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CUPSA
GONZALO BAEZ CAMARGO
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CUPSA elsa Inldl di Pie e ill C.V.
México 2009
CONTENIDO
Introducción
mente influyeron en ella. Esa labor se realizó en el se InICIa una nueva fase: la de la trasm' " . ..,
contexto de la historia de un pueblo, el judío. El texto , ISlon escnta que
por u~ . ~Iempo más o menos largo coexiste ~n la
bíblico no se elabora, pues en abstracto o en el vacío, trasmlslon oral, en vista de que la escntura '
sino en ese marco histórico y cultural, por lo cual , es
pnmeramente la posesión de una mino' d
aparece originalmente en las lenguas que fueron su- d t 'b na e sacer-
o es y escn as, ~~ ~edio de una mayoría analfabeta.
cesiva, o en ciertas épocas, simultáneamente, el habla De hecho la trasmlslon oral subis-te en la masa popular
común de ese pueblo: hebreo y arameo (Antiguo Tes- a pesar de que con el tiempo la alfabetización aumenta
tamento) y griego popular, koiné (Nuevo Testamento). y con ella el conocimiento de la escritura se generaliza
La historia del texto bíblico es diferente de la his- Esto ~ucede aún en nuestros días en los grupos huma~
toria del canon, que es el catálogo de los libros recono- ?OS als~~dos y escasamente alfabetizados, a pesar de la
cidos oficialmente como sagrados. Ambas historias, Jnv~nclon de la imprenta y la proliferación de libros
sin embargo, están estrechamente relacionadas,y hasta reVIstas y periódicos. '
a veces corren paralelas o se entrelazan, ya que son las En el caso concreto de la Biblia, la historia del
mismas autoridades las que finalmente determinan te~o ofr~ce una fase en que la trasmisión por escrito se
cuál es el canon oficial y cuál es el texto autorizado. va 1m pOniendo, con el correr del tiempo, a la trasmisión
Nuestro asunto aquí es la historia del texto, de modo oral. Aparece~ los escritos originales, de propia mano
que en ella nos concentraremos, y sólo aludiremos a la o tomados al dictado de un autor. Muchos son anóni-
historia del canon cuando sea necesario .. * o:os. Nuevos escritores aprovechan tanto las trildi-
En términos muy generales, y sólo con propósitos c,lones orales sub.sistent~ como estos documento primi-
de análisis teórico, podrían advertirse tres fases, que tlvO~. El m ~ tenal escnto se multiplica por medio de
no necesariamente significan etapas históricas definidas, copIas SUceSIV~S 9ue como hechas a mano por distinta
en la historia del texto bíblico. Una muy remota, que perso~as, en distIntos lugares y en diversas época , no
antecede a la invención de la escritura, cuando las ideas est~n hbr~ de errores y de alteraciones ya accidentales,
ya mtenclonales.
L1~ga el momento, debido a ello, en que se ha e
·P. . _ CIIdIu, w.e del propio 1111« la B_ /únoM MI""""" blbllco necesano la revisión del material escrito, cotejando la
f I WI CUPSA. MáIco, 199L
Goru:alo B4ez CAmareo
HlalOria del TClIO BíblJco
VII
pia cuya diferencias, técnicamente llamadas vari-
de ese texto oficial asume diferente forma como h
aot , e armonizan unas veces, otras se combinan, d d ' , emos
e ver esp~es, pa.ra el Antiguo y para el Nuevo Tes-
todavía otra se con ervan lado a lado. Aparecen
tame~to. TIene, sm embargo, más o menos la misma
compiladores y "editores" que redactan de nuevo el duraCión: unos cuatro siglos. Tan largo lapso viene a
material existente y a veces le incorporan materiales ser una ga~antía del texto adoptado, pues quiere decir
que proceden de otras tradiciones orales o de otros q~~ para. ~Jar ese texto no ha habido prisas irreflexivas
documentos, que e consideran de suficiente autori- DI Im~oslclones au toritarias. En realidad el texto final
dad. En las copias se hacen a veces al margen ano- se ?a. Impuesto porsí mismo. De hecho, la autoridades
taciones explicativas o glosas del revisor o del copista. relIgiosas respectivas no hacen más que oficializar el
Es esta una fase en que el texto es fluido todavía, ~ext~ ~ ue la comunidad de los creyentes, por consenso
y en que tiene lugar un proceso de evaluación y se- Impllclto pero .evi~ente, ha preferido como el que, a su
leCción de copias más o menos prolongado. Participan parecer y sentir, tiene mayor autoridad .
en él, en primer término, quienes las usan, y que, . . Una vez fijado yco.n el sello oficial de la autoridad
guiados por una especie de sexto sentido, van acen- religIOsa correspondiente, la historia del texto bíblico
tuando sus preferencias de unas sobre otras. Pero al pasa a ser la historia de su conservación y trasmisión.
parejo de esa acción general, han aparecido ya guar- Los cambios que hayan de hacérsele a la luz de nuevo
dianes oficiales de la fe, judaica en un caso, cristiana descubrimientos de manuscrito y de los progreso de
en el otro, que aportan su sabiduría y erudición, y las ciencias bíblicas no afec tarán realmente u identi-
aplican su discernimiento a las copias existente~ y dad esencial. De él se barán, y no de otro, las ver iones
que tienen uso preferente en sus res pectlv as bíblicas a todas las lenguas.
comunidades. Entonces van prefiriendo, sobre todo
para el uso litúrgico, las copias que contienen el texto
que les parece haber conservado la tradición más pura.
De este modo aparece una tercera fase, que es aq.uella
en que se fij a y luego se prot~je de nu~as alter.aclo?es
el texto que se considera mas auténtico, en el sentld~
de más fiel a las tradiciones primitivas, y se establece asl
un texto estándar, oficialmente autorizado, y de ahí en
adelante celosamente salvaguardado. . .
El proceso que desemboca en el establecimiento
mSTORIA DEL TEXTO
HEBREO
1. Antecedentes
Aunque el texto hebreo del Antiguo Testamento
contiene algunos pasajes en la lengua afín aramea, le
llamamos texto hebreo solamente en vista de que
esos pasajes son relativamente cortos y se hallan sólo
por excepción en unos cuantos libro : casi seis capítu-
los de Daniel (2.4b-7.28), dos pasajes de &dras (4.8-6,
18; 7.12-26), un versículo de Jeremías (10.11) y un
nombre propio en Génesis (31.47). El periodo que
hemos llamado la prehistoria del texto hebreo
(véase la Introducción) puede considerarse ter-
minado hacia el año 300 a.c., cuando la trasmisión oral
puede decirse prácticamente sustituida por la tras-
misión escrita.
Historia del Teto BLbIia>
3
E.x' pto por es dato cucto, no t nemas pruebas
directa yc ncretas qu nos permitan describir e l proceso antiguos recuerdos. Cuando Jacob y s h"
blecen en E ' . US IJOS se esta-
ant rior que lo llevó de la trasmi ión oral a la exclu- glpt~, hacia principios del segundo milenio
i am nte escrita, pasando por la fase en que coexis- a.c., llevan .ya sm duda un tesoro de tradiciones del
tieron por largo tiempo. No existe ningún manuscrito pasado patnarcal y de los antecedentes meso t' .
cos de Nacor y Abraham. po aml-
hebreo anterior al siglo tercero a.c. Prominentes
autoridades judías y cristianas están concordes e n que . Ese tesoro, conservado oralmente, se habrá enri-
no es posible trazar con certeza la línea seguida por el quecl~o durante los siglos de permanencia en Egipto
proceso de formación del texto bíblico en esa lejana y los an?s de la peregrinación porel desierto. Llegado~
etapa. a Canaan, y al ponerse en contacto Con su población se
Dice el profesor Shermayahu Talmón, de la Uni- su~ergen en un mar de tradiciones que provienen'de
v~rsidad Hebrea de Jerusalén: "Probablemente no honzontes más amplios. Cuando, para organizarse más
hay ningún otro texto, antiguo o moderno, testificado est~~le~~nte c~~o nación, complementan la legis-
por tantos diversos tipos de fuen tes, y cuya historia sea laclon, baslca reclbld~ en el Sinaí con leyes y reglamen-
tan difícil de elucidar como la del texto del Antiguo t~~ mas detallados, tIenen conocimiento de la legisla-
Testamento".l El doctor M.H. Goshein-Gottstein clan de otros pU,eblos, especialmente de Mesopotamia.
