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Apruebo para que podamos avanzar hacia

un nuevo Chile feminista, plurinacional y de dignidad

A menos de 15 días del plebiscito de salida, continuamos trabajando por aprobar la nueva
propuesta de Constitución. El proceso constituyente abierto por los pueblos movilizados ha
representado una serie de grandes oportunidades:

Una oportunidad para instalar con más fuerza y alcance la lucha del movimiento feminista,
que hasta ahora ha logrado articular a diferentes sectores de la clase trabajadora
plurinacional de Chile.
Una oportunidad para recoger las demandas de los movimientos sociales y crear nuevas y
mejores condiciones de vida para nuestra clase, que se traduzcan en mejores condiciones
de organización y lucha.
Una oportunidad para continuar este proceso de cambio iniciado con la revuelta popular,
reconociendo que lo realizado ha sido fruto de nuestros aciertos y desaciertos, de nuestros
encuentros y desencuentros, avances y limitaciones, así como de los intentos por unificar
la fuerza de nuestro trabajo.

La revuelta, y el proceso constituyente que ella abrió, permitieron que gran parte de
nuestras demandas fueran escuchadas, pero además que pudiéramos escribirlas en la
nueva Constitución. Durante este proceso paritario, democrático y en el que participaron
de manera inédita los pueblos indígenas y los movimientos sociales, se pusieron sobre la
mesa y se disputaron las luchas más significativas que nos han movilizado durante décadas.

Hoy, el APRUEBO no nos abre solo una ventana, nos abre una puerta. Y es una puerta que
nos invita a amanecer en un nuevo Chile. Un Chile donde defender nuestro derecho a una
vida digna no requiera una lucha imposible. Un Chile en el que se puedan materializar
nuestros derechos, más allá del papel.

APROBAMOS porque la nueva Constitución nos ofrece la esperanza de una sociedad que
garantice derechos sociales, una democracia feminista y plurinacional y mejores
condiciones para seguir luchando.

A pesar de esa esperanza, la nueva Constitución no resuelve en sí misma los problemas.


Sabemos que la disputa política que tendrá lugar posterior al plebiscito será álgida, porque
quienes ostentan hoy el poder político y económico de nuestro país buscarán moderar los
alcances más radicales de la nueva Constitución o derechamente frenar nuestra avanzada
con una ofensiva autoritaria.

Nuestro desafío es fortalecer la organización política y social recogiendo la experiencia


programática de este proceso, porque lo que viene es disputar que los términos en los que
se implemente la nueva Constitución continúen estando a favor de los pueblos, mientras
avanzamos en la profundización del horizonte de transformaciones que se consolida en ella.
Asimismo, no olvidamos que existen más de cien personas que continúan privadas de
libertad por manifestarse en la revuelta y que siguen impunes las sistemáticas y masivas
violaciones a los derechos humanos. La liberación de nuestros presos y presas políticas, y el
trabajo activo contra la impunidad, siguen siendo clave para las transformaciones que
necesitamos.

Creemos que la victoria del Apruebo confirmará el inicio de un nuevo momento en la


historia de nuestros territorios: tenemos la oportunidad de superar la fragmentación de
nuestra clase, combatir el individualismo y que el proceso se abra al protagonismo popular.

Nuestro Movimiento está a disposición de este nuevo momento y reconoce el rol


fundamental que hemos tenido y seguiremos teniendo los movimientos sociales y políticos
para garantizar transformaciones estructurales que acaben con la precariedad y nos
permitan conquistar una vida digna.

Hemos recorrido un camino largo y difícil, un camino de luchas, de conquistas, de represión,


de penas y alegrías. Todavía queda mucho por hacer.

Aprobemos y sigamos trazando el camino hacia la revolución.


¡Arriba las y los que luchan!

Solidaridad, feminista comunista libertaria


22 de agosto, 2022

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