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Las comunidades campesinas y el loteamiento de tierras agrícolas

Wilfredo Plata 18 Mayo 2016

Ciertamente Bolivia es un país cada vez más urbano con el crecimiento de las ciudades de La
Paz, El Alto, Cochabamba y Santa Cruz. Esta transformación demográfica trae consigo diversos
problemas relativos a los servicios básicos, educación, transporte, seguridad ciudadana,
infraestructura productiva y otros. Un aspecto poco visible es el crecimiento desordenado y
descontrolado de las manchas urbanas a costa de territorios de las comunidades rurales.

Los cuatro grandes centros urbanos están rodeados de pequeños municipios con vocación
agropecuaria. Las manchas urbanas se expanden sin freno y reducen la disponibilidad de
tierras agrícolas. Esto no solo conlleva problemas de carácter legal sobre derechos
propietarios, sino provoca cambios irreversibles en el uso del suelo, de tierras productivas y
fértiles que se convierten en barrios periféricos y marginales de las metrópolis. El conflicto
sobre el derecho propietario de la tierra especialmente en áreas periurbanas es un fenómeno
recurrente en Cochabamba, donde las disputas más conflictivas se producen sobre las tierras
de propiedad colectiva.

Podemos decir que la urbanización es un proceso forzado de descampesinización, no habiendo


otra opción para los campesinos que vender sus tierras a 'loteadores' y especuladores de
proyectos de urbanización. A menudo no son dinámicas de urbanización planificadas desde los
gobiernos municipales y en el marco de la ley. Por el contrario, el crecimiento urbano depende
estrictamente del mercado y del precio de la tierra que es fijado por el libre juego entre la
oferta y demanda. Los loteadores generalmente están vinculados a estructuras de poder local
y nacional.

En junio de 2015 en La Paz se produjo una masiva movilización de las comunidades de la


provincia Ingavi, a raíz de un problema de loteamiento de tierras comunales en las
proximidades de la ciudad de Viacha. Según los medios de comunicación, el dueño de este
negocio era un diputado del MAS, Rubén Chambi, quien a la vez fungía como presidente de las
Juntas Vecinales de Viacha. Chambi se declaró "propietario de unas 300 hectáreas entre los
límites de los municipios de Viacha y El Alto", que habrían sido compradas a varias familias.

Una reciente investigación[1] sobre la ampliación del perímetro urbano de la ciudad de


Quillacollo de Cochabamba develó que el Concejo Municipal pretendió establecer un "nuevo
Radio Urbano" ocupando "casi toda la superficie del valle de Quillacollo, quedando como área
no urbana solo la cordillera". Esto significa una expansión de casi cuatro veces de la superficie
urbana actual. El Concejo se amparó para esta acción en la Ley 247 de "Regularización del
derecho propietario sobre bienes inmuebles urbanos destinados a vivienda" de 2012. Aquí
poco importa la vocación agrícola de las tierras y se impone la urbanización dirigida por
intereses económicos.

Casi con total certeza se puede decir que el crecimiento de la mancha urbana favorece a los
loteadores quienes lucran y a cambio de pagos ínfimos expulsan a los campesinos de las
comunidades colindantes a los centros urbanos.

[1] ¿Necesitamos ampliar las áreas urbanas?: el caso de Quillacollo, 2013. (René Calani, Katy
Dávalos, Fernando Bolivar y Melina Canaviri).

 * Investigador de Fundación TIERRA

La urbanización como ruta 'natural' para el desarrollo

Enrique Castañon* 03 Mayo 2016

Nuestro mundo es cada vez más urbano. Se estima que en la actualidad cerca del 54 por ciento
de la población mundial vive en áreas urbanas y que de continuar esta tendencia el 66 por
ciento lo hará en el 2050. Animados por la fuerza de este hecho, un grupo de economistas con
influencia global ha sugerido que la urbanización es la ruta 'natural' para el desarrollo. En
líneas generales el argumento es el siguiente: las ciudades, como centros de aglomeración,
favorecen el desarrollo económico debido a que aumentan la densidad de consumidores y
reducen la distancia entre la gente y los negocios; es decir, la concentración en un mismo
espacio aminora los 'costos de transacción'. De esta manera se crearían 'procesos virtuosos'
que si están acompañados por una reducción de las barreras económicas y la consolidación de
los mercados globales, tendrían el potencial de esparcir el desarrollo por el mundo.

Este planteamiento ha sido particularmente bien recibido por los organismos internacionales
como el Banco Mundial. Este último lo promocionó ampliamente en su informe de desarrollo
mundial del año 2009 titulado: "Una Nueva Geografía Económica" y en su correspondiente
estrategia: "Sistema de Ciudades: la urbanización, motor del crecimiento y el alivio de la
pobreza". En nuestro país, la idea ha tenido cierto correlato en el reciente informe nacional de
desarrollo humano presentado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo
(PNUD). Si bien los procesos de urbanización son presentados como una realidad objetiva, su
mensaje no es solo descriptivo sino también normativo; es decir, no solo nos describen la
situación sino que también nos sugieren el camino hacia adelante. Este es un hecho reiterativo
en los informes de desarrollo de los organismos internacionales pues es mediante estos que
pretenden moldear la llamada "agenda del desarrollo" a la medida de los preceptos de la
corriente dominante.
Como era de esperarse, la crítica más contundente a esta noción surge entre los geógrafos
especializados en la economía política de los procesos de desarrollo, quienes vienen
preguntándose por varias décadas sobre el efecto de la escala. En primer lugar, si es verdad
que la concentración urbana termina conformando centros de desarrollo económico, entonces
eso implica que el resto de las regiones quedarían de algún modo mermadas; es decir, el
desarrollo geográfico desigual no sería solo inevitable, sino incluso deseable. Sin embargo, el
concebir la inequidad regional como producto del grado de densidad demográfica, la distancia
y la división en los mercados, desvía la atención de las relaciones de poder que influyen
históricamente en la perpetuación de esta inequidad. En otras palabras, las regiones
marginales son marginales no porque estén lejos de los centros de aglomeración sino porque
han sido relegadas y distanciadas de los centros de poder. Esta condición impuesta se explica a
su vez por procesos de desposesión y prácticas de discriminación que sistemáticamente
excluyen a ciertos grupos de la población de la capacidad de ejercer influencia política.

En segundo lugar, los promotores de esta idea ignoran explícitamente los impactos sociales,
económicos y ambientales que los procesos de urbanización tienen sobre las áreas rurales y los
recursos naturales. A menudo esta ausencia se justifica con el argumento de que se trata de
una mirada enfocada exclusivamente en las áreas urbanas, como si ésta fuera razón suficiente
y legítima para pasarse por alto factores estructurales que están estrechamente ligados al
devenir de las dinámicas económicas y la movilidad espacial de la población. La falta de mayor
integralidad en el análisis lleva a conclusiones parciales y a que se ignoren aspectos cruciales,
como por ejemplo, los costos de la migración urbana, mismos que podrían cuestionar el efecto
de la aglomeración en el desarrollo económico.

En el plano de las políticas públicas, los gobernantes, políticos y gestores públicos son
empujados a aceptar y facilitar la progresión 'natural' hacia la urbanización. Lo que
probablemente pocos conocen es que por detrás de la premisa "urbanización es desarrollo"
subyace una convencional recomendación neoliberal: "Los gobiernos pueden funcionar mejor
promoviendo las fuerzas del mercado que proveen tanto la concentración de la producción
económica como la convergencia de los niveles de vida [...]. Las fuerzas de mercado que más
contribuyen son  la aglomeración, la migración y la especialización" (Banco Mundial, 2009, pág.
34, énfasis añadido). Por tanto, no sorprende que entre las políticas complementarias
sugeridas para lidiar con las regiones rurales y marginales se privilegie la liberalización de los
mercados de tierra para así "ayudar" a que la gente venda sus propiedades y acumule el
capital suficiente para financiar su migración a los centros de aglomeración. De manera similar,
es posible argumentar que las políticas de libre mercado impuestas en Bolivia a mediados de
los años ochenta han jugado un rol determinante en la destrucción del aparato productivo
rural y por consecuencia en la acentuación de la migración campo-ciudad que hoy se resalta
como un hecho casi natural en el camino hacia el desarrollo.

En esencia, esta celebración de la urbanización como la ruta para el desarrollo no es más que
un intento por revitalizar los modelos económicos neoclásicos de equilibrio pero esta vez
tomando en cuenta la escala. Además, su compromiso implícito con el fundamentalismo de
mercado ha hecho que el geógrafo David Harvey –paradójicamente utilizado en las
presentaciones del PNUD-, catalogue el planteamiento como "una versión espacial de la vieja
ideología neoliberal". A los ojos del prestigioso teórico marxista, la urbanización ha sido "uno
de los medios clave para la absorción de los excedentes de capital y de trabajo durante toda la
historia del capitalismo", misma que en la actualidad ha tomado una forma especulativa
ampliamente funcional al capital y no a la gente.
Nada de lo expuesto significa, sin embargo, que se deban desconocer las contundentes
tendencias de migración campo-ciudad; sino, se advierte sobre la necesidad de mirar este
proceso en su complejidad antes de plantear políticas públicas apresuradas. Para esto, es
fundamental comprender la urbanización no como un fenómeno demográfico 'natural', sino
principalmente como producto de una economía política que ordena la geografía del
desarrollo en función a ciertos intereses.

La urbanización como ruta 'natural' para el desarrollo

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Published on Wednesday, 04 May 2016 18:34

Written by Enrique Castañon (*)

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Nuestro mundo es cada vez más urbano. Se estima


que en la actualidad cerca del 54 por ciento de la población mundial vive en áreas urbanas y
que de continuar esta tendencia el 66 por ciento lo hará en el 2050. Animados por la fuerza de
este hecho, un grupo de economistas con influencia global ha sugerido que la urbanización es
la ruta 'natural' para el desarrollo. En líneas generales el argumento es el siguiente: las
ciudades, como centros de aglomeración, favorecen el desarrollo económico debido a que
aumentan la densidad de consumidores y reducen la distancia entre la gente y los negocios; es
decir, la concentración en un mismo espacio aminora los 'costos de transacción'. De esta
manera se crearían 'procesos virtuosos' que si están acompañados por una reducción de las
barreras económicas y la consolidación de los mercados globales, tendrían el potencial de
esparcir el desarrollo por el mundo.

Este planteamiento ha sido particularmente bien recibido por los organismos internacionales
como el Banco Mundial. Este último lo promocionó ampliamente en su informe de desarrollo
mundial del año 2009 titulado: "Una Nueva Geografía Económica" y en su correspondiente
estrategia: "Sistema de Ciudades: la urbanización, motor del crecimiento y el alivio de la
pobreza". En nuestro país, la idea ha tenido cierto correlato en el reciente informe nacional de
desarrollo humano presentado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo
(PNUD). Si bien los procesos de urbanización son presentados como una realidad objetiva, su
mensaje no es solo descriptivo sino también normativo; es decir, no solo nos describen la
situación sino que también nos sugieren el camino hacia adelante. Este es un hecho reiterativo
en los informes de desarrollo de los organismos internacionales pues es mediante estos que
pretenden moldear la llamada "agenda del desarrollo" a la medida de los preceptos de la
corriente dominante.

Influencia de la urbanización en la vivienda rural y


calidad de vida en las familias - CONACyT
 

Concepción Sánchez Quintanar

Colegio de Posgraduados en Ciencias Agrícolas - Montecillo, Estado de


México - (México)

Resumen

El crecimiento acelerado de las ciudades en el mundo invade el medio rural. El


estudio se realizó en un municipio cercano a la Ciudad de México, sobrepoblado y
en procesos de urbanización. La interrogante fue si los cambios en la vivienda rural
(VR) aportan calidad de vida a sus habitantes. El objetivo: obtener la respuesta a
partir de la subjetividad de los moradores. El método combinó técnicas cualitativas
y cuantitativas.  Variables: Calidad de vida y Placer. Participaron 120 personas de 6
pueblos en cada uno 20 personas. Se identificaron: 1) La infraestructura de los
poblados y servicios de las VR. 2) Red de categorías de cada variable y sus
interacciones.

Resumo

O crescimento acelerado das cidades no mundo invade o médio rural. O estudo


num município próximo à  Cidade de México, sobrepoblado e em processos de
urbanización. A interrogante foi se ¿as mudanças na moradia rural (VR) contribuem
qualidade de vida a seus habitantes? O objectivo: obter a resposta a partir da
subjetividad dos moradores. O método combinou técnicas cualitativas e
cuantitativas.  Variables: Qualidade de vida e Prazer. Participaram 120 pessoas de
6 povos na cada um 20 pessoas. Identificaram-se 1) A infra-estrutura dos
povoados e serviços  das VR. 2) Rede de categorias da cada variable, e suas
interacções.
Summary

The accelerated growth of cities throughout the world imposes upon rural
environments.  The study was making in a municipality near to Mexico City, with
overpopulation, and urbanization process. The research question was: Do the
changes in rural homes improve the quality of life of their inhabitants?  The
objective was to answer this question based on the subjectivity of the inhabitants of
rural homes. The methodology was a combination of qualitative and quantitative
techniques. Variables: Quality of life and Enjoyment. The participants were chosen
from six towns, in each town, twenty people whose sources of income are
predominantly agricultural.  There were identificated: 1) The infrastructure of towns
and of the services related to rural homes. 2) A group of categories for each one
variable and their interactions.

Introducción

En las últimas décadas la urbanización en el mundo se ha acelerado, las ciudades


ocupan el  4% del planeta y alojan a la mitad de su población, quien consume tres
cuartos de los recursos naturales y genera otra cifra igual de contaminación y
desechos (Redman & Jones, 2005)  En 1957 el 30% de la población global vivía en
las ciudades, en el 2000 el 47%, y para el 2030 se espera el 60% (UN Pupulation
Division 2030, citado por Readman & Jones, 2005)

La sobrepoblación es la principal causa del daño ecológico, del crecimiento de la


inseguridad y la necesidad de lograr el desarrollo sustentable (Cassils, 2004); es
particularmente productora de contaminación, lo que ocasiona que los ecosistemas
lleguen a sus límites al consumir sin medida agua y suelo (Harte, 2007).

La urbanización y aparición de las ciudades se inició con la industrialización de los


países, la población rural dejaba el campo en busca de trabajo en fábricas,
consolidándose las ciudades  y provocando el fenómeno del continuo rural-urbano
cuyas características y dinámica fueron descritas por  el antropólogo (Redfield
1953). En la actualidad las grandes ciudades invaden el ambiente rural, inducen a
la población al consumo por la introducción  de grandes centros comerciales, o bien
la desplazan de su capacidad productiva y la margina, estimulando con ello  las
diferencias sociales y la inequidad social.

Lo anterior es el contexto del problema en el municipio de Texcoco en la Zona


Metropolitana de la Ciudad de México (ZMCM), que concentra 17.8 millones de
habitantes Iracheta ( 2003), correspondiente al 18% del total nacional (INEGI,
2005). El municipio tiene  58  localidades rurales (menores de 2500 habitantes) y
14 urbanas. Entre  1990  y  2000 la población se incrementó en 61% (INEGI,
2005). Su  urbanización responde a la demanda de la población excedente de la
ciudad de México, que requiere  vivienda, infraestructura, servicios, trabajo,
alimentos y escuelas.

En México la expansión de las ciudades al campo se  facilita por el cambio en el


artículo 27  Constitucional  que permite rentar, enajenar o vender el ejido. La
propiedad rural mayoritaria  del municipio era de  pequeños ejidatario (de .5 a 1
hectáreas) ellos venden  a compañías constructoras de casas habitación de
diferentes tipos, sin prevenir  las repercusiones de alojar población no oriunda de la
región, en su mayoría de tipo proletario de ciudad. Los nuevos asentamientos
humanos tienen modelos urbanos, calles asfaltadas, luz, agua entubada y casas de
dos pisos; los inmigrantes  no perciben  el efecto depredador en los ecosistemas y
tierras de cultivo que las colonias producen.

La pregunta del estudio en este marco socio ambiental es: Dados los cambios en el
Municipio  ¿qué calidad de vida les provee la vivienda rural (VR) a las familias que
la habitan?  Los Objetivos fueron: 1) Obtener la respuesta a partir de la narrativa
subjetiva de los habitantes de viviendas rurales.  2) Tomar  en consideración y
asociar a lo anterior el grado urbanización de los pueblos elegidos y su zona
ecológica. 

Calidad de Vida (CV)

El concepto CV se generó como medida para buscar niveles aceptables de vida


humana, sus múltiples aportaciones tienen el sesgo de aplicabilidad  inmediata para
promover en la población la restauración de  condiciones  de vida sana y
permisible, por lo que la revisión bibliográfica puede ser muy amplia  si no se le
ponen límites. En esta investigación se citan los trabajos más significativos que son 
fuentes de conocimiento y reflexión para su aplicación en diferentes ámbitos de la
vida humana.

La limitante de carácter multidisciplinario en el estudio de la CV ha sido la


elaboración de instrumentos confiables que midan y comparen el concepto en
diferentes países, lo que significa diferentes sociedades, culturas, ecologías y
niveles socioeconómicos;  y desde luego, diferentes enfoques en la investigación
(Veenhoven, 2005). La superación del problema promovió la comparación entre
naciones, expresando la familiaridad o lejanía que pueden tener unas con relación a
otras, así como las características únicas de cada país. En una  investigación
dirigida por el mismo autor en 67 países, emergió la subjetividad de los sujetos
como inevitable, porque solo ellos pueden apreciar cómo viven. Sin duda, fue un
aporte importante, dado que los indicadores empleados eran, para países
desarrollados, los ingresos y  servicios con los que contaban las personas; para los
pobres se  empleaban  los de salud, nutrición, mortandad y acceso a fuentes de
trabajo. 