escribe por su parte: " Es ... cosa que se da por hecha, . ~n esta epoca se hallan, como parte de esas
que todavía no poseemos ninguna teoría que trate de tradiCiones nuevas, himnos y cantos é picos antiguos
integrar todos los hechos conocidos en una sola ar- que se conserva~ y trasmiten oralmente, pero tambié n
mazón histórica". 2 Y el erudito cristiano P . Dominique algunos por escnto. Sus sabios llegan de alguna mane-
Barthélemy, O.P. habla del " intento ilusorio de cons- ra a con~cer la literatura de los pueblos circunvecinos:
truir una teoría de conjunto de la evolución de los la de Egl~to, que habrían conocido en los largos años
textos bíblicos".) d~ eSclaVItud, y ahora la rica litcratura de Mesopota-
Estamos ciertos, sin embargo, de que la primera mla, ~uesta en escritura cuneiforme. Al norte de
fase fue la de trasmisión oral, que en el caso del texto Palestl~a han flo~ecido I~s reinos de U garit y Ebla que
hebreo duró muchos siglos. Todos los pueblos han pre- han dejado también un nco material literario. Mucho
servado primero que todo por la tradición oral sus más de es to lo absorbe la cultura israelita en formación
d~purándolo .de sus connotaciones pagana y adap~
1 CHB (v~ clave de abreviaturas al final), vol. l., pág. 161. ta~dolo a su nguraso monoteísmo. Con I tiempo, I
1al por ero, pág. 433
) BEH. pág. 294 pnmeros escritores sagrados utilizarán e te mat rial ,
Hiatoria del Tcúo Bíblico 5
4
~ente ; pero otra parte tal vez existía ya por escrito,
cu o ra tro pueden advertirse aquí y allá en el texto
aISladamente o como elemento integrante de al ' n
bíblico, especialmente en los códigos, en el libro de los
almo en la literatura de la sabiduría.
d?~ument~. En las propias Escrituras se mencio~n
vieJos escntos, -parte de los cuales se citan a veces
o sabemo cuándo, en el caso de Israel, comen-
textualmente-, que fueron utilizados por los escri-
zaron a ponerse por escrito materiales que provenían
t~res. En el Pentateuco los eruditos creen discérnir
de la tradición oral. En Egipto existía ya la escritura ciertos bloque~ de material que se incorporaron al
cuando J acob y sus hijos se instalaron ahí, y aunque no cuerp~ de un libro, por ejemplo, el Decálogo, en dos
es de esperarse que ellos o sus descendientes pudieran redaCCiones: (Ex. 20.1-17 Y D 1. 5.1-21); un Código del
leerla, pues era casi un monopolio de la clase sacerdo- Pacto (Ex. ~0.22-23 , 33); un Código Ritual (Ex. cap.
tal, por lo menos Moisés que recibió educación de 34); un C6dlgo de Santidad (Lv. caps. 18-26)' un Código
príncipe, debió de haber podido descifrarla, Yde haber Deuteron6mico (DL caps. 12-26) y un ~l del Arca
conocido por ello la historia y tradiciones cananeas y (Nm. 10.35-36), si bien no hay completo acuerdo so-
mesopotámicas, y en una forma u otra, conocido el bre su respectiva delimitación.
contenido de la ya para entonces rica literatura de esas , Entre los biblistas tiene general aceptación la
.
regtones. t~na de que en el Pentateuco hay material que pro-
Es opinión comúnmente aceptada que las partes vIene de al menos tres grandes fuentes o tradiciones
más antiguas de los escritos bíblicos pueden ser los llam~das yahvista, porque prefiere el nombre Yahvéh;
cantos y poemas que se citan en los libros históricos. elohLSta, P?rque pre~ere Elohim, y sacerdotal, porque
Por ejemplo, entre otros, el Dicho de Lamec (Gn. r~aJca la Impo~t~ncJa del sacerdocio, el santuario, el
4.23,24; la Maldición de Canaán (Gn. 9.25-27; las n:ual y la.s festividades religiosas. Pero hay mucha
Bendiciones de Isaac (Gn. 27.27-29,39-40) Yde Jacob d~vergencla. entre los eruditos en cuanto a qué por-
(GN. 49.2-27); El Cántico de Moisés (Ex. 15.1-18); el ciones precls.amente provienen de una y cuáles de otra
Poema de los Romanceros (Nm. 21.27-30); las Profedas fuente, en Ciertos pasajes. Inclusive algunos autores
de Balam (en Nm. caps. 23 y 24); el Cántico de Moisés sust~ntan la hipótesis de que las fuentes yahvista y
(Dt. 32.1-43); el Cántico de Débora (Jue. cap. 5); la elohlSta no son primarias sino que, a su vez, se basan en
Elegía de David (2 S. 1.19-27) el Cántico postrero de una fuente común designada por la letra G (del alemán
David (2 S. 1:19-27); el Salmo de Ezequ{as (Is. 38.10- Grundschrift, ':escrito básico"). Y otros suponen qu
20); el Salmo de Jonás (Jon. 2.2-10) Y el Salmo de pudo haber mas fuentes que las tres antes menciona-
Habacuc (Rab. cap. 3). das. Agunos entusiastas de la teoría documenlalla han
Parte de este material se habría recogido oral-
6 Gonzalo Báez Camargo
Historia del Teno Bíblico
7
aplicado tan mecánicamen te que han llegado a una
verdadera di ección minuciosa del texto, que otros no Esdras, NehemíaS',Amós, quizá Ezequiel y por lo menos
aprueban. en partes, Jeremlas, pues se menciona que empleó
Pero el hecho mismo de esas discrepancias muestra c?,mo amanu~nse a Baruj Ben Neriyáh. En la redac-
que la mencionada teoría no ha podido explicar todos Clon de los libros históricos, y obviamente en casos
los problemas. Los redactores del texto bíblico, si la como los Sal~os y Proverbios, intervinieron varios
teoría es cierta, lograron en muchos casos combinar de autor~s, compiladores y revisores, hasta que los libros
asumIeron la forma final.
tal modo sus fuentes que no es posible discernirlas.
Se citan en la Biblia documentos, hasta hoy per- . .En los Salmos es posible hallar trazas de com-
,didos, que los redactores utilizaron en sus escritos, por P?slclones muy antiguas y de adaptaciones de viejos
ejemplo: Libro de las guen'as de Yahvéh (Nm. 21.14-
hl~rlOos cananeos, asimilados o adaptados por los sal-
mIstas hebreos al estricto monoteísmo que es la princi-
15); Libro de Yasar (Jaser o "el Justo", Jos. 10.13; 2 S.
pal aportación.. religios? del pueblo de Israel. Por ejem-
1.18); HistO/ia del profeta Natán, VLSiones del vidente
~Io, se. han sena lado cIertas semejanza en las formas
Yedoo Iddo (2Cr. 9.29); Libro de la histO/iadeSalomón
hteranas del salm~ 104 y del Himno al Sol, del faraón
(1 R. 11.41); Libro de las crónicas de los reyes de Judá ~l Amen-hotep IV (sIglo 14 a.C.). Por tradición oral o por
R. 15.7); Libro de las crónicas de Israel (1 R. 15.31, dI- ~edio de antiguos documento , los hebreos cono-
ferentes de nuestros 1 y 2 Cr.) y Libro de Yahvéh cIeron y aprovecharon preceptos jurídicos de vene-
(Is. 34.16). rables códigos, pertenecientes a un contexto cultural
No se ha descubierto hasta hoy, y después de
. ., común del área comprendida desde Mesopotamia de
tanto tiempo es casi seguro que no eXIsta ya, nmgun donde eran oriundos lo patriarcas, hasta Egipto, dO~de
manuscrito original, de primera mano, sea del escrito~ el pueblo estuvo en la esclavÍlud por lo menos cuatro
sagrado mismo -lo que llamaríamos un autógrafo-? SI siglos. De ahí algunas semejanzas de forma, al lado de
los dictó, de su amanuense, lo cual es verdad tambIén grandes diferencias, entre literatura bíblica y la de
en cuanto a los escritos del Nuevo Testamento. Sobre otro pueblos de esa zona.
