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PROCEDIMIENTOS ANTE

EL JURADO Y OTROS
PROCEDIMIENTOS

Módulo 2 – Unidad 2

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UNIDAD 2. PROCEDIMIENTOS ANTE EL JURADO Y OTROS PROCEDIMIENTOS....................... 3

2.1. PROCEDIMIENTO ANTE EL JURADO ........................................................................................... 3


2.1.1. RENUNCIA AL PROCEDIMIENTO ANTE JURADO ......................................................................... 5
2.1.2. EFECTOS DE LA RENUNCIA ....................................................................................................... 6
2.1.3. CARGO DE JURADO .................................................................................................................. 8
2.1.4. REQUISITOS PARA SER JURADO ................................................................................................ 9
2.1.5. EXCEPCIONES PARA SERVIR COMO JURADO ............................................................................10
2.1.6. COMPOSICIÓN DEL JURADO .....................................................................................................12
2.1.7. REGLAS DURANTE EL JUICIO CON JURADO ..............................................................................14

2.2. OTROS PROCEDIMIENTOS ............................................................................................................16


2.2.1. PROCEDIMIENTO SIMPLIFICADO ..............................................................................................16
2.2.2. PROCEDIMIENTO DIRECTO.......................................................................................................19
2.2.3. PROCEDIMIENTOS ESPECIALES ................................................................................................20
2.2.4. PROCEDIMIENTO PARA ASUNTOS COMPLEJOS .........................................................................24
2.2.5. PROCEDIMIENTO ANTE EL JUEZ MUNICIPAL ...........................................................................25

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Unidad 2. Procedimientos ante el jurado y otros
procedimientos

2.1. Procedimiento ante el jurado

En la Constitución Política de la República de Panamá, en el artículo 218, se reconoce la


figura del jurado señalando que “la ley determinará las causas que deban decidirse por este
sistema” (p. 76). Así mismo, Morán (2018a) señala que, en Panamá, se reconoce esta
institución como “Jurado de Conciencia, el cual únicamente se ejecuta en el proceso penal”
(p. 305).

En este sentido, Morán (2018) comenta que en el documento del Código Procesal de
Panamá se explica el reconocimiento constitucional que ha tenido la figura del jurado de
conciencia, señalando que la misma fue instaurada en el país:

[…] desde la época departamental y por disposición de la Constitución de 1869 que rigió
en nuestro país hasta la expedición de la primera Constitución Republicana, conocida
como la Constitución de 1904. En esta, se alude a la figura en el artículo 95 del Título IX
que se refiere al Poder Judicial y su tenor era el siguiente: La ley determinará las causas
que en materia criminal deban decidirse por el sistema de Jurados. Ese artículo, no da
mayores detalles sobre la figura y solo se limita a señalar que es a través de la Ley que se
determinará qué causas se decidirán por jurado. La Constitución de 1941 mantiene el
mismo texto en su artículo 134. Las Constituciones de 1946 y 1972, con sus respectivas
reformas, mantienen la figura en sus artículos 175 y 197 y 218, respectivamente.
No hay cambios en lo medular, simplemente varía la redacción siendo su tenor el
siguiente: Se instituye el juicio por jurados. La ley determinará las causas que deben
decidirse por este sistema. (Morán, 2018, p. 306)
Nuestro objetivo principal es conocer el concepto de jurado, que viene a ser una institución
cuya función fundamental es analizar y juzgar el hecho y, al momento de emitir un fallo, su
criterio queda en manos de los jueces.

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En este sentido, Londoño (2014) destaca que:

La idea principal a la que se apeló para señalar la pertinencia del Jurado en los juicios de
imprenta radicó en que un panel de jurados era más representativo de la opinión pública.
Esta era la más indicada para juzgar delitos de opinión y de moral, que en la mayoría de
los casos no podían ser codificados por la ley. [...] (p. 96)
En algunos países latinoamericanos, por ejemplo, el juicio por jurado para todas las causas
penales era una aspiración sostenida de los liberales. Es por ello por lo que los liberales
istmeños pusieron empeño en esa tarea a fin de mantener la línea establecida. De acuerdo
con lo señalado por Garnica (2002), citado por Vargas (2022),

La adopción de la idea de juzgar criminalmente a las personas por jurados de conciencia


fue presionada en el Istmo por los comerciantes norteamericanos que allí se
establecieron para atender el tráfico transatlántico que se había incrementado desde el
descubrimiento de minas de oro en California. Tratándose de una institución judicial
proveniente de la tradición norteamericana, fueron estos ciudadanos quienes le
solicitaron al Presidente de la República, en marzo de 1850, la concesión de esta
institución liberal para la provincia de Panamá. Argumentaron entonces su necesidad en
los continuos roces personales que daban entre los viajeros norteamericanos y algunos
ciudadanos panameños, originados en los mutuos prejuicios sociales que existían entre
ellos, así como los problemas de desorden y criminalidad que eran frecuentes en los
puertos del Istmo. (p. 3)
En Panamá, el jurado es mejor conocido como Jurado de Conciencia, el cual representa una
parte fundamental del órgano de justicia; este se solicita en determinado momento para
dar un veredicto de justicia, basándose exclusivamente en las pruebas presentadas, a fin de
no contaminar el procedimiento que se lleva a cabo durante el juicio.

Tal como lo señala Franco Jaramillo (2017), conviene hacer una definición formal de lo que
representa el Jurado de Conciencia, destacando a su vez la importancia que ha tenido a lo
largo del tiempo, a saber:

El Jurado de Conciencia es un órgano encargado de administrar justicia que,


implementado de una manera adecuada, resulta indispensable en el sistema procesal
acusatorio oral, debido a que se constituye en límite del poder del Estado que se expresa
a través de jueces de puro derecho, que se muestran como terceros ajenos a la contienda
de partes, aplicando sin humanismo y en puridad las reglas inhumanas de la ley, sobre las
personas que por una u otra razón son víctimas de la actividad acusatoria estatal.

