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La Ley de Amparo en lenguaje llano

¿Por qué es importante para la protección de nuestros derechos?

Marco Tulio Tadeo Márquez Nazares

Todos y todas en alguna ocasión, hemos escuchado sobre el amparo y lo


entendemos como algo muy complicado y solo para las y los abogados, además de
costoso. Sin embargo, “es importante que cualquier persona lo conozcamos, ya sea
porque en algún momento podemos necesitar defender nuestros derechos a través
de la protección del poder judicial, o bien porque conocer nuestros derechos y la
forma de garantizarlos, nos hace una sociedad más libre, democrática,
comprometida con el fortalecimiento del estado de Derecho y con la búsqueda
permanente de justicia y equidad” (SCJN, pág. 10). Por lo cual, es importante
conocer de qué trata el juicio de amparo y así poder defender sus derechos.

El amparo es una creación jurídica mexicana, “mismo que existe a nivel federal
desde la Constitución de 1857” (SCJN, pág. 11) y que sirvió como modelo para la
redacción del artículo 8º de la Declaración Universal de Derechos Humanos, “lo que
representó un gran esfuerzo de los países integrantes de las Naciones Unidas, para
integrar un solo catálogo con los derechos mínimos para asegurar una vida digna
de todas las personas” (SCJN, pág. 6). “La ONU reconoció la necesidad de
incorporar el derecho humano a un recurso judicial efectivo por ser un instrumento
pacífico para la resolución de conflictos y protección de los individuos frente a los
abusos del poder de la autoridad, y así evitar que las atrocidades de la Segunda
Guerra Mundial, se repitiera” (SCJN, pág. 6), y siendo el amparo mexicano “un juicio
contra el abuso del poder en todas las formas posibles” cunmplía con ello (SCJN,
pág.6).

Como ya lo señalé, el amparo existe desde 1857, y por supuesto que ha sufrido
cambios, siendo los más relevantes, los que se dan a partir del 2 de abril de 2013,
fecha en la que entra en vigor una nueva Ley de Amparo en México. El juicio de
amparo es muy utilizado, y lo es, porque permite que todas las personas dentro de
nuestro territorio, puedan defenderse de manera pacífica, de los actos de autoridad
que violen sus derechos humanos; actos que pueden provenir de policías, agentes
del ministerio público, regidores e incluso de jueces ((SCJN, pág. 11).

En relación al amparo, se han realizado numerosas investigaciones y libros, en el


que incluyen la discusión sobre si el amparo, “es un juicio, un recurso o una
combinación de todos. Pero finalmente, el amparo es un medio de defensa que las
personas tenemos para proteger, ante los tribunales, los derechos que reconoce
nuestra Constitución cuando consideramos que una autoridad los está violentando”
(SCJN, pág. 11).

La nueva Ley de Amparo, “consolida el inicio de una época en la protección de los


derechos humanos para la sociedad y gobierno en México” (SCJN, pág. 12). En
virtud, de que se han ampliado los derechos que podemos defender a través del
amparo; se fortalece también la posibilidad de defensa al incluirse las omisiones de
la autoridad y no sólo los actos positivos; en cuanto al interés legítimo y no sólo
jurídico para iniciar un amparo; igualmente contempla la defensa contra actos de
particulares en ciertos casos; y, también ciertas resoluciones de amparo pueden
tener como efecto la modificación o abrogación de una norma general, (SCJN, pág.
13).

En el año 2011, se realizó una reforma al artículo 1º de la Constitución en materia


de derechos humanos, por lo cual, los derechos de las personas que se encuentran
en México se amplían. Es así, que la ley suprema de nuestro país, todas las leyes
y normas generales deben ser acordes a ella, a lo que se le conoce como el principio
de supremacía constitucional, y en ella, se establecen los principios de convivencia
y organización de toda nuestra sociedad, (SCJN, pág. 14). Es así, que como
consecuencia la ley de amparo debió adaptarse a esta reforma y así se ha hecho.

