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República bolivariana de Venezuela

Asociación civil
Centro avivamiento Venezuela para el mundo
San José de Guanipa-Estado-Anzoátegui
Nivel 5

Sanidad interior

Facilitadores Realizado por


PS. Rubén Vargas Susej Garcia
Jimdrys valladares
Maryenis Rodriguez
Anthony Serra

MS. Luisa Romero

17/02/24
Introducción
La sanidad interior es el proceso mediante el cual una persona es liberada y
sanada de heridas y de traumas del pasado (No necesariamente tuvo que vivir
cosas terribles, a veces situaciones simples pero que marcaron su vida),
producidas por otras personas o hechos. Estas heridas son las que le impiden
disfrutar la vida abundante en Cristo. Esto implica una transformación y una
renovación de nuestra alma, voluntad, emociones y mente por medio de la
Palabra de Dios y del Espíritu Santo.

Desarrollo:

La "sanidad interior" hace referencia a un intento de liberar a las personas de los


efectos emocionales negativos de experiencias dolorosas. La sanidad interior se
ha hecho más popular últimamente en la comunidad cristiana. Los practicantes
de la sanidad interior "cristiana" utilizan varias técnicas que también se emplean
en el misticismo, incluidos los "viajes de oración" con los que se anima a las
personas a recordar situaciones dolorosas del pasado y a visualizar a Jesús con
ellas en ese momento.

Hay varios posibles peligros inherentes a las técnicas de visualización y a los


métodos místicos de la Nueva Era. Tres de los más significativos son: a) el daño
que se deriva de la permanencia prolongada en sucesos que evocan dolor o ira,
b) el peligro de basar nuestra idea de Dios en una imagen en nuestra mente en
lugar de la verdad de quién es Él, tal como se revela en las Escrituras, y c) abrir
las puertas de nuestra mente a la interferencia demoníaca.

Dios quiere liberarnos de las emociones negativas que surgen de ocasiones


específicas de nuestro pasado, pero no necesita técnicas de visualización o un
prolongado énfasis en el pasado para lograrlo. De hecho, la Biblia es clara en
cuanto a que la experiencia cristiana implica la muerte de nuestro viejo yo y el
"levantarnos para andar en una vida nueva" (Romanos 6:4), y esa nueva vida se
caracteriza por tener pensamientos sobre Aquel que nos salvó, no pensamientos
sobre la carne muerta que ha sido crucificada con Cristo. Al permanecer en Él
(Juan 15:5), transforma nuestros corazones y nos sana. Pero la clave es centrarse
en el Señor, no centrarse en nosotros mismos.
La verdad objetiva se centra en las grandes doctrinas de la fe y su relevancia
para la vida: la soberanía de Dios, la intercesión de Cristo como sumo
sacerdote, la promesa del Espíritu Santo y la esperanza de la gloria eterna.
Comprender estas grandes verdades, centrar nuestros pensamientos en ellas y
practicarlas en nuestra mente nos permitirá razonar desde la verdad en todas las
pruebas de la vida, y nuestra fe será fuerte y vital. El razonamiento a partir de lo
que sentimos sobre nosotros mismos -en lugar de lo que sabemos sobre Dios- es
el camino seguro hacia la derrota espiritual.

Habiendo dicho esto, no es malo trabajar con las emociones. Dios nos creó
como seres emocionales, y si tratamos de "apagar" esas partes de nosotros
mismos en un esfuerzo por evitar revivir momentos dolorosos, podemos llegar a
ser como un volcán a punto de estallar. El Señor entiende que el dolor
emocional es una parte de la vida: ¡Él nos creó! La mejor manera de encontrar
una verdadera sanidad interior es ser honesto contigo mismo sobre lo que
sientes, y luego ir a Dios con esas cosas, buscando respuestas. Su Palabra te
dará las respuestas que buscas. La Biblia es sobrenatural y maravillosa y
produce una verdadera sanidad interior. Y si no hay una pregunta concreta en tu
mente -sólo un sentimiento negativo- la respuesta sigue siendo leer la Palabra,
porque Su Palabra es Su Voz, y Su voz tiene un poderoso poder creador y
sanador.

"Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de
testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos
con paciencia la carrera que tenemos por delante, puestos los ojos en Jesús, el
autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la
cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios"
(Hebreos 12:1-2).

mujer samaritana en el pozo, su atención no estaba sobre la sanidad física. En su


lugar, le proporcionó la sanidad interior que calmó sus más profundas heridas
emocionales. Se conocieron en el pozo, porque la mujer no era bienvenida a
sacar agua al lado de las mujeres “respetables”. Sin embargo, Jesús honró a esta
mujer y la eligió para que revelará que él era el Mesías.
Dios ofrece la sanidad interior a todos los que nos acerquemos a su corazón y
busquemos sanar el corazón herido. Hay un ejemplo en la Biblia donde se
registra un encuentro con Dios, eso está en I Reyes 19. El profeta Elías corrió
por su vida y se escondió. Él se desanimó al punto de orar para morir. En primer
lugar, Dios envió ángeles para satisfacer sus necesidades físicas. Luego, Dios le
respondió al dolor de Elías por acercarse y llegar en un suave susurro.
Finalmente, después de que Elías experimentó la sanidad interior, estaba listo
para seguir adelante con el plan de Dios.