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Ya en el pasado, se han presentado jurados de conciencia en las causas criminales, por lo
que la impotencia del Estado y los ataques grandilocuentes de los juristas condujeron a
su desaparición, pero que a despecho de ello lograba poner límites al poder del Juez y del
Estado, pasar por encima del criterio jurídico o en derecho, de la pura legalidad, para
imponer y hacer valer la conciencia moral y ética de la sociedad.
Por ejemplo: En 1969 amarizó el trámite de primera instancia de un proceso penal en el
cual actuaba el jurado de conciencia; se trataba de un homicidio con arma de fuego
cometido por dos personas, suegro y yerno, que se apostaron a la vera de un camino y
sobre seguro eliminaron a tiros de escopeta a un tercero que venía, desarmado y solo,
por esa vereda. El jurado de conciencia determinó, en esa oportunidad, que los
procesados no eran responsables por justificación del hecho. El Juez, entonces, en puro
derecho, consideró que tal decisión era claramente contraria a la evidencia de los hechos
demostrados en el proceso, efectuó la respectiva declaratoria de contra evidencia y
remitió la actuación en consulta de su decisión al Tribunal. (p. 65)

2.1.1. Renuncia al procedimiento ante jurado

En el proceso penal, el acusado que será juzgado por el jurado tiene la potestad de renunciar
a dicho derecho y optar, en última instancia, a ser juzgado por el Tribunal de Juicio. En este
sentido, para dar a conocer su deseo, se debe manifestar expresamente la renuncia en un
lapso no mayor de cinco (5) días antes de la fecha en la que inicie el juicio; no obstante,
debe tenerse en cuenta los delitos en que este es competente, de acuerdo con lo estipulado
en el artículo 43 del Código Procesal Penal, que se cita a continuación:

Artículo 43. Competencia del Tribunal de Jurados


El Tribunal de Jurados tendrá competencia para conocer los siguientes delitos:
1. Homicidio doloso que no sea producto de delitos de terrorismo, secuestro, extorsión,
asociación ilícita, pandillerismo, narcotráfico o blanqueo de capitales.
2. Aborto provocado por medios dolosos, cuando, por consecuencia de este o de los
medios usados para provocarlo, sobreviene la muerte de la mujer.
3. Que impliquen un peligro común y los delitos contra la salud pública, cuando, por
consecuencia de ellos, sobreviene la muerte de alguien, con excepción de los
causados por imprudencia, negligencia o impericia en el ejercicio de una profesión u
oficio. (Ley N° 63, 2008, p. 8)
Existen posturas diversas en cuanto a la naturaleza de los juicios por jurado, en su gran
mayoría se considera una garantía del acusado; sin embargo, se puede sostener que es un

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derecho de los ciudadanos el participar dentro de los sistemas de justicia, específicamente
en los juicios.

Podemos mencionar, al respecto, lo manifestado por Schiavo (2016) en Derecho


comparado, quien sostiene que el juicio por jurados hace la imparcialidad, por lo que: “Es a
partir de esa construcción donde sostiene que la renuncia al juicio por jurados debe ser
permitida solo cuando pueda haber una afectación a la parcialidad del jurado” (p. 168). De
allí la postura que mantienen algunos países como Estados Unidos en relación con la
parcialidad del jurado en determinados casos, por lo que debe permitirse su renuncia de
ser necesario.

Por su parte, Granillo (2013) indica que el juicio por jurados no es más que:

La expresión cabal de la forma republicana de gobierno y se ha incorporado como un


mandato que exterioriza esa concepción política del Estado. A partir de ese razonamiento,
se sostiene que el juicio por jurados debe ser obligatorio, al menos para los delitos más
graves, no siendo aplicable el sistema estadounidense en esta consideración. (p. 49)
En Panamá, la Ley N° 115 de 1943, sobre los juicios criminales, en sus artículos 2 y 3,
contemplaba el derecho que tiene el acusado a renunciar al juzgamiento por jurados y
establecía dos hipótesis, que son:

a) Cuando fuese aceptada la culpabilidad no era necesario celebrar audiencia, por tanto,
el Magistrado Sustanciador debía presentar el proyecto de sentencia, dentro de los
tres días siguientes al ingreso del negocio a su despacho.
b) En el supuesto de no admitir el procesado su culpabilidad, debía celebrarse un juicio
criminal ordinario ante los Magistrados, el Pleno, para debatir sobre la culpabilidad o
inocencia con todo el desenvolvimiento propio de los juicios ordinarios seguidos en
materia penal ante los Juzgados de Circuito. (p. 2)

2.1.2. Efectos de la renuncia

En el momento que sean varios los acusados que mantienen una causa y uno de los
involucrados decide renunciar a ser juzgado por un jurado, este lo será, según el Art. 433 de
la Ley N° 63 (2008) que establece: “de acuerdo con las normas del proceso ordinario en un

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mismo acto mediante el cual intervendrán los jueces quienes decidirán sobre la culpabilidad
del encausado sometido al juicio en Derecho y el Jurado decidirá respecto de la culpabilidad
o no de los demás” (p. 92).

Para explicar este planteamiento desde otro punto de vista, tomando como referencia el
derecho comparado, podemos citar a Vargas (2017) quien señala lo siguiente: “En caso [de]
que, en una causa con más de un acusado, alguno renuncie a ser juzgado por un tribunal de
jurados, esa renuncia se hace extensiva a sus consortes de causa, aunque ellos hayan
consentido realizar el juicio por jurados” (p. 8). De allí que, sobre este planteamiento,
algunos autores, como Harfuch (2013), no dudaron en calificar este tipo de norma como
desconcertante:

Además de inconstitucional por entender que si bien el legislador permite que el


imputado renuncie al juicio por jurados es un despropósito que esa renuncia afecte a los
otros coimputados. En todo caso la solución debería haber sido diametralmente opuesta:
si uno de los coimputados no renuncia el juicio debe realizarse con jurados. (en Vargas,
2017, p. 8)
Por otro lado, conviene señalar, en este punto, en qué consiste el proceso ordinario, el cual,
según Acevedo (2018), en el Código Procesal Penal:

Se establece que la audiencia se realizará conforme al procedimiento penal ordinario,


remitiendo a lo establecido en el Artículo 345 del Código Procesal Penal, que señala que
el Juez de Garantía le dará la palabra a la defensa, al Fiscal y al Querellante para posibles
alegaciones previas de incompetencia, nulidades, impedimentos o recusaciones;
pronunciarse oralmente si consideran que la acusación del Diputado Fiscal y su adhesión
o la acusación autónoma del querellante no reúnen los requisitos del código, ordenando
el Juez al Fiscal o al acusador o a ambos que aclaren, adicionen o corrijan, aspectos sobre
el cual la comisión deberá pronunciarse inmediatamente, en forma oral y
motivada. (Acevedo, 2018, p. 314)
Por otra parte, en el artículo 345 del Código Procesal Penal de la República de Panamá, se
establece que:

El Juez de Garantías le dará la palabra a la defensa, al Fiscal y al querellante para posibles


alegaciones previas de incompetencias, nulidades, impedimentos y recusaciones. Si el
querellante no asiste, se tendrá por desistida su acción penal.