Anteriormente al hablar del amparo, también lo hacíamos de garantías individuales,


ahora ya yo, esta modificación trajo consigo cambios profundos, como ya se había
mencionado. Por ello, el Estado no otorga las garantías individuales sino que
reconoce los derechos que todas las personas tenemos por el hecho de ser
personas y establece diversos mecanismos para garantizarlos, como lo es el
amparo, (SCJN, pág. 14), lo que encuentra su fundamento en el artículo 1º de la
Constitución Federal, que señala que todas las personas en México tenemos los
derechos humanos que se encuentran en la Constitución y en tratados
internacionales de los que México fue parte, (SCJN, pág. 14).

La esencia de esta reforma, es la dignidad de los seres humanos como la piedra


angular de nuestro sistema de gobierno y de convivencia. Por lo cual, “el aspecto
central de la vida en sociedad es el respeto a la dignidad humana, mediante el goce,
protección y garantía de las libertades y derechos fundamentales de todos y todas”
(SCJN, pág. 16), que nos permita avanzar a un “Estado plenamente democrático,
cada vez más justo y equitativo” (SCJN, pág. 16). Es obligación de todas las
autoridades no solo respetar los derechos humanos, sino también promoverlos,
protegerlos y garantizarlos. Para entender mejor lo anterior, señalare en que
consiste cada uno de ellos. Promoverlos, difundirlos, divulgarlos, adoptar medidas
para impulsar respeto y observancia; Respetarlos, no interferir en su goce o
ejercicio, no obstruirlos, limitarlos o violarlos; Protegerlos, actuar cuando se vean
amenazados o violados, asegurar que no se vean afectados por terceros;
Garantizarlos, tomar medidas que aseguren su pleno ejercicio, incluyendo prevenir,
investigar, sancionar y reparar las violaciones, (SCJN, pág. 16).
La autoridad al tomar una decisión, deberán optar por aquellas formas que sean
más favorables a la persona o personas, esto es a lo que se conoce como principio
pro persona. En cuanto al principio de progresividad, se trata de que cuando un
derecho ha sido incorporado en la Constitución o en un tratado, no podremos
retroceder en los avances que se hayan dado para hacerlo valer, ni derogarlo o
limitarlo con una reforma o ley subsecuente. Principio de interdependencia,
indivisibilidad y universalidad, todos los derechos humanos deben entenderse
relacionados unos con otros, no se pueden partir o dividir, y son universalmente
reconocidos, (SCJN, pág. 17).

En el caso en el que nuestros derechos humanos, no sean respetados, mediante el


juicio de amparo podremos acudir ante los jueces federales para que revisen, y en
su caso orden su protección. Se hace necesario una precisión, ya que el juicio de
amparo, repara violaciones a derechos humanos establecidos no solo en la
Constitución sino también a los derechos humanos establecidos en los tratados
internacionales de los que México sea parte, (SCJN, pág. 17). A continuación, citaré
algunos de estos derechos. Derecho a la educación art. 3º, derecho a la igualdad
entre hombre y mujer y derecho a un medio ambiente sano art. 4º, libertad de
profesión art. 5º, libertad de expresión arts. 6º y 7º, derecho a la información art.6º,
derecho de petición art.8º, derecho a la privacidad art. 16º todos de la Constitución,
(SCJN, pág.18). En cuanto, algunos que se encuentran en tratados internacionales
son: derecho a la personalidad jurídica art. 3º de la Convención Americana sobre
los Derechos Humanos, derecho a juicio justo art. 10º de la Declaración Universal
de Derechos Humanos, derecho al asilo político art.3º Convención sobre el Asilo
Político, derechos políticos de la mujer art. 2º Convención sobre los Derechos
Políticos de la Mujer, derechos del empleo art. 1º Convenio Relativo a la
Discriminación en Materia de Empleo y Ocupación, derecho a la libertad, art. 11º
Convención Interamericana sobre Desaparición Forzada de Personas, derecho de
igualdad art. 4º inciso c) de la Convención sobre los Derechos de las Personas con
Discapacidad, (SCJN, pág.19), entre otros.

