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o i ad 'principalment a lo' lcctore y


tudi o d la Biblia la B~ ve Historia del
TI. 10 Blhlico un tratado en el que el autor
narra con ma tría cómo e realizó la labor
d I e rit r ,compiladorc, re isores y
red tore del texto bíblico. Y cómo una
gran di er idad de circunstancias culturale
y ituacione hi tórica influyeron en la
ej cución de tal obra.

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CUPSA
GONZALO BAEZ CAMARGO

Gran pohgrafo cristiano que


honró las letras castellanas.
Breve
Asi lo acreditan su obra y los
premIOS. medallas. homenajes
y otras distincIOnes que en vida
Historia
rectbtera manteniendo su
presenCIa de extrema
humildad Doct9" en
del Texto
Humanidades Y Doctor en
Letras. AcadémiCO de Número
de la Academia Mexicana e Biblico
Individuo de La Real Academia
Española. escribió multitud de
libros relaCionados con su
pasión: Las Sagradas
Escrituras

Estudioso profundo de las


cuesl10nes bibllcas.
Investigador incansable e
historiador dedicó gran parte
de su Vida como traductor Y
consultor de la Biblia al servicio
de las SocIedades Bíblicas
Unidas

Empezó su carrera IIterana


siendo muy joven. como
penodlsta y poeta. destacó a lo
largo de toda su l/Ida
obteniendo la estimación de
sus lectores. el respeto y aún
a admiración de sus
adversanos
Breve
Historia
del Texto
Blo1ico

GODwlon' z

<?3
CUPSA elsa Inldl di Pie e ill C.V.
México 2009
CONTENIDO

UNA PALABRA DEL AUTOR Pág.


1
INTRODUCCIÓN
Ir
HISTORIA DEL TEXTO HEBREO
1
, . Antecedentes
2. De lo ora l a lo escrito
3. Labores de los escri bas 7
15
Breve Historia del Texto Bíblico 4. Entre R. Hillel y 70 d .C.
26
5. El texto a la luz de Qumrán
© 1975, Casa Unida de Publicaciones S.A. de c.v. 6. Entre 70 d .C. y R. Aquiba 30
35
la. Edición, 1975 7. El tex to a la lu z de Murabaat y Nujal Jéver
37
8. Entre rabí Aqui va y los Ma~oretas de
3a . Edición, 1992 Tiberias
1i!, Reimpresión, mayo 2009 9. Ediciones impresa., del texto hebreo
39
47
Portada: Carla Gámez Cabello HISTORIA DEL TEXTO GRIEGO DEL NUEVO
TESTAMENTO
Todos los derechos reservados SI
l. Pre hi ~toria del texto griego
2. De lo ora l a lo escrito S4

¿W1A elsllnldl de Publica clanes 5.1. de C.V. 3. Lubore~ de l o~ co pi ~tu),


4 . El retorno al texto griego
56
63
Sadi Carnot 73 69
S. Ediciones crítica~ del uevo Te),tamenr o
Col. San Rafael gn ego
06470 México D.F . 74
COLOFÓN
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Historia del Te'.lto Blblico 1

Una palabra del autor

En 1975 se publicó, principalmente para uso de


los asistentes a las clases dominicales del Circuito de
Estudios Blblicos, de la ciudad de México, el foUeto
Breve historia del texto biblico, al presente entera-
mente agotado. Por sugerencia de algunas personas,
que consideran que seria útil ampliar el número de
lectores y de estudiosos de la Biblia que podrían benefi-
ciarse con un estudio sobre el tema, se ha preparado el
presente trabajo. Sfrvele el folleto antes citado como
una especie de bosquejo general, ya que, sin hacerlo
voLuminoso, pues tiene un propósito de divulgación
popula r, se ha revisado y ampliado el material. Con esto
se espera que también su utilidad sea mayor.
EL autor se siente sumamente obLigado con el Dr.
Eugene A. Nida y eL Rdo. HaroLd P. Scanlin, ambos de
las Sociedades Bíblicas Unidas, que revisaron elmanus-
crito e hicieron muy importantes observaciones y quiere
expresarLes aquf su profundo reconocimiento.
HJatoria del Tc::ItO Blblico
III

Introducción

Para los judíos y los cristianos la Biblia es un libro


único. En él basan los postulados fundamentales de su
respectiva fe. Para los primeros, la Biblia es lo que los
cristianos llamamos Antiguo Testamento. Para los se-
gundos, la Biblia se compone de ambos Testamentos,
el Antiguo yel Nuevo. Realmente no es un solo libro
sino una colección de libros reunidas en un solo volumen.
Está formada, pues, de escritos de diversos auto-
res, reunidos, organizados y redactados en un texto
final en el transcurso de por lo menos once siglos, pero
en los que se integran tradiciones y documentos de
mayor antigüedad.
En otras palabras, la Biblia contiene un texto
plural que no se da de una sola vez en una sola pieza, en
la misma forma en que, por ejemplo, los musulmanes
creen haber recibido su libro sagrado, el Corán, o lo
mormones el suyo, el Libro de Mormón. No es po ible
determinar con exactitud el número y la identificación
Gonzalo B ex Camargo
Hi,toria del Tc:no Bíblico
v
d los critor bfbli 'o originales ni de los compila- y el ~egistro de sucesos de los grupos humanos e
d res, revisores y redactores del texto final, que real- trasmlt,en sól?,oralmente de generación en generación.
izaron su labor en una gran diversidad de circunstan- Con la mvencJOn de la escritura en MesorY'ltami E '
cias culturales y situaciones históricas que inevitable- S" As ' a glPto
Ir,la:, la Menor, Creta, hacia el cuarto mile~io a C '
r'

mente influyeron en ella. Esa labor se realizó en el se InICIa una nueva fase: la de la trasm' " . ..,
contexto de la historia de un pueblo, el judío. El texto , ISlon escnta que
por u~ . ~Iempo más o menos largo coexiste ~n la
bíblico no se elabora, pues en abstracto o en el vacío, trasmlslon oral, en vista de que la escntura '
sino en ese marco histórico y cultural, por lo cual , es
pnmeramente la posesión de una mino' d
aparece originalmente en las lenguas que fueron su- d t 'b na e sacer-
o es y escn as, ~~ ~edio de una mayoría analfabeta.
cesiva, o en ciertas épocas, simultáneamente, el habla De hecho la trasmlslon oral subis-te en la masa popular
común de ese pueblo: hebreo y arameo (Antiguo Tes- a pesar de que con el tiempo la alfabetización aumenta
tamento) y griego popular, koiné (Nuevo Testamento). y con ella el conocimiento de la escritura se generaliza
La historia del texto bíblico es diferente de la his- Esto ~ucede aún en nuestros días en los grupos huma~
toria del canon, que es el catálogo de los libros recono- ?OS als~~dos y escasamente alfabetizados, a pesar de la
cidos oficialmente como sagrados. Ambas historias, Jnv~nclon de la imprenta y la proliferación de libros
sin embargo, están estrechamente relacionadas,y hasta reVIstas y periódicos. '
a veces corren paralelas o se entrelazan, ya que son las En el caso concreto de la Biblia, la historia del
mismas autoridades las que finalmente determinan te~o ofr~ce una fase en que la trasmisión por escrito se
cuál es el canon oficial y cuál es el texto autorizado. va 1m pOniendo, con el correr del tiempo, a la trasmisión
Nuestro asunto aquí es la historia del texto, de modo oral. Aparece~ los escritos originales, de propia mano
que en ella nos concentraremos, y sólo aludiremos a la o tomados al dictado de un autor. Muchos son anóni-
historia del canon cuando sea necesario .. * o:os. Nuevos escritores aprovechan tanto las trildi-
En términos muy generales, y sólo con propósitos c,lones orales sub.sistent~ como estos documento primi-
de análisis teórico, podrían advertirse tres fases, que tlvO~. El m ~ tenal escnto se multiplica por medio de
no necesariamente significan etapas históricas definidas, copIas SUceSIV~S 9ue como hechas a mano por distinta
en la historia del texto bíblico. Una muy remota, que perso~as, en distIntos lugares y en diversas época , no
antecede a la invención de la escritura, cuando las ideas est~n hbr~ de errores y de alteraciones ya accidentales,
ya mtenclonales.
L1~ga el momento, debido a ello, en que se ha e
·P. . _ CIIdIu, w.e del propio 1111« la B_ /únoM MI""""" blbllco necesano la revisión del material escrito, cotejando la
f I WI CUPSA. MáIco, 199L
Goru:alo B4ez CAmareo
HlalOria del TClIO BíblJco
VII
pia cuya diferencias, técnicamente llamadas vari-
de ese texto oficial asume diferente forma como h
aot , e armonizan unas veces, otras se combinan, d d ' , emos
e ver esp~es, pa.ra el Antiguo y para el Nuevo Tes-
todavía otra se con ervan lado a lado. Aparecen
tame~to. TIene, sm embargo, más o menos la misma
compiladores y "editores" que redactan de nuevo el duraCión: unos cuatro siglos. Tan largo lapso viene a
material existente y a veces le incorporan materiales ser una ga~antía del texto adoptado, pues quiere decir
que proceden de otras tradiciones orales o de otros q~~ para. ~Jar ese texto no ha habido prisas irreflexivas
documentos, que e consideran de suficiente autori- DI Im~oslclones au toritarias. En realidad el texto final
dad. En las copias se hacen a veces al margen ano- se ?a. Impuesto porsí mismo. De hecho, la autoridades
taciones explicativas o glosas del revisor o del copista. relIgiosas respectivas no hacen más que oficializar el
Es esta una fase en que el texto es fluido todavía, ~ext~ ~ ue la comunidad de los creyentes, por consenso
y en que tiene lugar un proceso de evaluación y se- Impllclto pero .evi~ente, ha preferido como el que, a su
leCción de copias más o menos prolongado. Participan parecer y sentir, tiene mayor autoridad .
en él, en primer término, quienes las usan, y que, . . Una vez fijado yco.n el sello oficial de la autoridad
guiados por una especie de sexto sentido, van acen- religIOsa correspondiente, la historia del texto bíblico
tuando sus preferencias de unas sobre otras. Pero al pasa a ser la historia de su conservación y trasmisión.
parejo de esa acción general, han aparecido ya guar- Los cambios que hayan de hacérsele a la luz de nuevo
dianes oficiales de la fe, judaica en un caso, cristiana descubrimientos de manuscrito y de los progreso de
en el otro, que aportan su sabiduría y erudición, y las ciencias bíblicas no afec tarán realmente u identi-
aplican su discernimiento a las copias existente~ y dad esencial. De él se barán, y no de otro, las ver iones
que tienen uso preferente en sus res pectlv as bíblicas a todas las lenguas.
comunidades. Entonces van prefiriendo, sobre todo
para el uso litúrgico, las copias que contienen el texto
que les parece haber conservado la tradición más pura.
De este modo aparece una tercera fase, que es aq.uella
en que se fij a y luego se prot~je de nu~as alter.aclo?es
el texto que se considera mas auténtico, en el sentld~
de más fiel a las tradiciones primitivas, y se establece asl
un texto estándar, oficialmente autorizado, y de ahí en
adelante celosamente salvaguardado. . .
El proceso que desemboca en el establecimiento
mSTORIA DEL TEXTO
HEBREO