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Las partes también podrán pronunciarse oralmente si consideran que la acusación del
Fiscal y su adhesión o la acusación autónoma del querellante no reúnen los requisitos
establecidos en este Código. El Juez ordenará al Fiscal o al acusador autónomo, o a ambos,
que las aclaren, adicionen o corrijan.
El Juez deberá pronunciarse de inmediato, en forma oral y motivada, sobre esas
alegaciones. Su decisión sobre impedimentos o recusaciones será impugnable por la vía
de la apelación y el superior jerárquico, en ese caso, deberá resolverla dentro de los cinco
días siguientes al recibo de lo actuado.
En este caso, el Juez deberá citar a una nueva audiencia dentro de cinco días y se
procederá como se señala en el artículo 346. (Art. 345, Ley N° 63, 2008, p. 75)
Cada uno de los procedimientos realizados permitirán, al jurado, precisar la
información de acuerdo con los alegatos presentados por las partes, lo que
posteriormente será fundamental para tomar una decisión en el momento requerido.

2.1.3. Cargo de jurado

En relación con el cargo de jurado, el Código Procesal Penal de Panamá establece, en su


artículo 434, que este:

Es obligatorio para todos los nacionales y los extranjeros con más de cinco años de
residencia en el país que sean, en ambos casos, mayores de veinticinco años y menores
de setenta, y domiciliados en la sede del respectivo Circuito Judicial, con las excepciones
establecidas en el artículo 436. El Tribunal, cuando lo estime conveniente, puede escoger
jurados residentes en otras comunidades bajo su circunscripción. (Ley N° 63, 2008, p. 92)
Todo esto indica que, participar en un determinado momento como jurado, es obligatorio,
tanto para nacionales como para extranjeros que mantengan domicilio en el Circuito
Judicial; existen algunas excepciones que serán mencionadas en lo sucesivo. De ser
necesario, el tribunal podrá requerir a otras comunidades para jurados bajo su
circunscripción, según lo establecido en la norma legal.

Morán (2018a), en el Código Procesal Penal comentado, hace referencia a que:

El jurado de conciencia no es una institución que está al margen de factores políticos;


pero somos conscientes que es una institución que, bien reglamentada, puede dar
respuesta a la necesidad de justicia y seguridad jurídica que requiera nuestra sociedad.

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A nuestro criterio, se trata de una institución que debe conservarse, pero es menester
actualizarla, previa revisión de su regulación. También es necesario que, por ejemplo, al
salir el listado de jurados, estos tengan acceso a formación e información sobre la misión
que les corresponde y no esperar que sean elegidos y momentos antes de iniciar la
audiencia se les quiera concientizar sobre su loable labor.
El jurado debe ser interrogado por las partes, previa su elección, lo que permitirá conocer
si existen prejuicios por parte del jurado, así como se prevé en el sistema anglosajón, si
conoce del caso previamente, si ha conocido a alguna de las partes, etc. (Morán, 2018, p.
310)
Es por esto por lo que las instituciones del Estado, y de igual manera la empresa privada,
deben informar al Órgano Judicial copia de sus planillas existentes para la selección, y tener
la lista de los jurados de conciencia para el mes de diciembre.

Las respectivas listas de los jurados se publican en Gaceta Oficial y en el Registro Judicial;
con base en ese listado, se hace un sorteo público, aleatorio y transparente; luego, se
elaboran las boletas de citación para las personas elegidas.

2.1.4. Requisitos para ser jurado

Este aspecto está referido al hecho de que, según lo determina el Código Procesal Penal
(2008), en el artículo 435:

Las personas para ser jurado deben ser reconocidas por su honorabilidad, que no fuesen
condenados por delito doloso, que estén en pleno goce de los derechos civiles y políticos;
otro punto importante es que sepan leer y escribir nuestro idioma el español y que tengan
la educación básica general. (p. 92)
Según lo señala Scarsini (2010), a través del derecho comparado, cuando se habla del Juicio
por Jurado de forma general, se establecen determinados requisitos que deben reunir los
jurados, a saber:

[…] en cuanto a la idoneidad y prudencia, además de un mínimo de madurez psicofísica e


imparcialidad, por lo que debe adecuarse un efectivo método de selección.
La elección del jurado supone la existencia de una lista formada por los ciudadanos que
cumplan con los requisitos de idoneidad y sean ajenos a cualquier tipo de
incompatibilidad. De la formación de la lista debe encargarse un órgano judicial, más

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específicamente aquel que tenga competencia electoral en la circunscripción territorial
que corresponda; la lista debe ser renovada cada año. (p. 6)
Algunas de las excusas que puede eximir a un ciudadano para no prestar el servicio de
jurado, de ser seleccionado para cumplir todos los requisitos, según el Código Procesal
Penal (2008), son:

- Por enfermedad que no le permita servir al cargo.


- Si alguna persona de su familia mantenga una enfermedad grave dentro del cuarto
grado de consanguinidad, o segundo de afinidad; si, en tal caso, el ciudadano elegido
para ser jurado es quien vive con él en su hogar, aunque no exista el parentesco, lo
exime.
- La muerte de un familiar el mismo día de la audiencia o dentro de cuatro (4) días
antes ya mencionados en el punto anterior, se puede tomar como excusa para no
asistir.
- Cualquiera otra causa de fuerza mayor el día de la audiencia, o tres días
inmediatamente anteriores (Ley N° 63, 2008, p. 92).

2.1.5. Excepciones para servir como jurado

Existen determinadas personas que pueden ser exceptas para servir como jurado, las cuales
no tendrán relación con algún tipo de excusas, por lo que, por ocupar algún tipo de cargo o
profesión son eximidos de participar como jurados, de acuerdo con lo estipulado en el
artículo 346 del Código Procesal Penal de Panamá (2008), estas son:
1. El Presidente de la República y el Vicepresidente.
2. Los Ministros de Estado y Viceministros, así como los directores generales de
entidades autónomas.
3. Los miembros de la Asamblea Nacional.
4. Los funcionarios del Órgano Judicial y del Ministerio Público.
5. Los ministros de los cultos religiosos.
6. Los jefes, oficiales o agentes la Policía Nacional.
7. Los jefes y los capitanes de compañía de los Cuerpos de Bomberos.
8. Los empleados de los hospitales, en calidad de enfermeros, farmacéuticos, cocineros
y personal paramédico.