Al  estudiar CV se han  elegido diversos sinónimos: "salud y bienestar,"


"satisfactores económicos o de otro tipo" y "ser felices". En Estados Unidos
Kenneth, Meadows  y  Taylor (2007) usaron el concepto "bienestar de niños y
jóvenes" para estudiar losindicadores de CV concernientes a esas etapas en la
década de 1960-1970. Con la información que obtuvieron elaboraron en 1975 el
cuestionario Well Being Index (WBI)  para esas edades. Sus investigaciones  entre
1975 – 2004 en  niños y jóvenes les permitieron conocer  los cambios en el
significado de "bienestar" por generaciones e interrelacionarlos con las épocas
socio económicas y  políticas de ese país. 

En el área de la salud se estudia la percepción o respuestas subjetivas sobre el


ambiente local, porque la persona al interiorizar los factores sociales externos como
conocimiento, relacionan  el ambiente externo (social, cultural y físico) con el
interno (biológico).  Muhajarine, Labote,  Willams y  Randal (2008) han considerado
la percepción del individuo sobre sí mismo, con su vivienda y  comunidad. 
En México Mercado, Ortega, Luna y Estrada (1995) en su estudio de la
Habitabilidad de la Vivienda Urbana, la consideran  un microambiente, cuyos 
componentes de percepción ambiental guían las interrelaciones familiares.
Landázuri, Terán, Mercado y Sánchez (2003)  refieren el concepto de CV a  la
vivienda como  factor que incide directamente en esta,  en la cualidad de modo de
vida,  entendible desde la sensación y percepción que cada individuo tiene del
grado de satisfacción que le aporta su vivienda para la resolución de sus
necesidades.

Esta investigación se acepta la posición anterior haciendo algunas modificaciones


teóricas y metodológicas: La vivienda como microambiente se refiere únicamente a 
la casa; en el ambiente rural el espacio habitacional es uno, el conjunto consta de
patio, traspatio y huerta familiar, o alguno de éstos; por ello se prefieren  los
principios  Ecológicos de Desarrollo Humano de  Bonfrenbernner (1986).

La VR es un espacio construido que aloja al microsistema de las interacciones de la


familia; éste, como  red social interactúa con otras semejantes formando  al meso
sistema o comunidad; cuyas interacciones tienen injerencia directa en el desarrollo
familiar. Las comunidades son entidades sociales que integradas  al municipio, éste
es un exo sistema, en él interactúan autoridades locales con las municipales para
mejoras colectivas. La ZMCM es el macro sistema que afecta  el desarrollo humano
de los habitantes; en este nivel ellos no  comprenden el problema demográfico, ni
pueden  interactuar para influir en él. 

Método

El Modelo de  Habitabilidad de la Vivienda Urbana consta de 7 variables: que se


miden con escalas tipo Likert.  En el presente trabajo se abordan CV y Placer, pero
no se emplearon las escalas correspondientes porque la VR obedece a la lógica de
producción agropecuaria, reproducción humana y social; que no incluyen las
escalas para la vivienda urbana. También se consideró la escolaridad y falta de
familiaridad para contestar encuestas de los habitantes rurales. Sí se aceptó el
concepto e indicadores de las  variables por considerar que se complementan. La
Tabla 1 contiene las definiciones, y las preguntas derivadas de los indicadores.

TABLA  1.    Definición operativa e indicadores de las Variables:

 
Zona de estudio, participantes y pueblos elegidos

Se eligieron 6 pueblos, dos de cada zona ecológica, en cada uno 20 personas, 10


hombres y 10 mujeres, en total 120; el criterio de elección fue que la familia
tuviera actividad agropecuaria significativa.

En el municipio se  observan claras diferencias de urbanización entre los pueblos


ubicados a la orilla de las carreteras que comunican a la ciudad de México y la de 
Texcoco, cabecera municipal, con los que se encuentran a la mitad de la sierra y los
que ocupan la parte mas alta.  El Municipio tiene 4 zonas ecológicas delimitadas
que influyen en las actividades económicas y de organización social (Ayuntamiento
de Texcoco, 2004). Para obtener una muestra que las representara se eligieron dos
poblados de cada una (Mapa 1):

MAPA 1.  Municipio de Texcoco y sus zonas ecológicas

1. Tocuila, 2. Cuautlalpan, 3. Huexotla, 4. Tequexquinahuac, 5. Tecuanulco 6.


Amanalco

En la Zona Lacustre no hay asentamientos humanos,  es la zona salina del ex lago


de Texcoco, ahí se eligieron a Tocuila y Cuautlalpan, que administrativamente son
de esta zona y colindan con la Zona Urbana-rural. Su  población conserva una
herencia campesina con actividades como cría de ganado y pequeñas siembras de
auto consumo y forraje, no obstante lo reducido de sus predios y la sobrepoblación
inmigrante. Tienen acceso directo a las carreteras que comunican a la región con la
ciudad de México.

La zona Urbana-Rural es una planicie  con los mejores suelos agrícolas, hay 
agricultura de riego en grandes propiedades particulares que se dedican a cría y
explotación de ganado mayor; es la más poblada, de más rápido crecimiento
demográfico y mayor demanda de servicios. Hay un movimiento grande de 
urbanización, aunque con muchas limitantes, se han establecido unidades
habitacionales de interés social, grandes centros comerciales que atraen población
de pueblos, municipios y ciudad de México.
Al pie de la Sierra, en  límites con la Urbana-Rural se eligió a Huexotla, pueblo de
gran actividad económica, diversificada y disminución importante de actividades
primarias. Colindando  con la zona de la Sierra se eligió a Tequexquinahuac, en
donde  ha disminuido la agricultura tradicional,  hay desplazamiento de fuerza de
trabajo a otros sectores; la agricultura que persiste se moderniza e intensifica; la
población rechaza claramente la inclusión de personas ajenas al pueblo. Tiene agua
de manantiales  y  ríos pequeños contaminados, suelos conservados por terrazas de
origen prehispánico. Entre los dos poblados hay unidades habitacionales, colonias
de casas y residencias de fines de semana.

En la Sierra se eligieron Tecuanulco y Amanalco,  pueblos con mayor población


indígena y marginalidad social,  mas en el primero,  en éste hay más agricultura de
subsistencia  combinada con compra y venta de productos agrícolas, y trabajo
asalariado en las zonas bajas. Se distingue, dentro y fuera de la región, por su
herencia de cultura musical. Entre  ambos pueblos hay bosque deforestado del que
extraen madera para varios usos, muchas viviendas carecen de servicios y predios,
causa de contaminación de los ríos. Hasta  Amanalco hay inmigrantes que se
dedican al comercio en varios rubros.

Procedimiento Metodológico

Se aplicó: 1) Encuesta socioeconómica para los datos generales de la familia,


equipamiento y servicios de la casa. 2) Entrevista focalizada con guía elaborada a
partir de los conceptos e indicadores de las variables estudiadas  (Tabla 1).  3)
Croquis de la casa,  antes o después de la entrevista se solicitaba al participante
que dibujara un croquis de su vivienda, para entender mejor el discurso de la
entrevista y las condiciones de la vivienda.  4) Las entrevistas se grabaron y
transcribieron textualmente.

Para el análisis  cualitativo del contenido  se integró y entrenó  un  equipo de 6


pasantes y 2 profesionales de psicología que trabajaron en tres etapas de la
investigación: 1) Entrevistaban, gravaban la conversación, la transcribirla en el
programa Word. 2)  Para  clasificar  las respuestas se identificaron  las categorías
que los entrevistados dieron en cada pregunta,  para lograr objetividad  se usó el
consenso  y  se lograron   definiciones operacionales para cada una, que unificaron
los criterios de clasificación del contenido de las entrevistas. (Tablas 2 y 4).

3) Con apoyo del software MAXQDA (2001), compatible con Word y el SPSS V-7,
se  marcaron en  los textos cada respuesta, procedimiento que facilitó  listados de
respuestas y  frecuencias por categorías para el  análisis cuantitativo: Estadísticas
descriptivas (promedios y porcentajes); de comparación (prueba "t" de Student) y 
X2  Chi Cuadrada); de correlación ("r" Pearson) y el Escalamiento Multidimensional
(Visauta, 1998)

Resultados

Datos generales de la muestra y las viviendas

Hubo diferencias significativas en los promedios de: Edad hombres 43.05 años y
mujeres 36.4 (t =-2.186 p=.031); en escolaridad coincidieron (7.9 años). 
Habitantes por vivienda fue de 6, en los pueblos más cercanos (Tocuila y
Cuautlalpan)  5.4 y  7.4 en el pueblo más alejado (Amanalco).

De las 120 viviendas tienen luz  96.7%, agua entubada  75%. Los pueblos de la
Sierra, tienen menos drenaje en sus casas que los demás (X253.86, p=0.00), los
habitantes que no tienen este servicio lo suplen con "el monte o el
rio," contaminando elrio que atraviesa todo el municipio. En Amanalco menos casas
tienen cisternas o recipientes para almacenar agua (X2 21.01, p=0.001); mas
personas lavan  ropa en el rio (X2  33.55 y p=0.00); utilizan más leña como
combustible  (X2 29.77, p=0.00). Usan más el traspatio (X2 11.13, p=0.04) para
hortalizas, plantas alimenticias y medicinales.

En Tequexquinahuac, las casas tienen más bodegas e invernaderos (X2 de 29.32


p=0.00) que coincide con su resistencia al cambio ("aquí no queremos extraños")  y
tendencia a modernizar la agricultura. En Cuautlalpan, hay menos "cocinas de
humo"  (X217.38, p=.004) en las que usan  leña, carbón o petróleo, también
tienen menos espacios para las actividades agrícolas o de cría de animales de
corral.  En Amanalco y Tecuanulco las viviendas  tienen menos equipamiento: WC
(X2 29.09; p=0.00), regadera (X2 28.51, p=0.00) y lavabo (X2 27.62; p=0.00). 

Hubo espacios atípicos en: Tecuanulco (tejados, hornos de pan y temascales -


espacios de origen prehispánico que sirven para baños de vapor,  son pequeños
construidos con adobe, tierra y agua-), y en Huexotla un estudio y una alberca.

Análisis cualitativo y cuantitativo de la Variable Calidad de Vida (CV)  

La clasificación del contenido de las respuestas de CV aportó siete  categorías


(Tabla 2),  las frecuencias de cada una están en la Tabla 3. 

TABLA  2.  Contenido  de las categorías de la variable Calidad de Vida

Diferencias de frecuencias. La Categoría de máximas frecuencias fue Cariño con


109, 21% del total; la  segunda Familia Unida con 89 (17.5 %) y la  de menor 
Opinión tuvo 41 8%. (Tabla 3).

 
TABLA  3   Frecuencias  de las categorías de Calidad de vida en  cada
pueblo

Tecuanulco,  pueblo de la sierra  y  Cuautlalpan,  cercano a las  vías de


comunicación, tuvieron más frecuencias en la categoría Familia Unida (X2=19.95,
p.03), lo que se puede explicar al considerar, por un lado,  que en las comunidades
campesinas, y más en las indígenas, la familia ha conservado características  de la
Unidad Económica Campesina, descrita por Chayanov (1974), en especial  su  doble
función, como reproductora social y unidad económica,  que vincula doblemente a
sus integrantes. Y  por el otro, en Cuautlalpan  las familias viven cambios
progresivos y continuos hacia la cultura de la ciudad,  que  constituyen una 
amenaza a los valores de las familias campesinas, por ello tratan de conservarse
unidos como familia "al menos comer juntos los fines de semana, y participar en
las fiestas del pueblo."

Las respuestas de la categoría Familia Unida que dieron  los pueblos, se relacionan
con comunicación y apoyo mutuo; sin embargo,  en los pueblos mas alejados se
insiste en la cooperación y ayuda para el trabajo; que habla dificultades para
conservar la interdependencia de roles en la actividad económica. En Huexotla,
Tocuila y Cuautlalpan, hay énfasis en "reuniones familiares" porque altener
diferentes empleos no sienten la unión familiar.

Correlaciones.  Se consideraron correlaciones bajas hasta "r" 0.30, medias entre


0.31 y 0.60 y altas de 0.61 a 1.00; para lograr interpretaciones  fieles a las
respuestas de los entrevistados, el análisis  se inicia a partir de las mas altas; las
medias se ven como tendencias y las bajas con reserva.

Las  correlaciones altas son Familia Unida y Enojo(r=.65) y Familia Unida y Amigos


(r=.61). Familia Unida contiene deseos, aprecio y contención del grupo
familiar: "conservarse en armonía y apoyarse mutuamente; resolver los problemas
de común  acuerdo; que lo tomen a uno en cuenta  y tenerse confianza entre
padres e hijos;" o bien "que todos ayuden, que trabajemos bien." A mas deseos de
unidad  las familias, mas manifestaciones de enojo se toleran: "sí se enoja mi
papá,  pero luego se le pasa; mis hijos  pelean pero luego están otra vez jugando".

Familia Unida y Amigos (r=.61) revela un grupo funcional que facilita la


incorporación en sus interacciones a los amigos de sus integrantes; sin embargo,
hay diferencias cualitativas que comparan la confianza entre la familia y los amigos:
En los poblados mas alejados, siempre es la familia a la que le confieren mas
confianza para hablar "de sus cosas"; o "mis amigos, no están alejados de mi
familia".  En los pueblos más cercanos a vías de comunicación y entre jóvenes hay
otras expresiones "te apoyan mas en tus problemas que tu propia familia."La
correlación (r=.55) entre  Familia Unida y Cariño,solorevela una tendencia lógica: a
mayor unidad, mayores expresiones  verbales, de comportamiento y costumbres
para darse cariño.

La correlación entre Amigos y Enojo (r=.47) guía la atención a expresiones


como: "cuando tengo problemas siempre hay un amigo en que le cuentas para
sacar tu coraje."Lascorrelaciones  bajas señalan alguna correspondencia entre pedir
la Opinióna los miembros de la familia para decisiones relacionadas con la vivienda
(modificaciones y cambios) y Cariño(r=.30) "por que  lo toman a uno en
cuenta", esto es una manifestación de pertenencia a la familia y respeto a sus
miembros. La categoría Opinión  correlaciona igual con  Familia Unida y con
Amigos  (r=.36); y con Enojo de manera negativa  y baja ( r= - .29)  se entiende
como un suceso que tiene algúna aparición y coherencia: No tomar  en cuenta la
opinión de algún miembro de la familia  para decisiones sobre la vivienda puede 
provocar  Enojo, es otra forma de señalar que  "tomar en cuenta",  se aprecia como
manifestación  de Cariño.

La correlación Familia Unida y Realización Familiar (r=.24) es baja, revela una


relación que tiende a desaparecer,  entre características  derivadas de la
coincidencia de la familia y  sus actividades  agrícolas como fuente común de
trabajo, y las nuevas metas económicas de los miembros de la familia que son mas
variadas:  "tener su propia casa,  tener otras  fuentes de trabajo, tener más vacas,
mas maquila, para que trabaje bien la señora; dentro de la  vivienda"; también
desean  que "los hijos estudien y hagan una carrera."Por la variedad  de metas
económicas es posible que las diferentes generaciones de una familia  no coincidan.

A lo anterior  se suma  la  correlación negativa (r= -.38) entre Superación Familiar
y Realización Familiar: a más emociones relacionadas con las  metas,  avances y 
desarrollo como familia ("orgullo  de mantenerse unidos, sentirse seguros de tener
casa propia, dichosa en mi casa, no pagamos renta")menosmetas económicas
concretas, derivadas de acciones económicas y beneficios  de la vivienda en donde
ya no laboran todos los miembros de la familia.  Es posible que las correlaciones
bajas y la negativa reflejen la diversidad de reacciones de  la familia campesina  al
vivir  el cambio hacia  familia proletaria que conlleva la transformación del campo
por la inmigración de población de la ciudad.

Análisis cualitativo y cuantitativo de la Variable Placer

El  análisis de contenido de las respuestas de la Variable Placer dio  seis categorías
(Tabla 4)

TABLA 4.    Contenido de las Categorías de la variable  Placer

 
Hubo cinco categorías: dos pares de polos  excluyentes uno del otro: Espacios
Internos y Espacios Externos, y Satisfacción e Insatisfacción; y la categoría
Apreciación de la Casa por la Familia  (Tabla 5)

TABLA  5.Frecuencia de las categorías de Placer en cada pueblo

Los  Espacios Internos (33%)  son mas preferidos que los externos  (11%),
sobresale el gusto por  la sala (sala comedor) espacio de vivienda urbana que 
están adoptando por que les permite "estar todos juntos" y realizar muy variadas
actividades: "arreglan la flor;  envasan conservas; ven la tele y platican; usan
cuando tienen visitas." La recámara facilita las reuniones familiares para
comunicación más personal.

Los  Espacios Externos están asociadas a estar solos o aislarse "cuando me enojo


me voy a la huerta; entre los árboles me siento a pensar o leer; arreglando mis
plantas me siento a gusto." Tocuila fue el único pueblo en que se  manifestaron 
más preferencias  por los espacios internos, situación asociada a los problemas de
contaminación con las aguas negras de riego que atraviesan al pueblo.

Hubo mas respuestas de Satisfacción que  Insatisfacción con sus viviendas, en los
poblados mas alejados y los dos de la Zona media: Amanalco (X2  = 4.4; p .00),
Tecuanulco (X2 = 5.3; p .03) Tequexquinahuac (X2  =4.7; p .03) y Huexotla (X2 
=11.8; p .00).  La gente se expresó de manera muy semejante con afecto y
sentimientos de seguridad, tranquilidad y arraigo. Las relaciones parentales y con
los ancestros están presentes y valoradas por haberles dejado en donde vivir, así
como el deseo de heredarles a sus hijos. En  Tequexquinahuac  hubo más
respuestas relacionadas con "el orgullo por haberla construido, o haber hecho un
esfuerzo y conseguirla."  Solo en Huexotla hablaron de confort "mi casa es
confortable, nos da comodidad " y a pesar de estar en la Zona Urbana-rural, hay un
fuerte arraigo "siempre hemos vivido aquí; tengo recuerdos cosas de la infancia, o
sea, es la segunda mamá." Las apreciaciones negativas  se relacionaron con
pobreza  "sentir  mi casa muy sencillita; mi hija ya quiere su propio cuarto;
quisiera tener otro cuarto pa` lavar los trastes adentro; mi casa esta caída y me
siento mal".

