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UNIVERSIDAD CENTRO MÉDICO BAUTISTA

Facultad de Ciencias para la Salud


Licenciatura en Terapia Ocupacional

Tema: Filipenses

Curso: Cuarto (Octavo Semestre)

Profesor: Lic. Edgardo Quintana

Integrantes:
-Ambar Chavez
Adriana Diaz
-Ingrid Spaini
Regocijaos en el Señor siempre
Así que, hermanos míos amados y deseados, gozo y corona mía, estad así firmes en el
Señor, amados.
Ruego a Evodia y a Síntique, que sean de un mismo sentir en el Señor. Asimismo te
ruego también a ti, compañero fiel, que ayudes a estas que combatieron juntamente
conmigo en el evangelio, con Clemente también y los demás colaboradores míos,
cuyos nombres están en el libro de la vida.
Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo: ¡Regocijaos! Vuestra gentileza sea
conocida de todos los hombres. El Señor está cerca. Por nada estéis afanosos, sino
sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con
acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará
vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.
En esto pensad
Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo,
todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si
algo digno de alabanza, en esto pensad. Lo que aprendisteis y recibisteis y oísteis y
visteis en mí, esto haced; y el Dios de paz estará con vosotros.
Dádivas de los filipenses
En gran manera me gocé en el Señor de que ya al fin habéis revivido vuestro cuidado
de mí; de lo cual también estabais solícitos, pero os faltaba la oportunidad. No lo digo
porque tenga escasez, pues he aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi
situación. Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy
enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia
como para padecer necesidad.
Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.
Sin embargo, bien hicisteis en participar conmigo en mi tribulación. Y sabéis también
vosotros, oh filipenses, que al principio de la predicación del evangelio, cuando partí
de Macedonia, ninguna iglesia participó conmigo en razón de dar y recibir, sino
vosotros solos; pues aun a Tesalónica me enviasteis una y otra vez para mis
necesidades. No es que busque dádivas, sino que busco fruto que abunde en vuestra
cuenta. Pero todo lo he recibido, y tengo abundancia; estoy lleno, habiendo recibido
de Epafrodito lo que enviasteis; olor fragante, sacrificio acepto, agradable a Dios. Mi
Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo
Jesús. Al Dios y Padre nuestro sea gloria por los siglos de los siglos. Amén.
Salutaciones finales
Saludad a todos los santos en Cristo Jesús. Los hermanos que están conmigo os
saludan. Todos los santos os saludan, y especialmente los de la casa de César. La gracia
de nuestro Señor Jesucristo sea con todos vosotros. Amén
Autor: Reina-Valera 1960 (RVR1960)
El tono que lleva Paul es tan cálido y amable. Filipenses es un libro lleno de aliento y
vulnerabilidad y contiene este conocido versículo: "Todo lo puedo en Cristo, que me
fortalece". (Filipenses 4:13.) Una ventaja es que lleva mi versículo favorito de un
adolescente muy celoso: "Porque para mí, el vivir es Cristo y el morir es
ganancia". (Filipenses 1:21)
"Pablo escribió a Filipenses como una nota de agradecimiento a los creyentes de
Filipos, por su ayuda en su hora de necesidad"
Antes de compartir algunas de las ideas que he tenido al darme cuenta de este