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9. Los diplomáticos extranjeros y los ciudadanos panameños admitidos por el Gobierno
Nacional como miembros de misiones diplomáticas extranjeras.
10. Los abogados y los estudiantes de Derecho.
11. Los empleados de empresas privadas encargados de los servicios de utilidad pública,
si su presencia en sus labores así lo requieren.
12. Las personas que sufren de incapacidad física o mental. (Ley N° 63, 2008, p. 92)

Yánez (2014) analiza algunos aspectos que son de gran relevancia en cuanto a la institución
del jurado; en ese sentido, señala que:
Resulta de muy especial importancia la necesidad de acercamiento ciudadano a la
Administración de Justicia, para lo que el Jurado es una institución jurídica fundamental
por su propia naturaleza, obteniendo una consecuencia general indirecta de asunción de
responsabilidades que además puede mejorar la convivencia social. (p. 10)
De allí que la realización de excepciones, para impedir la puesta en marcha de esta
institución, deberá estar avalada por argumentos de peso que faciliten el entendimiento
del proceso; de no ser así, será considerado como un irrespeto al sistema de justicia.

Es por ello por lo que, según Yánez (2014),

Las carencias en el aprendizaje de la participación ciudadana en general y del Tribunal del


Jurado en particular, son un inconveniente a vencer en la práctica diaria pero que no
podía ni debía impedir la puesta en marcha de la institución como se ha pretendido en
algunos casos excepcionales. (p. 10)
Asimismo, continúa analizado Yánez (2014) sobre la institución del jurado y sus
excepciones: “participar en la Administración de justicia para un ciudadano cualquiera,
tiene inmediata relación con la concepción que él mismo tenga respeto de la organización
de la justicia de su nación en particular y hacia el mundo jurídico en general” (p. 11), de tal
manera que todos los involucrados, en esta institución, deberán formar parte activa de la
misma, salvo que se generen razones para excluir su participación.

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2.1.6. Composición del jurado

EL jurado debe componerse de ocho miembros en cada Distrito Judicial, y dentro de ellos,
uno es el suplente; se realiza un sorteo por medio de lo que establece el artículo 443, del
Código Procesal Penal de la República de Panamá.

El día de la audiencia, siete serán los participantes, pero el suplente debe asistir a la
celebración; de existir algún inconveniente se reemplazará a cualquiera de los miembros
principales que por alguna causa, o excusa que surgiere y sea aprobada por el presidente
de la audiencia, considere que se encuentra impedido (Art. 439, Ley N° 63, 2008).

Cabe destacar que, de acuerdo con lo que establece el artículo 439 del Código Procesal
Penal (2008), el suplente asignado tendrá “las mismas responsabilidades de los principales”
(p. 93). […] Así como, según lo establecido en el artículo 440 de la misma normativa legal,
los elegidos como “jurados serán considerados durante el juicio como servidores públicos,
en caso de sancionar los actos punibles que surjan contra ellos con motivo o por razón del
ejercicio de sus funciones” (Ley N° 63, 2008, p. 93).

Veamos, a continuación, un ejemplo de los pasos a seguir para efectuar la selección del
jurado para la audiencia de un juicio, según la Oficina de Implementación del Sistema Penal
Acusatorio de Panamá (2015):

Audiencia con Jurado


Objetivo: lograr la composición del cuerpo de jurados en el menor tiempo posible.
1. Elaborar lista de jurados en el mes de octubre con vigencia a partir del 1 de enero y
gestionar su publicación en Gaceta Oficial y en el Registro Judicial.
2. La oficina judicial recibe el auto de apertura a juicio, y verifica si será ante el Tribunal
de Jurados. Posteriormente, se asigna el Juez de Juicio de acuerdo con las reglas de
reparto, por sistema informático o de forma manual, se programa la audiencia
indicando qué Auxiliar de sala será el encargado de grabar el juicio. Finalmente se
gestiona la logística de hospedaje de los jurados con el hotel contratado para tal
efecto.

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3. Se notifica de la asignación en el sistema informático.
Revisa el auto de apertura a juicio oral dictado por el Juez de Garantías y verifica si se
notificó que el juicio será ante el Tribunal de Jurados, y el día y hora para efectuar el
sorteo de estos y celebrar la audiencia.
Si el auto de apertura a juicio no indica que el Juicio se realizará ante el Tribunal de
Jurados, ni la fecha del sorteo o la fecha de la audiencia, se prepara providencia y
notifica a las partes de la fecha y hora del sorteo que se realiza a las 3:00 p.m. del día
anterior a la audiencia.
El día del sorteo de jurados, colabora con el Coordinador de Trámite o Coordinador
de Gestión Administrativa en la realización del sorteo y confección de la lista de
jurados. Las partes pueden recusar hasta 3 jurados; si recusan, se genera nuevo
listado.
Confecciona las boletas de citación de los jurados y las guarda el Coordinador.
El día del juicio, a primera hora se organiza con el conductor y los compañeros de la
Sección de Atención a Peritos y Testigos y la Unidad de Gestión Administrativa para
la búsqueda de los jurados.
Los primeros ocho (8) que se localizan se llevan ante la Oficina Judicial.
Entran en Audiencia 11:00 a.m. o 2:00 p.m. según las circunstancias.
Evacuan las pruebas correspondientes
Se dicta el veredicto
Se trasladan los jurados al hotel de continuarse la audiencia o, de lo contrario, se
trasladarán a sus respectivas casas de haber finalizado.
4. Solicita a los jurados los datos de dirección y teléfono para buscarle ropa y enseres
personales.
Coordina alimentación de los jurados y del personal que labora en la audiencia.
De acuerdo a la cantidad de damas y caballeros en el jurado, coordina con el Hotel su
alojamiento y al finalizar el juicio remite la factura a la Asistencia Administrativa para
su control.
5. Recibe los jurados y se ocupa de mantener aislados durante el juicio (se les prohíben
los celulares, periódicos o televisión).
Al finalizar el juicio, se le entrega a cada jurado una certificación de su participación y
se les lleva hasta sus casas. (Oficina de Implementación del Sistema Penal Acusatorio
de Panamá, 2015, pp. 10-11)

De igual manera, debe tomarse en cuenta, en la composición de los jurados, que no pueden
actuar dos o más personas que lleguen a ser parientes, cuando haya grado de
consanguinidad o segundo de afinidad, tal como lo establece el Código Procesal Penal.

Otro punto por mencionar es el de los derechos que tienen los jurados; al respecto, estos
cuentan con una licencia remunerada por el tiempo que dure su función dentro de la

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audiencia, y un día de descanso al concluir la misma. Es responsabilidad del Estado asumir
el traslado, alimentación y alojamiento de los ocho miembros del jurado; de ser voluntario,
estos derechos también se reconocen.