1. Antecedentes
Aunque el texto hebreo del Antiguo Testamento
contiene algunos pasajes en la lengua afín aramea, le
llamamos texto hebreo solamente en vista de que
esos pasajes son relativamente cortos y se hallan sólo
por excepción en unos cuantos libro : casi seis capítu-
los de Daniel (2.4b-7.28), dos pasajes de &dras (4.8-6,
18; 7.12-26), un versículo de Jeremías (10.11) y un
nombre propio en Génesis (31.47). El periodo que
hemos llamado la prehistoria del texto hebreo
(véase la Introducción) puede considerarse ter-
minado hacia el año 300 a.c., cuando la trasmisión oral
puede decirse prácticamente sustituida por la tras-
misión escrita.
Historia del Teto BLbIia>
3
E.x' pto por es dato cucto, no t nemas pruebas
directa yc ncretas qu nos permitan describir e l proceso antiguos recuerdos. Cuando Jacob y s h"
blecen en E ' . US IJOS se esta-
ant rior que lo llevó de la trasmi ión oral a la exclu- glpt~, hacia principios del segundo milenio
i am nte escrita, pasando por la fase en que coexis- a.c., llevan .ya sm duda un tesoro de tradiciones del
tieron por largo tiempo. No existe ningún manuscrito pasado patnarcal y de los antecedentes meso t' .
cos de Nacor y Abraham. po aml-
hebreo anterior al siglo tercero a.c. Prominentes
autoridades judías y cristianas están concordes e n que . Ese tesoro, conservado oralmente, se habrá enri-
no es posible trazar con certeza la línea seguida por el quecl~o durante los siglos de permanencia en Egipto
proceso de formación del texto bíblico en esa lejana y los an?s de la peregrinación porel desierto. Llegado~
etapa. a Canaan, y al ponerse en contacto Con su población se
Dice el profesor Shermayahu Talmón, de la Uni- su~ergen en un mar de tradiciones que provienen'de
v~rsidad Hebrea de Jerusalén: "Probablemente no honzontes más amplios. Cuando, para organizarse más
hay ningún otro texto, antiguo o moderno, testificado est~~le~~nte c~~o nación, complementan la legis-
por tantos diversos tipos de fuen tes, y cuya historia sea laclon, baslca reclbld~ en el Sinaí con leyes y reglamen-
tan difícil de elucidar como la del texto del Antiguo t~~ mas detallados, tIenen conocimiento de la legisla-
Testamento".l El doctor M.H. Goshein-Gottstein clan de otros pU,eblos, especialmente de Mesopotamia.
escribe por su parte: " Es ... cosa que se da por hecha, . ~n esta epoca se hallan, como parte de esas
que todavía no poseemos ninguna teoría que trate de tradiCiones nuevas, himnos y cantos é picos antiguos
integrar todos los hechos conocidos en una sola ar- que se conserva~ y trasmiten oralmente, pero tambié n
mazón histórica". 2 Y el erudito cristiano P . Dominique algunos por escnto. Sus sabios llegan de alguna mane-
Barthélemy, O.P. habla del " intento ilusorio de cons- ra a con~cer la literatura de los pueblos circunvecinos:
truir una teoría de conjunto de la evolución de los la de Egl~to, que habrían conocido en los largos años
textos bíblicos".) d~ eSclaVItud, y ahora la rica litcratura de Mesopota-
Estamos ciertos, sin embargo, de que la primera mla, ~uesta en escritura cuneiforme. Al norte de
fase fue la de trasmisión oral, que en el caso del texto Palestl~a han flo~ecido I~s reinos de U garit y Ebla que
hebreo duró muchos siglos. Todos los pueblos han pre- han dejado también un nco material literario. Mucho
servado primero que todo por la tradición oral sus más de es to lo absorbe la cultura israelita en formación
d~purándolo .de sus connotaciones pagana y adap~
1 CHB (v~ clave de abreviaturas al final), vol. l., pág. 161. ta~dolo a su nguraso monoteísmo. Con I tiempo, I
1al por ero, pág. 433
) BEH. pág. 294 pnmeros escritores sagrados utilizarán e te mat rial ,
Hiatoria del Tcúo Bíblico 5
4
~ente ; pero otra parte tal vez existía ya por escrito,
cu o ra tro pueden advertirse aquí y allá en el texto
aISladamente o como elemento integrante de al ' n
bíblico, especialmente en los códigos, en el libro de los
almo en la literatura de la sabiduría.
d?~ument~. En las propias Escrituras se mencio~n
vieJos escntos, -parte de los cuales se citan a veces
o sabemo cuándo, en el caso de Israel, comen-
textualmente-, que fueron utilizados por los escri-
zaron a ponerse por escrito materiales que provenían
t~res. En el Pentateuco los eruditos creen discérnir
de la tradición oral. En Egipto existía ya la escritura ciertos bloque~ de material que se incorporaron al
cuando J acob y sus hijos se instalaron ahí, y aunque no cuerp~ de un libro, por ejemplo, el Decálogo, en dos
es de esperarse que ellos o sus descendientes pudieran redaCCiones: (Ex. 20.1-17 Y D 1. 5.1-21); un Código del
leerla, pues era casi un monopolio de la clase sacerdo- Pacto (Ex. ~0.22-23 , 33); un Código Ritual (Ex. cap.
tal, por lo menos Moisés que recibió educación de 34); un C6dlgo de Santidad (Lv. caps. 18-26)' un Código
príncipe, debió de haber podido descifrarla, Yde haber Deuteron6mico (DL caps. 12-26) y un ~l del Arca
conocido por ello la historia y tradiciones cananeas y (Nm. 10.35-36), si bien no hay completo acuerdo so-
mesopotámicas, y en una forma u otra, conocido el bre su respectiva delimitación.
contenido de la ya para entonces rica literatura de esas , Entre los biblistas tiene general aceptación la
.
regtones. t~na de que en el Pentateuco hay material que pro-
Es opinión comúnmente aceptada que las partes vIene de al menos tres grandes fuentes o tradiciones
más antiguas de los escritos bíblicos pueden ser los llam~das yahvista, porque prefiere el nombre Yahvéh;
cantos y poemas que se citan en los libros históricos. elohLSta, P?rque pre~ere Elohim, y sacerdotal, porque
Por ejemplo, entre otros, el Dicho de Lamec (Gn. r~aJca la Impo~t~ncJa del sacerdocio, el santuario, el
4.23,24; la Maldición de Canaán (Gn. 9.25-27; las n:ual y la.s festividades religiosas. Pero hay mucha
Bendiciones de Isaac (Gn. 27.27-29,39-40) Yde Jacob d~vergencla. entre los eruditos en cuanto a qué por-
(GN. 49.2-27); El Cántico de Moisés (Ex. 15.1-18); el ciones precls.amente provienen de una y cuáles de otra
Poema de los Romanceros (Nm. 21.27-30); las Profedas fuente, en Ciertos pasajes. Inclusive algunos autores
de Balam (en Nm. caps. 23 y 24); el Cántico de Moisés sust~ntan la hipótesis de que las fuentes yahvista y
(Dt. 32.1-43); el Cántico de Débora (Jue. cap. 5); la elohlSta no son primarias sino que, a su vez, se basan en
Elegía de David (2 S. 1.19-27) el Cántico postrero de una fuente común designada por la letra G (del alemán
David (2 S. 1:19-27); el Salmo de Ezequ{as (Is. 38.10- Grundschrift, ':escrito básico"). Y otros suponen qu
20); el Salmo de Jonás (Jon. 2.2-10) Y el Salmo de pudo haber mas fuentes que las tres antes menciona-
Habacuc (Rab. cap. 3). das. Agunos entusiastas de la teoría documenlalla han
Parte de este material se habría recogido oral-
6 Gonzalo Báez Camargo
Historia del Teno Bíblico
7
aplicado tan mecánicamen te que han llegado a una
verdadera di ección minuciosa del texto, que otros no Esdras, NehemíaS',Amós, quizá Ezequiel y por lo menos
aprueban. en partes, Jeremlas, pues se menciona que empleó
Pero el hecho mismo de esas discrepancias muestra c?,mo amanu~nse a Baruj Ben Neriyáh. En la redac-
que la mencionada teoría no ha podido explicar todos Clon de los libros históricos, y obviamente en casos
los problemas. Los redactores del texto bíblico, si la como los Sal~os y Proverbios, intervinieron varios
teoría es cierta, lograron en muchos casos combinar de autor~s, compiladores y revisores, hasta que los libros
asumIeron la forma final.
tal modo sus fuentes que no es posible discernirlas.
Se citan en la Biblia documentos, hasta hoy per- . .En los Salmos es posible hallar trazas de com-
,didos, que los redactores utilizaron en sus escritos, por P?slclones muy antiguas y de adaptaciones de viejos
ejemplo: Libro de las guen'as de Yahvéh (Nm. 21.14-
hl~rlOos cananeos, asimilados o adaptados por los sal-
mIstas hebreos al estricto monoteísmo que es la princi-
15); Libro de Yasar (Jaser o "el Justo", Jos. 10.13; 2 S.
pal aportación.. religios? del pueblo de Israel. Por ejem-
1.18); HistO/ia del profeta Natán, VLSiones del vidente
~Io, se. han sena lado cIertas semejanza en las formas
Yedoo Iddo (2Cr. 9.29); Libro de la histO/iadeSalomón
hteranas del salm~ 104 y del Himno al Sol, del faraón
(1 R. 11.41); Libro de las crónicas de los reyes de Judá ~l Amen-hotep IV (sIglo 14 a.C.). Por tradición oral o por
R. 15.7); Libro de las crónicas de Israel (1 R. 15.31, dI- ~edio de antiguos documento , los hebreos cono-
ferentes de nuestros 1 y 2 Cr.) y Libro de Yahvéh cIeron y aprovecharon preceptos jurídicos de vene-
(Is. 34.16). rables códigos, pertenecientes a un contexto cultural
No se ha descubierto hasta hoy, y después de
. ., común del área comprendida desde Mesopotamia de
tanto tiempo es casi seguro que no eXIsta ya, nmgun donde eran oriundos lo patriarcas, hasta Egipto, dO~de
manuscrito original, de primera mano, sea del escrito~ el pueblo estuvo en la esclavÍlud por lo menos cuatro
sagrado mismo -lo que llamaríamos un autógrafo-? SI siglos. De ahí algunas semejanzas de forma, al lado de
los dictó, de su amanuense, lo cual es verdad tambIén grandes diferencias, entre literatura bíblica y la de
en cuanto a los escritos del Nuevo Testamento. Sobre otro pueblos de esa zona.
todo de los del Antiguo, ni siquiera sabemos con pre-
cisión, y en algunos casos ni aun con aproximació?, la 2. De Jo oral a lo e crHo
fech a en que se escribió un libro o parte de un hbro
bíblico. Incluso no hay seguridad de que el verdadero Como antes dijim , no ab mo con seguridad
autor de un libro sea aquel cuyo nombre lleva. Sólo en cuándo comenzó la redacción de lo texto bíblico .
contados casos es tal cosa muy probable. Por ejemplo, Algunas autoridades pien an que d bió de hab r sido
Hiatoria de! TCICo BfbIico
9
a aj la monarquía, cuando no sólo quedó más for-
!a .t~rea de reunir y or~~~izar los escritos sagrados, e
malmente organizada la nación como tal sino, junto mlcla~on la labor de reVlSlon y anotación. Pero sería un
con ello, el culto asumió una forma más definida y t~ab~Jo elemental todavía. Excepto el Pentateuco, ni
tructurada, con el templo de Jerusalén como centro, '.Iqulera se daba aún por completada la colección de
y un sacerdocio bien organizado y establecido. Segura- libros sagrados. ~altaban, por supuesto, los escritos de
mente, como base de la organización política y reli- ~.ras y Nehem13s y de los profetas po teriores al
giosa de Israel. se contaba ya con una primera redac- exlbo: Hageo, Zacarías, Abdías Malaquía y po ible-
ción del texto bíblico del Pentateuco. Muy probable- mente loe!. Se nos dice que al regreso de Babilonia
mente se iban poniendo ya por escrito materiales como Esdras trafa consigo "la Jeyde Dios" (Esd. 7.6-14) qu~
los salmos de que era autor David. En tiempo de Neh~mías l1ama "Libros de la Ley de Moi és" ( .1)
Ezequías (siglo 8) se pusieron por escrito unos prover- Podna haber ido una copia del texto del Pentateuco
bio atribuidos a Salomón (Pr. 25.1). Y como dicho rey en u primera redacción, que lo deportad habrían
ordenó que en el templo se cantaran salmos de David llevado al cautiverio, y que podem llamar Protopen-
y de Asaf (2 Cr. 29.30) es muy probable que hubieran tateuco, o una forma primitiva del Deuteronomio. En
de ponerse también por escrito. Según parece, Isaías cualquier c o. tampoco abem el tado del texto.
escribió algunos de sus oráculos (30.8). Jeremías dictó La tradición atribuye a Esdras y su escribas una
algunos de los suyos (36.4,8,10,32). Para entonces ya gran actividad crilurí tica. reuniendo y restaurando
existían por escrito Miqueas y Abdías, porque Jeremías 1 Iibr agrad. Y n 2 Macabeos 2.13, se r (jere
los cita, textualmente al primero y casi textualmente al que .Nehemí "fundó una biblioteca" y reunió en ella
segundo en 26.18. &to era a mediados del siglo 7. Y l. hbro agr d , d uponerse, en su texto primi-
hay que recordar que en ese mismo siglo se halló, bajo llvo. t r f¡ r nci pueden tener una base histórica
el rey Josías, un "libro de la ley" cuando se reparaba el ~nel nlid d queal regresodelexiliosedieronp~
templo (2 R. 22.8). Quizá como éstos habría ya por Important no l para la formación del canon sino
escrito otros materiales bíblicos, pero, por supuesto, hacia la fijaci n del texto de los libros del Antiguo
no tenemos manera de saber el estado en que se 't tamento.
hallaba entonces su texto. Ya hemos dicho que no De la forma del texto en eata etapa tenemos
existe a la fecha ningún manuscrito hebreo anterior al t lig importantes. Los eruditos bíblicos llaman
siglo tercero a.e. "testig "1 documentos y citas que arrojan luz bre
Seguramente durante la cautividad de Babilonia el texto. En este caso, l testigos son, uno contem-
lo escrituristas judíos emprendieron con más empeño poráneo, y otros posteriorea. El primero ea la versión
10 Gonzalo B'ez Camargo Hiatoria del Tcúo BlbIico 11
griega llamada Septuaginta (LXX), hecha pnncl- Testigo de extraordinario valor es la Hexapla de
palmentc en Alejandría aproximadamente entre los Orígenes, primera mitad del siglo 3d.C. Tieneseisco-
año 250 y 150 a.C. Decimos principalmente porque lumnas (de ahí su nombre), a saber, respecti-
parece probable que algunos libros como Salmos, Samuel vamente, el texto hebreo del Antiguo Testamento el
y Ester hayan sido traducidos en Palestina y llevados a "
mismo '
transcnto en caracteres griegos, y luego para-
Egipto. Los testigos posteriores son los tárgumes, lelamente las versiones griegas de Aquila, Símaco,
versiones al arameo, como el Seudojonatán, el Samari- Orígenes y Teodoción. Las variantes de éstas entre sí,
tanoyel Palestino (siglo 1 d.C.) y el famoso de Onkelos y con el texto hebreo, saltan a la vista. Hay, además,
( iglo 2 ó 3 d.C.); las versiones griegas de Aquila, fragmentos muy raros en papiro, como I de Éxodo y
Teodoción y Símaco, del siglo 2 d.C.; las siríacas, espe- Deuteronomio adquiridos por W.L Nasb en Egipto,
cialmente la llamada Peshitta (siglo 2ó 3 d.C.),y las ver- en 1902, y que llevan su nombre. Según Albrigbt datan
siones latinas: la llamada Vetus latina, o Latina Antigua del siglo 2 a.c., aunque otro, como Paul KabJe lo
(sigl02ó3 d.C.)y la Vulgata (fines del siglo 4d.C). Esta fechan a mediado del iglo primer d.C. Otr frag-
última fue hecha por San Jerónimo de la hebraica mentos de manuscritos bíblico qu llamaron mucho la
veritas, como él decía, o sea del texto hebreo por él atención fueron 1 de cubiert n la segunda mitad
conocido. Por supuesto, estas traducciones revelan la del iglo próximo pa ado en un d p6 ito de manuscri-
forma del texto e n que se basaron. to en des o, llamado gueniza, de una vieja sinag ga
Otro testigo importante es el manuscrito samari- del Cair . Dalan 1parecer del igl 10 d.C., per hay
tano del Pentateuco que se conserva en Nabl ús. Aunque autoridad qu upon n que algunos podrían datar
la copia es de la Edad Media (se le asignan fechas entre del iglo 5 d.
el siglo 11 y el 14), el texto data, según W.F. Albright, De too que existen hoy, I testig · más
del siglo primero de nuestra e ra. Comparada con el important n I manuscritos de Qumrán, en la
texto oficial, llamado masoré tico, que se fijó más tarde, ribera d I m r Muerto, que empezat1 n a descubrirse
muestra unas 6,000 diferencias o variantes, en unas en 1947, e induran d de Isaí , uno de ellos
2,000 de las cuales coincide con la LXX. Según algunas práclicamenlecomplet , y numelí fragmentos de
autoridades esto podría indicar, en ambos casos, q~e lod I dem libr del Antiguo Testamento, con
existía un texto anterior y diferente del que más tarde xcepci6n de Ester. A t manuscritos, y la luz que
preferirían los rabinos y que fina lmente de embocaría arrojan obre la hi toria del texto bíblico DOS referire-
e n el Texto Masorético. Pero otros autores, por mo más particularmente después.
. . ,el
contrario, piensan que el Samaritano e una reviStOn Del ludio de tod est06 testigos 5C sacan dos
del texto rabínico aludido.
1..
, ,
oon~ctus 1 nm u I f . en I tr b
C!llnlenza re proceso un
I ao t nes
es e 1ID1JXlDJelOOo
IODces un Est nN",n iamen te d ' b , al dem' . hasta I g;rar uf] 'ente ·' DJ'U,lo.q
n I Escritur ~,~ialmen teel el text? que I~ representa con 'ena, pn'me¡ro
fuerza a la identi· pre en do ro tarde en el o 'al
naCl(}QaJ. Duran e I igl igujentes, la t:r'as- , Po r tr parte, en 'rtu e q el · o · Jíbrn:o
.. , n a refuerza. ) aire ed r del año 3 a.e. escmo no se trasmitió pnme:rnmenle en OICIO r.
De ~ Fue eot nres uando el ten man .o un lo \. lumen o códi ' iDo en ro por
rd irl así. desup rehis toria, y empieza sepa do. escrit rigi.na1meme en ' épocas
u t ria piame nte dicha. y copiá nd d pu ' por p . en fin
La se!!UJlda n lusi' n es que est testigos dan el texto de da ti ro (jen u p p o
fe e un h que ya se ha ía esta lecido por tras puede asegurarse quu d I
. dici re otra ase. ~ queeUos confirman fuerte· tamente el mism curso que el
mente. Es el hecho de la existencia. desde mu antigu~ li "'ron<
de diversas tradiciones textuales. Esto es natural si se final, el Toeno
U lJ\.oV

toma en uen ta que las tradiciones textuaJes son CODo becllO tod ,
crecí' n de trad j , nes orales, y éstas., por razón del ba11
pio medio o ral no se tr asmiten en una linea uni·
. rre5-
e rme e iavarla le sino que- de boca en boca, se rami-
,
IIQo.~

fican en 1¡ rias líneas que con el tiempo ofrecen dife-


renci . a \'ea:S aprecia · les. entre sí. Es decir. que
desde la e ta pa de trasmisión oral se van f rmando
dn~TSaS t.ra<liciones.. Con más razó n a partir de La
trasmisión escrita.
o hubo pues. o rigin al mente- un solo t al
í ro oel arque tipo. del cual se hubieran derivado n luo..,o-
po efectode revi io nes d ' rsa trad iciones textuales. que I li"' ........ tn¡¡rh ·_

