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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA.

MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA DEFENSA


UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL POLITÉCNICA
DE LA FUERZA ARMADA BOLIVARIANA.

UNEFA-NUCLEO MARACAY

IMPOR
BACHILLER:

YOSELIN LASALA

TANCI
A DE
UN

Introducción

Hace menos de medio siglo la psiquiatría vivía un proceso de cambio en


diversos lugares del mundo. Se había cuestionado seriamente el papel del
hospital psiquiátrico, sus prácticas, técnicas, tratamientos y
conceptualizaciones sobre la enfermedad mental. En ese momento, y aún hoy
en varios lugares, la meta fundamental era la desinstitucionalización, que
implicaba la subjetivación de las personas que estaban hospitalizadas, proceso
que necesariamente incluía la recuperación de su historia y de sus vínculos,
entre ellos los familiares.

Una vez logrado esto, total o parcialmente, el objetivo fue evitar la


institucionalización de nuevas personas que presentasen un trastorno
psiquiátrico. La consigna seguida ha sido cambiar la hospitalización única y de
por vida, por múltiples hospitalizaciones parciales, si esto es necesario. Y el
despliegue de otras modalidades de tratamiento. Lo anterior requiere, desde
luego, la presencia y participación de las familias en el tratamiento de las
personas con trastorno mental.

No obstante, esta presencia de las familias no ha sido fácil de lograr. Debido no


a características intrínsecas de estas familias, sino por las dificultades que
implica asumir el cuidado y la contención de una persona con trastorno mental,
generalmente, sin apoyo alguno. Las familias han sido, en la mayoría de los
casos, dejadas a su suerte en esta tarea, y se ha llegado al absurdo de que
sólo cuando se retiran y abandonan a su familiar, la sociedad y el Estado
actúan.
Es importante considerar que la Familia puede ser tipificada por su estructura;
es decir, por cómo está constituida, tal como se ha relatado,  sin embargo más
allá de esa tipificación; monoparental,  tradicional, extensa, debemos
considerar que la familia debe ser funcional, eso implica que cumpla con las
funciones que como familia tiene a pesar de la existencia de separaciones,
crisis, pérdida de algún miembro, problemas económicos y cualquier situación
que la afecte;  sucede que ante la crisis la familia que no tiene claro la
importancia de sus funciones, se debilita y en lugar de promover el sano
desarrollo de cada uno de sus miembros esta se convierte en un factor de
riesgo adoptando conductas poco saludables y de riesgo cada uno de los
integrantes; como por ejemplo,  el consumo de alcohol u otras drogas situación
que puede conllevar a problemas de dependencia a  estas sustancias;
descuido y falta de motivación para trazarse metas y  obtener logros en el
plano académico, laboral, familiar desencadenando problemas de inadaptación
y trastornos afectivos; en casos más drásticos  puede  conllevar a la inmersión
en conducta delictiva y conflictos con la ley, todas las descritas son formas de
perecer como sujeto en la sociedad actual.

En este punto es importante preguntarnos, ¿Tenemos claro cuáles son las


funciones de la familia?… En términos sencillos la familia cumple con tres 
funciones  básicas para el sano desarrollo de cada uno de sus
miembros;  protección,  cuidado y brindar afecto,  la clave de nuestra
supervivencia humana de forma saludable  reside en recibir  protección,
cuidado y afecto, a la vez  bajo  el cumplimiento de esa premisa  es transmitida 
a los hijos, quienes aprenden de la experiencia vivida a brindar protección,
cuidado y afecto, lo harán en el momento que se encuentran listos y la
situación lo amerita, recordemos que todos somos hijos .

Debemos recordar además que no podemos brindar lo que no tenemos,  por


eso cuando se encuentre ante una situación de crisis, por ejemplo, en la que su
hijo o hija adolescente no muestre respeto hacia usted, pregúntese, si ese
adolescente se siente respetado por usted , cuestiónese hasta encontrar la
respuesta y  solucione el conflicto sea  este tener que explicar a su hijo o hija
sobre la reciprocidad y cómo debe respetarle en función del respeto que usted
pone como ejemplo, o sea reconociendo que  está vulnerando el derecho de su
hijo o hija a ser respetado acompañado de la respectiva rectificación.