todo de los del Antiguo, ni siquiera sabemos con pre-
cisión, y en algunos casos ni aun con aproximació?, la 2. De Jo oral a lo e crHo
fech a en que se escribió un libro o parte de un hbro
bíblico. Incluso no hay seguridad de que el verdadero Como antes dijim , no ab mo con seguridad
autor de un libro sea aquel cuyo nombre lleva. Sólo en cuándo comenzó la redacción de lo texto bíblico .
contados casos es tal cosa muy probable. Por ejemplo, Algunas autoridades pien an que d bió de hab r sido
Hiatoria de! TCICo BfbIico
9
a aj la monarquía, cuando no sólo quedó más for-
!a .t~rea de reunir y or~~~izar los escritos sagrados, e
malmente organizada la nación como tal sino, junto mlcla~on la labor de reVlSlon y anotación. Pero sería un
con ello, el culto asumió una forma más definida y t~ab~Jo elemental todavía. Excepto el Pentateuco, ni
tructurada, con el templo de Jerusalén como centro, '.Iqulera se daba aún por completada la colección de
y un sacerdocio bien organizado y establecido. Segura- libros sagrados. ~altaban, por supuesto, los escritos de
mente, como base de la organización política y reli- ~.ras y Nehem13s y de los profetas po teriores al
giosa de Israel. se contaba ya con una primera redac- exlbo: Hageo, Zacarías, Abdías Malaquía y po ible-
ción del texto bíblico del Pentateuco. Muy probable- mente loe!. Se nos dice que al regreso de Babilonia
mente se iban poniendo ya por escrito materiales como Esdras trafa consigo "la Jeyde Dios" (Esd. 7.6-14) qu~
los salmos de que era autor David. En tiempo de Neh~mías l1ama "Libros de la Ley de Moi és" ( .1)
Ezequías (siglo 8) se pusieron por escrito unos prover- Podna haber ido una copia del texto del Pentateuco
bio atribuidos a Salomón (Pr. 25.1). Y como dicho rey en u primera redacción, que lo deportad habrían
ordenó que en el templo se cantaran salmos de David llevado al cautiverio, y que podem llamar Protopen-
y de Asaf (2 Cr. 29.30) es muy probable que hubieran tateuco, o una forma primitiva del Deuteronomio. En
de ponerse también por escrito. Según parece, Isaías cualquier c o. tampoco abem el tado del texto.
escribió algunos de sus oráculos (30.8). Jeremías dictó La tradición atribuye a Esdras y su escribas una
algunos de los suyos (36.4,8,10,32). Para entonces ya gran actividad crilurí tica. reuniendo y restaurando
existían por escrito Miqueas y Abdías, porque Jeremías 1 Iibr agrad. Y n 2 Macabeos 2.13, se r (jere
los cita, textualmente al primero y casi textualmente al que .Nehemí "fundó una biblioteca" y reunió en ella
segundo en 26.18. &to era a mediados del siglo 7. Y l. hbro agr d , d uponerse, en su texto primi-
hay que recordar que en ese mismo siglo se halló, bajo llvo. t r f¡ r nci pueden tener una base histórica
el rey Josías, un "libro de la ley" cuando se reparaba el ~nel nlid d queal regresodelexiliosedieronp~
templo (2 R. 22.8). Quizá como éstos habría ya por Important no l para la formación del canon sino
escrito otros materiales bíblicos, pero, por supuesto, hacia la fijaci n del texto de los libros del Antiguo
no tenemos manera de saber el estado en que se 't tamento.
hallaba entonces su texto. Ya hemos dicho que no De la forma del texto en eata etapa tenemos
existe a la fecha ningún manuscrito hebreo anterior al t lig importantes. Los eruditos bíblicos llaman
siglo tercero a.e. "testig "1 documentos y citas que arrojan luz bre
Seguramente durante la cautividad de Babilonia el texto. En este caso, l testigos son, uno contem-
lo escrituristas judíos emprendieron con más empeño poráneo, y otros posteriorea. El primero ea la versión
10 Gonzalo B'ez Camargo Hiatoria del Tcúo BlbIico 11
griega llamada Septuaginta (LXX), hecha pnncl- Testigo de extraordinario valor es la Hexapla de
palmentc en Alejandría aproximadamente entre los Orígenes, primera mitad del siglo 3d.C. Tieneseisco-
año 250 y 150 a.C. Decimos principalmente porque lumnas (de ahí su nombre), a saber, respecti-
parece probable que algunos libros como Salmos, Samuel vamente, el texto hebreo del Antiguo Testamento el
y Ester hayan sido traducidos en Palestina y llevados a "
mismo '
transcnto en caracteres griegos, y luego para-
Egipto. Los testigos posteriores son los tárgumes, lelamente las versiones griegas de Aquila, Símaco,
versiones al arameo, como el Seudojonatán, el Samari- Orígenes y Teodoción. Las variantes de éstas entre sí,
tanoyel Palestino (siglo 1 d.C.) y el famoso de Onkelos y con el texto hebreo, saltan a la vista. Hay, además,
( iglo 2 ó 3 d.C.); las versiones griegas de Aquila, fragmentos muy raros en papiro, como I de Éxodo y
Teodoción y Símaco, del siglo 2 d.C.; las siríacas, espe- Deuteronomio adquiridos por W.L Nasb en Egipto,
cialmente la llamada Peshitta (siglo 2ó 3 d.C.),y las ver- en 1902, y que llevan su nombre. Según Albrigbt datan
siones latinas: la llamada Vetus latina, o Latina Antigua del siglo 2 a.c., aunque otro, como Paul KabJe lo
(sigl02ó3 d.C.)y la Vulgata (fines del siglo 4d.C). Esta fechan a mediado del iglo primer d.C. Otr frag-
última fue hecha por San Jerónimo de la hebraica mentos de manuscritos bíblico qu llamaron mucho la
veritas, como él decía, o sea del texto hebreo por él atención fueron 1 de cubiert n la segunda mitad
conocido. Por supuesto, estas traducciones revelan la del iglo próximo pa ado en un d p6 ito de manuscri-
forma del texto e n que se basaron. to en des o, llamado gueniza, de una vieja sinag ga
Otro testigo importante es el manuscrito samari- del Cair . Dalan 1parecer del igl 10 d.C., per hay
tano del Pentateuco que se conserva en Nabl ús. Aunque autoridad qu upon n que algunos podrían datar
la copia es de la Edad Media (se le asignan fechas entre del iglo 5 d.
el siglo 11 y el 14), el texto data, según W.F. Albright, De too que existen hoy, I testig · más
del siglo primero de nuestra e ra. Comparada con el important n I manuscritos de Qumrán, en la
texto oficial, llamado masoré tico, que se fijó más tarde, ribera d I m r Muerto, que empezat1 n a descubrirse
muestra unas 6,000 diferencias o variantes, en unas en 1947, e induran d de Isaí , uno de ellos
2,000 de las cuales coincide con la LXX. Según algunas práclicamenlecomplet , y numelí fragmentos de
autoridades esto podría indicar, en ambos casos, q~e lod I dem libr del Antiguo Testamento, con
existía un texto anterior y diferente del que más tarde xcepci6n de Ester. A t manuscritos, y la luz que
preferirían los rabinos y que fina lmente de embocaría arrojan obre la hi toria del texto bíblico DOS referire-
e n el Texto Masorético. Pero otros autores, por mo más particularmente después.