Esta leO 'a . propu la por P ,A de Lagaree fue b- i ' D ilifereole d


jetada por Paul Kahle otr . El ca min seguj .. por Re) deahíl en uentran en
14 Hiltoria del Texto Bíblico
15
pa. a paral lo. r p tiv .
La n id ra i n de I h chos indicados ha lle- bje~ .conjetural. De todos modos, la teoría de las
familIas textuales sigue siendo debatl'da G h
vado a la proposición de la t rfa de las familias tex- G ' . os en-
tualer, pr ntada r Paul Kahl y apoyada, con algunas ~t~teln Y,Talmon, por ejemplo, La objetan. Las
Opiniones dIVergentes señalan dos posibilidades en
m dificacione, p r AJbright y .M. Cross, y con ciertas
cuanto a los antecedentes del texto masorét' .
reservas por D. Barthélerny. egún la teoría. la plurali- ' t h d ' lCO. que
dad d tradiciones o tipos textuales, existente hasta la es ese aya envad? de la tradición textual palestina o
estabilización y oficialización del Texto Masorético, se qu~ ~roce~a más bIen de una tradición más antigua,
qUlza .de tipO corto y no tan expansiOnista como la
hahría reducido final mente a tres principales, llamadas palestma.
por su presunto origen, babilonia, palestina y egipcia,
con suficiente homogeneidad cada una para poder
3. Labores de los escribas
discernirse entre sí. (Barthélemy se inclina a pensar
que hubo mayor variedad, en tanto que Sperber señala
, En ella~go proc~so de desarrollo del texto bíblico
sólo dos, amb s palesti nos, uno originado en Judá, que tuvIeron una intervenCIón decisiva lo sol'erim o ese 'b
finalmente desemboca en el Texto Masorético, y otro S t b " '1 ' n as.
u ra aJO ~onslstía originalmente cnla simple copia
en Efraín, que va a dar al Pentateuco Samaritano). de ma~u~cntos, pe~o con el tiempo asumieron, por el
El tipo babilonio es realmente conjetural, porque conocImiento que Iban adquiriendo sobre las escritu-
no hay prueba directa de él. Cross dice que "pre- ras sagradas, un papel más importante: el de revisore
sumiblemente" propendía a una redacción corta o anotadores" correctores y [males redactores de ellas:
concisa. El tipo palestino se describe como "expan- En los ~scntos rabínicos se les atribuye mucha im -
sionista", con propensión a la contlación, las glosas y porta nCla en ese sentido a los escribas que colab raron
las adiciones sinópticas. El egipcio se considera más co~, Esdras en us trabaj s bíblicos al volver del
parco y conservador. Sin embargo, algunas aut?ri- eXII,lo. El escriba llegó a ser, como dice Talmon, "un
dades lo consideran más bien una rama del palestmo, S.OCIO ? partícipe menor en el proceso de creación
que no persistió más acá del siglo 4 a.c., ya que los hterana ".4
judíos de los siglos 3 y 2 no conocían ya lo basta?t~ el ..He aquí las principale. forma como lo soferim
hebreo y esa fue justamente la razón de que se hICIera pa rtl~lparo~ en el desarr 110 del texto, ademá de . u
la versión griega Septuaginta. Las familias textuales trabajO báSICO de copistas:
quedarían pues, reducidas a dos, y quizá a sólo una, la
palestina, ya que la babilonia, como se ha dicho, es más 4 ero, p6~ Jet
16 Gonzalo Báez Camllrgo
Historia del Texto Blblico
17
1. Señalamiento de letras y palabras dudosas.
4. .~tras finales. Para que se marcara mejor la
La manera más antigua de marcarlas fue poner puntos
separaclon, .Ios escribas inventaron para cinco letras
sobre ellas.
una forma diferente cuando quedaran al final de pala-
2. Modificación de la antigua escritura. Intro-
dujeron los caracteres asirios o arameos, también lla-
bra. Son las. letras mem" nun tsad" 1. pe:y, caf
. Aunque
este cambIO fue también gradual, sus formas finales
mados "cuadrados", en uso hasta hoy, en lugar de los aparecen ya en los manuscritos de Qumrán, y se con-
arcaicos (fenicios o palmirenos). Aunque la tradición servan hasta hoy.
atribuyó este cambio a Esdras, realmente fue gradual. 5. Letras vocales. Al regresar del exilio el
Todavía se usaba la escritura arcaica, aliado de la otra, arameo. ha?ía sustituido al hebreo en el uso corriente
como se ve por las inscripciones de las monedas judías de los Judlos. El hebreo iba quedando más y más
acuñadas por Simón Macabeo (mediados del siglo 2 reservado a la lectura de las Sagradas Escrituras. Pero
a.e.). Pero ya están en caracteres cuadrados los manus- aunque la generalidad de los lectores conocían el
critos más antiguos de Qumrán (fines del siglo 3 a.e.) y heb~e~ lo suficiente para poder leer el texto con-
eran ya usuales en tiempo de Cristo. En Mt. 5.18, el sonantlco, los soferim hallaron que sería necesaria
griego iota (q ue las versiones castellanas traducen alg~na ayuda a los lectores para saber con seguridad
jota) es transcripción del hebreo yod, la letra más que vocales correspondían a las consonantes del texto.
pequeña en la escritura cuadrada, pero no en la Idearon, entonces, valerse de algunas consonanrtes
.
arcaIca. para que en ciertos casos indicaran una vocal. Son las
3. Separación de palabras. Al parecer en la llamadas matres lectionis, "madres de la lectura"; la
escritura hebrea, como en la de otras lenguas antiguas, ale/, p~ra la a; la he para a, e yo fi nales; la yod para la
originalmente no se separaban las palabras, sino que se e y la l; la vav para la u y a veces la o.
escribía de corrido. Ya para el tiempo de Ezequías, 6. Sistema Ketbib-Queré. Los soferim desarro-
como se ve por la inscripción de Siloam, los escribas las llaron este sistema de anotación para indicar al
separaban con un punto. En las copias, sin embargo, I~clor cuándo debía leerse una palabra de manera
podían ocurrir errores y copiarse dos' palabras como diferente de como estaba escrita en el texto. Kethib
una sola o, a la inversa, una palabra copiarse dividida signif!:a "está escrito"; queré, "léase". La palabra en
en dos. Los masoretas formaron listas de los casos prin- c.ueslJon se marcaba con un circulito en la parte supe-
cipales de uno y otro tipo que debían corregirse. Algunas flOr. Yen el margen, iguiendo la abreviacióng, lo que
variantes se deben simplemente a una separación di- debía leerse. Este sistema apareció primero en re-
ferente de las palabras. lación con el nombre di 'ino YHVH escrito así, p ro
HIstoria del Tc:ao Bfbtico ]9
qu n d lía int ntars I r. n u lugar d bía I rs cente llegaron a tener con el tiempo un sentido rudo,
Adonai (1 ñor) o EJohirn (Dios). 010 I nombre indecoroso u ofensivo, y tratándose de la lectura ritual
impronun iabl aparece mu a menudo en el texto, la los soferim los sustituyeron. Habría otros eufemismos
indi i . n queré respe ti a dejó de marcarse, dándola que venían ya en el texto mismo, y por tanto no necesi-
por obr ntendida, por lo cual se le llamó queré per- taron cambio.
peUJo. iglo despu , cuando se estableció el sistema El sistema K-O funcionaba también a la inversa.
de punto ocales, en vez del queré pelpetuo se dieron Se marcaban con O en el margen palabras que estaban
a YHVH las ocales e-o-a para leer Adonaí (la primera en el texto, pero que se consideraban extrañas a él y no
vocal en hebreo combinación de a ye, y para abreviar debían leerse, así como palabras que Caltaban en el
e puso únicamente esta última, así como, por la misma texto y que en la lectura debían agregarse. Pero gene-
razón, al final sólo se puso a). De esto proviene el error ralmente, por respeto al texto, no se tachaban en él
ortográfico de escribir Jehová (inglés, Jehovah) porque las primeras ni se insertaban las segundas. Con el
al hacer la versiones se creyó que las vocales de simple tiempo, el sistema llegó a servir a los comentaristas
contraseña pertenecían al nombre sagrado. Para leer judíos como un recurso homilético, pues les permitía
Elohim se pusieron al tetragrama (cuatro letras) las vo- ca mbiar la lectura de un texto no porque fuera inco-
cales e-o-i. rrecto, sino para aplicarle una exégesis que se prestara
Después el sistema K-Q se hizo extensivo a los mejor para actualizarlo y derivar de él enseñanzas
casos de ortografía defectuosa o defectiva (abreviada). y exhortaciones no estrictamente contenidas en el
En el primer caso el queré daba la ortografía correcta, texto escrito.
yen el segundo la plena. o sea con matres Lectionis. Se 7. Nun invertida. Para indicar pasajes dudosos
aplicó también después a vocablos o expresiones con- en cua nto a su colocación en el texto o su autenticidad
sideradas indecorosas o blasfemas. El queré las suavi- empleaban una letra nun invertida, al principio y al
zaba con un eufemismo. Por ejemplo, 1 S. 5.6, el kethib final del pasaje en cuestión. Así, por ejemplo, están
es ofeLim "pústulas" y el queré, tejorim "tumoreS". En 2 marcadas Nm. 10.35-36; Sal. 107.21-26. Hay en total
R. 18.27, el K es jará "excremento" y el Q, tsoáh nueve casos.
"estiercol", el K shaym "orines" y el Q , memei 8. Cotejo de ma nuscritos. Dado que exi lían di-
ragueLáyim "aguas de los pies", y en hebreo "pies" se ferentes tradiciones textuales y diversas oopi d manus-
usa como eufemismo para los órganos genitales. Yes critos, los e cribas no pudieron m no qu tejarla
que, como sucede en todas las lenguas, palabras que notar las diferencias o ariantes. En un prio ipio im-
originalme nte eran propias y no tenían nada de inde- plemente aceptaban para el texto la lecturas mayori-
20 Gonzalo Bác:z Camargo
Historia del Texto Blblico
21
taria ,o ea, en las que coincidían la mayoría de los
manuscrito e aminados, y descartaban las que ocurrían También podía omitirse o repetirse una letra cuando
iba junto a una igual, y esto sucedía a veces aun con
en la minoría. Más tarde procuraron evaluar las varian-
palabras cuando las próximas eran iguales. Si dos líneas
te , y las que les parecieron de importancia, las indicaron
c?menzaban o te.rminaban con una palabra igual, al ir la
en el margen como queré.
vista del man~scnto que,se estaba copiando a la copia que
9. Letras suspendidas o alzadas. En unos cuantos
se estaba haCiendo, podla saltarse una línea. Podía incur-
casos (no más de cuatro) marcaron variantes que consi- rirse en una trasposición de letras y aun de palabras. Dos
deraban de índole especial por medio de letras escritas p~I~~ras podían copiarse como una sola y viceversa, una
sobre una palabra. Por ejemplo, en Jueces 18.30, según diVidirse en dos. Se podían cometer faltas de ortografía.
una redacción, el sacerdote idólatra Jonatán es nieto de 11. Alteraciones intencionales del texto. Hay una
Moisés. Otra redacción, al parecer para librar al gran aparente incongruencia o contradicción en el hecho de
legislador de la afrenta de tener un nieto idólatra, modi- que, por una parte, los escribas fueran, como hemos
ficó el nombre, y añadiendo una mm (n) al texto con- dicho an tes, muy escrupulosos en su respeto al texto, aun
sonántico lo convirtió en Manasés. Los escribas optaron a la forma misma, y por otra se permitieran a veces cam-
por conservar la nun, pero escribiéndola alzada para biarlo intencionalmente. Pero esto se explica. Los cam-
indicar que el nombre es realmente Moisés. Así lo explica bios estaban motivados por la reverencia a Dios, inclusive
el comentarista judío Rashi (siglo 11 d.C). a su nombre, y, aunque parezca contradictorio, a lo que
10. Alteraciones accidentales del texto. Los escribas llamaríamos el decoro del texto.
respetaban escrupulosamente el texto, y ponían sumo Lo primero que los escribas procuraban era sal-
cuidado en las copias que hacían. Pero era natural que a vaguardar el nombre sagrado de posible falta de respeto.
veces se les deslizaran algunos errores. Las copias se Ya vimos cómo empleaban para ese fin el istema K-Q.
hacían a la vista o al dictado. En el primer caso podían Pero además, según parece, cambiaron en algunos casos
confundirse letras de forma parecida, y resultar una pala- el texto mismo poniendo Adonai (el Señor) o Elohim
bra por otra. De forma parecida son, por ejemplo, en la (Dios) donde el original diría YHVH. Por eso en pasajes
escritura arcaica, la belh (b) Yla dálet (d), la he (h) y la yod paralelos hallamos en uno este tetragrama y en otro
(y), yen la cuadrada la belh y la ca! (k), layad, la v~v ~VI Elohim , sin que esto sea cue tión de las dos fuentes
w) y lazáyin (z), laresh Cr) y la dálet, la heyiaJetU). documentales yahvista o elohfsta. Compárese por ejem-
En el segundo caso, podían confundirse palabras de plo, 2 S. 5.19-25 Y1 Cr. 14.10-16, o el salmo 14 con el 53.
sonido parecido. El escriba escucharía a veces una pala- En los nombres de personas de que formaba parte
bra por otra. el nombre de Dios se introducían modificaciones, al
22 Gonzalo Báez Camargo
Historia del Tato Blblico
23
parecer con objeto de que al pronunciarse, si se hacía
el nombre de un dios pagano cananeo. En un principio
una pausa accidental que separara el nombre divino, se
se asimiló, adaptándolo al sentido monoteísta hebreo,
evitara la impresión de que era éste, por sí, el que se y se aplicó a Yahvéh, como sinónimo de Adonaí, "el
pronunciaba, con posible profanación. Por eso algunos Señor", y en esa forma entró en la composición de
de esos nombres aparecen en dos formas, la original y nombres de persona. Pero a veces el nombre aparece
la modificada: Yehoajaz y Yoajaz, Yehojanán y Yojanán. alterado, con bosheth (vergüenza, afrenta, infamia) en
A veces el nombre se escribía con Yeho excepcio- vez de Baal. El nombre de un hijo de Saúl que aparece
nalmente: Yosef, por ejemplo, aparece sólo una vez en 2 S. 2.8 como lsh-bosheth era originalmente lsh-
como Yehosef. El escrúpulo se hizo extensivo a la baal.
abreviación Yah del nombre sagrado, que se usaba El respeto al nombre de Dios se hizo extensivo a
como final de nombres (son los que se han castellani- la ciudad de Jerusalén, residencia, según las Escrituras,
zado terminados en "ías". Los nombres aparecen de ese nombre. El nombre de una ciudad egipcia que
también con la terminaciónyahu. Por ejemplo,Abiyáh en el texto hebreo aparece como Ir Haheres (Ciudadde
(Abías) y Abiyahu. El respeto al nombre sagrado era destrucción, Is. 19.18) en el texto d que se tradujo este
tal que si el copista lo escribía por error donde el pasaje en la versión griega LXX era Ir Hatsédeq (Ciudad
manuscrito del que copiaba decía Adonai o Elohim, le de justicia). Pero este nombre podía equipararla con la
estaba prohibido borrarlo. Así que lo que hacía era sa nta ciudad de Jerusalén. Se cambió, pues, primera-
encerrarlo en un cuadro para indicar que estaba escrito mente, a Ir Hajeres (Ciudad del Sol, en griego Heliópo-
ahí por error. Aunque con menos frecuencia, se pro- lis), y así aparece en manu critos de Qumrán y algunas
curaba proteger también el nombre Elohim y su abre- versiones antiguas. Como la h y la j son muy parecida.
viación, El. El nombre Betharbeel, de Os. 10.14 lleva la en la escritura hebrea, fue fácil cambiar nuevamente a
indicación de que debe pronunciarse Betharbel, porque Ir Haheres.
como está escrito significa "casa de la emboscada de Son también alteraciones intencionales la lla-
Dios", y como pareció ofensivo decir que Dios pone madas tiqquné soferim ("enmiendas de los escribas").
emboscadas, se quiso disimular el nombre divino y que Se hicieron al parecer muy temprano, ya vec no
el nombre sonara como "casa de Arbel". fácil deducir cuál era la lectura original. En los escrito
No sólo se procuró salvaguardar de profanación rabínicos se dan listas de ellas que van desdesi te hasta
el nombre sagrado mismo, sino también se cambiaron 18, pero algunas autoridades modernas creen poder
en algunos casos los nombres compuestos en que entra localizar otras que no están en esas lista , algunas de las
el nombre Baa/, que significa "señor" o "dueño". Era cuales indican cómo era el original. También obede-
Gonzalo Báez Camargo Historia del Tcrto Bfblico
24 25
cieron al deseo de evitar Callas de respeto a Dios, in- Zac. 2.8 (heb. 2.12): Texto actual: "La niñadesu
cluyendo ciertos antropomorfismos. ~n el aparato ojo". Otigina1: "La niña de mi ojo (habla Dios). Aunque
crítico de la Biblia Hebraica Stuttgartensw se anotan 14 la expresión original es muy tierna -Dios dice: "El que
de esas enmiendas. La versión popular Dios habla hoy os toca, toca la niña de mi ojo"-los escribas quisieron
registra algunas de ellas. Ejemplos: enmendar esta expresión antropomórfica y oscure-
Gn.18.22. El texto actual dice: "Abraham estaba cieron la belleza del original.
aún delante del Señór", lit. "en pie delante del Señor". Alteraciones por incertidumbre. Algunas veces,
El original decía: "El Señor estaba aún delante de aunque la alteración era intencional, se debía más bien
Abraham". Los escribas lo enmendaron porque en he- a una decisión del copista ante un caso de incertidumbre.
breo "estar en pie delante" de alguien puede significar En el manuscrito del que copiaba, se hallaba una nota
estar a su disposición y servicio. Había que evita~, ~ues, al margen, que no sabía si debía insertarse en el texto,
que se entendiera que el Señor estaba al servicIo de porque el copista anterior la hubiera omitido por error,
Abraham. o era sólo comentario suyo o de algún lector. A veces,
1 S. 3.13. Texto actual (RVRl909): "Sus hijos se por temor de dejar fuera del tClrto algo que a él pertenecía,
han envilecido ". Texto original: "Sus hijos han blasfe- el segundo copista la insertaba.
mado a Dios" (RVR 1960). Esto pareció a los escribas Otras veces, al copiar un pasaje, el copista re-
demasiado fuerte. ,. n
cordaba un pasaje paralelo de la Escritura, en que
Job 7.20 Texto actual "Una carga para mi nusmo . había algo que no aparecía en la copia que tenía al
Original: "Una carga para ti mismo" (para Dios, a frente. Pensando que los pasajes debían armonizarse,
quien Job se dirige). y que el escriba anterior había cometido una omisión
Jer. 2.11. Texto actual: "Mi pueblo ha trocado su por error, insertaba lo que le parecía faltar. Otras
gloria. Original: "Mi pueblo ha trocado mi gloria" alteraciones eran por asociación de ideas, ya que los
(habla Dios). copistas, sabiéndose de memoria las Escrituras, in-
Ez. 8.17. Texto actual: "Aplican el ~amo ~ su~ sertaban en un pasaje algo que realmente pertenecfa a
narices". Original "Aplican el ramo a mis nances otro. En olras ocasiones se producían lecturas dobles
cuando el copisla tenía delante varios manuscrito con
(habla Dios). . " ..
Hab.l .12. Texto actual: "No mamemos. Ongl- lecturas diferentes. Sintiéndo e incapaz de decidir