En los pueblos de la orilla de la carretera, Tocuila y Cuautlalpan, no hubo


diferencias estadísticamente significativas entre Satisfacción e Insatisfacción (X2
=1.8; p .21) y (X2 = 5.6; p .06) respectivamente.  Los contenidos de satisfacción
más frecuentes fueron: "tener algo propio y no pagar renta, eso da seguridad;
porque es para la familia y les dejamos algo a los hijos". La insatisfacción en
Tocuila es  "por no tenerla terminada; es duro tenerla bien." En Cuautlalpan  la
queja principal es "que es muy chica, nos sentimos todos apretados."  El modelo
para el mejoramiento de la vivienda es el urbano: "de dos pisos y con comodidades
y baño adentro."

Correlaciones. Solo hubo una baja y positiva Apreciación Familiar y Satisfacción (r=


.23) las demás fueron negativas, bajas y lógicas por excluyentes: Lugares
Internos y  Externos (r= -.34),  Satisfacción e Insatisfacción  (r=
-.36).  Satisfacción y Lugares Externos (r= -.18)  La mayoría de respuestas de las
últimas 2 son de los pueblos mas cercanos a las ciudades, que por lo reducido de
sus predios,  construyen  casas de dos pisos para dar espacio a los animales
(vacas, cerdos, toros y becerros) pero no están satisfechos con las modificaciones.

Análisis multidimensional  Dados los bajos resultados de las correlaciones entre


categorías de cada variable, se buscó asociaciones  entre las categorías de ambas.
En el Análisis Multidimensional (Figura 1) se  identifican  dos cúmulos.

FIGURA  1.    Escalamiento multidimensional de Calidad de Vida y Placer

Cúmulo I  Contiene3 categorías de la variable CV: Familia Unida, Amigos y Cariño.


La primera es el eje de la asociación y correlacionó  con  Amigosy  Cariño.  Cerca,
sin ser parte del cúmulo, hay 2 categorías: Enojo, que con Familia Unida fue la
correlación más alta; y Apreciación Familiar de la vivienda, de la variable Placer.

Conjunto II Incluye a Realización Familiar de CV y 2 categorías de Placer, Espacios


Internos y Satisfacción. Las 4 restantes no están asociadas, la  ubicación de
Espacios Externos es opuesta a Espacios Internos; y Superación Familiar a
Realización Familiar; Insatisfacción a Satisfacción.

Conclusiones

1. La familia campesina tradicionalmente ha formado una unidad de roles


interdependientes en lo doméstico y en lo económico, en el municipio estudiado   se
encuentra,  por la inmersión de la ZMCM,  en desajuste y transformación. Esto es,
el medio ecológico profundamente  perturbado y en desequilibrio, contiene de la
misma manera a sus habitantes. Los entrevistados y la generación anterior  antes
del crecimiento demográfico se conservaban en un equilibrio ecológico más o
menos adecuado y sustentable. El estudio tiene la limitante de entender solo el
proceso de cambio de solo un tipo de población, falta lo que pudiera ser objeto de
otra investigación, los procesos de la población inmigrante del la ciudad de México y
la CV de su vivienda.

2. En la actualidad la transformación del municipio es rápida por los procesos de


urbanización acelerados realizados para darle  a la región mayor capacidad de
alojamiento para la nueva población.  Situación que orienta los comportamientos de
los habitantes originarios a la disolución y alejamiento de su cultura inmediata
anterior, la campesina. El proceso se contempla como una prolongada forma de
decaimiento ecológico y humano, en donde el mayor riesgo que enfrenta la familia
rural es su disolución como núcleo familiar, no obstante haya modificaciones en lo
individual  que  les atraen y asimilan, como son otras actividades económicas y en
su vivienda modelos o partes del modelo de la vivienda  urbana o "moderna".

Los pueblos de la sierra perciben el proceso en un tiempo más lento  y se sumergen


en su identidad más indígena, pero viven más pobreza, marginalidad  y menos
apoyo para el cambio. Esto son algunas de las causas de la desforestación y
contaminación de ríos del municipio. El cambio hacia la urbanización es muy 
deficiente, los pueblos tienen que organizarse y poner fuerza de trabajo para
conseguirlos.  Solo  en Tequezquinahuac  se encontró conciencia en los
entrevistados, de los efectos que conlleva el avance de la población inmigrante, 
hasta el momento su opción es no participar en el cambio, no vender sus ejidos y
modernizar la agricultura. Sin embargo, también atienden trabajos asalariados
fuera del pueblo,  y no pueden preservar a su comunidad  de la depredación
ecológica y adopción de modelos urbanos en su vivienda.

3. Los sentimientos y preocupaciones mas claras por la desvinculación familiar la


manifiestan los pueblos Huexotla, Cuautlalpan y Tocuila  en los cuales la 
asimilación a la vida de la ZMCM  es más intensa. Su situación es una combinación
de  resistencia para no  abandonar por completo la economía rural e identidad
campesina, y  enfrentarse a otro tipo de vida, cuya CV es incierta. Las familias 
viven hacinamiento y confusión entre los  valores que han dado desarrollo y
bienestar a sus familias, y los que se ven impulsados a eliminar para obtener otro
tipo de CV.  Lo anterior lo manifiestan en dos necesidades: 1) Buscar la formar y
comportamientos para contener al grupo familiar ("reunirse "al menos los fines de
semana o domingos").y 2)  Sus comportamientos se motivan  por  dos objetivos
entremezclados, modificar sus viviendas para continuar con algunas actividades
productivas de tipo campesino, al tiempo que modernizan su vivienda para darle CV
a su familia, con  modelos de vivienda urbana.

4. La combinación de métodos cualitativos y cuantitativos, fue un acierto  dada la


comprensión de la problemática que se logró, la apreciación de procesos de
comportamiento y sus relaciones con los cambios de sociales y ecológicos,
traducidos en problemas de  valores y cambio de identidad de campesina a
proletaria. La variable Placer proporcionó  contenidos  suficientes para estructurar 
métodos cuantitativos como escalas de medición, a las que habría de incluir
aspectos de autovaloración relacionados con los tipos de viviendas y la
nomenclatura proveniente de la misma  población: "casas sencillas, de meros
campesinos, modernas y  con todas las comodidades."

5. Para que los psicólogos, en especial ambientales, aportemos al desarrollo


sustentable y calidad de vida de habitantes rurales, no podemos prescindir de los
hechos y realidades sociales, culturales y económicas que constituyen el entorno. 
Al no atender el contexto, por complicado que parezca,  estaremos aceptando un
obstáculo para la integración de las subculturas de un país, esta referencia es 
específica de los campesinos e indígenas de América Latina, ya que  participan en
labores de suma importancia para toda la población, como producir alimentos y
materia prima para la industria.

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Secretaria Executiva da ULAPSI


Rua Irundiara, 35 - Vila Olímpia - 04535-050
São Paulo - SP - Brasil

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La periurbanización en la localidad de Yerbabuena, Guanajuato The

periurbanization in the locality of Yerbabuena, Guanajuato


Yolanda Márquez Campuzano1

Resumen: El crecimiento continuo de la ciudad hacia las periferias, consideradas rurales, ha dado pie a la
aparición de distintos procesos de urbanización del campo, entre ellos la periurbanización. Mediante esta,
se produjo el desvanecimiento y la transformación de las características físicas del espacio rural que lo
definían y lo diferenciaban del urbano, permitiendo con esto la conjugación de las formas de vida rural y
urbana. Por lo anterior es que surge el interés de realizar este trabajo, en la que se abordará la transición
de las formas de vida rural y de dicho espacio a partir de su urbanización.

Abstract: The continuous growth of the city towards the peripheries, considered rural, has given rise to
the appearance of different processes of urbanization of the countryside, including periurbanization.
Through this, there was the fading and the transformation of the physical characteristics of the rural space
that defined it and differentiated it from the urban, thus allowing the conjugation of rural and urban life
forms. Because of the above, there is an interest in carrying out this work, which will address the
transition of rural life forms and that space from its urbanization.

Palabras clave: urbanización; ruralidad; nueva ruralidad; periurbanización

Introducción
Múltiples han sido los trabajos que se han realizado en torno a la urbanización
de las zonas rurales desde mediados del siglo pasado, tanto en Europa como
en América Latina, llegando a proponerse diversos conceptos, los cuales
fueron clasificados como “procesos de urbanización del campo” (Montes,
Valladares y Chávez, 2015:2), formando parte de ellos la periurbanización.
Esta es considerada como la “extensión continua de la ciudad y la absorción
paulatina de los espacios rurales que la rodean” (Ávila, 2009:94), es decir, el
“proceso de mutación del campo” (Banzo, 2005 en Ávila, 2009:98) en donde
se genera la zona de transición entre el área urbana y el área rural,

1 Estudiante
de Maestría en Planeamiento Urbano Regional, División de Arquitectura, Arte y Diseño,
Universidad de Guanajuato, Campus Guanajuato, correo electrónico: ay.mm.290327@gmail.com

conjugándose, en esta, ambas formas de vida (Entrena, 2005 en Montes,


Valladares y Chávez, 2015:6).
Lo anterior, aunado a la globalización, fueron procesos que permitieron
que las características que tradicionalmente definían y distinguían al espacio
rural del urbano se desvanecieran, construyéndose así nuevas maneras de ser
de la población rural, de vivir y de relacionarse (Arias, 2005:144) en su
territorio, por lo que con el trabajo de investigación, se espera reflejar, por
medio de la descripción, los elementos actuales que caracterizan al espacio y a
la población que en conjunto conforman la localidad, a fin de registrar las
transformaciones que ha venido presentando durante el periodo de 1990 a la
fecha como producto de la periurbanización.
Compartiendo el interés por el tema y el avance obtenido de la
construcción del trabajo de tesis, es preciso mencionar que la localidad de
Yerbabuena, ubicada al sur de la ciudad de Guanajuato, ha presentado
diversas modificaciones espaciales debido a su urbanización y al incremento
de la población, pues anteriormente dicha localidad se caracterizaba por el
predominio de los elementos naturales y los campos de cultivo, en el que la
población, rural, llevaba a cabo actividades y formas de vida distintas a las
que desarrollaba la población urbana; surgiendo, precisamente por esas
modificaciones, el interés del estudio.

Planteamiento del problema


Considerando el crecimiento que ha tenido la ciudad de Guanajuato hacia la
zona sur, se puede mencionar que el enunciado del problema de investigación
será la transición de las formas de vida y el espacio rural ante la
periurbanización en la localidad de Yerbabuena, Guanajuato.
La decisión de trabajar en esta localidad del municipio de Guanajuato,
ubicada en la zona sur, se tomó a partir de que esta es “una zona con grandes
extensiones de territorio” (POT-CP, 2011), la cual

debido al crecimiento desordenado y explosivo, la falta de continuidad urbana


y expansión de asentamientos irregulares, ha producido una zona de desarrollo
habitacional con graves carencias de infraestructura vial y otros servicios, con
asentamientos humanos en áreas relacionadas a vialidades regionales y a
localidades rurales en proceso de urbanización. (POT-CP, 2011)

Aunado a lo anterior, la localidad de estudio ha tenido considerables


transformaciones tanto espaciales, como económicas y de formas de vida,
debido a que, como se mencionó en el documento síntesis del Plan de
Ordenamiento Territorial del Centro de Población de Guanajuato (POT-CP,
2011), forma parte de las zonas de futuro crecimiento de la ciudad, por lo que
se enfrenta al proceso de urbanización sobre terrenos que anteriormente eran
empleados para los trabajos agropecuarios 1.
En base al enunciado mencionado y a manera de externar lo que nos
interesa responder en el trabajo, la pregunta general será la siguiente:
¿Cuáles fueron y cuáles son las características físicas y de principales
formas de vida que se han desarrollado a partir de la periurbanización?
Mientras que el objetivo general al que se pretende llegar al final de la
investigación, por medio del cual nos guiaremos a lo largo de este trabajo a fin
de responder a la pregunta anteriormente planteada es el siguiente:
Describir los elementos espaciales y las nuevas características de las
formas de vida de los habitantes de la zona rural como resultado de la
periurbanización.
Entonces, considerando que la ciudad es un elemento dinámico dentro
del territorio, implica que constantemente experimente cambios o
modificaciones en su forma y dimensión, condición presente en la ciudad de
Guanajuato.
Puesto que dicha ciudad está compuesta también por la zona sur, a la
cual pertenece la localidad de interés, se realizará este trabajo con la intensión
de reflejar los datos actuales de esta última, los cuales servirán para mostrar y
describir las modificaciones que se han presentado tanto en su espacio como
en las formas de vida de sus habitantes, con la finalidad de caracterizarlas
contemporáneamente y así poder tener un registro de las mismas.
Finalmente, con esta caracterización se espera beneficiar a las
instancias gubernamentales (IMPLAN, IPLANEG, PAOT-GTO, etc.) y a
todos aquellos que toman decisiones dentro del territorio, pues con la
elaboración de este trabajo se colaborará al reconocimiento de los impactos
físicos, económicos y de formas de vida que se han generado a causa de la
urbanización de estas zonas.
Marco teórico-conceptual
El primer concepto a abordar es la ruralidad, para la cual podemos mencionar
que anteriormente era muy común emplear como sinónimos las palabras rural
y agrario, pues la primera, originaria del latín ruralis derivada de rus, ruris,
significa campo y la palabra agrario proviene del latín agrarius derivada
de ager, agri se refiere, de igual manera, al campo.
Sin embrago, este último vocablo hacía referencia a lo relacionado con
la tierra, es decir, al “suelo cultivable para el cuidado de plantas y la cría de
animales y ha girado en torno a la actividad económica productiva” (Suárez y
Tobasura, 2008: 4480), mientras que el término rural hizo mayor referencia al
ser humano, a su medio, a sus relaciones y a sus actividades (Suárez y
Tobasura, 2008: 4481), coincidiendo ambos conceptos en los espacios
empleados para desarrollar la agricultura (Agudelo, 2012:560).
En el continente europeo, la palabra rural fue empleada para referirse a
“territorios con débil densidad de población y con una actividad económica
diversa, relativamente independiente de la influencia directa de las zonas
metropolitanas” (OCDE, 1989 en García, 1991: 90).
La sociedad rural tradicional estaba caracterizada por “relaciones
sociales basadas en «la solidaridad mecánica» […] por ser la familia
campesina la unidad de producción y consumo, por la existencia de unas
relaciones directas y primarias, por el peso de las costumbres, tradiciones y
creencias religiosas, etcétera” (García, 1991: 88).
Ante esto, desde la sociología, la ruralidad, surgida en Europa y
después llegada a Estados Unidos a mediados del siglo XX, era visualizada
como la relación entre lo rural y lo agrícola, situando a la primera como un
elemento secundario de lo industrial (Rosas, 2009: 164).
Tradicionalmente, esta ruralidad se componía de las siguientes características:
1.- La población rural se dedica casi exclusivamente a actividades
agropecuarias. 2.- Estas actividades se encontraban regidas por ciclos
naturales sin mayor
capacidad de intervención del hombre.
3.- Esta regulación de las actividades a través de ciclos naturales genera
en sus habitantes una noción del tiempo y de su uso, que contribuye a la
constitución de una cultura específica.
4.- La población rural se encuentra dispersa en territorios de baja
densidad. Se ignora el entorno «urbano» de las comunidades rurales.
5.- La dispersión, y relativo aislamiento, impide a estas poblaciones
acceder a condiciones de bienestar (servicios e infraestructura básicas [sic]) y
a los avances de la cultura (alto analfabetismo y malas condiciones de
educación).
6.- Sub valoración de lo rural y sobre valoración de lo urbano, creando
condiciones para fuertes flujos migratorios desde el campo a las ciudades.
(Gómez, 2003: 5)
En esta zona:
1. los habitantes se dedicaban a las mismas actividades económicas -cosecha,
cultivo, etc.
2. había un contacto directo con la naturaleza
3. el tamaño de la comunidad no era proporcional al número de personas que
trabajaban en el campo
4. la densidad de población era baja en comparación con la zona urbana
5. la sociedad era homogénea gracias a que los habitantes llevaban a cabo las
mismas actividades y no había una división de trabajo tan marcada
6. había poca movilidad dentro del territorio, pues las actividades siguen siendo la
misma generación tras generación
7. la migración de los pobladores era siempre hacia la ciudad
8. debido a la escasa movilidad, los contactos personales eran inferiores en
comparación con los de la sociedad urbana (Romero, 2002:15).
Por lo que “esta forma de analizar lo rural aludió a adjetivarlo como atrasado,
tradicional, agrícola, rústico, salvaje, resistente a los cambios, etc.” (Ibid).
A comienzos de los años 50, en Europa, el espacio rural era aquel en el que

la agricultura estaba dominada por la tracción animal; los rendimientos de los


cereales y la ganadería eran bajos; el latifundio y la aparcería eran formas
habituales de propiedad y tenencia de la tierra […] donde los trabajadores sin
tierras constituían una clase social rural fundamental […] las condiciones
sanitarias y los servicios de electricidad, agua potable, caminos, educación y
atención médica eran precarios. El campo se contraponía a la ciudad, centro de
la industria, los servicios profesionales, las artes, la educación, las finanzas y el
progreso. (Agostini, et al., 2003:7)
Para la CEE, la «noción de espacio rural implica no sólo una simple delimitación
geográfica, sino que se refiere a todo un tejido económico y social que
comprende un conjunto de actividades muy diversas: agricultura, artesanía,
pequeña y mediana industria, comercio y servicios». (García, 1991: 90)

por lo que lo rural ya no era necesariamente agrario, pues formaban parte


de él “los paisajes rurales agroindustriales, industriales rurales, de segundas
residencias, comercio e infraestructuras varias” (Agudelo, 2012:560), siendo
esto lo que causó la separación entre este espacio y el que no era rural.
El espacio rural entonces, sería aquel que abarcaría las zonas con
diversidad de actividades y dentro de ellas los “espacios naturales y cultivados,
pueblos, aldeas, pequeñas ciudades y centros regionales, así como las zonas
rurales «industrializadas»” (García, 1991: 90).
Por su parte, Bryan Mills en el año 2000, propuso que lo rural era un
adjetivo que aludía a “espacios abiertos idílicos, o bien refiere a las economías
en colapso de pueblos y aldeas, que luchan por sobrevivir en medio del
desempleo y la decadencia de las industrias tradicionales” (Mills, 2000 en
Ratier, 2002: 12) y era la parte contraída de la ciudad (Mills, 2000 en Ratier,
2002: 13)
Por lo anterior entonces, las diferencias entre lo urbano y lo rural
radicaban en las características

rural:
1. ocupacionales, 2) ambientales, 3) en el tamaño de las comunidades, 4) en
la densidad poblacional, 5) en la homogeneidad / heterogeneidad de la población, 6) en
la diferenciación, estratificación y complejidad social, 7) en la movilidad social, 8) en la
dirección de las migraciones, y 9) en los sistemas de integración social. (Gómez, 2003:
6- 7)
Tres fueron los elementos que, en América Latina, se presentaron en el marco
del cambio