El amparo al ser un procedimiento legal, cada una de las partes que intervienen en
el, reciben un nombre y es preciso conocerlos:

Quejosa o parte quejosa; es quien presenta la demanda de amparo ante el


juzgado;

Autoridad Responsable; es la autoridad a la que se le reclama violó los derechos


humanos de la parte quejosa;

Tercero interesado, Es una tercera persona que no ha participado aparentemente


en la relación entre el quejoso y la autoridad responsable, puede resultar
perjudicada por la resolución en el amparo interpuesto o puede tener un interés en
que no se le otorgue el amparo al quejoso o quejosa.
Ministerio Público Federal, es parte en todos los juicios de amparo, esto es debido
a que él representa al pueblo mexicano y su deber es velar por la procuración de
justicia y el respeto a los intereses públicos.

Acto Reclamado, se puede solicitar a quien imparte justicia, que dicte una
resolución para suspender temporalmente el acto de autoridad que podría causar
un perjuicio, mientras se resuelve el juicio, (SCJN, pág. 21).

Resultado de la presentación de la demanda, el juez o jueza emite una resolución


en la que puede otorgarse la protección de la justicia federal o puede no otorgarse.
En el segundo de los casos y estando inconforme con la resolución, se puede acudir
a promover un recurso de revisión, que tendría que resolver un Tribunal Superior,
pero si se tratará de un asunto que implicará violaciones de derechos tan esenciales
para la sociedad democrática, como la libertad de expresión y de religión, es ante
esto, que la Suprema Corte de Justicia de la Nación ejerce la facultad de atracción,
facultad que ejerce ante ciertos casos que considera importantes, para el sistema
constitucional de nuestro país de conformidad con el art. 94 de la Constitución
Federal (SCJN, pág.22).

Cabe precisar que toda decisión que concede un amparo solo se aplica y tiene
efectos para las partes en el juicio, a lo que se le conoce como el principio de
relatividad de las sentencias de amparo o también fórmula Otero. Una resolución de
la Suprema Corte es muy importante por la interpretación que hace de la
Constitución, con la nueva Ley de Amparo, en ciertos casos una resolución de
amparo puede aplicar a todas las autoridades y beneficiar a todas las personas,
(SCJN, pág.23).

El amparo nos protege contra cualquier acto de autoridad, sea esta federal, estatal
o municipal o bien del poder ejecutivo, legislativo y judicial, decisiones de los
tribunales, normas generales (tratados, leyes federales, estatales, bandos
municipales, decretos, normas oficiales, etc), cuando consideremos violado un
derecho y omisiones de la autoridad, entendida esta, como la abstención de hacer
o decir y más específico en términos jurídicos, es la abstención de un deber legal,
es decir, cuando la autoridad está obligada a hacer algo y no lo hace, entonces
estaría incurriendo en una omisión, (SCJN, pág.25).

Mención aparte merece, la protección que el amparo hace contra actos de


particulares, esto es así, “ya que hoy en día nuestras sociedades son complejas, en
las que el Gobierno y particulares colaboran y participan en una diversidad de
actividades”, en las que en algunas ocasiones realizan actividades que son del
sector gubernamental o equiparables a las funciones públicas (SCJN, pág.26).

“La nueva ley de amparo ha incorporado la ampliación del concepto de quién está
en posibilidad legal de interponer un amparo; la nueva ley fortalece así el carácter
garantista y protector de este recurso” (SCJN, pág. 27). Antes de la reforma y para
poder presentar una demanda de amparo y proceder a juicio, se tenía que
demostrar que el acto de autoridad afectaba o violaba un derecho subjetivo de la
quejosa, a esto se le llama interés jurídico y para tenerlo se requiere que el derecho
esté establecido en una ley. Además, de que la persona que se considera afectada
por un acto de autoridad sea titular de ese derecho, tenga la facultad de exigir se
respete ese derecho y exista la obligación correspondiente por parte de una
autoridad de responder a esa exigencia, (SCJN, pág. 27).