nal: "Tú (Dios) no mueres". Se juzgó ofensivo,decirle cuál era la auténtica, prefería, por reverencia al texto
eso a Dios, aunque el paralelo del mismo vefSlculo es escritural, conservar ambas lado a lado o combinánd las
en una sola. Un caso notable es el de Sal. 10.3, en que
sinónimo: "Tú eres eterno".
26 HI&In!1a del Teno BOOXl
27
I t to h breo a tual di : .. 1 codici ,o b ndice la necesidad de un texto uni~ rme y definitivo de las
d pr ia al ñor", " B ndi "e una enmienda an- Sagradas crilura . Pero cuando brevinieron las
ti us por eufemism , en v zde " maldice". La falta de persecuciones bajo lo. seJéucidas de iria, y por eso
conjunción copulativa entre ambos verbo. parece ocurrió la de trucción de numer manuscri · fuli-
iodi ar que s n lectura. diferentes de diver os manus- cos (J 68·165 a.e.), esa necesidad hiw más aguda.
cri~. Un copi ta o los c. cribas que revisa ron el almo ra necesario que laetapa durante la cual podfan
no e decidieron por una u otra, y optaron por dejar segui r teniendo lugar alteracion d bid al proceso
juntas las d . (VP re tablece la lectura original en el mismo de revi ión y redacción final del texto, quedara
primer caso, pero también conserva las dos). cerrada, y el texto e estabilizara. Fu r n I parecer I
Con menos frecuencia , el copista o el escriba re- fariseos quienes hicieron mayor pr ión a ese r pecto.
visor, al hallar un pasaje difícil de entender, trataba de Gordis, citando pa ajes de la literatura rabínica, pos_
aclararlo expandiendo el texto mismo o haciendo una lula la teoríade queantesd lad trucci6nd ISe undo
anotación al margen, que después otro copista intro- Templo (7 d. exi.~tfa un arquetipo deposit d en el
ducía en el texto, pensando que era una omisión del recinlO a rada. n islÍa d tr m nuseri (r IJ
copista anterior, que debía in erta rse, o códices), al;, cual alud 1Talmud, y que a v'oo:s
egún Barthélemy buen número de los tiqquné se mencionan como" I libro del f'i inl " d 1templo,
oferim fueron obra de e criba . aduceos de la época Séfer Haol.aráh , Al par r manu rit fuer n
asmonea (segunda mitad del iglo 2 a segunda mitad selccci nad , no r quién , entre 76 y 7
del siglo 1 a.e. ).Los fari. eo" que adquirier n pr p n- a. ., e nl re manu ril qu r pf'i ntab n tr diei o
dera ncia hacia 75 a.e. y que e atenían al texto original, lextuale di erent ,quizá la babilonia, I pa linayl
aunque ya corre ido, lo. conservaron, pero ya no con· egipcia. • d ita ron en ) l mpl , para rvir mo
sintieron que se produjeran má. I texto, como vere- norma d la pia aut rizad para I rse en I
m despuéli. se había venido haciendo más y m ina oga y n I ac ritual .,
estable. Ya p ra nlon h (ur y br d im-
portancia una nueva el d au ridades fu ' judi :
4, ' nLr R, lIi11er y 70 d. ", 1 ma Ti la , 1n mbr I vi n de qu eran redac-
lor' y cu. t io de la Ma ora "tr . m' i n" o "tr di·
Desde el regre o de la cautividad , y m t avfa ción"), un i tema de comentari y n Laci n que
desde 300 a. ,a proxi madamente. cuando la tr ru mi i n habfa comenzado en Babi) nía durante la cautividad,
acrita ustituyó por fin a la ral,. había h cho e ntir y qu . e hab{a id d arrolland tao allá com n
28 Gonzalo Báez Camargo
Historia del TCúo Blblico
29
Palestina, sólo que en dos escuelas. Las anotaciones se
, Sin :~bargo, aunque primero aceptada por los
hacían generalmente en el margen del texto bíblico. La clrculos ofICIales del judaísmo esa norma f
Masora palestina se dividía en Masora magna (grande) d" , no ue aca-
ta a m~edlatamente por todos. Desalentaría, pero no
y Masora parva (pequeña). excluyo por co~pleto, la confección y uso de copias no
A principios del primer siglo de la era cristiana, y enteramente ajustadas a ese patrón. Las co'
al parecer debido principalmente a los trabajos de .l ' pIaS of'1-
Cla mente auton~adas sacarían un costo fuera del al-
Hillel y su escuela rabínica, apoyados por los fariseos, canc:e d~ la mayona, de modo que continuaron sacánd~
se acentuó la preferencia por un texto antiguo y con- coplas hbr~, llamadas "vulgares", más baratas. y se
servador. Deese tipo eran casi seguramente los manus- usaron no s.olo en la diáspora sino en las comunidades
critos del templo. Como, según dijimos antes, en este ?e l~ propIa .Palestina que estaban distanciadas del
tiempo ya no se permitían los cambios en el texto, por Judalsmo oficl~l, como los samaritanos y los qumrani-
lo menos mayores, los manuscritos bíblicos pasaron de ~as. Est,as COpl~S, que quedaban fuera de una rigurosa
manos de los escribas propiamente dichos a los ma- I~specclón ofiCIal, estaban cuajadas de variantes de-
soretas. Como entre los manuscritos del arquetipo del bIdas.a errores de copistas o motivos teológicos. Pero
templo había diferencias, los masoretas decidían cuáles ta~blé~, puesto que a veces se acarían de manuscritos
lecturas habían de considerarse mejores. Tomaban la mas antIguos, o en cotejo con ellos, contendrían lectu-
decisión por simple mayoría numérica: adoptaban ras preferibles y aun quizá originales.
aquella en que por lo menos dos de los manuscritos La marcha del desarrollo del texto hacia un
coincidían, y desechaban la tercera. Pero ya no tocaron textus receptus trajo como consecuencia la revisión de
el texto mismo. Sus anotaciones iban, como ya se dijo, la LXX para aju tarla más al texto hebreo preferente.
en el margen. De esta manera derivaban de los tres I:Iubo una pri~era revisión en el iglo 1 a.e. y otra en
rollos o códices del Séfer Haazaráh el arquetipo o t~e~p s de H¡Jlel. Má tarde, como el naciente cris-
textus receptus oficial. s haOJ~mo había hecho de la LXX u Biblia, dado que
rel~tlvamente pronto prevalecier n en éll judíos he-
s Se aabe que en el templo matfan otros manuscritos. Tito obsequló • le?l~ados conver o , y de ella se valían Jo apoJogi tas
JOIdo con alguna. de ella., y le llevó UDO de ellos a Roma. como parte de crIstla~os en u polémicas con I judío , I s rabin s
su botlo. En 220 d.C. el emperador Severo lo donó a UDI.ioagogade Roma, pa tr~Inaron otras ver iones griegas y acabaron por re.
pero la linagoga yel manuscrito desaparecieron despu&. En la Biblioteca
Nacional de Parla mate UDa liata de 32 variantes que aparecían en d pudlar totalmente la LXX. Pero por lo pronto. e
manuscrito perdido. Otra liata de ellas le da en el Mldrub. Gioabur¡ !al conformaron con la revisión, para I cual, según algun
enumera y estudia en GIM.. autores, se empleó un texto hebreo de la tradición
30 Gonzalo Báez Camargo
Historia del Teno Bfblico
31
babilonia, introducida en Palestina tal vez en la época
noroeste del mar Muerto, de una verdadera biblioteca
macabea. Sería, según se cree, un texto de "tipo ma- manuscrita. La importancia de este descubrimiento
sorético" o que podríamos llamar protomasorético, para la historia del texto bíblico es en verdad extraordi-
que luego, según Cross, sería proclamado hacia me- naria, porque los manuscritos bíblicos encontrados ahí
diados de ese siglo. Esto significa, pues, que el texto provienen de fines del siglo 3 a.c. al año 68 d.C., o sea
bíblico podía considerarse prácticamente fijado, en su que son más de 10 siglos anteriores a los más antiguos
form a consonántica, antes de la destrucción del tem- que se conocían.
plo. Si le llamamos protomasorético, y no de una buena Tan pronto como fue posible estudiarlos con
vez, masorético, se debe a dos razones. La primera es tranquilidad, pues hasta 1949 el nuevo estado de Israel
que probablemente el Séfer Haazaráh contenía sólo el y sus vecinos árabes estuvieron en guerra, eruditos
Pen~ateuco, de manera que los demás libros de hecho judíos, católicos y protestantes colaboraron en el co-
quedaban todavía abiertos a revisión. La segunda es tejo de los nuevos manuscrito con el texto tradicional
que la vocalización del texto, que no quedó fijada hasta llamado masorético. Sin esperar los resultados de ese
el siglo 9 ó 10 d.C., estaba expuesta a producir varian- estudio por experto, el amarillismo periodístico se
tes. No podía darse por realmente fijado el texto hasta apoderó del tema. Algunos comentarios precipitado
que la vocalización quedara decidida. En rigor, por crearon la impresión de que el texto de eso ma,lU cri,
tanto, sólo puede hablarse de texto masorético a partir tos era muy diferente. Huboquienll góadecirquepor
de entonces. ello ... ¡habría que escribir de nuevo la Biblial
El cuanto al "Libro del recinto" (del templo) no Los manuscr11 bíbli más exte qu apare-
ha llegado copia de él hasta nosotros. Según una cieron en Qumrán fueron d de !saía , a que dieron
antigua leyenda los sacerdotes habrían logrado sal- las siglas IQI • YIQIs~, el primero prácticamente com-
varlo de la destrucción de 70 d.C., y lo habrían llevado pleto, y fragment muy num r o de diver a copias
primeramente a Beter, y más tarde a Bagdad, donde se de lo demá libr del Antigu T tam nt ,excepto el
habrían sacado copias para distribuirlas en la diáspora. de ter, que al parecer la comunidad de Qumrán no
aceptaba como libro agrado. primer qu llamó la
5. El texto a la luz de Qumrán atención de lo erudito bíblico qu I manu crit
de Qumrán representan vari lipo tradicion tex-
U no de los hallazgos más notables de los tiemp€> tuales. Parece evidente que en la comunidad ducña de
modernos fue el realizado en la primavera de 1947 en tan rica biblioteca e leran, y en u cribanía e copia-
cuevas de la región de Qumrán, cerca de la orilla ban, manuscrit de formas tcxtuales difercnt S, aun
32 Gonzalo Báez Camargo
Hiatoria del TCItto Bíblico
33
del mi. mo libro, y al parecer todos se consideraban 3,600 salmos y 450 cánticos. (Por la versión siríaca
como agrada Escritura. Algunos parecen acercarse se conocían dos salmos adicionales que el manuscrito
má al texto samaritano, en tanto que otros parecen de Qumrán no tiene, todo lo cual indica la existencia de
seguir la tradición textual que sirvió de base a la versión manuscritos de los Salmos que contenían 155 en vez de
griega LXX. La mayoría, sin embargo, parecen en- los 150 del libro canónico).
cuadrar más en el tipo textual que desembocó en el Los d~s grandes manuscritos de Isaías represen-
Texto Masorético. Algunos autores creen poder iden- tan textos dIferentes. IQIsb es de una tradición textual
tificar en los manuscritos de Qumrán por lo menos tres más antigua y ofrece lecturas muy difíciles. Al parecer
tradiciones textuales. en Qumrán se copiaba de preferencia. Representa lo
En el Pentateuco en el que, igual que se percibe que se ha llamado texto arcaico. Está más de acuerdo
en la versión LXX, el texto parece haber estado más es- ~o~ e! TM que el otro manuscrito. Su ortografía es casi
tabilizado, porque se muestra más compacto y relati- IdentIca. IQls· representa un texto más desarrollado.
vamente con menos variantes. Los manuscritos de Su ortograffa sigue una escritura más plena, con muchas
Samuel son los que parecen alejarse más del tipo matres lectionis y lecturas más fáciles. Muestra nu-
protomasorético. Lo mismo se observa en el Deute- merosas correcciones, a veces de una mano posterior,
ronomio de la cueva 5. El designado como 4QSam b, no sólo de letras sino en ocasiones de líneas enteras
uno de los más antiguos (siglo 3 a.c.), ofrece lecturas que faltaban en la primera copia. Sus lecturas debidas
que concuerdan con LXX, otras que son como las del a error de copista son más numerosas que en el TM.
Texto Masorético (TM), y otras que difieren tanto de Relativamente pocas de sus variantes se consideran
LXX como de Tm. E14QSama, del siglo 1 a.c., ofrece superiores a las del TM. En general, su texto es inferior
un cuadro semejante de acuerdos y desacuerdos. a éste. Parecería que sus correcciones fueron hechas
Caso por demás interesante es el de los manus- para ajustarse a él.
critos de Salmos. Hay unos que se ajustan a la co- Del examen de los manuscritos de Qurnrán puede
lección masorética de 150 salmos, en tanto que otros derivarse algunas importantes conclusiones. Muestran,
contienen adiciones. El estudiado por J.A Sanders en primer lugar, que el texto bíblico se hallaba todavía
( llQPsa) incluye 2 S cap. 23, tres salmos que se co- en un estado relativamente fluido, por lo menos fuera
nocían por versiones antiguas, un pasaje del deutero- de los círculos oficiales, si es que en éstos había ya, efec-
canónico Sabiduría, tres salmos o himnos que eran tivamente, un "arquetipo" o textus receptus. Al menos,
desconocidos y una inserción en prosa que trata de el texto no estaba todavía tan definitivamente fijado
la actividad literaria de David, y que le atribuye que dejaran de hacerse y circularse copias diferentes,
Gonzalo Báez Carnargo Historia del Tcno BlbIico 35
34
sobre todo las destinadas para uso popular y en las que 6. Entre 70 d.C. y R. Aquiba
al parecer se ponía menos c~i?ado. En Qumrán est~­ , , ~asta aq~í, los escritores sagrados en la com-
ban representadas las tradiciones t~xtuales ~ue su- poslclon de sus libros, los redactores finales 1 .
I dI ' ' oscompl-
vieron de base a las grandes versiones antiguas, y a ~res y os copistas, en ausencia de un textus receptus
algunas de sus variantes aparecen t~~bién en ~it~s de ~~clal y definitivo, disfrutaban de lo que Talmon llama
libros apócrifos, en escritos r?bmlcos.y cnstlanos ' fl ' controlada de variación textual". La 1I'be ra
libertad t d
haCla uldo ~l texto. El control, ejercido primero por
primitivos, Y hasta en manusc~'lto~ .medlevales. La
~as prefe,renclas de la comunidad misma, y luego por la
comunidad de Qumrán no tema m Idea de un textus
I~fluencla d: sectores religiosos, como, según hemos
receptus exclusivo. vlst~, los fanseo~ en siglos más recientes, operaba en
En segundo lugar, los manuscritos de Qumrán
sentido ?e la umficación y fijación del texto. Y como
indican, por otra parte, la existencia de, un ~exto que ya
h~~os VIStO, en la época herodiana y antes de la destroc-
para entonces era preferido y que se Iba Impomendo
CIO~ del templo, se habían dado ya paso importantes
más y más a los otros. Es el que hemos d:nominado
haCia la e~tabilización textual. O sea que el texto
protomasorético, de tipo conservador y arcaico. favore-
c?nsonánhco estaba ya prácticamente fijado, con rela-
cido por los escribas fariseos: Millar" B~rrows, ~ue
tivamente pocas variantes, antes de fijarse el canon
fue de los primeros en estudiar IQls dice de ello
hebreo, hacia fines del primer siglo de la era cristiana.
que en un sentido general puede decirse de los demás
Amb?s procesos, aunque diferentes, coinciden, y se
manuscritos bíblicos de Qumrán: "En términos gene-
rela~lonan más tras la d trucción del templo. cuando
rales (IOIs") confirma la antigüedad y autentici?~d del se hlw urgente determinar preci amente qué escrito
texto masorético donde se aparta del texto tradicional, debían salvarse del desastre y conservarse cel amente
éste es usualme¿te preferible".' Otro erudito bíblico en la dispersión, pues numero manuscrit de las
eminente, W.F. Albright, dice: "La mayor sorpresa Escrituras fueron destruid como r ultado de la
textual de los hallazgos de Qumrán ha sido probable- represión romana a que fueron metido lo judí ..
mente el hecho de que la mayoría de los .rollos y frag: Sea que entre los manw rit destruid entonces
mentas presentan un texto consonántico, que en SI estuviera el propio Séfer Haazaráh, o que éste se hu-
no puede distinguirse del texto de los pasajes corres- biera salvado. conforme a la leyenda que anleS men-
pondientes en nuestra Biblia masorética" 7 cionamos, lo cierto es que el texto prolomasorético
, ,
practlcamente ya establecid e con rvó sin duda por
'Oos,"c 314 lascopiasquesehabrían acadodeél. No abemos, in
7 cro, P4 141
36 Gonzalo Báez Camargo
Historia del Teno Bíblico
37
embargo, que haya habido una proclamación oficial de
él. Los fragmentos de manuscritos hallados en Masada especial signi?cado. Como hemos visto, en su época
indican la existencia de esas copias. Y sabemos que el . t~xto bíblIco estaba ya lo bastante unificado para
después de la destrucción del templo el rabí Yojanán en~lrl~ en n.?~ma suprema, y para fundar en él la
ben Zakkai y su escuela mantuvieron un texto de ese exeg~sls alegonca y un tanto esotérica propugnada por
Aqulba.
tipo. Pero no parece que esta aceptación ya generali-
zada del texto protomasorético haya eliminado por Aquiba ben Yosef, que era su nombre completo
completo las copias libres, también llamadas (50-132 d.~.)~ tenía establecida su escuela en Yafo, y
"vulgares", o sea no controladas, y algunas de las cuales entre sus dlSClpulos se contaba el también famoso rabí
representaría n textos más antiguos que no habían Meir, así como Aqu.iIa, el autor de la versión griega que
experimentado la revisión que dio lugar al protoma- lleva su nombre. SIO duda que Aquiba influyó mucho
sorético. Así pues, aunque al comienzo del siglo 2 d.C. en el esfuerzo por reemplazar la LXX con una versión
ya se contaba con éste como texto establecido, la más apegada al texto protomasorético recién esta-
existencia de copias divergentes dio oportunidad para b~ecid?: y que haya sido a instancia suya y bajo su
dlreccJO?, ~omo Aquila emprendió su versión, que se
los trabajos del famoso rabí Aquiba y su escuela, que a caractenzo por su extremado literalismo, y que en su
la vez que consolidaron el recién proclamado canon prurito por apegarse estrictamente al texto hebreo, no
ayudaron a afianzar el texto protomasorético. tuvo empacho en atropellar la semántica y sintaxis
Aunque el trabajo principal del rabí Aquiba tuvo griegas que el traductor, sin embargo, conocía per-
que ver con la formación de la Mishná o comentario de fectame nte.
las Escrituras, su influencia en la fijación y predominio
del texto protomasorético fue determinante. Era miem- 7. El texto a la luz de Murabaat y Najal Jéver
bro del consejo o sanedrín de Yabneh que, si no se sabe
que haya hecho una proclamación formal del texto Aun después de Aquiba (ejecutado con extrema
protomasorético, muy probablemente l~ prest~ apoyo crueldad por los romanos en 132 d.C., por haber sido
decidido. Se explica que el peso de la gran autondad de líder espiritual de la revuelta que encabezó Simón ben
Aquiba haya determinado la preponderancia del pr,?to- Cosiba o bar Cojba), y no obstante su gran autoridad,
masorético, porque la exégesis que profesaba y ensenaba continuaron usándose, es de pensarse que cada vez