1. El abandono del trabajo agrario.


2. Bajo crecimiento de la población.
3. “La disponibilidad de recursos para inversión” (Agostini, et al., 2003:7).
Retomando la primera característica y considerando que, durante los años 80 y
90, en
México, la agricultura dejo de ser la principal actividad económica de la
población rural, se llegó al proceso de desagrarización, es decir, a “la
disminución progresiva de la contribución de las actividades agrícolas a la
generación de ingresos en el medio rural” (Escalante et al., 2008 y Bryceson,
1996 en Carton de Grammont, 2009:15).
Parte de lo que influyó para que esto ocurriera, fue la transformación de
las familias campesinas que, con el intento de compensar los bajos costos de sus
productos, recurrieron a la búsqueda de un trabajo asalariado sin dejar por
completo la actividad agropecuaria, lo cual se le conoció como pluriactividad
campesina. A su vez, a dicha búsqueda de trabajo se le conoció como
asalarización que se dio gracias al impacto de la globalización, el cual no
permitió que se pudieran distinguir claramente sus efectos (Carton de
Grammont, 2009:39-40).
El primer término data de 1930 por Rozman, que en primera instancia lo
denominó agricultura del tiempo parcial que hasta los años 80 tomó importancia
en función de la economía en América, Europa y Japón, para luego, en 1950-
1960 aproximadamente, llegar a denominarlo empleos múltiples por Furgoitt,
para posteriormente, en los años 80, denominársele finalmente pluriactividad en
Europa (Romero, 2002:21).
La pluriactividad fue considerada “una unidad productiva
multidimensional, en la que se emprenden actividades agrícolas y no agrícolas a
su interior y fuera del mismo y por las cuales diferentes tipos de remuneración
son recibidos (rendimientos monetarios, rentas en especie y transferencias)”
(Fuller, 1990: 367 en Romero, 2002:21).
Ante esto, se propuso que lo rural se debía pensar “no sólo como un
espacio aislado y caracterizado por la producción primaria, sino visualizarlo
como un espacio articulado e integrado de forma diferencial en el cual se
intercalan actividades del sistema económico productivo primario, secundario y
del tercer sector” (Romero, 2002:26).
Los cambios padecidos en el mundo rural desde finales del siglo pasado
fueron resultado de la globalización, por lo que algunos autores han nombrado a
estos cambios económicos, sociales, políticos y culturales como nueva ruralidad,
nueva rusticidad o rurbalidad (Pradilla, 2002:3).
Romero (2002), coincidiendo con Pradilla (2002), se refirió a la nueva
ruralidad como una forma de reconsiderar el desarrollo rural en términos de una
variedad de metas normativas, tales como lograr reducir la pobreza; la
sustentabilidad ambiental; la equidad de género; la revaluación
del campo, su cultura y su gente; facilitar la descentralización y la participación
social; superar la división rural–urbana, y garantizar la viabilidad de la
agricultura campesina (Kay, 2009 en Romero, 2002:28).
La globalización fue otro de los elementos que dieron pie a la aparición
de la nueva ruralidad, pues gracias a ella fue que surgieron modificaciones en la
estructura productiva y en la vinculación entre el espacio rural y urbano, por lo
que con este término se propuso, por un lado, el estudio de

esa nueva relación y sus efectos en el territorio rural: movimientos sociales cuyo
principal reclamo es la autonomía; efectos socioeconómicos de la migración en
las comunidades; la pobreza; las estrategias productivas; gestión sustentable de
recursos naturales y la adquisición de capacidades para la colocación de
productos al mercado. (Rosas, 2009: 164)

y por otro la “alternativa en la construcción de estrategias de


mejoramiento de la calidad de vida del espacio rural” (Rosas, 2009: 165).
La nueva ruralidad se empleó para designar la “naciente visión del
espacio rural y la nueva forma de concebir el desarrollo rural” (Agostini, et al.,
2003: 8).
Desde el punto de vista de la sociología y la antropología americana, se
referían a la aguda migración y acelerada urbanización del campo
latinoamericano y el paso de lo tradicional a lo moderno o de lo rural a lo
urbano.
La nueva ruralidad también fue definida como “un conjunto de políticas
económicas y sociales mediante las cuales tienen lugar una serie de
transformaciones en la existencia y dinámica de los territorios rurales” (Ávila,
1999 en Ratier, 2002: 19-20) impulsada por el neoliberalismo, la cual se
presentó de diferente manera en comparación a la representación europea, pues
en esta última los espacios rurales se adecuaron y siguieron teniendo relación la
agroindustria, dando pie a las nuevas actividades, a la segunda residencia y al
turismo, relacionado a la contraurbanización (Ratier, 2002: 20).
Considerando que la agricultura dejó de ser la actividad más importante
para la supervivencia y la economía de las familias rurales, se dijo que la nueva
ruralidad fue “el resultado de procesos locales y complejos de búsqueda de
alternativas económicas y de sistemas de trabajo
que han podido mitigar la pérdida de actividades y empleos agropecuarios por
parte de las localidades, su gente, su historia, sus recursos” (Arias, 2005:129).
En ella se han construido redes articulares –vías de comunicación- para unir las
localidades con los grandes espacios, convirtiendo al espacio rural en el espacio
atravesado y articulado.
Con este desarrollo, dado hacia las periferias, la sociedad rural,
principalmente, se vio obligada a redefinir sus relaciones, interacciones,
actividades y estrategias socioespaciales debido al encuentro de lo urbano y lo
rural. “Esa convivencia, que cancela, pero al mismo tiempo inaugura
oportunidades, ha significado para pueblos y comunidades rurales la emergencia
de una nueva rusticidad, es decir, de nuevas maneras de ser, vivir, relacionarse
en los espacios rurales y periurbanos” (Arias, 2005: 144).
Entonces, la vida rural presentó una diversidad de actividades y
relaciones sociales entre los habitantes de esta zona con los urbanos, por lo que
esta nueva ruralidad, dentro de sus características principales se encontraron
que:
1. Desaparecen los dos grandes espacios geográficos económicos y
sociales.
2. Urbanización del campo por el incremento de actividades no agrícolas,
infraestructura y medios de comunicación y ruralización de la ciudad debido a la falta
de desarrollo.
3. Las mismas tecnologías están presentes en el campo y en la ciudad. Las
empresas transnacionales controlan las cadenas productivas y la agricultura por contrato
marcando el ritmo de desarrollo.
4. La población rural no agrícola adquiere mayor relevancia y conforma
unidades familiares plurifuncionales, los ingresos no agrícolas aumentan.
5. La cuestión étnica se desprende de la actividad campesina.
6. La conservación del medio ambiente mueve a las políticas públicas en
este sector (Carton de Grammont, 2008 en Rosas, 2009: 168-169).
El segundo concepto es la periurbanización. A fin de contextualizar, es
preciso mencionar que la urbanización en la época industrial estuvo
caracterizada por haberse dado de manera concentrada, por la migración rural
hacia las urbes debido a la crisis económica y demográfica por la que estaba
pasando ese sector de la población, además de la revolución agrícola e
industrial.
Contrario a lo anterior, en los setenta, época conocida como la era
postindustrial o informacional, la urbanización se dio de manera difusa, “por
la extensión de la ciudad en el espacio
y la difusión de la cultura urbana en los medios rurales” (Cardoso, 2013:110).
Esta urbanización estuvo apoyada por los avances de los medios de
comunicación y de transporte, siendo el automóvil un elemento clave para que
esto sucediera, pues gracias a él se promovía la urbanización del campo,
además de que facilitó los desplazamientos a los lugares de trabajo, mismo
que ya no se localizaban en los lugares de residencia, por lo que cada vez más
personas abandonaban la ciudad “para establecerse en espacios rurales
tradicionales, atraídos por una mejor calidad de vida que ofrece el campo
(tranquilidad, espacios verdes, aire limpio, exento de ruidos molestos, etc.) y
huyendo de los vicios y peligros urbanos” (Cardoso, 2013:110).
Con esto, se introdujo la cultura urbana en las áreas rurales, es decir,
“un sistema específico de normas o valores, o […] de comportamientos,
actitudes y opiniones” (Cardoso, 2013: 113), o dicho de otra manera, la
contraurbanización. Los estudios de ésta nacieron en Estados Unidos y fueron
elaborados por Berry a partir de 1976, mientras que en el continente europeo
se le dio el nombre de suburbanización, empleado principalmente por Cloke
en 1978.
El primero fue definido como
el proceso de movimiento de personas e industrias desde las áreas urbanas a
las rurales. (…) y surge para dar nombre a un proceso contrario al de la
urbanización, es decir, frente al proceso clásico de urbanización que
conllevaba movimientos centrípetos de población y flujos económicos hacia
las principales ciudades y grandes áreas metropolitanas, comienza a despuntar
un proceso de sentido contrario, de movimientos centrífugos desde las grandes
ciudades hacia los pequeños asentamientos urbanos y rurales. (Berry, 1976 en
Cardoso, 2013: 113)

En el año de 1977 se mencionó que la contraurbanización “se debía


entender como un proceso de revitalización de las áreas rurales en el que
debían producirse algunas condiciones indispensables relacionadas con un
tipo de vida basado en determinadas características” (Vining y Strauss, 1977
en Arroyo, 2001:99). Además, se llegó a considerar como una respuesta

a habitar en espacios menos densamente poblados […], de nuevas formas,


más ligeras, más móviles, de producción, intercambio y de circulación de la
información […], vendría a
constituir la versión «postmoderna» de la dispersión residencial, que sería […]
«la tendencia natural a la ciudad». (Thumerelle, 1999 en Arroyo, 2001: 102)

Fue considerado también un “movimiento desconcentrado de personas


y actividades económicas desde las áreas urbanas hacia las rurales. Implica la
aceleración de la desconcentración en las áreas urbanas y el consiguiente
crecimiento en determinadas áreas rurales de los países desarrollados” (Ferrás,
1998 en Montes, Valladares y Chávez, 2015:7), aunque ya no es propio de
estos.
Para el año 2001, la contraurbanización se definía como “«un proceso
de salida de las ciudades por las poblaciones buscando un marco rural,
también alejado, un cambio de hábitat y de modo de vida»” (Barret et al.,
2000 en Arroyo, 2001:102).
La suburbanización data de los años cincuenta en Estados Unidos y
Canadá, para luego ser empleado en Latinoamérica en los años setenta
(Montes, Valladares y Chávez, 2015:6). Representaba “el crecimiento
poblacional y económico de las áreas suburbanas, inmediatas a las ciudades
[…] se produce antes que la contraurbanización ya que el crecimiento sigue
un sentido centrífugo, la ciudad crece como «mancha de aceite»” (Cardoso,
2013:113), el cual estaba dado por la población proveniente de los espacios
rurales a diferencia del proceso de contraurbanización.
Desde el punto de vista rural “esta urbanización destructora se llama
rururbanización, y luego más generalmente periurbanización” (Barrere, 1988:
en Cardoso, 2013:114), pero desde el punto de vista urbano “se habla de
exurbanización o de contraurbanización (counterurbanisation)” (Barrere,
1988: en Cardoso, 2013:114).
Concentrándonos en el concepto principal que es la periurbanización, es
preciso mencionar que en el lenguaje urbano y apenas culminada la conquista,
1820 aproximadamente, la periferia estaba relacionada con el arrabal y el
suburbio, ya que los tres términos hacían referencia a la expansión urbana
hacia las áreas rurales. El arrabal se remitía a los barrios peligrosos ubicados
en la parte externa de la ciudad.

Eran los barrios en donde se gestaba la criminalidad, se procreaban modos de


vida basados en la marginalidad, en donde desaparecían las reglas morales
legitimadas, en donde emergía y se ocultaba lo que está fuera de la norma, lo
oscuro, o incomprensible para los que viven
en las áreas formales, en el centro. (Hiernaux y Lindón, 2004:105)

En un plano geométrico, el arrabal era considerado “un contorno, línea


divisoria, pero también espacios donde se ubica lo que está afuera” (Hiernaux
y Lindón, 2004:107), en fin, era considerado “un espacio miserable porque
carece de lo propio de la ciudad, pero también de los rasgos característicos del
campo” (Ibid).
Ante esto, se consideró revalorizar la periferia puesto que anteriormente
se concebía como el espacio en el que predominaba “la degradación física y
social, la marginalidad, la exclusión, la desviación” (Entrena, 2005:67).
El suburbio aparecio en Estados Unidos a mediados del siglo XIX,
mientras que en Latinoamérica a inicios del siglo XX “como una expresión de
los procesos de concentración territorial” (Coraggio y Geisse, 1970 en
Hiernaux y Lindón, 2004:108).
A diferencia del arrabal, que se encontraba fuera, el suburbio se
encontraba cerca. Esta condición de cercanía permitía “transitar hacia el
sentido del territorio en el cual se depositan
«esperanzas, sueños, (…) la ilusión del derecho a la ciudad»” (Hiernaux y
Lindón, 2004:110)
La periferia entonces fue considerada “como no-centro, por
consiguiente, como espacio carente de los valores de la centralidad […]
espacios donde las patologías urbanas y las desvalorizaciones son máximas: la
degradación física y social, la marginalidad, la exclusión, la desviación”
(Dematteis, 1998:9).
A finales de los años setenta, la periferia era concebida como un
espacio subordinado y muy lejano de la urbe que guardaba características
rurales, llegando a formar parte del modelo territorial flexible, que se daba al
“fragmentar territorialmente los sistemas productivos” (Ávila, 2009:95), lo
que impactó a los sistemas urbanos y suburbanos.
Los movimientos de la población hacia esta zona, no únicamente por
cuestiones económicas, sino también por razones culturales y de turismo,
dieron como resultado cambios sociales que redefinieron dichas
características, aunadas a las funcionales de los espacios rurales, volviéndose,
estos espacios, atractivos para el ocio. Además, estos cambios permitieron que
en estas áreas se tuviera una diversificación de actividades, dejando de ser el
trabajo del campo la única forma de empleo (Entrena, 2006 en Castro, 2014:
16).
En cuanto a los cambios urbanos se refiere, la instalación de infraestructura
fue el más
significativo, pues se presentó la “construcción de vivienda para población
urbana con escasos recursos o por el establecimiento de equipamientos para
recreación” (Castro, 2014:17)
Esta dispersión territorial favoreció a la creación de espacios fuera de
los limites urbanos, denominados zonas periurbanas (Puebla, 2009 en Castro,
2014:17), definidas como “aquellas áreas localizadas en la periferia de
grandes ciudades, las cuales exhiben una mezcla de características rurales y
urbanas en proceso de transformación constante para convertirse en zonas
predominantemente urbanas” (Ávila, 2004 y Méndez, 2010 en Castro,
2014:17).
Estas periferias tenían vínculos tanto con las regiones urbanas como
con las rurales, para lo cual se utilizó en concepto de región urbana definida
como “una compleja estructura interurbana, formada por una malla o red de
asentamientos urbanos dispersos, es decir, una especie de nebúlosa urbana
(pero suficientemente densa e incluyendo las áreas rururbanas) que posee
características sociales y económicas propiamente urbanas, y que
funcionalmente está constituida como un espacio unitario” (Ledo, 1988 en
Entrena, 2005:67-68).
Posterior a lo señalado, surgió el término periurbano, conocido de
diferentes maneras en la literatura: “periurbano, exurbano, trazo urbana
(«urbantract», rururbano, franja urbana, semi- urbano y aún, suburbano)”
(Drescher y Laquinta, 2000 en Ávila, 2009:98), cuyo origen data de 1966 en
Francia y proviene, etimológicamente de qui entoure la ville, es decir, que
rodea la ciudad, como adjetivo. Subsecuentemente, se consideró el término
como sustantivo para denominar a las “coronas externas de las ciudades o
municipios contiguos donde se diluye la ciudad” (Yadav, 1987 en Montes,
Valladares y Chávez, 2015:5). Esta disolución también fue denominada como
franja urbano-rural, en donde trascendieron los modos de vida rural y urbana.
Este concepto ayudó a identificar la zona en donde se ponían en
contacto la ciudad y el campo, sin embargo, los estudiosos de lo rural lo
desconocieron, proponiendo el término de rurbanización o periruralidad,
refiriéndose a la periurbanizacion como el “proceso de mutación del campo”
(Banzo, 2005 en Ávila, 2009:98).
Este surgió en los años setenta en Francia y Gran Bretaña, apareciendo
junto con el término de urbanfringe, ambos refiriéndose a las formas de
organización espacial que se estaban suscitando en la época. Además, este
concepto, de franja-urbano-rural, hacía referencia a la conversión de las
formas de vida de la población urbana y rural (Yadav, 1987 en Ávila,
2009:99).
Estos espacios periurbanos eran “unas zonas en transición entre las ciudades y
el campo, en
las que, en consecuencia, se mezclan actividades urbanas y agrícolas que
compiten por el uso del mismo suelo” (Entrena, 2005 en Montes, Valladares y
Chávez, 2015:6).
Físicamente, el concepto se presentó con la formación de las coronas o
espacios periféricos concéntricos en donde se conjugaban las formas de vida y
actividades económicas urbanas y rurales.
Considerando lo anterior, Ávila (2009) definió la periurbanización
como la “extensión continua de la ciudad y la absorción paulatina de los
espacios rurales que la rodean” (Ávila, 2009:94), en donde se encontraban
asentadas las comunidades campesinas.
Desde el punto de vista del desarrollo rural, la periurbanizacion era la

solución de continuidad situada entre la vida rural y la gran concentración


urbana, donde se difunde una nueva forma de vida marcada por los ritmos de
la ciudad, sus expresiones políticas y culturales, y las actividades productivas
de corte urbano. Dicha difusión descansa en la integración de los elementos
espaciales y sociales del mundo rural, alterando profundamente su
organización socioeconómica […] no es más que una etapa hacia el final de la
centralidad urbana y la conformación de un nuevo sistema de ciudades en
polaridades múltiples y de un equilibrio de densidades de población entre lo
rural y lo urbano. (Prost, 2001 en Ávila, 2009:102)

