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FICHAS COMPLICIDAD

(Nota: Las fichas están organizadas de la más reciente a la más antigua y


los datos identificadores se encuentran al inicio.)

PARTE I

RELEVANTE

Sala de Casación Penal


ID : 739523
M. PONENTE : JOSÉ FRANCISCO ACUÑA VIZCAYA
NÚMERO DE PROCESO : 47063
NÚMERO DE PROVIDENCIA : SP3218-2021
PROCEDENCIA : Tribunal Superior Sala Penal de
Barranquilla
CLASE DE ACTUACIÓN : CASACIÓN
TIPO DE PROVIDENCIA : SENTENCIA
FECHA : 28/07/2021
FUENTE FORMAL : Ley 133 de 1994 art. 4 / Ley 53 de
1887 art. 4 Y 8 / Ley 906 de 2004 art.
421 / Ley 599 de 2000 art. 21, 32 Y
212 / Constitución Política de Colombia
de 1991 art. 19 Y 74 / Convención
Americana sobre Derechos Humanos –
Pacto de San José art. 12 / Pacto
Internacional de Derechos Civiles y
Polìticos art. 18

TEMA: COMPLICIDAD - Concepto / COMPLICIDAD - Exige


coincidencia intencional entre el autor y los
colaboradores / COMPLICIDAD - Únicamente se da en conductas
dolosas / DELITO IMPRUDENTE - No puede haber ni tentativa ni
participación / DELITO IMPRUDENTE - Si lo realiza un número plural
de personas cada una responde en calidad de
autor / DETERMINADOR - Desvíos o excesos del inducido: concepto

Tesis:
«[...] el ad quem, a pesar de haber sentenciado que el delito fue
cometido con preterintención, decidió mantener la condena irrogada a
MCPP y JRPP como cómplices del punible sin la menor reflexión en torno
a la posibilidad conceptual y dogmática de contribuir en tal calidad - la
de cómplice - a una infracción de esa naturaleza.

En efecto, es cómplice “quien dolosamente ha prestado una ayuda a


otro respecto del hecho antijurídico que este ha cometido
dolosamente” , siempre que tal ayuda, sin ser esencial, sea “causal para
el resultado” , y en tanto exista entre el autor y quien le asiste
“coincidencia… en cuanto a la acción básica común” , esto es,
convergencia intencional, de manera que el segundo debe “querer
contribuir” a la acción del primero. En palabras de la Sala, la
complicidad requiere “que exista dolo en las dos personas, es decir,
tanto en el autor como en el cómplice”, y que uno y otro se pongan de
acuerdo, antes de su ejecución o concomitantemente a ésta, no sólo “en
cuanto al delito o delitos que quieren cometer”, sino también “en aquello
que cada uno de ellos va a realizar” .

Entonces, si la complicidad exige coincidencia intencional entre el autor


y los colaboradores, aquélla sólo puede darse respecto de conductas
dolosas; no puede consolidarse un designio común - o, en la redacción
del Código Penal nacional, un «concierto previo o concomitante» - sobre
aquello que sucede por culpa y no porque se quiera o se asuma con
indiferencia, es decir, sobre algo que no corresponde al resultado
pretendido, aceptado o si quiera previsto por quien lo ha causado.

Justamente por lo anterior, está decantado que “en los delitos


imprudentes no hay ni tentativa ni participación” , de manera que
“cuando varios causan imprudentemente un resultado típico, cada uno
de ellos es responsable por el todo” . Es que “sólo se puede infringir el
deber propio”, de modo que “si en un mismo hecho varios sujetos
incurren en tal inobservancia, cada uno responde de su particular
infracción, de manera que no procede la coautoría, que presupone
concierto previo, ni la complicidad, que requiere colaboración para
alcanzar el resultado prohibido” . En otros términos,

«… en los delitos culposos toda co-causación del resultado deberá


considerarse como autoría, siempre - naturalmente - que concurra
también el disvalor de acción propio de estos delitos.
De manera que desaparece de esta esfera la posibilidad de complicidad
e instigación, como consecuencia, por un lado, de la propia
estructuración de los tipos culposos y, por otro, de la necesidad lógica
para la participación de acceder a un hecho principal doloso» .

En ese orden, ante la declaración del Tribunal en el sentido de que el


homicidio de EP fue preterintencional, tendría que haber limitado la
declaración de responsabilidad a lo que sí podía ser objeto de acuerdo
criminal (que lo era la causación de las lesiones personales dolosas), o,
para imputarles el resultado típico, haber admitido que también ellos
participaron de la imprevisión negligente que provocó el resultado, lo
cual significaría, sin embargo y como acaba de verse, que ejercieron
también como autores - no cómplices - de la infracción.

A lo anterior podría oponerse que, prestado por los cómplices un aporte


no esencial a la fase dolosa de la infracción, el resultado típico, por ser
previsible, les es también imputable al modo un exceso. Pero esa
solución no es aceptable. El exceso es atribuible a cómplices (y
determinadores) cuando, siendo previsible para aquéllos, es causado
dolosamente por el autor, pues en tal caso existe un nexo entre la
contribución dolosa y la posterior determinación, también dolosa, de
realizar delitos no pactados. Ese nexo no existe cuando el exceso es
consecuencia de un proceder negligente, en tanto la culpa del ejecutor
no puede preverse, y por ello tampoco el resultado típico puede ser
representado; naturalmente, de ser prevista aquélla - la culpa - y
visualizado el consecuente resultado por el colaborador, su conducta
correspondería entonces al ámbito del dolo eventual.

En suma, la inconsistencia teórica de lo resuelto en segundo grado es


patente».

COMPLICIDAD - Concepto / COMPLICIDAD -


Demostración / COMPLICIDAD - Se configura

Tesis:
«Los fundamentos del Tribunal para condenar a MPT como cómplice del
delito de homicidio - con la corrección ya efectuada en el sentido de que
la tipicidad subjetiva adecuada es la del dolo eventual - son los
siguientes:

[...]

También acá la providencia cuestionada exhibe inconsistencias. El ad


quem afirmó que la responsabilidad de PT deviene de que aportó
activamente a la realización del delito de homicidio prestando su casa y
proveyendo objetos utilizados para cometerlo, pero a la vez, simultánea
y contradictoriamente, de que no intervino para impedir la consumación
del ilícito, es decir, por un aporte omisivo; pero esto último no porque
su contribución dolosamente convenida fuese esa - la de no impedir u
obstruir el hecho -, sino como consecuencia de una suerte de
comportamiento negligente contrario al de «una persona acuciosa».

Sin perjuicio lo anterior, asistió razón al fallador colegiado al dar por


probado que MPT obró como cómplice del homicidio de EP.

Aunque es posible que en un principio la nombrada ignorase que la


conducta de GR comprendería la realización de lesiones corporales
capaces de provocar la muerte de EP en grado de probabilidad, de ello,
conforme lo enseña inequívocamente la prueba, se enteró en el curso de
los días y, a partir de ese momento, se conformó un acuerdo tácito
entre ella y el autor, no sólo respecto del ilícito cometido, sino también
de la naturaleza de su aporte.

El 5 de noviembre de 2010 su hijo DJPP fue sometido, a instancias de la


propia MP, a una “liberación” por parte de ÉAGR. Ese [...].

[...]

De lo expuesto se desprende, sin asomo de dudas, que desde el 5 de


noviembre, es decir, un día antes de la muerte de EP, MP había sido
enterada de que las supuestas liberaciones de GR comportaban en
realidad actos de maltrato físico. Sabía que su hijo, luego de ser
“orado”, escupió sangre y que sus ojos quedaron fuertemente
lastimados. Al día siguiente conoció que las afectaciones eran
suficientemente graves para motivarlo a buscar atención de urgencia.
También puede inferirse, dado que D afirmó que «jamás en (su) vida
había gritado tan fuerte como gritaba en ese momento» y considerando
que la casa donde sucedieron los hechos, según se ve en las respectivas
fotografías, no era especialmente amplia o extensa, que escuchó sus
alaridos.

Incluso, DP fue claro al señalar que, cuando le mostró a su madre MP


que había escupido sangre, ésta, con total desidia, le respondió que
«seguramente eran residuos del vino que habían quedado en la boca» .
La importancia medular de ese preciso contenido probatorio radica en
que demuestra que la acusada fue enterada de lo sucedido durante el
ritual al que su hijo fue sometido, no sólo en términos generales, sino
de manera detallada y concreta: si sabía que GR dio vino a su hijo es
porque conoció las minucias de la ceremonia (quizás porque aquél se las
contó) y de ello se sigue razonablemente que supo también de los
fuertes golpes y las maniobras de estrangulamiento que le infligió.

Pero hay más. Se conoció por el patrullero EDR que en la noche del
mismo 5 de noviembre - es decir, antes de que se consumara el deceso
de la víctima - la Policía acudió al lugar luego de que un vecino solicitara
su apoyo tras escuchar gritos.

[...]

Si los lamentos fueron percibidos en las viviendas vecinas, es obvio que


lo fueron también por quienes se encontraban dentro de la residencia y,
en concreto, por MP. Ello tendría que haberle indicado - o más bien,
corroborado, pues ya lo sabía - que las “liberaciones” a cargo de GR no
eran otra cosa que actos de incisivo maltrato físico.

Tan diciente como lo anterior, de cara a examinar el acuerdo tácito que


existió entre los autores y PT, es que ésta haya manifestado ante el
uniformado que «(estaba) en (su) casa, y en (su) casa (hace) lo que se
(le) de la gana». Con ello exteriorizó tanto el conocimiento de los
rituales que se estaban llevando a cabo, como la voluntad consciente de
contribuir a ellos, cuando menos, prestando su residencia.

Es que si MPT (i) sabía que las ceremonias comportaban actos de


maltrato físico de tal magnitud que provocaban lesiones determinantes
de atención urgente, sangrados y ahogamiento capaz de provocar
alaridos, y (ii) manifestó explícitamente ante el cuestionamiento de la
autoridad respecto de lo que estaba sucediendo que ella, en su casa,
podía hacer lo quisiera, surge incontrovertible que consolidó un acuerdo
de voluntades tácito con GR respecto de la realización del delito y el
aporte no sustancial a su comisión.

Y es que el mismo patrullero DR, quien también acudió con su


compañero a la vivienda el 6 de noviembre cuando ya todos los
presentes, incluida MP, habían observado el cuerpo sin vida de EP, [...].

[...]

Es verdad que la conducta desplegada en ese momento por MG no


puede calificarse como un aporte al delito, no sólo porque para ese
instante la muerte de Estrella Paola ya se había producido - y “los actos
de cooperación tras la consumación del hecho principal no pueden
fundamentar una complicidad” -, sino también porque, más allá de
haber respondido al requerimiento de la autoridad que “nada sucedía”,
de todas maneras permitió la entrada del uniformado sin oponer
ninguna resistencia potencialmente capaz de impedir o dilatar el
descubrimiento del punible.

Sin embargo, ese evento sí resulta esencial para afianzar la inferencia


de que sus aportes anteriores al ilícito fueron producto de un acuerdo de
voluntades con los autores materiales y de que aceptó con apatía el
deceso de la ofendida (del cual - se insiste - estaba ya enterada para
ese momento): si la muerte de EP fuese algo que aquélla no había
previsto como resultado probable del curso causal al que aportó
consensualmente, esto es, si le hubiera resultado extraña, sorprendente
o inopinada (como en efecto lo fue para quienes no participaron del
punible, verbigracia, sus familiares allí presentes), no se explicaría la
actitud de absoluta indiferencia asumida ante la autoridad.

[...]

Como se ve, la acusada participó de la liberación, si no esencialmente, sí


causalmente; y aunque no es posible afirmar más allá de toda duda que
ese trapo fue utilizado en el homicidio, ello surge bien probable, pues su
entrega sucedió concomitantemente a la llegada de SM a la casa, es
decir, alrededor de las 2:00 P.M., que fue la hora estimada del
fallecimiento - por asfixia - de EP.

Es más, la progenitora de EP relató que, pasadas algunas horas desde


que arribó al lugar, le manifestó a MP y a su esposo J que «no (sentía) a
(su) hija» y que «la señora» - en referencia a LMDD - «no (la) deja(ba)
subir» . Aquélla, conforme el relato de la testigo, se limitó a manifestar
que ella tampoco percibía a la ahora difunta, pero nada hizo ni por
averiguar cuál era su estado ni por permitir a la madre de la víctima
acceder al segundo piso para comprobarlo. Este proceder revela la
aceptación de la ejecución del delito, pues, siendo ella la dueña de la
casa, hubiese desplegado - de no haber asumido voluntariamente su
realización - las medidas necesarias, si no para revisar por sí misma
cómo se encontraba EP, cuando menos para que a I se le permitiera
subir. Recuérdese que, de acuerdo con el testimonio de su hijo D, la
«autoridad en (la) casa» la ejercían tanto aquélla como su esposo J.

Lo expuesto revela que a MP no le fue ajeno lo acaecido. Conocía lo que


estaba sucediendo y lo aceptó tácita pero inequívocamente, en una
postura subjetiva que - se insiste - ninguna duda suscita respecto de su
participación criminal.
Desde luego, tratándose el delito imputado de un homicidio cometido
con dolo eventual, que no preterintencional, como equivocadamente lo
entendió el ad quem, la coincidencia teleológica que el censor echa de
menos está referida a la producción de las lesiones infligidas a PE (de lo
cual, como acaba de verse, no cabe duda) y a la previsión probable de
que con ellas podría producirse su muerte, última que deviene,
conforme se analizó, de la intensidad y alevosía de las heridas, así como
del estado de ayuno, deshidratación e indefensión al que fue sometida,
nada de lo cual pudo pasarle desapercibido a la procesada PT.

Así pues, con su conducta, pasiva y omisiva, la nombrada favoreció


causal y convenidamente el delito, aunque sin dominarlo; a más de
prestar el entorno privado en que pudo llevarse a cabo, proveyó
instrumentos para su realización y, renunciando conscientemente a
ejercer el rol de dueña de casa - que le hubiese permitido superar la
prohibición de acceso al segundo piso, verificar el estado de EP y, con
ello, facilitarle atención médica o cuando menos, la provisión de
alimentos y agua - incrementó la probabilidad de que el resultado típico
previsto se configurara; contribuyó a la golpiza y asumió con total
indiferencia el potencial deceso de la víctima».

JURISPRUDENCIA RELACIONADA: Rad: 48993 | Fecha: 03/05/2007


| Tema: PRINCIPIO DE CONFIANZA - No aplica para quien aporta
dolosamente a la realización de la conducta Rad: 48321 | Fecha:
18/10/2017 | Tema: PRINCIPIO DE CONFIANZA - Concepto Rad: 54497
| Fecha: 09/09/2020 | Tema: CULPABILIDAD - Concepto: en la teoría
normativa / CULPABILIDAD - Conciencia de la ilicitud / CULPABILIDAD -
Elementos básicos de la exigibilidad / CULPABILIDAD - Capacidad de
autodeterminación: para motivarse a actuar de modo normativamente
adecuado / CULPABILIDAD - Capacidad de autodeterminación:
normalidad motivacional, de acuerdo a las características de sanidad y
madurez mental y de inserción en la cultura hegemónica /
CULPABILIDAD - Capacidad de autodeterminación: constituye una
presunción necesaria para sostener la legitimidad del sistema de
derecho penal / CULPABILIDAD - Capacidad de autodeterminación: no
es obligación de la Fiscalía el demostrarla / IMPUTABILIDAD -
Concepto / INIMPUTABILIDAD - Supuestos normativos: por incapacidad
del agente de comprender la ilicitud de su comportamiento /
INIMPUTABILIDAD - Supuestos normativos: por incapacidad de
determinarse conforme a la comprensión de la ilicitud /
INIMPUTABILIDAD - Se debe probar su existencia al momento de
ejecutar la conducta / INIMPUTABILIDAD - Configuración: no está
supeditada únicamente a la comprobación científica del padecimiento
psicológico o psiquiátrico del agente / INIMPUTABILIDAD -
Configuración: depende de un juicio valorativo para determinar si se
afectó la capacidad para comprender el reproche del acto imputado o
para determinarse por tal comprensión Rad: 36312 | Fecha: 12/02/2014
| Tema: DOLO EVENTUAL – Concepto / DOLO EVENTUAL - Configuración

Sala de Casación Penal


ID : 727000
M. PONENTE : EYDER PATIÑO CABRERA
NÚMERO DE PROCESO : 52590
NÚMERO DE PROVIDENCIA : SP994-2021
PROCEDENCIA : Tribunal Superior Sala Penal de
Medellín
CLASE DE ACTUACIÓN : IMPUGNACIÓN ESPECIAL
TIPO DE PROVIDENCIA : SENTENCIA
FECHA : 24/03/2021
FUENTE FORMAL : Ley 599 de 2000 art. 28 y 29 / Ley 906
de 2004 art. 381 / Ley 1098 de 2006
art. 78 y 150 / Acto Legislativo 01 de
2018 art. 3 núm. 2

TEMA: PARTÍCIPES - Clases: determinador y el


cómplice / COMPLICIDAD - Diferencia con la coautoría

Tesis:
«Ahora bien, respecto a los partícipes el artículo 30 se ocupa de
establecer quienes con su actuar o injerencia en la comisión de una
conducta punible adquieren esta calidad, concretándolos en el
determinador y el cómplice. Pues si bien este artículo al finalizar su
redacción hace alusión al interviniente, modalidad que por su ubicación
sistémica podría entenderse comprendida dentro de la citada categoría
general, bien lo ha señalado la Sala se trata de institutos jurídicos
diferentes.

Así las cosas, respecto al cómplice la Sala ha sido enfática en señalar


que se trata de un instituto diferente al de la coautoría puesto que éste
detenta el dominio del hecho, mientras que el cómplice se limita a
prestar una ayuda que no reviste significativa importancia para la
ejecución de la conducta punible[...]».

JURISPRUDENCIA RELACIONADA: Rad: 54215 | Fecha: 03/04/2019


| Tema: DOBLE CONFORMIDAD - Debido proceso: procedimiento y
medidas provisionales adoptadas en la providencia Rad: T-117 | Fecha:
02/02/2013 | Tema: PRINCIPIO PRO INFANS Rad: 52054 | Fecha:
20/05/2020 | Tema: PRINCIPIO PRO INFANS - Genera exigencias
reforzadas de diligencia para la fiscalía, cuando la víctima es menor de
edad / SISTEMA PENAL ACUSATORIO - Declaraciones rendidas antes del
juicio: del menor víctima, herramientas para utilizarlas, como prueba,
deben cumplir con todos los requisitos legalmente exigidos Rad: 56919 |
Fecha: 21/10/2009 | Tema: FISCALÍA GENERAL DE LA NACIÓN - La
Corte le hace llamado de atención: por el manejo inadecuado de la
prueba testimonial de niños que comparecen a la actuación penal en
calidad de víctimas Rad: 50394 | Fecha: 25/07/2008 | Tema:
COAUTORÍA - Modalidades: propia e impropia / COAUTORÍA IMPROPIA -
Diferencia con la coautoría propia Rad: 34703 | Fecha: 14/12/2011 |
Tema: AUTOR - Concepto: no se limita a quien realiza materialmente la
acción, sino que involucra a quienes tienen el dominio del hecho y
participan del plan común Rad: 45266 | Fecha: 18/02/2015 | Tema:
AUTOR - Concepto: no se limita a quien realiza materialmente la acción,
sino que involucra a quienes tienen el dominio del hecho y participan del
plan común Rad: 50639 | Fecha: 25/10/2017 | Tema: AUTOR -
Concepto: no se limita a quien realiza materialmente la acción, sino que
involucra a quienes tienen el dominio del hecho y participan del plan
común Rad: 56400 | Fecha: 27/05/2020 | Tema: AUTOR - Concepto: no
se limita a quien realiza materialmente la acción, sino que involucra a
quienes tienen el dominio del hecho y participan del plan común Rad:
52590 | Fecha: 27/08/2019 | Tema: COAUTORÍA - Requisitos:
subjetivo, decisión de realizar conjuntamente la conducta punible Rad:
38320 | Fecha: 26/09/2012 | Tema: COAUTORÍA – Elementos Rad:
50394 | Fecha: 25/07/2018 | Tema: COMPLICIDAD - Concepto /
COAUTORÍA - Diferencia con la complicidad

RELEVANTE

Sala de Casación Penal


ID : 722840
M. PONENTE : DIEGO EUGENIO CORREDOR
NÚMERO DE PROCESO : 52150
NÚMERO DE PROVIDENCIA : SP371-2021
PROCEDENCIA : Tribunal Superior Sala Penal de San Gil
CLASE DE ACTUACIÓN : CASACIÓN
TIPO DE PROVIDENCIA : SENTENCIA
FECHA : 17/02/2021
FUENTE FORMAL : Ley 599 de 2000 art. 29

ASUNTO:
En aras de resolver el recurso de casación, la Corte examinará los
siguientes tópicos, en seguimiento del único cargo planteado en la
demanda: primero, se recordará la jurisprudencia de la Corte sobre la
coautoría impropia y los requisitos exigidos para su estructuración;
luego, se expondrán los errores en los que incurrió el Tribunal al
momento de valorar los testimonios rendidos por JLMC, JVV, MZRP y
NACG; y finalmente, se adoptará la decisión que en derecho
corresponde.

TEMA: COAUTORÍA IMPROPIA - Diferencia con la coautoría


propia / COAUTORÍA - Diferencia con la complicidad

Tesis:
«[...] sobre las diferencias entre los conceptos de coautor propio,
impropio y cómplice, la Corte en la decisión CSJ AP2981-2018, Rad.
50394, indicó lo siguiente:

«Por su parte, el artículo 30-3 de la Ley 599 de 2000 preceptúa que es


cómplice “quien contribuya a la realización de la conducta antijurídica o
preste ayuda posterior, por concierto previo o concomitante a la
misma”.

Se caracteriza - la complicidad- porque la persona contribuye a la


realización de la conducta punible de otro, o presta una ayuda posterior
cumpliendo promesa anterior, de modo que no realiza el
comportamiento descrito en el tipo, ni tiene dominio en la producción
del hecho, porque su conducta no es propiamente la causa de un
resultado típico, sino una condición del mismo (CSJ SP, 21 sep. 2000.
Rad. 12376).

En suma, únicamente quien tiene el dominio del hecho puede tener la


calidad de coautor, mientras que el cómplice es aquél que se limita a
prestar una ayuda o brinda un apoyo que no es de significativa
importancia para la realización de la conducta ilícita, es decir, participa
sin tener el dominio propio del hecho (CSJ SP, 9 mar. 2006. Rad.
22327)"».

HOMICIDIO AGRAVADO - Demostración / COAUTORÍA - No se


configura: cuando no media conocimiento del hecho, decisión de
realización conjunta, dominio funcional y aporte esencial en su ejecución
/ COAUTORÍA - Demostración / CÓMPLICE -
Concepto / CÓMPLICES - Acuerdo de voluntad con los
autores / COMPLICIDAD - No se configura / CASACIÓN - Sentencia:
la Corte casa la condenatoria impugnada, y dispone la absolución del
procesado

Tesis:
«2.1. Conclusión

El anterior examen deja en evidencia, como se aseguró al inicio, que los


argumentos expuestos por el Tribunal para concluir que HRP es coautor
del homicidio de quien en vida respondía al nombre de LFMJ, no solo
resultan contrarios al contenido material y objetivo de las pruebas
analizadas, sino que, para su construcción, el Ad-quem incurrió en
graves errores en el proceso de valoración individual de los referidos
medios de convicción y en la apreciación conjunta de las pruebas
debatidas en el juicio oral, en el que se soslayó la racionalidad, por la
desatención de las reglas de la sana crítica o la inadecuada verificación
del contenido objetivo de los medios suasorios.

3. La solución del caso

Dentro del presente asunto no aparece acreditado que en el camino que


del corregimiento La Palma conduce a la vereda Fávita, HRP hubiese
acordado con su hermano A, causarle la muerte a LFMJ.

Tampoco aparece probado que, ya estando en el lugar de los hechos, se


hubiere presentado un acuerdo intempestivo, fortuito y tácito, entre HRP
y su hermano A, con el mismo propósito, pues, del análisis de la
secuencia de hechos narrados por los testigos, no se evidencia que
entre los hermanos se hubiese presentado algún tipo de gesto, ademán,
mirada, asentimiento, en suma, alguna expresión clara en la
coincidencia de voluntades orientada a la realización de un mismo
objetivo delictivo.

Tampoco aparece demostrado que HRP hubiera realizado un aporte


esencial dirigido a causarle la muerte a LFMJ.
En contrario, la evidencia revela que la muerte de la víctima acaeció por
una acción individual y de ímpetu realizada por ARP, que sólo él
dominaba -de ningún modo le puede ser atribuida a HRP, en tanto, de
manera sorpresiva y sin mediar palabra, se bajó del caballo, tomó una
piedra y sin más la descargó en la cabeza de la víctima.

En consecuencia, respecto de HRP no se encuentran acreditados, más


allá de toda duda razonable, los requisitos exigidos por la Ley y la
Jurisprudencia para la configuración de la coautoría, ya que no se probó
la existencia de un acuerdo previo, ni la distribución de funciones, ni un
aporte esencial dirigido a la consecución de un fin común.

Incluso, advierte la Corte, independiente de las rencillas anteriores o la


discusión que en ese momento pudo haberse presentado entre el
acusado y el hoy occiso, la dinámica de los hechos, por su desenlace
inmediato, debió también sorprenderlo, circunstancia que elimina
cualquier tipo de consciencia o voluntad dirigidos a asumirlos como
propios.

Tampoco es factible asumir pasible de atribución penal un supuesto


comportamiento cómplice, como lo adujo la procuradora, pues, para que
sea adecuada la atribución a este título, lo debido demostrar no es que
la persona estuvo presente cuando se ejecutó el hecho, sino que conocía
su naturaleza delictuosa y tuvo la voluntad -antes o durante su
ejecución- de contribuir al mismo, para lo cual se concertó con el autor
o autores y acordó su particular intervención en el mismo, así esta fuese
posterior, convenio que dentro del presente asunto no está acreditado
(CSJ SP1402-2017, Rad. 46099).

Por lo demás, debe aclararse a la representación del Ministerio Público,


que también la intervención a título de cómplice reclama de acuerdo
previo o concomitante, y no posterior, como parece darlo a entender en
su intervención.

En consecuencia, la Corte casará, por los cargos formulados, la


sentencia impugnada, para absolver a HRP, por el delito de homicidio
agravado».

JURISPRUDENCIA RELACIONADA: Rad: 21393 | Fecha: 13/09/2006


| Tema: PRINCIPIO DE RAZÓN SUFICIENTE – Concepto Rad: 21844 |
Fecha: 13/02/2008 | Tema: PRINCIPIO DE RAZÓN SUFICIENTE –
Concepto Rad: 34491 | Fecha: 26/10/2011 | Tema: PRINCIPIO DE
RAZÓN SUFICIENTE – Concepto Rad: 44036 | Fecha: 27/08/2014 |
Tema: PRINCIPIO DE RAZÓN SUFICIENTE – Concepto Rad: AP2981-
2018 | Tema: COAUTORÍA - Diferencia con la complicidad Rad: 39319 |
Fecha: 10/10/2012 | Tema: COAUTORÍA IMPROPIA - División del
trabajo: prueba para condenar Rad: SP151-2014 | Tema: COAUTORÍA
IMPROPIA - División del trabajo: prueba para condenar Rad: AP7084-
2017 | Tema: COAUTORÍA IMPROPIA - División del trabajo: prueba para
condenar Rad: SP4904-2018 | Tema: COAUTORÍA - Acuerdo puede ser
antecedente o concomitante al comportamiento / COAUTORÍA - Acuerdo
puede ser expreso o tácito Rad: SP2198-2020 | Tema: COAUTORÍA
IMPROPIA – Elementos / COAUTORÍA IMPROPIA - División del trabajo /
COAUTORÍA IMPROPÍA - División del trabajo: prueba para condenar
Rad: AP2981-2018 | Tema: COAUTORÍA IMPROPIA – Elementos /
COAUTORÍA IMPROPIA - División del trabajo / COAUTORÍA IMPROPÍA -
División del trabajo: prueba para condenar

RELEVANTE

Sala de Casación Penal


ID : 722841
M. PONENTE : DIEGO EUGENIO CORREDOR
NÚMERO DE PROCESO : 55532
NÚMERO DE PROVIDENCIA : SP372–2021
PROCEDENCIA : Tribunal Superior Sala Penal de
Cundinamarca
CLASE DE ACTUACIÓN : CASACIÓN
TIPO DE PROVIDENCIA : SENTENCIA
FECHA : 17/02/2021
FUENTE FORMAL : Ley 906 de 2004 art. 180 / Ley 599 de
2000 art. 210 / Constitución Política de
Colombia de 1991 art. 186, 234 Y 235

TEMA: FALSO JUICIO DE IDENTIDAD - Por tergiversación: su


demostración implica confrontar el texto exacto del contenido de la
prueba con el que leyó el juzgador / FALSO JUICIO DE IDENTIDAD -
Por tergiversación: se configura, cuando el fallador altera objetivamente
las afirmaciones del testigo y les da un sentido
distinto / TESTIMONIO - Apreciación probatoria / ACCESO CARNAL O
ACTOS SEXUALES ABUSIVOS CON INCAPAZ DE RESISTIR -
Demostración / COMPLICIDAD - No se configura

Tesis:
«En tratándose del falso juicio de identidad por tergiversación, su forma
de verificación se circunscribe a realizar un ejercicio de confrontación en
el que, primero se reproduce lo que textualmente dijo la prueba y,
después, lo que exactamente se le hizo decir por el sentenciador, para
mostrar si, a simple vista, existe falta de identidad entre esta y aquella,
de modo que se advierta la desarmonía.

En ese propósito, en punto de la testimonial de la que se duele el


impugnante, la sentencia de primera instancia meticulosamente se
encargó de citar:

[...]

Con este testigo se incorporó al paginario, además de las actas de


derechos del capturado y constancias de buen trato suscritas por los
acusados (evidencias n.° 8, 9 y 10 de la fiscalía), el informe de policía
de vigilancia en casos de captura en flagrancia -FPJ 5- (evidencia n.° 7
ídem), referido por el deponente en su declaración y del cual hizo
lectura en la sede de audiencia, en el que describió:

[...]

El fallo de primer grado también refirió lo testimoniado por WMSE , de la


siguiente forma.

[...]

Aunque párrafos atrás se trajeron a colación los argumentos basilares


del juez colegiado, necesario resulta citar lo textualmente dicho en la
sentencia de segunda instancia, habida cuenta que, en ello cimentó su
condena, de ahí la trascendencia del error demandado. Así discurrió el
Tribunal:

[...]

Lo transcrito permite sostener que el Tribunal apreció de forma


incorrecta las declaraciones de los gendarmes WAR y WMSE, únicos
testigos de visu de la escena en que se ejecutaron los hechos
investigados y juzgados, pues, aunado a que los procesados se
acogieron a su derecho a guardar silencio, EPGA, a pesar de que sí
atestiguó, intervino para brindar una acomodada versión, según la cual,
«tenía noción de las cosas» y de lo que sucedió aquella noche del 1 de
diciembre de 2013 en la que, según su dicho, no fue objeto de acto
sexual alguno, que simplemente dormía en el césped mientras sus
contertulios jugaban con sus tablets, en contravía de la prueba
testimonial y documental que con lujo de detalles se encargó de
contradecirla, razón por la cual, la fiscalía impugnó su credibilidad en el
escenario de la audiencia.

El cambio de la versión de la víctima, bien fue abordado por los


falladores de instancia, en el sentido de explicarse a partir del grado de
amistad que sostenía con DABB y de la carga que a futuro le deparaba
una posible condena por estos hechos, por ende, para la judicatura, en
unidad jurídica inescindible, logró probarse el estado de inconsciencia en
que se hallaba al momento de la ejecución del acto vejatorio, que
vulneró su libertad e integridad sexuales. En esencia, su declaración en
juicio, sometida a los criterios de apreciación de la prueba testimonial
(artículo 404 de la Ley 906 de 2004), fue desestimada ante su poca o
nula credibilidad.

En consecuencia, sólo se tiene la versión de los policiales que, como se


viera, de ninguna manera refieren de BB una posición vigilante en torno
al acontecimiento carnal, sino de actitud impasible frente a lo que
sucedía con su amiga, así: AR al mencionar que, apenas si contemplaba
el suceso, y SE, que se hallaba con su celular en la mano, sin recordar
qué hacía con el aparato.

La argumentación del Tribunal para proferir condena es del todo


desacertada, toda vez que, si bien, consideró que BB efectuó un aporte
que contribuyó a la realización del injusto típico, a través de un acuerdo
tácito y concomitante a los hechos, ello se fundamenta en que desplegó
el rol de «campana», y no de simple espectador o acaso sujeto
presencial en aquel lugar.

En otras palabras, en sentir del Tribunal el comportamiento reprochado


al acusado estriba, no en asumir una actitud pasiva, o mejor, contribuir
con su inacción a la ejecución punible, sino en una posición activa que
implicaba «vigilar», se entiende, para avisar la presencia de terceros
inoportunos o de la autoridad.

Es notorio, sin embargo, que ese actuar activo, en posición alerta, no


fue el descrito por los declarantes. Afirmar lo contrario implica, sin duda,
adicionar o, por lo menos, tergiversar sus testimonios.

Y, si lo pretendido por el ad quem consistió en tomar la información


como datos o «hechos indicadores» útiles para inferir que esa era la
precisa labor que ejecutaba, debió explicar el paso lógico de los datos a
la conclusión, lo que no hizo.
Aun cuando el delegado de la fiscalía ante esta sede indicó que el
Tribunal realizó inferencias, a partir de las cuales dedujo que el
procesado contribuyó de manera eficaz a la ejecución de los actos
sexuales abusivos, oteadas las mismas, ellas en nada corresponden con
la concluyente labor de vigilancia definida por el ad quem, que derivan,
se reitera, no de la labor inferencial -que demandaba del
correspondiente silogismo-, sino de una errada lectura de lo expuesto
directamente por los policiales.

El contenido de las expresiones brindadas por los agentes del orden, no


podía leerse de manera distinta a lo que, con verosimilitud y, sobre
todo, claridad, transmitieron en juicio; de ahí que se verifique el falso
juicio de identidad denunciado por el censor; esto es, el juez plural
distorsionó el alcance del contenido material del relato brindado por
aquellos, cuando sostuvo en la confutada sentencia que los testigos
dijeron «postura vigilante», pero, de su tenor literal ello no se extrae y,
a lo sumo, se deduce «postura de espectador».

Así las cosas, a simple vista existe falta de identidad entre lo que dijo la
prueba y lo que se le hizo decir por el sentenciador, en cualquier caso,
distinto de aquello que en realidad expresa.

Téngase en cuenta que la incidencia del yerro es de capital


trascendencia en la declaración de justicia, como quiera que, si la
categoría jurídica de complicidad gravitó, exclusivamente, en torno a la
contribución brindada al injusto típico a través de un inexistente
despliegue de vigilancia, al desaparecer este, el sentido del fallo habría
sido sustancialmente distinto».

JURISPRUDENCIA RELACIONADA: Rad: 51007 | Fecha: 05/06/2019


| Tema: SISTEMA PENAL ACUSATORIO - Hechos jurídicamente
relevantes: dependen de su correspondencia con los presupuestos
fácticos de la norma penal

RELEVANTE

Sala de Casación Penal


ID : 721063
M. PONENTE : LUIS ANTONIO HERNÁNDEZ BARBOSA
NÚMERO DE PROCESO : 57264
NÚMERO DE PROVIDENCIA : SP168-2021
PROCEDENCIA : Tribunal Superior Sala Penal de Bogotá
CLASE DE ACTUACIÓN : IMPUGNACIÓN ESPECIAL
TIPO DE PROVIDENCIA : SENTENCIA
FECHA : 03/02/2021
FUENTE FORMAL : Ley 600 de 2000 art. 398 / Ley 599 de
2000 art. 29, 30, 51, 61, 103, 104 /
Ley 906 de 2004 art. 7

TEMA: COAUTORÍA - Complicidad: diferencias / COAUTOR - Es


realmente un autor y procede la misma pena / COAUTORÍA -
Configuración / COAUTORÍA - Modalidades: propia e
impropia / COAUTORÍA - Concepto / COMPLICIDAD -
Concepto / COAUTORÍA - Se configura: cuando media conocimiento del
hecho, decisión de realización conjunta, dominio funcional y aporte
esencial en su ejecución / COAUTORÍA IMPROPIA - Se configura:
respecto de la labor del campanero / COMPLICIDAD - No se configura:
cuando se tiene dominio del hecho / PRINCIPIO DE NON
REFORMATIO IN PEJUS - Apelante único: no se puede hacer más
gravosa su situación

Tesis:
«[...]la degradación de la responsabilidad de las procesadas de
coautoras a cómplices se observa contraria a la postura jurisprudencial
vigente en Colombia, que de manera pacífica considera que la labor del
campanero corresponde a la coautoría y no a una participación
accesoria.