era literalista, ultraconservadora y exigía, por tanto, un menos, manuscritos de tipo diferente del protoma-
texto escrito fijo e invariable, pues para él ~asta ~I sorético, según se ve por citas bíblicas que aparecen en
menor detalle y peculiaridad de la forma escnta tenta escritos rabínicos posteriores, O sea, que la prepon-
derancia del protom rético no logró de inmediato la cueva de la re ·ón, al parecer en el barran
eliminación de textos de otro tipo .. ajal Jéver. Cons· tió de fragmen .,
Con todo, el descu rimiento de nuevos manus- griega del RoIJo de 1 Doce Pro e Uam~tdos
critos bíblicos en 1951 1952 vino a confirmar que el Menores), que datan d 1 se da mi d d
texto protomasorético estaba de todos modos ya firme- primero de. Son fragmen . de J -
mente fincado, que no pasaría mucho tiempo antes de Sofonías Zacan . Seco idera texJto
que los textos rivales upervivientes ~u~aran de~li­ de los LXX becha por letrad judí para j tarl
vamente eliminados. Los descubrurnentos tUVleron más al texto bebreo. Qu t era el qu b m
lugar en cuevas del desierto de Judea donde I~ úl~i­ llamado protonwsorético e po u s tlJM>~
mos combatientes de la segunda revuelta Judía. coinciden en general con 1 de nu tro a tual 't o
encabezada por Simón Ben Cosiba o bar Cojba sofo- Masorético si bien en algun
cada en 135 d.C. , se refugiaron con sus familias. tanto de éste como del de la
El primero fue en una cueva del Wald Murabaat, Bartb lem identifica el t ·pYi'n
y co05isti9 en fragmentos de manuscrit~s beb~eos de con el usado en Éfeso por Justin 1 1-1
Génesis, Exodo, Números, Deuteronomlo,lsalas Ylos citas bíblicas de u Diálogo con Trifón i nl qu
Profetas Menores, con excepción de Oseas y Ma- las version cópti tambi n p n b a en U
laquías. Por su estudio paleográfico se les ba fijado todo lo cual indicaría que b ían tenid gran difusi n
como fecba de copia, a Deuteronomio e Isaías, antes entre I judí d la dispersi n. T m i n pi os
del año 73 d.C.; a los Profetas Menores, bacia fines del Bartbélemyqu d ell el t od I uiOl lumn
siglo 1 d.C., ya Génesis, Éxodo y Números los comien- delaHexapladeOrí n . Ym I Um d
ros del siglo 2 d.C. Solamente el texto de los Profetas version grieg d Aquila, 't i n
ofrece un cierto número de variantes, en relación con realment Dr pecli re , ro
el texto protomasorético, y consisten todas, menos bien que nu a version .'
una, en cuestiones de ortografía. La excepción es en
Habacuc 3.10, en que el copista, recordando en el 8. Entre Rabi AqlJlba I m ta d
Salmo 77.18 una expresión semejante, armonizó u iberia
copia y escribió descargaron aguaceros las nubes en vez Aunque el texto ási de nanl pu
de un turbión de aguas pasó. Por supuesto, no bay darse por cri taUzado cuando el igl 2 t rmina, u pr -
mucba diferencia en el sentido.
El segundo descubrimiento se efectuó en otra • BEH, P'P- 46, 47, 68
Hiltoria dd Tena 81büco
41
nderan ia no erá, por algún tie mpo definitiva. En
I propia Ma ra aparecen dife re ncias, por razones plo, contaron una por una las letras del texto. LocaJj.
h mil ' tica o hermenéutica , debido a que los masare- zaron la letra media del Pentateuco: La va vconque se
t pertenecen a diversas escuelas. A veces las ano- forma la o de la palabra gajón en Levítjco 11.42; 1
tacion masoréticas llevan la advertencia "otra ma- palabras medias del mismo: darosh darash en Levítico
ra ' o "fuera de ta masora". Sin embargo, el texto 10.16, y la palabra media de toda la Escritura (Antiguo
fijado, el proloma or¿tico, ya en adelante no ufre Testamento): boren Jeremias 6.7. Adero' formaron
no s610 listas de palabras rara y que aparecen una sola
prácticamente alteraciones en u forma, que es, repe-
vez en el texto agrado, loo del número de veces que
timo, la consonántica, excepto las involuntarias por
cada palabra aparece en éL Esto I permitía por una
errores de los copistas. Ahora el texto pasa definiti-
ola cue.nta mecánica de palabr aber i en la copia
vamente de la elapa de formación, que ha durado
que reviSaban para autorizarla braban o fallaban
tanto iglos, a la de conservación. Para ello, queda palabras. Aunque todo to n pued parecer a
encomendado a la labor de los masoretas, que para tal no o tros ahora minuci sin importan i , revel n el
fin mostraron, mucho más que cuidado, una extrema celo extraordinario con que procur b n cumpljccon u
escrupulosidad. Entre el siglo 2 y el siglo 9 ~C papel de guardian de I Escritur
transcurre e l periodo de más intensa labor masoréttca En cuanto a 1 copi d tin d a la I tura
Casi no hay, sin embargo, testigos documentales, pública en las inagog , fijar n r gl trie d I
o ea manuscrito bíblicos de ese periodo. Hay un raro copiado. Las qu conform ell resultaban d 6
fragmento en papiro hallado en el AJ~o Egipto en 1906 tuo as e d echaban p r lectura litúe ' y sólo
perte neciente a un códice del GénesiS, que se haBa en podlan utilizarse p ra priv d o p r ejercí '
La Biblioteca de Berlín y que se considera de fines del escolares. Cuando una copia e d teri r b por luso
iglo 3 d.C. Pero aparte de éste, el más antigu~ de ~a no e enviaba aJ cesto de I d b ni se d trufa, lo
larga época es el Códice Or, 4445 del Museo Bntámco, cual con tituía una pr fan ció n de un rito grad ;
fecha do, según Ginsburg, en 820-850 d.C. Pertenece, in que se ua rda a en un ¡iti peciaJ d l in g'uIl .....
como se ve, al final de dicha época y representa ya un la gueniza o bode a.
estado culminante de la obra de los roa retas. El texto rilo llegó a co ider le.
E l principio adoptado por éstos para normar su En la copi para públi y ritu 1nin ún
trabajo fue el de respeto escrupuloso por la letra .del permitia el at revimiento de m ter man par corr.
lexto agrado. Celosos guardianes de.e lla: y para ~tar gir1 i e d ubrí n en ell err r evid nl
u menor cambio, llegaron hasta la mmucla. Por eJem· correccion se h cían al m r en o too lo m ntre
42 Hiltoria dd Tc:ao BfbIíco
43
Hneas, porque rrar o tachar algo en eJJas era una Calta dox.osla repulsión por lo gentil (en este caso lo griego),
d respeto. l. istema K-Q, del que ya hemos tratado el sIstema se abandonó.
antes, . e perfeccionó en este periodo para permitir La idea ~e marcar Las vocaLes con puntos princi-
correcciones, pero sin tocar el texto mismo. La masora, palmente proVinO de lac; versiones 'lríacas, que habían
de que también ya hemos tratado, se enriqueció en el comenzado a usarlos, unos sobre las letras y otros en el
número y minuciosidad de sus anotaciones. Pero la seno de eJJas. Así se ven, por ejemplo, en un manos-
tarea más importante de los masoretas fue la elabora- c~ito de la Peshiua quedata del siglo 5 d.c. yen otro del
ción y estandarización del sistema de vocalización del SIglo 7 d.C. En este último siglo, los nestorianos inven-
texto que, como hemos dicho y repetido, era origi- taron un s.i.'1 tema de puntos colocados unos sobre y
nal mente, y siguió siendo hac;ta bien entrada la era ~t~os debajO de las consonantes. A su vez, los jacobitas
cristiana, exclusivamente consonántico. Llegó el SiriOS usaron, en vez de punto, francamente vocales
momento en que el recurso primitivo de las matres griegas. Entre los judíos se desarrollaron d sistemas:
lectionis para indicar algunos de los sonidos vocales el babilonio, que empleaba letras o part de letras
resultó insuficiente. La lengua hebrea iba quedando griegas colocadas obre la con onantes, y el palestino,
mác; y más relegada a la lectura litúrgica y al margen del también superlineal, que algun autoridades juzgan
uso corriente de los judíos. Dispersos más y má'l en complicado y mal organizado. n C8Ca. J manus-
todo el m}Jndo, hicieron de la lengua de los pueblos critos que muestran uno y otro sistema, de manera que
entre los que habitaban su propia lengua. Loslectores no es fácil eguir la linea de u desarrollo.
de la sinagoga necesitaban más ayuda para saber exac- inalmente, ya corrid algun sig.los, se ela-
tamente cómo pronunciar el texto consonántico. boró en el centro masorético de Tiberiasel sistema que
A partir del siglo 2 d.C. se empezaron a idear y prevalece hasta hoy. Se debió su elaboración a dos
ensayar sistemas de vocalización complementada con fa mosa familias de masoret.as, la Ben Neftalf y la Ben
indicaciones sobre acentuación yentonación de la voz, Asher. Con excepción de unos cuantos signos la pun-
pues desde muy antiguo la lectura se hiw cantada o tuación va d bajo y en el seno de las coruonant.ea, y
semicantada. Uno de 108 recursos, que no prosperó, sirve no sólo para indicar las vocales sino también el
ensayados para 108 judíos de habla griega fue escribir el sonido de la consonantes que se escriben igual pero
texto hebreo con caracteres grieg s, como se hiw en la que tienen d sonidos, así como la acentuación, la
. egunda columna de la Hexapla . Pero como, por una entonación de la voz y otrOl detalles de la lectura
parte, loo cristian s adoptaron también esa clase de semicantada. Casi nada sabem delliatema de vocali-
e..'lCritos, y, por otra, aumentaba entre los judíos orto- zación elaborado por la familia Ben Neftalí. Existen
44 Gonzalo Báez Camargo
Historia del TClIlo 8lblico
45
ei hojas de un manuscrito de este tipo del libro de los
Amén. Quien lea, oirá; quien oiga, entenderá' quien
almos. Tiene señales de haber sido retocado por otra vea, percibirá. j Paz!". '
mano, añadiendo acentos, por lo que no puede tenerse
De Aarón existe un códice que estuvo antes en
seguridad de cómo era en sí mismo el sistema Ben
una sinagoga de Alepo, Siria, y que lleva aquel nombre.
Neftalí, si bien de todos modos se advierten diferencias
~e. to~o el ~tiguo Testamento, completo en un prin-
con el Ben Asher. El más antiguo que se conoce de este
CipiO, mfehzmente quedó mutilado en un incendio.
último sistema es el Códice Or. 4445 de la Biblioteca Actualmente se halla en posesión del Estado de Israel.
Británica, Londres (820-850 d.C.) ya mencionado. Se le asigna como fecha 980 d.C. El Códice de Lenin-
Fueron dos Ben Asher, Moisés y Aarón, padre e hijo, grado B 19" (1008 d.C.) es, según el colofón del copista
quienes consumaron la vocalización estándar. Samuel ben Jacob, copia de "los libros corregidos y
De Moisés existe el Códice Cairense, del que ano tados, hechos por Aarón ben Moisés ben Asher. el
sólo queda la sección Neblim (Profetas), (libros históri- maestro". ~e discute, sin embargo, ha ta qué punto
cos y "profetas mayores"). Es un manuscrito, por puede conSIderar e como un testigo puro del texto de
decirlo así, "firmado", ya que el colofón dice: "Yo, Ben Asher. En la introducción a la tercera edición de
Moisés ben Asher he escrito este majzor (códice) de las la Biblia Hebraica de IGtte~ Paul Kahle lo consideraba
Escrituras ... ". Da como fecha "827 después de la como "un texto Ben Asher de confianza". Pero en la
destrucción del Segundo Templo" (=895 d.C.). Lleva introducción a la Biblia Hebraica Stuttgartensia, suce-
esta curiosa advertencia: "Quienquiera que altere una s?ra de la de Kittel, Karl Iliger y Wilhelm Rudolph
palabra de este majzor o de esta escritura, o borre de dIcen que de todo mod el Códice de Leniogrado
ella una letra, o le arranque una página -excepto que sigue siendo el más antiguo de la Biblia hebrea com-
entienda y sepa que hay en él alguna palabra en que pleto y fechado que e con ce, "cualquiera que ea el
hemos errado, ya en escritura, ya en puntuación, ya en concepto que e tenga en cuanto a su relación con el
masora o en (grafía) defectiva o plena- no tenga texto de Ben Asher".
perdón o disculpa ni contemple la belleza del Señor Con la vocalización del texto con nántico queda
(Sal. 27.4) ni vea el bien que está reserva~o a los qu~ le el texto bíblico establecid en (arma que se presta
temen (Jer. 29.32). Será como una mUjer en su Im- meno a las lectura diferentes o variantes. Yeltexto
pureza y como un leproso que haya sido encerrado, de vocalizado completo d la Biblia hebrea má antiguo
modo que sean aplastadas sus piernas, quebranlado el que po eemo es el de Ben ~ her. Es , ola mente, pues,
orgullo de su poder, consumida su carne hasta ya no ante éste como p dem por fin hablar de un Texto
verse, y sus huesos hasta no sobresalir (Job 32.21). Masorético propiamente dicho. Lo cual se refu rza
46 Gonzalo Báez Camargo
Historia del Teno Bíblico
47
por el hecho de que es el que el judaísmo rabínico sorético-crítica de la Biblia hebrea. Pero ante el Ben
acepta como auténtico. Pero hay otra y quizá definitiva Ashe~ ya no tuvieron, de hecho, influencia importante
prueba de su antigüedad y autoridad. Es una especie que ejercer.
de prueba inversa pero de sumo peso: los manuscritos
bíblicos más antiguos que se conocen ahora, los de 9. Ediciones impresas del texto hebreo
Qumrán, sustancialmente coinciden con el TM. Es un
hecho extraordinario el que en el curso de casi doce Con la invención de la imprenta la trasmisión del
siglos, en que las copias se vinieron haciendo a mano, el texto hebreo ha. sido, por supuesto, más expedita y
texto bíblico se haya conservado prácticamente sin se~ura, aunque siempre con el riesgo de las erratas. El
alteraciones que afecten su integridad esencial. Eso se prImer texto hebreo impreso fue el de Salmos, proba-
lo debemos, en el aspecto humano, al trabajo deno- blemente ~n Bol?nia, Italia (1477). En 1482 apareció
dado y el escrupuloso celo de generaciones y genera- en esa misma CIudad la primera edición del Pen-
ciones de masoretas judíos. Con razón de sobra el Dr. tateuco. La primera edición de toda la Biblia hebrea
Gordis les rinde este sentido homenaje: "Aquellos hu- fue la impresa en Soncino, también Italia, en 1488 con
mildes pero indomables trabajadores, a quienes gene- sucesivas ediciones en Nápoles (1491-93). Bresci'a (la
usada por Lutero para su versión alemana) y Pesaro
raciones posteriores se refirieron con el título colec-
(1511-17). El cardenal Cisneros incluyó el texto he-
tivo de Baalé Masorah, "Señores de la Tradición",
breo en su famosa Políglota Compluten e, impresa en
realizaron en la oscuridad su tarea hercúlea de guardar Alcalá de Henares de 1514 a 1517.
el texto bíblico en contra de toda merma o variación. La edición princeps de la llamada Biblia Rabínica
Sus nombres, el periodo de su actividad y la índole publica~a por Bomberg, apareció en Venecia (1516~
precisa de su trabajo, todo se halla bajo un velo de 17). ~ IOteresante que fuera preparada p r el monje
oscuridad, rasgado apenas por leves destellos de luz"! agu tlOO Félix Praten i y dedicada al Papa. Para la
Después del siglo 10 se produjeron otros muchos segu~da edición, Bomberg encomendó la preparación
manuscritos del texto hebreo. Ginsburg enumera y al emlOente ma oreta Jacob ben Jayim. Se publicó n
describe en detalle nada menos que 58 que consultó, al 1524-25 y vino a ser la de mayor autoridad en el
igual que el Oro 4445, ya citado, y el Códice de San judaísmo oficial. Fue también la base de las doo primeras
Petersburgo (916 d.C.), para preparar su edición ma- ediciones de la Biblia Hebraica de Kittel, publicada por
la Sociedad Bíblica Würtemberg, de Stuttgarl, Ale-
mania (la. ed. 1906). Otras edici nes importantes de la
48 Gonzalo Báez Camargo
Historia del Texto Blblico
49
Biblia hebrea, aparecidas durante los siglos 16 al 18son después de una publicación en fascículos iniciada en
las Arias Montano (Amberes, 1571), Athias (1659-61), 1967, se publicó en 1977 la Biblia Hebraica StuJtgurtensia
Opitius (1706), Norzi (1732-44) y Michaelis (1720), (BHS), considerada en el Prefacio como "una nueva
entre otras. La primera edición crítica, es decir, co- forma" de la de Kittel, cuyo aparato crítico ha sido
tejando manuscritos (en este caso más de 6(0), fue la completamente rehecho, yen que la masora aparece
de Kennicot (1776-80), pero su valor es relativo por- completa, pues por su muerte en 1929 Kittel había
que un cierto número de los manuscritos cotejados por dejado inconclusa su preparación. La BHS ha de
él son de autoridad dudosa. considerarse, pues, como sucesora de la BHK. La
Del siglo 19 destacan las ediciones de Baer-De- preparación de la BHS fue patrocinada por la Sociedad
litzch, Hahn y Letteris, esta última publicada origi- Bíblica Würtemberg, que asumió la responsabilidad de
nalmente en Viena (1852) y actualmente por la So- la publicación. Lleva el pie editorial de la Sociedad
ciedad Bíblica Británica y Extranjera. De nuestro siglo Bíbica Alemana. En esta edición se basan las nuevas
existe una muy curiosa, cuyos ejemplares son hoy muy versiones protestantes, católicas y ecuméni.cas.
raros, publicada en Constantinopla en 1905. Es bi- Por otra parte, en Israel está desarrollándose
lingüe, hebreo y español. Pero éste es realmente el una intensa actividad bíblica, especialmente en la
sefardí, español arcaico que hablan todavía hoy los preparación de nuevas ediciones del texto hebreo. Ha
judíos descendientres de los que fueron expulsados de aparecido, por ejemplo, la de Casutto, la de Koren,
España hace cuatro siglos. Lo interesante es que el basada en la edición alemana de 1880 de Heidenheim,
texto español está impreso en caracteres hebreos y está en pie el proyecto de una edición crítica monu-
sefardíes, con escritura y ortografía que no es exac- mental dirigida por el doctor M.H. Goshen-Gottstein,
tamente igual a la del texto hebreo. Desde luego éste de la Universidad Hebrea de Jerusalén, y de la que se
se imprime vocalizado, en tanto que la transcripción ha publicado como avance el fascículo de Isafas.
no. También han aparecido dos ediciones de la So- El proyecto más importante de la actualidad en
ciedad Bíblica Británica y Extranjera de Londres, una relación con el texto hebreo, es quizá el denominado
preparada por Ginsburg y otra por Snaith. Para la Proyecto del Texto Hebreo del Antiguo Testamento,
American Bible Society se hizo una tirada (1951) de la patrocinado por las Sociedades Bíblicas Unidas, y
Biblia Hebraica, 7a. ed., de Kittel, texto al cuidado ete encomendado a un comité internacional e intercon-
Paul Kahle, publicada por la Sociedad Bíblica Würtem- fesio nal. Está destinado principalmente a los traduc-
berg, de Stuttgar, Alemania, para cuya tercera edición tores de la Biblia, y es un estudio de los principales
se había adoptado el texto de Ben Asher. Por último, problemas textuales, con UD cotejo de las solucione
50 Gonzalo Báez Camargo