Al hablar de las funciones de la familia y reducirlas en tres actividades


aparentemente sencillas  protección, el cuidado y brindar afecto, debe quedar 
claro que esas funciones son procesos que nos pueden resultar difíciles;  sin
embargo, está garantizado que tenemos la predisposición para  ponerlas en
práctica diariamente, además cabe señalar que por la forma en la que está
integrada la familia generalmente padres e hijos, gran parte de la
responsabilidad de nutrir a los miembros de la familia, dotarlos de equilibrio
emocional y promover su madurez recae sobre los adultos, generalmente
progenitores, quienes  han alcanzado la  madurez necesaria para cumplir
cabalmente con el funcionamiento familiar, lo que nos devuelve  a la premisa
de “no se puede brindar lo que no se tiene”, añadiendo que “es difícil promover
lo que no eres”, los adultos tienen  la responsabilidad de mantenerse sanos
emocional, física y espiritualmente , así a pesar de que  existen una serie de
situaciones y condiciones bajo las cuales encontraremos dificultades, tenemos
el potencial biológico, psicológico y social para superar los conflictos, las crisis,
los impases que la vida familiar conlleva y cumplir adecuadamente,
promoviendo la salud física y emocional de los hijos, buscando el desarrollo y
fortalecimiento de sus habilidades y destrezas, moldeando su conducta  hacia 
un estilo de vida saludable, estableciendo normas de convivencia basadas en
el amor, el respeto, la tolerancia, la solidaridad y demás valores éticos y
morales, preparando así  a los niños, niñas y adolescentes de la familia para
construir relaciones sociales saludables y lograr un desarrollo personal pleno,
con la capacidad de resolver los problemas y superar las crisis parte de nuestra
convivencia habitual como seres humanos conviviendo en  sociedad. La
sociedad nuestra gran familia, la familia amplia,  misma de la que somos
críticos  al observar cómo se pierden valores, como nos deshumanizamos y
atacamos entre nosotros, en los noticieros, redes sociales y demás prensa,
podemos apreciar el aumento de  delitos, desde  crímenes de odio a mentiras
piadosas que en apariencia no dañan a nadie, así como  observamos  los
cambios sociales que nos transforman como sociedad, ante una preocupante
pasividad que no podemos seguir permitiendo, porque a diferencia del maíz,
del arroz o el camarón especies del mundo vegetal y animal  expuestos como
metáforas, la especie humana, tiene un nivel de desarrollo activo  en la
sociedad.

El entorno familiar es clave para lograr la recuperación de una persona cuando


pasa por una enfermedad física o mental. El apoyo, el cariño, el soporte
material, la seguridad y el orden, que proporciona la familia al paciente “es uno
de los factores más importantes en el éxito de un tratamiento”. La familia juega
un papel muy importante en el desarrollo de enfermedades. Aunque haya una
predisposición genética para heredar un trastorno, serán los factores
psicosociales -sobre todo dentro de la familia- los que determinarán si se
desarrolla o no la enfermedad mental.

La familia no se desarrolla ni existe de manera aislada, se encuentra inmersa


en la sociedad por lo que hay una serie de valores socioculturales que inciden
en el desarrollo de la familia. Ésta se ve fuertemente influenciada por todo lo
social que abarca un sistema económico de producción, tecnología, valores,
creencias, etc. Así, una perspectiva psicosocial nos permite estudiar todos los
factores que inciden en la familia cuando aparece la enfermedad y/o trastorno
mental, con una perspectiva integral.

La familia es un sistema y si cada elemento no cumple con su función


empezará a haber conductas disruptivas, este es el momento de pedir ayuda
profesional. La comunicación es otro factor muy importante: el saber qué está
pasando con cada miembro de la familia, saber decir las necesidades propias y
sobre todo prevenir: ¿qué pasa cuando se empiezan a desarrollar las
predisposiciones? o ¿qué hacer frente a una crisis? Las familias se pueden
preparar para ello con atención preventiva.

Las enfermedades mentales tienen una carga multifactorial que incluye una
predisposición genética, sin embargo, esta carga no quiere decir
necesariamente que con esto se va a desarrollar la enfermedad porque los
factores psicosociales y la familia influyen. Resiliencia y vulnerabilidad
(brindada por la carga genética) son factores que determinarán si se desarrolla
o no la enfermedad. Podemos afirmar que se hereda la predisposición más no
el trastorno. Por ejemplo: la diabetes tiene una carga genética sin embargo al
cuidar su salud, llevar una dieta balanceada y hacer ejercicio no se desarrolla
la diabetes, lo mismo pasa con la esquizofrenia, el autismo y la depresión.