Dematteis (1998) considero la periurbanizacion como la “disposición


de anillos redioconcéntricos alrededor de las ciudades” (Dematteis, 1998 en
Ávila, 2009:100)
Se trataba de un fenómeno demográfico en donde “la población
abandona las zonas urbanas hacia las zonas suburbanas y rurales, lejos de los
centros urbanos” (Ávila, 2009:95). También se consideró como una
“repartición menos concentrada de la población en procesos tales como la
desconcentración y redistribución demográfica, así como la reestructuración
regional de la economía y el espacio” (Champion, 1992 en Ávila, 2009:96).
Este fenómeno anglosajón, surgió en 1937 y fue aporte de Smith, pero
fue popularizado por Bauer y Roux en 1976, sin embargo, para 1987 se
determinó como “el territorio donde se entremezclan elementos del medio
urbano y del rural, el cual forma parte del continuum geográfico entre estos
dos polos y en el caso de estar rodeando una ciudad recibe el nombre de franja
o anillo
rururbano” (Errázuriz, 1987 en Montes, Valladares y Chávez, 2015:7). Otra
manera de conceptualizarlo fue “como aquel espacio en el que se mezclan los
paisajes urbanos y rurales, yuxtaponiéndose y compitiendo por esas áreas”
(Formingo y Aldrey, 1999 en Montes, Valladares y Chávez, 2015:7).
Conociendo los antecedentes y características de los conceptos que
conforman el problema de investigación de este trabajo, es preciso dar una
respuesta anticipada a las preguntas de investigación, por lo que, de manera
general, se puede mencionar, como supuesto, que las consecuencias que la
periurbanizacion o la urbanización del campo han sido y siguen siendo de
carácter negativo, a pesar de que se señalaron ciertos beneficios, pues con la
extensión del área urbana hacia la rural ha desaparecido del suelo agrícola al
urbanizarse y edificarse (Ávila, 2009:94-
98) modificando el paisaje (Agudelo, 2012:562), lo que ha provocado la
pérdida del trabajo de la población de la zona (Agostini, 2003:7), la
contaminación del ambiente, y la dispersión de la población (Gómez, 2003:5),
que provoca a la vez la pérdida de las relaciones sociales directas (García,
1991:88).
Anteriormente los límites de lo urbano y lo rural, en conjunto con sus
características económicas, espaciales y sociales, estaban bien definidos
(Capel, 1975:1), sin embargo, con la urbanización del espacio periférico,
compuesto por las áreas rurales (Ávila 2009:95), estos límites comenzaron a
desaparecer haciéndose menos evidentes las diferencias entre uno y otro
(Capel, 1975:265), lo que vino a traer como consecuencia nuevas
características de la zona rural, o sea, la nueva ruralidad (Delgado, 2009;
Cruz, 2002:74; Pradilla, 2002:3; Agostini, et al.,2003:8; Arias, 2005:19 y
Rosa, 2009:165-168).
Gráficamente, lo anterior puede resumirse mediante la siguiente imagen:

Imagen 1. Supuesto

Fuente: Elaboración propia a partir del marco teórico-conceptual

Esta nueva ruralidad será la que definirá las características actuales de


la zona rural, es decir, sus nuevos atributos espaciales, económicos y sociales
(Pradilla, 2002:129), de nuevas formas de ser, de vivir y de relacionarse en el
espacio rural (Arias, 2005:144).

Marco contextual
El estado de Guanajuato, como se indica en la imagen no.2, se encuentra
ubicado al centro de la República Mexicana colindando con los estados de San
Luis Potosí, al norte; Querétaro, al este; Michoacán, al sur y Jalisco al Oeste.
Está conformado por 46 municipios y su capital es la ciudad de
Guanajuato, Patrimonio Cultural de la Humanidad y cuenta con una superficie
de 30,460 km2 que representan el 1.54% del territorio nacional.

Imagen 2. Ubicación geográfica del estado de Guanajuato dentro del territorio


nacional

Fuente: elaboración propia

Por medio de la imagen no.3 se señala que el municipio de Guanajuato


colinda al norte con los municipios de San Felipe y Dolores Hidalgo,
colindando también con este último al este; al sur con los municipios de
Salamanca e Irapuato y al oeste con Silao y León.
Actualmente cuenta con una extensión territorial de 1,014.54 km2,
representando el 3.28% de la superficie total de estado, que lleva el mismo
nombre, ocupando la posición número nueve según del orden de los
municipios que conforman el estado según su extensión.
“Está compuesto por 61 localidades” (POT-CP, 2011), siendo las
principales: Guanajuato, como cabecera municipal, Marfil, Santa Teresa, San
José de Llanos, Yerbabuena, Santa Fe de
Guadalupe o La Sauceda (La Santa Fe de Guadalupe), Cañada de Bustos y
Puentecillas.

Imagen 3. Ubicación geográfica del municipio de Guanajuato

Fuente: elaboración propia a partir del Programa de Gobierno Municipal,

2015-2018 La localidad de Yerbabuena cuenta con una extensión territorial de

aproximadamente
2.91km2. Se ubica al sur de la ciudad de Guanajuato colindando al norte con
la localidad urbana de Marfil, al sur con las localidades rurales de Puentecillas
y San Isidro y al este con Paso de Perules (Imagen no.4)

Imagen 4. Ubicación geográfica de la localidad de Yerbabuena, Guanajuato

Fuente: elaboración propia a partir de INEGI, 2010

La zona sur de la ciudad de Guanajuato es “una zona con grandes


extensiones de territorio que se caracteriza por ser el acceso a Guanajuato
desde San Miguel de Allende, Irapuato y Silao” (POT-CP, 2011). Está
conformada por la colonia Burócratas, la localidad de Yerbabuena, San José
de Cervera-Arroyo Blanco, fraccionamiento Villas de Guanajuato, comunidad
de Paso de Perules,
Puentecillas, Santa Teresa, El Establo-ITESG, San Isidro, Solano, Carbonera,
Cerrito de las Biznagas-La Presita, El Maluco y San José de la Luz.
Otra de las características de esta zona, en cuanto a su terreno, es que este es
de

baja pendiente y escasos limitantes naturales, […] en donde predomina una


traza reticular y trazas similares a las de plato roto. Debido al crecimiento
desordenado y explosivo, la falta de continuidad urbana y expansión de
asentamientos irregulares ha producido una zona de desarrollo habitacional
con graves carencias de infraestructura vial y otros servicios, con
asentamientos humanos en áreas relacionadas a vialidades regionales y a
localidades rurales en proceso de urbanización. (POT-CP, 2011)
Como se menciona en el párrafo anterior, Yerbabuena (imagen no.5) es
una de las localidades urbanas que conforman la zona sur del municipio de
Guanajuato. Está caracterizada por contar con una topografía regular, a
diferencia del centro de población, en la que predominan tres usos de suelo:
habitacional, comercial, servicios y mixto (habitacional y comercial).
A diferencia de la localidad de Guanajuato, esta cuenta una vialidad
principal de mayores dimensiones, es decir, un bulevar Euquerio Guerrero,
que articula a esta zona con el centro.
Dicha área está ocupada actualmente “por varios asentamientos
humanos en forma satelizada y por un corredor de usos múltiples a todo lo
largo de la carretera ya mencionada” (Plan Parcial de Desarrollo Urbano de la
zona suroeste, 1994), proliferando los “asentamientos irregulares por la venta
ilegal de terrenos” (Ibid)

La carretera a Juventino Rosas, es la vialidad primaria de mayor jerarquía […]


de la glorieta de Marfil al entronque con la carretera de cuota Guanajuato.-
Silao, tiene una sección de triple carril por sentido, con camellón en medio,
rematando en la glorieta <<Santa Fe de Guanajuato>>, de donde parte en un
solo cuerpo de doble sentido hacia el sur hasta […] el poblado de la
Yerbabuena para continuar a su destino como carretera estatal, así como una
desviación a la altura de este mismo poblado […] para comunicar a la
comunidad de Puentecillas. (Plan Parcial de Desarrollo Urbano de la zona
suroeste, 1994).
Imagen 5. Yerbabuena, Guanajuato

Fuente: elaboración propia

Para contextualizar en los antecedentes de la localidad, el recurso


empleado fue la entrevista a la mujer de mayor edad residente en ella y a otras
mujeres de menor edad, mismas que compartieron sus recuerdos a fin de
poder construir este marco histórico de la zona.
Haciendo una breve remembranza de la localidad, por palabras de la
señora Esther Palafox, originaria de Yerbabuena, comenta que durante la
época de los cristeros2, la localidad estaba conformada por aproximadamente
diez familias, a la vez, conformadas por diez miembros en promedio cada una,
las cuales habitaban en viviendas erigidas a base de zacate.
Esta condición de las viviendas, les permitió a los actores del
movimiento armado penetrar a ellas en busca de los varones, sin distinción de
edad, con la finalidad de matarlos o en ocasiones recurrían a la quema de la
vivienda sin importar que dentro de ellas se encontraran sus habitantes, lo que
dejó como resultado la disminución de la población y de viviendas de la
localidad.
Este movimiento generó más violencia, pues los hombres, a manera de
defensa, comenzaron a atacar a los agresores hasta lograr que se retiraran del
lugar junto con personas de la localidad de Guanajuato que recurrieron al sitio
a petición de habitantes de Yerbabuena que habían logrado huir en busca de
ayuda.
Posteriormente, se volvieron a edificar las viviendas a manos de los
mismos pobladores, las cuales se encontraban establecidas detrás de lo que
actualmente es el templo principal de la localidad, siendo aquí donde comenzó
el desarrollo de esta sin calles establecidas, por lo que se desplazaban de un
lugar a otro por las brechas existentes entre los campos de cultivo de maíz y
frijol, caminando o en burro o caballo.
Esta característica cambió cuando comenzaron los movimientos de
tierras para el trazo de la antigua carretera al municipio de Juventino Rosas,
Guanajuato hace poco más de 20 años, la cual estaba conformada únicamente
de terracería, para posteriormente convertirse en el bulevar Euquerio
Guerrero, el cual fue construido aproximadamente hace 15 años.
A voz de María de la Luz y María Esther Martínez, de 55 y 43 años de
edad respectivamente, mencionan que lo mencionado en el párrafo anterior,
fue lo que permitió el arribo de personas de la ciudad que llegaron a construir
sus viviendas en la localidad creciendo estas en número al igual que la
población.

Imagen 6. Crecimiento de la localidad de Yerbabuena, 2003 y 2017.

Fuente: elaboración propia a partir del satélite de Google Earth, 2017

Demográficamente, para el año de 1990, la localidad contaba con una

población de 1,431
habitantes en su totalidad, mientras que para el año 2000, esta se multiplicó
aproximadamente tres veces en relación al censo anterior, pues para este año
la población total ascendió a 4,159 habitantes.
En los últimos datos obtenidos por censo, en 2010, en Yerbabuena se
duplicó la población total en comparación con el censo anterior
aproximadamente, sin embargo, en comparación con el censo de 1990, esta
población incrementó poco más de ocho veces en su totalidad, dando como
resultado un total de 8,399 habitantes en su totalidad (Gráfica no.1)
Gráfica 1. Población total de Yerbabuena

Fuente: elaboración propia a partir de INEGI, 2010

En cuanto a viviendas, el incremento de estas habitadas en la localidad,


ha sido representativo, pues en 1990 la localidad estaba compuesta por 231
viviendas habitadas, mientras que para 2010 se incrementaron
aproximadamente cuatro veces más, llegando a 911. Con relación a este
último dato, diez años más tarde, es decir, en 2010, este número se duplicó, al
contar con un total de 1,997 viviendas habitadas en ese año (Gráfica no.2).

Gráfica 2. Total de viviendas habitadas

Fuente: elaboración propia en base a INEGI, 2010

Por otra parte, la Población Económicamente Activa (PEA) representa a


la población que realizó una actividad económica durante el periodo
censado3.
En la tabla no. 3.4 se muestra que la población económicamente activa estaba
representada
por un total de 342 habitantes, mientras que la económicamente no activa por
376 según los resultados del censo de 1990.
Con lo anterior, en relación con la población total de ese periodo, se
puede inferir que aproximadamente un cuarto de la población era la que en ese
momento se encontraba desarrollando alguna actividad económica.
Para el siguiente censo (2000) y tomando en cuenta que la población en
ese periodo era de 4,159 habitantes, poco menos de la mitad de la población
era económicamente activa, mientras que un número ligeramente superior de
habitantes eran los que en ese momento no realizan ninguna actividad, es
decir, 1,240 para el primer concepto y 1,407 para el segundo.
Ya para el año 2010 y recordando que la población total para este
periodo fue de 8,399 habitantes, la población económicamente activa era de
3,218 y 2,889 para la económicamente inactiva, elevándose poco más del
doble la primera durante el periodo 2000-2010.

Tabla 1. Población económicamente activa


Nombre del Población Población
Nombre de la municipio Nombre
o de la economicamente economicamente
delegación Año activa (hab.) inactiva (hab.)
entidad localidad

YERBABUENA 1990 342 376

YERBABUENA 2000 1,240 1,407


Guanajuato Guanajuato
YERBABUENA 2010 3,218 2,889

Fuente: elaboración propia a partir de INEGI, 2010

Estrategia de investigación
Considerando la pregunta y el objetivo al que se pretende llegar, se determinó
que el alcance de investigación será descriptivo, además de que se estableció
que la estrategia será de tipo no experimental, la cual consiste en observar el
fenómeno en su entorno natural sin modificar sus componentes.
Sabiendo esto, el método a emplear tendrá un enfoque cualitativo,
mediante el cual se buscará la comprensión del fenómeno a partir del punto de
vista y la percepción que los involucrados tengan del mismo, a través del
empleo de técnicas de recopilación de datos que permitan interpretarlos sin
manipularlos.
Aunado a lo anterior, la decisión fue tomada a partir de que en este
trabajo se pretende hacer una descripción del fenómeno de interés, a través de
las perspectivas y de los puntos de vista que la población implicada, dentro de
su contexto natural, a fin de obtener elementos subjetivos de la realidad
(emociones, experiencias, significados, creencias, etc.).
Las técnicas a aplicar como medios de obtención de datos, se
determinaron a partir del problema de investigación, el marco operativo y del
tipo de investigación, estableciéndose entonces que serán empleadas dos de
éstas de carácter directo y de tipo descriptivo, es decir, la observación directa
y la entrevista libre.
Para la aplicación de la primera técnica, se recurrirá al instrumento de
bitácora de observación, mientras que para la entrevista se empleará una guía
que contendrá las preguntas de los temas de interés, partiendo de lo general a
lo particular, considerándose para la colecta de datos un tiempo estimado de
entre cinco y seis meses.
Las unidades de observación para este estudio serán, las personas y el
territorio en sí, además de documentos, censos, etc. Considerando lo anterior,
y debido a la magnitud territorial de la zona de estudio, a la dispersión de los
asentamientos y al número de habitantes, se recurrirá a la selección de
muestras, con la finalidad de observar de manera sintética a la población y al
territorio.
Entonces, una vez determinadas las unidades de observación, se decidió
que serán cuatro las muestras (número de unidades o casos) en las que se
trabajará (tres conjuntos habitacionales y uno mixto) debido a su proceso u
orden de aparición en la localidad, según los datos conocidos en el desarrollo
del marco contextual (imagen no. 7), sin embargo, el criterio que se aplicará
para la determinación definitiva del tamaño de las muestras será el de
saturación de información, pues a pesar de haber propuesto cuatro unidades de
trabajo, es probable que no sea necesario trabajar en todas, o bien, que sea
necesario recurrir a otras dependiendo de la calidad de información obtenida.
Finalmente, en todo momento, durante el periodo de colecta, se respetará el
tiempo de los colaboradores y se cuidará su integridad, además de la
protección de sus derechos e identidad a través del empleo de seudónimos.,
además de que con honestidad, se revelará el objetivo de la investigación a fin
de generar confianza y recibir datos que ayuden a dar respuesta a nuestra
pregunta. Asimismo, se respetarán las opiniones emitidas mediante su nula
manipulación, pues de
ello dependerá la confiabilidad de los resultados obtenidos.
Imagen 7. Ubicación de las muestras

Fuente: elaboración propia

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Notas

1 Esto se identificará más adelante en el desarrollo del marco histórico y físico de la localidad.
2 Periodo de la historia en el que se presentó un conflicto armado entre el estado y la iglesia
católica en México de 1926 a 1929 aproximadamente, a razón de que el presidente en turno de
la época, general Plutarco Elías Calles, hizo valer todos los artículos de la Constitución Política
de 1917 valiéndose de reformas a esta y dejando a la iglesia a tutela del gobierno, “convirtiendo
al sacerdocio en una profesión más que tenía que registrarse ante la secretaria de la
gobernación” (Quezada, 2012:192-193), por lo que como signo de protesta y con autorización
del Vaticano, la jerarquía eclesiástica mexicana se levantó en armas, cerró todos los templos y
detuvo todo culto religioso en el país, nombrándosele a ese movimiento: Guerra Cristera o
Cristiada.
3 Glosario INEGI, 2010
Sergio Gómez E.