ofrecidas respectivamente por algunas de las más cono-


cidas versiones modernas al inglés y al francés, y fi-
nalmente el juicio y recomendación del comité de cada
caso. A la fecha en que se escriben las presentes líneas,
se ha publicado, en cinco volúmenes, el "Informe pre-
liminar e interino" bilingüe (inglés y francés).
El comité anuncia que vendrá después una segunda
edición, más amplia, del informe, "en la que se presen-
tará una lista completa de los datos textuales importan-
tes, una discusión completa de las razones que sirv!e-
. ron de base para las decisiones del comité, y cons~Jos
más extensos a los traductores y exegetas concermen- Historia del texto griego
tes a los problemas que tienen que ver con el signifi- del Nuevo '!estamento
cado". La segunda edición así ampliada constará tam-
bién de cinco volúmenes, ya no bilingües sino separa-
damente en inglés y español. Al tiempo de escribirse
Para Jesús, los apóstoles y la comunidad cristiana
estas líneas ha aparecido el primer volumen en francés.
original de Palestina, las Sagradas Escrituras eran las
Cuando la publicación en esta forma se complete, el de la Biblia hebrea, la historia de cuyo texto hemos
Proyecto constituirá un instrumento de trabajo .de reseñado en la primera parte del presente tratado.
inapreciable valor, no sólo para los traductores SInO Hemos visto que ya para entonces el texto hebreo
para cuantos desean conocer más a fondo del texto estaba prácticamente fijado en su forma protoma-
hebreo.· sorética, de modo que los primero creyentes cristianos
no tuvieron que preocuparse de u fijación ni conser-
vación. Ésta se hallaba en muy buenas msmos: las de lo
masoretas.
Más tarde, cuando el cri tianismo se haya difun-
dido y alcanzado más fuerza en el mundo de habla
• La hiatoria del texto de 100librotl deuterocanónlCOl no cae dentro dec:sta
a.ección puesto que forman parte de la vendón griega antigua (LXX), de griega, y la mayoría de lo creyentes ean de esa babia,
cuya hiatoria general forma,Jx)r ello, parte. p.ero la hiatoria de la LXX la Biblia de la Iglesiaserá la versión Septuaginta, hecha
rebaaa el campo y propósito del presente trabaJO. antes de la era cristiana, por lo cual la comunidades
52
Hiatoria cid Teúo 8fb1ic:o
53
cri lianas no han tenido parte en la elaboración de su
texto. Cuando los judíos rechazan por fin la LXX, ésta inicio tardó algunos decenios después de la muerte de
queda casi enteramente en las manos cristianas. f:s Jesu~risto, y tardó quizá algunos decenios más para
ahora la Iglesia la que hace que se saquen y multI- ~nsJderarse como escritura sagrada. Pues por un
tIempo, cuando los primeros cristianos hablan de "las
pliquen sus copias, y en este proceso el texto sufre
Escrituras", al.uden a las de la Biblia hebrea que boy
alteraciones accidentales e intencionales, éstas últimas
llamamos ~tJguo Testamento. Sólo en 2 Pedro, que
motivadas por el afán, consciente o semiconsciente, de
es un escnto tardío, se alude a las cartas de Pablo
hacer más efectivas sus citas en la polémica entablada
indirectamente, como "Escritura", al denunciar a l~
con los judíos para demostrar que Jesús es el Mesías de
que tuercen su contenido, "como tuercen las demás
que hablan las profecías.
"Escrituras". Si bien este pasaje puede traducirse
Pero no sabemos casi nada de ese proceso. Las
también "como tuercen los otros escritos" (de Pablo),
copias más antiguas de la LXX que existen son de
parece que la traducción preferible es la anterior, ya
mano cristiana, pero datan de los siglos 4 y 5 de nuestra que aparte de sus cartas no se sabe de "otros escritos"
era, cuando ya el cristianismo se había difundido ~n­ del gran Apóstol.
siderablemente en el mundo occidental, de habla latma, Los rollos de la Sagrada Escritura que se leían en
de modo que ya existían y circulaban con profusión las sinagogas, como el de lsaías que Jesús leyó en la de
relativa versiones latinas primitivas. Pronto serían Nazaret, serían del texto protomasorético. El que iba
sustituidas por una versión latina oficial, la Vulgata, y la leyendo el funcionario etíope (Rcb. 8.28) si éste no
LXX sería sustituida por ella como la Biblia de la sabía hebreo, debe de haber sido la Lxx, como casi
Iglesia. lO Como realmente no sabemo~ ~n alguna seguramente en el caso de los estudiosos bfblicos de
seguridad cómo era el texto de la LXX orl~nal, l~ cual, Berea (Hch. 17.11). Apolos, oriundo de Alejandría,
además según vimos anteriormente, sufnó vanas re- que "era muy versado en las Escrituras" (Hcb. 18.24)
visiones rabínicas para ajustarla al texto hebreo, care- posiblemente las leyera en hebreo, pero siendo judío
cemos de punto de referencia para precisar los cambi~ helénico es probable que también o más bien, las
introducidos a su vez en el texto griego por los cns- estudiara en la versión griega.
tianos. En el Nuevo Testamento hay más de 200 citas
Lo que ahora nos concierne realmente es la his- textuales del Antiguo. Según Pfeiffer el 80 por ciento
toria del texto griego del Nuevo Testamento, cuyo de ellas no se hacen del texto hebreo sino directamente
1. Para m.yor ~ de cate pi' 60, Y&K D~ lInft de la LXX De las restantes, no todas se ajustan al
RH .ta .aw ••••• protomasorético, sea porque se hicieran tal vez de
4 Gonzalo Riez C&margo
Hlatoria del Tato Bíblico
55
m maria, o porque se habían leído en copias "popu-
había hecho y dicho, cómo había muerto y re-
lares" o "vulgares", no autorizadas, del texto hebreo, o sucitado.
en versiones griegas diferentes de la LXX según ésta
Como en el caso del texto hebreo hay una etapa
ha llegado hasta nosotros, o hasta de versiones al
I~ de la trasmisión oral, que hemos llamado la prehisto~
arameo, como la del Sal. 22.1, citado por Cristo en la na del texto. Fue relativamente breve, si se compara
cruz. con la prehistoria de~ texto hebreo, pues duró apenas
algo mas ~e ~ deceruos. ~entras vivieron los apóstoles
1. Prehistoria del texto griego y otros dlsclpulos que hablan conocido y escuchado
personalmente a Jesús, y de los que algunos lo habían
Sólo a muy grandes rasgos puede trazarse la his- acompañado en todo su ministerio, o en parte de él,
toria del texto del Nuevo Testamento. En algunos ellos ~e encargaba? de referir lo que habían visto y de
respectos aparece más complicada que la del texto he- repetIr lo que hablan escuchado de los propios labios
breo. En otros, parece más simple. No obstante el gran del Señor. Al testimonio profético de las Escrituras
número de manuscritos griegos que existen, como se judías añadían de viva voz su propio testimonio.
verá más adelante, faltan varios anteriores al siglo 4 "Nosotros somos testigos", decía Pedro ante el Sanedrín
d.C., y los que existen son solamente fragmentos de (Hc?. 5.32). Así se mantuvo viva por un tiempo la
apenas 21 papiros. No bastan para seguir alguna línea tradICIón oral. A ella recurría Pablo mismo, que no
más o menos marcada de su desarrollo. Con suma había conocido a Jesús en su humanidad, cuando asegu-
razón, pues, ha dicho C.M. Martini: "La crítica textual raba a los corintios: "En primer lugar, os he trasmitido
del Nuevo Testamento no puede pretender todavía el lo que yo a mi vez recibí" (1 Co. 15.3).
haber logrado una historia clara y detallada del texto". u No obstante que el periodo de trasmisión
Aunque para los cristianos de la primera genera- únicamente oral fue tan breve, alcanzaron a formarse
ción la apelación a las Sagradas ,Escrituras (Antiguo varias tradiciones orales, cuya variedad se echará de
Testamento) tenía pOr objeto principal probar a sus ver en los escritos mismos del Nuevo Testamento. Así,
opositores judíos que Jesús de N azaret era el Mesías en por ejemplo, Pablo, en su discurso de despedida en
ellas prometido, no podían conformarse s610 con ellas. Mileto, cita palabras de Jesús que no llegaron a incor-
Para el sostén positivo de su propia fe necesitaban porarse en los Evangelios: "Hay má dicha en dar que
saber m~ y m~ sobre Jesús, cómo había vivido, qué en recibir" (Hch. 20.35). No hay motivo para dudar de
que sean auténticas y de que Pablo las recibió por
11 IDB, V (Supl), pi¡. 88S tradición oral. Pronto, sin embargo, esas tradiciones
Hiltoria del Tc:rto Bíblk:o
57
ora] empezarían a consignarse por escrito ya circular que ellos murieran, que no sentían demasiado interés
en copia hecha libremente, en diversos lugares y por en poner por escrito, para más larga y permanente
diversas manos. No sabemos con certeza cuáles fueron preservación, lo que sabían de él.
]0 primero escritos. Quizás reseñas concisas de in-
El primer escrito del Nuevo Testamento que
cidentes sueltos en la vida de Jesús. Tal vez colecciones conocemos es la primera carta del apóstol Pablo a los
de sus dichos, memorias sucintas de los testigos, o tesalonicenses. La escribe desde Corinto hacia e] año
apuntes de ]os que oían hablar a éstos. Los eruditos 50 d.C. Con ella se abre, pues, la etapa de la tradición
bíblicos suponen la existencia primordial de una co- escrita. La actividad epistolar del gran apóstol continúa
lección de dichos de Jesús que se designa conjetu- hasta su muerte, ocurrida entre los años 61 y 67, Ycon
ralmente como Logia (en griego, "Palabras"). Frag- ellas se forma una cuarta parte de] texto neotestamen-
mentos de una vieja copia de esa colección podrían ser tario y ciertamente su núcleo doctrinal. Hacia el año 65
los dos del llamado Papiro Oxyrrinco, hallados uno en aparece el prime~ Evangelio, el de Marcos, al que
1897 y otro en 1903, que datan delsiglo 3 d. C. Con más sIguen con poco mtervalo Mateo y Lucas. Unos 20
vaguedad se alude también a un primitivo documento año~ después, hacia el 90 d.C., aparece el Evangelio
o tradición escrita que se designa con la letra Q, inicial segun San Juan. Entre tanto han aparecido las cartas
del alemán Quelle, "Fuente". llamadas universales o católicas: Pedro, Juan y Judas,
la de Santiago, el magnífico tratado de autor descono-
2. De lo oral a lo escrito. cido ~ue lIa.mamos HA los Hebreos", y finalmente, por
el mIsmo tIempo que el Evangelio de Juan, o poco
En todo caso, la etapa puramente oral que pre- después, el Apocalipsis o Revelación.
cede a la formación del texto del Nuevo Testamento Un estudio del contenido de todos estos escrito
fue, como dijimos antes, sumamente breve. Otro tanto m~~t~a la confluencia de diversas tradiciones orales y
es la intermedia, en qpe se pasa de la tradición oral a la pnmltIvas documentales en la composición desu texto,
escrita, al aparecer esa; anónima; y misteriosos primeros aunque no puedan delimitarse siempre con cierta exac-
escritos cuya existencia y contenido sólo puede con- titud. Desde luego se advierten en los Evangelios, aun
jeturarse por inferencia, ya que no existe de ellos copia en los llamados sinópticos, Mateo, Marcos y Lucas, que
alguna. Por otra parte, no parecen haber sido abun- son más parecidos entre sí. Las divergencias y aparen-
dantes, quizá porque los creyentes de esa primera tes contradicciones que hasta el lector casual encuen-
generación estaban tan ciertos de que la Segunda tra en ellos, se deben sin duda a esa diferencia de
Venida del Señor iba a ocurrir pronto, tal vez antes de tradiciones que se perciben sobre todo en los pasaj
Gonzalo Báez Camargo Historia del Tc:r:to Bíblico
5 59
paralelo. Son mayo rmente ~iferencias ~e orde~ se- no pueden distinguirse con relativa seguridad. Se han
cundario o de detalle, pero eXisten. Por ejemplo, l.fue ~ropuesto por lo menos cuatro familias o principales
sólo un ciego (Mr. 10.46-52; Le. 18.35-43) o fueron dos tipos de te~to: el protoalejandrino, el alejandrino, el
(Mt 20.29-34) en el milagro de Jericó? ¿Fue la purifi- l~ama?o onental, emanado quizá de Cesarea y An-
cación del templo el mismo día de la entrada triunfal tlOqUla, y elllam~d~ occide~tal, que se desarrolló pro-
(Le. 19.45), o al día siguiente (Mr. 11.1?- ~5)? Más b.ablemente ~n Afnca, Itaha y Galia. Algunas auto-
todavía, ¿fue al comienzo de la semana ultima, como ndades conSideran que el tipo de Cesarea, no bien
asientan los Evangelios sinópticos, o al principio del confirmado, podría ser más bien una rama del
ministerio de Jesús, como lo registra Juan (2.13-22)? occidental.
Por supuesto, no todas las diferencias entre los Evangelios En caso de que efectivamente se hayan desarro-
deben de haberse originado en diferenrtes tradiciones llado y puedan ser diferenciados esos tipos textuales
orales o textuales. Otras, es casi evidente, parecen
.
no eXisten, como ya se indicó antes, suficientes testigos,
'
deberse a la diferencia de propósitos homiléticos de los o sea manuscritos, de la época en que se habrían ido
evangelistas y de los lectores a quienes se .dirigían. ~i el formando. Los testigos que se citan de cada uno de
Evangelio según San Juan es tan notonamente dife- ellos son relativamente tardíos. Ninguno data de antes
rente de los sinópticos, es porque más que una narra- del siglo 4 d. C. Así, del proto alejandrino se mencionan
ción, el autor parece haberse propuesto una interpr~­ los códices B y Sinaítico (siglo 4), del alejandrino, L
tación de la persona de Jesucristo en su trascendencia (siglo 9), T (siglo 5) y minúsculo 33 (siglo 9), del
cósmica y su ámbito universal. oriental, el designado con la letra griega thela (siglo 9)
Igual que en el caso del Antiguo Testamento, no y las versiones siríacas llamadas sinaíticas y curetoniana
hubo durante siglos un solo texto, o sea, un textus (siglos 4 al 7), y del occidental, el códice D (siglos 5/6)
receptus del Nuevo. Parece que, por e~ contrari?,.la y la versión latina antigua designada como k (siglos 4/
libre multiplicación de copias de los ~scntos que v~?le­ 5). El tipo alejandrino, llamado por algunos críticos
ron a formar el Nuevo Testamento dIO lugar tamblen a también "neutral", es el que generalmente se conside-
la formación, según una teoría que no ha estado exenta ra como mejor conservado.
de debate, de familias textuales que, como en el caso Comenzada la etapa en que se depende ya casi
del texto del Antiguo Testamento, se fueron formando principalmente del texto escrito, las copias circulan
en torno de ciertos grandes centros de erudición bíbl~ca primero, como sucedía con los escritos del Antiguo
cristiana. Pero esto sólo puede decirse en sentido Testamento, en rollos por separado o en hojas sueltas
general, porque de todos modos esas familias textuales de papiro. Pero con ellas empiezan a formarse co-
HlItorI.a lid Tcúo B 61
parecer la primera fue la d la cart primero de ellos es el p$2 (Rylands con fragmentos del
p ulin ' tarde, quizá la de 1 E an elio . Hacia EvangeJiosegún San Juan. Data probablemente de la
fm del i lo 2 1 cri tiano adoptaron la forma de primera mitad del siglo 2 d.C., egún algunas autori-
códia, hojas encuadernadas corno libro, un sistem~ dades podrían ser del tiempo de Adriano (117-38) o tal
que había empezado a usarse en el iglo ~ y que acabó vez aun del de Trajano (98-117 d.C.) En todo caso, es
por ustituir 1 rollo las tabletas recubiertas ~e cera el más antiguo manuscrito griego del uevo Testamento
como material de escritura. Parece que los pnmeros que se conoce. Contiene Jn. 1831-33, 37, 38. Sólo
códices cristiano fueron de lo cuatro Evangelios, de unos cuantos versículos, como se ve pero esto ha sido
los cuatro Evangelio y Hecho , de 10 cartas paulinas, suficiente para probar la antigüedad del Evangelio y
de las 13 cartas paulinas. Fue ya bien entrado el siglo 3 echar por tierra teorías anteriores de que databa. cuando
cuando aparecieron códices con todo el uevo Tes- muy temprano, de la segunda mitad del siglo 2. Aquí
tamento y con toda la Bíblia CA y N.T.)12 . tenemos, aun fijándole la fecha promedio, una copia
A diferencia del caso del texto del A T., eXISte que distaría todo lo más unos dos o tres decenios de la
una rica y variada abundancia de manuscritos del,Nuev? fecha de su compo ición. Esto no sólo confirma la
Testamento. Son de tres clases: papiros, los mas anti- fecha generalmente aceptada de 90 d.C., sino que
guos, códices unciales o sea escritos solamente con podría hacerla retroceder quizá hasta elBO dC.
puras mayúsculas, y códices escritos solamente .con Los otros tres más importantes papiro son el
minúsculas. Se conocen hoy por lo menos 86 papuos, Bodmer p", también con fragmentos de Juan, de hacia
269 unciales y 2795 en minúsculas. Sólo 59 de los el 200, el Bodmer pn con Judas y 1 & 2.P., del siglo 3 o
códices son de todo el Nuevo Testamento, algunos del 4, y el Bodrner p1S con extensos fragmento de
están todavía completos, pero otros no. De los papiros, Lucas y algunos de Juan. Por u antigüedad merecen
que consignan partes más o menos ~ensas del N.T., citarse p", p" y p61. los tres de hacia 200 d.C.
hay dos colecciones famosas: la adqumda por Chest~r Los códices unciales más importantes on el Si-
Beattyen 1930-31, existente"en Dublín, y la de Ma:t m naítico, designado con la letra hebrea á/e/, único de
Bodmer, adquirida en 1955-56, actualme.nte e? .Gine- todo el Nuevo Testamento con partes del Antiguo
bra Se identifican con una P (de tIpo gOllCO) y primero descubierto en 1844 y que data del iglo 4 d.C.;
un número alzado. Son cuatro los más notables. El el Vaticano (B) del mismo iglo, de cuya existencia en
la Biblioteca del Vaticano e abía desde el iglo 15,
12 Pita informadóo lI1Ú amplia sobre el particular vtase nuestra Breft
pero no dado a conocer hasta 1 9, con fragmenl de
toda la Biblia, incluso de algunos Libro deuterocanóni-
hWorfa del b llco.
62 lUlO
Hlatoria del TClto BfbUco
I Al jandrin (A), d ligIo 5, n I Anti uo 63
T tamento y i too el Nuevo. El Sinaítico y el cilio de Nicea (325 d.C.), tanto griego como latino .
Al j ndrin hallan n I Mus Britán~c. L s tres Otro testimonio valioso es el de lo leccionarios, o ea
rt n n, n e cep i n d lo Evangehos en el A, al colecciones de pasajes selectos de la Sagrada &critura
tipo t tualllamado alejan?rino o neutral. para la lectura pública en el culto. Pertenecen a la
Ha ia prin ipi del slgl0.4 aparece u~ tex~o cuya época bizantina, relativamente tardía, y los manus-
pr paración e atribuye a Luclano de Antl qUla, que critos existentes son en su gran mayoría medievales,
sufrió el martirio en 312 y que lleva su nombre. Se pero son muy importantes, porque dado el carácter
conoce tambi n como bizantino, sirio,o ko~é. Pro~ie­ conservador y más o menos fijo de la liturgia, pueden
ne de una combinación de textos aleJandnnos, onen- representar tradiciones textuales comparativamente
tale y occidentales. Vino a ser el má~ usado po~ la antiguas.
Igl ia Bizantina, pero siendo secundano, ,los erudItos
bíblicos consideran que es de menos autondad que los 3. Labores de los copista
otros mencionados y que sólo muy raras veces I,a lec-
tura que únicamente él da es co.rrecta. De este tIpO se Tal parece que la labor, relativamente mecánica,
consideran los unciales E, del sIglo 6, F: G, H y V, ~el de los copistas cristianos no puede compararse con los
siglo 9, y S, del siglo 10. Los Evangeh?s del CódIce trabajos más amplios de los soferim hebreos. y ólo en
Alejandrino (A) son de este tipo. Ongenes, ~n sus !fneas muy generales pueden comparar e lo comen-
extraordinarias labores escriturísticas de .Ia pnmera taristas cristianos con los ma oretas. La ex:égesi es
mitad del siglo 3 d.C., utiliza de prefe~encla texto~ de distinta. Mientras ésto , como hemo vi to, e ap _
tipo alejandrino y orien,tal. ~a m~yona de los CódIces gaban más a la letra, porque pensaban que cada
en minúsculas son del tIpo blzantmo. letra y palabra de la &critura tenían un significado
Testigos valiosos, per~ naturalmente secun~a­ l11ístico y teológico, I Padres de la Igl ia, que
rios del texto, son las versiones antiguas, como la It~hca fueron los comentadores, y ha ta cierto punto, 1
o Vetus Latina, que del Nuevo Testamento contIene guardianes de los escrito agrado, atendi r n má al
ólo fragmentos, la Antigua Sirfaca, en que hallamos fondo que a la forma , si bien no faltó a m ment. I
los Cuatro Evangelios, la Peshitta y sobre tod? I,~ Vul- literalismo suficiente para bu. car ba a las interpr _
taciones alegóricas.
gata. Desumo valor, especialmente porsu antlguedad,
on las citas neolestamentarias que se e~cuenlran en El proceso de tra mi ión d l t xt por m di d
lo Padres de la Iglesia primitivos o antenores al Con- copias manuscritas estuvo, sin embarg , igualm nt
sujeto a riesgos de err r, y dio casión tambi n a
ddTi

altf:racmes ro . na! P crnti tenían de palab repetJ n d tí enteras


b ta rto punto uían el antecedente de 1 tíneas próximas cornerrzaha n o con la. m.i:sma
o . en cuanto al respeto crupul o por el texto palabra, y otras ~al ' ~ orto TcxIoesto explica
ia aunque u rúpulo 00 fuera tan mimar algunas de l diferena O variantes que se hallan en
refin d como el de aquellos. Pero en la primera los varios manuscritos. Y naturalmente quier
e tapa. al men de la trasmisión por copias no pu- error ~ropendía a repetirse en las n cop' .
dieron tener el mi mo cuidado por una simple razón: el COpISta estaba copiando al dictado podía. por falla
no tenían conciencia de que lo que copiaban era santa del ?Ido ~aIYescn ir una palab poro pro-
escritura. re todo tratándose de las cartas. Pode- duc1! una vanant.e en su copia. Fl error de o 'do m
m uponer que al llegar por ejemplo a una iglesia común en griego es e.! llamado itacismo pronunciar o
'una carta de Pablo y más si. como en el ca o de las :sc~char como. i los sonidos de l eta. iota Y
enviadas a los corintios trataban de problemas locales upsilon, Y los diptongos ti, Di, y ui. La confusión m
babría miembros prominentes de la congregación que frecuente que puede producirse por ita · aparece
desearían tener una copia de su propiedad. La man- en I~ p~nombres personal por ejemplo D tros
darían sacar entonces, con escribas o copistas pro- (~.J~)yvosotros{gr.jumeis . m p nun-
[esionales, algunos que ni siquiera serían creyentes y Clan JII1US, pues el dipton ei Ue con rtirse en i.
q ue harían el trabajo más o menos rutinariamente Otroserroresdelcop' la pueden no rcausados
como cualquier otro, sin percibir lo delicado y menos .10 por falJa de la vista o de.! oí ino por ual in d-
agrado de lo que copiaban. Habría en co~uenCla vertencia. De esta el pueden r I trans-
mayores posibilidades de er~ores de ~pla o. altera- posiciones de lelr o pal , Asim ' roo por ru 'o
ciones accidentales muy semej antes a las lDcurndas por meotal puede cambiarse una palabra POI u sin6nim
o d nde las palabras siguen cierto ord n cambiarse
los soferim al copiar el texto hebreo.
También en la escritura,griega hay letras de forma éste jn darse plen cuenta, errores que o i mpre
muy parecida y que por falla de los ojos pueden confun- resultan sen pero que a veces ocasion n un camb'
dirse. Por ejemplo, en la escritura uncial la theta ~ 18 de sentido. Otras veces el cop' la cede al tend nC!
ómicron. En la escritura griega como en otras escntu- que puede r inconsciente, describir igu I P
ras antiguas se acostumbraban las con~ra~ones ? pa ralel cuya form verbal n sin embar.
lamente igual. Esto ucedJÓ con cierta frecuencia
c-
abreviaciones de palabras, y una abreVIaCión podla
confundirse con otra palabra cuya escritura fuera pare- sobre todo en L copi de I Evangelios i06pti
cida. Podía haber t.ambién transposiciones de letras o Como en el caso del texto hebreo algunas alt.er ci n

t
67
ocurren por incertidumbre, que es lo que ha pasado e~ange1io él fue hecho "ministro" (Gr. diákonos, ser-
cuando una nota que un copista halló al margen de su Vidor). Como "diácono" llegó a ser un orden ministe-
copia se inserta en el texto porque el copista no sup? rial ~~nor ~ue el de aJ>?sto~ a algunos copistas les
decidir si tal nota era ajena al texto o algo que pertenecIa pareclo rebajar la categona de Pablo si dejaban ahí esa
a él y que el copista anterior olvidó insertar. p~labra, así que cambiaron por "predicador y apóstol",
No son tantas, como en el texto hebreo, pero no mientras otros prefirieron las tres palabras y escribir
dejan de aparecer en el griego "enmiendas de los "predi~dor, apóstol y servidor" (o "ministro''), que es
escribas" o sea las alteraciones intencionales. Las lo que tienen algunos manuscritos. A otros copistas les
menores de esta clase son las que tienen que ver con la pareció que a veces decir solamente 'Jesús"podía
.ortografía y la gramática. Un copista al q~e le parec~a parecer irreverente. Y así en Gá. 6.17, donde la
defectuosa, en la una o la otra, la copla que tenta lectura primitiva parece haber ido implemente "las
delante, corregía al hacer la suya, a manera d~ una marcas de Jesús", algunos copistas escribieron "las
"corrección de estilo". Otras veces la co~recclón .se marcas del Señor Jesús'; otros, "las marcas del Señor
bacía con el propósito deliberado de armomza~ p~saJes 1es ucris to' , y todavía otros más,"L marcas de nuestro
paralelos a fin de allanar aparentes contradlccl0n~. Señor Jesucristo', variantes tod que aparecen en 1
También ocurrían cambios por el deseo de hacer mas manuscrito .
inteligible una expresión difícil u osc,ura,. o de redon- Quizá los ejempl m notabl de esta clase
dear frases que al copista le pareclan mcompletas de alteración por moti en f r petabl , d orden
especialmente en frases hechas o acuñadas a que el hermenéutico y teológico n L de Juan. En 7.1, I
copista estaba acostumbrado. Otras veces el texto ~ mejores maouscrit dicen que J ús "no qu ria andar
ampliaba para explicar o aclarar alguna refere~cla por ludea". Un manuscrito del iglo 5, seguido por 1
histórica o geográfica, de lo cual han resultado vanan- versiones antigua latina y iriaca, dice "no pocHa (Ut.
tes en los nombres de lugares, como en J n. 1.28, donde "no tenía facultad de'') andar por Judea". A1gun
en vez de BetanÚl algunos manuscritos I~n B~tóba;.a , autoridad piensan que ésta bien pudo haber sido la
o en Mr. 8.31, en que algunos manuscntos dicen al lectura del texto original, pero que desd muy tem-
tercer día" en vez de "a los tres días" porque a algun prano e cambió para no dar a entender que la voluntad
y el poder del Señor tenían limitaciooe$. En J n. 7. ,1
copistas les pareció más exacto. .
Otros cambios intencionales eran m~ttvados por manu crit están dividid casi por mitad entre "Yo
reverencia, respecto a alguna razón teolÓgica. En Coi no voy" (a la fa ta), probable del texto original, y
"Yo todavía no voy ', quizá enmendado para que Jesús
losenses 1.23, Pablo dice modestamente que de
69