Lo anterior porque normalmente quien actúa como vigía conoce y quiere


la ejecución del crimen, sólo que por el reparto preacordado de tareas,
cumple la misión de estar atento a lo que sucede alrededor del lugar
donde se comete el ilícito a efectos de avisar sobre cualquier problema
que se presente, con lo cual asegura la ejecución del delito y evita el
sorprendimiento en flagrancia. Por ello, en virtud del principio de
imputación recíproca, la porción armónicamente realizada por cada uno
de los intervinientes es extensible a los restantes y todos son
responsables de los ilícitos cometidos como si los hubiese perpetrado
uno solo de ellos (CSJ 11/07/02, rad. 11862, 21/08/03, rad. 19213,
08/07/09, rad. 31085, 25/05/11, rad. 36277, SP16201-20149, entre
otras).

En ese orden, si el Tribunal consideraba que SP y NJRT hacían parte del


grupo «los japoneses» y que «su aporte a las actividades criminales de
la organziación consistió en avisar a sus compinches de la presencia de
la fuerza pública», debió condenarlas como coautoras, pues esos
comportamientos son propios de esa figura jurídica y no de una simple
complicidad.

Recuérdese que la coautoría se configura cuando varias personas


realizan la conducta, lo cual resulta claro, por ejemplo, cuando todos los
atacantes disparan sus armas de fuego contra la víctima -coautoría
propia-, pero no es tan evidente en los eventos en los que el delito se
realiza mediante el aporte conductual de diferentes sujetos en virtud de
la división de trabajo pactada -coautoría impropia-, evento en el que la
voluntad común une a todos los que intervienen con actos orientados a
su ejecución.

El artículo 29 del Código Penal establece que «son coautores los que,
mediando un acuerdo común, actúan con división del trabajo criminal
atendiendo la importancia del aporte», de suerte que lo esencial es que
los intervinientes despliegan su comportamiento unidos por una
comunidad de ánimo en la que dividen tareas, de forma que aunque los
actos parciales no serían suficientes por sí solos para determinar
objetivamente el hecho, la existencia de un reparto de funciones y suma
de esfuerzos sí lo son.

El cómplice, por su parte, es «quien contribuya a la realización de la


conducta antijurídica o preste una ayuda posterior, por concierto previo
o concomitante a la misma» -art 30 C.P.-, esto es, quien presta ayuda o
brinda apoyo no significativo para la realización de la conducta ilícita, sin
tener el dominio del hecho. Pero lo que sucede con el campanero es que
conoce el plan criminal y lo quiere, sólo que en el reparto de trabajo le
corresponde la labor de vigilar, situación que no lo exime de responder
por la coautoría del delito.

Con todo, como la defensa es la única parte apelante, en virtud del


principio de no reformatio in pejus, si la Sala ratifica la decisión del
Tribunal, no podría modificar ni la pena impuesta ni la modalidad de
participación señalada en la sentencia por ser menos gravosa que la que
correspondería por la coautoría».

JURISPRUDENCIA RELACIONADA: Rad: 25913 | Fecha: 15/05/2008


| Tema: PRINCIPIO DE CONGRUENCIA - Acusación y sentencia: alcance
Rad: 32685 | Fecha: 16/03/2011 | Tema: PRINCIPIO DE CONGRUENCIA
- Acusación y sentencia: alcance Rad: 26468 | Fecha: 27/07/2007 |
Tema: PRINCIPIO DE CONGRUENCIA - Acusación y sentencia: variación
de la calificación jurídica en la sentencia, procede siempre que se trate
de un delito de menor entidad, respete el núcleo factico de la imputación
y no implique afectación de derechos de las partes e intervinientes Rad:
45589 | Fecha: 30/11/2016 | Tema: PRINCIPIO DE CONGRUENCIA -
Acusación y sentencia: variación de la calificación jurídica en la
sentencia, procede siempre que se trate de un delito de menor entidad,
respete el núcleo factico de la imputación y no implique afectación de
derechos de las partes e intervinientes Rad: 11862 | Fecha: 11/07/2002
| Tema: COAUTOR - Es realmente un autor y procede la misma pena
Rad: 19213 | Fecha: 21/08/2003 | Tema: COAUTOR - Es realmente un
autor y procede la misma pena Rad: 31085 | Fecha: 08/07/2009 |
Tema: COAUTOR - Es realmente un autor y procede la misma pena Rad:
36277 | Fecha: 25/05/2011 | Tema: COAUTOR - Es realmente un autor
y procede la misma pena Rad: 40087 | Fecha: 20/11/2014 | Tema:
COAUTOR - Es realmente un autor y procede la misma pena Rad: 40702
| Fecha: 24/07/2013 | Tema: TESTIGO DE OÍDAS - Diferente a un
rumor Rad: 43514 | Fecha: 16/07/2014 | Tema: PRIVACION DEL
DERECHO A LA TENENCIA Y PORTE DE ARMAS - Marco de punibilidad
Rad: 43881 | Fecha: 11/03/2015 | Tema: PRIVACION DEL DERECHO A
LA TENENCIA Y PORTE DE ARMAS - Marco de punibilidad Rad: 48659 |
Fecha: 05/07/2017 | Tema: PRIVACION DEL DERECHO A LA TENENCIA
Y PORTE DE ARMAS - Marco de punibilidad

Sala de Casación Penal


ID : 722224
M. PONENTE : HUGO QUINTERO BERNATE
NÚMERO DE PROCESO : 56946
NÚMERO DE PROVIDENCIA : AP271-2020
PROCEDENCIA : Tribunal Superior Sala Penal de
Antioquia
CLASE DE ACTUACIÓN : CASACIÓN
TIPO DE PROVIDENCIA : AUTO INTERLOCUTORIO
FECHA : 03/02/2021
FUENTE FORMAL : Ley 599 de 2000 art. 29, 30, 104A,
literales a y e, y 104B literales c y g /
Ley 906 de 2004 art. 181-1 y 3, 183,
184-2
TEMA: APLICACIÓN INDEBIDA DE LA LEY - Técnica en
casación / VIOLACION DIRECTA DE LA LEY SUSTANCIAL - Implica
un juicio en derecho / VIOLACIÓN DIRECTA DE LA LEY
SUSTANCIAL - El demandante debe aceptar los hechos declarados en
la sentencia y la valoración de la prueba realizada por el
juzgador / / COAUTORÍA - Diferente a la participación como
determinador / AUTORÍA - Concepto de dominio del
hecho / PARTÍCIPES - Clases: determinador y el
cómplice / CÓMPLICE - Concepto / DETERMINADOR -
Concepto / COMPLICIDAD - No se configura: cuando se tiene dominio
del hecho / CASACIÓN - Interés para recurrir: identidad temática con
la apelación / APLICACIÓN INDEBIDA DE LA LEY - No se configura

Tesis:
«La violación directa por aplicación indebida de la norma planteada, es
propia de aquellos procesos de adecuación típica, cuando habiéndose
fijado los hechos, el juzgador realiza la valoración jurídica en aras de
ubicarlos dentro de las disposiciones legales, equivocándose en la
escogencia de la norma. En esta especie de violación directa es deber
del demandante demostrar que se aplicó indebidamente una disposición
y, a la par, señalar que se dejó de aplicar aquella que, si regulaba el
asunto, siendo claro en la mención de las normas a las que se refiere.

En este sentido, se advierte que el libelista se limitó a manifestar que


hubo un error al momento de tipificar el delito por el cual fue condenado
su prohijado, sin desarrollar su argumento, pues brilla por su ausencia
el desarrollo argumentativo que requiere este tipo de recurso, aunado a
que tratándose de una aplicación indebida de la norma debió señalar
cual fue la norma mal aplicada y cual debió ser la llamada a regular el
caso.

[...]

[…]vale la pena destacar que es regla incuestionable, por ser de la


lógica del ataque, que al invocar en sede de casación la causal primera,
su impugnación se restringe a razones de puro derecho, de manera que
ningún cuestionamiento tiene cabida en cuanto a los hechos, ni a los
medios probatorios, pues deben ser aceptados en la forma como fueron
reconstruidos los primeros y con la precisión y alcance que fueron
aprehendidos, estimados y apreciados por el juzgador, los segundos.

Por lo tanto, como es sobre la norma sustancial que se centra el debate


en estos casos, son límites infranqueables de razones jurídicas y lógicas
que la controversia no se extienda a supuestos fácticos o
cuestionamientos probatorios. De otra manera habrá de acudirse, por
ejemplo, al cuerpo tercero del art. 181 del C.P.P. Pautas que claramente
no fueron observadas por el recurrente.

A pesar de que el demandante invoca la violación directa de la ley


sustancial, el reclamo no se fundamenta en aspectos de inconformidad
entre la sentencia y las leyes aplicables. La sustentación se desvía de la
modalidad de error planteada y, en lugar de argumentar por qué el
ejercicio de selección normativa aplicado por los falladores es
equivocado, se refiere al tema fáctico[…]

[...]

[…]el Tribunal consideró que de la valoración probatoria se encontraba


plenamente acreditada la responsabilidad penal del señor IDRO en su
calidad de determinador en las conductas punibles que fueron objeto del
pliego acusatorio.

[...]

Es evidente que el censor se equivoca al equiparar la coautoría con la


participación, pues partiendo de la teoría del dominio del hecho, es
indispensable distinguir entre autor y partícipe, empezando por señalar
que el primero es todo aquel que ejecute la conducta con dominio del
hecho (artículo 29 del Código Penal) y el segundo es el que preste una
colaboración no esencial en la realización de la misma sin tener tal
dominio (artículo 30 ibídem). (CSJ SP2339. 1 de julio del 2020, Rad.
51444).

Así las cosas, quienes no dominan objetivamente el hecho son


cómplices, si prestan una ayuda o brindan un apoyo que no es de
significativa importancia para la realización de la conducta ilícita, o
determinadores, si mediante instigación, mandato, inducción, consejo,
coacción, orden, convenio o cualquier medio idóneo, logran que otra
realice material y directamente la conducta desvalorada descrita en un
tipo penal. (CSJ SP2339. 1 de julio del 2020, Rad. 51444).

Por lo tanto, si estamos frente a varios agentes infractores de la norma


penal, a cada quien se le debe atribuir la responsabilidad teniendo en
cuenta su accionar y el grado de participación. Pues, frente a un solo
hecho, se pueden predicar distintas formas de participación en atención
al actuar de cada uno de los sujetos responsables. Por lo tanto, puede
darse autores y participes respecto de una misma situación fáctica.
Aunado a lo anterior, se advierte que el libelista carece de interés
jurídico para recurrir, ya que no formuló esta censura en el recurso de
apelación, por lo que sus reparos no cumplen el principio de unidad
temática, lo que se traduce en el deber de coherencia entre los motivos
que dieron origen a la alzada y los que se exponen a la Corte como
fundamento de la censura. (CSJ SP 17 de junio de 2020, Rad. 54332).

Por tanto, respecto al primer cargo, y en virtud a que el demandante no


cumplió con la técnica casacional, exponiendo únicamente su punto de
vista respecto a la forma como debió haber sido condenado su
defendido, la demanda será inadmitida».

JURISPRUDENCIA RELACIONADA: Rad: 51444 | Fecha: 01/07/2020


| Tema: COAUTORÍA - Diferente a la participación como determinador
Rad: 51444 | Fecha: 01/07/2020 | Tema: PARTÍCIPES - Clases:
determinador y el cómplice Rad: 54332 | Fecha: 17/06/2020 | Tema:
CASACIÓN - Interés para recurrir: identidad temática con la apelación
Rad: 54545 | Fecha: 25/09/2019 | Tema: PRUEBA INDICIARIA - Técnica
en casación / INDICIO - Hecho indicador: técnica en casación distinto al
hecho indicado y a la inferencia lógica Rad: 25619 | Fecha: 29/06/2006
| Tema: PRUEBA INDICIARIA - Técnica en casación / INDICIO - Hecho
indicador: técnica en casación Rad: 36578 | Fecha: 05/09/2012 | Tema:
FALSO RACIOCINIO - Técnica en casación Rad: 37948 | Fecha:
27/02/2013 | Tema: FALSO RACIOCINIO - Técnica en casación

RELEVANTE

Sala de Casación Penal


ID : 718216
M. PONENTE : LUIS ANTONIO HERNÁNDEZ BARBOSA
NÚMERO DE PROCESO : 51642
NÚMERO DE PROVIDENCIA : SP4763-2020
PROCEDENCIA : Tribunal Superior Sala Penal de
Barranquilla
CLASE DE ACTUACIÓN : CASACIÓN
TIPO DE PROVIDENCIA : SENTENCIA
FECHA : 02/12/2020
FUENTE FORMAL : Ley 906 de 2004 art. 404 / Ley 599 de
2000 art. 29 Y 57

TEMA: COAUTORÍA - Acuerdo puede ser antecedente o concomitante


al comportamiento / COAUTORÍA - Diferente a la
complicidad / AUTORÍA - Teoría del dominio del hecho / COAUTORÍA -
Requisitos: objetivo, codominio funcional del hecho / COAUTORÍA -
Diferente a la complicidad: teoría subjetiva o del animus
auctoris / COAUTORÍA - Diferente a la complicidad: teoría del dominio
del hecho / COMPLICIDAD - Concepto / COAUTORÍA - Se configura:
cuando se tiene dominio del hecho / COMPLICIDAD - No se configura:
cuando se tiene dominio del hecho / HOMICIDIO AGRAVADO - Se
configura

Tesis:
«Al concluir su intervención digital en el traslado de las demandas, el
Procurador Delegado sugirió a la Corte casar parcialmente el fallo, en el
sentido de reconocer a MMM y DJY como cómplices del delito contra la
vida y realizar el correspondiente ajuste punitivo, por considerar que
hay duda acerca de “la intensidad y grado del aporte proporcionado al
autor directo” por parte de los mencionados acusados.

Sobre el particular encuentra la Sala que no hay lugar a acceder a tal


solicitud, pues conforme se ha expuesto en esta decisión, quedó
suficientemente probado el rol desempeñado por cada uno de los
procesados, sin desconocer, desde luego, que quien tenía el móvil para
la agresión era DA.

En efecto, entre OPC y OADA había una animadversión de años atrás,


pero cuando en la madrugada del 2 de marzo de 2014, el último, junto
con DY y MM vieron a los P en una bicicleta, YM los sujetó hasta que
cayeron y procedió a retener al muchacho, mientras los otros dos
comenzaron a golpear en el piso a PC que estaba embriagado.

Una vez PP se soltó y huyó, DY se incorporó a la tarea conjunta de


golpear a la víctima hasta que perdió el sentido y entonces fue recogida
por su hijo, quien la llevó al Hospital General de Barranquilla a donde
ingresó en estado de coma y meses después falleció.

De tal reconstrucción de los sucesos ninguna duda hay acerca de que


YM y MM actuaron como coautores, esto es, que realizaron la conducta
matadora, luego resultaría inconsistente tratarlos como cómplices.
En tal sentido es pertinente recordar que la denominada teoría subjetiva
o del animus auctoris que distinguía entre autor y cómplice dependiendo
de si se actuaba en delito propio o ajeno, planteó varias dificultades y
entonces fue revaluada por la teoría del dominio del hecho, en la cual es
autor quien tiene ese dominio (directo, funcional o de la voluntad), y es
cómplice quien carece de él.

Dominar el hecho significa estar en posesión de las calidades personales


y materiales para suspender el comportamiento en cualquier momento
del iter críminis, pues se tiene la capacidad de definir el cómo, cuándo y
dónde.

Es cómplice quien contribuye a la realización de la conducta punible de


otro, o presta una ayuda posterior cumpliendo promesa anterior, es
decir, no realiza el comportamiento descrito en el tipo, ni tiene dominio
en la producción del resultado, porque su conducta no es propiamente la
causa de un resultado típico, sino una condición del mismo .

En suma, en la decisión citada por el Procurador Delegado se concluyó


que únicamente quien tiene el dominio del hecho puede tener la calidad
de coautor, mientras el cómplice se limita a prestar una ayuda o brinda
un apoyo que no es de significativa importancia para la realización de la
conducta ilícita, es decir, participa sin tener el dominio propio del
hecho .

Así las cosas, es claro que MM Y DY tenían dominio del hecho, razón por
la cual estuvo bien que fueran acusados y condenados como coautores».

JURISPRUDENCIA RELACIONADA: Rad: 50394 | Fecha: 25/07/2018


| Tema: COAUTORÍA - Se configura: cuando se tiene dominio del hecho
Rad: 44602 | Fecha: 10/12/2014 | Tema: TESTIMONIO - Apreciación
probatoria: testigo único Rad: 48587 | Fecha: 13/02/2019 | Tema: IRA
O INTENSO DOLOR - Configuración: no tiene reconocimiento a partir de
personalísimos sentimientos ni para favorecer temperamentos
impulsivos, iracundos, irascibles, irritables o coléricos Rad: 22783 |
Fecha: 13/02/2008 | Tema: IRA O INTENSO DOLOR - Elementos que se
deben tener en cuenta para su reconocimiento / IRA O INTENSO DOLOR
- Configuración: es necesario acreditar la relación causal entre el acto de
provocación y la reacción Rad: 34614 | Fecha: 11/05/2011 | Tema: IRA
O INTENSO DOLOR - Elementos que se deben tener en cuenta para su
reconocimiento / IRA O INTENSO DOLOR - Configuración: es necesario
acreditar la relación causal entre el acto de provocación y la reacción
Rad: 50394 | Fecha: 25/07/2018 | Tema: IRA O INTENSO DOLOR -
Intenso dolor: concepto / IRA O INTENSO DOLOR - Ira: concepto / IRA
O INTENSO DOLOR - Elementos que se deben tener en cuenta para su
reconocimiento / IRA O INTENSO DOLOR - Configuración: es necesario
acreditar la relación causal entre el acto de provocación y la reacción

Sala de Casación Penal


ID : 699820
M. PONENTE : PATRICIA SALAZAR CUELLAR
NÚMERO DE PROCESO : 50659
NÚMERO DE PROVIDENCIA : SP2295-2020
PROCEDENCIA : Tribunal Superior Sala Penal de Pereira
CLASE DE ACTUACIÓN : CASACIÓN
TIPO DE PROVIDENCIA : SENTENCIA
FECHA : 08/07/2020
FUENTE FORMAL : Pacto Internacional de Derechos Civiles
y Polìticos art. 14 núm. 7 / Convención
Americana sobre Derechos Humanos.
art. 8 / Ley 599 de 2000 art. 30,
51,52-3, 58, 61, 168, 170, 241.10,
269 Y 349 / Ley 906 de 2004 art. 351 /
Ley 890 de 2004 art. 3

ASUNTO:
Los problemas jurídicos que le corresponde abordar a la Corporación a
petición del recurrente están relacionados con: (i) la legalidad del
acuerdo celebrado entre la fiscalía y la defensa y los límites que tiene la
Fiscalía General de la Nación para conceder beneficios punitivos en las
negociaciones; (ii) la rebaja de pena prevista en el artículo 269 del C.P.;
(iii) las circunstancias de agravación punitivas específicas y genéricas
frente al principio nom bis in idem, y (iv) la determinación de la pena
accesoria de inhabilitación para el ejercicio de derechos y funciones
públicas, examen bajo el cual se resolverá (v) el caso concreto.

TEMA: NON BIS IN IDEM - Alcance y significado / NON BIS IN


IDEM - Elementos: identidad de objeto, persona y causa / NON BIS IN
IDEM - Excepciones / NON BIS IN IDEM - No se vulnera: cuando se
aplica el agravante genérico de obrar en coparticipación criminal a un
delito monosujetivo, que fue cometido entre varias personas / NON BIS
IN IDEM - Se vulnera: cuando se aplica el agravante genérico de obrar
en coparticipación criminal a un delito monosujetivo, agravado por la
coparticipación criminal / NON BIS IN IDEM - Se vulnera: cuando se
aplica el agravante genérico de obrar en coparticipación criminal a un
delito en el cual ésta hace parte del tipo / HURTO - Non bis in ídem: no
se vulnera si al momento de dosificar la pena se aplica el agravante
genérico de obrar en coparticipación criminal / HURTO - Agravado: por
dos o más personas que se hubieren reunido o acordado para cometer el
hurto, non bis ídem se vulnera si al momento de dosificar la pena se
aplica el agravante genérico de obrar en coparticipación criminal / NON
BIS IN IDEM - Delitos monosubjetivos: la coparticipación criminal no
interfiere en su estructuración típica / HURTO - Simple: la
coparticipación criminal no interfiere en su estructuración
típica / HURTO - Agravado: por la coparticipación criminal, se vulnera el
non bis in ídem, si al momento de dosificar la pena se aplica también el
agravante genérico / SECUESTRO SIMPLE - Non bis in ídem: no se
vulnera, si al momento de dosificar la pena se aplica el agravante
genérico de obrar en coparticipación criminal / COMPLICIDAD - Non
bis in ídem: no se vulnera por la aplicación de la circunstancia de mayor
punibilidad de la coparticipación criminal

Tesis:
«La violación del principio non bis in idem en la aplicación de las
circunstancias genéricas y específicas de agravación punitiva

Esta garantía fundamental consagrada en el artículo 29 de la


Constitución Política y elevada a norma rectora en el artículo 8º del
Código Penal: “A nadie se le podrá imputar más de una vez la misma
conducta punible, cualquiera sea la denominación jurídica que se le dé o
haya dado, salvo lo establecido en los instrumentos internacionales», se
traduce en la prohibición para ser investigado o juzgado dos veces por el
mismo hecho.

Lo anterior en claro desarrollo de los artículos 14, numeral 7° del Pacto


Internacional de Derechos Civiles y Políticos: «Nadie podrá ser juzgado
ni sancionado por un delito por el cual haya sido ya condenado o
absuelto por una sentencia firme de acuerdo con la ley y el
procedimiento penal de cada país» y 8°, numeral 4° de la Convención
Americana de Derechos Humanos: «El inculpado absuelto por sentencia
firme no podrá ser sometido a nuevo juicio por los mismos hechos».

Tal interdicción obedece también al principio de seguridad jurídica ya


que no es jurídicamente viable que un mismo hecho sea objeto de
persecución penal simultánea o diferida por las autoridades judiciales.
Acerca de la interrelación entre tales apotegmas la Sala ha destacado la
trilogía para su aplicación, siempre que concurra: i) identidad de sujeto;
ii) identidad de objeto; iii) identidad de fundamento.

Diversas son las aristas que patentizan tal garantía: i) no ser


investigado o perseguido dos o más veces por el mismo hecho, por un
mismo o por diferentes funcionarios; ii) no extraer de una misma
circunstancia dos o más consecuencias en contra del procesado o
condenado; iii) no ser juzgado de nuevo si media una sentencia
ejecutoriada por el mismo hecho; iv) no someter a nueva pena por el
mismo comportamiento; v) no ser investigado, juzgado o sancionado
pluralmente por un hecho que en estricto sentido es único. (CSJ SP 25
mar. 2007, rad. 25629; SP 25 jul. 2007, rad. 27383, y SP 8 jun. 2016,
rad. 47545, entre otras.)

Conforme con lo anterior, una de las formas de vulneración al principio


non bis in idem consiste en aplicar a un mismo supuesto fáctico dos
consecuencias punitivas distintas, lo cual ocurre, por ejemplo, cuando al
hecho que sustenta una circunstancia de agravación específica, también
se le reconocen efectos para atribuir una circunstancia de mayor
punibilidad, situación frente a la cual se activa la prohibición de
concurrencia, como de tiempo atrás lo ha considerado esta Corporación
(CSJ AP 18 abr. 2012, rad. 38256):

[...]

Entonces, hay veda cuando un mismo supuesto fáctico ha sido previsto


como circunstancia de mayor punibilidad y como causal específica de
agravación. Se vulneraría el principio de doble valoración cuando
concurra la circunstancia prevista en el numeral 10 del artículo 58 del
Código Penal «obrar en coparticipación criminal», con alguna causal de
agravación especifica de idéntica naturaleza, porque tal precepto dirime
la sincronía al establecer que las allí enumeradas serán tenidas en
cuenta «siempre que no hayan sido previstas de otra manera».

No obstante, la coparticipación criminal predicada para agravar delitos


que protegen bienes jurídicos diferentes, o para aumentar la punibilidad
de los mismos, no atenta contra la garantía de doble valoración porque
se trata de conductas independientes cometidas en tiempos y espacios
disimiles. Así lo ha considerado la Sala:

[...]
En los delitos de hurto y secuestro simple, la coparticipación criminal es
una circunstancia accidental cuya presencia no interfiere en su
estructuración típica, por ser conductas de sujeto activo monosubjetivo.

Mientras que en el hurto la coparticipación criminal es una de las


circunstancias prevista como agravante específica del tipo (art. 241-10),
razón por la cual, ante su imputación es inviable aplicar mayor
punibilidad acudiendo al numeral 10° del artículo 58, en el secuestro no
opera como agravante de la pena, sino como criterio de mayor
punibilidad, cuya presencia afecta la escogencia del cuarto punitivo
durante el ejercicio de dosificación de la sanción.

Lo anterior, tratándose de tipos penales monosubjetivos, pues la


situación varía frente a los eventos en los que la coparticipación criminal
hace parte del tipo, como en el concierto para delinquir en cuyo caso es
patente la prohibición de tenerla en consideración doblemente, valga
decir, como parte estructurante del tipo y como causal de agravación,
[...].

[...]

En síntesis, la agravación edificada sobre la participación plural, es de


índole objetiva, su razón de ser responde a que cuando la conducta es
realizada por varios sujetos ello facilita la vulneración del bien jurídico,
al tiempo que limita o dificulta la reacción o defensa del sujeto pasivo de
la acción. Así lo señaló esta Corporación:

…[E]s mayor el compromiso penal para quien realiza el hecho con la


colaboración de varias personas, independientemente del aporte que
éstas hayan efectuado, porque así se asegura el éxito del plan criminal,
la certeza de la realización del hecho, el logro de la impunidad y coloca a
la víctima en estado de indefensión. Entre más individuos colaboren en
el acto delictivo, mayor será el menoscabo sufrido por el bien jurídico, lo
cual se traduce en un mayor grado de cuantificación penal. (CSJ SP 10
oct 2001, rad 10522)».

RELEVANTE

Sala de Casación Penal


ID : 698751
M. PONENTE : JOSÉ FRANCISCO ACUÑA VIZCAYA
NÚMERO DE PROCESO : 52897
NÚMERO DE PROVIDENCIA : SP2136-2020
PROCEDENCIA : Tribunal Superior Sala Penal de Bogotá
CLASE DE ACTUACIÓN : CASACIÓN
TIPO DE PROVIDENCIA : SENTENCIA
FECHA : 01/07/2020
FUENTE FORMAL : Convención sobre la Eliminación de
todas las formas de Discriminación
contra la Mujer. / Convención
Interamericana para prevenir,
sancionar y erradicar la violencia
contra la mujer, “Convención de Belém
o de Pará”. / Constitución Política de
Colombia de 1991 art. 13 y 43 / Ley
1257 de 2008 / Ley 599 de 2000 art.
205, 212A y 404 / Ley 1719 de 2014
art. 13, 17, 18 y 19

ASUNTO:
Básicamente, los reproches planteados en la demanda tienen que ver
con la demostración de la «violencia» que integra la estructura típica de
delito imputado. En ese punto, la Corte observa que el fallador de
segundo grado, conforme lo alega con acierto la recurrente, cercenó
ostensiblemente el testimonio de la víctima y, además, incurrió en
razonamientos contrarios a la perspectiva de género al valorar las
pruebas, con lo cual cometió plurales errores de hecho por falso
raciocinio. Del análisis de estos dislates se ocupará la Sala en primer
lugar y, para ello, (i) explicará la relación entre el enfoque de género y
el falso raciocinio; (ii) expondrá los fundamentos probatorios y
argumentativos de la sentencia recurrida, y (iii) evidenciará los yerros
cometidos por el Tribunal. Posteriormente, la Corporación abordará el
estudio de otro problema jurídico, inescindiblemente asociado a los
planteamientos de la demanda, exteriorizado de manera explícita por el
Fiscal interviniente en sede de casación y derivado del tenor del fallo
atacado, relativo a la adecuada comprensión de la tipicidad objetiva del
delito de acceso carnal violento. Finalmente, examinará la prueba
practicada en el juicio para establecer si es procedente casar el fallo
cuestionado.

TEMA: PRUEBA - Apreciación probatoria: las pruebas deben ser


apreciadas en conjunto / TESTIMONIO - Criterios para su
apreciación / TESTIMONIO - Víctima de delito sexual: apreciación
probatoria, en conjunto con los demás elementos de
prueba / TESTIMONIO - Apreciación probatoria, para determinar la
credibilidad del relato de la víctima / PRUEBA PERICIAL - Dictamen de
psicología forense / DELITOS SEXUALES - Víctima: tiempo que tarda
en instaurar la denuncia carece de eficacia para afectar la credibilidad de
su testimonio / SENTENCIA - Grado de certeza: basado en la
valoración probatoria / ACCESO CARNAL VIOLENTO - Se configura:
cuando la interacción sexual sucede, en contra de la voluntad discernible
de la víctima de no asentir en ésta / AUTORÍA - Diferente a complicidad
/ CASACIÓN - Sentencia: la Corte casa la de carácter absolutorio
proferida por el Tribunal y restablece la condenatoria de primera
instancia

Tesis:

«La valoración de la prueba en el caso concreto.

La Sala encuentra, desde la valoración conjunta e integral de la prueba


(efectuada con supresión de los errores valorativos e intelectivos en que
incurrió el Tribunal), que el acceso carnal del que fue víctima HJH
corresponde a la descripción típica del artículo 205 del Código Penal. En
tal virtud, casará el fallo de segunda instancia y reestablecerá la
vigencia de la condena emitida por el Juez de primer grado.

Las circunstancias precedentes a la comisión del delito no son objeto de


controversia y en su descripción coinciden todos los testimonios
practicados.

[...]

Del relato de la ofendida surge inequívoca la materialidad del delito


investigado y la responsabilidad de los acusados en su comisión. En
efecto, HJ comunicó la voluntad discernible e indiscutible de no ser
penetrada por JB: no sólo lo hizo verbalmente de manera repetida y
explícita, sino que acompañó esa comunicación oral con resistencia física
mediante la asunción de una postura corporal con la cual quiso evitar el
acceso carnal.

A pesar de lo anterior, el último nombrado, con total desprecio por la


libertad y autodeterminación sexual de la víctima, quebrantó su
voluntad - primero volteándola y después agarrándola por el dorso -,
hasta que aquélla logró zafarse y poner fin a la penetración no
consentida.
La hipótesis defensiva - consistente en que el intercambio sexual entre
JEB y HJ fue de mutuo acuerdo - se llevó al juicio a través del testimonio
de HFBM. Éste admitió la existencia de una relación erótica casual con la
víctima y también dio cuenta de las circunstancias anteriores al hecho
investigado en los términos ya descritos.

[...]

Pues bien, ante a la existencia de dos versiones divergentes y


mutuamente excluyentes sobre el hecho - una según la cual fue violento
y, la otra, consentido - la Sala observa plurales razones, que se explican
a continuación, por las que se impone otorgar credibilidad al testimonio
de la víctima sobre el de BM.

(i) En primer lugar, no se avizoran motivos probatoriamente


sustentados para inferir que HJH buscare perjudicar a los acusados con
una sindicación falaz.

En efecto, la nombrada dio cuenta - y en ello coincidió el propio BM - de


que antes de los hechos sostenía con aquél una relación de intimidad
sexual consensual, e incluso, que antes de ello fueron amigos por
muchos años. Se trata de una persona a quien, a su decir, conoce desde
los catorce años, y quien además tenía también buenas relaciones son
sus padres y colaterales, tanto así, que GDHT, hermana de la víctima,
aseguró que «era como de la familia».

Tampoco respecto de JFBB se pueden deducir circunstancias indicativas


de una acusación falaz. Sobre él, HJ se limitó a decir que apenas lo
había visto «tres o cuatro veces». No tenían vínculo alguno - positivo o
negativo - y escasamente habían interactuado.

(ii) El dicho de HJH es, en sí mismo y en atención a los criterios de


valoración de la prueba testimonial previstos en el artículo 404 del
Código Penal, creíble.

En el curso de su intervención durante la vista pública, la perjudicada


rindió una declaración fluida y espontánea, incluso, revestida de
respaldo emocional, al punto en que no pudo contener el llanto.

Además, en la descripción que hizo se observa el propósito de ofrecer


un relato objetivo y ceñido a su percepción de la realidad; no obstante
admitir sentimientos de rabia por la agresión, fue transparente al
explicar, por ejemplo, que los acusados no la amenazaron de ninguna
forma, que no gritó ni pidió auxilio, ni «fue agresiva» con ninguno de
ellos, premisas, todas estas, que podrían debilitar probatoriamente su
caso y que de todas formas afirmó sin ambages.

(iii) La interposición de la denuncia implicó para HJ la revelación, tanto a


las autoridades como a sus parientes más allegados, de circunstancias
personales y detalles de su vida íntima que pretendía mantener en el
ámbito privado, concretamente, la relación sexual casual que sostenía
con HFB, de cuya existencia «nunca le contó a nadie» .

De hecho, explicó que únicamente denunció lo ocurrido luego de cuatro


meses - el 3 de abril de 2015 - porque quiso «hacer(se) la fuerte,
(convencerse de) que no había pasado nada, que eso había sido una
estupidez» , pero además, porque tenía miedo de que su padre
asumiera un comportamiento violento en contra de los enjuiciados.

[...]

Desde luego, la Sala no desconoce que, en criterio del Tribunal, las


afectaciones emocionales exteriorizadas por la víctima pueden explicarse
(entre otras razones ya descartadas) en que «(estuvo) a punto de ser
sorprendida por ACTM, (su) progenitora» . Con todo, la valoración
objetiva del testimonio de esta última hace evidente que tal apreciación
no tiene sustento. Esto fue lo que la madre manifestó en la vista
pública:

[...]

En consecuencia, no es razonable sostener que los padecimientos


mentales de la ofendida hayan estado determinados por esa
circunstancia, ni tampoco que se haya decidido a presentar una falsa
denuncia contra los acusados para encubrir una actividad sexual
consensual de la que, en cualquier caso, su madre no se habría
percatado.

(vi) La explicación alternativa ofrecida por HFBM no es verosímil.

[...]

Las razones expuestas son suficientes para otorgar credibilidad al


testimonio de la víctima - que se muestra consistente, coherente y tiene
respaldo indirecto en otros medios de prueba - y para descartar,
consecuentemente, la versión ofrecida por HFBM, la cual, por carecer de
rasgos de verosimilitud, resulta insuficiente para sustentar una hipótesis
alternativa plausible consistente con la inocencia.

La prueba practicada demuestra, en el grado de certeza exigido para tal


fin, que JEBB accedió carnalmente a HJHT en contra de su voluntad
discernible (comunicada tanto verbal como corporalmente) de no
sostener con él la interacción sexual. Esa voluntad fue ignorada por
aquél y superada mediante la imposición física con la complicidad de su
primo HFBM. Este último, lejos de actuar para evitar el resultado, aportó
a su consumación, no sólo logrando la presencia de la ofendida en la
habitación, sino también burlándose de ella y diciéndole reiteradamente
que «se dejara», lo cual indudablemente contribuyó al quebrantamiento
de su voluntad.

No sobra agregar que asistió razón a la Juez a quo al afirmar que, en


realidad, «el aporte de BM lo ubica en calidad de autor y no de cómplice,
al contar con dominio del hecho», pero «como quiera que fue imputado
como cómplice», no queda solución distinta que condenarlo en esos
términos.

Así las cosas, y como se anunció anteriormente, se casará el fallo de


segunda instancia para reestablecer la vigencia del condenatorio emitido
por la falladora de primer grado ».