¿Nueva Ruralidad? Un aporte al debate

Estudos Sociedade e Agricultura, 17, outubro 2001: 5-32.

Resume: (¿Nueva Ruralidad? Un aporte al debate). El artículo plantea que se discuta sobre la
“nueva ruralidad“ comenzando por definir cuales eran las características de la “vieja
ruralidad“. Para ello se señalan los rasgos fundamentales de la ruralidad tradicional. Luego se
idenfican los principales aspectos que alteraron esta situación y que dan lugar a nueva
ruralidad. Finalmente, propone un marco conceptual para fijar los límites que deberia
considerar la investigación sobre comunidades rurales.

Palabras-claves: ruralidad; desarrollo rural; modernización; América Latina.

Abstract: (New rurality: is it new?). This article suggests that we ought to discuss the “new
rurality “ beginning with a definition of the characteristics of the “old rurality“. The author
presents some aspects which have changed and created the new rurality. Finally the article
proposes a conceptual scheme to identify a framework which might be used to orient research
on  rural communities.

Key words: rurality; rural development; modernization; Latin America.

Trabajo presentado en el Panel “Construyendo una Nueva Ruralidad “ en las Semanas Sociales
de la Diócesis de Talca (Chile) “Soñando una Nueva Ruralidad “, 13 al 19 de agosto 2001.
Síntesis de un trabajo mayor que se encuentra en el informe de investigación: La “Nueva
Ruralidad “: ¿Qué tan Nueva? que contó con el patrocinio de la Fundación Ford, Santiago de
Chile, Julio de 2000.

Sergio Gómez E. é professor das Universidades Alberto Hurtado e Austral (Chile)

Antecedentes

El debate sobre una nueva conceptualización de la ruralidad se encuentra en pleno desarrollo


y ha generado una extensa bibliografía en los últimos años. Para intervenir en él, se buscará
responder a dos preguntas.

¿Si se plantea la emergencia de una nueva ruralidad, cuál era la antigua? y

¿Cuál es el contorno y los elementos que se deben incluir al momento de abordar una
investigación social que considere esta “nueva ruralidad”?

Es importante aclarar el sentido de la segunda pregunta para acotar el área de interés. Más
que una preocupación filosófica sobre el sentido y fundamentos de la ruralidad, persigue un
afán instrumental: como definir el ámbito en el cuál debe comenzar y terminar una
investigación social sobre comunidades rurales. Así de simple. Así de complejo. Además, la
concepción que se tenga sobre el alcance de lo rural tiene importantes consecuencias a la hora
de definir políticas públicas.

La presentación se divide en cinco partes. En la primera, se presenta la versión tradicional de lo


rural y su relativo debilitamiento en la medida que no es capaz de hacerse cargo de realidades
emergentes. En la segunda se busca los fundamentos que sirvieron de soporte a esta
concepción a través de predominio de los enfoques dicotómicos. En la tercera parte, se
presentan distintas formulaciones sobre la nueva ruralidad en América Latina. En la cuarta
parte, se hace una presentación sobre una forma para definir la nueva ruralidad, con especial
referencia al caso de Chile. El texto termina, con algunas reflexiones sobre la necesidad de
continuar este debate.*

Para comenzar se puede afirmar que la ruralidad en la forma como fue definida en términos
tradicionales ha perdido vigencia. La industrialización de la agricultura y la urbanización de las
comunidades rurales acabó con la versión tradicional de la ruralidad, pero no con la ruralidad.
Esta nueva ruralidad que ha emergido tiene ya varias décadas de existencia, por lo que no se le
puede considerar tan nueva. Lo nuevo es que ahora se observa una realidad que antes se
ignoraba.

Diversos hechos muestran que el tema de la nueva ruralidad se encuentra actualmente


vigente. Por una parte, la última reunión regional académica dedicada a temas rurales y
agrarios sociales de importancia, realizada en Colombia a mediados del año 2000, estuvo
dedicado a este tema en particular [1] . Por otra parte, el último libro editado en el año 2001
por la Comisión de Estudios Rurales de la Clacso, en Buenos Aires, bajo el titulo “¿Una Nueva
Ruralidad en América Latina?“ (Giarracca, 2001) tiene contribuciones sobre la mayoría de los
países de la Región. A su vez, recientes trabajos de organismos internacionales especializados
en la agricultura, como los elaborados por la FAO y el IICA, tratan a su manera el mismo tema:
la nueva ruralidad (Gordillo de Anda e Guendelman, 2000).

Ruralidad tradicional

El concepto mismo de desarrollo asociaba la noción de progreso “con una dirección de


cambios que iban desde “lo rural“ hacia “lo urbano“, de la agricultura a la industria, de lo
tradicional a lo moderno, de lo atrasado a lo próspero. De tal manera que, bajo esta
concepción, el proceso de transformación estructural significó tanto el crecimiento de
sectores industriales como la urbanización de la vida moderna. Y, concomitantemente, la
desvalorización de lo rural que pasó a ocupar un papel residual en el desarrollo “ (Wilches,
2000).

Más aún, se llegó a considerar que un país podía ser considerado como más desarrollado
mientras más mayor fuera el grado de urbanización de su población. En el caso de Chile, en la
actualidad, este tipo de planteamientos tiene plena vigencia en algunos sectores.

A continuación se entrega una visión de conjunto sobre las principales características de la


ruralidad en su versión tradicional.

La población se ocupa en actividades agropecuarias. A su vez, esta actividad agrícola se


encuentra regida por fenómenos naturales que difícilmente pueden ser controlables por el
hombre. Los tiempos de la ruralidad están marcados por los ciclos de los procesos naturales.
También se menciona que existe una cierta homogeneidad entre los componentes de la
sociedad rural tradicional.

A su vez, la población se ubica en espacios de baja densidad. Como consecuencia de la


dispersión y el aislamiento de la población rural, se caracteriza por tener bajas condiciones de
bienestar (ausencia de servicios, de infraestructura básica, etc.) y comparte condiciones
culturales atrasadas (analfabetismo, etc.). En otras palabras, la forma como se desarrolla la
actividad agropecuaria crea la condición de exigir una baja densidad poblacional, lo que, a su
vez, determina condiciones de atraso material y de tradicionalismo cultural.

Esta concepción lleva a una valorización de lo urbano. Como se ha dicho, el concepto mismo
de desarrollo, asociado al progreso, llevaba una dirección unívoca: desde lo rural hacia lo
urbano; de la agricultura hacia la industria; del campo a la ciudad; que en definitiva significaba
pasar desde una situación definida como de atraso hacia una considerada de bienestar.

Se suponía que solamente la ciudad era capaz de entregar bienestar a sus habitantes. El
bienestar en el campo resultaba prácticamente imposible para la mayoría de los habitantes
rurales. En consecuencia, las migraciones hacia las ciudades eran una respuesta lógica,
despoblando de paso al campo de sus mejores elementos.

Este concepto de ruralidad, se expresaba a través de la existencia de un “sector “ rural, que


viene a ser una construcción social residual sobre lo que se define positivamente como lo
urbano y lo moderno.

Esta concepción de la ruralidad tradicional no daba cuenta de fenómenos contemporáneos,


tales como los que se señalan a continuación.

Una diversidad de ocupaciones y de situaciones. Esta visión tradicional no se encuentra


interesada en indagar heterogeneidad que se observa en el conjunto de ocupaciones que se
desarrollan en el medio rural. Esta heterogeneidad se expresa en fenómenos tales como:
condiciones ecológicas, diferentes escalas de producción, nivel de uso de los factores de
producción, encadenamiento de los eslabones, pluriactividad y relaciones sociales internas. En
el medio rural se desarrollan una serie de actividades productivas y de servicios, sólo algunos
de ellos ligados a la agricultura, que decrecen en importancia con el transcurso del tiempo.

Tal concepción tampoco daba cuenta de los efectos de la globalización en los espacios rurales.
Del surgimiento de una agropecuaria moderna, surgen otras actividades que rescatan las
particularidades regionales y locales, ligadas a la residencia, el ocio, al deporte, pequeñas
actividades industriales, prestación de servicios, agroindustrias, etc.

Las relaciones de lo rural con el entorno urbano también eran ignoradas. Por ejemplo, la
importancia de la interacción de los pueblos y aldeas con la ruralidad. La conservación del
patrimonio en recursos naturales como reflejo de la creciente preocupación por la protección
del medio ambiente y la forma como los pueblos intermedios pasan a ser un componente de la
ruralidad.

Esta concepción tradicional tampoco daba cuenta de la revalorización de lo rural. Por un lado,
crecientemente se percibe el deterioro de la vida cotidiana de los habitantes de ciudades
grandes y de las metrópolis; por el otro, un factor de atracción hacia formas menos artificiales
de vida donde el turismo, el deporte, la artesanía, son actividades que pasan a jugar un papel
preponderante. Esta situación lleva a que, en algunos lugares de Europa, se inviertan los flujos
migratorios y que personas mayores migren hacia pueblos y que los jóvenes no tengan como
primera prioridad migrar a las grandes ciudades.

Sin embargo, más allá de nuestras fronteras, este paradigma del desarrollo ha cambiado en los
últimos tiempos y se puede observar “una revalorización de lo rural, entendida no como una
“vuelta a lo rural “ sino como un cambio de visión sobre lo rural “ (Wilches, 2000).

El origen de la ruralidad tradicional: el enfoque dicotómico

Cuál es el origen de esta concepción tradicional de la sociedad rural?

La verdad es que si se examina los principales temas abordados por los autores clásicos de la
sociología no se encuentra una preocupación específica por el tema, sino más bien se inclinan
a observar las consecuencias que tienen la industrialización y la urbanización sobre la sociedad,
con todos los fenómenos asociados en esta nueva situación, más que preocuparse de los
efectos de estos fenómenos en la realidad que la antecedía: el campo.

Ferdinand Töennies en su obra más importante “Comunidad y Sociedad“, publicada por


primera vez en 1887, plantea un conjunto de ideas que dan sustento a este enfoque (Töennies,
1973). A continuación se plantean tres de sus ideas centrales:

1) Las relaciones sociales son una creación de la voluntad humana

2) Se distinguen dos tipos de voluntades:

a) Un tipo es la voluntad esencial, que resulta de la tendencia básica, instintiva y natural de los
hombres basada en hechos y situaciones que lo anteceden. Esa es la voluntad propia de la vida
de los campesinos y de los artesanos.

b) Otro tipo de voluntad es la arbitraria, deliberada y con fines precisos. Esta es la voluntad
propia de los hombres de negocios, de los científicos, de las personas investidas de autoridad.

3) Estos dos tipos de voluntad dan origen a la existencia de dos tipos sociales:

a) Al tipo de voluntad esencial lo llama “comunidad “. En ella predominan las tradiciones y la


autosuficiencia. Se trata de voluntades en un estado primitivo y natural. La relación más clara
de este tipo social puede ser la relación de una madre con sus hijos.

b) Al tipo de voluntad arbitraria lo llama “sociedad“. En ella surge la especialización de las


personas y de los servicios, sobre todo cuando esto se expresa en el acto de comprar y vender
en un mercado libre. En este caso la voluntad común de cada intercambio, considerado como
un acto social, recibe el nombre de contrato. Este es el resultado de voluntades divergentes
que se cruzan en un punto.

El aporte de Töennies en la elaboración de la teoría sociológica es significativo y marcó a


muchos autores que lo sucedieron. [2]

De hecho, esta tipología original ha servido de base posteriormente en los fundamentos del
continuo rural urbano elaborado por Sorokin y Zimmerman (Principles of Rural-Urban
Sociology de 1929). [3]
Por su parte, Robert. A. Nisbet hace un análisis de conjunto a través de las ideas fuerzas que
caracterizan el pensamiento sociológico de Europa en el período 1830-1900, cuando los
autores clásicos se encontraban en la fase de la constitución de la disciplina (Nisbet, 1981).

Nisbet considera que las ideas fuerzas o “ideas unidades esenciales “ de la sociología son las
bases del pensamiento y deben cumplir con ciertas condiciones: (i) deben ser generalizables, o
sea deben ser encontradas en un número importante de autores; (ii) deben tener continuidad,
vale decir ellas se deben encontrar tanto al inicio como al termino del período de tiempo que
analiza; (iii) deben ser distintivas, lo que significa que se deben referir a lo más propio de cada
disciplina y (iv) deben ser ideas, en el sentido pleno de la palabra. Luego de una revisión de los
autores europeos del Siglo XIX, él propone el siguiente cuadro resumen:

Conservadurismo Racionalismo

Comunidad Sociedad

Autoridad Poder

Status Clase

Sagrado Profano

Alienación Progreso

Dentro de la columna “conservadurismo“ se presentan las principales ideas fuerzas más allá de
la comunidad local y engloba la religión, el trabajo, la familia y la cultura y se refiere a los
vínculos sociales caracterizados por la cohesión emocional. La autoridad es la estructura o el
orden interno de una asociación y su legitimidad está dada por la tradición o la lealtad en una
causa. El status se refiere a la posición del individuo en la jerarquía de prestigio o influencia
que caracteriza a toda comunidad. Lo sagrado incluye las costumbres, lo no racional y el
comportamiento religioso ritual. La alienación significa ver al hombre ajeno, anómico y
desarraigado.

Cada una de estas ideas fuerzas es asociada a otra opuesta. Lo que interesa llamar la atención
es que la evolución natural de la sociedad, en la medida que se avanza en el desarrollo, es
llegar a hacer predominantes las ideas fuerzas que se encuentran en la columna del
“racionalismo “, que implica el crecimiento urbano y las ocupaciones industriales. En esa
misma medida, el campo pasa a ser un sector residual.

Si uno toma en cuenta esta visión de conjunto que ofrece Nisbet sobre las ideas unidades
esenciales marcadas por los fundadores de la sociología, señalar otro grupo de ideas opuestas,
como las que se mencionan a continuación, resulta solo un paso fácil y natural.

Tradicional Moderno

Campo Ciudad

Agricultura Industria
Rural Urbano

Ello marcará un tipo de construcción social de lo que será considerado como el campo y, por lo
tanto, lo “rural “ en su versión tradicional.

La sociología rural tradicional

El sociólogo ruso, avecindado en los Estado Unidos, Pitirim A. Sorokin junto a Carlo
Zimmerman y Charles J. Galpin, sistematizaron en 1930 las diferencias entre el mundo rural y
el urbano (Sorokin, Zimmerman e Galpin, 1930). [4] Este estudio es considerado como “una
síntesis de la literatura mundial sobre sociedades rurales, que es incomparable en relación con
cualquier otra de las ramas de la sociología“ (Anderson, 1981).

Ellos destacan las características diferenciales y las definiciones “compuestas“ del mundo rural
y del mundo urbano, mostrando, al menos, nueve diferencias.

A continuación se señalan tales diferencias.

1. Diferencias ocupacionales

La sociedad rural se encuentra compuesta por una totalidad de individuos dedicados a la


ocupación agrícola. Más aún “El principal criterio de definición de la población o de la sociedad
rural es ocupacional. La cosecha y el cultivo de las plantas y animales. A través de ello la
sociedad rural se diferencia de otras poblaciones, particularmente de la urbana, que e dedica a
actividades ocupacionales diferentes” (idem). En este sentido el criterio fundamental para
definir la población de la sociedad rural es su ocupación agrícola. De esta diferencia entre
comunidades rurales y urbanas siguen todas las otras diferencias, la mayoría de las cuales se
encuentra ligada de manera causal por esta diferencia en la ocupación.

2. Diferencias ambientales

La ocupación agrícola hace que los agricultores trabajen al aire libre, en un contacto directo
con la naturaleza y se encuentran más expuestos a los cambios en las condiciones climáticas. El
habitante urbano por su parte, se encuentra separado de esta realidad por el ambiente
artificial de la ciudad de piedra y de fierro.

Estas diferencias ambientales, que resultan obvias para las sociedades del pasado (Egipto,
Babilonia, China, etc.), son válidas para el universo urbano y rural contemporáneos ya que la
ciudad moderna se encuentra constituida en gran escala por acero, fierro y papel, elementos
poco usados en las ciudades antiguas.

3. Diferencias en el tamaño de las comunidades

El carácter de la actividad agrícola dificulta la agrupación de los agricultores en grandes


concentraciones y determina que el trabajador habite permanen-temente cerca de la tierra
que cultiva. Estos hechos determinan que, a pesar de los medios de transportes, los
agricultores no puedan vivir en grandes aglomeraciones.

