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#43 Temas

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Tema para la red de Mujeres

Rapha
Serie: Su nombre

Tesis
Dios desea sanarnos y es el único que tiene el poder para hacerlo.

Objetivo
Aprender que Dios es nuestro sanador y puede sanarnos emocional, física y espiritualmente;
siendo esta última la más importante.

Punto a dialogar
¿Has experimentado sanidad física alguna vez?
La enfermedad es común y muchas veces agresiva, no hace acepción de personas. Es un hecho
con el que el hombre siempre ha tenido que lidiar. Actualmente el mundo se ha visto afectado
por la pandemia causada por el coronavirus.

Versículo para memorizar


Salmo 103:3 “Él perdona todos tus pecados y sana todas tus dolencias;”

Introducción
Rapha significa Dios sana. Es el segundo de los nombres compuestos de Jehová y surge de una de las
primeras experiencias del pueblo de Israel en el desierto. La palabra rapha aparece entre sesenta y
setenta veces en el antiguo testamento con el significado de restaurar, sanar, curar o un médico, no
solo en el sentido físico sino también en sentido moral y espiritual.

Rapha surge de una amarga experiencia. Éxodo 15:22-26.


Fue la primera experiencia del pueblo de Israel después del cruce del mar Rojo y del canto de la gran
canción del triunfo, pero también registra las primeras murmuraciones, descontento y amargura. Dios
se compromete a ser siempre su sanador a cambio de su obediencia. La importancia de Mara en esta
situación queda atestiguada por el hecho de que Dios se dio a sí mismo este nombre: Jehová el que
sana.

1. La necesidad humana de sanidad emocional, física y espiritual:

A. Sanidad emocional. Salmo 147:3. Restaura a los de corazón quebrantado y cubre con vendas
sus heridas.
Dios sana corazones rotos. Todo dolor emocional puedes entregárselo a Él. Es en estos lugares de
dolor, cuando aún nuestras fuerzas por el "deseo por vivir" son abatidas, que podemos tomar los
pedazos de nuestro corazón y ofrecérselos a Aquel que ama sanar nuestras heridas.

B. Sanidad física.
Dios puede traer sanidad física conforme a Su voluntad. A veces nos sana a través de los médicos,
a veces nos sana a través de un tratamiento, a veces nos sana a través de la medicina, pero nunca
debemos olvidarnos que es Dios quien nos sana y que es Su voluntad sanar o no sanar.
2. La Biblia está llena de historias del toque sanador de Dios. Veamos algunos ejem-
plos con respuestas diferentes de Dios.

a. Sanidad de Ezequías. 2 Reyes 20:5-6


Ezequías enfermó y estuvo a punto de morir, Dios escuchó su oración y no solo le sanó,
sino que le extendió quince años más de vida.

b. Petición del apóstol Pablo. 2 Corintios 12:9-10


No podemos entender la mente de Dios, Pablo, el Apóstol, oró tres veces por un “agui-
jón” en su salud y Dios no lo sanó. No es que Pablo no tuviera fe, es sólo que Dios no
tenía en su voluntad sanarlo.

c. Enfermedad y muerte de Asá. 2 Crónicas 16:12-13


Asá a pesar de estar afligido por una enfermedad grave no buscó al Señor. Sea cual sea
nuestra enfermedad debemos recurrir primero en oración a Dios

3. Sanidad espiritual. Éxodo 15:26. Jeremías 17:9


Esta es la sanidad más importante que podamos recibir. El corazón humano es como las
aguas de Mara en el desierto a donde llegaron los israelitas y está desesperadamente enfer-
mo, por dentro hay una enfermedad fundamental: el pecado, que separa de Dios. En ese
desierto Dios realizó su milagro de sanidad por medio de un árbol que crecía cerca.

Conclusión
Solo Rapha puede sanarnos, Él quiere que nos acerquemos a Él primeramente, que le
clamemos y que nos sometamos a Su voluntad teniendo presente que nuestra
sanidad espiritual es la más importante.

Reto a la acción
Oremos pidiendo a Dios por nuestra sanidad física y sobre todo por nuestra sanidad
espiritual.

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