Además del interés jurídico, existe el interés simple, mismo que no faculta para
interponer un amparo, y se define como el “interés general que cualquier persona
puede tener en que las cosas se hagan bien en el gobierno, el interés en el buen
manejo de las cuestiones públicas” (SCJN, pág. 29).

Ahora existe la posibilidad de presentar una demanda de amparo cuando se tiene


un tipo de interés, que es un interés intermedio, existente entre el interés jurídico y
el interés simple, al que se le conoce como interés legítimo, (SCJN, pág. 29). Para
tener interés legítimo se requiere que el acto, norma u omisión que se alega viola
un derecho humano, produzca una afectación real y actual en la esfera jurídica de
la persona demandante de amparo, por la situación especial en que éste se
encuentra en el orden jurídico. Lo que significa, que no se requiere tener un derecho
subjetivo para poder entablar un procedimiento de amparo, (SCJN, pág. 30).

Otro aspecto a resaltar, es que el interés legítimo también puede ser colectivo, ya
que existen ciertas áreas del derecho que específicamente protegen derechos de
colectividades, como: el derecho ambiental, los asuntos urbanísticos, derechos de
los consumidores, derechos de las comunidades indígenas, entre otros. Entonces,
con la “nueva Ley de Amparo, el interés legítimo puede ser colectivo, cuando un
grupo de personas o una comunidad determinada, podría encontrarse en una
situación especial en el orden jurídico y en donde el amparo pueda resultar en
beneficio de la colectividad, (SCJN, pág. 31). Así, “es necesario que el acto u
omisión o norma general que se combate pueda afectar la esfera jurídica de la
colectividad entendida en sentido amplio; es decir, con consecuencias económicas,
de salud, de protección del medio ambiente, de bienestar, entre otros”, (SCJN, pág.
32).

Al resolver sobre el amparo, el tribunal decide si protege o no a quien lo solicito. Al


decidir si el acto, omisión o norma que se combate, viola derechos humanos, el
tribunal extenderá la protección de la justicia federal y la autoridad demandada debe
cumplir con la resolución, la autoridad tiene 3 días para hacerlo y en caso de
aplazamiento el tribunal resolverá si se justifica una extensión, (SCJN, pág.33).

En caso de un acto de autoridad, la función del amparo es la de restaurar o volver


las cosas a la situación en que se encontraban. En caso de omisión, entonces el
objeto de la sentencia de amparo será que la autoridad realice aquello que no hizo
y tenía obligación de hacer y que causó la afectación a los derechos humanos de la
quejosa o quejoso, (SCJN, pág. 34). Cuando se trate de una norma general,
entonces declarará la inconstitucionalidad de dicha norma o de las disposiciones
aplicables de la norma, así como de los actos y normas cuya validez dependa de
aquélla, (SCJN, pág. 34).

Las sentencias en los juicios de amparo, sólo tienen efectos para quien presenta el
amparo, a lo que se conoce como el principio de “relatividad de la sentencia”, que
significa que “aun cuando otra u otras personas sufran la misma afectación por el
mismo acto o norma general, cada una de éstas tendría que presentar y ganar su
amparo” (SCJN, pág.34). La reforma constitucional del 2011 y ahora la nueva Ley
de Amparo, insertan una excepción a este principio y se le llama declaratoria general
de inconstitucionalidad, que aplica cuando el amparo es contra una norma general,
con excepción de las normas de carácter tributario (impuestos).

Cuando la Suprema Corte, en Pleno o en Salas, resuelva dos casos en amparo


consecutivos en los que determine que una norma general es inconstitucional, le
avisará al órgano que la emitió, es decir, al Congreso federal, para que la reforme o
la abrogue, en caso, de que la Suprema Corte llegue a cinco casos consecutivos de
esa misma ley del Congreso en el mismo sentido, le dará aviso nuevamente. Sólo
que en esta ocasión tendrá noventa días para reformarla o abrogarla. Si no lo
hiciere, el Pleno de la Suprema Corte emitirá una declaratoria general de
inconstitucionalidad, cuando lo votaren así ocho de sus miembros, y la ley federal
no tendrá ya validez o vida jurídica conforme a la resolución y no aplicará a nadie,
(SCJN, pág.35).