En virtud de ello existe una correlación negativa entre el tamaño de la comunidad y el


porcentaje de la población ocupada en la agricultura. Como se puede apreciar, tiene sentido la
advertencia que se hizo en el primer punto sobre la importancia que se le otorga a la variable
ocupacional.
4. Diferencia en la densidad poblacional

Como una regla general, las comunidades de agricultores tienen una densidad de población
más baja que las comunidades urbanas. En palabras de los autores, “se encuentra una
correlación negativa entre la densidad poblacional y el carácter rural y una relación positiva
entre la densidad y la urbanización “.

Esta diferencia se explica en forma causal con las características que exige la producción de los
cultivos.

5. Diferencias en la homogeneidad / heterogeneidad de la población

La quinta diferencia permanente entre las comunidades urbanas y las rurales se refiere a que
la población de las comunidades rurales tiende a ser más homogénea en sus características
psico-sociales (lenguaje, creencias, opiniones, tradiciones, etc.) que la población de
comunidades urbanas. La homogeneidad rural se explica porque la base de reclutamiento de la
población rural se realiza en su propio sector (hijos de agricultores y de trabajadores agrícolas)
mientras que en las ciudades las poblaciones tienen los más diferentes orígenes.

6. Diferencias en la diferenciación, estratificación y complejidad social

La sexta diferencia relativamente constante plantea que en las aglomeraciones urbanas existe
una complejidad mayor, que se manifiesta en una mayor diferenciación y estratificación social.
La ciudad por definición es una sociedad compleja formada por una multiplicidad de grupos
secundarios. La división del trabajo es un criterio de diferenciación válido y ésta es mayor en
las ciudades que en los conglomerados agrícolas. Una de las razones que explica la menor
estratificación en el campo que en las ciudades radica en que las comunidades rurales
expulsan hacia las ciudades tanto a los individuos que se han vuelto excesivamente ricos como
los que se han vuelto excesivamente pobres.

En consecuencia, la permanente eliminación de los grupos extremos hace que las


comunidades rurales sean más homogéneas

7. Diferencias en la movilidad social

La población urbana se moviliza de un lugar a otro, cambia de ocupación, de posición social


por lo que tiene más movilidad horizontal y vertical que la que se observa en las comunidades
rurales. La movilidad territorial es mayor en las poblaciones urbanas por el mayor cambio en
los domicilios, los mayores desplazamientos dentro de las ciudades. A su vez en las pobla-
ciones rurales, los agricultores permanecen más tiempo en su condición de tales o en media
cambian de empleo menos frecuentemente que las poblaciones urbanas. El porcentaje de
hijos que heredan la ocupación de sus padres agricultores es de las más altas, entre las
categorías ocupacionales.

8. Diferencias en la dirección de las migraciones

La dirección predominante de las migraciones es desde el campo hacia las ciudades y de las
ocupaciones agrícolas hacia las ocupaciones urbanas. Por lo tanto, la migración poblacional es
unidireccional. La excepción a este proceso se puede encontrar en períodos de catástrofes,
períodos de decadencia, etc., donde se producen interrupciones a este éxodo desde el campo
a la ciudad.

9. Diferencias en los sistemas de integración social


Toda vez que las comunidades rurales son menos voluminosas y densamente pobladas y que
en su población es menos móvil, es de esperar que el número de personas distintas de un
agricultor se encuentra con quien establece un contacto intencional o no intencional, largo o
breve, intensivo o extensivo y el número de contactos por individuo debe ser muy inferior al
de un habitante urbano.

En otras palabras un agricultor, por su condición de tal, se encuentra con un número muy
reducido de personas. También hay que mencionar diferencias cualitativas. El área de contacto
de un miembro de una comunidad rural es espacialmente más estrecha y limitada que el área
de un miembro de una comunidad urbana. Además, las relaciones cara a cara son más
frecuentes en habitantes de comunidades rurales, mientras las relaciones indirectas o
secundarias son más habituales entre los habitantes urbanos. También se puede afirmar que la
totalidad de las relaciones que componen la red del sistema de interacción de un individuo
urbano está compuesta por relaciones casuales, superficiales y de corta duración, en contraste
con la interacción de los miembros de una comunidad rural. El sistema de interacción rural, sus
líneas y cadenas tienen un “toque personal “, “intimidad “ y solidez.

Se ha presentado con relativo detalle las diferencias que establecen estos autores entre lo
rural y lo urbano, por la importancia que estas formulaciones tuvieron en el desarrollo de la
sociología rural, en su versión más tradicional.

En resumen, el desarrollo de la sociología, tal como fue formulada por los teóricos fundadores
de la disciplina, le imprimió un fuerte enfoque dicotómico en sus sistemas de clasificación de la
realidad, la que pasó naturalmente a expresarse en la dicotomía entre la realidad que se
observaba en el sector rural y aquella que emergía en el sector urbano.

No se debe perder de vista que la preocupación por lo nuevo se situaba en el sector urbano-
industrial, mientras lo que se consideraba como residual permanecía en el campo.

Predominio del enfoque tipológico en América Latina

Conviene recordar las formulaciones que utilizaron los sociólogos clásicos de la región para
analizar el enfoque con que ellos abordaron la sociología rural. Además, hay que tomar en
cuenta que los más importantes de ellos, tanto Germani como Solari, aplicaron los esquemas
dicotómicos propuestos por los clásicos europeos, que luego son desmenuzados por los fun-
cionalistas norteamericanos y que ellos luego adaptan a la realidad de América Latina.

Revisando la obra clásica de Germani, uno de los sociólogos más importantes de América
Latina, dedica 10 páginas de su principal obra para señalar las dicotomías que utiliza para
diferenciar entre la sociedad tradicional y la sociedad industrial, sobre la base de tipos ideales
contrapuestos.

En el siguiente cuadro, resumido y, por cierto, muy simplificado, Germani nos muestra el
proceso de transición, desde un punto de “origen“ a uno de “destino“, desde la sociedad
tradicional hacia la sociedad moderna.

Variable Sociedad Sociedad Industrial


Tradicional

1. Estructura social Acción prescriptiva Acción efectiva


Institucionalización Institucionalización del
de la tradición cambio

Instituciones Instituciones específicas


indiferenciadas

2. Relaciones Adscripción Desempeño


sociales
Particularismo Universalismo

Difusas Específicas

Afectivas Neutrales

3. Organización Predominio Predominio


social de lo primario de lo secundario

4. Status Adscrito Adquirido

5. Familia Extensa Nuclear

6. Valores Tradición Racional

Tierra Progreso

Divinidad Vida Terrenal

7. Tecnología Energía Humana Maquinaria

Tipo de producción Producción en serie

artesanal

8. Economía Subsistencia Mercado

Fuente: Versión simplificada de Gino Germani. Política y Sociedad en una Época de Transición.


De la sociedad tradicional a la sociedad de masas, Editorial Paidós, Buenos Aires, 1962, págs.
117-126.

Lo que más se conoce de su obra es el enfoque dicotómico de la modernización que hemos


reseñado, que es uno de los temas centrales de su obra con una fuerte influencia de Parsons,
con quién trabajó cuando estuvo en la Universidad de Harvard. Sin embargo, la obra de este
sociólogo italiano, exiliado por el fascismo en la Argentina, trasciende con mucho este aspecto.

Por una parte, hay que aclarar que sus tres grandes preocupaciones teóricas son, junto con la
modernización, los temas de la movilización y la marginalidad. Por la otra, Germani esboza la
estructura social del sector agropecuario caracterizando diferentes clases sociales en el campo
(Jorrat y Sautu, 1992:20).

Sin embargo, Germani no oculta que sus principales preocupaciones tienen que ver con las
principales transformaciones que experimentaban las sociedades latinoamericanas, que tenían
que ver más con la modernidad que con la realidad residual que representaba el campo.
Cuando plantea la necesidad de renovar los estudios sociológicos, dice este autor, que los
temas son: “la urbanización, la industrialización, la incorporación de las masas humanas al tipo
de vida de las sociedades industriales, integración política de grandes sectores de la población,
los que han creado una multiplicidad de problemas y cambiado la estructura de clases, el
origen social de los estudiantes universitarios, sus profesores y el de las elites intelectuales “
(idem).

Como se puede apreciar, no hay referencias a la realidad rural, situación que también se
observó en los fundadores de la disciplina.

Una primera aproximación a otro autor clásico en la región, Aldo Solari, es a través de su
obra Sociología Rural Latinoamericana, donde él muestra una preocupación específica con lo
rural.

Solari, con una fuerte influencia de Sorokin, desarrolla la idea del continuum rural – urbano.
Una característica básica es la ocupación donde la población rural trabaja en la agricultura en
un sentido amplio, vale decir en el cultivo de las plantas y en la crianza de los animales.
También utiliza otros de los rasgos distintivos propuestos por Sorikin como son las
características ambientales, el volumen de las comunidades, etc.

Solari plantea que el desarrollo de la sociología se encuentra vinculada a cambios sociales y a


situaciones de crisis. La sociología rural se desarrolla por la existencia de una doble crisis:

a) Las migraciones desde el campo hacia las ciudades que han tenido un crecimiento
sustantivo con las que se podían observar en el pasado, y

b) La invasión del campo por las ciudades, lo que lleva a una urbanización del medio rural.

Lo anterior lo lleva a concluir que: “una vez completado el proceso de urbanización rural, la
sociología rural debería desaparecer, al menos en su sentido tradicional “ (Solari, 1971).

Aproximaciones hacia una nueva ruralidad

Luego de una revisión bibliográfica, se analizan las propuestas de tres autores


Latinoamericanos que proponen una definición formal sobre lo que entienden por nueva
ruralidad. También hay que considerar los planteamientos que se han elaborado en el
contexto del Proyecto Rurbano que se desarrolla en la Universidad de Campinas, Brasil.

Edelmira Pérez, avanza una proposición donde plantea que la nueva ruralidad abarca un
conjunto de regiones y de zonas (un territorio) cuya población desarrolla diversas actividades o
se desempeña en diversos sectores como la agricultura, la artesanía, las industrias pequeñas y
medianas, el comercio, los servicios, la ganadería, la pesca, la minería, la extracción de los
recursos naturales y el turismo, entre otros. Los asentamientos que hay en estas zonas se
relacionan entre sí y con el exterior y en ellos interactúan una serie de instituciones públicas y
privadas. También sugiere analizar la interdependencia entre el mundo rural y el medio urbano
en general (Perez, 2001).

Por su parte, María Nazareth Wanderley plantea que el mundo rural tiene particularidades
históricas, sociales, culturales y ecológicas, que tienen una realidad propia, inclusive en las
formas en que se relaciona con la sociedad. Propone dos elementos diferenciadores: la
ocupación de un territorio con formas de dominación que tiene su base en la el uso y tenencia
de la tierra y de otros recursos naturales, y como lugar de vida, lo que otorga una identidad
(Baudel Wanderley, 2001).
Finalmente, Luis Llambí avanza en el origen, en la definición y en los efectos de la nueva
ruralidad. Sobre el origen plantea que los procesos que ocurren en el mundo y que se conocen
bajo el termino de globalización y el surgimiento de la nueva ruralidad, no sólo son coetáneos,
sino que además se encuentran interrelacionados. “Ambos forman parte de un conjunto de
reestructuraciones geoeconómicas y reacomodos geopolíticos que tienen lugar en diferentes
niveles (global, nacional, local), pero que en cada país asume sus propias peculiaridades“
(Llambí, 1995). También señala que su planteamiento no tiene evidencia en la literatura
debido a los enfoques disciplinarios con que abordan el tema. De cualquier manera, la
observación parece interesante como hipótesis de trabajo.

En cuanto a la definición, señala que esta nueva ruralidad debe dar cuenta de tres aspectos:

a) Un acelerado proceso de “contraurbanización“ a partir de una mayor demanda por el


consumo de espacios rurales tradicionales;

b) La transformación de la estructura tradicional de los poblados hacia actividades secundarias


y terciarias, y

c) Los estilos de vida propiamente rurales están siendo transformados por los valores de la
modernidad.

La situación así conceptualizada como nueva ruralidad tiene impacto en tres dimensiones:

a) Territoriales, a través del cambio en la valoración de los espacios rurales;

b) Ocupacionales, mediante el cambio en el peso relativo de las actividades primarias,


secundarias y terciarias; y

c) Culturales, en el cambio de los patrones del conocimiento y de los valores de las poblaciones
rurales.

Los profesores del Instituto de Economía de la Universidad Estadual de Campinas vienen


desarrollando un ambicioso Proyecto denominado Rurbano Unicamp. Este Proyecto da cuenta
de la emergencia de una nueva conformación en el campo brasileño, que ya ocurrió hace
tiempo en los países desarrollados (Da Silva e Del Grossi, 1998).

Esta “nueva ruralidad“ [5] se compone de tres grandes grupos de actividades:

a) Una agropecuaria moderna, basada en commodities, la que se encuentra íntimamente


ligada a la agroindustria,

b) Un conjunto de actividades no agrícolas ligadas a la residencia (fabricación de conservas,


muebles flores.), al ocio y a la entretención (caza y pesca), a actividades industriales y a la
prestación de servicios (turismo rural, agro turismo), y

c) Un conjunto de “nuevas“ actividades agropecuarias, localizadas en nichos especiales de


mercado.

El término nuevo se ocupa entre comillas, ya que estas actividades no son propiamente
nuevas, pero no tenían la importancia económica que han adquirido en la actualidad. Estas
últimas dos actividades siempre se realizaron, pero antes iban al autoconsumo mientras en
esta situación se destinan al mercado.
Se trata, por lo tanto, de un espacio rural penetrado por el mundo urbano, con nuevos y viejos
personajes: los neo rurales (profesionales liberales y otros ex habitantes que pasan a vivir en el
campo), asentados (ex sin tierras) y los sin – sin (sin tierra, sin empleo, sin salud, etc.).

Esta situación lleva a que el ingreso no agrícola pase a tener una gran importancia en las
familias rurales. Este tema es ampliamente tratado por Sergio Schneider desde una amplia
perspectiva. Las razones de un aumento de este tipo de empleo se debe a tres factores: el
aumento de productividad del trabajo agrícola, la disminución de población residente en áreas
rurales, y el crecimiento extraordinario en los volúmenes de producción. El trabajo analiza el
impacto de las formas de ocupación del trabajo en áreas rurales, diferenciando las agrícolas de
las no agrícolas (Schneider, 2000) .

La ocupación de la mayoría de los habitantes rurales no se encuentra ligada a la agricultura.


Este fenómeno no es algo transitorio, sino que tiende a crecer y a consolidarse.

Las razones que explican este cambio son:

a) El proceso de modernización tecnológica lleva a que la agricultura pase a ser una actividad
individual, volviendo innecesaria la necesidad de ocupar la fuerza de trabajo familiar, como
ocurría con anterioridad.

b) El crecimiento de la productividad que lleva a un incremento substancial del ingreso de los


agricultores.

c) El apoyo y estímulo de políticas públicas para actividades no agrícolas como una manera de
desincentivar la producción agropecuaria para evitar situaciones de sobreproducción.

d) El trabajo a tiempo parcial y la pluriactividad que no se debe sólo a transformaciones


internas de la agricultura sino que es la forma normal del funcionamiento de las unidades de
trabajo de la familia.

e) La expansión de la pluriactividad y de las actividades no agrícolas en el medio rural puede


ser atribuible a las dinámicas propias del mercado de trabajo no agrícola.

Como se puede ver, hay grados importantes de coincidencia entre estas propuestas.

Una crítica reiterativa que se puede encontrar en la literatura revisada es la falta de un


concepto que tenga un alcance más allá de la mirada geográfica de lo rural que se limita a la
densidad poblacional y que en términos ocupacionales se limita a la actividad agrícola. Las
proposiciones reseñadas salvan bien la última crítica, al abrir el espectro de actividades que se
desarrollan desde lo rural. Ello no quiere decir que la dimensión territorial no sea importante,
sino más bien como a partir de lo territorial, se le agrega una connotación conceptual, que en
el caso de Nazareth Wanderley plantea como lugar de vida, un lugar donde se dan
particularidades de un modo de vida y referencia de identidad.

Propuesta sobre la nueva ruralidad

La proposición de ruralidad que se formula abarca tiene tres dimensiones que son
acumulativas en cuanto a:

a) El tipo de espacio y las actividades que se realizan.

b) La especificidad que la distingue de otras situaciones, y

c) El alcance que abarca lo rural.


De partida se observa en la actualidad una alta valoración hacia el espacio rural y la ruralidad y
que ya no se la considera como una categoría residual frente a lo moderno y urbano.

1. En cuanto a espacio y actividades.

En este punto hay una coincidencia con lo señalado por diversos autores.

En otras palabras, se trata de espacios con una densidad relativamente baja, donde se realizan
actividades tales como: la agricultura, forestal, ganadería, artesanía, establecimientos
dedicados a reparaciones, las industrias pequeñas y medianas, pesca, la minería, extracción de
los recursos naturales y turismo rural. A su vez, se realizan servicios y otras actividades como la
educación, salud, gobierno local, transporte, comercio y deporte. Estas listas sólo tienen el
carácter de ilustrativas sobre tipo de actividades a que se hace referencia y no son exhaustivas.

2. En cuanto a su especificidad

Esta es la parte fundamental del argumento. Lo rural comprende un tipo de relaciones sociales
con un componente personal que predominan en territorios con una baja densidad de
población relativa. Esta relación personal tiene una fuerte base en las relaciones vecinales, con
una prolongada presencia y de parentesco entre una parte significativa de los habitantes.

Diversos autores exploran en esta línea cuando se menciona el tema de la


confianza/desconfianza, se alude a relaciones personales (Hernanderz, 1984 e Lehmann,
1970), o la importancia de la familia, las relaciones afectivas y la importancia de la figura del
padre en el medio rural (Diáz, 1992). Ello genera condiciones para que las relaciones
personales resulten naturales, otorgan sentido a la identidad con el espacio a que las personas
pertenecen y adquiere importancia la memoria rural como expresión de la historia local.