¿Por qué los creyentes necesitan sanidad interior?

Hay muchos creyentes que han nacido de nuevo, irán al cielo, son hijos de Dios
y el Espíritu Santo vive en ellos. Sin embargo, siguen atados al pasado y a las
heridas recibidas; continúan atados a vicios y son víctimas de la depresión,
dejándose dominar por sentimientos de rechazo, complejos de inferioridad,
ataduras sexuales, temores, inseguridades, y además, arrastran maldiciones
generacionales; por esa razón, necesitan recibir la sanidad interior y la
liberación.

¿Cuál es el propósito de la sanidad interior?

La sanidad interior está relacionada con la persona y su pasado. En la vida


emocional, no hay tiempo ni espacio. Lo que afectó a la persona en el pasado,
haya sido en su niñez o en su vida adulta, tiene vigencia en el presente. Hay un
dicho en el mundo que dice que el tiempo borra las heridas, pero eso es una
mentira porque Jesús es el único que vino a sanar los corazones quebrantados.
Jesucristo pagó, por completo. Él les sana y les da una libertad completa (Isaías
53.1-5).

Las distintas etapas de nuestras vidas, en las cuales podemos recibir heridas, son
las siguientes: en la edad prenatal, en la niñez, en la adolescencia, en la edad
adulta y en la etapa matrimonial.
¿Cuál es el plan del enemigo?

El deseo del enemigo es herir a las personas de todas las formas y en todas las
etapas de su vida. Él lo intentó con el Señor Jesucristo y lo intenta con cada uno
de nosotros día tras día, sin descansar.

No podemos esperar que el tiempo borre las heridas, porque eso no sucederá.
Solamente la sanidad interior, por medio de la Palabra y la unción del Espíritu
Santo, nos hará libres.
También muchas personas se preguntan lo que la Biblia dice acerca de la
sanidad interior. Si bien el término "sanidad interior" no se utiliza, la Biblia
abarca el concepto de sanidad interior en varios lugares. La sanidad interior
consiste en derramar tu corazón a Dios, mientras Dios se acerca a ti. Este
proceso cambia tu corazón, que, a su vez, cambia tu vida, así como las vidas de
quienes te rodean.

¿Qué dice la Biblia?

Cuando Jesús anunció por primera vez en Lucas 4:16-20, citó a Isaías 61. La
Biblia menciona múltiples formas de sanidad interior en Isaías 61, incluyendo
"vendar a los quebrantados de corazón", "consolar a todos los que llorar,
facilitar "el aceite de alegría en lugar de luto", y proporcionar "un manto de
alegría en lugar de un espíritu de desesperación". Que los oprimidos serán
puestos en libertad, los cautivos serán liberados.. Todo el capítulo se centra en la
sanidad interior. El hecho de que Jesús citó este pasaje cuando comenzó su
ministerio hace hincapié en la importancia de la sanidad interior.
Jesús incluyó la sanidad interior en su ministerio, la Biblia resalta en Juan 4:1-
30. Cuando Jesús habló con la mujer samaritana en el pozo, su atención no
estaba sobre la sanidad física. En su lugar, le proporcionó la sanidad interior que
calmó sus más profundas heridas emocionales. Se conocieron en el pozo,
porque la mujer no era bienvenida a sacar agua al lado de las mujeres
"respetables". Sin embargo, Jesús honró a esta mujer y la eligió para que
revelará que él era el Mesías.
Dios ofrece la sanidad interior a todos los que nos acerquemos a su corazón y
busquemos sanar el corazón herido. Hay un ejemplo en la Biblia donde se
registra un encuentro con Dios, eso está en I Reyes 19. El profeta Elías corrió
por su vida y se escondió. Él se desanimó al punto de orar para morir. En primer
lugar, Dios envió ángeles para satisfacer sus necesidades físicas. Luego, Dios le
respondió al dolor de Elías por acercarse y llegar en un suave susurro.
Finalmente, después de que Elías experimentó la sanidad interior, estaba listo
para seguir adelante con el plan de Dios.

CONCLUSIÓN
La victoria no se la alcanza por uno mismo... Es necesario la acción divina, no
basta con el simple conocer de Dios o conocer a Dios es imperativo dejarse
moldear, y una vez reestablecido todos los días esforzarnos por superarnos.
Es el momento de superar las ausencias y permitir que el señor nos limpie de
todo dolor, angustia o pecado.
Isaías 53.4-5 "4 Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros
dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido. Mas él
herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de
nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados."

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