sorprendente descubrimiento, permítanme retroceder un poco y preparar el escenario
para Pablo y los Filipenses. Mientras escribía los Filipenses, Pablo estaba en arresto
domiciliario en Roma. Los filipenses enviaron a Epafrodito con su apoyo en un viaje
que tomó aproximadamente un mes para que Epafrodito llegara a Pablo. Ese es un
viaje bastante difícil (¡Epafrodito se enfermó tanto que casi muere! 2:27, 2:30) y una
inversión para los filipenses
Paul, siendo viejo, cansado y confinado en su casa, probablemente no tenía mucha
necesidad económica en ese momento. Él y los filipenses probablemente tenían una
relación cada vez mayor, pero no estaban muy familiarizados entre sí. En el pasado, la
iglesia de Filipos lo había apoyado de manera continua (4:10, 4:15, 4:16) después de
que Pablo solo los había visitado en una breve visita. La carta sugiere que
potencialmente habían detenido su apoyo en el pasado debido a las dificultades para
conseguirle las finanzas a Pablo (4:10). Su nuevo apoyo financiero continuo (y su
compromiso demostrado al enviar a Epafrodito) probablemente fue una sorpresa y
una bendición para Pablo; algo del equivalente a Paul de un patrocinador financiero
que te compra un auto nuevo. Pablo estaba tan conmovido por esto que envió a
Epafrodito de regreso con la carta a los filipenses. En consecuencia, creo que podemos
aprender mucho de la nota de agradecimiento de Pablo a la iglesia de Filipos
Lugar: Fue escrito durante el encarcelamiento de Pablo en Roma, cerca de treinta años
después de la ascensión de Cristo y aproximadamente diez años después de la primera
predicación de Pablo en Filipos.
Fecha de su Escritura: El libro de Filipenses fue escrito aproximadamente en el 61 d.C.
Destinatario: La Epístola a los filipenses o simplemente Filipenses es un libro de
la Biblia en el Nuevo Testamento. Se trata de una carta que tiene en Pablo de Tarso su
autor prácticamente indisputado, y en los cristianos de Filipos sus destinatarios.
Propósito: La epístola a los Filipenses, una de las epístolas de las prisiones de Pablo,
fue escrita en Roma. Fue en Filipos, donde el apóstol estuvo de visita en su segundo
viaje misionero (Hechos 16:12), que Lidia y el carcelero de Filipos con su familia, fueron
convertidos a Cristo. Ahora, algunos años después, la iglesia estaba bien establecida,
como puede inferirse por sus destinatarios, los cuales incluyen a “obispos (ancianos) y
diáconos” (Filipenses 1:1)
Tema: El motivo de la epístola fue agradecer una ofrenda de dinero procedente de la
iglesia en Filipos, llevada al apóstol por Epafrodito, uno de sus miembros (Filipenses
4:10-18). Esta es una tierna carta dirigida a un grupo de cristianos, quienes eran
especialmente cercanos al corazón de Pablo (2 Corintios 8:1-6), y comparativamente,
poco es lo que dice acerca del error doctrinal.
Versos Clave: Filipenses 1:21, “Porque para mí el vivir es Cristo, y el morir es
ganancia.”
Filipenses 3:7, “Pero cuantas cosas eran para mí ganancia, las he estimado como
pérdida por amor de Cristo.”
Filipenses 4:4, “Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo: ¡Regocijaos!”
Filipenses 4:6-7, “Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones
delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que
sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos
en Cristo Jesús.”
Filipenses 4:13, “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.”