. . ,el
contrario, piensan que el Samaritano e una reviStOn Del ludio de tod est06 testigos 5C sacan dos
del texto rabínico aludido.
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n I Escritur ~,~ialmen teel el text? que I~ representa con 'ena, pn'me¡ro
fuerza a la identi· pre en do ro tarde en el o 'al
naCl(}QaJ. Duran e I igl igujentes, la t:r'as- , Po r tr parte, en 'rtu e q el · o · Jíbrn:o
.. , n a refuerza. ) aire ed r del año 3 a.e. escmo no se trasmitió pnme:rnmenle en OICIO r.
De ~ Fue eot nres uando el ten man .o un lo \. lumen o códi ' iDo en ro por
rd irl así. desup rehis toria, y empieza sepa do. escrit rigi.na1meme en ' épocas
u t ria piame nte dicha. y copiá nd d pu ' por p . en fin
La se!!UJlda n lusi' n es que est testigos dan el texto de da ti ro (jen u p p o
fe e un h que ya se ha ía esta lecido por tras puede asegurarse quu d I
. dici re otra ase. ~ queeUos confirman fuerte· tamente el mism curso que el
mente. Es el hecho de la existencia. desde mu antigu~ li "'ron<
de diversas tradiciones textuales. Esto es natural si se final, el Toeno
U lJ\.oV
toma en uen ta que las tradiciones textuaJes son CODo becllO tod ,
crecí' n de trad j , nes orales, y éstas., por razón del ba11
pio medio o ral no se tr asmiten en una linea uni·
. rre5-
e rme e iavarla le sino que- de boca en boca, se rami-
,
IIQo.~
t
67
ocurren por incertidumbre, que es lo que ha pasado e~ange1io él fue hecho "ministro" (Gr. diákonos, ser-
cuando una nota que un copista halló al margen de su Vidor). Como "diácono" llegó a ser un orden ministe-
copia se inserta en el texto porque el copista no sup? rial ~~nor ~ue el de aJ>?sto~ a algunos copistas les
decidir si tal nota era ajena al texto o algo que pertenecIa pareclo rebajar la categona de Pablo si dejaban ahí esa
a él y que el copista anterior olvidó insertar. p~labra, así que cambiaron por "predicador y apóstol",
No son tantas, como en el texto hebreo, pero no mientras otros prefirieron las tres palabras y escribir
dejan de aparecer en el griego "enmiendas de los "predi~dor, apóstol y servidor" (o "ministro''), que es
escribas" o sea las alteraciones intencionales. Las lo que tienen algunos manuscritos. A otros copistas les
menores de esta clase son las que tienen que ver con la pareció que a veces decir solamente 'Jesús"podía
.ortografía y la gramática. Un copista al q~e le parec~a parecer irreverente. Y así en Gá. 6.17, donde la
defectuosa, en la una o la otra, la copla que tenta lectura primitiva parece haber ido implemente "las
delante, corregía al hacer la suya, a manera d~ una marcas de Jesús", algunos copistas escribieron "las
"corrección de estilo". Otras veces la co~recclón .se marcas del Señor Jesús'; otros, "las marcas del Señor
bacía con el propósito deliberado de armomza~ p~saJes 1es ucris to' , y todavía otros más,"L marcas de nuestro
paralelos a fin de allanar aparentes contradlccl0n~. Señor Jesucristo', variantes tod que aparecen en 1
También ocurrían cambios por el deseo de hacer mas manuscrito .
inteligible una expresión difícil u osc,ura,. o de redon- Quizá los ejempl m notabl de esta clase
dear frases que al copista le pareclan mcompletas de alteración por moti en f r petabl , d orden
especialmente en frases hechas o acuñadas a que el hermenéutico y teológico n L de Juan. En 7.1, I
copista estaba acostumbrado. Otras veces el texto ~ mejores maouscrit dicen que J ús "no qu ria andar
ampliaba para explicar o aclarar alguna refere~cla por ludea". Un manuscrito del iglo 5, seguido por 1
histórica o geográfica, de lo cual han resultado vanan- versiones antigua latina y iriaca, dice "no pocHa (Ut.
tes en los nombres de lugares, como en J n. 1.28, donde "no tenía facultad de'') andar por Judea". A1gun
en vez de BetanÚl algunos manuscritos I~n B~tóba;.a , autoridad piensan que ésta bien pudo haber sido la
o en Mr. 8.31, en que algunos manuscntos dicen al lectura del texto original, pero que desd muy tem-
tercer día" en vez de "a los tres días" porque a algun prano e cambió para no dar a entender que la voluntad
y el poder del Señor tenían limitaciooe$. En J n. 7. ,1
copistas les pareció más exacto. .
Otros cambios intencionales eran m~ttvados por manu crit están dividid casi por mitad entre "Yo
reverencia, respecto a alguna razón teolÓgica. En Coi no voy" (a la fa ta), probable del texto original, y
"Yo todavía no voy ', quizá enmendado para que Jesús
losenses 1.23, Pablo dice modestamente que de
69
no apareciera diciendo mentira u ocultando sus propósi- prichosos al trasmitir copias antiguas del Nuevo Tes-
t , pu toque al fin fue a la fiesta. Yad~lanteen 7.10, ta~ento, debe notarse que otras pruebas indican el
el probable texto original es el q~.e tle~en. algunos CUidadoso y penoso trabajo que realizaron muchos
manuscritos: Jesús fue a la fiesta no pubhcamente fieles copistas. Hay, por ejemplo, casos de lecturas
ino en secreto". Pero otros dan un texto probable- dificiles que han sido trasmitidas con escrupulosa fide-
mente enmendado, suavizan lo que parecía un en- lidad".u
cubrimiento de parte de Jesús, y dicen: "no públi- La autoridad suprema otorgada por la Iglesia a la
camente sino como en secreto". Es evidente que Vulgata convirtió en norma última el texto latino e
desde el v. 1 el texto, original ofrecía al parecer u~a h~w q~e los escrituristas occidentales fueran ~r
imagen de Jesús como indeciso o simulador a.los COplS- dlendo mterés en el texto griego. Casi hasta nuestros
. tas, y éstos lo enmendaron. Hecha la pnmera ~n días las versiones que se hacían eran traducciones del
mienda en v.1, se vieron obligados a enmendar tambIén latín de la Vulgata. No obstante, e iguieron sacando
copias del texto griego siglo trasigl h tala invención
los w. 8 y 10. . . .
Por otra parte, al igual que los sofenm, prefi~e- de la imprenta, y aun después, d m nera que existen
ron a veces respetar los textos diferentes que teman códices en minúscul qu datan nada men que del
delante fundiendo en una, en su copia, las lecturas que propio siglo 16. A diferenci d I utoridad judías
aparecían divergentes o contradictorias. Esto sucede en el caso del texto hebreo, I cristian no 11 garoo a
especialmente en manuscritos del tipo tardío llamado in tituir oficial y formalm nte un lextw receptw griego.
bizantino. Por ejemplo, en Le. 24.53, alguno ~anus Porextrañ qu parezca, de becho ellatwrecepoo del
critos antiguos dicen que los discípulos estaban:nempre Nuevo T tamento fu d lteno latin de la Vulgata.
en el templo "bendiciendo ~ Oi~" .•~or lo menos ~n~ 4. retorno al texto ri
también antiguo, pero postenor, dire alabando a.O . I Renacimiento con1lev6 un int r viv por I
Copistas de otros manuscritos, en vista de esta dIferen- grand el ieas grieg y lalin d la ntigüedad, y
cia (después de todo no seria), con ervaro~ ~:nb~ y esto ignific6 un resurgimi olo d I humanidad , un
escribieron "alabando Y bendiciendo a DIOS , o 10- avivamiento del tudi d I I ngua riginal de la
virtiendo el orden de los verbos. . Biblia y, por con iguiente, un ran O recimi nt escri-
Metzger, de quien tomamos algunos de 1 e~em- tu rístico. Bajo la inOuencia d human ' t emincnt
plos anteriores, concluye: "Para q~e los .antenores como Lorenw Vana yErmo, qu era a la VC2 el
ejemplos de alteraciones no den la Impr~16n de ~e
los escribas eran por completo voluntanoSOS Y - u TNT. ~ . 206. L+rNT. 101 , 102. unrr. P' 1 I yo.3
HlatorIa del TeúO BIblico
71
prim r h I ni ta y criturista de u tiempo, y de otr del Nuevo Testamento directamente del t.......... .