El estrés juega un papel muy importante para que las enfermedades mentales
se desarrollen, si el estrés dentro de la familia es esquizofrenizante, sí se va a
desarrollar el trastorno. Hay enfermedades que solo tienen un 10% de
posibilidades de desarrollarse teniendo una carga genética. En el caso del
trastorno por déficit de atención éste sí tiene una carga genética muy
importante y por lo general, al tenerlo es frecuente que uno de los padres
tengan también TDA, y es debido a esa fuerte carga genética que se tiene que
tratar con psicoterapia y medicamentos. En este caso, la terapia familiar
también ayuda a que se atenúen los conflictos y a brindarles la contención que
necesitan los niños con TDA y TDAH, se convierte en el espacio para
tranquilizarlos, reflexionar y orientarlos con otras estrategias. Así, la familia
juega un papel muy importante en el desarrollo y tratamiento de enfermedades
mentales.
Al hablar de las funciones de la familia y reducirlas en tres actividades
aparentemente sencillas protección, el cuidado y brindar afecto, debe quedar
claro que esas funciones son procesos que nos pueden resultar difíciles; sin
embargo, está garantizado que tenemos la predisposición para ponerlas en
práctica diariamente, además cabe señalar que por la forma en la que está
integrada la familia generalmente padres e hijos, gran parte de la
responsabilidad de nutrir a los miembros de la familia, dotarlos de equilibrio
emocional y promover su madurez recae sobre los adultos, generalmente
progenitores, quienes han alcanzado la madurez necesaria para cumplir
cabalmente con el funcionamiento familiar, lo que nos devuelve a la premisa
de “no se puede brindar lo que no se tiene”, añadiendo que “es difícil promover
lo que no eres”, los adultos tienen la responsabilidad de mantenerse sanos
emocional, física y espiritualmente , así a pesar de que existen una serie de
situaciones y condiciones bajo las cuales encontraremos dificultades, tenemos
el potencial biológico, psicológico y social para superar los conflictos, las crisis,
los impases que la vida familiar conlleva y cumplir adecuadamente,
promoviendo la salud física y emocional de los hijos, buscando el desarrollo y
fortalecimiento de sus habilidades y destrezas, moldeando su conducta hacia
un estilo de vida saludable, estableciendo normas de convivencia basadas en
el amor, el respeto, la tolerancia, la solidaridad y demás valores éticos y
morales, preparando así a los niños, niñas y adolescentes de la familia para
construir relaciones sociales saludables y lograr un desarrollo personal pleno,
con la capacidad de resolver los problemas y superar las crisis parte de nuestra
convivencia habitual como seres humanos conviviendo en sociedad. La
sociedad nuestra gran familia, la familia amplia, misma de la que somos
críticos al observar cómo se pierden valores, como nos deshumanizamos y
atacamos entre nosotros, en los noticieros, redes sociales y demás prensa,
podemos apreciar el aumento de delitos, desde crímenes de odio a mentiras
piadosas que en apariencia no dañan a nadie, así como observamos los
cambios sociales que nos transforman como sociedad, ante una preocupante
pasividad que no podemos seguir permitiendo, porque a diferencia del maíz,
del arroz o el camarón especies del mundo vegetal y animal expuestos como
metáforas, la especie humana, tiene un nivel de desarrollo activo en la
sociedad.
Conclusión

La familia es un contexto de desarrollo y socialización para los hijos y al mismo


tiempo de desarrollo y de realización para los adultos. Como agente de
socialización la familia aporta un sano crecimiento en las conductas básicas de
comunicación, diálogo y simbolización.

    Es un escenario donde se construyen personas adultas con una determinada


autoestima y un determinado sentido de si mismo y que experimentan un cierto
nivel de bienestar psicológico en la vida cotidiana frente a los conflictos y
situaciones estresantes.

    La familia además de cumplir funciones importantes es un grupo que


atraviesa por cambios evolutivos, que exigen de la misma un proceso de
continuos ajustes. Estos cambios son producidos tanto desde el exterior, como
resultado de los continuos movimientos sociales, así como desde el interior, por
los cambios evolutivos de sus miembros y por transformaciones estructurales.
Así, una familia potencialmente es más funcional, en la medida que exista un
equilibrio en el cumplimiento de sus funciones y a su vez disponga de recursos
adaptativos para enfrentar los cambios.

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