Sala de Casación Penal


ID : 697360
M. PONENTE : EUGENIO FERNANDEZ CARLIER
NÚMERO DE PROCESO : 47050
NÚMERO DE PROVIDENCIA : SP1271-2020
PROCEDENCIA : Tribunal Superior Sala Penal de Cali
CLASE DE ACTUACIÓN : CASACIÓN
TIPO DE PROVIDENCIA : SENTENCIA
FECHA : 10/06/2020
FUENTE FORMAL : Ley 599 de 2000 art. 30, 38B, 38G,
103, 104-7 Y 365 / Ley 890 de 2004
art. 14 / Ley 906 de 2004 art. 404 /
Ley 890 de 2004 art. 14 / Decreto 546
de 2020
TEMA: FALSO JUICIO DE IDENTIDAD - No se configura por
desacuerdo en la valoración probatoria / DEMANDA DE CASACIÓN -
Principio de corrección material: obligación de que corresponda a la
realidad procesal / TESTIMONIO - Apreciación probatoria: criterios que
deben ser observados para su apreciación, comportamiento del testigo
durante el interrogatorio y contrainterrogatorio, forma de sus respuestas
y personalidad / COMPLICIDAD - Demostración / HOMICIDIO - Se
configura

Tesis:
«Luego de revisar la inconformidad expuesta en la demanda, la Sala
observa que no le asiste razón al recurrente acerca del falso juicio de
identidad denunciado en relación con la valoración de las pruebas en las
que está sustentada la decisión de condena contra JFAV como cómplice
del delito de homicidio del que fue víctima MEQG.

Para empezar, importa precisar que la especie de error de hecho


alegada implica la desfiguración de la expresión material de la prueba o
medios de prueba respecto de los cuales se predica, bien por adición de
aspectos ajenos a su contenido, ya por el cercenamiento de
circunstancias relevantes del mismo, ora por tergiversación o distorsión
de su auténtico tenor.

En el presente asunto hay consenso del demandante y los otros


intervinientes en el acto de sustentación, en cuanto a que frente a los
testimonios de TGC y MGT los juzgadores ignoraron o dejaron de
apreciar, de la primera, sus contradicciones en relación con la entrevista
que rindió antes del juicio, así como su comportamiento y las
afirmaciones ilógicas en las que incurrió en su testimonio, mientras que
de la segunda no repararon en que sus señalamientos contra el
procesado no tienen como sustento su percepción directa del obrar
reprochado, sino que se derivan de lo que le contó la primera.

Así mismo el demandante, en lo cual coincide el agente del Ministerio


Público, considera que los jueces de instancia distorsionaron los
testimonios de los agentes de la Policía FESM y CEVH , al asegurar que
sus versiones confirman las de las antes citadas, cuando en realidad
ellos también serían —como lo predican de MGT— simples testigos de
referencia porque trasmiten apenas lo que aquéllas les narraron.

Pues bien, revisada la valoración consignada en las sentencias de


primero y segundo grado respecto de los medios de prueba de los que
se alega el mencionado yerro, en contraste con el contenido de los
correspondientes elementos de persuasión, se advierte que los
falladores fueron fieles a los aspectos relevantes de los mismos.

[...]

Como se observa, ninguna distorsión o tergiversación hicieron los


juzgadores, pues la relevancia de esos medios de prueba, de acuerdo
con las consideraciones plasmadas en las respectivas sentencia, radica
en que la investigación, desde la ocurrencia de los hechos, estuvo
orientada hacia personas debidamente individualizadas, con base en los
señalamientos de terceros y de familiares de MEQG, acerca de los
probables responsables del homicidio agotado en aquel, sin que el
testimonio de los citados servidores públicos haya sido, como
expresamente lo destacaron tanto el juez de primer grado como el de
segunda instancia, el fundamento directo para endilgar responsabilidad
al acusado.

De manera contraria a la queja expuesta en la demanda, son los


testimonios de MGT y TGC, particularmente el de ésta, los citados en los
fallos de instancia para, de una parte, corroborar, la veracidad de los
resultados de las labores investigativas realizadas por los funcionarios
de la Policía en ciernes, y de otra, para estructurar o fundamentar la
sindicación contra el acusado por su participación en el delito contra la
vida dilucidado en el presente asunto.

[...]

Para el demandante —así como para el Delegado de la Procuraduría que


intervino en casación— el falso juicio de identidad en relación con la
citada declaración por parte de los juzgadores de instancia —los cuales,
dicho sea de paso, en esencia, ponderaron los aspectos atrás reseñados
—, se habría configurado, en esencia: (i) por no tener en cuenta la
“actitud” de la testigo durante la impugnación de credibilidad ejercida
por la defensa; y (ii) por la “contradicción” que, aseguran, existe entre
lo manifestado en una entrevista previa al juicio, en la que no señaló ni
aludió al aquí procesado como partícipe del suceso, y lo indicado en el
testimonio sobre su señalamiento contra éste, circunstancias que serían
demostrativas de que la testigo no estuvo en el lugar de los hechos,
antes, durante o con posterioridad a los mismos.

9.2.3.1. Acerca del primer aspecto, en el registro de vídeo del


testimonio en ciernes se constata que, tras anunciar el defensor del
acusado la impugnación de credibilidad con una entrevista del 28 de
enero de 2013 , el agente del Ministerio Público interpeló pues dijo
“percibir” “un semblante en la testigo” por lo que solicitó “exhortarla” a
que “se ponga tranquila” ya que “incluso estuvo al borde del llanto” ,
acotación que por parte del director de la diligencia no mereció dejar
constancia alguna ni la reconvención de la declarante en uno u otro
sentido, y ordenó continuar con el trámite respectivo.

Ahora bien, independientemente de si la observación del Ministerio


Público acerca del “semblante” que notó en la testigo corresponde
objetiva y realmente a una actitud o estado de ánimo de la declarante,
lo relevante es que un aspecto de esa estirpe no tiene que ver con el
contenido material o tenor de la prueba testimonial, y por tanto carece
de trascendencia frente a la naturaleza y fines del falso juicio de
identidad denunciado, el cual, como se sabe, se esgrime para demostrar
que al medio de prueba se le hizo decir lo que en verdad no dice.

Circunstancias de la especie resaltada por el demandante están


previstas en el artículo 404 de la Ley 906 de 2004, como criterios para
la “Apreciación del testimonio”, entre los cuales se halla “el
comportamiento del testigo durante el interrogatorio y el
contrainterrogatorio, la forma de sus respuestas y su personalidad”,
aspectos que, como lo indica el epígrafe de la norma, no son otra cosa
que herramientas para que, con interacción de los postulados que
integran la sana crítica, el funcionario determine o establezca el mérito,
valor o importancia que corresponde a la respectiva declaración.

Desde esa perspectiva, la falta de atención de los aludidos criterios, a lo


sumo, puede llegar a constituir un falso raciocinio, siempre, claro está,
que quien lo alegue identifique la ley científica, la regla de la lógica o la
máxima de la experiencia indebidamente aplicada o dejada de aplicar, y
que en conexión con uno cualquiera de los factores previstos en la
norma, permita concluir que el mérito otorgado al testimonio es errado,
ejercicio demostrativo que no aparece si quiera insinuado en parte
alguna de la queja o en la intervención del Delegado de la Procuraduría
General de la Nación.

El segundo aspecto se reduce a que en la entrevista rendida a las 00:30


horas del 28 de enero de 2013, según el único fragmento que destacó el
defensor , la declarante afirmó no “conocer” a la persona que la intimidó
en el momento en que H disparaba contra el primo de ella, en lo cual el
impugnante halla una contradicción con el testimonio porque en este
indicó “conocer” al acusado desde hacía tiempo.

De cara a lo anterior y según se infiere del fragmento aludido por la


defensa en el trámite de impugnación, TGC, desde apenas dos horas
después del suceso en el cual fue herido de muerte su primo ME, ante el
funcionario que la entrevistó, afirmó y sostuvo ser testigo directo del
respectivo episodio delictivo, lo cual deja sin sustento la idea central de
la queja consistente en que aquella no habría observado en verdad la
ejecución del delito.

Además, del mismo fragmento empleado por la defensa para impugnar


la credibilidad de la exponente, se desprende que la idea central de la
narración de ésta acerca de lo percibió en la fecha de autos, es igual
tanto en la entrevista como en el testimonio, pues en esa primera
ocasión señaló que observó cuando H empezó a disparar contra su
pariente e inmediatamente, ante su reacción de dirigirse hacia donde
esto ocurría, se le acercó un hombre, al cual dijo no “conocer”, y este la
amenazó con “pegarle un tiro” si “pasaba para allá”.

Desde entonces la controversia se ha centrado en si la testigo mintió,


pues en la entrevista dijo no “conocer” a quien la intimidó, mientras que
en el testimonio señaló a JFAV como el ejecutor de esa acción y aseguró
“conocerlo” desde hace mucho tiempo. Sin embargo, la sala encuentra
que la ambigüedad o incoherencia destacada goza de explicación
suficiente en el mismo relato de la declarante.

En primer lugar, porque al escuchar con detenimiento la primera parte


del testimonio de TGC, se advierte que ella nunca afirmó “conocer” sino
“distinguir” al citado procesado, y así se lo aclaró al defensor durante la
impugnación de credibilidad, cuando la interrogó acerca de si “conocía”
o no al acusado con antelación, a lo cual respondió: “lo conocía no, lo
distinguía, porque él ha vivido siempre por ahí por el barrio” , y ante
una nueva pregunta de la defensa para saber el tiempo que llevaba ella
residiendo en ese lugar, aquella señaló: “yo llegué a los 11 años, me fui
a los 16, regresé a los 17 [edad que tenía cuando ocurrió el hecho] y
tengo 19 años” .

Y en segundo lugar, porque la inquietud de la defensa acerca de por qué


si T “distinguía” a JF no lo hizo saber así en la entrevista, también la
despejó la misma testigo en el contrainterrogatorio, al indicar que “él
ese día estaba con una gorra que le tapaba casi toda la frente y no le
pude ver bien la cara” , afirmación que luego, al responder preguntas
formuladas por la Fiscalía en el re-directo y por el Ministerio Público en
el interrogatorio complementario, explicó al señalar (i) que a pesar de la
gorra que llevaba el sujeto que la intimidó, pudo observar sus
características, las cuales relacionó con las del hermano de H, de quien
nunca se interesó en conocer el nombre, el cual averiguó un día después
con una prima, y (ii) que en el momento de la entrevista no lo indicó así
porque “ese día estaba toda sofocada… ese día estaba mal por lo que
había pasado, porque yo nunca había pasado por algo así, entonces
estaba nerviosa, nunca había visto matar a alguien de mi familia” .

Como se desprende de lo anterior, el falso juicio de identidad alegado


por el censor frente al testimonio de TGC tiene sustento apenas en la
personal y sesgada percepción del demandante de la narración de la
citada testigo.

Finalmente, el demandante adujo que los testimonios de UAS y FT,


mediante los cuales la defensa pretendía acreditar la presencia del
acusado en la residencia de sus progenitores mientras los hechos
ocurrían, fueron en las instancias “descartados de plano” por
“considerarlos con interés particular”, sin que para el demandante
existan razones serias para tal conclusión, motivo por el que estima que
los respectivos medios de prueba “fueron tergiversados, distorsionados,
en su contenido, como que se indicó que eran amañados” sin ser ello
así.

Frente a una alegación de tal factura, la Sala debe señalar que la misma
no demuestra la probable configuración del vicio de apreciación
probatoria aludido por el recurrente, esto es, falso juicio de identidad,
pues la queja apunta, más bien, a una disparidad entre el criterio del
censor para encarecer las versiones de los aludidos testigos, y el
expuesto en los fallos de instancias —ampliamente transcrito por el
censor en la demanda— para desechar lo indicado por aquellos, razón
por la que tal propuesta debe ser desestimada por no ceñirse a la
dinámica inherente a la denuncia de vicios de estimación probatoria, ya
por errores de derecho ora de hecho.

En conclusión, el cargo principal planteado en la demanda con el que se


pretendía quebrar declaración de responsabilidad del acusado en calidad
de cómplice del delito de homicidio agotado en MEQG no prospera».

COMPLICIDAD - Concepto / COMPLICIDAD -


Demostración / COMPLICIDAD - Se configura / HOMICIDIO - Se
configura

Tesis:
«La Fiscal Delegada ante la Sala de Casación Penal solicitó revisar los
fallos, por cuanto en su criterio en ambas decisiones no hay una
profunda motivación respecto de la forma de participación del procesado
como cómplice del delito contra la vida.
11.1. La corte al revisar las sentencias advierte que aun cuando no hay
un prolijo estudio sobre el tópico que inquieta a la Delegada de la
Fiscalía, lo cierto es que en el fallo de primer grado, como en el de
segunda instancia, de manera puntual y con sujeción a la atribución
fáctica y jurídica de la acusación, concluyeron que la función del acusado
al intimidar a TGC —así fuera con un objeto del que no hay certeza que
fuera un arma de fuego— para impedirle dar voces de auxilio o ayudar a
ME, mientras contra éste disparaba HJAV, tal obrar se ajusta al
dispositivo amplificador de la complicidad, previsto en el artículo 30 de
la Ley 599 de 2000.

Ello porque con tal proceder el enjuiciado evitó que “TGC lo persiguiera
[a H] lo delatara y lo señalara ante los vecinos como el directo
responsable” del homicidio, y por consiguiente su presencia en el lugar
de los hechos estaba dirigida a “prestarle colaboración a su hermano”
con el fin de “facilitar el resultado de su actuar delictivo y obtener el fin
perseguido”, consideraciones expuestas en los fallos y que tienen
correspondencia con la figura de la complicidad.

Acerca de esa forma de intervención en el delito esta Corporación ha


señalado que se caracteriza “…porque la persona contribuye a la
realización de la conducta punible de otro, o presta una ayuda posterior
cumpliendo promesa anterior, de modo que no realiza el
comportamiento descrito en el tipo, ni tiene dominio en la producción
del hecho, porque su conducta no es propiamente la causa de un
resultado típico, sino una condición del mismo”, esto es, el “cómplice es
aquél que se limita a prestar una ayuda o brinda un apoyo que no es de
significativa importancia para la realización de la conducta ilícita, es
decir, participa sin tener el dominio propio del hecho” , presupuestos
que se hayan presentes en el obrar reprochado al encausado».

Sala de Casación Penal


ID : 669127
M. PONENTE : EYDER PATIÑO CABRERA
NÚMERO DE PROCESO : 55516
NÚMERO DE PROVIDENCIA : AP2549-2019
PROCEDENCIA : Tribunal Superior Sala Penal de Ibagué
CLASE DE ACTUACIÓN : CASACIÓN
TIPO DE PROVIDENCIA : AUTO INTERLOCUTORIO
FECHA : 26/06/2019
FUENTE FORMAL : Ley 599 de 2000 art. 289 y 453 / Ley
600 de 2000 art. 212

TEMA: VIOLACIÓN DIRECTA DE LA LEY SUSTANCIAL - Técnica en


casación: el demandante debe aceptar los hechos declarados en la
sentencia y la valoración de la prueba realizada por el
juzgador / DEMANDA DE CASACIÓN - Principio de corrección material:
obligación de que corresponda a la realidad procesal / FRAUDE
PROCESAL - Elementos que lo estructuran / FRAUDE PROCESAL -
Configuración: está orientado a proteger las actuaciones judiciales y
administrativas de conductas fraudulentas idóneas para inducir en error
al servidor público / FRAUDE PROCESAL - Los elementos fraudulentos
deben tener la capacidad para inducir en error al servidor
público / PROCESO PENAL - Principio de progresividad / AUTORÍA -
Diferente a complicidad / DEMANDA DE CASACIÓN - Principio de
limitación / DEMANDA DE CASACIÓN - Inadmisión

Tesis:

«[…] cuando se alega la violación directa de la ley sustancial, el


impugnante debe ajustar y desarrollar la censura a determinados
parámetros lógicos que conduzcan a establecer, de manera clara y
precisa, un error en la aplicación del derecho.

Para ese efecto, es obligatorio admitir los hechos tal y como fueron
declarados en el fallo y la forma como se apreció el conjunto probatorio
que sirvió de sustento a la decisión, bien sea para comprobar que el
juzgador erró por falta de aplicación, aplicación indebida o interpretación
errónea de un precepto sustancial.

En este caso, el libelista reprocha la aplicación indebida del artículo 453


del Código Penal y la falta de aplicación del canon 289 de la misma
normativa, pero sus argumentos no están orientados a demostrar la
ocurrencia de esos defectos de selección normativa y su incidencia en la
decisión objetada pues, según se observa, la estructura del cargo gira
en torno a la interpretación subjetiva del demandante, quien, sin admitir
cabalmente el aspecto fáctico del fallo, elabora su propia teoría
consistente en que la conducta de su defendido no es constitutiva de
fraude procesal, sino de falsedad en documento privado, toda vez que
con la información falsa que presentó a la Dirección Regional del Tolima
del Ministerio de Transporte, “se autorizó la vinculación de los
automotores a la empresa Colmenares”.

La propuesta, además, carece de fundamento serio, porque, según se


vio en la reseña de la actuación procesal, respecto del punible de
falsedad en documento privado se declaró la prescripción de la acción
penal y, sin embargo, pretende que se condene a su representado por
ese comportamiento.

Como si fuera poco, infringe abiertamente el principio de corrección


material, en la medida que se aparta de la realidad procesal al asegurar
que el Tribunal no reconoció, ni declaró la existencia de otros elementos
especiales del fraude procesal y que solo tiene probado que falseó una
información, elemento connatural a la falsedad en documento privado.

[…]

[…] el sentenciador aludió a los elementos constitutivos del fraude


procesal, tales como, i) el uso de medios fraudulentos, esto es, los
documentos que CS suscribió como representante legal de Expresos El
Bunde, solicitando la desvinculación de dos vehículos a sabiendas que
no estaban afiliados a la empresa, ii) la utilización de esos escritos para
inducir en error a la Directora Regional del Tolima del Ministerio de
Transporte, iii) el propósito de obtener resolución en ese sentido, iv) la
idoneidad de tales elementos, al punto que la funcionaria autorizó la
desvinculación de los respectivos rodantes y la cancelación de las
tarjetas de operación.

Entonces, no es cierto que únicamente tuviera probada la falsedad de


una información, sino también el uso de la misma con la finalidad de
inducir en error a un servidor público y así obtener resolución contraria
a la ley.

Las mismas deficiencias argumentativas se advierten frente al reclamo


que de manera subsidiaria postula el letrado, porque la intervención de
su defendido en el fraude procesal, a título de cómplice, la hace consistir
en que aportó una información falsa que favoreció a los propietarios de
los vehículos y a la empresa que los admitió cuando, según se
desprende de la sentencia acusada, su participación fue esencial en el
cometido de engañar a la autoridad encargada de expedir las
autorizaciones requeridas en los documentos falsos que suscribió, como
en efecto ocurrió.

[…]
[…] el comportamiento de SC resultó trascendente, porque si no hubiese
presentado los documentos con información falsa, la desvinculación de
los vehículos y la consiguiente afiliación de los mismos a las empresas
de servicios especiales, no se habría autorizado.

Frente a esa realidad, carece de justificación que el recurrente procure


para su defendido el reconocimiento de una participación accesoria en el
punible, como también resulta vano destacar que al momento de
definirle la situación jurídica fue considerado cómplice, pues, de un lado,
tal determinación llama a la confusión porque en la parte motiva, el
instructor había consignado que le proferiría medida de aseguramiento
de detención preventiva por el delito de fraude procesal, en calidad de
autor.

De otra parte, si se asumiera que fue considerado cómplice, como se


dijo en la parte resolutiva de la aludida decisión, lo cierto es que, en
virtud del principio de progresividad procesal, es perfectamente viable
que, al contar con mayores elementos de juicio, se ajuste la atribución
del injusto y el grado de participación en el mismo.

Lo cierto es que, en este caso, el instructor estableció que el actuar de


SC fue determinante para la vinculación de los buses de marras al
transporte especial, y por ello, al calificar el mérito del sumario, lo acusó
como autor.

Se impone, entonces, la inadmisión del libelo pues, en virtud del


principio de limitación, la Corte no puede aceptar causales distintas o
examinar alguna diferente a las alegadas y tampoco está facultada para
corregir, complementar o modificar los fundamentos argumentativos
plasmados en la demanda».

RELEVANTE

Sala de Casación Penal


ID : 675137
M. PONENTE : EUGENIO FERNANDEZ CARLIER
NÚMERO DE PROCESO : 45272
NÚMERO DE PROVIDENCIA : SP2288-2019
PROCEDENCIA : Tribunal Superior Sala Penal de Cúcuta
CLASE DE ACTUACIÓN : CASACIÓN
TIPO DE PROVIDENCIA : SENTENCIA
FECHA : 26/06/2019
FUENTE FORMAL : Ley 599 de 2000 art. 12, 29, 30-3 y 51
/ Ley 906 de 2004 art. 7, 187, 336,
372 y 381

TEMA: REGLAS DE LA LÓGICA - Principio de razón suficiente: se


vulnera / COAUTORÍA - Concepto / COAUTORÍA IMPROPIA -
Diferencia con la coautoría propia / COAUTORIA - Diferencia con la
complicidad / COMPLICIDAD - Concepto / FABRICACIÓN, TRÁFICO
Y PORTE DE ARMAS, MUNICIONES DE USO RESTRINGIDO, DE
USO PRIVATIVO DE LAS FUERZAS ARMADAS O EXPLOSIVOS -
Verbos rectores: conservar / FABRICACIÓN, TRÁFICO, PORTE O
TENENCIA DE ARMAS DE FUEGO, ACCESORIOS, PARTES O
MUNICIONES - Verbo rector: conservar, diferente al de
almacenar / FABRICACIÓN, TRÁFICO, PORTE O TENENCIA DE
ARMAS DE FUEGO, ACCESORIOS, PARTES O MUNICIONES - Verbos
rectores: tener en un lugar, es sinónimo de conservar / PRINCIPIO DE
CONGRUENCIA - No se vulnera / DEBIDO PROCESO - No se vulnera

Tesis:

«[…] la queja busca remover la doble presunción de acierto y legalidad


del fallo en lo referente a la responsabilidad de la procesada MPE,
condenada como coautora frente los delitos de tráfico y porte de armas
y municiones de uso privativo de las Fuerzas Armadas, en concurso con
fabricación, tráfico y porte de armas o municiones de defensa personal,
ambos agravados, atribuidos en la acusación bajo la modalidad
comportamental de “conservar”.

Para la Sala es claro, contrario al criterio expuesto por el Delegado de la


Fiscalía ante esta Corporación, que a pesar de no contar el cargo
propuesto con un derroche de argumentos sobre los vicios de
apreciación probatoria de los juzgadores de primero y segundo grado, si
fue precisa y reiterativa su inconformidad en cuanto a que los hechos
que se declararon probados no son suficientes para soportar la
atribución de responsabilidad por la que fue acusada y condenada PE, lo
cual sin mayor esfuerzo y en pocas palabras significa que el demandante
entiende vulnerado el principio lógico de razón suficiente.

Desde tal perspectiva la Sala reconstruirá de manera puntual la


valoración consignada en las instancias, sin perjuicio de advertir desde
ahora, y coincidiendo parcialmente con el concepto de la Agente del
Ministerio Público, que encuentra acreditado el reproche y la gravedad
del mismo con incidencia sustancial en la decisión, razón por la cual
casará el pronunciamiento, pero no solo en favor de la demandante,
sino también respecto de MOO, HAPV, y DFCF, pues la situación de
hecho que los liga con los delitos en calidad de coautores es idéntica a la
de PE.

[…]

[…] según los fundamentos de los actos procesales reconstruidos, es


innegable que el llamado a juicio y condena de los aquí procesados lo
fue como coautores de conservar las armas y municiones, tanto de uso
privativo de la Fuerza Pública como de defensa personal halladas en el
inmueble donde aquéllos departían.

Por lo tanto la comprensión y alcance de las dos expresiones atrás


resaltadas, la primera como forma de concurrir a la realización del
injusto típico y la segunda como verbo rector que especifica la acción
ejecutada por los procesados y que configuraría los dos delitos a ellos
atribuidos, es de singular importancia en este asunto frente al análisis
de los elementos probatorios incorporados por la Fiscalía para respaldar
su pretensión.

En ese orden de ideas, impera destacar entonces que la Sala en un


pronunciamiento reciente precisó y reiteró las diferencias entre los
conceptos de coautor propio, impropio y cómplice, consideraciones que
por su pertinencia se traen a colación:

Ha dicho la Corte que la figura de la coautoría comporta el desarrollo de


un plan previamente definido para la consecución de un fin propuesto,
en el cual cada persona involucrada desempeña una tarea específica, de
modo que responden como coautores por el designio común y los
efectos colaterales que de él se desprendan, así su conducta individual
no resulte objetivamente subsumida en el respectivo tipo penal, pues
todos actúan con conocimiento y voluntad para la producción de un
resultado.

Respecto del concurso de personas en la comisión delictiva se ha


precisado que existen diferencias entre la coautoría material propia y la
impropia. La primera ocurre cuando varios sujetos, acordados de
manera previa o concomitante, realizan el verbo rector definido por el
legislador, mientras que la segunda, la impropia, llamada coautoría
funcional, precisa también de dicho acuerdo, pero hay división del
trabajo, identidad en el delito que será cometido y sujeción al plan
establecido, modalidad prevista en el artículo 29-2 del Código Penal, al
disponer que son coautores quienes, “mediando un acuerdo común,
actúan con división del trabajo criminal atendiendo la importancia del
aporte”; se puede deducir, ha dicho la Sala, de los hechos demostrativos
de la decisión conjunta de realizar el delito.

La Corte ha precisado que en dicha modalidad de intervención criminal


rige el principio de imputación recíproca, según el cual, cuando existe
una resolución común al hecho, lo que haga cada uno de los coautores
se extiende a todos los demás conforme al plan acordado, sin perjuicio
de que las otras contribuciones individualmente consideradas sean o no
por sí solas constitutivas de delito.

Por su parte, el artículo 30-3 de la Ley 599 de 2000 preceptúa que es


cómplice “quien contribuya a la realización de la conducta antijurídica o
preste ayuda posterior, por concierto previo o concomitante a la
misma”.

Se caracteriza porque la persona contribuye a la realización de la


conducta punible de otro, o presta una ayuda posterior cumpliendo
promesa anterior, de modo que no realiza el comportamiento descrito
en el tipo, ni tiene dominio en la producción del hecho, porque su
conducta no es propiamente la causa de un resultado típico, sino una
condición del mismo.

En suma, únicamente quien tiene el dominio del hecho puede tener la


calidad de coautor, mientras que el cómplice es aquél que se limita a
prestar una ayuda o brinda un apoyo que no es de significativa
importancia para la realización de la conducta ilícita, es decir, participa
sin tener el dominio propio del hecho.

A su turno, en cuanto a la modalidad de comportamiento atribuida


frente a los dos delitos objeto de la acusación, consistente en la acción
demarcada por el verbo “conservar”, la Sala debe llamar la atención en
cuanto a que previamente al acto de subsunción de un supuesto fáctico
en uno normativo, el discernimiento del contenido teórico del precepto
positivo es condición insoslayable para garantizar su aplicación acertada
e igualitaria, finalidad para la que debe buscar respaldo el funcionario
(fiscal o juez) en los diversos medios dogmáticos, científicos y político
criminales admitidos, en aras de desentrañar o fijar su real alcance, esto
es, su auténtico o verdadero sentido al momento de activarlo.

Y ello es así porque mientras que la ley se interpreta, los hechos, en


cambio, se valoran, de donde surge la necesidad de, primero, establecer
el alcance hermenéutico de la hipótesis legal, para luego si juzgar si una
determinada o concreta conducta humana colma o satisface la
descripción típica con sujeción a su actual, exacto e inequívoco sentido,
en acatamiento, precisamente, de la garantía y principio rector de
estricta legalidad.

En ese orden de ideas, es necesario, entonces, señalar que el verbo


transitivo “conservar” tiene las siguientes acepciones: “1. Mantener o
cuidar de la permanencia o integridad de algo o de alguien // 2.
Mantener vivo y sin daño a alguien // 3. Continuar la práctica de hábitos
y costumbres // 4. Guardar con cuidado algo […] // 5. Preservar un
alimento en un medio adecuado […]”.

Acerca de la intelección o connotación jurídica del citado vocablo la


Corte también ha tenido oportunidad de pronunciarse en un ejercicio de
diferenciación con el de “almacenar”, en relación con delitos y objetos
de la misma naturaleza de los tratados ahora, motivo por el que
resultan ilustrativas las precisiones que en esa ocasión se hicieron, en
los siguientes términos:

“…[P]artiendo de la base gramatical, se tiene que de conformidad con el


Diccionario de la real Academia de la lengua, conservar significa en la
acepción apropiada para los efectos que ahora nos ocupan, “mantener
una cosa o cuidar de su permanencia, mantener vivo y sin daño a
alguien, guardar con cuidado una cosa” mientras que por almacenar se
entiende “poner o guardar en almacén, reunir o guardar muchas cosas”
y por Almacén, “casa o edificio donde se venden o guardan cualesquiera
géneros”, siendo [claro] que desde la primaria exégesis ya se evidencian
importantes diferenciaciones entre una y otra dicción, pues, mientras en
la conservación el fin de quien realiza la conducta es el de buscar la
inmutabilidad de determinado objeto, en el almacenamiento
necesariamente se exige una pluralidad de objetos que se van
aumentando o por lo menos, ese es fin inmediato que determina una tal
acción, pero no para perseguir su inmutabilidad, sino por el contrario,
“su venta” en la acepción gramatical, o lo que llevado a la
contextualización y dinámica de los objetos de que trata la norma en
análisis, esto es las armas y municiones, bien su ilegal comercio o su
uso, claro está, también ilegal.

[…]

[…]para la Sala es necesario resaltar que en el acto de acusación se


endilgó a los procesados, respecto de las armas y municiones de
defensa personal la acción regida por el verbo “conservar”, el cual no
aparece contemplado en el tipo penal vigente al tiempo de los hechos,
como en cambio sí figura en el concerniente a las de uso privativo de las
Fuerzas Armadas; sin embargo, dicho desatino, aunque criticable, no
implica la atribución de un comportamiento atípico, en la medida que el
significado de ese vocablo, como acaba de verse, traduce una actitud
pasiva de simple tenencia y por lo mismo resulta sinónimo o equivalente
la modalidad de “tener en un lugar”, acción consagrada explícitamente
en el respectivo precepto.

Entendido en esos términos el alcance de la conducta imputada en la


acusación frente a las armas y municiones de defensa personal, la Sala
no advierte vulneración de la garantía de estricta tipicidad ni afectación
del principio de congruencia, como componente del debido proceso, y
tampoco menoscabo al derecho de defensa de los procesados, dado que
los supuestos fácticos expresados en el acto contentivo de los cargos,
debatidos ampliamente en el juicio, se relacionan con la tenencia, por
parte de los enjuiciados, de elementos de la citada naturaleza así como
de uso privativo de las Fuerzas Armadas, en el interior de un inmueble
en el Municipio de Chinácota (N. de S.), esto es, en la cabaña N° 16 del
condominio Terrazas de Santa María, lugar en el que también fueron
capturados los aquí procesados».

JURISPRUDENCIA RELACIONADA: Rad: 50394 | Fecha: 25/07/2018


| Tema: COAUTORÍA - Concepto / COAUTORÍA IMPROPIA - Diferencia
con la coautoría propia / COAUTORIA - Diferencia con la complicidad /
COMPLICIDAD - Concepto Rad: 12376 | Fecha: 21/09/2000 | Tema:
COAUTORÍA - Concepto / COAUTORÍA IMPROPIA - Diferencia con la
coautoría propia / COAUTORIA - Diferencia con la complicidad /
COMPLICIDAD - Concepto Rad: 12384 | Fecha: 30/05/2002 | Tema:
COAUTORÍA - Concepto / COAUTORÍA IMPROPIA - Diferencia con la
coautoría propia / COAUTORIA - Diferencia con la complicidad /
COMPLICIDAD - Concepto Rad: 19697 | Fecha: 27/05/2004 | Tema:
COAUTORÍA - Concepto / COAUTORÍA IMPROPIA - Diferencia con la
coautoría propia / COAUTORIA - Diferencia con la complicidad /
COMPLICIDAD - Concepto Rad: 22327 | Fecha: 09/03/2006 | Tema:
COAUTORÍA - Concepto / COAUTORÍA IMPROPIA - Diferencia con la
coautoría propia / COAUTORIA - Diferencia con la complicidad /
COMPLICIDAD - Concepto Rad: 23438 | Fecha: 02/07/2008 | Tema:
COAUTORÍA - Concepto / COAUTORÍA IMPROPIA - Diferencia con la
coautoría propia / COAUTORIA - Diferencia con la complicidad /
COMPLICIDAD - Concepto Rad: 38725 | Fecha: 22/01/2014 | Tema:
COAUTORÍA - Concepto / COAUTORÍA IMPROPIA - Diferencia con la
coautoría propia / COAUTORIA - Diferencia con la complicidad /
COMPLICIDAD - Concepto Rad: 50394 | Fecha: 25/07/2018 | Tema:
COAUTORÍA - Concepto / COAUTORÍA IMPROPIA - Diferencia con la
coautoría propia / COAUTORIA - Diferencia con la complicidad /
COMPLICIDAD - Concepto Rad: 45899 | Fecha: 23/11/2017 | Tema:
SISTEMA PENAL ACUSATORIO - Fiscalía: obligaciones, frente a la
delimitación y verificación de hipótesis factuales / SISTEMA PENAL
ACUSATORIO - Captura en flagrancia: la Fiscalía tiene el deber de
demostrar los presupuestos fácticos plasmados en la acusación Rad:
48175 | Fecha: 15/03/2017 | Tema: SISTEMA PENAL ACUSATORIO -
Fiscalía: obligaciones, frente a la delimitación y verificación de hipótesis
factuales / SISTEMA PENAL ACUSATORIO - Captura en flagrancia: la
Fiscalía tiene el deber de demostrar los presupuestos fácticos plasmados
en la acusación Rad: 37175 | Fecha: 12/09/2016 | Tema:
CONOCIMIENTO PARA CONDENAR - Requisitos: convencimiento más allá
de toda duda

Sala de Casación Penal


ID : 665573
M. PONENTE : LUIS GUILLERMO SALAZAR OTERO
NÚMERO DE PROCESO : 49982
NÚMERO DE PROVIDENCIA : SP1773-2019
PROCEDENCIA : Tribunal Superior Sala Penal de Cali
CLASE DE ACTUACIÓN : CASACIÓN
TIPO DE PROVIDENCIA : SENTENCIA
FECHA : 22/05/2019
FUENTE FORMAL : Ley 282 de 1996 / Ley 599 de 2000
art. 245 inc. 2 / Ley 600 de 2000 / Ley
906 de 2004 art. 391 y 397

TEMA: FALSO JUICIO DE IDENTIDAD - Por tergiversación: no se


configura / COMPLICIDAD - Demostración / FALSO JUICIO DE
EXISTENCIA - Por omisión: no se configura si la prueba fue apreciada

Tesis:

«[…] al amparo de la causal tercera de casación, denunció el


demandante la violación indirecta de la ley por error de hecho derivado
de un falso juicio de identidad en la valoración de los testimonios de
OG,GCP y HR, pues de acuerdo con éstos, dice, y a diferencia de la
afirmación distorsionada del sentenciador, APC no participó de modo
alguno en los hechos dado nunca entró a la oficina de aquél, al parecer
se quedaba en la recepción o afuera de ésta, ni en su presencia se hizo
exigencia de dinero alguno.

Empero, tal planteamiento desconoce que los hechos se imputaron a PC


en calidad de cómplice, luego que no hubiere entrado a la oficina de OG,
que se quedara en la recepción o fuera de ella, o que en su presencia no
se haya hecho exigencia de dinero alguno, no demuestra ni el yerro
acusado ni menos la ausencia de responsabilidad que se pretende.

Lo cierto es que PC y OC, agentes de policía pertenecientes al GAULA,


pretextando una asistencia a una víctima de un delito de extorsión,
calidad que no tenían FH ni, acompañaron a éstos en varias
oportunidades a las reuniones que sostuvieron con el abogado OG, en
las cuales si bien es cierto Pulido no hizo presencia en la oficina, ni tuvo
participación activa alguna, no menos lo es que asumió una actitud
vigilante, de “campanero”, dice el juzgador.

Examinados por demás los testimonios de O, CP y HR no es cierto que


no hayan afirmado la presencia de PC en la ejecución de los hechos.
Aquél aseguró que los acompañantes de H y G eran los dos policías
acusados a quienes señaló en la audiencia de juicio, pero nunca se
identificaron, aunque sí les observó un cordón de la institución.