...."'I-V gnego,
erudit , pu o de relieve la anormalidad, porque no • "
era !mprescmdlble que de las copias entonces d' _
tra co a era, de que e estuvieran haciendo retraduc- pombles se. eligiera un texto que sirviera d base. Fue
cion vía latín de la Vulgata, en vez de traducciones Erasm~ qUIen acometió con tanta bravura como com-
directas de lo texto hebreo y griego de la Biblia a las petenc~a ~a . hercúlea tarea. Pero tropezó con una
lenguas moderna. Dramáticamente, Santos Pagnini grave hmltaclón. N.o pudo disponer de más de media
llevó la cu tión al punto de producir una versión del docena de manuscnto , de lo que los do principales
Antiguo Testamento al latín contemporáneo, hecho n? eran anteriores al siglo 12, y para peor suerte,
directamente del hebreo, la cual mostró desde luego mnguno .de ellos e,staba ~~pleto. Erasmo tuvo que
lo lugares en que la Vulgata se apartaba del texto retradUCIr del latm los ultJmos seis versículo del
primordial. Por upuesto, la crítica textual moderna ha Apocalipsis, que faltaban en ello . De este modo
evaluado de nueva cuenta la Vulgata, y al presente se co~p'letó su. texto, el cual alió en 1516 en primera
considera que no todas sus variantes se deben, por edlc~on, y sIgue en general la tradición textual bi-
decirlo así, a una traducción errónea del hebreo en que zantma.
aparecían esas variantes. De todas maneras, este hecho Como en alguno pasaje aparecía apartándo e
po ible y probable, no es bastante para derrocar el de la sacrosant~ Vulgata, el Nuevo Testamento griego
Testo Masorético de su posición de primacía. En la de Erasmo ufnó rudo ataque . Ciertamente, por lo
preparación de su versión, Casiodoro de Reina utilizó apresurado de su publicación, estaba plagado de erra-
largamente la versión latina de Pagnini. tas: ~ero se le atacaba no sólo por é ta . En la egunda
Por supuesto, tratándose del Antiguo Testamento edICIón (1519) muchas de esas faH accidental ta-
existía la enorme ventaja de tener a la mano un texto ban corregidas. La acusación más dura que e J hizo
celosamente preservado, o sea el masorético. Pero no Erasmo fue que e había atrevido a "mutilar" el texto
sucedía lo mismo con el griego. Como lo hace notar sagrado omitiendo en 1 Jn. 5.7, 8, lo que ha llamad
Barthélemy, la Iglesia Primitiva, a diferencia de la el comma /ohanneum (ufrase juanina"): "en el cielo: el
Sinagoga, no hizo mucho esfuerzo por llegar a un texto Padre, el Verbo y el Espíritu Santo; y estos tr 00
tándar oficial del Nuevo Testamento, sino que con- uno. y tres on lo que dan testim nio en la tí na".
servó los tipos textuales diferentes, los cuales coexis- Esta fra e, que aparecería después en la edición cl _
tieron en Jos manuscritos que se iguieron copiando. mentina de la Vulgata, no e halla en manuscrit d
Lo que estandarizó y oficializó fue el texto latino .de la ~a ver ión anterior a d.C., y según parece e
Vulgata. Si iban, pues, a hacerse en adelante versiones mterpoló en elJa hacia el iglo 5. Quizá fue rigi-
72 Gonzalo Diez Camar¡o
HlalOria del Tczto Bíblico 73
nalment una nota puesta al margen de algún manus- Después de Erasmo, se descubrieron y examina-
crito. Así aparece anotado por una mano del siglo 17 ron los grandes,códi~s Sinaítico, Alejandrino yVati-
en un manuscrito del siglo 12. cano, mucho mas antiguos y autorizados, y también se
Erasmo defendi61a omisi6n diciendo que no ha- han hallado y examinado otros muchos códices tanto
llaba esa porción en ningún manuscrito griego. (Más unciales como en minúsculas. Asimismo se h~ co-
tarde, entre los millares de manuscritos que se cono- tejado versiones antiguas, incluyendo ediciones de la
cen, se han hallado sólo dos, uno del siglQ 15 y otro del Vulgata anteriores a la clementina. Se han escrutado
16, que los contienen en el texto mismo). Exasper~do además las citas de Padres de la Iglesia de los más
porque esa explicación no parecía ~nvenc:er a. nadie, y notables, entre ellos el propio San Jerónimo y leccio-
se le seguía anatematizando, el sabio escntunsta pro- narios de varias épocas. Con esto ha quedado ple-
metió en un estallido de disgusto, que sise le mostraba namente comprobado que Erasmo no estaba haciendo
~ sol~ manuscrito que contuviera la frase en cuesti6n, ~tra cosa que omitir en su texto griego lo que no era
la insertaría en la siguiente edici6n de su Nuevo Tes- SIOO una frase espuria, tardíamente interpolada en el
tamento griego. Y sucedió que justamente en ~~20 texto latino.
apareció en Dublín uno que aportaba ~ requlS~to. El Nuevo Testamento griego delsabio humanis-
Fiel a su precipitada promesa, Erasmo mcorporo la ta holandés vio todavía una cuarta edición (1527), que
famosa frase al texto de su tercera edición, 1522. Pero fue la base de las tres ediciones del famoso impresor
todavía en una nota expresa sus sospechas de que el tal hugonote Roberto Estienne (Stefanus). La tercera
manuscrito fuera una falsificación fabricada exprofeso. (1550),
. revisada y cotejada con 15 manuscritos tardíos,
y así se ha demostrado después. Autoridades moder- VIno a ser la base de un texto griego que, sin declaración
nas como Rendell Harrls y C.H. Tumer s<JStentan la formal y oficial de ninguna Iglesia, llegó a considerarse,
probabilidad de que ha sido escrito en Oxford, ese por común y general aceptación, como el textus recep-
mismo año de 1520, por un franciscano de nombre tus. Persistió, sin embargo, para la versiones la in-
Froy o Roy, que retradujo al griego e insertó en ~te fluencia dominadora de la Vulgata. Todavía en 1897,
pasaje una frase que se había introducido en ~a ~rslón por ejemplo, la Sagrada Congregación del Santo Ofi-
latina y que pa~ provenir de un tra~ad? mtltulado cio dictaminó, con aprobación del papa León XIII, que
Liber apologeticus, que se atribuye a Pnscdl~o o a su el comma juanino era parte auténtica de la primera
discípulo Instancio de ,España. ~l ~anuscnto de. ~a carta de San Juan, si bien esa decisión fue revocada en
rras se enseña todavta en la blbhoteca del Tnmty .1937. Ninguna de las versiones católicas modernas la
CoUege, de Dublín. IOserta ya.