Breve Resumen: Filipenses puede ser llamado “Bienes a través del Sufrimiento.” El


libro es acerca de Cristo en nuestra vida, Cristo en nuestra mente, Cristo como nuestra
meta, y Cristo como nuestra fortaleza y gozo a través del sufrimiento.
Fue escrito durante el encarcelamiento de Pablo en Roma, cerca de treinta años
después de la ascensión de Cristo y aproximadamente diez años después de la primera
predicación de Pablo en Filipos.

Pablo era prisionero de Nerón, sin embargo la Epístola abunda en exclamaciones de


triunfo. Las palabras “gozo” y “regocijo” aparecen con frecuencia (Filipenses 1:4, 18,
25, 26; 2:2, 28; Filipenses 3:1; 4:1, 4, 10). La correcta experiencia cristiana es el
experimentar, independientemente de nuestras circunstancias, la vida, naturaleza, y
mente de Cristo viviendo en nosotros (Filipenses 1:6, 11; 2:5, 13). Filipenses alcanza su
cúspide en 2:5-11 con la gloriosa y profunda declaración concerniente a la humillación
y exaltación de nuestro Señor Jesucristo.
Conclusión General
Filipenses es una de las cartas más personales de Pablo, y como tal, tiene muchas
implicaciones personales para los creyentes. Escrita durante su encarcelamiento en
Roma, Pablo exhorta a los filipenses a seguir su ejemplo y a “tener ánimo para hablar
la palabra de Dios sin temor.” (Filipenses 1:14) durante los tiempos de persecución.
Todos los cristianos han experimentado en uno u otro momento la animosidad de los
incrédulos en contra del evangelio de Cristo. Esto es de esperarse. Jesús dijo que si el
mundo lo odiaba a Él, también odiaría a sus seguidores (Juan 5:18). Pablo nos exhorta
a perseverar ante la persecución, a estar “firmes en un mismo espíritu, luchando
unánimes por la fe del evangelio.” (Filipenses 1:27), el gozo y el regocijo que se
encuentra a través de su carta. Él se regocija de que Cristo estuviera siendo
proclamado (Filipenses 1:18); se regocija en su persecución (2:17); exhorta a otros a
regocijarse en el Señor (3:1); y se refiere a sus hermanos filipenses como su “gozo y
corona” (4:1). Él sintetiza esta exhortación a los creyentes diciéndoles: “Regocijaos en
el Señor siempre. Otra vez lo diré: ¡Regocijaos!” (4:4-7). Como creyentes, podemos
regocijarnos y experimentar la paz de Dios, llevando todas nuestras preocupaciones
ante Él, si es que “mediante oración y súplica con acción de gracias, sean dadas a
conocer vuestras peticiones delante de Dios.” (4:6). El gozo de Pablo, a pesar de las
persecuciones y encarcelamientos, brilla a través de toda esta epístola, y a nosotros se
nos promete el mismo gozo que él experimentó cuando centramos nuestros
pensamientos en el Señor (Filipenses 4:8)
Opinión Personal Adriana Díaz: Hablando de la necesidad de los cristianos de estar
unidos en humildad. Estamos unidos con Cristo, y necesitamos luchar para
mantenernos unidos unos con otros de la misma manera. Pablo nos recuerda que
debemos ser “del mismo sentir, conservando el mismo amor, unidos en espíritu,
dedicados a un mismo propósito” y dejando a un lado la vanagloria y el egoísmo - “que
con actitud humilde cada uno de vosotros considere al otro como más importante que
a sí mismo, no buscando cada uno sus propios intereses, sino más bien los intereses de
los demás.” (Filipenses 2:2-4). Habría mucho menos conflictos en las iglesias de hoy, si
todos adoptáramos el consejo de Pablo.
Todo lo puedo en Cristo que me fortalece, una de las palabras sabias que fue escrita
por este discípulo, en un momento de angustia y pesar. Esto nos lleva a entender y
comprender que aunque pasemos por momentos difíciles de la vida siempre habrá un
Dios que lo escucha todo nuestros pesares y dolores, el sana nuestro dolor como hijos
privilegiados de él. Los obstáculos de la vida sin pruebas que Dios da a personas que
puedan con esa batalla para fortalecer su alma y fe en Dios, el nunca soltara nuestra
mano siempre estará detrás nuestro encaminando nuestro andar y derramando su
bendición hacia nuestra vida, para ser cristianos de amor y bondad con los semejantes
que necesitan de nuestra ayuda.

Opinión Personal Ambar Chavez: La relación con Cristo, sin embargo, no debe ser
teórica. Debe ser real y debe manifestarse en hechos concretos en nuestra vida. Ante
la oposición al cristianismo, el cristiano debe mantenerse firme, en un mismo espíritu.
Las diferencias entre los cristianos se eliminan cuando estos son de un mismo sentir en
el Señor. Pablo exhorta a los creyentes a seguir adelante hasta alcanzar aquello para lo
cual nos tomó el Señor, a pensar solo en las cosas que agradan a Dios. Uno es como
Cristo cuando ve la vida desde la perspectiva de Cristo y actúa con los demás como
Jesucristo hubiera actuado.

Opinión Personal Ingrid Spaini: Filipenses sin duda fue un escrito muy personal de
Pablo de Tarso, nos enseña que los creyentes necesitan humillarse y pensar como
Cristo piensa. Cristo se humilló cuando sufrió y murió por nosotros no solo para
satisfacer la justicia de Dios, sino para establecer el ejemplo que nosotros debemos
seguir.
Otra de las características que nos enseña la carta a los filipenses es que la fuerza, gozo
y paz vienen cuando conocemos a Jesús. Pablo siempre trataba de conocer a Jesús de
una mejor forma; nosotros debemos hacer lo mismo y nos recuerda que Jesús
prometió estar con nosotros siempre, especialmente en los momentos de
preocupación o problema. Él nos pide que le digamos nuestras necesidades, y que lo
hagamos con actitud agradecida. Mientras aprendemos a confiar en él, la paz de Dios
nos llenará.

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