JURISPRUDENCIA RELACIONADA: Rad: 25920 | Fecha: 21/02/2007


| Tema: SISTEMA PENAL ACUSATORIO - Prueba documental:
incorporación por el testigo de acreditación, cuando se trata de
documento privado Rad: 45491 | Fecha: 25/03/2015 | Tema:
PRINCIPIO DE CONGRUENCIA - Acusación y sentencia: alcance Rad:
26087 | Fecha: 28/02/2007 | Tema: PRINCIPIO DE CONGRUENCIA - No
se relaciona de manera directa con un reparo en torno a la adecuada
calificación jurídica Rad: 31280 | Fecha: 08/07/2009 | Tema: PRINCIPIO
DE CONGRUENCIA - No se relaciona de manera directa con un reparo en
torno a la adecuada calificación jurídica Rad: 52321 | Fecha:
13/06/2018 | Tema: PRINCIPIO DE CONGRUENCIA - No se relaciona de
manera directa con un reparo en torno a la adecuada calificación jurídica
Rad: 26468 | Fecha: 27/07/2007 | Tema: PRINCIPIO DE CONGRUENCIA
- Acusación y sentencia: alcance / PRINCIPIO DE CONGRUENCIA - No se
relaciona de manera directa con un reparo en torno a la adecuada
calificación jurídica Rad: 28649 | Fecha: 03/06/2009 | Tema: PRINCIPIO
DE CONGRUENCIA - Acusación y sentencia: alcance / PRINCIPIO DE
CONGRUENCIA - No se relaciona de manera directa con un reparo en
torno a la adecuada calificación jurídica Rad: 41253 | Fecha:
15/10/2014 | Tema: PRINCIPIO DE CONGRUENCIA - Acusación y
sentencia: alcance / PRINCIPIO DE CONGRUENCIA - No se relaciona de
manera directa con un reparo en torno a la adecuada calificación jurídica
Rad: 29415 | Fecha: 04/02/2009 | Tema: SISTEMA PENAL ACUSATORIO
- Juez: principio de imparcialidad Rad: 33658 | Fecha: 30/06/2010 |
Tema: SISTEMA PENAL ACUSATORIO - Juez: principio de imparcialidad
Rad: 43665 | Fecha: 22/03/2017 | Tema: SISTEMA PENAL ACUSATORIO
- Juez: principio de imparcialidad Rad: 24132 | Fecha: 07/03/2006 |
Tema: NULIDAD - Técnica en casación

RELEVANTE

Sala de Casación Penal


ID : 668988
M. PONENTE : PATRICIA SALAZAR CUELLAR
NÚMERO DE PROCESO : 50874
NÚMERO DE PROVIDENCIA : SP1797-2019
PROCEDENCIA : Tribunal Superior Sala Penal de Pereira
CLASE DE ACTUACIÓN : CASACIÓN
TIPO DE PROVIDENCIA : SENTENCIA
FECHA : 22/05/2019
FUENTE FORMAL : Ley 599 de 2000 art. 30, 467

TEMA: REBELIÓN - Elementos: sujeto activo, basta su pertenencia al


grupo subversivo así no porte ni haga uso de las armas / REBELIÓN -
Ingrediente subjetivo del tipo: derrocar al Gobierno, régimen
constitucional o legal / REBELIÓN - Condición de
rebelde / REBELIÓN - Cómplice / COMPLICE -
Características / COMPLICIDAD - Elementos que se deben tener en
cuenta para su reconocimiento

Tesis:

« El delito de rebelión, conducta atentatoria contra el régimen


constitucional y legal, es definido en el artículo 467 de la Ley 599 de
2000, en los siguientes términos:

“Los que mediante el empleo de las armas pretendan derrocar al


Gobierno Nacional, o suprimir o modificar el régimen constitucional o
legal vigente, incurrirá en prisión de…” .

De tiempo atrás la Corte ha señalado que aunque la descripción del tipo


sanciona penalmente a quienes mediante el empleo de las armas
pretendan derrocar al Gobierno Nacional o, suprimir o modificar el
régimen constitucional vigente, no sólo son sujetos activos de la
conducta punible aquellos que literalmente empuñen las armas con los
propósitos mencionados, sino también aquellos que cumplen otras
funciones encaminadas a materializar sus propósitos, pues siendo los
grupos guerrilleros organizaciones constituidas al margen de la ley, cuyo
objetivo es quebrantar la institucionalidad gubernamental, su cabal
funcionamiento demanda de una estructura que en diferentes ámbitos
garantice el desarrollo de las actividades subversivas (CSJ SP 24 nov.
2010, radicado 34482).

En este sentido, los actos de rebelión no se agotan únicamente en el


enfrentamiento armado con los miembros de las fuerzas legalmente
constituidas, sino que también encuentra realización en la pertenencia
del sujeto agente al grupo subversivo, así materialmente no porte armas
de fuego ni haga uso de ellas, porque la exigencia típica relativa al
empleo de las armas se da con las que, en orden a lograr sus
finalidades, utiliza el grupo rebelde al que se pertenece (CSJ AP 15 jul.
2009, radicado 29.876).

Adicionalmente, quienes contribuyan a la realización de la conducta, o


presten una ayuda posterior, por acuerdo previo o concomitante a la
misma, serán cómplices del accionar antijurídico.

En efecto, la complicidad, como forma de participación en la conducta


punible prevista en el artículo 30, inciso tercero, del Código Penal, se
caracteriza por la contribución dolosa que una persona puede prestar a
otra mediante un aporte esencial en su fase ejecutiva, con actos
precedentes, simultáneos e, incluso, posteriores a ella, a condición de
que medie una promesa anterior determinada por un concierto previo o
concomitante».

FALSO RACIOCINIO - Se configura / FALSO JUICIO DE


IDENTIDAD - Por tergiversación: se configura / FALSO JUICIO DE
IDENTIDAD - Por distorsión: se configura / FALSO JUICIO DE
IDENTIDAD - Por cercenamiento: se configura / COMPLICIDAD - No
se configura / REBELIÓN - No se configura

Tesis:
«El demandante censura el desconocimiento de los presupuestos de la
complicidad, en tanto, dice, el tribunal, producto del falso raciocinio en
la apreciación de las pruebas, concluyó que JAG «era un asiduo
colaborador de dicha organización subversiva y que estaba al tanto o
consciente de que se encontraba perpetrando algo indebido de
connotaciones ilícitas en el momento en el que fue sorprendido
transportando los carnés que fueron incautados por los efectivos de la
policía nacional»

Razón le asiste al censor cuando afirma que el tribunal realizó


inferencias incorrectas que conllevaron a la errada conclusión de que las
pruebas sustentan la participación de JAG en el delito de rebelión, a
título de cómplice, pues la lectura de los medios probatorios legalmente
practicados en el juicio no demuestra la contribución del acusado a la
ejecución de la conducta punible de rebelión.

En efecto, el tribunal señaló que el 19 de diciembre de 2011 en la


vereda Agüita, corregimiento Santa Cecilia del municipio de Pueblo Rico,
fueron “capturados” JMD y JAG, quienes se movilizaban en una
motocicleta, en la que se encontró, debajo del sillín de la misma, una
bolsa plástica que contenía 19 carnés plastificados con el logotipo del
entonces grupo armado subversivo -FARC-.

No obstante, este relato se aparta de lo declarado en juicio por el policía


FBM, quien dio cuenta de que en esa fecha no se capturó a quienes se
movilizaban en la motocicleta porque «no teníamos pruebas suficientes
o fotos donde ellos estuvieran uniformados o algo que los allegue a un
grupo…» , razón por la cual, el conductor (JAG) y el pasajero (JMD) de
la moto, fueron dejados en libertad y solo dos meses después (22 de
febrero de 2012), la Fiscalía solicitó su captura por pertenecer a las
FARC, tal como se reseñó en el acápite de la actuación procesal del
mismo fallo impugnado.

De otra parte, ninguna prueba arrimada al juicio da cuenta de lo


consignado en el fallo, según lo cual «los aludidos ciudadanos habían
estado repartiendo los carnés a las personas que como consecuencia de
las extorsiones habían sido compelidas para hacer aportes económicos
al frente “Aurelio Rodríguez” de ese grupo subversivo, para de esa
forma acreditar el pago de esas “contribuciones”».

En efecto, esta afirmación no encuentra sustento en lo declarado por el


citado uniformado FB, pues al iniciar su relato y cuando informaba haber
recibido una llamada telefónica en la cual se le advertía “… que en el
corregimiento de Agüita, corregimiento de Santa Cecilia, del
departamento de Risaralda, se movilizaban dos sujetos en una
motocicleta con características y placas ya nos las habían enviado,
efectivamente nos dirigimos al lugar….”, fue interrumpido por el fiscal,
quien le interrogó sobre el lugar dónde se encontraba cuando recibió la
llamada, a lo cual respondió que en la estación de policía de Apía, a
escasos dos minutos del punto indicado, razón por la cual se desplazó
en compañía de un compañero hasta el lugar, en el que efectivamente
vieron el vehículo y le dieron la orden de pare para realizar la requisa.

En ningún momento se le preguntó al policial sobre las razones que


motivaron la llamada, desconociéndose si en esta se alertó sobre un
comportamiento sospechoso de los motociclistas o se dijo haberlos visto
repartiendo los carnés encontrados posteriormente en el sillín de la
moto.

Tampoco de lo revelado en el juicio por el desmovilizado de las FARC


JCC, se deduce que JAG ayudara a repartir los carnés, pues se limitó a
señalar que el procesado era contratado con frecuencia por el
comandante ‘Carro Loco’ para hacer ‘vueltas’, porque aquél trabajaba
manejando una moto en la que transportaba personas y encomiendas,
servicio público por el que se le pagaba, aclarando que no supo si JA
llegó a enterarse del objetivo de las ‘vueltas’.

El error del Ad quem surge de reproducir apartes de la teoría del caso


expuesta por la Fiscalía en la acusación, según la cual contaba con la
entrevista de un ‘ciudadano desmovilizado’, quien suministró dicha
información; sin embargo, en el juicio jamás se concretó si se trata de la
persona que declaró en la audiencia pública o de otro personaje a quien
le constara la actividad desarrollada por el procesado JA. Si se trata de
lo primero, el testigo JCC jamás señaló al implicado como conocedor de
las actividades ilícitas. Si se trata de lo segundo, ningún testimonio se
introdujo por las vías legales que dieran razón de ese hecho.

En esa lógica, el fallador tergiversó lo declarado en el juicio por JCC, en


cuanto nunca dijo que JAG fuera un «colaborador o mandadero» del
comandante ‘carro loco’, como se afirma en el fallo, sino que este
utilizaba sus servicios de mototaxista, por los cuales se le pagaba

[…]

También distorsionó su dicho cuando se refirió a las ‘vueltas’ para las


cuales era contratado JAG, concluyendo que si bien el desmovilizado
declaró que este nunca cumplió “vueltas calientes”, esto solo indica que
no estaba enterado de esas vueltas en concreto, pero si sabía de la
finalidad de las “otras” […]

[…]

Además, el posible conocimiento que tuviera JAG de la finalidad de esas


‘otras vueltas’, no se deduce de lo declarado por el testigo […]

[…]

[…] se descarta que JAG conociera de las ‘vueltas calientes’ de la


organización, sino además que su relación con la misma se limitaba a la
prestación de un servicio de transporte, como mototaxista, del cual
derivaba su sustento, sin que ninguna afirmación permita deducir que
era consciente de que servía a los fines rebeldes de la misma o que
contribuía a la comisión de una conducta punible.

Igualmente, el tribunal cercenó el aparte del testimonio de JCC donde


afirma que el grupo subversivo al que pertenecía no portaba uniforme
militar y tampoco tenía base en un campamento guerrillero específico

[…]

[…] los mencionados errores de hecho condujeron a que el fallador diera


probados los presupuestos de la complicidad, pese a que las pruebas no
demuestran que JAG actuó consciente y queriendo contribuir con su
actuar a la comisión del delito de rebelión, razón por la cual, la Sala
casará el fallo recurrido, para en su lugar absolverlo del cargo por el que
fue acusado.

En consecuencia, se dispondrá la cancelación de las anotaciones y


medidas cautelares reales o personales que se hubieren derivado en
contra de JAG en razón de este proceso, especialmente, la orden de
captura emitida en su contra por el Tribunal Superior del Distrito Judicial
de Pereira, quien cumplirá lo aquí ordenado».

JURISPRUDENCIA RELACIONADA: Rad: 34482 | Fecha: 24/11/2010


| Tema: REBELIÓN - Ingrediente subjetivo del tipo: derrocar al
Gobierno, régimen constitucional o legal Rad: 29876 | Fecha:
15/07/2009 | Tema: REBELIÓN - Condición de rebelde Rad: 41758 |
Fecha: 18/05/2016 | Tema: COMPLICE - Características
Sala de Casación Penal
ID : 652117
M. PONENTE : JOSÉ FRANCISCO ACUÑA VIZCAYA
NÚMERO DE PROCESO : 47120
NÚMERO DE PROVIDENCIA : SP16258-2018
PROCEDENCIA : Tribunal Superior Sala Penal de
Manizales
CLASE DE ACTUACIÓN : CASACIÓN
TIPO DE PROVIDENCIA : SENTENCIA
FECHA : 11/12/2018
FUENTE FORMAL : Constitución Política de Colombia de
1991 art. 29 / Ley 600 de 2000 art.
237 Y 276 / Ley 906 de 2004 art. 314 /
Ley 599 de 2000 art. 29, 103 Y 104-7

TEMA: CASACIÓN OFICIOSA - Procedencia / CASACIÓN


OFICIOSA - Intervención de los acusados en la conducta
punible / COAUTORIA - Diferente a la complicidad / CASACIÓN
OFICIOSA - Complicidad: dosificación punitiva / COAUTORÍA -
Concepto / COAUTORÍA - Elementos

Tesis:

«[…] el planteamiento de la recurrente conduce a examinar de oficio la


categoría dentro de la cual se enmarca la intervención de los acusados
LE, a saber: en la figura de la coautoría como lo declaró el Tribunal, o de
la complicidad en consideración a la labor desarrollada y al momento en
que la ejercieron.

La jurisprudencia de la Corte tiene definido que la coautoría se predica


cuando plurales personas son gregarias por voluntad propia de la misma
causa al margen de la ley, comparten conscientemente los fines ilícitos
propuestos y están de acuerdo con los medios delictivos para lograrlos,
de modo que cooperan poniendo todo de su parte para alcanzar esos
cometidos, realizando cada uno las tareas que le corresponden,
coordinadas por quienes desempeñan a su vez el rol de liderazgo.
Quienes así actúan, coparticipan criminalmente en calidad de coautores,
aunque no todos concurran por sí mismos a la realización material de los
delitos específicos. Son coautores, porque de todos ellos puede
predicarse que dominan el hecho colectivo y gobiernan su propia
voluntad, en la medida justa del trabajo que les correspondiere efectuar,
siguiendo la división del trabajo planificada de antemano o acordada
desde la ideación criminal (CSJ SP, 7 Mar. 2007, Rad. 23825; SP, 1 Jul.
2015, Rad. 4229).

Y, cómplice, “es la persona que contribuye a la realización de la


conducta antijurídica o presta una ayuda posterior, por concierto previo
o concomitante a la misma, lo que permite colegir que ese partícipe
accesorio no realiza la conducta típica, sólo contribuye de manera más o
menos eficaz, sin tener dominio en la producción del hecho. Por eso,
como no realiza el verbo rector, su conducta no puede ser la causa del
resultado antijurídico sino una condición del mismo”. (Cfr. CSJ AP891-
2014, Rad. 42428; SP 15 Mar 2017 Rad. 48544).

Por supuesto que la labor de búsqueda de los ejecutores materiales,


antecedió al perfeccionamiento del punible, y dado que no se acreditó
en el trámite que los acusados LE contribuyeron con tareas adicionales
de las cuales predicar que compartían el fin ilícito y dominaban su
ejecución, o que materialmente intervinieron en su desarrollo, la
condición que les asiste es la de cómplices, como en últimas lo revelan
las motivaciones del fallo recurrido que en este punto constantemente
los señala como partícipes, en la concreta actividad de conseguir los
sicarios para darle muerte al periodista.

Surge, de ese modo, que el Tribunal le asignó al hecho declarado en la


sentencia una consecuencia diversa a la que correspondía, pues
enmarcándose la actuación de los acusados LE a una contribución
importante que dio inicio a lo que sería la ejecución del homicidio, ilícito
que tampoco ejecutaron materialmente, debe ser condenados en su
condición de cómplices, no de coautores como en forma errada lo
sentenció el Tribunal.

En orden a corregir el error del sentenciador de segundo grado, dado


que los extremos punitivos del homicidio agravado en la legislación
vigente al momento de los hechos, oscilaban entre 300 y 480 meses de
prisión, y que la sanción para el cómplice se disminuye de una sexta
parte a la mitad, debe establecerse, en armonía con el artículo 60-5 del
Código Penal, entre 150 y 400 meses, y como el ad quem trazó el
ámbito de movilidad dentro de los cuartos medios (212,5 a 337,5); se
tomará como base de la pena el mínimo de ese segmento y se
aumentará, en la proporción considerada por el juzgador en segunda
instancia. Así las cosas, la pena definitiva que deben cumplir Fabio y
JHLE será de 213,5 meses de prisión, esto es, 17 años, 9 meses y 15
días, lapso al que también se reduce la pena accesoria de inhabilitación
para el ejercicio de derechos y funciones públicas».
JURISPRUDENCIA RELACIONADA: Rad: 42441 | Fecha: 30/11/2016
| Tema: TESTIGO DE OÍDAS - Valoración probatoria / TESTIGO DE
OÍDAS - Presupuestos a aplicar en la apreciación de este medio de
persuasión Rad: 40702 | Fecha: 24/07/2013 | Tema: TESTIGO DE
OÍDAS - Valoración probatoria / TESTIGO DE OÍDAS - Presupuestos a
aplicar en la apreciación de este medio de persuasión Rad: 23825 |
Fecha: 07/03/2007 | Tema: COAUTORÍA - Concepto / COAUTORÍA -
Elementos Rad: 42458 | Fecha: 16/10/2013 | Tema: COAUTORIA -
Diferente a la complicidad Rad: 45544 | Fecha: 15/03/2017 | Tema:
COAUTORIA - Diferente a la complicidad

RELEVANTE

SALA DE CASACIÓN PENAL


ID : 648637
M. PONENTE : PATRICIA SALAZAR CUELLAR
NÚMERO DE PROCESO : 46050
NÚMERO DE PROVIDENCIA : SP3082-2018
PROCEDENCIA : Tribunal Superior Sala Penal de Buga
CLASE DE ACTUACIÓN : CASACIÓN
TIPO DE PROVIDENCIA : SENTENCIA
FECHA : 01/08/2018
FUENTE FORMAL : Constitución Política de Colombia de
1991 art. 250 / Ley 906 de 2004 art.
287, 288 y 337 / Ley 599 de 2000 art.
29

TEMA: FALSO JUICIO DE IDENTIDAD - Se configura / FALSO


JUICIO DE IDENTIDAD - Por adicción: configuración / FALSO JUICIO
DE IDENTIDAD - Por cercenamiento: se configura / COMPLICIDAD -
No se configura

Tesis:
«No obstante lo anterior, el Tribunal tras advertir, al igual que lo hizo el
juez de primer grado, que el procesado “no fungió como coautor
material del atentado y no se tienen pruebas que lo relacione como
instigador o autor intelectual (sic)”, degradó el título de imputación de
“autor” a “cómplice”, cuya fundamentación probatoria es censurada en
el cargo subsidiario de la demanda por estar fundamentada en un error
de hecho por falso juicio de identidad, el cual se pasa a examinar
[…]

El Tribunal para condenar a título de “cómplice”, consideró que AMA (i)


“prestó a los terroristas una ayuda sistemática, persistente y eficaz”, la
cual (ii) estuvo “dirigida […] a la evasión de la acción investigativa del
atentado terrorista”, y (iii) fue “previamente acordada”

[…]

Como puede observarse, el Tribunal basó el “acuerdo previo” en que


AMA:

(i) Tenía “conocimiento previo y concomitante” sobre el atentado


terrorista en cuanto al “lugar” de su realización, la “naturaleza del
explosivo utilizado” y “la forma y espació específico de la acción”;

(ii) “Quería con anticipación la ocurrencia del atentado terrorista”;

(iii) “Confirmó su ejecución” prácticamente al instante de la explosión y,

(iv) “Su única preocupación era las consecuencias (sic) letales que
desconocía y estaba ansioso de conocer”.

A su vez, estas proposiciones las dedujo de dos conversaciones


telefónicas entre AMA y ELP, surtidas de manera sucesiva poco tiempo
después de la detonación del artefacto explosivo […]

[…]
Sin embargo, ninguna de las anteriores descripciones representa el real
contenido de las conversaciones telefónicas, toda vez que la primera se
observa sutilmente cercenada y la segunda notoriamente adicionada en
los fragmentos resaltados.

[…]

Visto lo anterior, se configura el defecto de identidad denunciado en la


demanda, el cual se advierte trascendente por las siguientes razones:

Ninguna de las proposiciones inferidas por el Tribunal a partir de las


mencionadas conversaciones, podrían sostenerse lógicamente sin los
defectos de identidad advertidos.

Obsérvese cómo, a partir de las conversaciones correctamente


transliteradas, no hay manera de afirmar que AMA (i) conocía
previamente, o de manera concomitante, el lugar en el que se realizó el
atentado terrorista, ni la naturaleza del explosivo utilizado; ni que (ii)
quería con anticipación su realización; pues estas proporciones fueron
inferidas directamente del aparte adicionado que dice:

Ariel: ha? E: NO HAN HABLADO NADA DE MUERTOS, Ariel: pero la


camioneta quedó ahí, en todo el poste donde la colocamos, en todo el
medio le estalló ella, Edward: así sea pues mañana hablamos, […]”

Tampoco queda en pie la afirmación consistente en que el procesado


con su primera llamada telefónica confirmó la ejecución del atentado al
instante de la explosión, pues, contrario a lo percibido por el Tribunal,
éste se comunicó con LP, no para rendirle un informe de ejecución o
notificarle la realización del acto, sino para indagarle: “¿sí escuchaste
esta explosión?” obteniendo como respuesta de su interlocutor: “Vos
sabés, ja, ja, ja.”.

Respuesta con la que el acusado se enteró de que LP estaba


involucrado, por lo cual de inmediato le preguntó: “No pues ¿Están
bien?”, y LP le respondió “No, pues sí, gracias a Dios bien”. En seguida,
incluso, MA le llamó la atención diciéndole “deje dormir a los ángeles
mijo”; y LP se excusó indicando “no, pues usted sabe que en la lucha
padre”, para luego convocarlo a que se enterara de lo ocurrido por Radio
Calidad.

De manera que, puestos -como corresponden- los signos de


interrogación cercenados por el Tribunal, emerge claro el verdadero
sentido de la primera llamada realizada por el acusado a LP, del cual no
se puede inferir que aquél se comunicó con éste para confirmar la
ejecución del atentado, sino para indagar sobre la explosión.

Igualmente, no se sostiene la afirmación según la cual, la “única


preocupación -de MA- era (sic) las consecuencias letales que desconocía
y estaba ansioso de conocer”,

[…]

De otra parte, no obstante que el fiscal delegado ante la Corte, en la


audiencia de sustentación señaló que el fallo condenatorio se sostiene
pese al defecto de identidad demandado, por cuanto las demás
interceptaciones telefónicas valoradas “demuestran más allá de toda
duda -la- participación del procesado en los hechos por los cuales el
Tribunal lo condenó”, no señaló concretamente las conversaciones a las
que hace referencia, tampoco su contenido, ni las proposiciones fácticas
específicas que, con fundamento en aquellas, estima se mantienen».

COMPLICIDAD - Elementos que se deben tener en cuenta para su


reconocimiento / PRINCIPIO DE CONGRUENCIA - Congruencia
personal, fáctica y jurídica / COMPLICIDAD - No se
configura / TERRORISMO - No se configura / HOMICIDIO
AGRAVADO - Tentado: no se configura / SISTEMA PENAL
ACUSATORIO - Principio de congruencia: evento en que no fue posible
emitir sentencia condenatoria porque los hechos no hicieron parte de la
acusación

Tesis:
«Adicionalmente, la actuación desvirtúa lo manifestado por el fiscal,
pues las demás conversaciones telefónicas en las que se sustenta la
sentencia, de una parte, son todas posteriores a las ya examinadas y,
de otra, apuntan a demostrar que el acusado: (i) fungía como
informante de las FARC; (ii) brindó información sobre los movimientos
de los miembros de seguridad del Estado, con el fin de (iii) ayudar a sus
ejecutores a evadir la investigación que se adelantó por el atentado
terrorista. Pero las mismas no sustentan que MA hubiese tenido
conocimiento del atentado desde antes de su realización o de manera
simultánea a los actos de ejecución.

Situación por la cual, además de no estructurarse autoría o


determinación -como se estableció en las instancias-, tampoco se
configura la complicidad, como se demostrará:

Esa forma de participación se atribuye a “quien contribuya a la


realización de la conducta antijurídica o preste una ayuda posterior, por
concierto previo o concomitante a la misma” (inciso 2 del artículo 30 del
Código Penal).

En SP del 4 de abril de 2003, Rad. 12742, reiterada en SP del 8 de


febrero de 2017, Rad. 46099, la Corte señaló que los elementos que
estructuran la complicidad son los siguientes:
a) Que exista un autor -o varios-.

b) Que los concurrentes -autor y cómplice- se identifiquen en cuanto al


delito o delitos que quieren cometer. Uno o unos de ellos, como autor o
autores; y otro u otros, como ayudantes, como colaboradores, con
prestación de apoyo que debe tener trascendencia en el resultado final.

c) Que los dos intervinientes -autor y cómplice- se pongan de acuerdo


en aquello que cada uno de ellos va a realizar, convenio que puede ser
anterior a la comisión del hecho o concomitante a la iniciación y
continuación del mismo, y tácito o expreso.

d) Que exista dolo en las dos personas, es decir, tanto en el autor como
en el cómplice.

Como consecuencia de lo anterior, es claro que si no se cumple uno de


los dos requisitos anteriores, o ninguno de ellos, la conducta imputada
es atípica. (Subrayado fuera de texto).

Y en la última de las providencias mencionadas la Sala precisó que:

[…] el factor fundamental a examinar para derivar existente el acuerdo


previo o concomitante al delito, […] es […] su conocimiento y voluntad,
expresa o tácita, de contribuir a la conducta punible a desarrollar o en
pleno desarrollo.

Vale decir, como lo que se atribuye es la complicidad en el delito


específico que con dominio del hecho otro u otros ejecutan, el acuerdo
de voluntades previo o concomitante debe referirse necesariamente a
esta conducta punible. (Subrayado fura de texto).

En el presente asunto, AMA no tuvo conocimiento previo o simultáneo


sobre la realización de los delitos de terrorismo y homicidio. Por tanto
no se estructuró el acuerdo que la complicidad exige para su
configuración.

Ahora, si bien aún permanecen dos fundamentos fácticos de la


sentencia, cuales son que AMA (i) “prestó a los terroristas una ayuda
sistemática, persistente y eficaz”, y (ii) “dirigida […] a la evasión de la
acción investigativa del atentado terrorista”; los cuales en principio
estructurarían el delito de favorecimiento, no es posible impartir
condena por esta conducta, por razón de la congruencia en su
componente fáctico.

Cabe recordar que para satisfacer el principio de congruencia, entre la


acusación y la sentencia debe existir identidad “personal”, “fáctica” y
“jurídica”. (CSJ SP, 25 May. 2011, Rad. 32792).

La segunda -al igual que la primera- es absoluta, lo cual significa que en


caso de condena los hechos base de la sentencia deben ser
necesariamente los mismos de la acusación.
En otras palabras, el fallo es congruente en su elemento fáctico, si se
pronuncia sobre los hechos jurídicamente relevantes en los que la
Fiscalía basa la tipicidad del delito, los cuales deben referirse a las
circunstancias de modo, tiempo y lugar que conforman el acto atribuido.
Contrariamente, la sentencia es violatoria del principio de congruencia si
desborda el marco fáctico fijado en la acusación para su posterior
demostración en el juicio.

Por su parte, el último componente de la congruencia -el jurídico- es


relativo, por cuanto la legislación colombiana permite al juez condenar
por una especie delictiva distinta de la imputada en el pliego de cargos,
siempre y cuando respete el núcleo básico de la conducta atribuida y la
situación del procesado no resulte afectada con una sanción mayor.

Conforme se indicó en el numeral 5.1.2., AMA fue acusado como “autor”


de los delitos de “terrorismo” y “tentativa de homicidio”, por “colocar”
un artefacto explosivo dirigido contra dos servidores de la Policía
Nacional, y cuya activación efectivamente generó heridas a uno de ellos
y daños al vehículo en el que se transportaban.

A su vez, a MA no se le acusó de ayudar a los autores del atentado


terrorista a eludir la operación investigativa del Estado, ni de -
concretamente- informar a ELP sobre los movimientos de los servidores
de los organismos de seguridad del Estado, con el fin de mantener en
impunidad la ejecución del mencionado acto criminal.

Por consiguiente, como se anticipó, no hay manera de emitir decisión


condenatoria por estos hechos, sin violar el principio de congruencia.

Así las cosas, la decisión que se impone es la de casar la sentencia


impugnada, para confirmar la absolución decretada por el a quo a favor
del procesado por los delitos de “terrorismo” y “tentativa de homicidio
agravado”. En consecuencia, se ordenará su libertad inmediata y se
dispondrá la cancelación de la respectiva orden de captura».

JURISPRUDENCIA RELACIONADA: Rad: 44599 | Fecha: 18/03/2017


| Tema: SISTEMA PENAL ACUSATORIO - Hechos jurídicamente
relevantes: dependen de su correspondencia con los presupuestos
fácticos de la norma penal Rad: 12742 | Fecha: 04/04/2003 | Publicado
en: COMPLICIDAD - Elementos que se deben tener en cuenta para su
reconocimiento Rad: 46099 | Fecha: 08/02/2017 | Tema: COMPLICIDAD
- Elementos que se deben tener en cuenta para su reconocimiento Rad:
19075 | Fecha: 19/11/2003 | Tema: PRINCIPIO DE CONGRUENCIA -
Congruencia personal, fáctica y jurídica Rad: 32792 | Fecha:
25/05/2011 | Tema: PRINCIPIO DE CONGRUENCIA - Congruencia
personal, fáctica y jurídica

Sala de Casación Penal


ID : 640111
M. PONENTE : LUIS ANTONIO HERNÁNDEZ BARBOSA
NÚMERO DE PROCESO : 50394
NÚMERO DE PROVIDENCIA : SP2981-2018
PROCEDENCIA : Tribunal Superior Sala Penal de Bogotá
CLASE DE ACTUACIÓN : CASACIÓN
TIPO DE PROVIDENCIA : SENTENCIA
FECHA : 25/07/2018
FUENTE FORMAL : Ley 599 de 2000 art. 29 núm. 2, 28,
30 núm. 3 y 57 / Ley 906 de 2004

TEMA: COAUTORÍA - Concepto / COAUTORÍA IMPROPIA -


Diferencia con la coautoría propia / COAUTORÍA IMPROPIA - División
del trabajo / COMPLICIDAD - Concepto / COAUTORÍA - Diferencia
con la complicidad / COAUTORÍA IMPROPIA - Principio de imputación
recíproca

Tesis:

«Ha dicho la Corte que la figura de la coautoría comporta el desarrollo


de un plan previamente definido para la consecución de un fin
propuesto, en el cual cada persona involucrada desempeña una tarea
específica, de modo que responden como coautores por el designio
común y los efectos colaterales que de él se desprendan, así su
conducta individual no resulte objetivamente subsumida en el respectivo
tipo penal, pues todos actúan con conocimiento y voluntad para la
producción de un resultado.

Respecto del concurso de personas en la comisión delictiva se ha


precisado que existen diferencias entre la coautoría material propia y la
impropia. La primera ocurre cuando varios sujetos, acordados de
manera previa o concomitante, realizan el verbo rector definido por el
legislador, mientras que la segunda, la impropia, llamada coautoría
funcional, precisa también de dicho acuerdo, pero hay división del
trabajo, identidad en el delito que será cometido y sujeción al plan
establecido, modalidad prevista en el artículo 29-2 del Código Penal, al
disponer que son coautores quienes, “mediando un acuerdo común,
actúan con división del trabajo criminal atendiendo la importancia del
aporte”; se puede deducir, ha dicho la Sala, de los hechos demostrativos
de la decisión conjunta de realizar el delito.

La Corte ha precisado que en dicha modalidad de intervención criminal


rige el principio de imputación recíproca, según el cual, cuando existe
una resolución común al hecho, lo que haga cada uno de los coautores
se extiende a todos los demás conforme al plan acordado, sin perjuicio
de que las otras contribuciones individualmente consideradas sean o no
por sí solas constitutivas de delito.

Por su parte, el artículo 30-3 de la Ley 599 de 2000 preceptúa que es


cómplice “quien contribuya a la realización de la conducta antijurídica o
preste ayuda posterior, por concierto previo o concomitante a la
misma”.

Se caracteriza porque la persona contribuye a la realización de la


conducta punible de otro, o presta una ayuda posterior cumpliendo
promesa anterior, de modo que no realiza el comportamiento descrito
en el tipo, ni tiene dominio en la producción del hecho, porque su
conducta no es propiamente la causa de un resultado típico, sino una
condición del mismo.

En suma, únicamente quien tiene el dominio del hecho puede tener la


calidad de coautor, mientras que el cómplice es aquél que se limita a
prestar una ayuda o brinda un apoyo que no es de significativa
importancia para la realización de la conducta ilícita, es decir, participa
sin tener el dominio propio del hecho».

JURISPRUDENCIA RELACIONADA: Rad: 19697 | Fecha: 27/05/2004


| Tema: COAUTORÍA - Concepto Rad: 12384 | Fecha: 30/05/2002 |
Tema: COAUTORÍA - Concepto Rad: 38725 | Fecha: 22/01/2014 |
Tema: COAUTORÍA IMPROPIA - División del trabajo Rad: 23438 | Fecha:
02/07/2008 | Tema: COAUTORÍA IMPROPIA - División del trabajo Rad:
12376 | Fecha: 21/09/2001 | Tema: COMPLICIDAD - Concepto Rad:
48086 | Fecha: 25/10/2017 | Tema: COAUTORÍA - Diferencia con la
complicidad Rad: 22327 | Fecha: 09/03/2006 | Tema: COAUTORÍA -
Diferencia con la complicidad Rad: 46413 | Fecha: 19/08/2015 | Tema:
IRA O INTENSO DOLOR - La ira es diferente al intenso dolor Rad: 22783
| Fecha: 13/02/2008 | Tema: IRA O INTENSO DOLOR - Elementos que
se deben tener en cuenta para su reconocimiento Rad: 33163 | Fecha:
30/06/2010 | Tema: IRA O INTENSO DOLOR - Elementos que se deben
tener en cuenta para su reconocimiento Rad: 34614 | Fecha:
11/05/2011 | Tema: IRA O INTENSO DOLOR - Elementos que se deben
tener en cuenta para su reconocimiento

RELEVANTE

Sala de Casación Penal


ID : 637399
M. PONENTE : PATRICIA SALAZAR CUELLAR
NÚMERO DE PROCESO : 52747
NÚMERO DE PROVIDENCIA : SP2546-2018
PROCEDENCIA : Tribunal Superior Sala Penal de
Cartagena
CLASE DE ACTUACIÓN : CASACIÓN
TIPO DE PROVIDENCIA : SENTENCIA
FECHA : 04/07/2018
FUENTE FORMAL : Constitución Política de Colombia de
1991 art. 2, 217, 218 y 228 /
Convenios de Ginebra de 1949 art. 4 y
13 / Protocolo Adicional de los
Convenios de Ginebra del 12 de agosto
de 1949 relativo a la Protección de las
Víctimas de los Conflictos Armados
Internacionales (Protocolo I). de
1977 / Ley 95 de 1936 / Ley 270 de
1996 art. 55 / Ley 599 de 2000 / Ley
600 de 2000 art. 206, 207, 213, 239 y
404 / Decreto Ley 100 de 1980

TEMA: CÓMPLICE - Por omisión / POSICIÓN DE GARANTE -


Miembros de la Fuerza Pública: presupuestos / POSICIÓN DE
GARANTE - Cláusula de equivalencia: evolución
legislativa / CONDUCTA PUNIBLE - Concepto de acción
omisiva / POSICIÓN DE GARANTE - Servidor público: tiene deberes
de competencia institucional y por organización / POSICIÓN DE
GARANTE - Hechos ocurridos antes de la Ley 599 de 2000: se
fundamenta en el bloque de constitucionalidad, elementos / CONDUCTA
PUNIBLE - Omisión impropia: se configura / COMPLICIDAD - No se
configura / PRINCIPIO DE NON REFORMATIO IN PEJUS - Apelante
único / DELITO DE RESULTADO - Comisión por omisión

Tesis:

«La Corte, en punto de la responsabilidad penal que asiste al procesado


CP. HMPV y su forma de participación en las conductas punibles, estima
necesario hacer algunas precisiones.