74 Gonzalo Diez Camello Historia del Tato BfbUco 75
Fue una edición del Nuevo Testamento griego, se origina.n. Se cotejan también las versiones antiguas
la segunda de Elzevir (1633) la que lleva por pri- y los escntos de los Padres de la Iglesia. así como los
mera vez impresa la designación de "Textus Receptus". leccionarios. En 1675 aparece, anónimo, el Nuevo
Es una revisión del texto Erasmo-Estienne, hecha en Testamento griego de John Fell, obispo de Oxford, con
presencia de un códice de tipo ~ccidental, de! si~lo variantes de más de 100 manuscritos y de versiones
6 d.C. De éste se habían descubierto dos coplas Im- entre las que se incluyen la gótica (siglo 4) Yla bohaírica
portantes: una depositada en París y la otra en Cam- (siglos3y4), por primera vez. 16 En 1707 John Mili saca
bridge. Este último, obsequiado por el reformador una edición del texto de Estienne de 1550, con ano-
Teodoro Beza en 1581. lleva su nombre y la letra de tación de las variantes obtenidas también de más de
identificación D. 100 manuscritos, así como de citas de los Padres de la
Del siglo 16 en adelante van apareciendo muchos Iglesia, en un total de unas 30,000, lo cual causó gran
nuevos y más valiosos manuscritos griegos, en los alarma y repudio en algunos sectores muy apegados al
cuales se descubren variantes respecto al textus recep- textus receptus. El primero que se apartó francamente
tus. En 1637 el Patriarca de Constantinopla obsequia de éste, e incluyó más de 200 variantes en su texto, fue
al rey Carlos 1 de Inglaterra con .el gran ~dice Alejan- Edward Wells, en su edición de 17('1)..19. Otros siguieron
drino, que data del siglo 5. NI tardo m per.ezoso, el en mayor o menor grado.
escriturista inglés Brian Walton se da a estudlarl?, con En 1729 se publica en Londres una edición prepa-
otros 13 nuevos manuscritos, y en 1657 pubhca su rada por Daniel Mace, con variantes seleccionadas del
Biblia Políglota, en la que anota las variantes p~inci aparato crítico de Mill. J.A Bengel, en su edición de
pales, respecto al receptus, halladas en esos antiguos 1734, mantiene el textus receptus, pero anota al margen
las variantes. r.'ue él quien introdujo en la crítica
documentos.
textual el principio, hoy generalmente aceptado, de
5. Ediciones críticas del N. T. griego que entre dos lecturas diferentes la más difícil es de
preferirse, porque la propensión natural de los escribas
Con la Biblia de Walton se inicia la fructífera es a hacer más fácil una lectura dificil que a convertir en
etapa de ediciones críticas del texto griego. Se U,aman difícil una lectura de suyo fácil. También fue el primero
así las que se han preparado cotejando el mayor numero en evaluar las variantes mediante una clave alfabética.
de manuscritos posible, y que \levan aparatos de notas Son de más de 300 manuscrito las variantes que J. J.
en que, con mayor o menor extensión, ~e ~ndican las 16 DebelDOl este y demú datOl que li¡uen priDcipalmente a la Iiata de
variantes más notables y el códice o los codlces en que edicioDes crfticaa mú importantel que da Metzcer en TNT.
7
Hiatona del Texto Blbllco
77
W tstein an ta en su edición de 1751-52, pero todavía
igu el receptus, y pone las variantes en el margen. exclusivamente en unos cuantos - no ás d
c· I .. . m e cuatro-
Per WiI1iam Bowyer, lr., en su edición de 1763, no un la es pnml!lvos, en la Vetus Latina y en la Vulgata
vacila en introducir en el receptus las variantes que le de S~n Jeróntmo, y en unos cuantos Padres de la
parecieron apoyadas por los mejores manuscritos, y es IglesIa. Pe~o.quien abre más anchamente la era de las
el primero en encerrar entre corchetes pasajes no gra~des edlcl?nes críticas del texto griego es Cons-
apoyados por buenos manuscritos. Así lo hizo con el t~ntl~. von Tlschendorf, el descubridor del Códice
comma juanino, el pasaje de la adúltera y la doxologfa Smaltlco,
. que entre 1841 y 1872 prod UJO · oc ho edl- .
del Padrenuestro en Mt. 6.13, y con versículos y pala- clo~es del Nuevo Testamento griego, además de 22
bras en otros lugares. volur.nenes d~ textos de manuscritos bíblicos. Los
El primer Nuevo Testamento griego publicado e~udltos conSIderan que la más importante de sus edi-
. en los Estados U nidos es el preparado por Caleb Ale- cIones del Nuevo Testamento griego es la de Leipzig
xander e impreso por Isaiah Thomas, J r., en 1800. (1~?9-72), q~e lleva el má copio o aparato de notas
Sigue el receplUS. El erudito alemán J.J. Griesbach, en cntlcas publIcado hasta entonces.
cambio, se aparta de él en muchos pasajes en su edición Otr? gran pionero de la crítica textual y de la
de 1774-7. A él se debe una primera y amplia formu- restaura~lón. del texto griego del Nuevo Te tamento
lación de principios de crítica textual, discernidos con fue e.1 bntámco amuel Prideaux Tregelles. No ólo
germánica precisión. Otras ediciones críticas de fines ampltó lo t~ab~j. de cotejo de manu critos ino que
del siglo 18 y principios del 19 fueron las de C.F. . lo pnnclpl de la crítica textual . Sued··ó
refinó ICI n, en
Matthaei, de F.K Alter y de J.M.A. Scholz. La edición seIs p~rtes, e publicó. en Londres entre 1857 y 1870.
de este último (1830-36) "marcó -.')egún Mctzg r- Otro mfluy nte arquItecto de la crítica textual fu
una retrogresión en la crítica textual hacia el Textus Hen~ A1ford (1 10-71), O án d ant rbery, que
Receptus".17 t.rabaJó, como I decía, por "la d molición d la in-
La primera revisión a fondo del texto griego, que digna y pedante reverencia por I texto recibid la cual
puede decirse que rompe abiertamente con el textus es t.orbaba J~ portunidad de de cubrir la palabra ge-
receplUS y produce un texto realmente nuevo, es la del numa de DI .""
escriturista alemán Karl Lachmann, en su edición de EI.siguiente p de gran importancia en la marcha
1831. Trató de recobrar el texto griego en el estado en de creCIente apr ximación, al meno del esfuerzo
que se hallaba en el siglo 4 d.C. y para ello se basó por lograrla, a la f, rma original del texto del Nuevo
17TNT, pl¡.124. " CIL por Metqu, obra dtlda, P4 128.
7 Gonzalo Báez Cam'rgo
Historia del Tc:úo Bíblico
79
~ tamento -labor que Tischendorf, por su parte,
había llamado desde su juventud la "tarea sagrada" de cipios. y pa.utas que ellos establecieron. Lo que h
sucedido simplemente es que el textus ha
su vida-lo dieron los británicos B.F. Westcott y F.J.A deJa. do d ' receptus
e ser conSiderado como el de . a
Hort, con la edición que lleva el nombre de ambos, 1 mayor autondad
publicada en 1881. No lleva un aparato crítico propia- r~~:~~c~~e deb~eguirse total y ri~urosamente para
mente hablando, excepto la consignación simple de , nes. to se debe, en pnmer lugar al ran
variantes en el margen. Pero al final ofrece una lista de
~U1~ero de manuscritos, especialmente papiro~ h:Ua-
os espués de la lejana época en que el textus r~ce tus
lecturas "sospechosas" (que probablemente contienen cobró lcuerpo; en segundo lugar, al considerable ~ro
un error primitivo) y una lista de notables lecturas gres~. agrado e~ lo que va del presente siglo en ei
rechazadas por no hallarles suficientes apoyo textual. estu. 10 comparativo de esoo documentoo y de los demás
.Westcott y Hort elaboraron también principios y testigos d~l texto, tales como los escritos de los Padres
procedimientos de crítica textual. Postulaban cuatro de la IglesIa y los antiguos leccionarios; en tercer lu ar
tipos textuales: el sirio, el occidental, el alejandrino yel al.notable.~esarrollo de las ciencias bíblicas y las d~ci~
"neutral", de los que para ellos el sirio era el de menos plmas aUX1h~res, que ha dado lugar a la aplicación de
confianza, y cuya forma tardía está representada en el nuevas técmc,as para la evaluación de los manu critos,
textus receptus. Por tanto, basaron su texto en el tipo y de la filo logia y la arquelogía para el esclarecimiento
"neutral", representado mejor por los grandes códices de l~s vocablos de las lenguas originales y de las refe-
Vaticano y Sinaítico, en su opinión el texto más libre de rencias geográfica histórica y culturales.
