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Problemas éticos y legales que afectan a los ancianos

La negligencia suele referirse más a los llamados cuidados formales (hospitalarios,


residenciales, o por cualquier profesional independiente del lugar). En todos los
casos los resultados son perjudiciales para el que lo padece.
Es difícil conocer con exactitud su frecuencia. La cifra que se baraja en España es
de alrededor de un 5-6%, de las cuales en muy pocos casos los denuncian, y es la
propia familia quien más a menudo los ocasiona.

En relación al principio de justicia:


 Discriminación socio-sanitaria del anciano (ageismo).
 Distribución de los recursos socio-sanitario existentes.
 Restricción de derechos en algunos tratamientos institucionales.

En relación al principio de no-maleficencia:


 Abusos y malos tratos del anciano.
 Encarnizamiento terapéutico.
 Eutanasia y suicidio asistido.
 Cuidados paliativos (alimentación artificial, sedación).

En relación al principio de autonomía:


 Información veracidad y consentimiento.
 Intimidad, privacidad y confenciadilidad.
 Voluntades anticipadas, testamento vital.
 Valoración de la competencia del anciano para la toma de decisiones
sanitarias.
 Ingresos y tratamientos involuntarios.

Clasificación los tipos de abusos:


-Abusos físicos.
-Negligencia física.
-Abuso psicológico.
-Abuso económico.
Es frecuente que exista más de una forma de malos tratos en una misma persona.
Los malos tratos que más habitualmente se observan son físicos, sexuales,
psicológicos, emocionales, explotación económica por abandono.
Las situaciones de riesgo son siempre situaciones en las cuales la persona mayor
está más desprotegida y es más vulnerable. Las principales situaciones de riesgo
debidas a la propia persona que las padece son: demencias u otros problemas
mentales, dependencia física grave, padecer incontinencia urinaria y/o fecal,
pobreza y aislamiento social. Las principales situaciones de riesgo dependientes
del cuidador o responsable, son: sobrecarga en los cuidados, edad avanzada y/o
incapacidad del cuidador, parentesco lejano de los que proporcionan los cuidados,
alcoholismo o consumo de otras drogas, antecedentes de conductas violentas.

Algunos de los problemas concretos con los que deberá enfrentarse la familia al
llegar a este punto son los siguientes:
1. El tema de la información de la enfermedad:
En líneas generales la persona mayor no tiene miedo a morir, después de una
larga biografía, habiendo ya visto la muerte en personas cercanas (maridos, hijos,
amigos, conocidos, ...), y con el sentimiento de toda una biografía cumplida. Por
ello no es conveniente el mantener la llamada conspiración de silencio (ocultar la
verdad sobre la enfermedad y su pronóstico). Es más, la persona mayor sin decirle
la verdad en muchas ocasiones conoce mejor que la familia su enfermedad y su
pronóstico, es decir conoce mejor que nadie que la enfermedad que tiene no es
buena y que se va a morir. En muchas ocasiones si la persona mayor no ve apoyo
en sus hijos para poder hablar del tema, lo ocultará, ya que hasta el último
momento protegerá a los suyos del sufrimiento, y si el hablar de la muerte les
causa problemas, ellos lo dejarán de lado y no hablarán del tema. La familia
deberá hacer equipo con él y con su enfermedad. Serán tareas del equipo médico
a lo largo de este camino las de aliviar los dolores físicos y los males morales,
estimular en la lucha por superar lo que se aproxima, relajar tensiones y
ansiedades, prever y
adelantarse a las vicisitudes y complicaciones que vayan surgiendo.
2. La familia: 
constituye junto con el anciano moribundo, la unidad a tratar por parte del equipo
médico, necesitando igualmente de una comunicación eficaz, siendo válido todo lo
expuesto anteriormente, así como de un "control de síntomas" de la familia:
ansiedad, miedos, sentimientos de culpa, carga de cuidados, duelo, ... Las
enfermedades no oncológicas (demencia, trombosis, ...) se diferencian en este
punto del cáncer fundamentalmente en su largo proceso de declinar funcional y de
dependencia de cuidados, en definitiva de cronicidad, con una mayor necesidad a
largo plazo de cuidados sociales tanto comunitarios (ayuda a domicilio...) como
institucionales (residencias, centros de día, ...), que exigen de un esfuerzo
continuado y al límite muchas veces de sus posibilidades, y que suele
descompensarse precisamente en los estadios finales de la enfermedad,
apareciendo con alta frecuencia una gran sobrecarga del cuidador primario, con
trastornos emocionales y sentimientos ambivalentes de culpa y de abandono de
su familiar al que lleva cuidando largo tiempo. A esto se le añade que para el
medio sanitario es un paciente de difícil manejo y con dificultades de alta, siendo
por lo tanto un paciente no deseado, reflejándolo en muchas ocasiones
directamente sobre el trato a sus cuidadores.
3. La cuestión de dónde morir:
 Hasta hace 40-50 años no se moría en los hospitales. El gran desarrollo de la
medicina hospitalaria y la tecnificación de la profesión son los que han
determinado este problema. La muerte en el propio domicilio, con preferencia a la
que se produce en la institución, sea ésta hospitalaria o no, se asocia
habitualmente a un menor riesgo de agresión para el anciano moribundo y
también a una mayor posibilidad de despedirse de este mundo en el mismo
entorno en el que se ha vivido.

4. Eutanasia: 
Hoy en día estas cuestiones se plantean cada vez con mayor crudeza y, de forma
específica, cuando afectan al paciente de más edad. La eutanasia, que quiere
decir "la buena muerte", está prohibida legalmente en casi todo el mundo. Se trata
de la eutanasia activa, que es intervenir directamente para acortar la vida. La
reflexión en este punto por el carácter añoso de la persona mayor hace que
presente tintes peculiares. Resulta paradójicamente favorable al anciano que su
propia ancianidad y, según ella, su previsible mala recuperación lo protejan con
frecuencia contra una de las mayores amenazas que se ciernen sobre el paciente
moribundo: el encarnizamiento terapéutico, es decir darle más tratamiento,
tratamiento innecesario, haciéndole sufrir. En la misma línea, tanto los médicos
como el resto del personal sanitario y la familia, acostumbran a ser indulgentes
con el anciano y pensárselo dos veces antes de recomendar cualquier tipo de
medida de las denominadas extraordinarias.

Referencias

CONSUMER EROSKI. (08 de Agosto de 2022). PROBLEMAS ÉTICOS. Obtenido de ASPECTOS ÉTICOS
Y LEGALES EN RELACIÓN CON EL FINAL DE LA VIDA.:
https://mayores.consumer.es/documentos/mayores/problemas_eticos/aspectos_eticos.p
hp

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