no apareciera diciendo mentira u ocultando sus propósi- prichosos al trasmitir copias antiguas del Nuevo Tes-
t , pu toque al fin fue a la fiesta. Yad~lanteen 7.10, ta~ento, debe notarse que otras pruebas indican el
el probable texto original es el q~.e tle~en. algunos CUidadoso y penoso trabajo que realizaron muchos
manuscritos: Jesús fue a la fiesta no pubhcamente fieles copistas. Hay, por ejemplo, casos de lecturas
ino en secreto". Pero otros dan un texto probable- dificiles que han sido trasmitidas con escrupulosa fide-
mente enmendado, suavizan lo que parecía un en- lidad".u
cubrimiento de parte de Jesús, y dicen: "no públi- La autoridad suprema otorgada por la Iglesia a la
camente sino como en secreto". Es evidente que Vulgata convirtió en norma última el texto latino e
desde el v. 1 el texto, original ofrecía al parecer u~a h~w q~e los escrituristas occidentales fueran ~r­
imagen de Jesús como indeciso o simulador a.los COplS- dlendo mterés en el texto griego. Casi hasta nuestros
. tas, y éstos lo enmendaron. Hecha la pnmera ~n­ días las versiones que se hacían eran traducciones del
mienda en v.1, se vieron obligados a enmendar tambIén latín de la Vulgata. No obstante, e iguieron sacando
copias del texto griego siglo trasigl h tala invención
los w. 8 y 10. . . .
Por otra parte, al igual que los sofenm, prefi~e- de la imprenta, y aun después, d m nera que existen
ron a veces respetar los textos diferentes que teman códices en minúscul qu datan nada men que del
delante fundiendo en una, en su copia, las lecturas que propio siglo 16. A diferenci d I utoridad judías
aparecían divergentes o contradictorias. Esto sucede en el caso del texto hebreo, I cristian no 11 garoo a
especialmente en manuscritos del tipo tardío llamado in tituir oficial y formalm nte un lextw receptw griego.
bizantino. Por ejemplo, en Le. 24.53, alguno ~anus­ Porextrañ qu parezca, de becho ellatwrecepoo del
critos antiguos dicen que los discípulos estaban:nempre Nuevo T tamento fu d lteno latin de la Vulgata.
en el templo "bendiciendo ~ Oi~" .•~or lo menos ~n~ 4. retorno al texto ri
también antiguo, pero postenor, dire alabando a.O . I Renacimiento con1lev6 un int r viv por I
Copistas de otros manuscritos, en vista de esta dIferen- grand el ieas grieg y lalin d la ntigüedad, y
cia (después de todo no seria), con ervaro~ ~:nb~ y esto ignific6 un resurgimi olo d I humanidad , un
escribieron "alabando Y bendiciendo a DIOS , o 10- avivamiento del tudi d I I ngua riginal de la
virtiendo el orden de los verbos. . Biblia y, por con iguiente, un ran O recimi nt escri-
Metzger, de quien tomamos algunos de 1 e~em- tu rístico. Bajo la inOuencia d human ' t emincnt
plos anteriores, concluye: "Para q~e los .antenores como Lorenw Vana yErmo, qu era a la VC2 el
ejemplos de alteraciones no den la Impr~16n de ~e
los escribas eran por completo voluntanoSOS Y - u TNT. ~ . 206. L+rNT. 101 , 102. unrr. P' 1 I yo.3
HlatorIa del TeúO BIblico
71
prim r h I ni ta y criturista de u tiempo, y de otr del Nuevo Testamento directamente del t.......... .
...."'I-V gnego,
erudit , pu o de relieve la anormalidad, porque no • "
era !mprescmdlble que de las copias entonces d' _
tra co a era, de que e estuvieran haciendo retraduc- pombles se. eligiera un texto que sirviera d base. Fue
cion vía latín de la Vulgata, en vez de traducciones Erasm~ qUIen acometió con tanta bravura como com-
directas de lo texto hebreo y griego de la Biblia a las petenc~a ~a . hercúlea tarea. Pero tropezó con una
lenguas moderna. Dramáticamente, Santos Pagnini grave hmltaclón. N.o pudo disponer de más de media
llevó la cu tión al punto de producir una versión del docena de manuscnto , de lo que los do principales
Antiguo Testamento al latín contemporáneo, hecho n? eran anteriores al siglo 12, y para peor suerte,
directamente del hebreo, la cual mostró desde luego mnguno .de ellos e,staba ~~pleto. Erasmo tuvo que
lo lugares en que la Vulgata se apartaba del texto retradUCIr del latm los ultJmos seis versículo del
primordial. Por upuesto, la crítica textual moderna ha Apocalipsis, que faltaban en ello . De este modo
evaluado de nueva cuenta la Vulgata, y al presente se co~p'letó su. texto, el cual alió en 1516 en primera
considera que no todas sus variantes se deben, por edlc~on, y sIgue en general la tradición textual bi-
decirlo así, a una traducción errónea del hebreo en que zantma.
aparecían esas variantes. De todas maneras, este hecho Como en alguno pasaje aparecía apartándo e
po ible y probable, no es bastante para derrocar el de la sacrosant~ Vulgata, el Nuevo Testamento griego
Testo Masorético de su posición de primacía. En la de Erasmo ufnó rudo ataque . Ciertamente, por lo
preparación de su versión, Casiodoro de Reina utilizó apresurado de su publicación, estaba plagado de erra-
largamente la versión latina de Pagnini. tas: ~ero se le atacaba no sólo por é ta . En la egunda
Por supuesto, tratándose del Antiguo Testamento edICIón (1519) muchas de esas faH accidental ta-
existía la enorme ventaja de tener a la mano un texto ban corregidas. La acusación más dura que e J hizo
celosamente preservado, o sea el masorético. Pero no Erasmo fue que e había atrevido a "mutilar" el texto
sucedía lo mismo con el griego. Como lo hace notar sagrado omitiendo en 1 Jn. 5.7, 8, lo que ha llamad
Barthélemy, la Iglesia Primitiva, a diferencia de la el comma /ohanneum (ufrase juanina"): "en el cielo: el
Sinagoga, no hizo mucho esfuerzo por llegar a un texto Padre, el Verbo y el Espíritu Santo; y estos tr 00
tándar oficial del Nuevo Testamento, sino que con- uno. y tres on lo que dan testim nio en la tí na".
servó los tipos textuales diferentes, los cuales coexis- Esta fra e, que aparecería después en la edición cl _
tieron en Jos manuscritos que se iguieron copiando. mentina de la Vulgata, no e halla en manuscrit d
Lo que estandarizó y oficializó fue el texto latino .de la ~a ver ión anterior a d.C., y según parece e
Vulgata. Si iban, pues, a hacerse en adelante versiones mterpoló en elJa hacia el iglo 5. Quizá fue rigi-
72 Gonzalo Diez Camar¡o
HlalOria del Tczto Bíblico 73
nalment una nota puesta al margen de algún manus- Después de Erasmo, se descubrieron y examina-
crito. Así aparece anotado por una mano del siglo 17 ron los grandes,códi~s Sinaítico, Alejandrino yVati-
en un manuscrito del siglo 12. cano, mucho mas antiguos y autorizados, y también se
Erasmo defendi61a omisi6n diciendo que no ha- han hallado y examinado otros muchos códices tanto
llaba esa porción en ningún manuscrito griego. (Más unciales como en minúsculas. Asimismo se h~ co-
tarde, entre los millares de manuscritos que se cono- tejado versiones antiguas, incluyendo ediciones de la
cen, se han hallado sólo dos, uno del siglQ 15 y otro del Vulgata anteriores a la clementina. Se han escrutado
16, que los contienen en el texto mismo). Exasper~do además las citas de Padres de la Iglesia de los más
porque esa explicación no parecía ~nvenc:er a. nadie, y notables, entre ellos el propio San Jerónimo y leccio-
se le seguía anatematizando, el sabio escntunsta pro- narios de varias épocas. Con esto ha quedado ple-
metió en un estallido de disgusto, que sise le mostraba namente comprobado que Erasmo no estaba haciendo
~ sol~ manuscrito que contuviera la frase en cuesti6n, ~tra cosa que omitir en su texto griego lo que no era
la insertaría en la siguiente edici6n de su Nuevo Tes- SIOO una frase espuria, tardíamente interpolada en el
tamento griego. Y sucedió que justamente en ~~20 texto latino.
apareció en Dublín uno que aportaba ~ requlS~to. El Nuevo Testamento griego delsabio humanis-
Fiel a su precipitada promesa, Erasmo mcorporo la ta holandés vio todavía una cuarta edición (1527), que
famosa frase al texto de su tercera edición, 1522. Pero fue la base de las tres ediciones del famoso impresor
todavía en una nota expresa sus sospechas de que el tal hugonote Roberto Estienne (Stefanus). La tercera
manuscrito fuera una falsificación fabricada exprofeso. (1550),
. revisada y cotejada con 15 manuscritos tardíos,
y así se ha demostrado después. Autoridades moder- VIno a ser la base de un texto griego que, sin declaración
nas como Rendell Harrls y C.H. Tumer s<JStentan la formal y oficial de ninguna Iglesia, llegó a considerarse,
probabilidad de que ha sido escrito en Oxford, ese por común y general aceptación, como el textus recep-
mismo año de 1520, por un franciscano de nombre tus. Persistió, sin embargo, para la versiones la in-
Froy o Roy, que retradujo al griego e insertó en ~te fluencia dominadora de la Vulgata. Todavía en 1897,
pasaje una frase que se había introducido en ~a ~rslón por ejemplo, la Sagrada Congregación del Santo Ofi-
latina y que pa~ provenir de un tra~ad? mtltulado cio dictaminó, con aprobación del papa León XIII, que
Liber apologeticus, que se atribuye a Pnscdl~o o a su el comma juanino era parte auténtica de la primera
discípulo Instancio de ,España. ~l ~anuscnto de. ~a­ carta de San Juan, si bien esa decisión fue revocada en
rras se enseña todavta en la blbhoteca del Tnmty .1937. Ninguna de las versiones católicas modernas la
CoUege, de Dublín. IOserta ya.
74 Gonzalo Diez Camello Historia del Tato BfbUco 75
Fue una edición del Nuevo Testamento griego, se origina.n. Se cotejan también las versiones antiguas
la segunda de Elzevir (1633) la que lleva por pri- y los escntos de los Padres de la Iglesia. así como los
mera vez impresa la designación de "Textus Receptus". leccionarios. En 1675 aparece, anónimo, el Nuevo
Es una revisión del texto Erasmo-Estienne, hecha en Testamento griego de John Fell, obispo de Oxford, con
presencia de un códice de tipo ~ccidental, de! si~lo variantes de más de 100 manuscritos y de versiones
6 d.C. De éste se habían descubierto dos coplas Im- entre las que se incluyen la gótica (siglo 4) Yla bohaírica
portantes: una depositada en París y la otra en Cam- (siglos3y4), por primera vez. 16 En 1707 John Mili saca
bridge. Este último, obsequiado por el reformador una edición del texto de Estienne de 1550, con ano-
Teodoro Beza en 1581. lleva su nombre y la letra de tación de las variantes obtenidas también de más de
identificación D. 100 manuscritos, así como de citas de los Padres de la
Del siglo 16 en adelante van apareciendo muchos Iglesia, en un total de unas 30,000, lo cual causó gran
nuevos y más valiosos manuscritos griegos, en los alarma y repudio en algunos sectores muy apegados al
cuales se descubren variantes respecto al textus recep- textus receptus. El primero que se apartó francamente
tus. En 1637 el Patriarca de Constantinopla obsequia de éste, e incluyó más de 200 variantes en su texto, fue
al rey Carlos 1 de Inglaterra con .el gran ~dice Alejan- Edward Wells, en su edición de 17('1)..19. Otros siguieron
drino, que data del siglo 5. NI tardo m per.ezoso, el en mayor o menor grado.
escriturista inglés Brian Walton se da a estudlarl?, con En 1729 se publica en Londres una edición prepa-
otros 13 nuevos manuscritos, y en 1657 pubhca su rada por Daniel Mace, con variantes seleccionadas del
Biblia Políglota, en la que anota las variantes p~inci­ aparato crítico de Mill. J.A Bengel, en su edición de
pales, respecto al receptus, halladas en esos antiguos 1734, mantiene el textus receptus, pero anota al margen
las variantes. r.'ue él quien introdujo en la crítica
documentos.
textual el principio, hoy generalmente aceptado, de
5. Ediciones críticas del N. T. griego que entre dos lecturas diferentes la más difícil es de
preferirse, porque la propensión natural de los escribas
Con la Biblia de Walton se inicia la fructífera es a hacer más fácil una lectura dificil que a convertir en
etapa de ediciones críticas del texto griego. Se U,aman difícil una lectura de suyo fácil. También fue el primero
así las que se han preparado cotejando el mayor numero en evaluar las variantes mediante una clave alfabética.
de manuscritos posible, y que \levan aparatos de notas Son de más de 300 manuscrito las variantes que J. J.
en que, con mayor o menor extensión, ~e ~ndican las 16 DebelDOl este y demú datOl que li¡uen priDcipalmente a la Iiata de
variantes más notables y el códice o los codlces en que edicioDes crfticaa mú importantel que da Metzcer en TNT.
7
Hiatona del Texto Blbllco
77
W tstein an ta en su edición de 1751-52, pero todavía
igu el receptus, y pone las variantes en el margen. exclusivamente en unos cuantos - no ás d
c· I .. . m e cuatro-
Per WiI1iam Bowyer, lr., en su edición de 1763, no un la es pnml!lvos, en la Vetus Latina y en la Vulgata
vacila en introducir en el receptus las variantes que le de S~n Jeróntmo, y en unos cuantos Padres de la
parecieron apoyadas por los mejores manuscritos, y es IglesIa. Pe~o.quien abre más anchamente la era de las
el primero en encerrar entre corchetes pasajes no gra~des edlcl?nes críticas del texto griego es Cons-
apoyados por buenos manuscritos. Así lo hizo con el t~ntl~. von Tlschendorf, el descubridor del Códice
comma juanino, el pasaje de la adúltera y la doxologfa Smaltlco,
. que entre 1841 y 1872 prod UJO · oc ho edl- .
del Padrenuestro en Mt. 6.13, y con versículos y pala- clo~es del Nuevo Testamento griego, además de 22
bras en otros lugares. volur.nenes d~ textos de manuscritos bíblicos. Los
El primer Nuevo Testamento griego publicado e~udltos conSIderan que la más importante de sus edi-
. en los Estados U nidos es el preparado por Caleb Ale- cIones del Nuevo Testamento griego es la de Leipzig
xander e impreso por Isaiah Thomas, J r., en 1800. (1~?9-72), q~e lleva el má copio o aparato de notas
Sigue el receplUS. El erudito alemán J.J. Griesbach, en cntlcas publIcado hasta entonces.
cambio, se aparta de él en muchos pasajes en su edición Otr? gran pionero de la crítica textual y de la
de 1774-7. A él se debe una primera y amplia formu- restaura~lón. del texto griego del Nuevo Te tamento
lación de principios de crítica textual, discernidos con fue e.1 bntámco amuel Prideaux Tregelles. No ólo
germánica precisión. Otras ediciones críticas de fines ampltó lo t~ab~j. de cotejo de manu critos ino que
del siglo 18 y principios del 19 fueron las de C.F. . lo pnnclpl de la crítica textual . Sued··ó
refinó ICI n, en
Matthaei, de F.K Alter y de J.M.A. Scholz. La edición seIs p~rtes, e publicó. en Londres entre 1857 y 1870.
de este último (1830-36) "marcó -.')egún Mctzg r- Otro mfluy nte arquItecto de la crítica textual fu
una retrogresión en la crítica textual hacia el Textus Hen~ A1ford (1 10-71), O án d ant rbery, que
Receptus".17 t.rabaJó, como I decía, por "la d molición d la in-
La primera revisión a fondo del texto griego, que digna y pedante reverencia por I texto recibid la cual
puede decirse que rompe abiertamente con el textus es t.orbaba J~ portunidad de de cubrir la palabra ge-
receplUS y produce un texto realmente nuevo, es la del numa de DI .""
escriturista alemán Karl Lachmann, en su edición de EI.siguiente p de gran importancia en la marcha
1831. Trató de recobrar el texto griego en el estado en de creCIente apr ximación, al meno del esfuerzo
que se hallaba en el siglo 4 d.C. y para ello se basó por lograrla, a la f, rma original del texto del Nuevo
17TNT, pl¡.124. " CIL por Metqu, obra dtlda, P4 128.
7 Gonzalo Báez Cam'rgo
Historia del Tc:úo Bíblico
79
~ tamento -labor que Tischendorf, por su parte,
había llamado desde su juventud la "tarea sagrada" de cipios. y pa.utas que ellos establecieron. Lo que h
sucedido simplemente es que el textus ha
su vida-lo dieron los británicos B.F. Westcott y F.J.A deJa. do d ' receptus
e ser conSiderado como el de . a
Hort, con la edición que lleva el nombre de ambos, 1 mayor autondad
publicada en 1881. No lleva un aparato crítico propia- r~~:~~c~~e deb~eguirse total y ri~urosamente para
mente hablando, excepto la consignación simple de , nes. to se debe, en pnmer lugar al ran
variantes en el margen. Pero al final ofrece una lista de
~U1~ero de manuscritos, especialmente papiro~ h:Ua-
os espués de la lejana época en que el textus r~ce tus
lecturas "sospechosas" (que probablemente contienen cobró lcuerpo; en segundo lugar, al considerable ~ro
un error primitivo) y una lista de notables lecturas gres~. agrado e~ lo que va del presente siglo en ei
rechazadas por no hallarles suficientes apoyo textual. estu. 10 comparativo de esoo documentoo y de los demás
.Westcott y Hort elaboraron también principios y testigos d~l texto, tales como los escritos de los Padres
procedimientos de crítica textual. Postulaban cuatro de la IglesIa y los antiguos leccionarios; en tercer lu ar
tipos textuales: el sirio, el occidental, el alejandrino yel al.notable.~esarrollo de las ciencias bíblicas y las d~ci~
"neutral", de los que para ellos el sirio era el de menos plmas aUX1h~res, que ha dado lugar a la aplicación de
confianza, y cuya forma tardía está representada en el nuevas técmc,as para la evaluación de los manu critos,
textus receptus. Por tanto, basaron su texto en el tipo y de la filo logia y la arquelogía para el esclarecimiento
"neutral", representado mejor por los grandes códices de l~s vocablos de las lenguas originales y de las refe-
Vaticano y Sinaítico, en su opinión el texto más libre de rencias geográfica histórica y culturales.
alteraciones y mezclas, y en consecuencia más próximo En suma, lo que W cott y Hort impulsaron en
al original o autógrafo. Con tan franco rechazo por alto grado, continuando la labor de antecesores como
parte de estos eminentes escrituristas, se considera que
lo~ que hemos mencionado, fue la depuración del texto
gnego, .recon truyéndolo en dirección del que debió
el textus receptus quedó definitivamente superado y
haber Sido el texto primordial, con la aplicación de )0
traspuesto. escl~recedores recur o con que cuentan las ciencia
Esto no quiere decir, por supuesto, que dicho b~hcas de unos 150 año a e ta parte. En u edición
texto deba ser sustituido en toda su extensión, palabra umfica ron la ortografía, anolaron importantes lectura
por palabra, sino que ha sido enmendado en muchos alternas, señalaron la que probablemente repr _
pasajes. La mayor parte de él se conserva en la edición sen tan ~lgún. error primitivo, encerraron en corchetes
de los dos eruditos británicos yen las ediciones críticas las poslb~es mterpolaciones, e indicaron la lectura
posteriores, que siguen en términos generales los prin- que conSideraron necesario rechazar. Al texto griego
o Gonzalo Ojez Camargo Hiatoria del Tmo Blblioo 81
tratado en esta forma, para su depuración y restau- versión. La preferencia, sin embargo, no parece obe-
ración, se le llama texto critico, para diferenciarlo del decer a un estudio detenido de la cuestión textual sino
tradicional textus receptus. simplemente a una tradición muy arraigada en l~ cos-
En la actualidad ha habido una reacción en sen- tumbre. Las mejores autoridades biblicas consideran
tido de regresar a la primacía de dicho texto, y a las ver- sin embargo, que el movimiento para restablecer ei
siones, como la del King James, en el mundo de habla textus receptus a su antigua primacía y presunta infali-
inglesa, que se basó en él. Ya en 1936 defendía la KJ y bilidad es la acción de retaguardia en una batalla de
el textus receptus Edward F. Hills, en su libro The King antemano perdida.
James Version Defended: a Christian Vrew of the Testa- . No tardaron en seguir a Wescott y Hort dos pa-
ment Manuscripts (La versión del Rey Santiago de- tn~r~ de la erudición biblica, Bernhard Weiss, cuya
fendida: una opinión cristiana de los manuscritos del edicIón sale en tres volúmenes entre 1894 y 1900, Y
Nuevo Testamento". Des Moines, Iowa, Christian Eberhard Nestle, que lanza su primera edición en
Research). Se insinúa como se ve, que una ~pi~ión 1898. Weiss, al igual que Westcotty Hort,consideraba
diferente de la conservadora del autor no es cnsbana. el Códice Vaticano como el mejor, y por ello su texto es
Mm recientemente apareció True or False?; 1he Wescott- muysemejantealdeaquellosdo . El texto de Nestle ha
Hort Textual Theory Examined (" ¿Falso o verdadero?; alcanzado mucha autoridad y popularidad mediante
la teoría de Wescott-JHort examinada", Grand Ra- numerosas y ucesivas ediciones. Las primeras cuatro
pids, Michigan; Gran Rapids International), por David fueron publicadas por la Sociedad Württemberg (So-
Otis Fuller. El movimiento emprendido así ha cobrado ciedad Bíblica de Alemania), la cual cedió después los
mayor fuerza en años más próximos. En el mundo de derecho a la Sociedad Bíblica Británica y Extranjera,
habla castellana, la clásica versión Reina-Valera, fun- que sacála cuarta, al cuidado del propio Nestle, como
dada en el textus receptus de a(fuerdo con el estado de la primera suya en 1904. Aunque, como ya hemos
los conocimientos textuales de esa época, ha sido dicho, con Westcott y Hort puede darse por terminada
una especie de Vulgata para la generalidad de los pro- la hegemonía del textus receptus, to ucedía mA bien
testantes. La revisión de 1960, aunque no cambió la en los medios de la alta erudición bíblica. En el más
base textual es todavía rechazada por algunos, que extenso de las universidad ,la iglesias y la e cuelas,
pre-fieren l~ revisión 1909, llamándola "antig.ua Val- todavía mantuvo su preponderancia durante un cuarto
de siglo más. Fueel texto de Nestle, especialmente con
era" (pero esa sería la de 1602). Han apar~ld? o se
proyectan revisiones no autorizadas, y las Blbha~ de sus ediciones británicas sucesivas, el que puso 6n a esa
estudio que se están publicando se basan en dicha preponderancia también en este otro sector.
2 Gonzalo Báez ('.amargo Historia del TQto Btblk:o
83
Nestle basó su texto en el cotejo de los textos de como The Greek New Testament, y la tercera edición
Ti chendorf, Westcott y Hort, y Weymouth (1886). lleva como compañero el volumen intituladoA textual
Pero desde su segunda edición alemana (1902) susti- Commentary on the Greek New Testament,por Bruce
tuyó este último con el de Weiss. Formó su texto M. Metzger, uno de cuyos propósitos principales es dar
adoptando las lecturas que estuvieran apoyadas por la I~ razones por las cuales se incluyeron ciertas va-
mayoría de estas autoridades. Donde cada una de ellas nantes en el texto y se remitieron al aparato crítico
tenía una lectura diferente adoptaba una intermedia. otr~s. En su Tercera .Ed~ión (Co",egida, 1983) el texto
Desde la décimatercera edición (1927) se hizo cargo de es Igual al de la vlgéslmosexta edición del Nestle-
la preparación su hijo Erwin, y desde la vigésimaprimera, Aland. The Greek New Testament e considera a la
entró a colaborar con éste el doctor Kurt Aland. Bajo ~echa como el que mejor representa el texto que se
la dirección de este último apareció en 1979 la vigési- Juzga más próximo a los originales autógrafos, aunque
masexta edición, con importantes mejoras. Para el no puede pretenderse que éstos se hayan reconstruido
mundo de habla castellana, es muy apreciable la nove- total y definitivamente.
dad de que en esta última edición se ha añadido una Otra edicione moderna del texto griego, ejem-
Introducción en nuestra lengua. plo de .una empeño a labor en te campo, son las
En 1955 se inició la preparación de un texto pa- respectIVas de H . Von Soden (1902-13), A Souter
trocinado por las Sociedades Bíblicas Unidas y desti- (1910), H.J. Vogels (1920), A Merk, S.J. (1933) yJosé
nado muy especialmente a los traductores. En ~ste M~. ~ ver, S.F., de tacado biblista pañol (1943). La,
respecto es el primero de su. gén~r.o. Es part~cu­ e~lclones de Vogel y uler, no obstante, iguen
larmente valioso por su eval uaclón cn ttca de las van~n­ ahneadas con el textu receptu ,y e consideran valio-
tes de mayor importancia. Preparado por un comité sas m b· n p rs~ aparat crltic::<1 Las otras continúan
formado por Kurt AJand, Matthew Black, Bruce los lineamient trazad por Wescott y Hort.
M. Metzger y Allen Wikgren, a quienes más tard~ s~ De urna tra cendencia en la historia contem-
unió el erudito católico romano Cario M. MarttOl, poránea del texto bíblico, n ólo gri go ino también
es realización de un proyecto iniciado e i~pulsado ~r hebreo, la nueva po ición de la IgJ ia tólica
el doctor Eugene A. Nida, con colaboraCión del Insti- Romana por lo que loca a la Vulgat y la versi Des
tuto para la Investigación Textual del Nuevo T~­ directas de la lengu original de la Biblia, con~ rm
tamento, de Münster, Alemania. A la fecha han sahdo a lo documento emanad del Concilio Vatican lL
ya tres ediciones (1966,1968,1975), Ya la tercera se ha El Concili de Trento, por decret emitid el de
añadido una lntroducclón en castellano. Se le conoce abrilde 154 , de hecho estableci6eJ texto de la Vulgata
Hiatoria del Tato Blb1ico 85

