Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
“La competencia hay que verla como un proceso a través del cual la gente adquiere y transmite
conocimiento.”
Friedrich A. Hayek.
La mayoría de personas tiene la idea de que se compite para ganar, que para poder ganar
alguien tiene que perder, se ve siempre como una rivalidad; en el proceso económico muy pocos
consideran la importancia que tiene la competencia y mucho menos se piensa en la competencia
como un proceso.
Aplicado a la vida todo cambia porque todos quieren competir, pero según sus propias
reglas. Hayek afirma que al igual que la experimentación científica la competencia es un proceso de
descubrimiento y tiene razón al afirmarlo ya que como bien es sabido ninguna persona es capaz de
obtener todo el conocimiento y conocer todos los hechos. Cada acción individual conduce a
conclusiones diferentes cada vez, porque, aunque se planifiquen las mismas, la influencia exterior,
las condiciones y los momentos son distintos, por lo que los resultados podrían ser similares mas no
iguales. Permitir que las personas que tienen conocimientos específicos sean las encargadas de
producir aquello para lo que son buenas evidentemente conducirá a precios justos. Es evidente
entonces que para que haya verdadera competencia debe haber mercado libre.
En una economía como la de Guatemala, conducida por un sistema mercantilista ni en
sueños puede hablarse de libre mercado. Aquí todo negocio, emprendimiento, industria esta
cooptado por la élite económica, por lo que cualquiera que pretenda iniciar una empresa tendrá que
enfrentar no solo la burocracia que implica autorizaciones para su creación sino la competencia
desleal que usan las elites económicas que tienen a su favor hasta leyes proteccionistas que les
garantizan no tener que competir. Aquí no es el consumidor el que conduce el mercado sino la ley.
La ley dirá qué producir, cuando producirlo, quien lo producirá, en donde, y a qué precio venderá lo
producido.
Darse cuenta que no importa que tanto se esfuerce uno, no podrá desarrollarse como quiere
para buscar sus fines ya que las condiciones del país no lo permiten, desmotiva cualquier
emprendimiento y garantiza que la élite económica siga enriqueciéndose a costillas de todos los
demás.
Sectores como el pollo, la caña, el café y ahora la palma africana cuentan con la protección
del gobierno y de la ley y están tan acostumbrados a esa protección, que si la misma desaparece de
un día para otro no sabrían cómo actuar en un libre mercado y con una competencia verdadera.
En Guatemala el cambio sería cambiar la mentalidad que se tiene de que ganar obliga a que
alguien pierda y que competir es descalificar a los demás para destacar uno. Los ricos no quieren
competir quieren seguir siendo ricos no importa lo que tengan que hacer para conservar sus
riquezas. Esa es la razón por la que la competencia no se da en Guatemala. Debieran derogarse
todas las leyes proteccionistas, eliminar fomentos y tantas exenciones fiscales que solo aseguran
mantener ciertos sectores económicos en manos de quienes tienen el poder económico sin importar
que las industrias no tengan razón de ser y dejando fuera a esos nuevos emprendedores que muchas
veces tienen brillantes ideas que pudieran lograr mucho desarrollo, pero como perjudican a sectores
económicos privilegiados jamás saldrán adelante. El mismo sistema las destruye e impide que
prosperen.
EL EXTRAVÍO DEL IDEAL DEMOCRÁTICO
Como experimento publiqué en diferentes redes sociales la pregunta que decía ¿Para
usted qué es la ley? No tenía muchas expectativas en cuanto a lo que las personas iban a
responder y no obstante indicar que era un experimento educativo, la mayoría no se lo tomó
muy en serio.
Respuestas como es cualquier norma jurídica obligatoria, la imposición de reglas
establecidas para mantener el orden y justicia en una sociedad, conjunto de normas que
mantienen el orden demuestran que efectivamente como lo afirma Hayek el término perdió
su significado y ahora se confunde con legislación.
Quizá la respuesta más atinada fue la de quien dijo que la ley eran reglas que
normalizan de manera coherente a la sociedad.
Es precisamente esa confusión la que hace pensar que todo lo que emana del órgano
legislativo son normas generales, pero es bien sabido que no es así ya que tomando como
ejemplo el Organismo Legislativo en Guatemala puede verse que de todos los decretos que
el mismo aprueba cada año, es mínima la cantidad que se refieren a las normas generales,
casi todos los decretos están aprobados para legislar asuntos particulares, ahora pareciera
que el Organismo Legislativo se dedica a gobernar en lugar de cumplir con lo que le
corresponde que es legislar sobre normas generales.
Que la mayoría apruebe una ley no significa que la misma sea justa, mucho menos
que esté basada en las normas generales, para que una ley sea justa debe estar fundada en
fines generales. Al respecto indica Hayek que un parlamento que no se limita a emanar
normas generales, significa gobierno arbitrario.
Guatemala está precisamente en manos de un gobierno arbitrario que durante cuatro
años se dedica a legislar para pagar los favores que los llevaron al poder. Grupos de poder,
la élite económica, sindicatos entre otros pasan presionando para que las leyes que se
aprueben les favorezcan a ellos y se ha convertido en un círculo vicioso, de quienes apoyan
a alguien para llegar al poder y que estando allí les devuelva el favor para seguir
conservando los privilegios que las leyes emanadas les han otorgado por generaciones.
Todos estos grupos son los interesados en que se mantenga el status quo, ganan los grupos
de presión y ganan las autoridades de turno. Aquí no hay libertad, ya que en todos los
ámbitos si una persona tiene interés de buscar sus propios fines se encontrará con tal serie
de obstáculos que no podrá hacer nada, ya que las leyes vigentes lo que buscan es impedir
el libre mercado y la libertad individual. Libertad solo tendrán aquellos cuyos privilegios
están plasmados en leyes emitidas con fines particulares.
La democracia ilimitada es la culpable de todo esto; el poder sin límites provoca
autoridades arbitrarias que buscaran siempre la manera de conservar la autoridad que
ostentan, muestra de ello es una Corte Suprema de Justicia ilegítima que cumplirá dos años
de estar en el cargo de forma ilegal, el órgano de control constitucional también forma parte
del entramado de esta democracia ilimitada, no hay nadie que detenga la arbitrariedad.
Para que la libertad individual esté garantizada la única manera es por medio de una
autoridad limitada por principios generales y el apoyo de la mayoría. Guatemala no tiene
democracia porque en primer lugar la soberanía no la tiene el pueblo, más que de nombre y
porque no hay igualdad bajo la ley.
La solución dice Hayek es dividir el poder entre dos asambleas distintas electas
democráticamente, la separación de poderes al más alto nivel; el problema es que en
Guatemala la cooptación llegó a tal grado que una elección democrática no garantiza nada.
UN MODELO DE CONSTITUCIÓN
“el fin de una constitución es precisamente evitar todas las limitaciones y coacciones arbitrarias
de los derechos, aunque provengan de los órganos legislativos.”
Friedrich A. Hayek
“Muchas de las actividades del gobierno como prestador de servicios podrían delegarse
provechosamente a las autoridades regionales o locales, perfectamente limitadas en sus
poderes coactivos por las normas emanadas de la suprema autoridad legislativa.”
Friedrich A. Hayek.