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La síntesis de polímeros ha sido un avance tecnológico muy importante puesto que su uso no está

limitado al nivel industrial. Estos polímeros sintéticos se obtienen fundamentalmente a partir del
petróleo y son creados para funciones específicas. (Valero-Valdivieso, Ortegón, & Uscategui,
2013). El plástico es uno de los materias más ampliamente usado para un sin número de cosas, es
económico, resistente y se puede adaptar a casi todos los requerimientos tanto industriales como
de la vida cotidiana.
Pero esta adaptabilidad y resistencia también los ha hecho un grave problema para el medio
ambiente de nuestro planeta, son materiales resistentes a la descomposición por parte de los
microorganismos, no se oxida por el efecto del medio ambiente ni se diluyen en agua. Su
disposición final es bastante compleja pues pueden tardar hasta 500 años en degradarse, pero es
tan grande su consumo y tan corta su vida útil que muchos de ellos son desechados con apenas
haber sido tocados una sola vez.
Por otro lado, las sociedades actuales están tratando de migrar de la dependencia económica del
petróleo, esto debido a que es un producto con unas reservas limitadas, lo que lo hace un
producto con alta variabilidad de precio como de suministro.(Valero-Valdivieso et al., 2013)
Es por esto que muchas de las investigaciones, en cuanto a materiales se refiere, están enfocadas
en hallar un sustituto que posea equiparables cualidades pero que no tenga tan alto costo
ambiental. De este modo se abre la puerta a los posibles sustitutos, los biopolímeros, que son
productos que en su gran mayoría provienen de recursos renovables y por tanto, en teoría,
biodegradables.
Pero estos materiales no están únicamente enfocados en solucionar el problema ambiental,
también se proyectan como alternativas para el recubrimiento de productos farmacéuticos, que
pueden mejorar la biodisponibilidad, y como productos que pueden ayudar en la obtención de
fibra sin aporte calórico para una dieta más balanceada.
Unos de estos compuestos son los polihidroxialcanoatos (PHAs), que han sido uno de los
polímeros biodegradables más estudiados, por sus buenas características para la producción de
empaques. Estos son biopolímeros intracelulares, producidos como cuerpos de inclusión en
microorganismos del género Pseudomonas y Azotobacter entre otros. Son compuestos
termoplásticos, compatibles y completamente biodegradables, enantioméricamente puros, no
tóxicos, insolubles en agua, inertes, estables al aire y presentan buena procesabilidad en equipo.
Tienen además potencial uso en ortopedia, en sistemas de entrega cardiovascular, así como en
producción de micro esferas para sistemas de entrega de fármacos. Otra aplicación reciente de los
biopolímeros consiste en la producción de empaques biodegradables con atmósfera modificada
producidos a partir de ácido poliláctico, los cuales presentan permeabilidad a gases, permitiendo
un aumento de tiempo de vida útil de frutas y verduras frescas, manteniendo las características de
frescura, color y aromas. (Ospina, 2015)
Pero la aplicación no solo se queda ahí, Por ejemplo, en barras de fruta, además de incrementar el
contenido de fibra, el biopolímero favorece la consistencia de la barra, evitando que esta se
adhiera a su empaque secundario. Estos compuestos pueden ser producidos por microorganismos,
razón por la cual se han realizado procesos de bioprospección para la búsqueda y selección de
cepas, y, adicionalmente, el estudio de las moléculas encargadas de esta producción: las enzimas y
las proteínas encargadas de su síntesis. (“GRUPO DE BIOPOLÍMEROS Y BIOFUNCIONALES. Los
biopolímeros, compuestos que mejoran la salud,” 2017)
Probablemente estos avances y el intenso estudio que se está haciendo sobre estos materiales sea
una solución no solo a nivel industrial, sino también en el campo de la medicina y la farmacia. Con
amplia biodiversidad existente en Colombia no es difícil pensar que muchos de estos nuevos
materiales puedan provenir de aquí.

Camilo, J., Lucia, M., Paula, M., Manuel, J., & María Helena, R. (2017). ELABORACIÓN DE UNA
PELÍCULA PLÁSTICA BIODEGRADABLE A PARTIR DEL ALMIDON DE YUCA Y PECTINA. In CLIC
(Vol. 1).
GRUPO DE BIOPOLÍMEROS Y BIOFUNCIONALES. Los biopolímeros, compuestos que mejoran la
salud. (2017). Revista Colombiana de Biotecnología.
Ospina, S. (2015). Biopolímeros y su aplicación en medio ambiente. Revista Colombiana de
Biotecnología, 17(2). https://doi.org/10.15446/rev.colomb.biote.v17n2.54295
Valero-Valdivieso, M. F., Ortegón, Y., & Uscategui, Y. (2013). Biopolímeros: Avances y perspectivas.
DYNA (Colombia), 80(181), 171–180.
Zujur, D. (2016). Prótesis en artroplastia total de cadera y recubrimientos bioactivos de quitosano
para mejorar su desempeño. Rev. Ing. Bioméd, 10(19).
https://doi.org/10.24050/19099762.n19.2016.1030

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