como ba e uprema de las versiones, al especificar Esto abrió la puerta a los traductores católicos
que lo libros canónicos son "como se hallan en la para hacer lo que los protestantes estaban ya haciendo:
antigua versión latina llamada Vulgata" y que la Sa- basar sus versiones directamente en "los textos primi-
grada Escritura debía imprimirse " principalmente" en genios" hebreo y griego, en vez de conformarse, de
acuerdo con la tradición, con meras retraducciones vía
dicha versión.
En el primer borrador de la Constitución dogmática latín de la Vulgata. Ciertamente, ésta de ningún modo
sobre la divina revelación, del Vaticano segundo, se se descartaba por completo, pero en vez de ser el texto
proponía para las versiones de la Escritura a las diver- básico, qued~ba en la categoría de importante testigo
sas lenguas, la Vulgata como bas~ y los te~tos hebreos del texto bíbhco, alIado de las grandes versiones anti-
y griego en segundo lugar:. P?r mflue~cta, en bue~a guas como la Setenta, la Siríaca y otras, que los tra-
parte del prominente escntunsta espanol fray Serafm ductores protestantes también toman en cuenta.
°de A~ejo, OFMCap. apoyado por los obispos es-
pañoles se invirtieron los términos para dar preferen-
cia a lo~ textos de las lenguas originales, y el pasaje
I o
Siguiendo los progresos de la crítica textual la
o
pnmera versión de esa índole al castellano fue la de
J.B. Pratt, misionero presbiteriano en México, subtitu-
lada Versión Moderna (1910), publicada por la So-
'

relativo quedó así: o


ciedad Bíblica de los EE.UU. de A Lleva al calce de las
"Es menester que el acceso a la Sagrada Escnt~ra
esté de par en par abierto a los fieles, Por esta razon, páginas un breve aparato crítico, en que ofrece el
s~ntido literal de los vocablos hebreos y griegos, traduc-
ya desde los orígenes recibió la Iglesia como suya la
antiquísima versión del Antiguo Testamento llamada ciones alternas y anotación de pasajes sin suficiente
de los Setenta, y mira siempre con hon?r otras ver- apoyo textual, los cuales retiene en el texto, pero entre
corchetes. En la traducción, Pratt adoptó ya hasta
siones orientales, así como las latinas, senaladamente
la llamada Vulgata. Ahora bien, como la ~alabra de
cierto punto el principio de la equivalencia dinámica,
pero todavía con alguna timidez, ya que cuida de poner
Dios ha de estar a mano para todos los tiempos, la
en tipo cursivo "las palabras ... introducidas para suplir
Iglesia procura con maternal solicitud que se comp~n­
la elipsis original, y para aclarar el sentido". Pero eso,
gan versiones adecuadas Y bien hechas. a .las ~anas
que parecería añadido, puede estar obviamente im-
lenguas, señaladamente de los. textos .pnmlgemos de
plícito en el original, y al hacerlo explícito la traducción
los libros sagrados. Estas vefS1ones, s~, dada la opor-
no rebasa el sentido de éste. Posteriores ediciones
tunidad y con aprobación de la Iglesia se llevaren a
omiten el aparato crítico, con lo que la versión perdió,
cabo en esfuerzo mancomunado con los ~e~man~~
a nuestro ver, mucho de su valor. Si en medio en que
separados, podrán ser usadas por todos los cnstlanos. .
Gonulo Diez Camargo
HIstoria del Tato Bíblico
87
la ci ncias bíblicas habían hecho notables progresos
primera versión católica de toda la Biblia directamente
las versiones críticas no causaban mucha extrañeza, en
de las lenguas originales. Los traductores fueron el
el mundo de habla hispana, tradicionalista y Iiteralista
canónigo Eloíno Nácar Fuster y el profesor Alberto
todavía hoy, tres cuartos de siglo después, la Versión
Colunga, O.P., por lo cual se conoce como versión
Moderna no fue general y popularmente acogida. Se
Nácar-Colunga. En 1947 se publicó también en Es-
usó en algunos seminarios como materia de consulta y
paña, anunciada como "versión crítica sobre los textos
estudio, y a pesar de su excelencia, para aquella época,
hebreo y griego" la traducción del P. José Ma. Bover
dejó pronto de publicarse. iPratt se había adelantado
S.l., y del profesor Francisco Cantera Burgos. Falle-
a su tiempo y a su medio! . cido el P. Bover, se preparó una nueva edición, pero re-
. Casi al mismo tiempo que la Versión Moder;ra visando a fondo la versión, sobre todo la del Nuevo
apareció una edición de prueba de los Cuatro EvangelIOS,
Testamento. Para el Antiguo Testamento se utilizála
como avance de una nueva versian que se llamaría
Hispanoamericana, y que tomó como base el te~to Biblia Hebraica de Kittel-Kahle, y para el Nuevo, The
griego de Nestle cuarta edición británica. La versión Greek New Testament (2a. edición), de las Sociedades
completa del N~evo Testamen~o s.alió en 191~, im- Bíblicas Unidas. Sustituyó al P. Bover el profesor
presa en España, con el p~e edltonal dC? la Socled.ad Manuel Iglesias González.
Bíblica Británica y Extranjera y la Socle~ad Bíbhca También fue Nestle el texto de base de la Nueva
Americana. También se adelantó a su tiempo. Al Versión Castellana (Socieades Bíblicas Unidas, en
parecer el medio protestante de habla hispana no prensa, por Thomas Nelson) yel Nuevo Testamento
estaba preparado para una versión crítica, ye~cepto en Ecuménico (Taizé-Herder, 19(6), incorporado después
algunos seminarios y otros centros de estudiO, no fue en la La Biblia (Herder), edición preparada por fray
de uso general. Desde el punto d~ vista del castell~no Serafín de Ausejo.
fue una traducción modelo por su esmerada corrección Para el Nuevo Testamento de la Versión Popular
gramatical y estilística. Unos decenios des.~ués fu.e Dios habla hoy (Sociedades Bíblicas Unidas) se uti-
revisada, y con el nuevo nom~r~ de ye~.lon Lati- lizaron como base textual Nestle-Aland y TheGreek
noamericana se publicó en edlcl~n blhngue con e~ New Testament.
texto de la Revised Standard Venwn. Tampoco aSl
tuvo una acogida general.
Anticipándose a la declaración del Vatica~o .11,
pero con la venia papal expresada en _la enclchca
Divino afflante Spiritu, se publicó en Espana en 1944 la
COLOFÓN
La historia del texto bíblico, larga y azarosa como
ha sido, explica la razón de que las versiones que hemos
llamado críticas, es decir, las que toman en cuenta esa
historia, no dejen de causar sorpresa y aun desagrado a
quien las juzgue con un criterio literalista, como si una
determinada y favorita versión, o aun el texto origi-
nal mismo, hubieran sido dictados sobrenaturalmente
palabra por palabra y letra por letra.
Para los creyentes, la Biblia contiene el mensaje
de Dios al hombre y de todas las latitudes y todos los
tiempos. Ella misma dice cómo ha hablado Dios al
hombre: "Antiguamente Dios habló a nuestros ante-
pasados muchas veces y de muchas maneras por medio
de los profetas" (He. 1.1). La palabra griega que se
traduce "muchas veces" también quiere decir "poco a
poco" o "parte por parte", o sea, no de una sola vez y
desde luego plenamente.
"Los profetas nunca hablaron por su propia
voluntad -se dice en 2 P. 1.21; al contrario, eran hom-
bres que hablaban de parte de Dios, dirigidos (lit.
"llevados" o "movidos") por el Espíritu Santo". Es
Hiatoria del Tcúo BfbIico 91

decir lo que escriben así es " inspirado por Dios", lite- (He; 1.2,3); O, ~mo dice el prólogo del Evangelio
ralm~nte, es algo que contiene el aliento de Dios. Pero segun San Juan, la Palabra se hizo hombre y vivió
el escritor sagrado no se convierte, ~or ello, en ~n entre nosotros" (Jn. 1.14).
autómata. Al valerse de él para comumcar su mensaje, . Es enorme la deuda de gratitud que tenemos
Dios no lo priva de su sentido y conciencia En ningún pnmeramente, con los escritores revisores y finales
momento le anula su personalidad, su temperamento o redactores de los libros sagrados, que bajo la dirección
estilo personal. El mensaje que trasmite no es suyo, d~l Espíritu Santo asimilaron, primero, el mensaje que
pero la forma de expresarlo sí, y en ella se traslu~ .su DIOS les comunicaba y ordenaba trasmitir, y luego lo
idiosincrasia. No es una grabadora magnetofomca expresaron con sus propias palabras, conscientes sin
tomando el dictado de Dios, palabra por palabr~, con duda de lo imperfecto que es el lenguaje humano para
sus comas y sus punt05. Ni siquiera es co~o un taqUlgra~O, descorrer el velo de las cosas divinas.
sino más bien como un secretario intehgente, ldentl.fi- También tenemos una deuda enorme de gratitud
cado de tal modo con su jefe, que éste no ne~slta con cuantos, sin duda guiados también por el Espíritu
dictarle' simplemente le dice lo que ha de comumcar, Y Santo, cuidaron de la trasmisión del texto sagrado al
él lo redacta con sus propias palabras. . través de las vicisitudes, riesgos e imperfecciones in-
O sea que, en la Biblia, la Palabra es deplos; las herentes a toda comunicación por medios humanos.
palabras con que esa divina Palab.ra s~ trasmite s~n de Su reverencia por ese texto, y el cuidado escrupuloso
los hombres escogidos, dotados, mspuados y gUlados con que lo fueron pasando de generación en genera-
por su Espíritu para que trasmitan fiel~ente su mens?- ción, nos han dejado perpetuamente obligados. Parece
je. Así este mensaje pasa en su esenCia, por el mediO comprobado que en su trasmisión manuscrita durante
humano los escritores sagrados que como hombres tantos siglos, el texto bíblico sufrió mucho menos al-
están co~dicionados por su ambiente cultural, por su teraciones que el de las grandes obras clásicas de la
modo de ser personal y por la índole de la lengua en qu~ antigüedad.
escriben. Por lo tanto, sus escritos adolecen de las h- Objetivamente, además, puede com probarse que
mitaciones consiguientes. Así pues, finalmente la ~ala­ el mensaje esencial de la Biblia, el de la salvación, se ha
bra de Dios encama en una Persona cuya r~ahdad trasmitido íntegro, sin que hayan afectado su sustancia
trasciende todas las palabras humanas: Jesucnsto, la las variantes que aparecen en los mejores manuscrito .
Los pasajes que resultan oscuros o incierto son, desde
Palabra viviente de Dios. Por eso la .carta a l?s !1ebreos
luego, una minoría, yes notable que ninguna doctrina
sigue dicendo que Dios "en est~s tiempos ultimas ~o~
en verdad fundamental depende de ello para
ha hablado por medio de su HIJo ... resplandor .glono"
sustentarse.
so de Dios, la imagen misma de lo que DIos es
92 OonzaIo B4ez Camlr¡o
Historia del Tezto Bfbüoo 93
uestra inmensa gratitud ha de extenderse tam-
bién a quienes, sobre todo en los tiempos modernos,
han profundizado en las ciencias bíblicas, y se han
empeñado, con devota consagración y reverencia,
encomendándose a la asistencia del Espíritu Santo, en
depurar el texto bíblico de las alteraciones que no pudo
menos que sufrir en el curso de su trasmisión durante
siglos. Y finalmente hemos de sentir simpatía y agrade-
cimiento por los traductores de la Biblia a nuestra
lengua, ya que, sin perder la conciencia de lo delicado
de su labor, han debido encararse con problemas, a
veces muy difíciles, que el propio texto les presenta en BIBLIOGRAFÍA SELECTA
las lenguas originales.
El campo y propósito del presente ensayo ha sido
Obras citadas
simplemente histórico. No entra, pues, en ellos el
asunto de la inspiración bíblica, que concierne más BEH Barthélemy, O .P., Dominique, Études dA Histoire
bien a la teología. Pero el hecho de que el mensaje qu TextederAncien Testament, Friburgo,Suiza:
esencial de la salvación se haya preservado y trasmitido Editions Universitaires, 1978.
por medio de la Biblia, a pesar de todos los riesgos y
azares de la trasmisión por medios humanos, es tan CHB Ackroyd, P.R. & Evans, C.F., eds., The Cam-
extraordinario, que resulta suficiente, sin necesidad de bridgeHistory ofthe Bible, Londres: Cambridge
recurrir a elaborados argumentos' apologéticos, para University Press, 1970.
probar la inspiración de las Sagradas Escrituras. CfQ Cross, F.M. & Talmon, S., eds., Qumran and the
La prueba realmente decisiva de la inspiración History of the Biblical Text, Cambridge, Mas .:
singular de la Biblia es, por supuesto, el poder ex- HaIVard University Press, 1955.
cepcional que ella ha demostrado, generación tras
generación, y sin duda seguirá demostrando, para acer- DSS Burrows, Millar, The Dead Sea Scrolls, New
car Jos hombres a Dios y para transformar radicalmente
su modo de ser y de vivir. ¡ York: The Viking Press, 1955.
GBT Gordis, Robert, TheBiblicalText intheMaking,
New York: Ktav Publishing House, 1971.
94 Gonzalo B!ez Camer¡o

GIM Ginsburg, e D., Introduction ofthe Massoretico-


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IDB Interpreter's Dictionary of the Bible, New York-
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Oxford: Oxford University Press, 1%1 Pubtidisa en el mes ue junio de 2009.

Sanders, J. A., The Dead Sea Psalm Scroll, Publ idisa Mexicana A de V
Ithaca, N. Y.: Cornell University Press, 1967. Calzada Chabacano N° 69. Plantn Alta
Colonia Asturias Deleg. Cuauhtémoc
06850 M~xico DF
Würthwin, Ernest, The Text 01 the Old Test- www .publidba.com
ament, Oxford: Basil Blackwell, 1957.
Excelente orador y predio ador
profundo en los anales
religIOSOS Y biblícos tanto en
lo teológICO como en lo
hiS16rico. ~ 'J
literano

El doctor Gonzalo Báez-


Carnargo nació en <)axlea.
Oa)(. EI13 de no.18mbre de
1899 '1 falleció el 31 de
aonsao. 1983 en • CÍI!ded
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