alteraciones y mezclas, y en consecuencia más próximo En suma, lo que W cott y Hort impulsaron en
al original o autógrafo. Con tan franco rechazo por alto grado, continuando la labor de antecesores como
parte de estos eminentes escrituristas, se considera que
lo~ que hemos mencionado, fue la depuración del texto
gnego, .recon truyéndolo en dirección del que debió
el textus receptus quedó definitivamente superado y
haber Sido el texto primordial, con la aplicación de )0
traspuesto. escl~recedores recur o con que cuentan las ciencia
Esto no quiere decir, por supuesto, que dicho b~hcas de unos 150 año a e ta parte. En u edición
texto deba ser sustituido en toda su extensión, palabra umfica ron la ortografía, anolaron importantes lectura
por palabra, sino que ha sido enmendado en muchos alternas, señalaron la que probablemente repr _
pasajes. La mayor parte de él se conserva en la edición sen tan ~lgún. error primitivo, encerraron en corchetes
de los dos eruditos británicos yen las ediciones críticas las poslb~es mterpolaciones, e indicaron la lectura
posteriores, que siguen en términos generales los prin- que conSideraron necesario rechazar. Al texto griego
o Gonzalo Ojez Camargo Hiatoria del Tmo Blblioo 81
tratado en esta forma, para su depuración y restau- versión. La preferencia, sin embargo, no parece obe-
ración, se le llama texto critico, para diferenciarlo del decer a un estudio detenido de la cuestión textual sino
tradicional textus receptus. simplemente a una tradición muy arraigada en l~ cos-
En la actualidad ha habido una reacción en sen- tumbre. Las mejores autoridades biblicas consideran
tido de regresar a la primacía de dicho texto, y a las ver- sin embargo, que el movimiento para restablecer ei
siones, como la del King James, en el mundo de habla textus receptus a su antigua primacía y presunta infali-
inglesa, que se basó en él. Ya en 1936 defendía la KJ y bilidad es la acción de retaguardia en una batalla de
el textus receptus Edward F. Hills, en su libro The King antemano perdida.
James Version Defended: a Christian Vrew of the Testa- . No tardaron en seguir a Wescott y Hort dos pa-
ment Manuscripts (La versión del Rey Santiago de- tn~r~ de la erudición biblica, Bernhard Weiss, cuya
fendida: una opinión cristiana de los manuscritos del edicIón sale en tres volúmenes entre 1894 y 1900, Y
Nuevo Testamento". Des Moines, Iowa, Christian Eberhard Nestle, que lanza su primera edición en
Research). Se insinúa como se ve, que una ~pi~ión 1898. Weiss, al igual que Westcotty Hort,consideraba
diferente de la conservadora del autor no es cnsbana. el Códice Vaticano como el mejor, y por ello su texto es
Mm recientemente apareció True or False?; 1he Wescott- muysemejantealdeaquellosdo . El texto de Nestle ha
Hort Textual Theory Examined (" ¿Falso o verdadero?; alcanzado mucha autoridad y popularidad mediante
la teoría de Wescott-JHort examinada", Grand Ra- numerosas y ucesivas ediciones. Las primeras cuatro
pids, Michigan; Gran Rapids International), por David fueron publicadas por la Sociedad Württemberg (So-
Otis Fuller. El movimiento emprendido así ha cobrado ciedad Bíblica de Alemania), la cual cedió después los
mayor fuerza en años más próximos. En el mundo de derecho a la Sociedad Bíblica Británica y Extranjera,
habla castellana, la clásica versión Reina-Valera, fun- que sacála cuarta, al cuidado del propio Nestle, como
dada en el textus receptus de a(fuerdo con el estado de la primera suya en 1904. Aunque, como ya hemos
los conocimientos textuales de esa época, ha sido dicho, con Westcott y Hort puede darse por terminada
una especie de Vulgata para la generalidad de los pro- la hegemonía del textus receptus, to ucedía mA bien
testantes. La revisión de 1960, aunque no cambió la en los medios de la alta erudición bíblica. En el más
base textual es todavía rechazada por algunos, que extenso de las universidad ,la iglesias y la e cuelas,
pre-fieren l~ revisión 1909, llamándola "antig.ua Val- todavía mantuvo su preponderancia durante un cuarto
de siglo más. Fueel texto de Nestle, especialmente con
era" (pero esa sería la de 1602). Han apar~ld? o se
proyectan revisiones no autorizadas, y las Blbha~ de sus ediciones británicas sucesivas, el que puso 6n a esa
estudio que se están publicando se basan en dicha preponderancia también en este otro sector.
2 Gonzalo Báez ('.amargo Historia del TQto Btblk:o
83
Nestle basó su texto en el cotejo de los textos de como The Greek New Testament, y la tercera edición
Ti chendorf, Westcott y Hort, y Weymouth (1886). lleva como compañero el volumen intituladoA textual
Pero desde su segunda edición alemana (1902) susti- Commentary on the Greek New Testament,por Bruce
tuyó este último con el de Weiss. Formó su texto M. Metzger, uno de cuyos propósitos principales es dar
adoptando las lecturas que estuvieran apoyadas por la I~ razones por las cuales se incluyeron ciertas va-
mayoría de estas autoridades. Donde cada una de ellas nantes en el texto y se remitieron al aparato crítico
tenía una lectura diferente adoptaba una intermedia. otr~s. En su Tercera .Ed~ión (Co",egida, 1983) el texto
Desde la décimatercera edición (1927) se hizo cargo de es Igual al de la vlgéslmosexta edición del Nestle-
la preparación su hijo Erwin, y desde la vigésimaprimera, Aland. The Greek New Testament e considera a la
entró a colaborar con éste el doctor Kurt Aland. Bajo ~echa como el que mejor representa el texto que se
la dirección de este último apareció en 1979 la vigési- Juzga más próximo a los originales autógrafos, aunque
masexta edición, con importantes mejoras. Para el no puede pretenderse que éstos se hayan reconstruido
mundo de habla castellana, es muy apreciable la nove- total y definitivamente.
dad de que en esta última edición se ha añadido una Otra edicione moderna del texto griego, ejem-
Introducción en nuestra lengua. plo de .una empeño a labor en te campo, son las
En 1955 se inició la preparación de un texto pa- respectIVas de H . Von Soden (1902-13), A Souter
trocinado por las Sociedades Bíblicas Unidas y desti- (1910), H.J. Vogels (1920), A Merk, S.J. (1933) yJosé
nado muy especialmente a los traductores. En ~ste M~. ~ ver, S.F., de tacado biblista pañol (1943). La,
respecto es el primero de su. gén~r.o. Es part~cu e~lclones de Vogel y uler, no obstante, iguen
larmente valioso por su eval uaclón cn ttca de las van~n ahneadas con el textu receptu ,y e consideran valio-
tes de mayor importancia. Preparado por un comité sas m b· n p rs~ aparat crltic::<1 Las otras continúan
formado por Kurt AJand, Matthew Black, Bruce los lineamient trazad por Wescott y Hort.
M. Metzger y Allen Wikgren, a quienes más tard~ s~ De urna tra cendencia en la historia contem-
unió el erudito católico romano Cario M. MarttOl, poránea del texto bíblico, n ólo gri go ino también
es realización de un proyecto iniciado e i~pulsado ~r hebreo, la nueva po ición de la IgJ ia tólica
el doctor Eugene A. Nida, con colaboraCión del Insti- Romana por lo que loca a la Vulgat y la versi Des
tuto para la Investigación Textual del Nuevo T~ directas de la lengu original de la Biblia, con~ rm
tamento, de Münster, Alemania. A la fecha han sahdo a lo documento emanad del Concilio Vatican lL
ya tres ediciones (1966,1968,1975), Ya la tercera se ha El Concili de Trento, por decret emitid el de
añadido una lntroducclón en castellano. Se le conoce abrilde 154 , de hecho estableci6eJ texto de la Vulgata
Hiatoria del Tato Blb1ico 85
como ba e uprema de las versiones, al especificar Esto abrió la puerta a los traductores católicos
que lo libros canónicos son "como se hallan en la para hacer lo que los protestantes estaban ya haciendo:
antigua versión latina llamada Vulgata" y que la Sa- basar sus versiones directamente en "los textos primi-
grada Escritura debía imprimirse " principalmente" en genios" hebreo y griego, en vez de conformarse, de
acuerdo con la tradición, con meras retraducciones vía
dicha versión.