Otra forma en que lo resuelto en amparo por ciertos tribunales se puede convertir
en obligatorio para los tribunales que se encuentren jerárquicamente abajo del
tribunal que las emitió, es la jurisprudencia. Los órganos que pueden generar
jurisprudencia son la Suprema Corte de Justicia en Pleno y en sus dos Salas, los
Plenos de Circuito y los Tribunales Colegiados de Circuito. La Suprema Corte de
Justicia es el órgano máximo del Poder Judicial Federal. Si el Pleno de la Suprema
Corte genera jurisprudencia, ésta es obligatoria para sus Salas y para todos los
demás tribunales, incluidos los tribunales militares, administrativos, laborales y
también para todos los tribunales de los Estados o locales. Si una Sala de la
Suprema Corte genera jurisprudencia, ésta es obligatoria para todos los tribunales,
excepto la otra Sala y el Pleno, (SCJN, pág. 36)

“Existen diversas formas en que se puede generar jurisprudencia. La nueva Ley de


Amparo establece tres de estas formas. La primera de ellas es cuando el Pleno o
las Salas de la Suprema Corte, los Plenos de Circuito, o los Tribunales Colegiados
de Circuito, resuelven cinco casos consecutivos en un mismo sentido en amparo. A
esto se le conoce como jurisprudencia por reiteración”, (SCJN, pág. 38)
“La segunda de ellas es cuando se generan tesis contradictorias entre las Salas de
la Suprema Corte o los demás tribunales de la misma jerarquía que pueden llegar
a generar jurisprudencia. Así, el Pleno de la Suprema Corte puede resolver una
contradicción entre una resolución de una Sala de la Suprema Corte en un sentido
y la otra Sala en otro sentido. El Pleno de la Suprema Corte o sus Salas, según la
materia, pueden resolver contradicciones entre Plenos de Circuito o entre
Tribunales Colegiados de Circuito de distintos circuitos. Los Plenos de Circuito
pueden resolver contradicciones entre Tribunales de Circuito dentro de su mismo
circuito. A esto se le conoce como jurisprudencia por contradicción”, (SCJN, pág.
38).

“En el tercer caso, los órganos que establecen jurisprudencia pueden solicitar al
órgano inmediato superior que sustituya una jurisprudencia que ellos hayan
generado. Esto lo pueden hacer con motivo y después de resolver un caso concreto.
A esto se le conoce como jurisprudencia por sustitución”. Esto no se encuentra en
la “Ley de Amparo.

Las resoluciones de la Suprema Corte de Justicia de la Nación en las controversias


constitucionales y en las acciones de inconstitucionalidad pueden establecer
jurisprudencia. La Constitución y las leyes respectivas señalan que las razones que
se contienen en esas decisiones, cuando hayan sido votadas por una mayoría de
ocho votos tienen también el carácter de jurisprudencia. La jurisprudencia es muy
importante porque nos habla de la interpretación obligatoria de la ley realizada por
los tribunales”.

Finalmente, “el amparo es un medio o herramienta de defensa que tenemos


disponible para pedir que los tribunales federales revisen y, en su caso, garanticen
la protección de nuestros derechos humanos, cuando éstos se vean violentados o
amenazados por los actos, omisiones y normas generales de una autoridad, así
como en ciertos casos por actos de particulares que lleven a cabo actos
equiparables a los de una autoridad”, (SCJN, pág.40).

Bibliografía

SCJN, (2014), La Ley de Amparo en lenguaje llano. Ed. SCJN. Recuperado de


https://www.scjn.gob.mx/sites/default/files/pagina/documentos/201611/LibroLeydeamparoenlenguaj
ellano_0.pdf

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