2.1.7. Reglas durante el juicio con jurado

En lo que se refiere a la selección de los jurados, esta se realizará en una sesión pública,
programada a las tres de la tarde y debe ser el día anterior a la fecha de audiencia del juicio;
se necesita de la asistencia de las partes, el jefe de la oficina judicial, quien preside la
audiencia, y de manera aleatoria se selecciona un mínimo de veinticinco candidatos de
ciudadanos para ser jurado, para intervenir en la causa señalada (Art. 443, Ley N° 63, 2008).

Así mismo, el Código Procesal Penal (2008) también establece que: “las partes pueden
rechazar tres de los seleccionados de manera libre, y de este modo las boletas quedan en
estricta reserva de la oficina de judicial” (Art. 443, Ley N° 63, 2008).

Durante la audiencia, el Juez sustanciador inicia a la hora estipulada, cumpliendo con las
siguientes reglas, según lo determina el Código Procesal Penal, en su artículo 444:

1. Abierta la audiencia por el Juez que le corresponda presidirla, tomará juramento a las
personas llamadas a actuar como Jurado.
2. Se concederá la palabra a cada una de las partes por un término no mayor de quince
minutos, el cual es irrenunciable. El Fiscal y el querellante, si lo hubiera, enunciarán
los cargos de acuerdo con los hechos. El defensor hará referencia a los cargos
formulados.
3. A continuación se practicarán las pruebas admitidas, según el orden acordado o
establecido por el Tribunal. En esta fase se seguirán las reglas del procedimiento
ordinario establecido en este Código.
4. Concluida la fase probatoria, el Presidente de la audiencia someterá a la
consideración de las partes el pliego o pliegos contentivos de los hechos sometidos a
consideración de los jurados, para responder si el imputado es culpable o no culpable
de los cargos formulados en su contra.
5. Terminada la lectura del cuestionario, las partes podrán objetarlo y las objeciones
serán resueltas en el acto por el Presidente de la audiencia.
6. El Presidente ofrecerá la oportunidad a las partes para presentar sus alegatos, cada
una de ellas intervendrá por una sola vez, hasta por un término de hora y media, en
el siguiente orden: el Fiscal, la parte querellante, si la hubiera, el imputado y

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finalmente su abogado defensor. Cuando fuera necesario, a juicio del Presidente de
la audiencia, podrá extenderse el período de alegatos, procurando no extender
innecesariamente la vista oral.
7. Concluido el debate, el Juez informará a los jurados sobre su deber de deliberar en
sesión secreta y continua y de pronunciar veredicto declarando al imputado culpable
o no culpable. A cada miembro del Jurado se le entregará una copia de las
instrucciones sobre las formas que deben deliberar y votar, así como de las evidencias
y actuaciones que se hayan incorporado durante el desarrollo de la audiencia. (Ley N°
63, 2008, pp. 94-95)
Al momento de deliberar entre los jurados, se deberá elegir un Presidente, quien será el
responsable de dirigir la discusión; dentro de este proceso, el juez no puede influir, ni menos
inducir a los jurados al momento de deliberar, solo tiene como función hacer aclaraciones,
de ser necesarias; de existir dudas, se comentarán al presidente de la audiencia quien
realiza la aclaración en presencia de las partes (Art. 445, Ley N° 63, 2008).

De igual manera, se debe tener claro que, de existir varios cargos hacia un solo imputado,
se realiza cada uno de ellos de forma separada; pero si en tal caso son varios los imputados,
la situación se evalúa por separado a cada uno de ellos (Código Procesal Penal comentado,
2018, p. 130).

La decisión del jurado debe ser por mayoría, y el encargado de dar a conocer el veredicto
es el presidente del jurado; una vez leído el veredicto, el juez declarará a los jurados
liberados de sus funciones.

Se debe mencionar que, para efectos del veredicto, se procede de la siguiente manera,
según lo señalado en el artículo 448 del Código Procesal Penal (2008):

- De ser el veredicto de no culpabilidad el juez ordena la inmediata libertad, salvo que


exista otra causa que impida y esta se hará efectiva en la misma sala de audiencia, la
restitución de lo afectado.
- De ser culpable el juez debe imponer la medida cautelar que corresponde.
- Si existe culpabilidad se fija una audiencia de individualización de la pena dentro de
los tres días siguientes para debatir la pena, iniciada la audiencia el juez concede la
palabra al fiscal querellante si hubiera en la causa y el defensor seguidamente le
concede la palabra al condenado si desea hacer alguna manifestación. (Ley N° 63,
2008, p. 95)

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2.2. Otros procedimientos

Además del procedimiento ante el jurado, se detallan en el Código Procesal Penal otros
procedimientos que deben considerarse en la acción penal, entre los que destacan:

- Procedimiento simplificado
- Procedimiento directo
- Procedimientos especiales
- Procedimiento para asuntos complejos
- Procedimiento ante el juez municipal
Cada uno de estos se explicará a continuación, detallando su importancia y las funciones
que cumplen.

2.2.1. Procedimiento simplificado

De acuerdo con lo señalado por Morán (2018b), en el Código Procesal Penal comentado
(2018):

El procedimiento simplificado procede cuando se trate de delitos cuya pena a imponer,


en caso de condena, no sea superior a los tres años, siendo el Fiscal quien debe hacer el
requerimiento ante el Juez de Garantías de conformidad con el Artículo 455. A pesar de
que el requerido, al aceptar los hechos y los antecedentes del cargo que fundamentan la
acusación del Fiscal, se puede ver beneficiado por el Juez de Garantías con una rebaja de
la pena solicitada hasta en un tercio, es muy poco utilizada por los Fiscales, quienes hacen
uso de los procedimientos previstos en los artículos 282, 283 y 284. (p. 311)
Detallemos, a continuación, cada uno de estos artículos, según lo dispuesto en el Código
Procesal Penal de Panamá (2008):

Artículo 282. Sometimiento al procedimiento simplificado inmediato. Después de


formulada la imputación y, tratándose de delitos sancionados con pena de hasta tres
años, si el Fiscal considera que tiene suficientes elementos de convicción para obtener
una sentencia condenatoria, podrá requerir verbalmente al imputado en la misma
audiencia y, si este acepta los hechos del requerimiento, el Juez de Garantías procederá
a dictar sentencia sin más trámites, teniendo en cuenta los antecedentes de la
investigación, pudiendo rebajar la pena hasta un tercio. Por el contrario, si no los admite,

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dicho Juez citará a las partes a la audiencia señalada en el artículo 344 de este Código, y
luego ante él se verificará el juicio oral simplificado, sujeto a las mismas reglas del juicio
oral. (Ley N° 63, 2008, p. 59)
En lo que respecta al sometimiento al juicio oral inmediato, el artículo 283, del Código
Procesal Penal, establece que:

