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BIENESTAR GENERAL Y FINES PARTICULARES

Por: Laura Rogelia Castañeda Linares

“El más importante de los bienes públicos que se le exige al poder político
no es por tanto la satisfacción directa de ninguna necesidad particular
sino asegurar las condiciones en las que individuos y grupos menores
tengan oportunidades favorables de atender mutuamente a sus respectivas necesidades.”

Friedrich A. Hayek

Se ha olvidado totalmente el hecho de que el gobierno fue creado para servir el

pueblo y no al revés; pero en países como Guatemala que están bajo un sistema económico

mercantilista, jamás podrá decirse que el gobierno se preocupa por el bienestar general y

que lucha por preservar un orden espontáneo; eso sería ideal pero en las condiciones

actuales de Guatemala eso es imposible.

En la actualidad las élites económicas gozan de todo tipo de privilegios y estos

grupos siempre van a procurar conservar el Status quo, ya que no les conviene cambiar la

estructura de la sociedad; impidiendo con tácticas de todo tipo para continuar conservando

los privilegios que tienen.

Ante el desconocimiento de cuales son los fines y las necesidades de cada persona

en particular; toda la estructura del gobierno debería estar garantizando y trabajando para

lograr el interés público sin parcializarse ni beneficiar a grupos en particular, ya que hacer

esto último sobre provocará conflictos y enfrentamientos en la sociedad.

Guatemala es víctima de las decisiones tomadas por los gobiernos que en su afán de

conservar los privilegios de los grupos que los han llevado al poder; actualmente usan todo

tipo de tácticas para mantener enfrentada a la población; todo el tiempo se escucha derecha

contra izquierda, ricos contra pobres; la capital contra los departamentos; esto al final

constituye una cortina de humo para que las personas olviden que al final el enemigo
común es quien esta luchando por mantener los privilegios; ya que no puede hablase de un

orden espontáneo y un libre mercado en Guatemala cuando las leyes, las disposiciones

administrativas y todo lo que ordena el gobierno obedece a intereses individuales y que la

riqueza de unos es a costa de la pobreza de los demás.

Para que haya un cambio en este país los legisladores deberían crear leyes que

garanticen la libertad y la protección del ser humano y derogar tantas leyes que solo

fomentan y mantienen privilegios y no buscan el bien común.


LA BUSQUEDA DE LA JUSTICIA

Por: Laura Rogelia Castañeda Linares

“El gobierno debería actuar, desde luego, de una manera justa en todo;
pero la presión dela opinión pública probablemente le inducirá a
llevar al límite los principios discernibles por los que se rige,
tanto si está en su intención hacerlo así como si no.”

Friedrich A. Hayek

La única justicia que es para todos defiende derechos negativos, es decir

prohibiciones al gobierno y prohibiciones frente a otros; al gobierno para impedir

intrusiones y a otros para conciliar libertad para todos.

Últimamente se han confundido los términos y se cree que justicia para todos es lo

mismo que justicia social; pero estos dos términos son totalmente diferentes ya que la

justicia es dar a cada quien lo que le corresponde, tal como lo definió Cicerón en su

momento, con una nueva versión de justicia a la que se le denomina Justicia Social

impuesta por los gobiernos para proveer, educación, salud y previsión social a quienes no

se le pueden procurar, a costa de los bolsillos de quienes si tienen. Esta justicia social es

una ideología política que fomenta la redistribución equitativa de la riqueza, el acceso por

igual a las oportunidades económicas y reducción de privilegios; todo lo anterior afirmando

que es obligación del gobierno garantizar la igual de oportunidades.

Pareciera que esta ideología es justa, es equitativa, es más, parece perfecta, hasta

moralmente correcta, porque cualquiera puede decir, todos pueden dormir tranquilos

porque han contribuido a que más personas tengan acceso a las mismas oportunidades.

Pero redistribuir la riqueza de otros no es justicia social; ya que se pierde la propiedad

privada y no importa si trabaja poco o mucha siempre va a tener, puede sonar perfecto para

quien solo recibe pero no produce; pero es totalmente injusto para quien produce pero no
tiene derecho a decidir que hacer con el fruto de su trabajo ya que prácticamente trabaja

para otros.

La justicia se trata de hacer o no hacer algo; pero dicha acción estaría basada en las

normas de recta conducta, más allá de un gobierno que dicte leyes; se trata más de un orden

espontáneo que se va produciendo desde el momento en que se toma conciencia que la

situación de cada uno es resultado de acciones de los demás; y las reglas de conducta no

necesariamente deben estar plasmadas en una ley y creadas por el gobierno sino que están

basadas en lo que las personas consideran correcto.

En Guatemala existe un exceso de legislación lo que ha provocado que lejos de

seguir normas de conducta y un orden espontáneo ha llegado al punto en que los

guatemaltecos en lugar de tener libertad de acción tienen que pedir permiso para ser libres

de elegir como actuar, eso ya no es libertad; porque desde el momento en que se tienen que

pedir autorizaciones ya la libertad deja de ser un derecho; porque no se puede pedir permiso

para ser libre.

En conclusión, la presión de la élite privilegiada del país ha forzado a los gobiernos

a dictar leyes no que defiendan o garanticen la libertad sino que respondan a sus intereses y

garanticen sus privilegios.

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