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ESCUCHAR LA VOZ DEL PUEBLO

El categórico y rotundo triunfo del rechazo en el plebiscito de salida, del proceso constituyente,
no estaba en los cálculos de nadie. Ni siquiera los estudios de opinión, que dieron sistemáticamente por
vencedora a esa opción, llegaron a darle tal diferencia porcentual de ventaja. El pueblo habló con
claridad, y toca a quienes apoyamos la opción apruebo, aceptar el resultado, y procurar con humildad
aportar al nuevo proceso constituyente que deberá iniciarse. Los resultados de este domingo dan
cuenta, de cómo los cambios sociales en Chile, toman más tiempo que lo que una discusión
constituyente pueda tomar. Es una lección de humildad muy fuerte. Ni el gran reclamo de grupos
identitarios, ni los liderazgos surgidos de la academia, permearon el tejido social. El temor es cosa viva, y
vastas masas de trabajadores y trabajadoras, de personas de clase media, sintieron temor de perder sus
condiciones actuales de vida. La politización de la población, que perseguía el voto obligatorio, terminó
sirviendo a los partidarios del estatus quo, más que al progresismo. Simple y sencillamente, el “nuevo
Chile” reflejado en las escenas de la franja del apruebo, no hizo sentido a la mayoría del país. Las
personas se sintieron ajenas, no se vieron reflejadas. Constatamos con los datos del plebiscito en mano,
la incorporación en la discusión democrática, de varios millones de personas que probablemente, nunca
antes habían participado. El hecho de que esas personas mayoritariamente rechazaran la propuesta de
nueva constitución, nos obliga a todos y todas, a tener una actitud distinta hacia adelante. Terminó la
campaña, y existe una opción que triunfó con claridad. Todas las fuerzas políticas de Chile han ratificado,
que el proceso constituyente no se detendrá. Esta es una buena noticia, Ya que el peor escenario posible
para Chile, sería dejar las cosas como están, sería el fracaso de la política, y cerrar la puerta al diálogo
democrático.

La tarea que viene a partir de este lunes es extensa y profunda, sería un craso error pretender
realizarla en un lapso breve de tiempo. Primero deberá articularse un acuerdo lo suficientemente
amplio, que permita fijar condiciones por todos aceptadas, para la realización del nuevo proceso
constituyente. El aprendizaje que deja el proceso fallido, debe servir para prever y evitar las condiciones
que generaron dificultades o fueron cuellos de botella del proceso. El presidente Boric, convocará a
todas las fuerzas políticas a un dialogo que permita avanzar en esta tarea, pero no debiera tomar ningún
protagonismo del proceso, el cual podría incluso extenderse más allá de su gobierno. Las energías del
gobierno a seis meses de iniciado, deben volcarse a la superación de los graves problemas que aquejan a
la población. Las condiciones sociales y económicas en que viven las grandes mayorías, dependen del
avance en medidas concretas, control de la inflación, generación de empleo, eficacia en el combate a la
delincuencia. Por sí solas esas tareas, demandarán cuantiosos recursos económicos y políticos, por lo
que debe dotarse al gobierno de los apoyos técnicos y políticos que requiere. Eso conllevará el necesario
e impostergable ajuste ministerial, donde deberá allegar figuras que faciliten el dialogo y el
entendimiento transversal, con las fuerzas políticas con presencia en el parlamento, y con las fuerzas
productivas.

Quienes estuvimos por el apruebo a la propuesta constituyente, lo hicimos con el anhelo de una
vida mejor, de que nuestros hijos e hijas tengan un futuro más seguro y protegido. Creemos que Chile
puede y debe ser más justo y solidario. En el nuevo proceso constituyente que iniciaremos, hay muchas
cosas que compartimos, la base del trabajo de los nuevos constituyentes debe partir desde ahí.
Poniendo el acento en lo que nos une, como que el sueño de vivir en un país desarrollado, que pueda
satisfacer las necesidades de todos sus ciudadanos, se puede alcanzar compartiendo el esfuerzo y los
frutos de nuestro trabajo.
Imposible no recordar el intento de la presidenta Bachelet de llevar adelante un proceso
constituyente. Cientos de miles de personas participamos en todo Chile. Fruto de ese trabajo se elaboró
un proyecto de reforma constitucional, para que un plebiscito decidiera el mecanismo constituyente,
una de las opciones era la convención constituyente. Todos recordamos lo que pasó con ese proyecto.
Fue archivado en un cajón por el gobierno de Piñera en 2018. Llevamos mucho tiempo ya, tratando de
redactar un nuevo contrato social, el proceso constituyente fue la salida a la mayor crisis social y de
seguridad pública, desde el retorno a la democracia. Razón de sobra para no detenerse, para no cejar en
el objetivo de dar a Chile una nueva constitución.

El triunfo del rechazo del 4 de septiembre de 2022, es una realidad que aceptamos y
respetamos, con el sabor amargo de toda derrota, pero con la consciencia tranquila de haber ido con la
verdad por delante, actuando en forma limpia y de cara a la gente. Hay una opción vencedora, y ya
quedó atrás la campaña, ahora todos debemos ponernos detrás del gobierno de Chile, para por una
parte dar curso a la implementación del nuevo proceso constituyente, y por otra, para implementar las
medidas necesarias para reimpulsar el crecimiento económico, y el empleo. Son tareas de alta
complejidad, que requerirán de apertura al dialogo, de amplitud de criterio de las fuerzas políticas de
Chile.

En esta ocasión en que no nos tocó celebrar, les envío un saludo cariñoso, a todas las madres,
los padres, los hijos e hijas de Chile, esos que vivieron noches de preocupación y de zozobra, por la
represión de la protesta social. Por todas las personas que fueron heridas en las movilizaciones del año
2019. Por esos jóvenes, que al igual que hicimos nosotros varias décadas atrás, no dudaron en ofrendar
sus vidas, a la causa de un Chile justo y solidario. Un agradecimiento especial a los y las estudiantes, que
se la jugaron toda, en especial a mi hijo Cristóbal, víctima de violación a los derechos humanos, por
agentes del estado de Chile. Por su lucha incansable por los derechos humanos y el medio ambiente. El
arrojo y valentía de la juventud, nos trajo hasta este proceso constituyente, que no se detiene, porque
las convicciones no se transan.

Ernesto Sepúlveda Tornero

Punta Arenas, lunes 5 de septiembre de 2022.-

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