Después de formulada la imputación y, tratándose de delitos sancionados con pena


superior a tres años, si el Fiscal considera que tiene suficientes elementos de convicción
para obtener una sentencia condenatoria, podrá acusar verbalmente al imputado en la
misma audiencia. En este caso, el Juez de Garantías citará a las partes a la audiencia
señalada en el artículo 344 de este Código, luego de lo cual se verificará el juicio ante el
Tribunal de Juicio que corresponda. (Ley N° 63, 2008, p. 59)
Seguidamente, en el artículo 284 se hace mención del procedimiento directo inmediato,
señalando que:

Después de formulada la imputación y cuando el Fiscal considere que tiene suficientes


elementos de convicción para obtener una sentencia condenatoria y solicite para el
imputado una pena de hasta cuatro años, podrá acusarlo verbalmente en la misma
audiencia. Si este acepta los hechos de la acusación, el Juez de Garantías procederá a
dictar sentencia sin más trámites, teniendo en cuenta los antecedentes de la
investigación, pudiendo rebajar la pena hasta un tercio. Si no admite el procedimiento
directo, el mismo Juez citará a las partes a la audiencia señalada en el artículo 344 de este
Código, y luego ante él se verificará el juicio oral correspondiente. (Ley N° 63, 2008, p. 59)
Por otra parte, vale la pena resaltar lo establecido en el artículo 133 del Código Procesal
Penal (2008) sobre las resoluciones judiciales, por cuanto las mismas constituyen una parte
del procedimiento llevado a cabo durante el juicio. Así:

Artículo 133. Tipos y forma de las resoluciones judiciales. Los jueces se pronunciarán
mediante autos o sentencias y sus decisiones serán siempre motivadas. Dictarán
sentencia para poner término al proceso y autos para todos los demás casos.
Las resoluciones judiciales contendrán:
1. El día, el lugar y la identificación del proceso.
2. El objeto a decidir y las peticiones de las partes.
3. La decisión y sus fundamentos fácticos, probatorios y jurídicos.
4. La firma del Juez o Magistrado.
Las diligencias de mero trámite serán firmadas por el director de la Oficina Judicial,
indicando el lugar y la fecha. (Ley N° 63, 2008, p. 28)

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Según lo señalado por Morán (2018b), “este procedimiento simplificado requiere un auto
de apertura del juicio oral y la citación de los intervinientes, testigos y peritos a una
audiencia posterior que debe darse entre 10 a 15 días” (p. 311).

No obstante, se debe tener en cuenta el procedimiento que se realiza como lo establece el


Código Procesal Penal de Panamá, por medio del fiscal ante el Juez de Garantías de la
siguiente manera:

1. Individualización completa del requerido


2. Fundamentar los hechos de su requerimiento
3. De los hechos, su calificación jurídica.
4. Exponer brevemente los antecedentes que lo fundan.
5. Solicitar, de manera concreta, lo de proponerse como pena (Art. 455, Ley N° 63,
2008).
En el auto de apertura al juicio, el juez debe citar, según se determina en el artículo 456 del
Código Procesal Penal, a:

Los intervinientes, testigos y peritos a una audiencia para juicio oral simplificado en un
plazo posterior de entre diez a quince días. El papel del juez de garantías pasa a ser juez
unipersonal y se realiza de acuerdo a las reglas del juicio oral ordinario. (Ley N° 63, 2008,
p. 96)
Para finalizar, la ley establece que, en cuanto a la sentencia de este juicio oral simplificado,
la pena no debe exceder de la sugerida por el Fiscal y los requisitos deben ser igual a los
solicitados en una sentencia de juicio ordinario oral. Cabe señalar que estas sentencias son
susceptibles de recurso de anulación y queda sujeta a tramitación.

En relación con el procedimiento simplificado, podemos citar lo señalado por Moran (2018)
sobre los aspectos relacionados con la pena y la consideración del Fiscal sobre la solicitud
de la sentencia condenatoria, a saber:

Hay dos cosas importantes en este procedimiento y fundamentales para el Ministerio


Público. Una, es que la pena esté acorde a los intervalos, aunque la norma lo que exige es

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que sea la pena pedida y no la requerida, consciente de la posibilidad de rebajar un tercio
más por parte del Juez de Garantías, para que no se considere una pena ilusoria. La otra,
es la consideración por parte del Fiscal que tiene suficientes elementos de convicción para
obtener la sentencia condenatoria; de otra forma, no habría posibilidad de pedir algo que
no es seguro. (Morán, 2018b, p. 311)
Esto refleja la importancia que tiene el procedimiento simplificado en relación con la
imposición de la pena, la cual según, se establece, deberá ser la solicitada por el fiscal y, por
otra parte, la consideración que puede llegar a tener el Fiscal al momento de solicitar la
sentencia.

2.2.2. Procedimiento directo

En el Título VI del Código Procesal Penal se encuentra lo referente al procedimiento directo,


por lo que realizaremos una comparación entre este procedimiento y el procedimiento
simplificado, donde la pena requerida por el fiscal supera los tres años, pero no puede
exceder los cuatro años de prisión. La aplicación de este procedimiento directo se realiza,
según Morán (2018c), en cualquier momento, previo al juicio, siempre y cuando sea
aceptado por el imputado el procedimiento, “acordando el monto de la pena y de la
reparación civil de llegar a ser demandado y el fiscal lo acredita con la firma del imputado
dejando por escrito su consentimiento” (p. 312).

En el artículo 461, del Código Procesal Penal (2008), se indica que “se aplicará
procedimiento directo para conocer y fallar los hechos respecto de los cuales el Fiscal
requiera imponer al acusado una pena no superior a cuatro años de prisión” (Ley N° 63,
2008, p. 97).

Tal como lo explica Morán (2018c) en el Código Procesal Penal comentado, existen algunas
razones por las que el uso de este procedimiento no sea común; a tal efecto se señala:

Con respecto a estos dos últimos procedimientos y su poco uso, su razón de ser es que
parecen ser menos eficientes que el sometimiento a los procedimientos previstos en los
artículos 282, 283 y 284, ya que estos sí representan verdaderos mecanismos de
aceleración aplicados inmediatamente después de la imputación, a diferencia del

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inmediato y directo que puede ser en cualquier etapa previa al auto de apertura, pero
con una serie de requisitos que incluye, en uno de los casos, consentimiento firmado por
el imputado y estar sometido a detención provisional. (p. 312)
Acerca de que existan varios imputados, de celebrarse el juicio directo necesario es que en
todos concurran los prepuestos, según lo que establece el artículo 461 del Código Procesal
Penal (2008). De no ser así, se rechaza, pero en los que sí concurran los presupuestos
señalados existe la posibilidad que sean beneficiados con la disminución de la pena en un
tercio (Art. 461, Ley N° 63, 2008).