En primer lugar, es necesario recordar que para el momento de los


hechos el Capitán de Corbeta PV se desempeñaba como Comandante de
la Compañía [...], adscrita al Batallón de Infantería de Marina No. [...],
con sede en Corozal (Sucre). Este batallón, a su vez, hacia parte de la
Primera Brigada de Infantería de Marina, que para ese entonces tenía
sede en Sincelejo, al comando del Brigadier General RQ.

El Mayor JTCG, Comandante del Batallón de Infantería de Marina No.


[...], recibía órdenes del Comando de la Primera Brigada de Infantería y,
a su vez, tenía bajo su mando, según lo declaró en el trámite del
proceso, cuatro compañías: Barracuda, Tiburón, Piraña y [...] (fl. 191
vto., c. 4 anexos).

Es importante reiterar que la compañía [...] estaba comandada por el


Capitán de Corbeta HM PV , quien recibió la orden de operaciones No.
004 CBACIM[...]-S3-375, del 18 de febrero de 2000, en la que se le
instruía para que se desplazara a las coordenadas 09º 23’ 45’’ N 75º 04’
00’’, correspondiente al sector rural del corregimiento de San Pedro, con
la misión específica de neutralizar las acciones desarrolladas por grupos
guerrilleros y paramilitares. De acuerdo a lo probado durante la
actuación, durante el desplazamiento de la tropa militar, el 19 de
febrero el acusado recibió la orden para que cambiara el rumbo de su
compañía hacia el corregimiento de El Salado, a donde arribó a las seis
de la tarde.

Siguiendo de manera consonante los términos de la acusación, el juez


de conocimiento condenó al procesado en calidad de cómplice de los
homicidios de ETZ, ECC, OCS, ETS y ETP, los cuales tuvieron ocurrencia
en zona rural del corregimiento de El Salado el 21 de febrero de 2000,
después del arribo al sector del CP. PV y su compañía.

Básicamente, el juez a quo dedujo dicha forma de participación criminal


bajo la idea de haberse favorecido de manera dolosa la realización de
las conductas punibles, sin que el acusado haya tenido el dominio de los
hechos. Se concluyó que prestó una contribución previa y posterior a la
ejecución de las conductas que vulneraron los bienes jurídicos,
verificándose la concurrencia de un nexo de causalidad entre los hechos
principales llevados a cabo por los autores materiales de los delitos
concursales y las conductas omisivas del cómplice.
Sobre el asunto es pertinente resaltar que esta Sala ha concebido la
posibilidad de la participación del cómplice por omisión:

“Para afirmar la tipicidad de un comportamiento a título de complicidad


por omisión, son necesarias dos exigencias.

En primer lugar, concretamente frente a la omisión impropia, impura, o


comisión por omisión, -aunque también se podría admitir en materia de
delitos activos-, el autor y/o el cómplice deben tener la obligación legal
de impedir el resultado, es decir, tienen que ostentar una posición de
garante o de garantía.

Es lo que se desprende del inciso segundo del artículo 21 del Código


Penal de 1980 -norma aplicable por la fecha de ocurrencia del hecho, y
que no distingue entre autor y partícipe-, de acuerdo con el cual,
"Cuando se tiene el deber jurídico de impedir el resultado, no evitarlo,
pudiendo hacerlo, equivale a producirlo". Y es lo que emana del inciso
segundo del artículo 25 del Código Penal del 2000, en virtud del cual,
quien tuviere el deber jurídico de impedir un resultado perteneciente a
una descripción típica y no lo llevare a cabo, estando en posibilidad de
hacerlo, queda sujeto a la pena prevista en la norma correspondiente.
Para esto, además, se requiere que la persona tenga a su cargo la
protección en concreto del bien jurídico, o que se le haya encomendado
como garante la custodia o vigilancia de una determinada fuente de
riesgo, conforme con la Constitución o la ley.

En segundo lugar, de la conducta omisiva de ayuda, además, se


predican las características generales de la complicidad, es decir, las
siguientes:

a) Que exista un autor -o varios-.

b) Que los concurrentes -autor y cómplice- se identifiquen en cuanto al


delito o delitos que quieren cometer. Uno o unos de ellos, como autor o
autores; y otro u otros, como ayudantes, como colaboradores, con
prestación de apoyo que debe tener trascendencia en el resultado final.

c) Que los dos intervinientes -autor y cómplice- se pongan de acuerdo


en aquello que cada uno de ellos va a realizar, convenio que puede ser
anterior a la comisión del hecho o concomitante a la iniciación y
continuación del mismo, y tácito o expreso.
d) Que exista dolo en las dos personas, es decir, tanto en el autor como
en el cómplice.”
No obstante lo anterior, la fundamentación ofrecida por el juez de
primera instancia en nada se corresponde con dichas consideraciones y
concluye en la atribución de una forma de participación criminal referida
a la complicidad por cuanto, en su entender, el Decreto-Ley 100 de
1980 no consagra la figura de la posición de garante, por lo que no
podía el acusado ser sancionado como autor de los delitos de homicidio,
en concurso de conductas punibles, sobre los que recayó su
responsabilidad penal.

[…]

Una justificación en ese sentido se ofrece equivocada porque no es


cierto que en vigencia del Decreto - Ley 100 de 1980 no existiera la
figura de la posición de garante. La sola consagración normativa de los
delitos de comisión por omisión, supone necesariamente la existencia de
una fórmula de equivalencia con la acción que normalmente causa el
resultado.

Alguna discusión sobre ese tema podía suscitarse en vigencia del Código
Penal de 1936, puesto que allí apenas se mencionaba la posibilidad de
cometer los delitos por omisión. No ocurrió lo mismo con el Decreto -
Ley 100 de 1980, donde aparte de consagrarse la disposición relativa a
que el hecho punible puede ser realizado por acción o por omisión
(artículo 19), se introdujo una cláusula de equivalencia referida al deber
jurídico que equipara acción y omisión: «Cuando se tiene el deber
jurídico de impedir el resultado, no evitarlo, pudiendo hacerlo, equivale
a producirlo» (artículo 21, inciso segundo).

Precisamente, esa fórmula de equivalencia referida a la causalidad entre


la omisión de una conducta debida jurídicamente y el resultado lesivo,
es lo que constituye la llamada posición de garante. Se trata de deberes
jurídicos emanados de la ley y de otras fuentes, tales como el contrato o
la asunción voluntaria y el hecho precedente o la injerencia, que se
encuentran atados al resultado dañoso a través de un nexo de evitación,
consistente en que de haber ejecutado la conducta esperada por parte
del sujeto, se habría interrumpido o evitado la consecuencia.

Sobre este punto, la Corte ha tenido oportunidad de precisar, de cara al


Decreto - Ley 100 de 1980 y a la Constitución Política de 1991, los
criterios normativos para la configuración de los deberes de
aseguramiento o las obligaciones de actuar que, de ser cumplidas por el
sujeto que ostenta la condición de garante, evitaría la producción del
resultado, resaltándose que aunque en dicho Código Penal no se
establecieron los deberes jurídicos o las fuentes de la posición de
garante -como si ocurre en la Ley 599 de 2000-, la promulgación de la
Carta Política y, con ella, el replanteamiento del modelo sociopolítico del
Estado Social y Democrático de Derecho, el fundamento de las
relaciones entre gobernantes y gobernados, el ámbito de las garantías
ciudadanas, el establecimiento y la preeminencia de valores superiores,
permitieron destacar la existencia de deberes jurídicos no sólo para los
servidores públicos, sino para los particulares, que les fija, en uno y otro
evento, el deber de evitar ciertos resultados típicos .

Por ello, se subrayó por la Sala, la existencia de deberes de competencia


institucional y también por organización, es decir, obligaciones
normativamente específicas para los servidores públicos que como
agentes estatales tienen el deber jurídico de atender los fines esenciales
del Estado, o deberes generales de los ciudadanos de velar por la
conservación de determinados bienes jurídicos, estableciéndose
posiciones de garante que emergen, en el primer caso, del contenido del
artículo 2º del texto superior, según el cual, las autoridades de la
República están instituidas para proteger a todas las personas
residentes en Colombia en su vida, honra, bienes, creencias y demás
derechos y libertades, sin alguna discriminación, y para asegurar el
cumplimiento de los deberes sociales del Estado, debiendo responder no
sólo por infringir la Constitución y las leyes, sino por omisión o
extralimitación en el ejercicio de sus funciones.

Por eso, se ha acotado que tratándose de miembros de la fuerza


pública, los deberes institucionales se desprenden de las finalidades de
las Fuerzas Militares, atinentes a la defensa de la soberanía, la
independencia, la integridad del territorio y del orden constitucional
(artículo 217 de la Constitución), o de la Policía Nacional, relativos al
mantenimiento de las condiciones necesarias para el ejercicio de los
derechos y libertades públicas, y para asegurar que los habitantes en
Colombia, convivan en paz (artículo 218 ib.), lo mismo que de las
normas del Derecho Internacional Humanitario que protegen a la
población civil en caso de conflicto armado interno, específicamente, los
Protocolos Adicionales a los Convenios de Ginebra del 12 de agosto de
1949 y 8 de junio de 1977, artículos 4° y 13.

Ahora bien, entiende la Sala que esa posición de garante que se impone
a los miembros de la fuerza pública sobre los derechos y libertades de
los habitantes del territorio nacional, no se puede fundamentar
exclusivamente en el aspecto normativo, siendo necesario además la
constatación de que recaiga dentro del ámbito de competencia del
agente del Estado, el deber específico y concreto de proteger los
derechos constitucionales de los ciudadanos.

Así lo ha precisado esta Corporación:

“Para hechos acaecidos con anterioridad al Código Penal de 2000, por


ejemplo, en casos similares de «masacres» cometidas por los grupos
armados al margen de la ley con la participación omisiva de miembros
de la fuerza pública, se ha aplicado tal categoría jurídica, pues desde el
propio bloque de constitucionalidad el Estado se constituye en garante,
posición que se materializa a través de sus agentes o servidores
públicos.

Ello impone determinar previamente la competencia del sujeto, esto es,


si le correspondía realizar los deberes de seguridad en el tráfico o de
protección frente a determinados bienes jurídicos en relación con ciertos
riesgos, para de esa forma evidenciar si el resultado era evitable y
cognoscible, siempre que concurran estos elementos.

1. Situación de peligro para el bien jurídico.

2. No realización de la conducta debida, por no actuar teniendo el deber


de hacerlo para evitar el resultado lo que eleva el riesgo creado.

3. Posibilidad de realizar la acción debida, esto es, que el sujeto esté en


posibilidad de evitar el resultado o aminorar el riesgo a través de la
acción debida para lo cual debe tener i) conocimiento de la situación
típica, esto es, que el resultado se va a producir, ii) tener los medios
necesarios para evitar el resultado, iii) contar con la posibilidad de
utilizarlos a fin de evitar el resultado.

4. Producción del resultado.”

Con lo anterior, se deja por sentado que incluso tratándose de aquellos


comportamientos desplegados en vigencia del Decreto - Ley 100 de
1980, se incurre en delito de resultado por vía de la omisión impropia
cuando concurren los requerimientos para que el sujeto ostente la
posición de garante, correspondiéndole la misma sanción del delito que
se ejecuta por una conducta activa.

Cada uno de esos requisitos, según se ha visto a lo largo de esta


decisión, concurrieron en el comportamiento atribuido al acusado CP.
HMPV.
Valga decir, en primer lugar, se presentó una situación de peligro para
los habitantes de El Salado y sus zonas rurales aledañas con la incursión
violenta de los grupos paramilitares, ocurrida desde el día 16 de febrero
de 2000.

En segundo lugar, sobre dicho oficial de la Infantería de Marina recaía la


competencia institucional de protección a la comunidad -funcional,
material y territorial-, derivada no solamente de la función inherente al
rango que ostentaba dentro de las Fuerzas Militares, sino, de manera
específica y concreta, como destinatario de la orden de operaciones Nro.
004 CBACIM[...]-S3-375, emitida el 18 de febrero de 2000, que recibió
para desplazarse a la zona donde hacían presencia los violentos para
neutralizar las acciones que amenazaban los más caros derechos de los
habitantes de ese territorio.

En tercer lugar, se tiene que el CP. PV contaba con las posibilidades


materiales de contrarrestar a los agresores. Tuvo conocimiento, de
primera mano de lo sucedido, sabía el rumbo tomado por los miembros
de los grupos paramilitares, contaba con una compañía militar
adiestrada y armada para repeler las acciones violentas que
amenazaban los bienes jurídicos y tenía la disponibilidad espacial y
temporal para cumplir con su deber de actuación.

Y, en cuarto lugar, no obstante lo anterior, el acusado omitió sus


deberes institucionales, resultando ello relevante, desde el punto de
vista del nexo de evitación, para el resultado lesivo materializado en los
homicidios de ETZ, ECC, OCS, ETS y ETP.

Así las cosas, debe destacarse que los jueces de instancia se


equivocaron al fijar la condición de cómplice como grado de
participación en las conductas punibles del acusado CP. PV, puesto que
por su comportamiento debió responder por el concurso delictual del
múltiple Homicidio agravado en comisión por omisión, en calidad de
autor.

No obstante lo anterior, en virtud de la prohibición de reformar la


decisión en aspectos que punitivamente resultarían desfavorables a los
intereses del procesado como recurrente único, deberá mantenerse la
sanción correspondiente a la forma de participación deducida en los
fallos de instancia».
JURISPRUDENCIA RELACIONADA: Rad: 41622 | Fecha: 05/12/2016
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postulados del Estado de Derecho Rad: 29756 | Fecha: 22/05/2003 |
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Fecha: 08/07/2004 | Tema: PRUEBA TRASLADADA - Autenticidad
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Derecho de contradicción Rad: 19888 | Fecha: 28/09/2006 | Tema:
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comunes Rad: 32022 | Fecha: 01/09/2009 | Tema: DELITOS DE LESA
HUMANIDAD - Prescripción: son delitos imprescriptibles

Sala de Casación Penal


ID : 629495
M. PONENTE : LUIS GUILLERMO SALAZAR OTERO
NÚMERO DE PROCESO : 49433
NÚMERO DE PROVIDENCIA : SP1038-2018
PROCEDENCIA : Tribunal Superior Sala Penal de Cali
CLASE DE ACTUACIÓN : CASACIÓN
TIPO DE PROVIDENCIA : SENTENCIA
FECHA : 11/04/2018
FUENTE FORMAL : Constitución Política de Colombia de
1991 art. 6 y 122 / Ley 84 de 1873 art.
2341 / Ley 599 de 2000 art. 10, 22,
23, 25, 94, 397, 400, 401 y 428 / Ley
600 de 2000 art. 56, 205, 208, 216,
220, núm. 3, 234, 306 y 373

TEMA: COAUTORÍA IMPROPIA - División del trabajo / COAUTORÍA


IMPROPIA - Configuración / COAUTORÍA - Diferencia con la
complicidad / APLICACIÓN INDEBIDA DE LA LEY - No se
configura / FALTA DE APLICACIÓN DE LA LEY - No se
configura / INTERPRETACIÓN ERRÓNEA DE LA LEY - No se configura

Tesis:

«Aplicación indebida de los artículos 397 y 29 del Código Penal y falta de


aplicación de su artículo 30 en tanto a ARA se le ha tratado
erróneamente como coautor impropio del delito de peculado.

Si la coautoría impropia, en términos expuestos reiteradamente por la


Sala, implica que cada uno de los sujetos intervinientes en el punible no
lo ejecutan integral y materialmente, pero sí prestando una contribución
objetiva a la consecución del resultado común en la que cada cual tiene
dominio funcional del hecho con división de trabajo, cumpliendo acuerdo
expreso o tácito y previo o concomitante con la comisión del hecho, sin
que para la atribución de responsabilidad resulte indispensable que cada
uno de aquellos ejecute la totalidad del supuesto fáctico descrito en el
tipo, no se entiende de qué manera podría haber el sentenciador
infringido de modo directo la ley sustancial porque le haya asignado tal
condición al procesado, si eso por demás fue lo que revelaron las
pruebas.

Haber reconocido que A no perteneció al Comité de Becas o que no era


el ordenador del gasto no conlleva a sostener ausente su calidad de
coautor si por otro lado, como en efecto sucedió, se demostró que sí
intervino en el trámite de esas becas y en la asignación de los recursos
respectivos en la medida en que actuó en alguna de las etapas que
obligatoriamente debía cursar ese proceso hasta llegar a su fase final de
pago, porque de una parte era quien daba el visto bueno a todas las
decisiones y documentos que en esa materia tomara y expidiera FR, de
quien era su asistente, coordinaba la nómina o lideraba esa área, hacía
parte del Comité de Bienestar Laboral al cual le correspondía hacer
seguimiento, entre otras actividades, a la de beneficios educativos y
finalmente era el representante legal de […], fondo a través del cual
efectivamente se canalizaron muchos de los auxilios educativos
ilícitamente apropiados.

Luego dadas todas esas circunstancias en que los hechos ocurrieron,


ninguna posibilidad jurídica existía de tener al acusado como un
cómplice en atención a que su contribución o aporte en el delito no fue
la de un simple auxiliador del hecho de otro, sino su actividad puesta a
la ejecución de su propia ilicitud, como que en las condiciones descritas
tenía el dominio del hecho desde la tarea que la concernía.

Interpretación errónea de los artículos 59, 60.1 y 401 del Código Penal;
aplicación indebida del inciso 2º del artículo 397 y falta de aplicación del
inciso 1º del mismo precepto de la Ley 599 de 2000.

En consideración del demandante se infringió la ley sustancial en los


sentidos dichos por cuanto no obstante que en la acusación no se hayan
incluido circunstancias de mayor o menor punibilidad, se tasó la pena
con sustento en el citado inciso 2º del artículo 397 que precisamente
prevé una circunstancia de agravación.

Sin embargo, examinadas la acusación de primera y segunda instancia y


las sentencias, fácil se advierte la incorrección material de la censura;
de una parte es cierto que la acusación no imputó circunstancias de
mayor o menor punibilidad, pero a su vez el fallo fue congruente con
ello al punto que para efectos de dosificar la sanción se ubicó en el
primer cuarto de movilidad, lo que no habría sucedido si hubiere tenido
en cuenta causales de una u otra modalidad que lo habrían obligado a
situarse en los cuartos medios.

De otro lado, el artículo 397 citado prevé en su inciso 2º una


circunstancia de agravación punitiva, que no circunstancia de mayor
punibilidad pues éstas se hallan previstas en el artículo 58 del Código
Penal, derivada de la cuantía, la cual fue debidamente imputada en la
acusación tanto fáctica como jurídicamente, en la medida en que no sólo
se le atribuyó al acusado haberse apropiado de dineros en suma
superior a tres mil millones de pesos, sino que jurídicamente se
transcribió precisamente el inciso 2º antes reseñado.
Ahora, en cuanto a la diminuente punitiva señalada en el artículo 401
del Código Penal, en parte alguna del proceso se acreditó que el acusado
haya reintegrado total o parcialmente las sumas ilícitamente apropiadas,
luego mal podría invocarse errónea interpretación de la citada norma
cuando no se verificaron los supuestos fácticos que la hicieran viable».

FALSO JUICIO DE EXISTENCIA - Por suposición: no se configura si la


prueba existe en el proceso / COAUTORÍA - Acuerdo: análisis
probatorio de las circunstancias / COAUTORÍA -
Demostración / COAUTORÍA - Diferencia con la complicidad

Tesis:

«Sobre la formulada en nombre de JC.

[…]

JURISPRUDENCIA RELACIONADA: Rad: 25536 | Fecha: 27/07/2006


| Tema: POSICIÓN DE GARANTE - Circunstancias en que se puede
constituir Rad: 35113 | Fecha: 05/06/2014 | Tema: PRINCIPIO DE
CONGRUENCIA - Acusación y sentencia: no se desconoce si se casa
como autor por comisión por omisión y se condena como autor por
acción, con fundamento en los mismos hechos Rad: 44036 | Fecha:
27/08/2014 | Tema: PRINCIPIO DE RAZÓN SUFICIENTE - Concepto
Rad: 34491 | Fecha: 26/10/2011 | Tema: PRINCIPIO DE RAZÓN
SUFICIENTE - Vulneración: al dar por probado lo que debió ser objeto
de demostración

Sala de Casación Penal


ID : 620655
M. PONENTE : EUGENIO FERNANDEZ CARLIER
NÚMERO DE PROCESO : 51055
NÚMERO DE PROVIDENCIA : AP8509-2017
PROCEDENCIA : Tribunal Superior Sala Penal de Bogotá
CLASE DE ACTUACIÓN : CASACIÓN
TIPO DE PROVIDENCIA : AUTO INTERLOCUTORIO
FECHA : 06/12/2017
FUENTE FORMAL : Ley 599 de 2000 art. 30-3 / Ley 906
de 2004 art. 183

TEMA: COMPLICIDAD - Concepto / COMPLICIDAD -


Características / COMPLICIDAD - Técnica en casación

Tesis:

«[…] el segundo reproche (el subsidiario), el recurrente aseveró (sin ir


más allá de la sola afirmación) que obrar en complicidad, bajo los
supuestos del artículo 30 inciso 3º del Código Penal, constituye una
circunstancia post-delictiva que, como tal, debe reflejarse en la
dosificación de la pena una vez individualizada la pena por el delito
correspondiente y no bajo los parámetros del artículo 60 numeral 5 del
mismo estatuto (esto es, en la delimitación del mínimo y máximo para
el ámbito de movilidad: la disminución mayor aplicada al mínimo y la
menor al máximo de la infracción básica), que fue lo que hizo el juez
plural.

A pesar de tener la carga procesal de hacerlo, el censor jamás aportó


razones que apoyaran su punto de vista. Y, de hecho, el concepto
mismo de complicidad, en tanto se trata de una forma de participación
en la conducta punible (en el sentido de un aporte que contribuye,
aunque de modo no esencial, a la producción del resultado), riñe en lo
sustancial con la idea de ser post-delictiva (que solo sería asimilable a
fenómenos como la prescripción, la reparación o la aceptación de
cargos). Obrar en complicidad es inherente a la realización del tipo.

El cargo subsidiario, entonces, carece de fundamentos.

En este orden de ideas, el discurso de la defensa no es suficiente para


controvertir el fallo impugnado ni tampoco para demostrar algún error
de trámite o juicio. Por lo tanto, la demanda no será admitida».

JURISPRUDENCIA RELACIONADA: Rad: 45562 | Fecha: 29/04/2015


| Tema: SISTEMA PENAL ACUSATORIO - Preacuerdos y negociaciones:
no aprobación

Sala de Casación Penal


ID : 594298
M. PONENTE : LUIS GUILLERMO SALAZAR OTERO
NÚMERO DE PROCESO : 48639
NÚMERO DE PROVIDENCIA : AP8218-2017
PROCEDENCIA : Tribunal Superior Sala Penal de
Medellín
CLASE DE ACTUACIÓN : CASACIÓN
TIPO DE PROVIDENCIA : AUTO INTERLOCUTORIO
FECHA : 29/11/2017
FUENTE FORMAL : Ley 599 de 2000 art. 404 y 446 / Ley
906 de 2004 art. 184

TEMA: VIOLACIÓN DIRECTA DE LA LEY SUSTANCIAL - Parte de la


aceptación plena de los hechos / VIOLACIÓN DIRECTA DE LA LEY
SUSTANCIAL - Modalidades / CASACIÓN - Principio de
inescindibilidad: sentencias de primera y segunda instancia, unidad
jurídica / COMPLICIDAD - Demostración

Tesis:

« […] el defensor al amparo de la causal primera de casación, en los


cargos principal y segundo subsidiario, acusó al sentenciador de haber
quebrantado de forma directa la ley sustancial, aspecto que le obligaba
conforme lo tiene expresado la Corte, a aceptar los hechos tal como los
declaró probados el fallador, sin controvertir el mérito asignado por éste
a los medios de convicción incorporados a la actuación, de modo que su
labor debe estar dirigida a plantear una discusión netamente jurídica, en
orden a demostrar la falta de aplicación, la aplicación indebida o la
interpretación errónea de una norma sustancial.

No obstante, con identidad de argumentos sólo que variando la norma


que acusa se dejó de aplicar, cuestionó la responsabilidad que a título
de cómplice le fue atribuida a su defendido, bajo la tesis que los
sentenciadores en sus decisiones sólo tuvieron por demostrada la
participación posterior de LECM en la comisión de los hechos, para
brindar ayuda a su hermano, autor de los mismos, en labores de huida
de la residencia de las víctimas, traslado a un centro médico y
ocultamiento de posible evidencia y no el acuerdo previo o concomitante
para facilitar la ejecución de las acciones típicas, lo cual en su sentir,
descartaba su participación como cómplice y obligaba a su absolución, o
a lo sumó lo hacía responsable del punible de encubrimiento dispuesto
en el artículo 446 del estatuto sustancial penal.
Para construir tales hipótesis, el demandante refirió su inconformidad
con las pruebas fijadas por los funcionarios judiciales, en tanto lo que
para él no constituía prueba del acuerdo previo o concomitante, para las
instancias, en particular, la primera sí lo era […].

[…]

A su turno, el Juez Colegiado compartió dicho criterio (formándose así


una unidad inescindible entre las decisiones) […].

[…]

Así las cosas, de la sentencia se observa que el sentenciador no admitió


que la participación del procesado recurrente se hubiese limitado a una
ayuda posterior y sin acuerdo previo o concomitante, como lo supone el
libelista, por el contrario, que de la apreciación de las pruebas se
observaba necesariamente satisfecho ese presupuesto y por lo mismo,
se concluía más allá de duda razonable su responsabilidad.

Luego, aparece que para los juzgadores, singular y colegiado, a partir de


la valoración que de las pruebas hicieron se evidenciaban los supuestos
normativos de la complicidad, contrario al criterio que expone el
recurrente al indicar que no existía respaldo probatorio, lo cual se
traduce en una discusión que supera el ámbito normativo propio de la
violación directa de la ley sustancial».

Sala de Casación Penal


ID : 560626
M. PONENTE : JOSÉ LUIS BARCELÓ CAMACHO
NÚMERO DE PROCESO : 48086
NÚMERO DE PROVIDENCIA : AP7084-2017
PROCEDENCIA : Tribunal Superior Sala Penal de Bogotá
CLASE DE ACTUACIÓN : SEGUNDA INSTANCIA
TIPO DE PROVIDENCIA : AUTO INTERLOCUTORIO
FECHA : 25/10/2017
FUENTE FORMAL : Ley 600 de 2000 art. 220 y 220-6

TEMA: COAUTORÍA - Elementos / COAUTORÍA - Diferencia con la


complicidad / COAUTORÍA IMPROPIA - Concepto / COAUTORÍA
IMPROPIA - Elementos

Tesis:

«[…] la tesis de la Corte sobre la coautoría impropia y su distinción


respecto de la complicidad ha sido, en general, constante.

[…]

[…] más recientemente ha insistido en la diferencia entre coautoría y


complicidad, de la siguiente manera (CSJ, SP, 1º de julio de 2015, rad.
42293):

“Para dilucidar el asunto, en primer lugar, se hará referencia a los


conceptos de coautoría y complicidad”.

“En una sentencia del 18 de junio de 2004 (CSJ SP, 18 Junio de 2014,
rad. 43772), la Sala evocó, con el fin de reiterar el criterio, una
jurisprudencia que con toda claridad explica en qué consiste la coautoría
y cómo se configura”:

“Se predica la coautoría, cuando plurales personas son gregarias por


voluntad propia de la misma causa al margen de la ley, comparten
conscientemente los fines ilícitos propuestos y están de acuerdo con los
medios delictivos para lograrlos, de modo que cooperan poniendo todo
de su parte para alcanzar esos cometidos, realizando cada uno las
tareas que le corresponden, coordinadas por quienes desempeñen a su
vez el rol de liderazgo”.

“En tales circunstancias, quienes así actúan, coparticipan criminalmente


en calidad de coautores, aunque no todos concurran por sí mismos a la
realización material de los delitos específicos; y son coautores, porque
de todos ellos puede predicarse que dominan el hecho colectivo y
gobiernan su propia voluntad, en la medida justa del trabajo que les
correspondiere efectuar, siguiendo la división del trabajo planificada de
antemano o acordada desde la ideación criminal (CSJ SP, 7 mar. 2007,
rad. 23825)”.

“De ese concepto se desprende que para la estructuración de la


coautoría deben concurrir elementos de orden subjetivo y objetivo”.

“Los primeros, se refieren al acuerdo expreso o tácito, en razón del cual


cada coautor se compromete a desarrollar la tarea que le corresponde
en la ejecución del plan criminal, lo cual implica que cada uno debe ser
consciente de que voluntariamente comparte la misma causa, el mismo
propósito ilícito y los medios que se emplearán para alcanzar tales
fines”.

“Los objetivos, aluden a que la contribución de cada coautor debe ser


esencial (“división del trabajo criminal atendiendo la importancia del
aporte”, Código Penal, art. 29, inc. 2), aspecto que necesariamente
remite al denominado “dominio funcional del hecho”, en virtud del cual
cada sujeto domina el acontecer total en cooperación con los demás”.

“Son precisamente esos los elementos que ha tenido en cuenta la Sala


(CSJ, SP, 22 de enero de 2014, rad. 38725), al precisar que la coautoría
funcional se puede deducir de los hechos que demuestran la decisión
conjunta de realizar el delito”:

“Es sabido que para la coautoría funcional el acuerdo del plan criminal
no requiere de un pacto detallado, pues se deduce de los actos
desencadenantes, de los hechos demostrativos de la decisión conjunta
de su realización”.

“Según la teoría del dominio del hecho, autor es quien domina el hecho
y para efectos de la coautoría lo decisivo es tener un dominio funcional
del hecho, pues cada sujeto controla el acontecer total en cooperación
con los demás, no tiene en sí mismo un control parcial, ni tampoco
global, sino que éste se predica de todos”.

“A su turno, de acuerdo con la definición prevista en el artículo 29 de la


Ley 599 de 2000 relacionada con que “Son coautores los que, mediando
un acuerdo común, actúan con división del trabajo criminal atendiendo
la importancia del aporte”, la Corte Suprema de Justicia ha enfatizado
en la necesaria presencia de los siguientes elementos: i) un acuerdo o
plan común; ii) división de funciones y iii) trascendencia del aporte en la
fase ejecutiva del ilícito”.

“Lo anterior implica al operador judicial sopesar tanto el factor subjetivo


relacionado con el asentimiento expreso o tácito de los sujetos conforme
al plan común y su decidida participación en tal colectividad con ese
propósito definido, como factores objetivos dados por la conducta
desplegada por cada uno como propia de una labor conjunta o global y
la entidad de tal aporte”.

“Pero, lo concerniente a la participación -en este caso la complicidad-


excluye la ejecución de la acción típica por parte del partícipe, porque lo
que éste hace es una contribución al injusto doloso que otro comete: “Si
se busca una característica general para todas las manifestaciones o
formas de aparición de la autoría que la delimite de la participación, se
ha de decir: el autor es la figura central en la realización de la acción
ejecutiva típica. El partícipe es una figura marginal o personaje
secundario…” (Roxin, Claus; Derecho Penal, Parte General, Tomo II,
parágrafo 25-10)”.

“Tal concepto ha sido claramente explicado por la doctrina en vigor de la


Sala (CSJ, AP, 26 de febrero de 2014, rad. 42428)”:

“Tanto el artículo 30 de la Ley 599 de 2000, como el artículo 24 del


Decreto 100 de 1980, (…), establecen que el cómplice es la persona que
contribuye a la realización de la conducta antijurídica o presta una
ayuda posterior, por concierto previo o concomitante a la misma”.

“Lo anterior permite entender que ese partícipe accesorio no realiza la


conducta típica, sólo contribuye de manera más o menos eficaz, sin
tener dominio en la producción del hecho. Por eso, como no realiza el
verbo rector, su conducta no puede ser la causa del resultado
antijurídico sino una condición del mismo”.

“En síntesis, “…sólo quien domina el hecho puede ser tenido como
autor; mientras que el cómplice es aquél que simplemente presta una
ayuda o brinda un apoyo que no es de significativa importancia para la
realización de la conducta ilícita, es decir, participa sin tener el dominio
propio del hecho.” (CSJ, SP, 9 de marzo de 2006, rad. 22327)”.

En lo que tiene que ver con la coautoría impropia, ha reiterado lo


siguiente (CSJ, SP, auto del 18 de junio de 2014, rad. 43772):

“De antaño ha explicado la jurisprudencia de esta Corporación (CSJ SP,


7 mar. 2007, Rad. 23825) en qué consiste la coautoría y cómo se
configura a pesar de que no todos concurran a la ejecución del hecho”:

“Se predica la coautoría, cuando plurales personas son gregarias por


voluntad propia de la misma causa al margen de la ley, comparten
conscientemente los fines ilícitos propuestos y están de acuerdo con los
medios delictivos para lograrlos, de modo que cooperan poniendo todo
de su parte para alcanzar esos cometidos, realizando cada uno las
tareas que le corresponden, coordinadas por quienes desempeñen a su
vez el rol de liderazgo”.

“En tales circunstancias, quienes así actúan, coparticipan criminalmente


en calidad de coautores, aunque no todos concurran por sí mismos a la
realización material de los delitos específicos; y son coautores, porque
de todos ellos puede predicarse que dominan el hecho colectivo y
gobiernan su propia voluntad, en la medida justa del trabajo que les
correspondiere efectuar, siguiendo la división del trabajo planificada de
antemano o acordada desde la ideación criminal”.

“Ese criterio fue recientemente confirmado por la Sala (CSJ SP, 22 ene.
2014, Rad. 38725), al precisar que la coautoría funcional se puede
deducir de los hechos que demuestran la decisión conjunta de realizar el
delito”:

“Es sabido que para la coautoría funcional el acuerdo del plan criminal
no requiere de un pacto detallado, pues se deduce de los actos
desencadenantes, de los hechos demostrativos de la decisión conjunta
de su realización”.

“Según la teoría del dominio del hecho, autor es quien domina el hecho
y para efectos de la coautoría lo decisivo es tener un dominio funcional
del hecho, pues cada sujeto controla el acontecer total en cooperación
con los demás, no tiene en sí mismo un control parcial, ni tampoco
global, sino que éste se predica de todos”.

“A su turno, de acuerdo con la definición prevista en el artículo 29 de la


Ley 599 de 2000 relacionada con que “Son coautores los que, mediando
un acuerdo común, actúan con división del trabajo criminal atendiendo
la importancia del aporte”, la Corte Suprema de Justicia ha enfatizado
en la necesaria presencia de los siguientes elementos: i) un acuerdo o
plan común; ii) división de funciones y iii) trascendencia del aporte en la
fase ejecutiva del ilícito”.

“Lo anterior implica al operador judicial sopesar tanto el factor subjetivo


relacionado con el asentimiento expreso o tácito de los sujetos conforme
al plan común y su decidida participación en tal colectividad con ese
propósito definido, como factores objetivos dados por la conducta
desplegada por cada uno como propia de una labor conjunta o global y
la entidad de tal aporte”.

Así, la reseña jurisprudencial precedente, extensa pero pertinente,


contenida en precedentes que se reiteran unos a otros, deja ver a las
claras que la postura de la Sala sobre el alcance de las figuras de la
coautoría y la complicidad ha sido constante. Más aun: al contrario de lo
que sugiere el accionante, se diría que la postura de la jurisprudencia de
la Sala se orienta cada vez más a involucrar a los intervinientes en el
delito como coautores, más que como cómplices».

