica y permite focalizar la construcción del conocimiento de los
estudiantes y enfocar los objetivos, perfiles y logros que se aspiran
alcancen estos en el proceso de enseñanza-aprendizaje en las diferentes
asignaturas de la malla curricular y de los contenidos.
Lograr una educación de calidad requiere de parámetros, lineamientos o
estándares de calidad que permitan una evaluación de los miembros del
quehacer educativo. Tener claro que en este proceso el eje es el
aprendizaje del estudiante “construir el conocimiento”, determinando la
influencia sobre los estudiantes la presencia y actuar del docente, los
directivos y la misma infraestructura de la institución educativa. No se
piensa solamente en el perfil del estudiante que queremos conseguir en
cierto período de estudio, sino esto está acompañado del perfil que
deberían tener los docentes, la gestión educativa y la institución como tal,
para la consecución de los objetivos y metas trazadas en las nuevas
políticas educativas.
Por esto es conveniente “pensar la educación” porque no se puede
disociar de la realidad social. El aporte de la filosofía de la educación se
convierte en una necesidad, teniendo en cuenta que mira al ser humano y
la contribución de las ciencias de la educación desde la totalidad y
proporciona desde su reflexión aspectos que mejoren la educación. Estos
criterios teóricos que surgen de la reflexión filosófica permitirán
“comprender la educación y no simplemente hacer una explicación o
descripción de esta”
(Fullat, 2000: 87) por cuanto, serían propuestas para una nueva forma de
llevar a cabo la educación de acuerdo a la realidad social en la que se
encuentra inmerso el ser humano. Además, es conveniente la
participación dialógica entre los miembros o entidades de la sociedad
para llegar a un consenso de “hacia donde” encaminar la educación, y
dar respuesta al ¿qué? ¿Cómo? Y ¿a quién? Enseñar, considerando que a
través de la educación se logra un mejor nivel de vida de los pueblos y el
desarrollo social.
El plano práctico de la educación
A partir de lo teórico parte el segundo plano correspondiente a lo
“operativo”, en la labor cotidiana en ocasiones resulta encontrarse con la
otra cara de la moneda. Es en la práctica educativa donde se evidencian
las dificultades, lo inoperante e irreal o por el contrario la contribución al
desarrollo del quehacer educativo que tiene el marco teórico
considerando: “toda práctica implica una teoría y la teoría educativa es,
por lógica anterior a la práctica educativa” (Moore, 1996: 20).
El marco teórico, tendría que convertirse en un referente para armonizar y
encuadrar la práctica educativa, en función de una realidad concreta y
especifica. Es importante, crear lineamientos generales en los cuales se
amparen todos los miembros del quehacer educativo, pero esto no
significa una camisa de fuerza, porque justamente allí se deja de lado al
ser humano que es el eje central ocasionando una desorientación y la
pérdida de compás entre lo teórico y lo práctico, porque resulta que
buscando alternativas, se ha logra avanzar más en el terreno de las ideas
que en el de las prácticas. Entonces es conveniente tener en cuenta que:
Más allá de los problemáticos sistemas estructurales de carácter
económico,
político, cultural, educativo, legal y social que determinan el horizonte de
posibilidades del quehacer educativo, nos encontramos con el “aula”,
crucial escenario en donde docentes y alumnos conjugan y cristalizan las
políticas educativas en hechos particulares y simples; es en éste espacio en
donde converge una reforma educativa y en donde se operativiza la más
compleja transformación educacional (Picardo y Escobar, 2002: 115).
Así pues, en el caso de los docentes deben encaminarse hacia la
innovación de metas y nuevas estrategias destinadas a construir un nuevo
papel y rol en su función educadora, porque su accionar le dará una
manera diferente de catalogar el hecho educativo por ser un referente
dentro del proceso de enseñanza-aprendizaje.
En tanto las actividades que realizan los miembros de la comunidad
educativa seguirán siendo las mismas pero la diferencia la hará la nueva
manera de concebir y accionar en el proceso de enseñanza-aprendizaje
(la teoría y práctica educativa); esto responde a la sociedad del
conocimiento donde “la acumulación del saber aumenta a medida que el
conocimiento y la experiencia humana crecen y se propagan por los
sistemas educativos y las redes de información y comunicación que hemos
desarrollado y el modo en que la gente percibe y discierne estos datos
continuamente adapta y reforma” (Dután, 2007). Estas características
sociales dan las pautas de una nueva manera de “construir el
conocimiento” y aunque es inevitable asumir los cambios de la sociedad
actual, todo se da tan vertiginosamente entonces debemos estar
dispuestos y abiertos a “aprender a aprender”.

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