En este orden de ideas, continúa señalando Morán (2018c) sobre la poca aplicación del
procedimiento directo, de acuerdo con lo establecido en la ley, a lo que indica que:

Como en el procedimiento anterior, no ha sido común, por no decir que ha sido casi nula,
la aplicación de este procedimiento. Considero que esto se debe a los requisitos previstos
en el artículo 461, siendo más viable el sometimiento al procedimiento directo inmediato
previsto en el artículo 284 del Código Procesal Penal. Por otro lado, esta figura se vuelve
más complicada al establecerse que ante la existencia de varios imputados, es necesario
que todos hayan presentado su consentimiento por escrito y demás requisitos del artículo
461, pues de no ser así, la petición será rechazada, aun cuando se le faculta al Juez a
beneficiar a los imputados que aceptaron el procedimiento a una disminución de la pena
cuando se dé el juicio, lo cual no es muy lógico, si partimos del hecho que todos deben
aceptar el mismo. (p. 312)

2.2.3. Procedimientos especiales

Tal como lo describe Acevedo (2018), “el Código Procesal Penal adoptado con la Ley N° 63
de 2008, desarrolla en el Título VII, los llamados Procedimientos especiales, que viene a ser
la forma de enjuiciar penalmente a determinados servidores públicos y otros
procedimientos previstos” (p. 313).

Durante el primer capítulo se desarrolla el tema de los Juicios Penales ante la Asamblea
Nacional de Diputados, y se clasifican en dos puntos, los cuales tratan, en una primera parte,
del juicio contra el Presidente de la República:

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Juicios Penales ante la Asamblea Nacional primer punto contra el Presidente de la
República, se puede presentar ante la asamblea la denuncia de actos ejecutados en el
ejercicio de sus funciones en perjuicio del libre funcionamiento del poder público o
violatorios de la Constitución Política o las leyes. […] (Art. 467, Ley N° 63, 2008)
Seguidamente, en el artículo 468, del Código Procesal Penal (2008), se establece que:

La denuncia o querella contra el Presidente de la República será presentada ante la


Secretaría General de la Asamblea Nacional, la cual será remitida a la Comisión
Permanente competente para conocer de estas causas, de acuerdo con su Reglamento
Orgánico del Régimen Interno. La Comisión, en caso de admitir la denuncia o la querella,
designará a una Subcomisión de Garantías, compuesta por tres miembros, que ejercerá
las funciones del Juez de Garantías previstas en este Código. Los miembros de la
Subcomisión de Garantías serán reemplazados por sus suplentes en las actuaciones del
Pleno de la Comisión. (Ley N° 63, 2008, p. 98)
Según lo explica el artículo 470, del Código Procesal Penal (2008), el pleno de la Asamblea
Nacional designará un fiscal que:

[…] dispondrá de un plazo de hasta dos meses calendario para examinar toda la
documentación e investigar los hechos presentados en la denuncia o querella.
Al surtir el traslado, la Comisión Permanente también fijará fecha de audiencia y
concederá un plazo de veinte días a las partes para presentar pruebas, las que se
practicarán en dicha audiencia.
La audiencia se realizará en la forma indicada en el artículo 345 del Código Procesal Penal.
(p. 98)
Por otra parte, el Código Procesal Penal (2008) también señala que se dará apertura a Juicio
Oral en el pleno de la Asamblea Nacional y se requiere la mayoría absoluta de sus
integrantes; constituido el pleno en sesión (Art. 473, Ley N° 63, 2008), tendrán todas las
partes un máximo de una hora para sustentar sus acusaciones (Art. 474, Ley N° 63, 2008).
La decisión será secreta y se requiere las dos terceras partes de los miembros para una
sentencia condenatoria (Art. 475, Ley N° 63, 2008).

En lo que respecta a la individualización de la pena, el artículo 477 del Código Procesal Penal
señala que para ejecutar este proceso de individualización de penas, se deben seguir
algunas normas, entre las que destacan:

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1. Si se trata de las causas previstas en los numerales 1 y 2 del artículo 191 de la
Constitución Política, la sanción será destitución del cargo e inhabilitación para
ejercer las funciones por el resto del período.
2. 2. Si se trata de los supuestos previstos en el numeral 3 del artículo 191 de la
Constitución Política, se aplicarán las normas de individualización y la sanción
previstas en el Código Penal.
3. Las propuestas para la aplicación de las sanciones anteriores serán acordadas por la
mayoría absoluta de la Asamblea Nacional. (Ley N° 63, 2008, p. 100)
A continuación, y este sería el segundo punto, el código presenta una segunda sección
donde se hace referencia a los procesos contra los Magistrados de la Corte Suprema de
Justicia, cuyo artículo 478 establece, de igual manera, que la competente para “juzgar a los
magistrados de la Corte Suprema de Justicia es la Asamblea Nacional, por actos ejecutados
en el ejercicio de sus funciones en perjuicio del libre funcionamiento del poder público o
violatorios de la Constitución Política o las leyes” (Ley N° 63, 2008, p. 100). Seguidamente,
el artículo mencionado señala que “también le corresponde el juzgamiento de los
Magistrados Suplentes de la Corte Suprema de Justicia por los mencionados actos,
cometidos en ocasión del ejercicio del cargo” (Art. 478, Ley N° 63, 2008).

Es importante, en este punto, resaltar lo establecido en el Código Procesal Penal (2008), a


efectos de “la individualización de la pena en causas penales seguidas contra un Magistrado
de la Corte Suprema de Justicia se observarán las disposiciones del Código Penal, la misma
debe ser acordada por mayoría absoluta de los miembros de la Asamblea Nacional” (Art.
477, Ley N° 63, 2008).

Los Juicios Penales ante la Corte de Suprema de Justicia

Al respecto, en el artículo 481 del Código Procesal Penal (2008) se destaca que, “en los
procesos penales que conoce la Corte Suprema de Justicia como Tribunal de única instancia,
se seguirá el procedimiento oral previsto en este Código para los procesos comunes u
ordinarios” (Ley N° 63, 2008, p. 101).

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En relación con los procesos realizados ante el pleno de la Corte Suprema de Justicia, estos
serán competencia según lo determinado en el Artículo 484 del Código Procesal Penal de
Panamá, del pleno de la Corte, en este caso, de acuerdo con lo previsto en “el artículo 39
se designa a uno de sus miembros para ejercer la función del Juez de Garantías” (Ley N° 63,
2008, p. 101). Es importante resaltar que, en la práctica, quien ejerce la función del Juez de
Garantías es uno de los magistrados de la Sala Penal de la Corte.