En el primer borrador de la Constitución dogmática latín de la Vulgata. Ciertamente, ésta de ningún modo
sobre la divina revelación, del Vaticano segundo, se se descartaba por completo, pero en vez de ser el texto
proponía para las versiones de la Escritura a las diver- básico, qued~ba en la categoría de importante testigo
sas lenguas, la Vulgata como bas~ y los te~tos hebreos del texto bíbhco, alIado de las grandes versiones anti-
y griego en segundo lugar:. P?r mflue~cta, en bue~a guas como la Setenta, la Siríaca y otras, que los tra-
parte del prominente escntunsta espanol fray Serafm ductores protestantes también toman en cuenta.
°de A~ejo, OFMCap. apoyado por los obispos es-
pañoles se invirtieron los términos para dar preferen-
cia a lo~ textos de las lenguas originales, y el pasaje
I o
Siguiendo los progresos de la crítica textual la
o
pnmera versión de esa índole al castellano fue la de
J.B. Pratt, misionero presbiteriano en México, subtitu-
lada Versión Moderna (1910), publicada por la So-
'
decir lo que escriben así es " inspirado por Dios", lite- (He; 1.2,3); O, ~mo dice el prólogo del Evangelio
ralm~nte, es algo que contiene el aliento de Dios. Pero segun San Juan, la Palabra se hizo hombre y vivió
el escritor sagrado no se convierte, ~or ello, en ~n entre nosotros" (Jn. 1.14).
autómata. Al valerse de él para comumcar su mensaje, . Es enorme la deuda de gratitud que tenemos
Dios no lo priva de su sentido y conciencia En ningún pnmeramente, con los escritores revisores y finales
momento le anula su personalidad, su temperamento o redactores de los libros sagrados, que bajo la dirección
estilo personal. El mensaje que trasmite no es suyo, d~l Espíritu Santo asimilaron, primero, el mensaje que
pero la forma de expresarlo sí, y en ella se traslu~ .su DIOS les comunicaba y ordenaba trasmitir, y luego lo
idiosincrasia. No es una grabadora magnetofomca expresaron con sus propias palabras, conscientes sin
tomando el dictado de Dios, palabra por palabr~, con duda de lo imperfecto que es el lenguaje humano para
sus comas y sus punt05. Ni siquiera es co~o un taqUlgra~O, descorrer el velo de las cosas divinas.
sino más bien como un secretario intehgente, ldentl.fi- También tenemos una deuda enorme de gratitud
cado de tal modo con su jefe, que éste no ne~slta con cuantos, sin duda guiados también por el Espíritu
dictarle' simplemente le dice lo que ha de comumcar, Y Santo, cuidaron de la trasmisión del texto sagrado al
él lo redacta con sus propias palabras. . través de las vicisitudes, riesgos e imperfecciones in-
O sea que, en la Biblia, la Palabra es deplos; las herentes a toda comunicación por medios humanos.
palabras con que esa divina Palab.ra s~ trasmite s~n de Su reverencia por ese texto, y el cuidado escrupuloso
los hombres escogidos, dotados, mspuados y gUlados con que lo fueron pasando de generación en genera-
por su Espíritu para que trasmitan fiel~ente su mens?- ción, nos han dejado perpetuamente obligados. Parece
je. Así este mensaje pasa en su esenCia, por el mediO comprobado que en su trasmisión manuscrita durante
humano los escritores sagrados que como hombres tantos siglos, el texto bíblico sufrió mucho menos al-
están co~dicionados por su ambiente cultural, por su teraciones que el de las grandes obras clásicas de la
modo de ser personal y por la índole de la lengua en qu~ antigüedad.
escriben. Por lo tanto, sus escritos adolecen de las h- Objetivamente, además, puede com probarse que
mitaciones consiguientes. Así pues, finalmente la ~ala el mensaje esencial de la Biblia, el de la salvación, se ha
bra de Dios encama en una Persona cuya r~ahdad trasmitido íntegro, sin que hayan afectado su sustancia
trasciende todas las palabras humanas: Jesucnsto, la las variantes que aparecen en los mejores manuscrito .
Los pasajes que resultan oscuros o incierto son, desde
Palabra viviente de Dios. Por eso la .carta a l?s !1ebreos
luego, una minoría, yes notable que ninguna doctrina
sigue dicendo que Dios "en est~s tiempos ultimas ~o~
en verdad fundamental depende de ello para
ha hablado por medio de su HIJo ... resplandor .glono"
sustentarse.
so de Dios, la imagen misma de lo que DIos es
92 OonzaIo B4ez Camlr¡o
Historia del Tezto Bfbüoo 93
uestra inmensa gratitud ha de extenderse tam-
bién a quienes, sobre todo en los tiempos modernos,
han profundizado en las ciencias bíblicas, y se han
empeñado, con devota consagración y reverencia,
encomendándose a la asistencia del Espíritu Santo, en
depurar el texto bíblico de las alteraciones que no pudo
menos que sufrir en el curso de su trasmisión durante
siglos. Y finalmente hemos de sentir simpatía y agrade-
cimiento por los traductores de la Biblia a nuestra
lengua, ya que, sin perder la conciencia de lo delicado
de su labor, han debido encararse con problemas, a
veces muy difíciles, que el propio texto les presenta en BIBLIOGRAFÍA SELECTA
las lenguas originales.
El campo y propósito del presente ensayo ha sido
Obras citadas
simplemente histórico. No entra, pues, en ellos el
asunto de la inspiración bíblica, que concierne más BEH Barthélemy, O .P., Dominique, Études dA Histoire
bien a la teología. Pero el hecho de que el mensaje qu TextederAncien Testament, Friburgo,Suiza:
esencial de la salvación se haya preservado y trasmitido Editions Universitaires, 1978.
por medio de la Biblia, a pesar de todos los riesgos y
azares de la trasmisión por medios humanos, es tan CHB Ackroyd, P.R. & Evans, C.F., eds., The Cam-
extraordinario, que resulta suficiente, sin necesidad de bridgeHistory ofthe Bible, Londres: Cambridge
recurrir a elaborados argumentos' apologéticos, para University Press, 1970.
probar la inspiración de las Sagradas Escrituras. CfQ Cross, F.M. & Talmon, S., eds., Qumran and the
La prueba realmente decisiva de la inspiración History of the Biblical Text, Cambridge, Mas .:
singular de la Biblia es, por supuesto, el poder ex- HaIVard University Press, 1955.
cepcional que ella ha demostrado, generación tras
generación, y sin duda seguirá demostrando, para acer- DSS Burrows, Millar, The Dead Sea Scrolls, New
car Jos hombres a Dios y para transformar radicalmente
su modo de ser y de vivir. ¡ York: The Viking Press, 1955.
GBT Gordis, Robert, TheBiblicalText intheMaking,
New York: Ktav Publishing House, 1971.
94 Gonzalo B!ez Camer¡o
Sanders, J. A., The Dead Sea Psalm Scroll, Publ idisa Mexicana A de V
Ithaca, N. Y.: Cornell University Press, 1967. Calzada Chabacano N° 69. Plantn Alta
Colonia Asturias Deleg. Cuauhtémoc
06850 M~xico DF
Würthwin, Ernest, The Text 01 the Old Test- www .publidba.com
ament, Oxford: Basil Blackwell, 1957.
Excelente orador y predio ador
profundo en los anales
religIOSOS Y biblícos tanto en
lo teológICO como en lo
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