Este tipo particular de relaciones sociales genera a su vez, un fuerte control social por parte de
las comunidades sobre las relaciones entre las personas. El control social lo estamos
entendiendo de acuerdo a Homans (1963), y se refiere a los mecanismos que favorecen la
obediencia de las normas y la sanción de las conductas desviadas. Si bien el libro se dedica al
análisis de los grupos pequeños, en el análisis que hace del Pueblo Hilltown se plantea que en
las comunidades campesinas efectivamente hay un mayor control social.

Localidades estudiadas en la Región de Valparaíso en Chile, como El Encón, Coimas, Rinconada


de Silva, Rinconada de Guzmanes y otras en el Valle de Putaendo (Barahona, Aranda e
Santana, 1961) son un fiel reflejo de localidades rurales con intensas relaciones de parentesco
y de vecindad prolongada. Ello no quiere decir que las relaciones personales sean siempre
relaciones de colaboración y de amistad. Pueden ser de conflicto y de odiosidad, pero son
personales.

El hecho de otorgar tanta importancia a las relaciones sociales de tipo personal implica
revalorar la noción de “comunidad “y de “sociedad“ de Ferdinand Töennies, ya analizada,
como tipos ideales (Töennies, 1973). La primera se basa en relaciones esenciales, de
parentesco y de interdependencia y en una economía basada en correspondencia de intereses.
Por su parte, su concepto de sociedad se refiere a relaciones voluntarias, arbitrarias y
contractuales.

Esta combinación de relaciones sociales determinadas con una base territorial dada se la
puede expresar a través de la combinación de períodos de tiempo y dimensiones de espacio.
Se considera como característico de lo rural aquellos espacios relativamente pequeños, con
largos períodos de tiempo. Por el contrario se aleja de lo rural aquellos espacios más amplios
que consideran períodos de tiempo breves. Ello explica que lo rural significa considerar grupos
relativamente pequeños, dentro del ámbito donde las relaciones personales se puedan
desarrollar y donde la micro historia tiene un peso importante en la vida de las comunidades
en la actualidad. Lo urbano es sinónimo de relaciones sociales puramente secundarias e
instrumentales, donde predomina lo caduco y lo fútil (Sennet, 2001).

Esta situación explica el profundo impacto que tuvo en las comunidades rurales de Chile el
funcionamiento de los servicios de inteligencia durante la dictadura militar que se tradujo, en
una medida importante, en la profunda quiebra en los lazos de solidaridad de esos grupos.

Lo rural, en definitiva, a pesar del proceso de globalización en marcha, es una de las


condiciones que permite mantener algunos rasgos de identidad frente a las fuerzas globales y
homogéneas que se expresan a través de los medios de comunicación, del consumo, etc.

3. En cuanto a su alcance.

Esta proposición incluye determinados espacios normalmente considerados como urbanos


como parte de la ruralidad.

Como señala A. Schejtman (1999), normalmente en la literatura se ha destacado el papel de la


agricultura en el desarrollo desde el ángulo de lo urbano – industrial y se refiere a la
transferencia de recursos del campo a la ciudad (fuerza de trabajo, alimentos, etc.). Pero
también se puede plantear la pregunta al revés ¿cual es el papel que podría tener el núcleo
urbano en el desarrollo de su entorno rural? Mejor todavía resulta plantear la necesidad de
analizar las articulaciones que se establecen entre lo urbano y lo rural, como condición para
entender el funcionamiento de la economía y la política local.

Este mismo tema ha sido tratado cuando se señala que se debe “reexaminar la problemática
del desarrollo rural (para) insertarla en el marco del desarrollo de las economías locales, es
decir enfatizar las articulaciones entre el núcleo urbano y su hiterland agrícola, analizando
como se entrelazan los distintos mercados y como inciden sobre su funcionamiento los deter-
minantes externos. En este marco pueden crearse espacios de participación sustantiva y
plantearse tanto los temas de transformación productiva, como los de pobreza y medio
ambiente“ (FAO, 2000) 

El hecho que en esta figura el mundo rural se sitúa al centro y no en la periferia como hubiera
sido lo habitual, tiene una explicación. Lo que se quiere resaltar, es que el foco de las
relaciones sociales propias de la ruralidad, se encuentran en el centro del esquema de
interpretación.

En cuanto al alcance, es necesario considerar dos dimensiones.

a) El alcance que tiene este tipo de relaciones en concentraciones urbanas, y

b) El grado de integración a los servicios, mercados, etc.

Con respecto a lo primero, el tipo de relaciones sociales que se desarrolló en el punto anterior,
desde un eje que puede ser considerado como su punto focal, se extiende hacia espacios más
densamente poblados, hasta que se extingue la relación personal y pasan a primar las
relaciones funcionales.
Para tratar el segundo parece conveniente una calificación más fina de lo que se entiende
tradicionalmente por centros urbanos. El análisis de los datos de la Región del Maule en Chile
puede ayudar a entender mejor la complejidad del fenómeno. En primer lugar, se presenta la
información ordenando las comunas por tamaño de población y luego se avanza en la
distribución de la población entre entidades urbanas y rurales. El hecho que el análisis se
efectúe para el caso de esta Región tiene solo un alcance ilustrativo, a modo de ejemplo de la
realidad que se puede encontrar en otras Regiones del país.

Comunas de Acuerdo a Número de Habitantes. VII Región del Maule.

Número de habitantes Comunas

Menos de 9.999 Licantén, Vichuquén, Rauco, Empedrado,


Pencahue y Pelluhue (6)

10.000 – 24.999 Romeral, Sagrada Familia, Hualañé ,


Pelarco, Río Claro, Maule, Curepto, Yerbas
Buenas, Colbún, Retiro, Villa Alegre y
Chanco (12)

25.000 – 49.999 Teno, Molina, San Clemente, Constitución,


Longaví, Parral, San Javier y Cauquenes (8)

50.000 – 74.999 No figura ninguna

75.000 – 99.999 Linares (1)

Mas de 100.000 Curicó y Talca (2)

Fuente: Censo de Población 1992.

Un segundo paso consiste en ordenar esta información de acuerdo a las categorías censales.
Para el Censo de Población de 1992 no se consideró la infraestructura urbanística como
criterio de distinción entre lo urbano y lo rural [6] , sino más bien la concentración de viviendas
y el predominio de población económicamente activa. Así, los asentamientos concentrados o
dispersos con 1.000 o menos habitantes o entre 1.001 y 2.000 con una predominio de
población económicamente activa en actividades primarias fueron definidos como rural.

En el caso de las 6 comunas que tienen menos de 10.000 habitantes, todas tienen una
población rural importante, llegando en un caso a no registrar población urbana (Comuna de
Vichuquén).

En las 12 comunas medianas (entre 10.000 y 25.000) las diferencias porcentuales en favor de
la población rural son aún mayores y su variación va desde el doble de población rural con
respecto a la urbana hasta convertirse en 5 veces.

En las 8 comunas medianas - grandes se puede observar que en una mayoría de ellas la
población se ubica en asentamientos urbanos (5, que son Constitución, Parral, San Javier,
Cauquenes y Molina), mientras las tres comunas restantes tienen un predominio de población
rural (San Clemente, Longaví y Teno).
Finalmente, en las comunas grandes, que corresponden todas a las capitales provinciales, la
población rural es claramente minoritaria. En estos casos cabe la observación de Isabel
Hurtado quién reflexionando para el caso del Perú, ubica los “espacios regionales “ como un
nivel intermedio entre lo nacional y lo local, donde a través de éste, lo rural se encuentra
presente (Hurtado, 2000).

En consecuencia, es necesario revisar las cifras. De acuerdo al Censo de Población en el año


1992 el país tenía un 16,5% de población rural con una proyección para el año 2001 del 14,2%.
Para el caso de la Región del Maule, el año 1992 tenía un 40,2 de población rural con una
estimación de un 36,4% para en el año 2001. La nueva mirada sobre la ruralidad que se sugiere
significa un aumento sustantivo de la ruralidad, al menos desde la Región del Maule al sur.

A esta misma realidad se refiere un agudo columnista de la realidad nacional cuando escribe:
“El sector agrícola esta subrepresentado en las cifras macroeconómicas y poblacionales.
Temuco, Osorno y San Fernando dependen de la actividad agropecuaria (lo rural, sería más
preciso) más que de la industria o servicios. Aunque sus habitantes, según las estadísticas,
aparecen como urbanos... son rurales y dependen del campo. Como buena parte de los
transportistas y comerciantes desde la Región Metropolitana al sur “(Barros, 2001).

El tipo de relación social que caracteriza la ruralidad depende, en un grado importante, del
grado de articulación entre los habitantes rurales tradicionalmente considerados como tales y
los habitantes de concentraciones urbanas, depende de los grados de integración que exista
entre estas concentraciones urbanas y su entorno rural.

Estos grados de integración tienen que ver con el acceso a servicios (educación y salud), a los
mercados, etc. Hay evidencia de estudios que señalan que los habitantes rurales que tienen
sus hogares más cercanos a los municipios son los que concentran los beneficios sociales (Bello
B., 2000). A su vez, el grado de integración que existe entre los centros urbanos y la
periferia rural crea las condiciones para que el tipo de relaciones personales predominen.

En cuanto al funcionamiento de los mercados, interesa destacar los fenómenos que ocurren en
el ámbito del mercado laboral. Hay que destacar que los mercados de trabajo urbano y rural
tienden a integrarse y a terminar con la segmentación que se observó en el pasado. Por un
lado, se observa el hecho de que trabajadores y sus familias que viven en ciudades y trabajan
en el campo, sea en forma permanente o temporal. Por el otro, se da el hecho que
trabajadores y familiares que tienen residencia en lo rural trabajan en las ciudades.

En el caso de las comunas chicas, menores de 25.000 habitantes, se puede esperar un alto
grado de integración. En las comunas medias, con menos de 75.000 habitantes, se puede
esperar un grado de integración parcial, mientras que en las comunas grandes (corresponden a
las cabeceras provinciales, con la excepción de Cauquenes), una parte de ellas tiene algún
grado de integración.

Como señala María Nazareth Wanderley, el espacio local es por excelencia el lugar de
convergencia entre lo rural y lo urbano (Baudel Wanderley, 2001). En esta línea de
argumentación, la autora sostiene que el municipio pequeño es parte integrante del mundo
rural y se extiende hacia los municipios más grandes, en la medida que las relaciones sociales
personales predominan.
En consecuencia, la noción de lo local parece adecuado como concepto para dar cuenta de lo
rural como la integración del entorno rural en centros urbanos, donde se observa un
predominio de población rural.

Por este conjunto de razones, se excluye el uso de “sector rural“ y más bien se plantea “el
mundo rural“ o “lo rural“, como lo hacen los autores que han trabajado el tema de la nueva
ruralidad.

Es necesario hacer dos alcances. Uno en cuanto a la gradualidad; otro sobre el tránsito que
realizan los mismos individuos entre los dos mundos.

La gradualidad significa que se deben considerar toda una gama de situaciones intermedias
entre un predominio de lo rural y la ausencia de ello. No se trata de una situación dicotómica o
de negro y blanco, sino de grados, de tonalidades.

En cuanto a lo segundo, se pueden dar condiciones donde los diferentes contextos


condicionan el tipo de relaciones sociales que se establecen. Una joven que vive con su familia
en una vivienda rural y que trabaja como dependiente de una tienda ubicada en la ciudad,
dependiente de una cadena comercial nacional, establecerá diferentes tipos de relaciones
sociales, dependiendo de si se encuentra en la vecindad rural o en la tienda. A su vez, un
ejecutivo tendrá diferente tipo de relaciones sociales durante la semana en la empresa en que
trabaja de las que establecerá en el entorno de la parcela de agrado que tiene cerca de la
ciudad.

Este propuesta se inserta en la perspectiva teórica de la microsociología, definida inicialmente


por George Gurvitch. [7] Esta se propone “explicar fenómenos y procesos sociales analizando
unidades más pequeñas de la sociedad, comprendidos en la interacción directa de individuos y
en su dependencia respecto de las estructuras sociales que componen su entorno” (Robles,
1999). A su vez, también se inserta en la etnometodología, un importante paradigma de la
sociología formulado inicialmente en la década del 60 del siglo pasado, que plantea el estudio
de los métodos, las operaciones y los procedimientos que emplean los individuos para
construir sus vidas cotidianas. La etnometodología ha sido definida como una suerte de viaje
desde las explicaciones preestablecidas al “mundo del sentido común“.

Reflexiones finales

Dentro de esta concepción, se evita el uso del término“sector rural“ y más bien se plantea “el
mundo rural“ o “lo rural“, como lo hace la mayoría de los autores que han trabajado el tema
de la nueva ruralidad.

Esta combinación de relaciones sociales determinadas con una base territorial dada, se la
puede expresar a través de la combinación de períodos de tiempo y dimensiones de espacio.
Se considera como característico de lo rural aquellos espacios relativamente pequeños, con
largos períodos de tiempo. Por el contrario se aleja de lo rural aquellos espacios más amplios
que consideran períodos de tiempo breves. Ello explica que lo rural significa considerar grupos
relativamente pequeños, dentro del ámbito donde las relaciones personales se puedan
desarrollar y donde los antecedentes provenientes de la micro historia tienen un peso
importante en la vida de las comunidades en la actualidad. Lo urbano es sinónimo de
relaciones sociales puramente secundarias e instrumentales, donde predomina lo caduco y lo
fútil. De allí la pertinencia de la microsociología y del enfoque etnometodológico para abordar
el estudio de la ruralidad.

Además, si se considera el enfoque propuesto, se debería discutir el tema de las dimensiones


que tiene la ruralidad en el país.

El debate sobre la nueva ruralidad debe llevar a que los diferentes interesados en el destino de
las poblaciones rurales desarrollen miradas renovadas sobre esta realidad.

Para el mundo académico, significa redefinir el objeto de estudio sobre lo que


tradicionalmente se consideró como lo rural, muy vinculado estrictamente al ámbito de la
producción agropecuaria. Una nueva visión debe abarcar un espectro mayor de actividades y
desde el punto de vista de la sociología, privilegiar el tema de las relaciones sociales como una
perspectiva profesional muy propia de la disciplina.

Los dirigentes sociales rurales, sean empresariales, por cuenta propia, de asalariados, de
entidades sociales, culturales etc., deberán ampliar el espectro de sus potenciales bases y
tener una mirada hacia la diversidad que incluye esta nueva ruralidad.

Por su parte, los políticos encargados de definición de programas de desarrollo rural deberán
asumir que los problemas de la ruralidad no pueden ser tratados mediante miradas sectoriales
y con un exclusivo énfasis productivista. Solo mediante programas que consideren la
multiactividad que se desarrolla en la ruralidad y la integralidad de las acciones podrán tener
un impacto para mejorar las condiciones de vida de la mayoría de los habitantes rurales.

Para terminar, interesa destacar dos ideas fuerzas que fueron recientemente destacadas en
una reunión que se desarrolló hace unas semanas en la Cepal en Santiago (Berdegué, 2001).

La primera fue la entrega de evidencia empírica que demuestra que la pobreza rural en Chile
está siendo derrotada. Antecedentes entregados en la reunión muestran, de una manera
irrefutable que los pobres rurales hoy son menos pobres que en el pasado reciente. Este es un
hecho fundamental que debe ser valorado, aunque es mucho lo que se debe avanzar.

La segunda se refiere a una evaluación sobre la concepción que sirve de fundamento a las
políticas aplicadas a los programas que pretenden revertir la situación de carencia de las
poblaciones rurales. Estas, de acuerdo a Julio Berdegué, com el qual concuerdo, tienen su base
en concepciones válidas en los años 60 del Siglo pasado, pero que no tienen pertinencia en la
actualidad.

La importancia de estas dos ideas presentadas, entre otras razones, justifican que la polémica
sobre la nueva ruralidad deba continuar.

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Notas

[1] Seminario Internacional: La Nueva Ruralidad en América Latina. Pontificia Universidad


Javeriana. Facultad de Estudios Ambientales y Rurales. Maestría en Desarrollo Rural. Bogotá,
22 – 24 de Agosto 2000.
[2] Así lo afirma el clásico de la historia de la sociología: Nicolás S. Timasheff. La Teoría
Sociológica. Fondo de Cultura Económica. México, 1963.

[3] Ver Norma Giarracca y Paula Gutiérrez. Una Aproximación a los Estudios Agrarios en
Europa y los EE.UU. en este siglo. En: Estudios Rurales. Teorías, problemas y estrategias
metodológicas. Norma Giarracca, Coordinadora. Editorial La Colmena, Buenos Aires, 1999.

[4] A Systematic Source Book in Rural Sociology. The University of Minnesota Press,
Mineapolis, 1930. En José de Souza Martins. Introdução Crítica a Sociología Rural. Editorial
Hucitec, São Paulo, 1981.

[5] Se ha traducido “novo rural “ por “nueva ruralidad “.

[6] Para tener una idea sobre los cambios se pueden mencionar los diferentes criterios que se
han usado. En 1960 el censo definió como áreas urbanas aquellas agrupaciones de viviendas,
en torno a un servicio, que tienen un nombre común y más de 200 habitantes. En 1970, se
privilegió el número de viviendas y el criterio mínimo para ser clasificado como urbano fue 40
viviendas agrupadas. En 1982 se subió el número de viviendas a 60 con un mínimo de 300
habitantes.

[7] Sociólogo ruso nacido en 1896, vivió en Alemania, Checoslovaquia, Estados Unidos y se


estableció en Francia. Fue quién estableció la distinción entre la microsociología y la
macrosociología y dio origen a la sociología fenomenológica.

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