Sobre este aspecto, el artículo 485 del Código Procesal Penal (2008) señala que:

El Magistrado que ejerce las funciones de Juez de Garantías será reemplazado por su
suplente en el juicio. Dicho Magistrado también tendrá a su cargo la etapa intermedia del
juicio.
Los recursos contra las decisiones del Magistrado que ejerza las funciones de Juez de
Garantías serán resueltos por el Pleno. (p. 101)
En cuanto a los procesos contra los Miembros de la Asamblea Nacional, el órgano encargado
de investigación y juzgamiento es el Pleno de la Corte Suprema de justicia, para diputados
tanto principales como sus suplentes.
Es así como, según se describe en el artículo 487 del Código Procesal Penal (2008):

Cuando se trate de causas penales no concluidas que se hayan iniciado en una agencia
del Ministerio Público, del Órgano Judicial, del Tribunal Electoral, de la Fiscalía General
Electoral, de la jurisdicción aduanera o en cualquiera otra jurisdicción, el funcionario o el
juez que conozca del caso elevará inmediatamente el conocimiento del proceso en el
estado que se encuentre, en lo que concierna al diputado principal o suplente, a la Corte
Suprema de Justicia. (Ley N° 63, 2008, p. 101)
Por otra parte, Acevedo (2018) destaca, en relación con los procedimientos especiales, que:

El Magistrado Fiscal que realiza la investigación, debe hacerlo de forma objetiva, pues lo
que se persigue es esclarecer el hecho imputado, las circunstancias que rodean la
vinculación o desvinculación.
En esta etapa investigativa del proceso, el Magistrado Fiscal puede auxiliarse con la
Procuraduría General quien informará en un término de 10 días sobre el mérito de la
misma, debiendo recomendar las diligencias, gestiones a que haya lugar. Inclusive puede
el Magistrado Fiscal designar a un Agente del Ministerio Público el desarrollo de
diligencias a seguir.

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A pesar de que existe un Magistrado de Garantías, corresponde al Pleno de la Corte
Suprema de Justicia la autorización de aplicación de medida cautelar restrictiva de la
libertad del Diputado, aprehensión o secuestro contra sus bienes. (Código Procesal Penal
comentado, 2018, p. 317)
Más adelante, también indica Acevedo (2018), sobre el control constitucional y su revisión,
que:

Un punto de suma importancia, es el relacionado a lo dispuesto en el Artículo 496 del


Código Procesal Penal, en el que se señala que en las decisiones que dicte el Pleno en
relación con el imputado, quedan salvaguardadas las acciones constitucionales y la
revisión de la causa; digo lo anterior porque resulta interesante esclarecer, a qué acciones
constitucionales se refirió el legislador, tomando en consideración que pareciera que
colisiona con lo dispuesto en el Artículo 207 de la Constitución Política que establece que
no se admitirán recursos de inconstitucionalidad ni de amparo de garantías
constitucionales contra los fallos de la Corte Suprema de Justicia o sus Salas y en el caso
especial de los Diputados, el último párrafo del Artículo 206 de la máxima excerta legal,
que establece que son finales, definitivas y obligatorias, por lo que pareciese que no
procediese ninguna acción constitucional, ni de revisión sobre la decisión que se adopte
al ser enjuiciado un Diputado de la Asamblea Nacional, habrá que esperar que lo
desarrolle la jurisprudencia del propio pleno de la Corte Suprema de Justicia. (p. 318)
Vale la pena resaltar que, en la práctica, el Pleno escoge al Magistrado Fiscal entre los
Magistrados que integran la Sala Primera y Tercera de la Corte; es decir, la Civil y la
Contencioso Administrativa.

2.2.4. Procedimiento para asuntos complejos

Los procedimientos para asuntos complejos, conocidos también como causa compleja, son
aquellos delitos de mayor alcance que requieren un proceso de investigación más
exhaustivo. De allí que, según lo dispone el Código Procesal Penal de la República de
Panamá, cuando por medio de la tramitación producto de la pluralidad del hecho o los
hechos, existe un alto número de imputados o en el caso que sea víctimas, puntualmente
casos de delincuencia organizada, quien debe realizar la solicitud al juez es el fiscal de la
causa por medio de resolución fundada; para ello, autoriza el trámite de la causa bajo
términos de los procesos complejos; posteriormente, el juez tendrá tres días para decidir el
uso del procedimiento (Art. 502, Ley N° 63, 2008).

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El artículo 504 del Código Procesal Penal establece los efectos de la declaratoria de causa
compleja:

Una vez autorizado el procedimiento se producen los siguientes efectos:


1. El plazo de detención preventiva se extenderá hasta un máximo de tres años.
2. El plazo previsto por este Código para concluir la investigación preparatoria se
extenderá a un año y la prórroga un año más.
3. Los plazos establecidos a favor de las partes para realizar alguna actuación y los que
establecen determinado tiempo para celebrar las audiencias y resolver se duplicarán.
(Ley N° 63, 2008, p. 104)

2.2.5. Procedimiento ante el Juez Municipal

En la fase de investigación del proceso ante el Juez Municipal, que representa un proceso
de competencia, la guía que tendrá ese juez, es la establecida en el procedimiento penal
ordinario; al finalizar la fase, el Juez Municipal será el encargado de realizar la audiencia de
conciliación (Art. 505, Ley N° 63, 2008).

El artículo 506, del Código Procesal Penal, establece que en este procedimiento la audiencia
es:
[…] oral y pública y se rige por las siguientes reglas especiales:
1. Se procederá a la lectura de los cargos.
2. Se oirá a la persona imputada, luego a la persona ofendida si existe y seguidamente
se recibirán las pruebas admitidas.
3. Finalizada la audiencia, la autoridad judicial dictará inmediatamente el fallo.
4. Cuando el imputado reconozca el cargo, sin más trámites se finalizará la audiencia y
se dictará el fallo.
5. La audiencia podrá prorrogarse por un término no mayor de tres días, de oficio o a
petición del imputado, para preparar la prueba.
6. Cuando el imputado no se presente voluntariamente podrá hacerse comparecer por
la Fuerza Pública.
7. La formulación de los cargos podrá ser realizada por la víctima o por los funcionarios
que para estos casos determine la ley. (Ley N° 63, 2008, p. 105)
La sentencia, o decisión que se debe aplicar, es una pena privativa de libertad superior a
diez días y podría ser apelada en el Tribunal Superior, según se expresa en el Código Procesal
Penal en su artículo 507.

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