JURISPRUDENCIA RELACIONADA: Rad: 17457 | Fecha: 09/03/2006


| Tema: COAUTORÍA - Elementos / COAUTORIA - Diferencia con la
complicidad / COAUTORÍA IMPROPIA - Concepto / COAUTORÍA
IMPROPIA - Elementos Rad: 22327 | Fecha: 09/03/2006 | Tema:
COAUTORÍA - Elementos / COAUTORIA - Diferencia con la complicidad /
COAUTORÍA IMPROPIA - Concepto / COAUTORÍA IMPROPIA - Elementos
Rad: 17457 | Fecha: 22/05/2003 | Tema: COAUTORÍA - Elementos /
COAUTORIA - Diferencia con la complicidad / COAUTORÍA IMPROPIA -
Concepto / COAUTORÍA IMPROPIA - Elementos Rad: 22327 | Fecha:
09/03/2006 | Tema: COAUTORÍA - Elementos / COAUTORIA - Diferencia
con la complicidad / COAUTORÍA IMPROPIA - Concepto / COAUTORÍA
IMPROPIA - Elementos Rad: 23825 | Fecha: 07/03/2007 | Tema:
COAUTORÍA - Elementos / COAUTORIA - Diferencia con la complicidad /
COAUTORÍA IMPROPIA - Concepto / COAUTORÍA IMPROPIA - Elementos
Rad: 38725 | Fecha: 22/01/2014 | Tema: COAUTORÍA - Elementos /
COAUTORIA - Diferencia con la complicidad / COAUTORÍA IMPROPIA -
Concepto / COAUTORÍA IMPROPIA - Elementos Rad: 42428 | Fecha:
26/02/2014 | Tema: COAUTORÍA - Elementos / COAUTORIA - Diferencia
con la complicidad / COAUTORÍA IMPROPIA - Concepto / COAUTORÍA
IMPROPIA - Elementos Rad: 43772 | Fecha: 18/06/2014 | Tema:
COAUTORÍA - Elementos / COAUTORIA - Diferencia con la complicidad /
COAUTORÍA IMPROPIA - Concepto / COAUTORÍA IMPROPIA - Elementos
Rad: 42293 | Fecha: 01/07/2015 | Tema: COAUTORÍA - Elementos /
COAUTORIA - Diferencia con la complicidad / COAUTORÍA IMPROPIA -
Concepto / COAUTORÍA IMPROPIA - Elementos Rad: 40208 | Fecha:
11/07/2013 | Tema: ACCIÓN DE REVISIÓN - Cambio de jurisprudencia

Sala de Casación Penal


ID : 560652
M. PONENTE : FERNANDO ALBERTO CASTRO
CABALLERO
NÚMERO DE PROCESO : 48507
NÚMERO DE PROVIDENCIA : SP17412-2017
PROCEDENCIA : Tribunal Superior Sala Penal de
Antioquia
CLASE DE ACTUACIÓN : CASACIÓN
TIPO DE PROVIDENCIA : SENTENCIA
FECHA : 25/10/2017
FUENTE FORMAL : Ley 600 de 2000 art. 404

TEMA: PRINCIPIO DE CONGRUENCIA - Acusación y


sentencia / PRINCIPIO DE CONGRUENCIA - Congruencia personal,
fáctica y jurídica: la congruencia fáctica y personal es
absoluta / COMPLICIDAD - Características / FAVORECIMIENTO - Se
configura / PRINCIPIO DE CONGRUENCIA - No se
vulnera / PRINCIPIO DE CONGRUENCIA - Acusación y sentencia:
variación de la calificación jurídica en la sentencia, procede siempre y
cuando se respete el núcleo fáctico de la acusación, sea por delitos del
mismo género, no agrave la situación del procesado y no afecte los
derechos fundamentales de otros sujetos intervinientes

Tesis:

«La causal segunda de casación prevista en la Ley 600 de 2000,


consagra en forma expresa la disonancia entre la acusación y la
sentencia como una forma de violación del debido proceso por trasgredir
el principio de congruencia. Es esta la causal invocada por el recurrente,
porque considera que el Tribunal modificó la imputación fáctica al
condenar al procesado por el delito de favorecimiento, ya que los
supuestos de hecho de tal comportamiento se diferencian
sustancialmente de aquellos que soportaron el llamamiento a juicio de
FLUG como cómplice del delito de homicidio en persona protegida,
además que, estima el censor, se pretermitió el trámite indicado en el
artículo 404 del Código de Procedimiento Penal para que el juez pueda
variar la acusación al momento de fallar el caso.

El principio de congruencia se refiere a la identidad fáctica, jurídica y


personal que debe existir entre la acusación y la sentencia de modo que
de quebrarse dicha relación se configura una trasgresión al debido
proceso con incidencia en el derecho de defensa que en algunos casos
solo es subsanable por vía de la nulidad.

[…]

Se dice que hay identidad fáctica cuando los hechos de la acusación que
soportan la tipicidad del delito describen con claridad y precisión las
circunstancias tanto objetivas como subjetivas de modo, tiempo y lugar,
las cuales son reproducidas en el fallo, e identidad jurídica cuando el
delito por el cual se acusa es el mismo por el que se condena.

La Corte se encargó de establecer los elementos necesarios para reputar


la congruencia entre la acusación y la sentencia.

[…]

Frente a la congruencia fáctica, ha precisado la Sala que “es absoluta,


en la medida que los sujetos y los supuestos de hecho de la sentencia
deben ser necesariamente los mismos de la acusación; en cambio la
jurídica es relativa, por cuanto el desarrollo de la jurisprudencia en
nuestro país ha permitido que el fallador pueda condenar por una
especie delictiva distinta de la imputada en el pliego de cargos, pero
siempre y cuando pertenezca al mismo género (Título y Capítulo), y la
situación del procesado no se vea desmejorada a consecuencia de una
sanción mayor”. (CSJ AP 21 Oct., 2015 rad. 42339, reiterada en CSJ SP
22 jun 2016, rad. 42720).

En decisiones recientes, especialmente en asuntos reglados por el


procedimiento de la Ley 906 de 2004, la Corte ha flexibilizado el
principio de congruencia en lo que tiene que ver con la variación de la
denominación jurídica, manteniendo inamovible el criterio según el cual
los hechos no pueden mutarse y el cambio resulta favorable al acusado.

[…]

Para el asunto que concita la atención de la Corporación, la discusión se


centra en la trasgresión del principio de congruencia ante la presunta
modificación de los hechos por parte del Tribunal, pues no de otra
manera se hubiera podido responsabilizar al procesado por el delito de
favorecimiento, habiendo sido acusado como cómplice del punible de
homicidio en persona protegida.

Oportuno es precisar las circunstancias verdaderas en las que se dio


muerte a la víctima.

Es así que de acuerdo con las declaraciones de uno de los soldados que
conformaban el grupo de militares que hizo presencia en la zona rural
del municipio de Samaná y que aceptó cargos como cómplice de
homicidio, señaló que aquel 14 de mayo de 2004, en horas de la tarde
se dirigieron a ese lugar debido a la información que tenían acerca de
que allí funcionaba un campamento guerrillero. Esa noche durmieron en
el sitio y en la madrugada el grupo se dividió, uno quedó en el lugar
donde pernoctaron y otro, al mando del Teniente G y el Sargento G, se
dirigieron hacia el «objetivo», registrando el lugar y hallando rastros de
que efectivamente había un campamento, el cual ya ha había sido
abandonado.
Por tal motivo parte del grupo se dirigió hacia un cerro a descansar y
trascurrida una hora, el comandante de otro grupo llamó al comandante,
Teniente G, advirtiéndole que veía gente vestida de camuflado a lo que
éste reaccionó organizando el grupo que estaba disperso en varios
subgrupos en distintas zonas, para que iniciaran una confrontación.

Culminado el fuego, el Teniente ordenó al Sargento G que en compañía


de sus soldados se dirigiera a la zona donde habían sido vistos los
insurgentes; pasados veinte minutos, el resto del grupo que se había
quedado en el cerro, escuchó un disparo.

Este impacto lo realizó el soldado YAAP en cumplimiento de la orden que


le dio el Sargento G para que ultimara a uno de los rebeldes que fue
encontrado con vida y arrodillado pedía que no lo asesinaran, sin
embargo el soldado disparó a lo que los varios de los demás asintieron,
expresando “así es que se hace”.

En el momento y lugar preciso en que se ejecutó el homicidio,


estuvieron presentes, entre otros, los soldados AAAA, YAAP, AO, NBV,
JFBM, RAL y el Sargento JGM.

El cabo, FUG se quedó en la parte alta prestando seguridad al mando de


varios soldados; ello en cumplimiento de la orden que le dio el Teniente
GB.

Luego, la totalidad de la tropa se reunió y se enteró acerca de las


circunstancias en las que se había dado muerte a uno de los
combatientes y por instrucción de los comandantes, GM y GB, acordaron
que al ser llamados a rendir explicaciones, sostendrían que la muerte se
produjo en una acción legítima de combate.

Ahora bien, fijado el real acontecer del suceso delictivo y en aras de


verificar la queja de falta de congruencia fáctica entre la acusación y la
sentencia, pertinente resulta citar textualmente cuáles fueron los hechos
por los que la Fiscalía acusó a FLUG.

[…]

[…] el reproche contra el acusado aquí demandante en casación se


concreta en haber cohonestado con los autores del homicidio de HD,
declarar ante las distintas autoridades que su muerte fue una acción
legítima por haberse producido en situación de combate, conducta que
en su momento fue calificada por el acusador de primer grado como una
modalidad de complicidad posterior a la ejecución del delito de homicidio
en persona protegida, mientras que la fiscalía de segunda instancia, fue
más allá al hacer señalamientos acerca del conocimiento que tenía el
procesado previo al homicidio sobre el falso combate, pero que se
abstuvo de adecuar a una coautoría en aras de garantizar el principio de
no reforma en peor, viéndose obligado a mantener la acusación en el
grado de complicidad.

[…]

Recuerda la Corte que la atribución de los hechos en la acusación es un


aspecto de obligatoria claridad y concreción que comprende el “hecho o
conjunto de hechos que configuran la conducta típica y las
circunstancias de modo, tiempo y lugar que los especifican”.

El contenido de la acusación contra el procesado UG ninguna duda


arroja en torno a que la acción que se le reprocha fue la de haber
guardado silencio sobre la verdad acerca de cómo HD fue ultimado y en
su lugar sostener que ello fue el resultado de una confrontación armada.
Con esta situación coindice en un todo la sentencia, solo que allí se
aclara que la conducta del acusado no obedeció a una acción
premeditada producto de un acuerdo criminal con los autores del hecho,
pues para el Tribunal la calificación de la conducta se ajusta a la de
favorecimiento y no a la complicidad en el delito de homicidio.

No observa la Sala de qué manera el fallador de segundo grado alteró el


núcleo fáctico de la acusación, como tampoco que el cambio en la
adecuación típica afecte el derecho de defensa del procesado.

La Fiscalía enrostró al procesado hacer parte del plan criminal que


concluyó con el homicidio de un combatiente desarmado, siendo el rol
de UG, sin haber tomado parte en la realización del homicidio, el de
callar acerca de lo sucedido y al tiempo sostener ante las autoridades
que la muerte se produjo en combate.

Es decir, el reproche en la conducta del acusado se soporta en haber


prestado una ayuda a los ejecutores del homicidio, auxilio que para la
Fiscalía consistió en haber ocultado las reales circunstancias en las que
el comportamiento se produjo.

Esa participación fue descartada por los jueces de instancia, incluso por
el mismo Tribunal, que pese a su sentencia condenatoria, concluyó, al
igual que el a quo, que no se demostró que UG hubiera tomado parte en
la acción de sus compañeros de tropa, prestando una ayuda
concomitante en cumplimiento de un arreglo previo.

Coincide la Corte con el argumento anterior, puesto que la complicidad


implica la cooperación dolosa en el hecho de otro, lo cual a su vez
comporta un aporte objetivo en la comisión de la conducta pero sin que
el partícipe tenga dominio del hecho, pues de lo contrario responde
como coautor. En todo caso la intervención del cómplice en la conducta
ajena ha de estar mediada por un acuerdo de voluntades con el autor o
autores del suceso criminal de carácter previo o concomitante, también
posterior, a condición de que medie promesa precedente.

Si la ayuda del cómplice es concomitante, resulta indispensable que el


conocimiento y voluntad plasmadas en el acuerdo o concertación con el
autor opere, antes de que el delito haya sido consumado y, si es
posterior, de todas formas el aporte debe prestarse en desarrollo de la
conducta punible y en relación de causalidad con el hecho del autor.

[…]

La complicidad atribuida en la acusación siempre estuvo fundada en la


decisión del procesado de ocultar el hecho sobre que la víctima fue
ejecutada por otro soldado, acatando la orden del Sargento G con la
finalidad de cerrar el paso a cualquier investigación, cometido que se
lograría si la muerte se reportaba como efectuada en combate.

Es decir, tal y como se indica en la acusación el propósito del procesado


era el de garantizar la impunidad del homicidio, callando la realidad de
lo sucedido, y así lo estimó el Tribunal.

En este orden de ideas, el reparo en torno a la disonancia entre el


aspecto fáctico de la acusación con el de la sentencia carece de sustento
para dar lugar a la violación del principio de congruencia.

En el mismo sentido, la variación de la calificación jurídica tampoco


comporta trasgresión alguna al debido proceso, puesto que el cambio se
realizó sin alterar los hechos atribuidos en la acusación y se concreta en
un beneficio para al procesado, puesto que pasó de ser responsabilizado
como cómplice en un delito de homicidio en persona protegida a autor
del punible de favorecimiento agravado.

Bajo tal panorama, al cambio radica exclusivamente en la denominación


jurídica del hecho, modificación que cumple con el estándar fijado por la
jurisprudencia de la Sala según el cual, es posible readecuar la conducta
a cualquiera de los delitos descritos en el Código Penal, siempre que las
circunstancias que lo conforman hayan sido correctamente atribuidas y
se degrade el delito.

Tampoco se advierte una violación al debido proceso por el hecho de


que no se hubiera variado la calificación jurídica siguiendo el
procedimiento que fija el artículo 404 de la Ley 600 de 2000, habida
cuenta que éste solo resulta imprescindible “cuando se pretenda hacer
más gravosa la situación jurídica del procesado, esto es, cuando se trate
de imputarle una especie delictiva más grave o una modalidad
comportamental más severa, no así cuando la nueva imputación sea
más benigna o resulte equivalente en su punición, siempre que se
conserve en el fallo el núcleo central de la imputación fáctica”

Lo expuesto es suficiente para concluir que el cargo propuesto en la


demanda no logra desquiciar la sentencia del Tribunal Superior de
Antioquia, la cual cobra firmeza».

JURISPRUDENCIA RELACIONADA: Rad: 42339 | Fecha: 21/10/2015


| Tema: PRINCIPIO DE CONGRUENCIA - Congruencia personal, fáctica y
jurídica: la congruencia fáctica y personal es absoluta Rad: 42720 |
Fecha: 22/06/2016 | Tema: PRINCIPIO DE CONGRUENCIA -
Congruencia personal, fáctica y jurídica: la congruencia fáctica y
personal es absoluta Rad: 46099 | Fecha: 08/02/2017 | Tema:
PRINCIPIO DE CONGRUENCIA - Congruencia personal, fáctica y jurídica:
la congruencia fáctica y personal es absoluta

Sala de Casación Penal


ID : 554558
M. PONENTE : PATRICIA SALAZAR CUELLAR
NÚMERO DE PROCESO : 47133
NÚMERO DE PROVIDENCIA : AP5744-2017
PROCEDENCIA : Tribunal Superior Sala Penal de Bogotá
CLASE DE ACTUACIÓN : CASACIÓN
TIPO DE PROVIDENCIA : AUTO INTERLOCUTORIO
FECHA : 30/08/2017
FUENTE FORMAL : Ley 599 de 2000 art. 29-2, 30 y 30-3 /
Ley 600 de 2000 art. 206, 207 y 212 /
Decreto 100 de 1980 art. 176
TEMA: COAUTORÍA - Demostración / COAUTORÍA - Diferencia con la
complicidad / VIOLACIÓN DIRECTA DE LA LEY SUSTANCIAL - No se
configura por la discrepancia de criterios

Tesis:

«[…] no sobra advertir que el señalamiento concreto del testigo consistió


en que el teniente HECC “ejecutó” el operativo ilícito junto con el capitán
NF y por lo menos nueve hombres más que integraban el grupo de
‘armados ilegales’ de la DIJÍN, tal como se lee en la transcripción del
aparte pertinente de la sentencia.

Ahora bien, si el juzgador de primer grado utilizó la expresión


‘participación’ para referirse a la actuación de CC en la comisión de las
conductas punibles de homicidio y secuestro, no puede derivarse de allí
que calificó su intervención como cómplice, en los términos del artículo
30 del Código Penal, pues sin ninguna ambigüedad el fallo determina
que “la retención y el deceso de los antes mencionados fue producto de
la actuación de varios miembros de la Policía Nacional, entre ellos, el
señor HECC.”

Cuando el fallador se refiere a que CC participó en el hecho, no utiliza la


locución en su acepción jurídica en los términos del artículo 30 del
Código Penal, sino que lo hace en sentido genérico para aludir a la
intervención del procesado en los secuestros y homicidios ocurridos el 6
y 7 de septiembre de 1996.

De manera que el tribunal y el juez A quo (no se olvide que los fallos
pronunciados en el mismo sentido constituyen unidad inescindible),
concluyeron que efectivamente CC participó en los secuestros y
homicidios, específicamente al “ejecutar” el operativo ilícito en el cual el
oficial que lo coordinó llevó los vehículos del grupo de armados ilegales
“pues lo mandó a recoger [a CC] en una camioneta Luv, doble cabina,
roja, conducida por los agentes FF y CM y se encontró con el Capitán NF
en un barrio cercano a ciudad salitre, quien concurrió uniformado al
igual que el mayor CC y otro grupo de hombres”; es decir, como coautor
y no como cómplice.

Fue explícito el juzgador al analizar la intervención de CC en los hechos,


cuando expresó que:

[S]in dubitación alguna, tal como lo denotó la primera instancia, HECC


ubicado en su calidad de Jefe del Blanco de Subversión del Grupo de
Armados Ilegales de la DIJÍN, en un punto alto de la línea de mando,
con total dominio funcional del hecho, participó en las acciones de
retención y posterior asesinato de las víctimas, y, por ende, resulta
acertada la imputación que en el pliego de cargos se le hizo a título de
coautor de los delitos de secuestro agravado y homicidio agravado en
concurso.

Razonamiento que se identifica con la noción de coautoría prevista en el


inciso 2º del artículo 29 del Código Penal, cuya divergencia con la
complicidad (inciso 3º, art. 30 ibídem) ha sido precisada de tiempo atrás
por esta Corporación (CSJ SP 9 mar. 2006, rad. 22327).

Así las cosas, aunque el demandante enuncia la norma que considera


aplicada indebidamente y la que juzga inaplicada, no muestra el error en
el que incurrió el sentenciador ni confronta los razonamientos y
relaciones argumentativas contenidas en el fallo, a partir de la cuales se
concluyó que HECC es coautor de las conductas punibles de homicidio y
secuestro. Por el contrario, desvía su discurso al desconocimiento de la
situación fáctica que se dio como probada por el fallador.

En síntesis, la demanda debe ser inadmitida porque el impugnante (i) no


acredita la existencia de un error en los fundamentos que sirvieron de
sustento a la condena impuesta en contra de HECC, como coautor de los
delitos de homicidio y secuestro agravados, y (ii) desconoce la situación
fáctica que se dio como probada en el fallo, cuestionamiento que no es
propio de la causal primera, cuerpo primero del artículo 207 de la Ley
600 de 2000».

JURISPRUDENCIA RELACIONADA: Rad: 22327 | Fecha: 09/03/2006


| Tema: COAUTORIA - Diferencia con la complicidad

Sala de Casación Penal


ID : 542050
M. PONENTE : EUGENIO FERNANDEZ CARLIER
NÚMERO DE PROCESO : 47950
NÚMERO DE PROVIDENCIA : AP4303-2017
PROCEDENCIA : Tribunal Superior Sala Penal de
Medellín
CLASE DE ACTUACIÓN : CASACIÓN
TIPO DE PROVIDENCIA : AUTO INTERLOCUTORIO
FECHA : 05/07/2017
FUENTE FORMAL : Constitución Política de Colombia de
1991 art. 235 inc. 1 / Ley 599 de 2000
art. 30 / Ley 906 de 2004 art. 180,
181, 184-2 y 381 inc. 2

TEMA: VIOLACIÓN DIRECTA DE LA LEY SUSTANCIAL - Parte de la


aceptación plena de los hechos / VIOLACIÓN DIRECTA DE LA LEY
SUSTANCIAL - Modalidades: técnica en casación / COMPLICIDAD -
Técnica en casación / AUTORÍA - Teoría del dominio del
hecho / AUTORÍA - Demostración

Tesis:

«[…] cuando se intenta la postulación de la censura por la ruta de la


violación directa de la ley sustancial, primer cargo, el recurrente debe
hacer completa abstracción de lo fáctico y probatorio y, en ese sentido,
admitir los hechos y la apreciación de los medios de convicción fijados
por los sentenciadores, de manera tal que le corresponde desarrollar el
reproche a partir de un ejercicio estrictamente jurídico, en el que
establezca la vulneración del precepto normativo en el caso concreto,
por medio de cualquiera de las tres modalidades de error: falta de
aplicación, aplicación indebida o interpretación errónea y seguidamente,
demuestre la trascendencia del yerro en el sentido de la decisión
impugnada.

Mientras que la falta de aplicación opera cuando el juzgador deja de


emplear el precepto que regula el asunto, la aplicación indebida, deviene
de la errada elección por el fallador de una disposición que no se ajusta
al caso, con la consecuente inaplicación de la norma que recoge de
forma correcta el supuesto fáctico. La interpretación errónea, en
cambio, parte de la acertada selección de la disposición aplicable al
asunto debatido, pero conlleva un entendimiento equivocado de la
misma, que le hace producir efectos jurídicos que no emanan de su
contenido.

Ahora, cuando se invoca algún defecto de selección, como el postulado


en esta censura, por falta de aplicación del artículo 30 del Código Penal,
en lo relativo a la complicidad en tanto grado de participación, el
demandante debe demostrar que, pese al expreso reconocimiento, en la
parte motiva del fallo, de que el procesado participó en el injusto en
calidad de cómplice, el sentenciador no le confirió la consecuencia
jurídica del caso, esto es, no le atribuyó el delito en esa condición y/o no
le concedió el descuento punitivo correspondiente.

En cambio, se debe acudir a la vía indirecta, en alguna de sus


modalidades de ataque, cuando la falta de reconocimiento de la calidad
de cómplice se produce como consecuencia de la errada valoración de
los hechos y la prueba.

El censor se equivocó al escoger la ruta de ataque, pues aquí no se trata


de que los juzgadores hayan admitido la complicidad de la acusada en el
delito endilgado y hubieren omitido declararla así en la fase resolutiva
de las sentencias, toda vez que siempre fue considerada autora, sino del
disenso recae frente al análisis probatorio de los juzgadores al no
conferirle esa calidad, al considerar el censor que PG alcanzó el
conocimiento del rapto con posterioridad a su ejecución, es decir, no
tuvo un dominio completo en la participación del secuestro, sino tan solo
prestó una ayuda luego de ejecutarse el atentado contra la libertad
personal.

En todo caso, está bien resaltar, de acuerdo con las consideraciones de


los falladores, que el aporte PG en la comisión del secuestro no
corresponde a una simple ayuda posterior, sino a su participación
concomitante en el injusto penal respecto de cuya ejecución tenía pleno
dominio del hecho, pues independientemente de que no hubiere sido la
persona que le dio el somnífero a la víctima o no conocer del punible
sino hasta cuando se produjo la retención, mantuvo, con conciencia y
voluntad, bajo privación ilegal de la libertad a TDSS, durante 4 días, ya
que siempre estuvo vigilándolo, incluso participó en los dos traslados
que se le hicieran por los problemas de seguridad que estaban viviendo.

[…]

Así las cosas, se inadmitirá el cargo».

RELEVANTE

Sala de Casación Penal


ID : 526970
M. PONENTE : GUSTAVO ENRIQUE MALO FERNÁNDEZ
NÚMERO DE PROCESO : 46099
NÚMERO DE PROVIDENCIA : SP1402-2017
PROCEDENCIA : Tribunal Superior Sala Penal de
Popayán
CLASE DE ACTUACIÓN : CASACIÓN
TIPO DE PROVIDENCIA : SENTENCIA
FECHA : 08/02/2017
FUENTE FORMAL : Ley 599 de 2000 art. 30, 63, 68a,
446 / Ley 600 de 2000 art. 404 / Ley
1709 de 2014 / Ley 1773 de 2016

TEMA: COMPLICIDAD - Elementos: acuerdo previo o concomitante


(conocimiento y voluntad de contribuir a la conducta punible), no es
necesaria su presencia en el lugar del hecho / COMPLICIDAD -
Diferencias con el delito de favorecimiento

Tesis:
«[…] el factor fundamental a examinar para derivar existente el acuerdo
previo o concomitante al delito, no lo es necesariamente la presencia del
cómplice en el lugar del hecho o durante su ejecución, sino su
conocimiento y voluntad, expresa o tácita, de contribuir a la conducta
punible a desarrollar o en pleno desarrollo.

Vale decir, como lo que se atribuye es la complicidad en el delito


específico que con dominio del hecho otro u otros ejecutan, el acuerdo
de voluntades previo o concomitante debe referirse necesariamente a
esta conducta punible.

Es por ello que la jurisprudencia pacífica exige, entre otros requisitos:

“c) Que los dos intervinientes -autor y cómplice- se pongan de acuerdo


en aquello que cada uno de ellos va a realizar, convenio que puede ser
anterior a la comisión del hecho o concomitante a la iniciación y
continuación del mismo, y tácito o expreso.

d) Que exista dolo en las dos personas, es decir, tanto en el autor como
en el cómplice.”

De esta manera, para que sea adecuada la atribución a título de


cómplice lo debido demostrar no es que la persona estuvo presente
cuando se ejecutó el hecho, sino que conocía su naturaleza delictuosa y
tuvo la voluntad -antes o durante su ejecución- de contribuir al mismo,
para lo cual se concertó con el autor o autores y acordó su particular
intervención en el mismo, así esta fuese posterior.
Cabe anotar, a título de ejemplo, que si varias personas se encuentran
reunidas y una de ellas, intempestivamente y sin previa concertación o
aviso, esgrime una arma de fuego y causa la muerte a alguno de los
presentes, solo él responde por este delito.

Incluso, en el mismo ejemplo, si alguno de los cercanos al victimario -


amigo o familiar-, tan pronto se ejecuta el hecho busca ayudarlo
tomando el arma homicida para esconderla, la única atribución penal
que es posible despejar es la propia del favorecimiento, pues, es
necesario destacar, nunca conoció ni aceptó intervenir en el homicidio y,
desde luego, mucho menos concertó con el agresor, antes o durante la
ejecución del delito, la posibilidad de ayudarlo en esta.

[…]

[…] es indispensable clarificar que la concomitancia, en su sentido


natural y jurídico, necesariamente obliga que el conocimiento y voluntad
plasmados en el acuerdo o concertación con el autor o autores opere,
cuando menos, antes de que el delito haya sido consumado.

Acerca de la acepción “concomitante”, el Diccionario de la Real


Academia Española de la Lengua, reseña en su primera acepción: “Que
aparece o actúa conjuntamente con otra cosa”.

En estricto sentido, entonces, el dolo materializado en la aceptación o


acuerdo de prestar una ayuda al delito, así esta sea posterior, reclama
de su objetivización antes o en desarrollo de la conducta punible, pero
no es posible hacerlo valer una vez ha culminado esta, así su inmediatez
sea patente, no solo porque ello desnaturaliza el concepto de
concomitancia, sino porque en un plano eminentemente jurídico, deriva,
como es ampliamente conocido, a otra conducta punible, en particular,
la de encubrimiento por favorecimiento.

Es en razón de ello que el factor a considerar no puede ser la mayor o


menor cercanía cronológica o temporal de la ayuda con el hecho, pues,
se debe reiterar, si este ya fue ejecutado en todos sus contornos típicos,
la aceptación de prestar ayuda, así sea inmediata, desplaza su
atribución penal desde la complicidad en esa conducta, hacia el
favorecimiento de la misma».

COMPLICIDAD - Elementos: nexo causal entre la acción del cómplice y


el resultado de la acción ejecutada por el autor / COMPLICIDAD -
Elementos: acuerdo previo o concomitante, incrementa el riesgo de que
el delito se cometa, justificación de la sanción penal

Tesis:
«En reciente decisión, la Corte reitera los conceptos puntuales que
diseñan la complicidad, destacando, a su vez, cómo esa complicidad
encierra un nexo causal con el hecho principal, en el entendido que su
ejecutor lo realiza prevalido de la ayuda que acordó con el cómplice.

Esto señaló la Corte:

“[…]

Adicionalmente, para atribuir una conducta de complicidad, se requiere


de la existencia de un vínculo o nexo de causalidad necesario entre la
acción desplegada por quien fue acusado como cómplice y el resultado
producido por la acción principal ejecutada por los coautores, lo que se
traduce en la acreditación de que la persona haya contribuido elevando
la posibilidad de producción del hecho antijurídico, esto es, la
demostración de un riesgo adicional, relevante y atado a la causalidad,
para el bien jurídico tutelado y el incremento de la oportunidad de éxito
para los ejecutores

[…]”.

Mírese cómo, junto con lo que ya se ha dicho acerca de la complicidad,


esta también debe representar, respecto del delito principal, un
incremento del riesgo, que se traduce en la convicción o decisión del
ejecutor principal, que sabe de antemano o durante la ejecución del
delito, que cuenta con la colaboración del cómplice.

Y es ello lo que materialmente justifica la sanción al cómplice por la


intervención en el hecho principal, pues, solo a partir de demostrarse
que previa o concomitantemente a su ejecución acordó prestar su ayuda
al autor o autores, es factible determinar la trascendencia del aporte
posterior y vincularlo teleológicamente con el delito, entendido, en la
cita jurisprudencial que se hace de lo explicado por Roxin, como un
incremento del riesgo».

COMPLICIDAD - Elementos: acuerdo previo o concomitante


(conocimiento y voluntad de contribuir a la conducta punible), no es
necesaria su presencia en el lugar del hecho / COMPLICIDAD -
Elementos: nexo causal entre la acción del cómplice y el resultado de la
acción ejecutada por el autor / APLICACIÓN INDEBIDA DE LA LEY -
Configuración
Tesis:
«La amplia delimitación de los hechos que se entienden probados,
sumada a la que se observa estructura jurídica del instituto de la
complicidad, permite verificar de entrada el yerro que en su demanda
propuso la defensa, pues, ya debe quedar claro que no existió en la
conducta atribuida a PNMR, acuerdo previo o concomitante con el autor
de los disparos, que incrementara el riesgo y, por ende, incidiera
causalmente en el homicidio.

Es que, si de entrada la Fiscalía acepta y asume que la acusación contra


el autor material del homicidio lo rotula actuando con dolo eventual, en
el entendido que por ocasión de las circunstancias del terreno y la poca
visibilidad decidió intempestivamente disparar contra la figura que vio
en el horizonte, no se entiende cómo puede hablarse de un acuerdo de
voluntades previo o concomitante con el aquí acusado, quien, huelga
anotar, no pudo prever lo sucedido, ni mucho menos anunciar que
contribuiría posteriormente a ello.

En igual yerro incurre el Ministerio Público en su alegato propio de la


audiencia de juzgamiento, pues, si allí advierte, como las pruebas lo
indican, que el atacante actuó por error y precipitud, creyendo que la
figura avistada a lo lejos podía ser un delincuente, de ninguna manera
es posible significar la existencia de un actuar doloso en el cómplice,
fruto de conocer previa o concomitantemente que se ejecutaba un
delito, homicidio, y aceptar voluntariamente prestar una ayuda posterior
al mismo.

El Tribunal yerra cuando sostiene que por hallarse el procesado en el


lugar de los hechos, necesariamente hubo un acuerdo, o incluso la
ayuda, concomitante a los mismos.

Así, desconoce el Ad quem, que la atribución del hecho principal,


homicidio, reclama, además de una efectiva intervención en el mismo,
de conocimiento y voluntad, dígase dolo, manifestados previa o
concomitantemente al autor, para que así este ejecute la conducta
convencido de su mayor éxito o posibilidad de impunidad.

[…]

Desde luego que, cabe destacar, en determinados eventos, cuando el


hecho se ejecuta de inmediato, sin desarrollo cronológico o fáctico,
resulta imposible obtener el acuerdo concomitante que podría generar la
responsabilidad por la vía de la complicidad.
Pero ello no significa, como entiende el fiscal en su escrito de no
impugnante, que deba presumirse o artificiosamente suponerse un
acuerdo correlativo inexistente, si el mismo operó cuando ya la conducta
se ha materializado.

No es que resulte absurdo pensar que mientras disparaba, el puntero


debió llegar a un acuerdo con sus compañeros o solicitar su ayuda
posterior, sino que, precisamente, dada la naturaleza del hecho
intempestivo y su esencia de inmediatez en la consumación, en este
caso no hubo posibilidad de ello y, en consecuencia, surge evidente que
el acuerdo para maquillar la escena ocurrió con posterioridad,
independientemente de que discurrieran segundos, minutos u horas.

[…]

En consecuencia, la Sala entiende, a la par con la demandante, que


efectivamente el Tribunal incurrió en violación directa de la ley
sustancial, pues, indebidamente aplicó el inciso segundo del artículo 30
del C.P., a unos hechos que repugnan el fenómeno de la complicidad
».

JURISPRUDENCIA RELACIONADA: Rad: 44288 | Fecha: 16/03/2016


| Tema: PRINCIPIO DE CONGRUENCIA - Variación de la calificación
jurídica: por el juez, procedencia, siempre y cuando se respete el núcleo
fáctico de la acusación, cuando condena por Favorecimiento al
considerar que el sujeto no es autor de la conducta pero sí de ayudar a
eludir la acción penal Rad: 18457 | Fecha: 14/02/2002 | Tema:
PRINCIPIO DE CONGRUENCIA - Variación de la calificación jurídica:
modalidades Rad: 23450 | Fecha: 24/01/2007 | Tema: PRINCIPIO DE
CONGRUENCIA - Variación de la calificación jurídica: modalidades Rad:
22587 | Fecha: 02/07/2008 | Tema: PRINCIPIO DE CONGRUENCIA -
Variación de la calificación jurídica: modalidades Rad: 34495 | Fecha:
08/11/2011 | Tema: PRINCIPIO DE CONGRUENCIA - Variación de la
calificación jurídica: modalidades Rad: 33688 | Fecha: 14/09/2011 |
Tema: PRINCIPIO DE CONGRUENCIA - Variación de la calificación
jurídica: modalidades Rad: 41758 | Fecha: 18/05/2016 | Tema:
COMPLICIDAD - Elementos: nexo causal entre la acción del cómplice y
el resultado de la acción ejecutada por el autor
Sala de Casación Penal
ID : 517243
M. PONENTE : FERNANDO ALBERTO CASTRO
CABALLERO
NÚMERO DE PROCESO : 44940
NÚMERO DE PROVIDENCIA : SP16171-2016
PROCEDENCIA : Tribunal Superior Sala Penal de
Barranquilla
CLASE DE ACTUACIÓN : CASACIÓN
TIPO DE PROVIDENCIA : SENTENCIA
FECHA : 09/11/2016
FUENTE FORMAL : Ley 599 de 2000 art. 30-3, 83 y 289 /
Ley 600 de 2000 art. 217 y 249 / Ley
890 de 2004 art. 14

TEMA: COMPLICIDAD - Características / COMPLICIDAD -


Demostración / FALSO RACIOCINIO - Se configura

Tesis:

«[…] descartando que HP actuara como interviniente, podría afirmarse


que su conducta es propia de la del partícipe, concretamente la del
cómplice al haber prestado una colaboración a la empresa criminal
gestada por otros en la fase consumativa del delito de peculado y ya
agotados los punibles de falsedad, respecto de los cuales, se reitera, no
se acreditó que hubiera tomado parte en ellos o que conociera su
realización.

Sin embargo, tampoco la Sala observa que se reúnan a cabalidad los


elementos de la complicidad para sustentar un fallo de condena contra
el procesado, en la medida en que no se demostró su conocimiento
acerca de que el dinero que retiró de la cuenta bancaria por encargo de
otros, pertenecía a una entidad pública y que se había obtenido
fraudulentamente, para de tal forma endilgarle responsabilidad en el
delito de peculado por apropiación en esa modalidad de participación.

Sobre la figura de la complicidad, en reciente decisión sostuvo la Sala:

“La complicidad es una forma de participación en la conducta punible,


caracterizada por la contribución dolosa que una persona puede prestar
a otra mediante un aporte esencial en su fase ejecutiva, con actos
precedentes, simultáneos e, incluso, posteriores a ella, a condición de
que medie una promesa anterior determinada por un concierto previo o
concomitante (artículo 30, inciso tercero, del Código Penal).

Se trata de una figura accesoria a la autoría, pues a diferencia de ésta el


cómplice carece del dominio funcional de los hechos, limitando su
intervención a facilitar la conducta del autor en la realización del hecho
antijurídico. Su actuación, en consecuencia, se limita a favorecer un
hecho ajeno. (CSJ SP, 18 may. 2016, rad. 41758)”

Para el presente asunto, si bien es cierto el procesado admitió que


estaba realizando algo indebido -que no ilegal-, esa manifestación no
acredita el dolo en el delito de peculado, puesto que ninguna de las
probanzas recopiladas en el voluminoso expediente permite deducir que
éste hubiera sido enterado por los autores del delito de que la millonaria
suma que iba a cobrar era el producto de una defraudación al distrito de
Barranquilla y que en esos términos aceptó prestar la contribución
solicitada por éstos.

[…]

Las explicaciones del procesado acerca del motivo que lo llevó a cobrar
en su propio nombre un cheque millonario, no fueron desvirtuadas y se
tornan razonables para sustentar la tesis acerca de que aun a sabiendas
de que su conducta era indebida, de todas maneras desconocía los
pormenores de como los recursos llegaron a la cuenta corriente, al igual
que su procedencia.

En ese orden, la ayuda que prestó a los autores del delito de peculado,
mal puede calificarse como una complicidad, pues la colaboración no fue
dolosa de peculado, elemento de esta forma de participación que no fue
demostrado.

De allí que al haber advertido la Corte que el Tribunal incurrió en falso


raciocinio al concluir que el acusado era interviniente del delito de
peculado por apropiación, tampoco pueda ser tenido como cómplice.

Corolario de lo expuesto, la Corte casará de oficio el fallo en lo que se


refiere a HP para emitir sentencia de reemplazo en la que se le absuelta
también por el delito contra la administración pública».

JURISPRUDENCIA RELACIONADA: Rad: 10827 | Fecha: 29/07/1998


| Tema: PRUEBA TRASLADADA - Procedencia Rad: 20704 | Fecha:
08/07/2003 | Tema: INTERVINIENTE - Delitos contra la administración
pública Rad: 20611 | Fecha: 13/09/2003 | Tema: CASACIÓN - Falta de
motivación: caso en el que se profiere el fallo de reemplazo Rad: 17738
| Fecha: 13/03/2004 | Tema: SENTENCIA - Defectos en la motivación:
modalidades Rad: 21296 | Fecha: 16/03/2005 | Tema: CASACIÓN
OFICIOSA - Deber de decretarla cuando se afecta garantías Rad: 22146
| Fecha: 26/04/2006 | Tema: INTERVINIENTE - Delitos contra la
administración pública Rad: 32777 | Fecha: 30/06/2010 | Tema:
PRUEBA TRASLADADA - Procedencia Rad: 37696 | Fecha: 07/12/2011 |
Tema: INTERVINIENTE - Delitos contra la administración pública Rad:
37054 | Fecha: 14/12/2011 | Tema: PRUEBA TRASLADADA -
Procedencia Rad: 40587 | Fecha: 21/08/2013 | Tema: PRESCRIPCIÓN -
Cuando se presenta antes de proferirse sentencia de segundo grado
Rad: 4139 | Fecha: 09/09/2014 | Tema: PRUEBA TRASLADADA -
Procedencia Rad: 37395 | Fecha: 03/02/2016 | Tema: PRUEBA
TRASLADADA - Procedencia Rad: 34019 | Fecha: 02/12/2014 | Tema:
INTERVINIENTE - Delitos contra la administración pública Rad: 41758 |
Fecha: 18/05/2016 | Tema: COMPLICIDAD - Características Rad: 45381
| Fecha: 22/06/2016 | Tema: PRESCRIPCIÓN - Cuando se presenta
antes de proferirse sentencia de segundo grado

Sala de Casación Penal


ID : 516447
M. PONENTE : EUGENIO FERNANDEZ CARLIER
NÚMERO DE PROCESO : 48484
NÚMERO DE PROVIDENCIA : AP7446-2016
PROCEDENCIA : Tribunal Superior Sala Penal de
Medellín
CLASE DE ACTUACIÓN : CASACIÓN
TIPO DE PROVIDENCIA : AUTO INTERLOCUTORIO
FECHA : 26/10/2016
FUENTE FORMAL : Ley 906 de 2004 art. 183 y 184

TEMA: COAUTORÍA - Diferencia con la complicidad / VIOLACIÓN


DIRECTA DE LA LEY SUSTANCIAL - Parte de la aceptación plena de
los hechos

Tesis:

«[…] a través de un yerro de juicio del Tribunal respecto de la categoría


de la coautoría, pretende mudar el fallo de condena adoptado en contra
del procesado al degradarlo al de complicidad, pero sin la contundencia
necesaria para denotar el error de selección normativa.

Además, no respeta los hechos y las pruebas como fueron aprehendidas


y estimadas por el juzgador y cae a no dudarlo en una infracción
indirecta de la ley de carácter sustancial cuando pregona que los
testigos coinciden en afirmar que el menor recibió inicialmente la ayuda
de un motociclista y luego del conductor del Renault Twingo».

RELEVANTE

Sala de Casación Penal


ID : 485154
M. PONENTE : PATRICIA SALAZAR CUÉLLAR
NÚMERO DE PROCESO : 41758
NÚMERO DE PROVIDENCIA : SP6411-2016
PROCEDENCIA : Tribunal Superior Sala Penal de Tunja
CLASE DE ACTUACIÓN : CASACIÓN
TIPO DE PROVIDENCIA : SENTENCIA
FECHA : 18/05/2016
FUENTE FORMAL : Constitución Política de Colombia de
1991 art. 29 núm. 2 / Ley 599 de 2000
art. 6-1 y 30-3 / Ley 906 de 2004 art.
7, 180, 181, 184, 380, 381, 391, 392-
b, 402 y 404

TEMA: COMPLICIDAD - Características / COMPLICIDAD -


Demostración
Tesis:
«La complicidad es una forma de participación en la conducta punible,
caracterizada por la contribución dolosa que una persona puede prestar
a otra mediante un aporte esencial en su fase ejecutiva, con actos
precedentes, simultáneos e, incluso, posteriores a ella, a condición de
que medie una promesa anterior determinada por un concierto previo o
concomitante (artículo 30, inciso tercero, del Código Penal).

Se trata de una figura accesoria a la autoría, pues a diferencia de ésta el


cómplice carece del dominio funcional de los hechos, limitando su
intervención a facilitar la conducta del autor en la realización del hecho
antijurídico. Su actuación, en consecuencia, se limita a favorecer un
hecho ajeno.

De allí que debe ser objeto de demostración la clase de contribución


prestada por el cómplice, la que puede ser de índole intelectual o
psíquica o de orden físico o técnico. Esta última es la que, según el juicio
de reproche emitido por el Tribunal, se le endilgó a MM, consistente, de
una parte, como ayuda previa, en proporcionar el arma de fuego
empleada por el realizador de la conducta y, de otra parte, como auxilio
posterior, en la facilitación del medio de transporte con el que los
homicidas aseguraron su retirada del lugar de los hechos. La ayuda
material, en tales términos, debió ser objeto de demostración dentro de
la actuación procesal.

Adicionalmente, para atribuir una conducta de complicidad, se requiere


de la existencia de un vínculo o nexo de causalidad necesario entre la
acción desplegada por quien fue acusado como cómplice y el resultado
producido por la acción principal ejecutada por los coautores, lo que se
traduce en la acreditación de que la persona haya contribuido elevando
la posibilidad de producción del hecho antijurídico, esto es, la
demostración de un riesgo adicional, relevante y atado a la causalidad,
para el bien jurídico tutelado y el incremento de la oportunidad de éxito
para los ejecutores.

Debe precisarse, además, que, de acuerdo al tenor del inciso tercero del
artículo 30 del Código Penal, aunque no siempre se requiere
coetaneidad con la realización de la conducta punible, en el evento de la
ayuda posterior sí es indispensable que la contribución al hecho suponga
un compromiso anterior o concomitante por parte del cooperador,
aspecto que en este caso igualmente debió ser objeto de demostración.

[…]

Es admisible la complicidad en la medida en que su realizador haya sido


conocedor de que el autor la asumiría como presupuesto de su conducta
criminal, esto es, que en este caso en concreto lo sería en tanto se
demostrara que el acusado conscientemente haya prestado su concurso
para favorecer la acción principal».

PETICIÓN DE PRINCIPIO - Configuración / COMPLICIDAD -


Demostración
Tesis:
«En el fallo se termina admitiendo que el testigo QS no observó que del
maletín se haya extraído el arma homicida, no obstante lo cual se
realiza la siguiente inferencia:

“Si bien es cierto este testigo no advierte que de ese maletín azul los
motociclistas hubieran extraído algo, es evidente que entre sus
ocupantes había una relación de colaboración directa en el desarrollo del
insuceso (sic), como quiera que fueron los motociclistas los que en tarea
criminal ultimaron a la hoy víctima momentos después y que los
ocupantes del carro prestaron ayuda para la realización de la tarea
criminal, como se verá más adelante.”

De hecho, dicho razonamiento se encuentra permeado por una falacia


de petición de principio, en la medida en que en el intento por
establecer su conclusión, el Tribunal ofrece como sustento la misma
premisa que debía encontrarse demostrada para ese cometido.

En efecto, la “relación de colaboración directa” en la empresa criminal


tendría que acreditarse en ese caso a partir del hecho cierto de que el
maletín azul traspasado contuviera el arma de fuego empleada en la
ejecución delictiva. Sin embargo, en un argumento circular, ese puntual
acontecimiento lo asume el fallador como demostrado a partir de las
“relaciones” de los intervinientes.

En esa medida, no hay fundamento para inferir que el procesado


contribuyó en la realización del homicidio prestando un aporte eficaz
para su comisión, concretamente en el acto de proporcionar al ejecutor
del comportamiento lesivo el arma de fuego empleada en la
perpetración del delito.

Como consecuencia de lo anterior, se tiene que ese segundo


acontecimiento recreado por el Ad quem no reviste compromiso alguno
para quien finalmente ha sido responsabilizado como cómplice en virtud
de una colaboración anterior a la comisión del delito».

COMPLICIDAD - Demostración / REGLAS DE LA EXPERIENCIA -


Requisitos
Tesis:
«El Tribunal infirió el compromiso de responsabilidad de MM de las
circunstancias en que se produjo su captura, lo que sustentó en los
testimonios de Fabio Sady Arias Ramírez y Giovanny Cárdenas Díaz,
agentes de la Policía Nacional, quienes participaron en la operación
candado, implementada una vez se tuvo conocimiento de los hechos.

El policía Fabio Sady Arias Ramírez declaró que una vez recibió la
información del automóvil que al parecer había participado en el
homicidio, siendo las 12:16 del mismo día, observó en la carrera 15 con
calle 18 el tránsito de un vehículo con similares características. Dice que
decidió seguirlo a pie porque “traía una marcha con una velocidad
mínima”. Observó que el vehículo estaba siendo ingresado a un garaje.

Por su parte el uniformado Giovanny Cárdenas Díaz narró que presenció


cuando el vehículo era estacionado en aquel garaje, ubicado en la calle
[…], del barrio La Concepción de Tunja, y que uno de los ocupantes,
nervioso y apresurado, se aprestaba a cerrar la puerta. Se refirió a
VAGL. En esos momentos se produjo su captura, junto con la del
conductor de ese vehículo Renault 21, de color blanco, de placas […],
quien era el procesado JAMM.

Los dos uniformados, presentes como testigos en el juicio oral y público,


manifestaron al unísono que al registrar a los capturados y al vehículo
en cuestión no hallaron ningún elemento que estuviera vinculado con el
homicidio acaecido, según los cálculos del mismo fallador, 23 minutos
antes de la captura. Valga decir, no se halló el arma de fuego utilizada y
tampoco el maletín azul, elementos que habían sido anunciados como
determinantes en el compromiso de responsabilidad por complicidad del
acusado.

[…]

Ninguna probanza fue ofrecida por parte del acusador que pudiera dar
cuenta de esa forma de participación criminal prestada a posteriori,
atribuida a JAMM. Ningún elemento de juicio da cuenta de la existencia
de un acuerdo previo o concomitante a la ejecución del hecho
antijurídico. Tampoco se presentó medio de convicción que avalara la
idea de que al momento de su aprehensión, el acusado prestaba una
ayuda importante, conexa de manera sustancial con la realización de la
conducta punible.

[…]

No constituye una máxima de la experiencia, con la que se pueda inferir


la intervención en calidad de cómplice del procesado MM, como razona
el Tribunal, que el supuesto intercambio de personas entre la
motocicleta y el automóvil se haya llevado a cabo “como acostumbran
hacerlo” sus intervinientes en la modalidad delictiva realizada.

No es ese un hecho acreditado en concreto y no se ofrece un patrón de


conducta general que avale esa conclusión como una regla con sentido
de universalidad, generalidad o alta probabilidad. En verdad, ni siquiera
en esa lógica deductiva, aparte de la presencia en el automotor de quien
fue declarado autor del delito, se avizora como incuestionable que se
haya presentado lo que se denomina intercambio de personas. En suma,
no fue probado el hecho de haberse facilitado la huida de los homicidas
en el vehículo conducido por el acusado.

[…]

Para el momento de la aprehensión de MM y GL, la conducta de


Homicidio -tipo penal de conducta instantánea- ya se encontraba
consumada y agotada. De allí que, sin que se tenga el conocimiento
probatorio sobre la existencia de un concierto previo, resulta
impertinente asumir como un acto de complicidad en los términos del
artículo 30, inciso tercero, del Código Penal, cualquier acción
emprendida en favor de la ejecución de la conducta criminal por parte
del primero de los mencionados, cuando ya estaba realizado de manera
completa el tipo penal.

Si bien se acreditó la presencia en el automotor de quien fue señalado


como coautor del homicidio y finalmente declarado responsable bajo esa
condición, no hace suponer, per se, la existencia de una participación
material en el comportamiento lesivo, por mucho que se pudiera
especular, como en efecto lo hace el juzgador, sobre la presencia del
mismo rodante merodeando el lugar de los acontecimientos.

Lo cierto es que en últimas la responsabilidad del acusado en su calidad


de cómplice, sólo se justificó por la presencia de VAGL, declarado como
coautor del homicidio, en aquel automotor que igual estuvo presente, de
acuerdo a lo testimoniado en el juicio, en el lugar aledaño al escenario
de los acontecimientos.

A pesar de que pueda resultar sugestiva la presencia de dicho


automotor en el lugar de los hechos y, adicionalmente, que se tratara
del mismo vehículo en el que fue capturado quien fue declarado
responsable coautor del homicidio, nada vincula esas circunstancias
objetivas a una aportación eficaz en la fase de resolución del hecho y en
la realización del injusto típico.

En esa medida, como ha quedado planteado, tratándose de una


acusación por la condición de cómplice del procesado, existía la carga
probatoria para la fiscalía relativa a acreditar que esa presencia múltiple
del vehículo estaba condicionada por actos de contribución por parte de
su conductor en la ejecución de la conducta punible. El acto de
presencia en la escena del delito, para que se torne relevante como
fuente de participación criminal, debe estar siempre circunstanciada por
el positivo ejercicio de un acto de aportación incidente al hecho
principal.

Por lo tanto, la mera presencia, no fundamenta una cooperación


punible. En consecuencia, al no haber dirigido el acusador su
demostración en dirección a auténticos actos de contribución criminal,
dejó los dos datos probados en el juicio (la presencia del vehículo en
lugar adyacente a los acontecimientos y la captura de los procesados en
el mismo automotor) en un mero razonamiento que bien valdría para la
formulación de hipótesis cuya utilidad estriba en servir como
orientadoras en la consecución de la prueba, mas no en su sustitución.
Esto es, de dichos datos no se alcanza un mínimo nivel de conocimiento
más allá de duda razonable en relación con la participación cómplice en
la conducta punible del acusado MM.

[…]

Así las cosas, razón le asiste al demandante cuando aduce la presencia


de un falso juicio de identidad, en tanto, al aprehender el contenido de
los testimonios de FASAR y FVS, el fallador recorta apartes de su
literalidad que sí resultan trascendentes, para concluir en una serie de
inferencias equivocadas dentro de su juicio valorativo».

JURISPRUDENCIA RELACIONADA: Rad: 20114 | Fecha: 12/05/2004


| Tema: SISTEMA PENAL ACUSATORIO – Casación oficiosa: procedencia,
a favor del no recurrente Rad: 23251 | Fecha: 13/09/2006 | Tema:
SISTEMA PENAL ACUSATORIO – Casación oficiosa: procedencia, a favor
del no recurrente Rad: 28432 | Fecha: 20/11/2007 | Tema: SISTEMA
PENAL ACUSATORIO – Casación oficiosa: procedencia, a favor del no
recurrente Rad: 25387 | Fecha: 08/10/2008 | Tema: SISTEMA PENAL
ACUSATORIO – Casación oficiosa: procedencia, a favor del no recurrente
Rad: 27595 | Fecha: 07/04/2010 | Tema: SISTEMA PENAL ACUSATORIO
– Casación oficiosa: procedencia, a favor del no recurrente Rad: 28935 |
Fecha: 01/07/2009 | Tema: SISTEMA PENAL ACUSATORIO –
Reconocimiento en la audiencia: validez Rad: 37391 | Fecha:
30/04/2014 | Tema: SISTEMA PENAL ACUSATORIO – Reconocimiento
en la audiencia: validez
RELEVANTE

Sala de Casación Penal


ID : 383107
M. PONENTE : YESID RAMÍREZ BÁSTIDAS
NÚMERO DE PROCESO : 29221
CLASE DE ACTUACIÓN : CASACIÓN
TIPO DE PROVIDENCIA : SENTENCIA
FECHA : 02/09/2009
FUENTE FORMAL : Ley 599 de 2000 art. 337.4,344,346 Y
357 / Ley 599 de 2000 art. 29,30 /
Constitución Política de Colombia de
1991 art. 29 Y 230

TEMA: COAUTORÍA - Diferencia con la complicidad

Tesis:

«Por oposición al apoyo funcional así considerado, suelen darse los


accidentales, secundarios o subsidiarios en cuyo evento no puede
hablarse de coautoría sino de complicidad.

La sola posibilidad de evitar la conducta punible no se erige como


presupuesto fundamental de la forma de intervención tratada, pues ésta
circunstancia al igual se le puede presentar al mero partícipe o incluso a
terceras personas que se encuentran en el escenario a través de una
voz de alerta a los vecinos o a la policía. De aceptarse el criterio en cita
se corre el peligroso riesgo por demás contrario a la estricta legalidad de
hacer extensiva la figura de la autoría compartida hacia personas que no
cumplen con esa calidad.

(v).- Una de las maneras de hacer efectivo y concreto el juicio de valor


acerca de si el aporte es importante o no en los términos establecidos
en el artículo 29.2 ejusdem, consiste en hacer un ejercicio de
abstracción y excluirlo del escenario funcional del evento objeto de
juzgamiento.

Si el comportamiento delictuoso no se produce o bien reduce de manera


significativa el riesgo de su logro, se puede llegar sin dificultad a la
existencia de la coautoría, y si al apartarlo aquel de todas formas se
consumaría, la valoración a la que se puede arribar es que se está ante
la presencia de una complicidad.
(vi).- La contribución de esa calidad la que implica intervención de la
persona, debe darse durante la fase ejecutiva del delito, valga decir,
entre el momento en que se inicia la realización del verbo rector que
caracteriza la conducta punible de que se trate, esto es, la fase tentada
y el instante de su consumación.

Desde la teoría del delito, se entiende que los itinerarios puramente


ideativos de los comportamientos ilícitos no son punibles, porque ello
traduciría penalizar las expresiones del pensamiento, por ello, un apoyo
en esta etapa no constituye coautoría, tampoco cuando se evidencia en
actos preparatorios.

En igual sentido, por su obviedad no puede hablarse de autoría


compartida más allá de la consumación o del último acto constitutivo de
tentativa de la conducta punible».

JURISPRUDENCIA RELACIONADA: Rad: 27494 | Fecha: 27/05/2009


| Tema: PRESCRIPCIÓN - Prevalencia de la sentencia absolutoria Rad:
1983 | Fecha: 03/06/1983 | Tema: DETERMINADOR - Noción Rad:
22146 | Fecha: 26/04/2006 | Tema: INTERVINIENTE - Noción

RELEVANTE

Sala de Casación Penal


ID : 380869
M. PONENTE : AUGUSTO JOSÉ IBÁÑEZ GUZMÁN
NÚMERO DE PROCESO : 22076
CLASE DE ACTUACIÓN : CASACIÓN
TIPO DE PROVIDENCIA : SENTENCIA
FECHA : 02/09/2008
FUENTE FORMAL : Constitución Política de Colombia de
1886 art. 16 y 29 / Decreto Ley 100 de
1980 art. 24, 323 y 324 / Decreto
2700 de 1991 art. 180, 250 y 294 /
Ley 599 de 2000 art. 30 y 170 / Ley
600 de 2000 art. 235 y 277

TEMA: CÓMPLICE - Concepto / COMPLICIDAD - Clases: necesaria y


accesoria / COAUTORÍA - Concepto
Tesis:

«Por su parte, la complicidad ha sido entendida como la colaboración o


contribución a la realización del la conducta mediando un acuerdo
previo. Así el artículo 30 de la Ley 599 de 2000, norma que no difiere en
mayor medida del artículo 24 del Decreto-Ley 100 de 1980, vigente
para la fecha de los hechos, prevé que el cómplice es la persona que
contribuye a la realización de la conducta antijurídica o presta una
ayuda posterior, por concierto previo o concomitante a la misma.

En este orden, el cómplice no realiza la conducta, sólo contribuye de


manera más o menos eficaz, de ahí que tradicionalmente la doctrina la
divida en complicidad necesaria cuando la colaboración que
conscientemente se presta es de tal entidad que sin ella no se habría
podido cometer el comportamiento y complicidad accesoria si es de poca
magnitud sin la cual de todas formas se habría realizado el
comportamiento.

La anterior división fue superada desde el Código Penal de 1980, por


ello el cómplice por no realizar la acción descrita en el tipo, no tiene
dominio en la producción del hecho, su conducta no puede ser la causa
del resultado antijurídico sino una condición del mismo.

Legislaciones de otras latitudes sí establecen la división en cómplice


primario y secundario haciendo énfasis en la fase del iter criminis en el
cual se realiza el aporte, así será cooperador necesario cuando en la
etapa de preparación del hecho contribuye o da un aporte significativo
sin el cual el delito no hubiera podido ejecutarse, en este orden, no
puede tomar parte en la fase ejecutiva pues se convertiría en autor.

De acuerdo con la teoría del dominio del hecho, si la participación del


sujeto en la conducta es de tal entidad que la determina o configura, no
queda duda que se le debe tratar como coautor».

RELEVANTE

Sala de Casación Penal


ID : 390476
M. PONENTE : MARINA PULIDO DE BARON
NÚMERO DE PROCESO : 13813
PROCEDENCIA : Tribunal Superior Militar
CLASE DE ACTUACIÓN : CASACIÓN
TIPO DE PROVIDENCIA : SENTENCIA
FECHA : 02/06/2004
FUENTE FORMAL : Constitución Política de Colombia de
1991 art. 221 / Decreto 2550 de 1988
art. 442 y 676 / Decreto 2700 de 1991

TEMA: VEREDICTO - Los vocales le agregan complicidad sin


explicación alguna
Tesis:
«Es cierto que el artículo 676 del Código Penal Militar (Decreto 2550 de
1988 ), régimen aplicado en el juzgamiento del ex capitán (...), contenía
un inciso del siguiente tenor:

"Los vocales contestarán el cuestionario con un sí o un no; pero si


estimaren que el hecho se cometió en circunstancias distintas de las
contempladas en el respectivo cuestionario, podrán expresarlo así
brevemente en la contestación."

Ese precepto, sin embargo, se restringía a la posibilidad de explicar la


convergencia de alguna circunstancia que pudiese discutirse por estar
cimentada al menos en un principio de prueba, y que por lo mismo a
ella hiciera referencia la convocatoria al consejo de guerra, o hubiera
surgido del debate en la vista pública. No se trataba de una patente
abierta a los vocales para que pudieran plasmar su parecer sobre temas
ajenos al juzgamiento, ni sobre materias jurídicas reservadas al juez de
derecho, ni para que se alejaran del cuestionario, puesto que ello
conllevaría la alteración de la calificación jurídica del delito imputado,
todo lo cual escapaba, por supuesto, a la órbita funcional de los vocales.

La facultad de explicar brevemente el veredicto tampoco estaba


destinada a que incursionaran en la calificación jurídica de los extremos
tipificadores de la conducta punible y de la responsabilidad del
implicado, sino a que pudiesen hacer manifestaciones sobre aspectos de
facto para orientar el sentido de su respuesta, en tanto no tenían
conocimientos específicos de las ciencias jurídicas.

Así, como en el consejo verbal de guerra ninguno de los sujetos


procesales mencionó la complicidad, ni la reclamó para sí, ni el recaudo
probatorio insinuaba siquiera que (....) era colaborar en los homicidios
que otros cometieron, los vocales, que no eran versados en temas
jurídicos, mal pudieron referirse a la complicidad en sentido jurídico
penal -como dispositivo amplificador del tipo-, quedando, entonces, esa
acotación expresada en palabras comúnmente utilizadas por la gente, es
decir, referida a la participación de varias personas en los ilícitos, pues
eso es lo que se entiende en el lenguaje popular por "cómplice".

Es que cómplice, en el sentido natural y común de utilización social de


esa palabra, significa "participante o asociado en crimen o culpa
imputable a dos o más personas", según el Diccionario de la Lengua
Española de la Real Academia Española. (Editorial Espasa-Calpe S.A.,
Madrid 1984).

Por ello, frente a la posible ambigüedad o confusión en el veredicto,


(que es un fenómeno distinto de la inexistencia, de la contradicción y de
la contra evidencia), como se observa en la jurisprudencia transcrita, los
jueces de instancia no se vieron precisados a realizar cavilaciones ni
complicadas operaciones jurídicas para dilucidar su contenido, sino que
acudieron a raciocinios sencillos, cotejados, eso sí, con el conjunto
probatorio, con lo debatido en la vista pública y con lo alegado por cada
sujeto procesal.

Se insiste en que la complicidad en sentido jurídico penal -dispositivo


amplificador del tipo- era un instituto que no se había planteado ni
reconocido por los sujetos procesales en ninguna de las actuaciones, por
manera que devino en un agregado que se gestó en la iniciativa de los
vocales, quienes no explicaron -como se preveía en el artículo 676 del
Código Penal Militar- algún contenido jurídico que hubiesen querido
hacer corresponder a la palabra cómplice; y es que no podían hacerlo,
pues en ésta hipótesis invadirían la órbita del Juez de conocimiento,
consistente en asignar la calificación jurídica definitiva y las
consecuencias correspondientes a los hechos probados materia de
juzgamiento».

JURISPRUDENCIA RELACIONADA: Rad: C-358 | Fecha: 05/08/1997


| Tema: FUERO MILITAR - Conductas en relación con el servicio: criterio
constitucional Rad: C-145 | Fecha: 22/04/1998 | Tema: JUSTICIA
PENAL MILITAR - Incongruencia de la sentencia / JUSTICIA PENAL
MILITAR - Casación: procedencia

RELEVANTE
Sala de Casación Penal
ID : 388422
M. PONENTE : FERNANDO ENRIQUE ARBOLEDA
RIPOLL
NÚMERO DE PROCESO : 13231
CLASE DE ACTUACIÓN : CASACIÓN
TIPO DE PROVIDENCIA : SENTENCIA
FECHA : 29/11/2000
FUENTE FORMAL : Decreto Ley 100 de 1980 art. 24, 66 y
221 / Decreto 410 de 1971 art. 395

TEMA: CIRCUNSTANCIAS DE AGRAVACIÓN PUNITIVA -


Complicidad
Tesis:
«Razón le asiste al Ministerio Público cuando sostiene que la
interpretación que el casacionista hace de la expresión "obrar con
complicidad de otro", utilizada en el numeral 7º del artículo 66 del
Código Penal, no es la correcta, puesto que no consulta la razón de ser
de la agravante en cuestión, fundada en la necesidad de sancionar con
mayor severidad los hechos realizados por un número plural de
personas. Además porque resultaría un contrasentido lógico jurídico
penar con mayor rigor la conducta realizada con la ayuda de un
cómplice, que la ejecutada con el aporte de un coautor, siendo de mayor
relevancia la primera.

La Corte ha sostenido que la referida expresión debe ser entendida no


dentro de los precisos alcances dogmático jurídicos que le fija el artículo
24 ejusdem, sino en el sentido de haber actuado el implicado en
concurso con otra u otras personas, como quiera que es la confluencia
de esfuerzos para la realización del resultado típico lo que hace que el
hecho revista mayor gravedad, siendo indiferente que se trate de
partícipes propiamente dichos (cómplices y determinadores), o de
autores (Cfr. Casación de 29 de julio de 1998, Magistrado Ponente Dr.
Carlos Eduardo Mejía)».

RELEVANTE

Sala de Casación Penal


ID : 388363
M. PONENTE : JORGE ENRÍQUE CÓRDOBA POVEDA
NÚMERO DE PROCESO : 14534
CLASE DE ACTUACIÓN : CASACIÓN
TIPO DE PROVIDENCIA : SENTENCIA
FECHA : 26/10/2000
FUENTE FORMAL : Decreto 2700 de 1991 art. 226A / Ley
30 de 1986 art. 38 núm. 3 / Decreto
Ley 100 de 1980 art. 61 y 66 núm. 7

TEMA: CIRCUNSTANCIAS DE AGRAVACIÓN PUNITIVA -


Complicidad
Tesis:
«Ahora bien, en lo que hace relación al segundo tema jurídico
propuesto, atinente a la imposibilidad de agravar la pena bajo el
supuesto genérico indicado en el artículo 66-7 del Código Penal, cuando
se ha condenado a los copartícipes en el grado de coautores, ha sido
pacífica la Sala al advertir que como las circunstancias de agravación y
de atenuación punitivas hacen relación a los diferentes elementos del
hecho punible, la expresión "obrar en complicidad de otro", debe
entenderse como un factor distinto al concepto de complicidad que se
deriva de la participación, para centrarlo en la idea reveladora de una
mayor gravedad en la comisión del delito, en la medida en que aquel se
ejecuta por más de una persona, situación que vista así y por
representar una mayor probabilidad de éxito en el fin propuesto, hace
notar mayúscula gravedad del hecho. Valga citar como antecedente el
fallo del 29 de julio de 1.998 M.P: Carlos Eduardo Mejía Escobar».

JURISPRUDENCIA RELACIONADA: Rad: 15458 | Fecha: 12/07/1999


| Tema: DOSIFICACIÓN PUNITIVA - Criterios modificadores de los
límites punitivos Rad: 11565 | Fecha: 07/10/1999 | Tema:
DOSIFICACIÓN PUNITIVA - Criterios modificadores de los límites
punitivos

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Sala de Casación Penal


ID : 388300
M. PONENTE : NILSON ELÍAS PINILLA PINILLA
NÚMERO DE PROCESO : 12376
CLASE DE ACTUACIÓN : CASACIÓN
TIPO DE PROVIDENCIA : SENTENCIA
FECHA : 21/09/2000
FUENTE FORMAL : Decreto 2700 de 1991 art. 24

TEMA: VIOLACIÓN DIRECTA DE LA LEY SUSTANCIAL - Técnica en


casación / COMPLICIDAD - Técnica en casación
Tesis:
«Tiene establecido la jurisprudencia que, cuando se opta por la vía
directa, el actor acepta la estimación que de los hechos hace la
sentencia, sin cuestionamiento alguno sobre los medios de convicción,
como en efecto señala quien acá demanda, puesto que toda la discusión
se centra sobre la norma que le dio sustento a la determinación del
juzgador, sea porque éste se equivocó aplicando un precepto que no se
adecuaba, ora porque desestimó el que correspondía, bien porque
acertando en la escogencia, le dio a la norma un alcance distinto al
correcto.

Según el artículo 24 del estatuto punitivo, cómplice es la persona que


contribuye a la realización de la conducta punible de otro, o presta una
ayuda posterior, cumpliendo promesa anterior. El cómplice, por no
realizar la acción descrita en el tipo, no tiene dominio en la producción
del hecho, de manera que, para el caso, no mata sino que facilita a otro
la acción de matar. Así, la conducta del cómplice no es propiamente la
causa del resultado típico, sino una condición del mismo; la causa tiene
la virtualidad de poder producir el efecto, mientras la condición sólo lo
posibilita».

PUBLICADA

Sala de Casación Penal


ID : 409164
M. PONENTE : RICARDO CALVETE RÁNGEL
NÚMERO DE PROCESO : 9087
TIPO DE PROVIDENCIA : SENTENCIA
FECHA : 23/11/1995

TEMA: REDUCCIÓN DE PENA POR


CONFESIÓN / FLAGRANCIA / COMPLICIDAD

NOTA DE RELATORÍA: Publicada en Gaceta Judicial: Tomo CCXXXIX


n.° 2478, pág. 535 - 543

JURISPRUDENCIA RELACIONADA: Publicada en Gaceta Judicial:


Tomo CCXXXIX n.° 2478, pág. 535 - 543

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Sala de Casación Penal


ID : 408902
M. PONENTE : GUILLERMO DUQUE RUÍZ
TIPO DE PROVIDENCIA : SENTENCIA
FECHA : 14/02/1995

TEMA: ESTAFA / PRESCRIPCIÓN / COMPLICIDAD

NOTA DE RELATORÍA: Publicada en Gaceta Judicial: Tomo CCXXXVI


n.° 2475, pág. 159 - 168

JURISPRUDENCIA RELACIONADA: Publicada en Gaceta Judicial:


Tomo CCXXXVI n.° 2475, pág. 159 - 168

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Sala de Casación Penal


ID : 407834
M. PONENTE : JORGE ENRIQUE VALENCIA MARTÍNEZ
NÚMERO DE PROCESO : 6446
TIPO DE PROVIDENCIA : SENTENCIA
FECHA : 06/10/1992

TEMA: FALSEDAD MATERIAL DEL PARTICULAR EN DOCUMENTO


PÚBLICO / FALSEDAD PERSONAL PARA LA OBTENCIÓN DE
DOCUMENTYO PÚBLICO / COMPLICIDAD

NOTA DE RELATORÍA: Publicada en Gaceta Judicial: Tomo CCXXI n.°


2460, pág. 566 - 571

JURISPRUDENCIA RELACIONADA: Publicada en Gaceta Judicial:


Tomo CCXXI n.° 2460, pág. 566 - 571

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Sala de Casación Penal


ID : 407814
M. PONENTE : JORGE CARREÑO LUENGAS
NÚMERO DE PROCESO : 6114
TIPO DE PROVIDENCIA : SENTENCIA
FECHA : 03/09/1992

TEMA: DEMANDA DE CASACIÓN / PREESCRIPCIÓN / AUTO DE
PROCEDER / RESOLUCIÓN D EACUSACIÓN / CONCENTRACIÓN
INDEBIDA DE CREDITOS / DEBIDO PROCESO / CASACIÓN
OFICIOSA / COMPLICIDAD / TENTATIVA / PENA / CIRCUSTANCIA
S ATENUANTES.

NOTA DE RELATORÍA: Publicada en Gaceta Judicial: Tomo CCXXI n.°


2460, pág. 383 - 410

JURISPRUDENCIA RELACIONADA: Publicada en Gaceta Judicial:


Tomo CCXXI n.° 2460, pág. 383 - 410

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Sala de Casación Penal


ID : 406273
M. PONENTE : ALVARO LUNA GÓMEZ
TIPO DE PROVIDENCIA : SENTENCIA
FECHA : 18/02/1983

TEMA: COMPLICIDAD / . Complicidad. - Código de 1936:


Previamente concertada.- Estatuto vigente: Obrar con complicidad de
otro

NOTA DE RELATORÍA: Publicada en Gaceta Judicial: Tomo CLXXIII n.°


2412, pág. 80 - 87

JURISPRUDENCIA RELACIONADA: Publicada en Gaceta Judicial:


Tomo CLXXIII n.° 2412, pág. 80 - 87

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Sala de Casación Penal


ID : 406245
M. PONENTE : FABIO CALDERÓN BOTERO
NÚMERO DE PROCESO : 27468
TIPO DE PROVIDENCIA : SENTENCIA
FECHA : 29/11/1982

TEMA: CÓDIGO PENAL DE 1936:Complicidad correlativa / NUEVO


CODIGO: Participación en el hecho punible (Arts. 23 y 24) - La
complicidad correlativa-por fuera de su marco normativo-,
sustancialmente entendida queda comprendida en el nuevo Código Penal
dentro del marco de la participación en el hecho punible (Arts. 23 y 24).

NOTA DE RELATORÍA: Publicada en Gaceta Judicial: Tomo CLXX n.°


2408, pág. 707 - 710

JURISPRUDENCIA RELACIONADA: Publicada en Gaceta Judicial:


Tomo CLXX n.° 2408, pág. 707 - 710

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Sala de Casación Penal


ID : 405742
M. PONENTE : GUSTAVO GÓMEZ VELÁSQUEZ
TIPO DE PROVIDENCIA : SENTENCIA
FECHA : 08/11/1979

TEMA: PECULADO - Peculado.- Complicidad necesaria.- Elementos de


la demanda.

NOTA DE RELATORÍA: Publicada en Gaceta Judicial: Tomo CLIX n.°


2400, pág. 265 - 267

JURISPRUDENCIA RELACIONADA: Publicada en Gaceta Judicial:


Tomo CLIX n.° 2400, pág. 265 - 267

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Sala de Casación Penal


ID : 405395
M. PONENTE : JESÚS BERNAL PINZÓN
TIPO DE PROVIDENCIA : SENTENCIA
FECHA : 21/07/1976

TEMA: GRADUACIÓN DE LA PENA / . Circunstancias de mayor y


menos peligrosidad. Complicidad necesaria y no necesaria.
Participación en el sitio. Sus modalidades.

NOTA DE RELATORÍA: Publicada en Gaceta Judicial: Tomo CLII n.°


2393, pág. 370 - 376

JURISPRUDENCIA RELACIONADA: Publicada en Gaceta Judicial:


Tomo CLII n.° 2393, pág. 370 - 376

PUBLICADA

Sala de Casación Penal


ID : 405213
M. PONENTE : JULIO RONCALLO ACOSTA
TIPO DE PROVIDENCIA : SENTENCIA
FECHA : 29/11/1974

TEMA: COMPLICIDAD CORRELATIVA / . Complicidad Correlativa. -


Debe acogerse cuando el jurado de conciencia la estima procedente.
Concordancia del auto de proceder, el veredicto del jurado y la
sentencia. La infracción directa de la ley sustancial excluye radicalmente
toda consideración probatoria.

NOTA DE RELATORÍA: Publicada en Gaceta Judicial: Tomo CXLVIII n.°


2378 A 2389, pág. 1087 - 1091

JURISPRUDENCIA RELACIONADA: Publicada en Gaceta Judicial:


Tomo CXLVIII n.° 2378 A 2389, pág. 1087 - 1091

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Sala de Casación Penal


ID : 405128
M. PONENTE : LUIS ENRIQUE ROMERO SOTO
TIPO DE PROVIDENCIA : SENTENCIA
FECHA : 13/02/1974

TEMA: NULIDADES CONSTITUCIONALES / . El error en la


apreciación de las pruebas no es admisible en juicio en que
interviene el jurado. Complicidad correlativa.

NOTA DE RELATORÍA: Publicada en Gaceta Judicial: Tomo CXLVIII n.°


2378 A 2389, pág. 707 - 711

JURISPRUDENCIA RELACIONADA: Publicada en Gaceta Judicial:


Tomo CXLVIII n.° 2378 A 2389, pág. 707 - 711

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Sala de Casación Penal


ID : 405068
M. PONENTE : JOSÉ MARÍA VELASCO GUERRERO
TIPO DE PROVIDENCIA : SENTENCIA
FECHA : 22/05/1973

TEMA: COPARTICIPACIÓN CRIMINAL - Diferencias entre coautoría y


complicidad necesaria

COPARTICIPACIÓN CRIMINAL - Complicidad en el delito continuado

NOTA DE RELATORÍA: Publicada en Gaceta Judicial: Tomo CXLVI n.°


2366 A 2371, pág. 472 - 481

JURISPRUDENCIA RELACIONADA: Publicada en Gaceta Judicial:


Tomo CXLVI n.° 2366 A 2371, pág. 472 - 481

PUBLICADA

Sala de Casación Penal


ID : 404989
M. PONENTE : ALVARO LUNA GÓMEZ
TIPO DE PROVIDENCIA : SENTENCIA
FECHA : 20/06/1972

TEMA: CASACIÓN CAUSALES 4 Y 1 - Requisitos que debe reunir el


auto enjuicia ario 8articulo 483 del Código De Procedimiento Penal)
Coautoría y complicidad correlativa. Dosificación de la pena cuando de lo
hechos se deducen dos o mas circunstancias de agravación del delito

NOTA DE RELATORÍA: Publicada en Gaceta Judicial: Tomo CXLII n.°


2352 A 2357, pág. 365 - 370

JURISPRUDENCIA RELACIONADA: Publicada en Gaceta Judicial:


Tomo CXLII n.° 2352 A 2357, pág. 365 - 370
PUBLICADA

Sala de Casación Penal


ID : 404832
M. PONENTE : MARIO ALARIO DI FILIPPO
TIPO DE PROVIDENCIA : SENTENCIA
FECHA : 28/04/1970

TEMA: CAUSAL 4a DE CASACIÓN - Se reitera la jurisprudencia de la


corte, en el sentido de que si la sentencia se ataca por error en la
calificación del delito, el recurrente debe aceptar los hechos que
sirvieron de base al juez para hacerla, si no los acepta, la causal 4a
debe invocarse como consecuencia establecida en el inciso 2o del ordinal
1o, del articulo 56 del decreto 528 de 1964, con fundamento en la
errónea apreciación de la prueba, por razones de hecho o de derecho.
La complicidad correlativa es un grado de responsabilidad que no incide
en la denominación jurídica de la infracción. No es exacto, que en los
cuestionarios formulados al jurado deban formularse preguntas
separadas para cada una de las circunstancias constitutivas o
modificadoras de la responsabilidad, según el articulo 28 de la ley 4a de
1943. El homicidio agravado por la causal del ordinal 3 del art. 363 del
CP., concursa con el delito fin, como repetidamente lo ha sostenido la
corporación.

NOTA DE RELATORÍA: Publicada en Gaceta Judicial: Tomo CXXXIV n.°


2326 - 2327 - 2328, pág. 251 - 259

JURISPRUDENCIA RELACIONADA: Publicada en Gaceta Judicial:


Tomo CXXXIV n.° 2326 - 2327 - 2328, pág. 251 - 259

PUBLICADA

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ID : 404734
M. PONENTE : SAMUEL BARRIENTOS RESTREPO
TIPO DE PROVIDENCIA : AUTO
FECHA : 25/04/1969
TEMA: COPARTICIPACIÓN CRIMINAL - La causal 1ª de casación, a
que hace referencia el inc. 2ª del ord. 1ª del art 56 del Dec. 528 de
1964, no procede en los juicios en que interviene el jurado. La falta de
notificación a alguno o algunos de los jurados sorteados, principales o
suplentes, no constituye nulidad de carácter legal, y menos
constitucional. Las previsiones del art 19 del C.P., comprende a los
autores, coautores, correos y participes necesarios y el 20 la
complicidad no necesario. Comunicabilidad de las circunstancias
agravantes del autor o cómplice, al participe del delito que las conoce.

NOTA DE RELATORÍA: Publicada en Gaceta Judicial: Tomo CXXX n.°


2310-2311-2312, pág. 229 - 237

JURISPRUDENCIA RELACIONADA: Publicada en Gaceta Judicial:


Tomo CXXX n.° 2310-2311-2312, pág. 229 - 237

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ID : 404700
M. PONENTE : ANTONIO MORENO MOSQUERA
TIPO DE PROVIDENCIA : SENTENCIA
FECHA : 14/02/1969

TEMA: COMPLICIDAD CORRELATIVA / La base del tiempo


prescriptivo, es el máximo de la pena señalada en la respectiva
disposición penal / La complicidad correlativa no es una
excepción a los principios generales que rigen la complicidad, se
refiere y abarca las distintas especies de homicidio y lesiones y
no a los ocurridos en forma imprevista / Causal 1a de Casación.

NOTA DE RELATORÍA: Publicada en Gaceta Judicial: Tomo CXXIX n.°


2306, 2307 Y 2308, pág. 162 - 170

JURISPRUDENCIA RELACIONADA: Publicada en Gaceta Judicial:


Tomo CXXIX n.° 2306, 2307 Y 2308, pág. 162 - 170
PUBLICADA

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ID : 404620
M. PONENTE : HUMBERTO BARRERA DOMÍNGUEZ
TIPO DE PROVIDENCIA : SENTENCIA
FECHA : 14/06/1966

TEMA: CUESTIONARIOS PROPUESTOS AL JURADO. - SUPESTA


NULIDAD CONSTITUCIONAL.- COPARTICIPACIÓN CRIMINAL.- FORMAS
SEÑALADAS POR LA DOCTRINA.- EJECUTOR Y COMPLICE NECESARIO.-
LA PARTICIPACIÓN EXCLUSIVAMENTE INTELECTUAL CONSTITUYE UNA
COMPLICIDAD NO NCESARIA CUANDO, DE ACUERDO CON EL ART 20
DEL C.P., SE COOPERA A LA EJECUCIÓN DEL HECHO DE MAODO
DISTINTO A LO PREVISTO EN EL ART. 19 DE COOPERA A LA
EJECUCUION DEL HECHO DE MODO DISTINTO A LO PREVISTO EN EL
ART. 19 DE LA MISMA OBRA.

NOTA DE RELATORÍA: Publicada en Gaceta Judicial: Tomo CXVI n.°


2281, pág. 278 - 294

JURISPRUDENCIA RELACIONADA: Publicada en Gaceta Judicial:


Tomo CXVI n.° 2281, pág. 278 - 294

PUBLICADA

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ID : 404590
M. PONENTE : SIMÓN MONTERO TORRES
TIPO DE PROVIDENCIA : SENTENCIA
FECHA : 09/03/1966

TEMA: DELITO DE ROBO COMETIDO EN COMPLICIDAD


PREVIAMENTE CONCERTADA
NOTA DE RELATORÍA: Publicada en Gaceta Judicial: Tomo CXV n.°
2280, pág. 247 - 249

JURISPRUDENCIA RELACIONADA: Publicada en Gaceta Judicial:


Tomo CXV n.° 2280, pág. 247 - 249

PUBLICADA

Sala de Casación Penal


ID : 404556
M. PONENTE : HUMBERTO BARRERA DOMÍNGUEZ
TIPO DE PROVIDENCIA : SENTENCIA
FECHA : 10/06/1965

TEMA: COMPLICIDAD CORRELATIVA

NOTA DE RELATORÍA: Publicada en Gaceta Judicial: Tomo CXI-CXII


n.° 2276-2277, pág. 297 - 303

JURISPRUDENCIA RELACIONADA: Publicada en Gaceta Judicial:


Tomo CXI-CXII n.° 2276-2277, pág. 297 - 303

PUBLICADA

Sala de Casación Penal


ID : 404451
M. PONENTE : HUMBERTO BARRERA DOMÍNGUEZ
TIPO DE PROVIDENCIA : SENTENCIA
FECHA : 02/12/1964

TEMA: COMPLICIDAD CORRELATIVA Y COMPLICIDAD


ORDINARIA - El yerro en la calificación que se lleva a cabo en la parte
motiva del auto proceder no origina el evento de nulidad previsto en el
ordinal 8 del articulo 198 del código de procedimiento penal.
Coparticipaciones criminal y diferencia entre autores y cómplices.
Cuando las pruebas señaladas el grado de participación material en la
infracción punible , no puede hablarse de complicidad correlativa con
respecto a los diferentes participes en el relato.

NOTA DE RELATORÍA: Publicada en Gaceta Judicial: Tomo CIX n.°


2274, pág. 289 - 304

JURISPRUDENCIA RELACIONADA: Publicada en Gaceta Judicial:


Tomo CIX n.° 2274, pág. 289 - 304

PUBLICADA

Sala de Casación Penal


ID : 404486
M. PONENTE : SIMÓN MONTERO TORRES
TIPO DE PROVIDENCIA : SENTENCIA
FECHA : 16/06/1964

TEMA: DELITO DE HOMICIDIO (ASESINATOS) COMETIDOS EN


COMPLICIDAD CORRELATIVA - Sevicia y alevosía. La indigencia y la
falta de ilustración solo pueden obrar como circunstancias de menor
peligrosidad cuando hayan influido en la consumación del delito.
Homicidios llamados "ad lascivia". La sevicia no repugna a la
complicidad correlativa, ni ésta a la alevosía. La figura del delito
continuado no es procedente en tratándose del homicidio. Circunstancias
de mayor y menor peligrosidad. Interpretación y aplicación de los Arts.
36, 37, 38, 39, 363 y 385 del C. P. Causales 2a y 1a de casación penal

NOTA DE RELATORÍA: Publicada en Gaceta Judicial: Tomo CVII n.°


2272, pág. 545 - 553

JURISPRUDENCIA RELACIONADA: Publicada en Gaceta Judicial:


Tomo CVII n.° 2272, pág. 545 - 553

PUBLICADA
Sala de Casación Penal
ID : 404274
M. PONENTE : HUMBERTO BARRERA DOMÍNGUEZ
TIPO DE PROVIDENCIA : SENTENCIA
FECHA : 30/04/1962

TEMA: COAUTORIA Y COMPLICIDAD. COMPLICIDAD


CORRELATIVA. DAÑO EN BIENES AJENOS - No pudo establecerse
cuál de los acusados causó la lesión mortal. Uno de ellos fue
gravemente provocado, el otro actuó dentro de una riña imprevista para
él. También resultó muerta la mula de la victima. Que es autoría,
complicidad y complicidad correlativa. Delito de daño en bienes ajenos.

NOTA DE RELATORÍA: Publicada en Gaceta Judicial: Tomo XCVIII n.°


2251 - 2252, pág. 526 - 539

JURISPRUDENCIA RELACIONADA: Publicada en Gaceta Judicial:


Tomo XCVIII n.° 2251 - 2252, pág. 526 - 539

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Sala de Casación Penal


ID : 404238
M. PONENTE : JULIO RONCALLO ACOSTA
TIPO DE PROVIDENCIA : SENTENCIA
FECHA : 20/02/1962

TEMA: HOMICIDIO ROBO Y VIOLACIÓN DE DOMICILIO.


COMPLICIDAD NO NECESARIA

ERRADA INTERPRETACIÓN DE LOS HECHOS E INDEBIDA


APLICACIÓN DE LA LEY - La Corte invalida la condena proferida
contra el recurrente a quien, en cambio, absuelve. El proceso. Referente
a graves hechos cumplidos por una banda de asesinos y ladrones,
culminó, en instancias, con una serie de condenas. Solo uno de los
procesados recurrió en casación. La Corte halla insuficiente la prueba de
donde se dedujo su complicidad no necesaria
NOTA DE RELATORÍA: Publicada en Gaceta Judicial: Tomo XCVIII n.°
2251 - 2252, pág. 127 - 136

JURISPRUDENCIA RELACIONADA: Publicada en Gaceta Judicial:


Tomo XCVIII n.° 2251 - 2252, pág. 127 - 136

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Sala de Casación Penal


ID : 404216
M. PONENTE : SIMÓN MONTERO TORRES
TIPO DE PROVIDENCIA : SENTENCIA
FECHA : 09/12/1961

TEMA: COMPLICIDAD NECESARIA EN EL DELITO DE HOMICIDIO -


Consonancia entre el veredicto del jurado y la sentencia . Significado y
aplicación del verbo "Influir" . No hay violación del articulo 19 del Código
Penal, por indebida aplicación, ni del artículo 20 de la misma obra, por
falta de aplicación . Causales 3 y 1 de Casación.

NOTA DE RELATORÍA: Publicada en Gaceta Judicial: Tomo XCVII n.°


2246 A 2249, pág. 310 314

JURISPRUDENCIA RELACIONADA: Publicada en Gaceta Judicial:


Tomo XCVII n.° 2246 A 2249, pág. 310 314

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Sala de Casación Penal


ID : 404199
M. PONENTE : JULIO RONCALLO ACOSTA
TIPO DE PROVIDENCIA : SENTENCIA
FECHA : 30/08/1961

TEMA: HOMICIDIO COMETIDO EN COMPLICIDAD CORRELATIVA Y


EN CURSO DE RIÑA IMPREVISTA - En los juicios con intervención del
jurado la sentencia del juez de derecho recoge la voluntad popular
consignada en el veredicto. Interpretación de la causal 3a de casación.
La Sala reitera su doctrina referente a la necesaria correspondencia
entre el auto de vocación a juicio, el veredicto y la sentencia

NOTA DE RELATORÍA: Publicada en Gaceta Judicial: Tomo XCVI n.°


2242 - 2243 - 2244, pág. 637 - 645

JURISPRUDENCIA RELACIONADA: Publicada en Gaceta Judicial:


Tomo XCVI n.° 2242 - 2243 - 2244, pág. 637 - 645

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Sala de Casación Penal


ID : 404189
M. PONENTE : HUMBERTO BARRERA DOMÍNGUEZ
TIPO DE PROVIDENCIA : SENTENCIA
FECHA : 04/08/1961

TEMA: COMPLICIDAD CORRELATIVA EN DOBLE HOMICIDIO

INVOCACIÓN DE LAS CLAUSULAS SEGUNDA Y QUINTA DE


CASACIÓN - El recurso extraordinario de casación no es una tercera
instancia. Principios generales que rigen la complicidad correlativa.
Legítima defensa subjetiva. El exceso en la legítima defensa, puede
buscarse en la falta de proporción entre el peligro y el medio empleado
para repelerlo

NOTA DE RELATORÍA: Publicada en Gaceta Judicial: Tomo XCVI n.°


2242 - 2243 - 2244, pág. 554 - 566

JURISPRUDENCIA RELACIONADA: Publicada en Gaceta Judicial:


Tomo XCVI n.° 2242 - 2243 - 2244, pág. 554 - 566

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Sala de Casación Penal
ID : 404190
M. PONENTE : GUSTAVO RENDÓN GAVIRIA
TIPO DE PROVIDENCIA : SENTENCIA
FECHA : 04/08/1961

TEMA: HOMICIDIO AGRAVADO COMETIDO EN COMPLICIDAD


CORRELATIVA. CAUSALES CUARTA Y PRIMERA DE CASACIÓN
PENAL - Cuando los argumentos del demandante carecen de fuerza
demostrativa y de atingencia jurídica, no puede afirmarse que el fallo
recurrido se produjo en un juicio viciado de nulidad. No se ajusta a la
técnica del recurso de casación confundir motivos de impugnación
diferentes. Errada aplicación de la Ley en la apreciación de
circunstancias de mayor peligrosidad. La prescripción y los antecedentes
del procesado. Acertada dosificación de la pena fijada por el a-quo, en el
caso de autos

NOTA DE RELATORÍA: Publicada en Gaceta Judicial: Tomo XCVI n.°


2242 - 2243 - 2244, pág. 567 - 572

JURISPRUDENCIA RELACIONADA: Publicada en Gaceta Judicial:


Tomo XCVI n.° 2242 - 2243 - 2244, pág. 567 - 572

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Sala de Casación Penal


ID : 404156
M. PONENTE : GUSTAVO RENDÓN GAVIRIA
TIPO DE PROVIDENCIA : SENTENCIA
FECHA : 08/06/1961

TEMA: COMPLICIDAD PROPIAMENTE DICHA Y COMPLICIDAD


CORRELATIVA

CIRCUNSTANCIAS ESPECÍFICAMENTE AGRAVANTES Y


CIRCUNSTANCIAS DE MAYOR PELIGROSIDAD - Las penas fijadas
por el sentenciador, en este proceso por homicidio agravado, obedecen
a una dosimetría ajustada a las Prescripciones del Código. Motivos
innobles o fútiles. La preparación ponderada del delito. La complicidad
previamente concertada

NOTA DE RELATORÍA: Publicada en Gaceta Judicial: Tomo XCVI n.°


2242 - 2243 - 2244, pág. 354 - 364

JURISPRUDENCIA RELACIONADA: Publicada en Gaceta Judicial:


Tomo XCVI n.° 2242 - 2243 - 2244, pág. 354 - 364

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Sala de Casación Penal


ID : 404059
M. PONENTE : JULIO RONCALLO ACOSTA
TIPO DE PROVIDENCIA : SENTENCIA
FECHA : 26/10/1960

TEMA: LIMITE EN LA AUTONOMIA DE LOS JUZGADORES EN LA


APRECIACIÓN DE PRUEBAS. COMPLICIDAD CORRELATIVA

NOTA DE RELATORÍA: Publicada en Gaceta Judicial: Tomo XCIII n.°


2230 - 2231, pág. 864 - 870

JURISPRUDENCIA RELACIONADA: Publicada en Gaceta Judicial:


Tomo XCIII n.° 2230 - 2231, pág. 864 - 870

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Sala de Casación Penal


ID : 404017
M. PONENTE : SIMÓN MONTERO TORRES
TIPO DE PROVIDENCIA : SENTENCIA
FECHA : 22/06/1960

TEMA: FORMACIÓN Y REINTEGRO DE JURADOS. A QUIEN


CORRESPONDE NOTIFICAR LA DESIGNACIÓN DE ESTOS. MÉRITO
DE LA ATESTACIÓN SECRETARIAL SOBRE LA IMPOSIBILIDAD DE
LA NOTIFICACIÓN DE AQUELLOS. ESPECIFICADO EN LA PARTE
MOTIVA DEL AUTO DE PROCEDER QUE EL DELITO IMPUTABLE AL
ENJUICIADO LO HABÍA CAUSADO EN COMPLICIDAD
CORRELATITVA CON OTRA PERSONA, ES NECESARITO INCLUIR
ESA MODALIDAD EN EL RESPECTIVO CUESTIONARIO PARA QUE
EL JURADO SE PRONUNCIE SOBRE ELLA. ES INCONCEBIBLE LA
IDEA DE UN HOMICIDIO EN LA MODALIDAD DE ASESINATO, SIN
LA EXPRESA CONCURRENCIA DE LA INTENCIÓN CRIMINOSA. -
CUANDO EN LA COMISIÓN DE UN HOMICIDIO UNA DE LAS PERSONAS
JUSTICIABLES ESTÁ SOMETIDA A FUERO ESPECIAL, DEBE PROCEDERSE
DE CONFORMIDAD CON LO ORDENADO POR EL ARTÍCULO 51 DEL C. DE
P. P.

NOTA DE RELATORÍA: Publicada en Gaceta Judicial: Tomo XCII n.°


2225-2226, pág. 1058 - 1064

JURISPRUDENCIA RELACIONADA: Publicada en Gaceta Judicial:


Tomo XCII n.° 2225-2226, pág. 1058 - 1064

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Sala de Casación Penal


ID : 403901
M. PONENTE : GUSTAVO RENDÓN GAVIRIA
TIPO DE PROVIDENCIA : AUTO
FECHA : 28/04/1959

TEMA: PECULADO. OBSERVACIONES EN RELACIÓN CON LOS


ELEMENTOS CONSTITUTIVOS DE ESTE DELITO Y SOBRE LAS
MODALIDADES QUE PUEDE REVESTIR EL PECULADO PROPIO.
APROPIAR. SU DEFINICIÓN. ELEMENTOS QUE ESTRUCTURAN EL
DELITO DE PECULADO BIEN POR APROPIACIÓN, YA POR USO
INDEBIDO. CUANDO NO PUEDE INVOCARSE LA
OBLIGATORIEDAD DE LA ORDEN SUPERIOR, PARA RADICAR
EXCLUSIVAMENTE LA RESPONSABILIDAD EN EL MANDANTE, SI
EL HECHO EJECUTADO CONSTITUYE DELITO, CLAROS
PRINCIPIOS DIRECTIVOS, EXPRESAMENTE CONTEMPLADOS EN
EL C. PENAL, LLEVAN NECESARIAMENTE A APLICAR LAS
DISPOSICIONES ATINENTES A LA PARTICIPACIÓN CRIMINAL, O
A LA COMPLICIDAD Y A LA COMUNICABILIDAD DE
CIRCUNSTANCIAS. ELEMENTO MATERIAL DEL PECULADO. DOLO.
PECULADO CULPOSO. RESPONSABILIDAD ADMINISTRATIVA Y
JUDICIAL DE LOS GOBERNADORES DE LOS DEPARTAMENTOS.
FUERO. OBRA PÚBLICA. QUE ES LO QUE LE DA TAL CARÁCTER.
GRADO DEL CERTEZA QUE EL JUEZ DE DERECHO ADQUIERE A
TRAVÉS DE LA CRÍTICA DE LA PRUEBA TESTIMONIAL,
CONFRONTADA CON OTROS MEDIOS PROBATORIOS. PARA
FORMULAR EN CONCRETO UN CARGO PENAL O PARA AFIRMAR
LA RESPONSABILIDAD LEGAL. LOS CÓDIGOS PENALES NO
PROHÍBEN EXPRESAMENTE LOS HECHOS: SIMPLEMENTE
ENUNCIAN LOS ELEMENTOS CONSTITUTIVOS DE LAS
INFRACCIÓNES Y SEÑALAN LA SANCIÓN IMPONIBLE A QUIENES
LAS COMETEN. NOCIÓN JURÍDICA DE SERVICIO PÚBLICO. EL
CONCEPTO DE PROPIEDAD PRIVADA NO ES INCOMPATIBLE CON
EL DE SERVICIO PÚBLICO.

NOTA DE RELATORÍA: Publicada en Gaceta Judicial: Tomo XCI n.°


2214, pág. 150 - 197

JURISPRUDENCIA RELACIONADA: Publicada en Gaceta Judicial:


Tomo XCI n.° 2214, pág. 150 - 197

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Sala de Casación Penal


ID : 403776
M. PONENTE : GABRIEL CARREÑO MALLARINO
NÚMERO DE PROCESO :0
TIPO DE PROVIDENCIA : SENTENCIA
FECHA : 17/04/1958
FUENTE FORMAL : Código Penal de 1936 art. 36

TEMA: CAUSAL 4°. EL HOMICIDIO EN PERSONA DESCONOCIDA


CON MOVILES DE ROBO, NO ES DELITO POLITICO. CAUSAL 1°.
COMPLICIDAD CORRELATIVA Y CONCURSO SIMPLE.
NOTA DE RELATORÍA: Publicada en Gaceta Judicial: Tomo LXXXVII n.°
2195-2196, pág. 726 - 733

JURISPRUDENCIA RELACIONADA: Publicada en Gaceta Judicial:


Tomo LXXXVII n.° 2195-2196, pág. 726 - 733

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Sala de Casación Penal


ID : 403734
M. PONENTE : GUILLERMO HERNÁNDEZ PEÑALOSA
TIPO DE PROVIDENCIA : SENTENCIA
FECHA : 16/12/1957

TEMA: LA COMPLICIDAD CORRELATIVA RESPECTO DE VARIOS


SINDICADOS NO EXCLUYE QUE OTROS PUEDAN SER CÓMPLICES
O COPARTICIPES DEL MISMO DELITO

NOTA DE RELATORÍA: Publicada en Gaceta Judicial: Tomo LXXXVl n.°


2188 - 2189 - 2190, pág. 680 - 689

JURISPRUDENCIA RELACIONADA: Publicada en Gaceta Judicial:


Tomo LXXXVl n.° 2188 - 2189 - 2190, pág. 680 - 689

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Sala de Casación Penal


ID : 403584
M. PONENTE : SANTIAGO CADENA COPETE
TIPO DE PROVIDENCIA : SENTENCIA
FECHA : 27/01/1957

TEMA: LA CAUSAL 3a DE CASACIÓN ES IMPROCEDENTE EN LOS


PROCESOS EN QUE INTERVENGA JURADO / LA CALIFICACIÓN DE
LA COMPLICIDAD CORRELATIVA CORRESPONDE AL JURADO

NOTA DE RELATORÍA: Publicada en Gaceta Judicial: Tomo LXXXIV n.°


2177 - 2178 , pág. 146 - 149

JURISPRUDENCIA RELACIONADA: Publicada en Gaceta Judicial:


Tomo LXXXIV n.° 2177 - 2178 , pág. 146 - 149

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Sala de Casación Penal


ID : 403577
M. PONENTE : DOMINGO SARASTY MONTENEGRO
TIPO DE PROVIDENCIA : SENTENCIA
FECHA : 11/12/1956

TEMA: CASACIÓN / LA CONSTANCIA DE LA SENTENCIA CON EL


AUTO DE PROCEDER / CAUSAL 3 / HACE REFERENCIA A LA PARTE
RESOLUTIVA Y NO A LA MOTIVA / COMPLICIDAD PRINCIPAL,
ACCESORIA Y CORRELATIVA. VEREDICTO CONTRADICTORIO

NOTA DE RELATORÍA: Publicada en Gaceta Judicial: Tomo LXXXIII n.°


2174 - 2175, pág. 1070 - 1075

JURISPRUDENCIA RELACIONADA: Publicada en Gaceta Judicial:


Tomo LXXXIII n.° 2174 - 2175, pág. 1070 - 1075

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Sala de Casación Penal


ID : 403520
M. PONENTE : DOMINGO SARASTY MONTENEGRO
TIPO DE PROVIDENCIA : SENTENCIA
FECHA : 05/07/1956
TEMA: COMPLICIDAD CORRELATIVA / COPARTICIPACIÓN
CRIMINAL / RIÑA IMPREVISTA

NOTA DE RELATORÍA: Publicada en Gaceta Judicial: Tomo LXXXIlI n.°


2170, pág. 285 - 290

JURISPRUDENCIA RELACIONADA: Publicada en Gaceta Judicial:


Tomo LXXXIlI n.° 2170, pág. 285 - 290

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Sala de Casación Penal


ID : 413384
M. PONENTE : LUIS GUTIÉRREZ JIMÉNEZ
TIPO DE PROVIDENCIA : SENTENCIA
FECHA : 03/10/1952

TEMA: CAUSALES PRIMERA Y SEGUNDA DE CASACIÓN -


REQUISITOS PARA QUE SEA APLICABLE LA PENA ACCESORIA DE
RELEGACIÓN A COLONIAS AGRÍCOLAS PENALES - EL OBRAR CON LA
COMPLICIDAD DE OTRO PREVIAMENTE CONCERTADA, COMO
CIRCUNSTANCIA DE MAYOR PELIGROSIDAD / CUANDO PUEDE
TENERSE EN CUENTA LA DE MENOR PELIGROSIDAD
CONTEMPLADA POR EL NUMERAL 9º DEL ARTÍCULO 38 / DELITO
CONTINUADO.

NOTA DE RELATORÍA: Publicada en Gaceta Judicial: Tomo LXXIII n.°


2119 y 2120, pág. 362 A 371

JURISPRUDENCIA RELACIONADA: Publicada en Gaceta Judicial:


Tomo LXXIII n.° 2119 y 2120, pág. 362 A 371

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Sala de Casación Penal
ID : 413104
M. PONENTE : DOMINGO SARASTY MONTENEGRO
TIPO DE PROVIDENCIA : SENTENCIA
FECHA : 16/06/1950

TEMA: RECURSO DE CASACIÓN CONTRA UNA SENTENCIA


PROFERIDA POR EL ESTADO MAYOR DE LAS FUERZAS
MILITARES. - APRECIACIÓN DE INDICIOS DE COMPLICIDAD
CORRELATIVA.- INTERPRETACIÓN DEL VEREDICTO EN PROCESOS POR
CONSEJOS DE GUERRA VERBALES

NOTA DE RELATORÍA: Publicada en Gaceta Judicial: Tomo LXVII n.°


2083 - 2084, pág. 517 A 531

JURISPRUDENCIA RELACIONADA: Publicada en Gaceta Judicial:


Tomo LXVII n.° 2083 - 2084, pág. 517 A 531

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Sala de Casación Penal


ID : 413046
M. PONENTE : DOMINGO SARASTY MONTENEGRO
TIPO DE PROVIDENCIA : SENTENCIA
FECHA : 10/02/1950

TEMA: UNIDAD DEL PROCESO PENAL - CUANDO O EN UN PROCESO


ADELANTADO CONTRA MAS DE UNA PERSONA POR UN MISMO DELITO,
EL VEREDICTO DEL JURADO ES DECLARADO INJUSTO RESPECTO DE
UNA SOLA DE ELLAS O DE VARIAS PERO NO DE TODAS, EL
PRONUNCIAMIENTO DE LA SENTENCIA DEBE SUSPENDERSE HASTA
QUE SE CONOZCA EL VEREDICTO DEL NUEVO JURADO PARA QUE SE
DICTE UNA SOLA SENTENCIA.- COMPLICIDAD SECUNDARIA.

NOTA DE RELATORÍA: Publicada en Gaceta Judicial: Tomo LXVII n.°


2080 - 2186, pág. 53 A 57
JURISPRUDENCIA RELACIONADA: Publicada en Gaceta Judicial:
Tomo LXVII n.° 2080 - 2186, pág. 53 A 57

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Sala de Casación Penal


ID : 413000
M. PONENTE : AGUSTÍN GÓMEZ PRADA
TIPO DE PROVIDENCIA : SENTENCIA
FECHA : 03/09/1949

TEMA: COMPLICIDAD CORRELATIVA

NOTA DE RELATORÍA: Publicada en Gaceta Judicial: Tomo LXVI n.° R-


006956, pág. 655 A 658

JURISPRUDENCIA RELACIONADA: Publicada en Gaceta Judicial:


Tomo LXVI n.° R-006956, pág. 655 A 658

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Sala de Casación Penal


ID : 412969
M. PONENTE : FRANCISCO BRUNO
TIPO DE PROVIDENCIA : SENTENCIA
FECHA : 05/07/1949

TEMA: TRANSITO DE LEGISLACIONES EN MATERIA PENAL Y


PROCESAL PENAL - COMPLICIDAD CORRELATIVA - CUANDO PUDE
HABER LUGAR A LA OBJECIÓN POR NO HABER EXPRESADO LA
SENTENCIA LOS HECHOS PROBADOS

NOTA DE RELATORÍA: Publicada en Gaceta Judicial: Tomo LXVI n.° R-


006956, pág. 397 A 400
JURISPRUDENCIA RELACIONADA: Publicada en Gaceta Judicial:
Tomo LXVI n.° R-006956, pág. 397 A 400

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Sala de Casación Penal


ID : 412828
M. PONENTE : AGUSTÍN GÓMEZ PRADA
TIPO DE PROVIDENCIA : SENTENCIA
FECHA : 09/02/1948

TEMA: LA CONDENA CONDICIONAL EN CASACIÓN - COMPLICIDAD


EN LA CULPA

NOTA DE RELATORÍA: Publicada en Gaceta Judicial: Tomo LXIII n.°


2053-2159, pág. 869 A 872

JURISPRUDENCIA RELACIONADA: Publicada en Gaceta Judicial:


Tomo LXIII n.° 2053-2159, pág. 869 A 872

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Sala de Casación Penal


ID : 412783
M. PONENTE : AGUSTÍN GÓMEZ PRADA
TIPO DE PROVIDENCIA : SENTENCIA
FECHA : 23/05/1947

TEMA: COMPLICIDAD NECESARIA Y SECUNDARIA - LA


EMBRIAGUEZ EN LA EJECUCIÓN DEL HECHO DELICTUOSO

NOTA DE RELATORÍA: Publicada en Gaceta Judicial: Tomo LXIII n.°


2053-2159, pág. 185 A 189

JURISPRUDENCIA RELACIONADA: Publicada en Gaceta Judicial:


Tomo LXIII n.° 2053-2159, pág. 185 A 189
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Sala de Casación Penal


ID : 412714
M. PONENTE : JORGE E. GUTIERREZ ANZOLA
TIPO DE PROVIDENCIA : SENTENCIA
FECHA : 30/09/1946

TEMA: PRUEBA DE LA CIRCUNSTANCIA DE MAYOR


PELIGROSIDAD A QUE ALUDE EL NUMERAL 2° DEL ARTÍCULO 37
DEL CÓDIGO PENAL - APRECIACIÓN DE LA DEFICIENCIA -
COMPLICIDAD PREVIAMENTE CONCERTADA - TEORÍA CLÁSICA DEL
ANTIGUO CÓDIGO PENAL - TEORÍA DE LA ESCUELA POSITIVA -
DOCTRINA DE FLORIAN - DOCTRINA DEL CÓDIGO COLOMBIANO,

NOTA DE RELATORÍA: Publicada en Gaceta Judicial: Tomo LXI n.°


2009 A 2024, pág. 475 A 488

JURISPRUDENCIA RELACIONADA: Publicada en Gaceta Judicial:


Tomo LXI n.° 2009 A 2024, pág. 475 A 488

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Sala de Casación Penal


ID : 412624
M. PONENTE : FRANCISCO BRUNO
TIPO DE PROVIDENCIA : SENTENCIA
FECHA : 28/09/1945

TEMA: APLICACIÓN DE LAS NORMAS SOBRE INDEFENSIÓN Y


COMPLICIDAD CORRELATIVA

NOTA DE RELATORÍA: Publicada en Gaceta Judicial: Tomo LIX n.°


6949, pág. 983 A 987
JURISPRUDENCIA RELACIONADA: Publicada en Gaceta Judicial:
Tomo LIX n.° 6949, pág. 983 A 987

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Sala de Casación Penal


ID : 412609
M. PONENTE : FRANCISCO BRUNO
TIPO DE PROVIDENCIA : SENTENCIA
FECHA : 01/08/1945

TEMA: LA COPARTICIPACIÓN CRIMINOSA Y LA COMPLICIDAD


CORRELATIVA

NOTA DE RELATORÍA: Publicada en Gaceta Judicial: Tomo LIX n.°


2009 A 2024, pág. 474 A 482

JURISPRUDENCIA RELACIONADA: Publicada en Gaceta Judicial:


Tomo LIX n.° 2009 A 2024, pág. 474 A 482

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