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DESCRIPCIÓN DEL MAPA

La teoría de la tectónica de placas permite explicar uno de los elementos fundamentales en el funcionamiento
de nuestro mundo. A través de la actividad tectónica se originan los terremotos, así como la mayor parte de
los maremotos y la actividad volcánica. De igual manera, ha configurado los continentes, las cordilleras y las
fosas; y es fundamental para mantener el planeta habitable mediante el ciclo del carbono.

La capa externa de la Tierra, la corteza terrestre, es una delgada superficie de roca sólida que flota sobre otra
de roca fundida, el manto. Esta corteza terrestre está formada por la corteza oceánica, que no es más que la
parte exterior del manto enfriada y solidificada, y la corteza continental, formada por grandes bloques de
rocas cristalinas —como el granito— que son menos densas y flotan sobre el manto. Ambas cortezas se
desplazan a causa de las corrientes magmáticas del manto sobre el que flotan, algo no muy diferente a lo que
ocurre con las corrientes marinas, y de este desplazamiento surgen choques, fricciones y fracturas en la
corteza, lo que da lugar a las placas tectónicas y a los terremotos. En esos límites entre placas tectónicas se
dan tres tipos de bordes o fallas: las convergentes, divergentes y transformantes.
El Arco de Fuego del Pacífico es un inmenso arco convergente que va de Chile a Indonesia por la costa de América y Asia, dando
lugar a la mayor área de actividad sísmica del mundo.
Los bordes convergentes o destructivos se dan al colisionar una placa tectónica con otra de manera frontal.
Cuando este choque se produce entre dos placas oceánicas, una de ellas se hunde —se subduce— por debajo
de la otra, originando un hueco llamado fosa. El material de la corteza subducente, cargado de sedimentos
poco densos y materia orgánica, se funde y asciende, ocasionando vulcanismo sobre la placa superior, que se
manifiesta en arcos insulares volcánicos como Japón y las Kuriles, las Marianas, Filipinas o las Antillas
Menores. Cuando este choque se produce entre una corteza oceánica y otra continental, la oceánica, más
densa, subduce ante la continental, dando lugar igualmente a fosas, mientras que la placa del continente
provoca grandes cordilleras por deformación con vulcanismo, como ocurre en los Andes, Centroamérica, el
sur de Italia o Indonesia.

Finalmente, cuando los bordes convergentes se dan entre dos placas continentales, se produce un fenómeno
denominado obducción, donde las dos capas, al ser demasiado ligeras para hundirse en el manto, impactan
directamente una contra la otra y dan lugar a grandes deformaciones, lo que resulta en grandes cordilleras
montañosas como el Himalaya, los Pirineos o la cordillera Bética y el Atlas.

En el lado opuesto se encuentran los bordes divergentes o constructivos, que se producen cuando dos placas
tectónicas se desplazan en direcciones opuestas y se separan. Esto da lugar a las dorsales oceánicas, donde el
magma del manto emerge, se solidifica y cubre el hueco dejado por la separación de las placas. En Islandia
este proceso se produce sobre la corteza continental, haciendo crecer al país unos 5 centímetros de ancho al
año.

En la placa africana se produce un fenómeno similar. Tras mucho tiempo unida, las corrientes
magmáticas han empezado a partir la placa en dos, haciendo surgir la subplaca somalí. A lo largo de la falla
se da un intenso vulcanismo, y forma una fosa en el continente conocida como Gran Valle del Rift, que a su
vez da lugar a los Grandes Lagos africanos. 

Por último, existen también los bordes o fallas transformantes, que se originan cuando dos placas se
desplazan de forma paralela, creando grandes espacios de fricción, como la falla de San Andrés, en
California.
La importancia de este sistema es inmensa, ya que mediante el mismo los sedimentos depositados en la
corteza oceánica se funden tras millones de años y vuelven a la atmósfera mediante el
vulcanismo, permitiendo recuperar carbono y haciendo posible la vida en la Tierra durante miles de millones
de años, a diferencia de lo que pasó en Marte, que carece de tectónica de placas

¿Qué son las placas tectónicas?


Las placas tectónicas o placas litosféricas son los distintos fragmentos en que se divide la litósfera terrestre, o sea, la capa más
superficial del planeta, donde están incluidas la corteza y la parte superior del manto terrestre. En sus bordes se concentra la actividad
sísmica, volcánica y orogénica.

Esto último se debe a que las placas tectónicas se hallan en constante movimiento sobre la astenosfera, una zona más o menos
viscosa del manto superior, conforme a lo establecido en la teoría de Tectónica de placas.

No se sabe demasiado en la actualidad de la naturaleza de las placas tectónicas, más allá de que son rígidas y que
sus desplazamientos producen fenómenos geológicos cuyo impacto podemos medir y conocer, como los sismos y terremotos,
los volcanes. Pueden provocar incluso la génesis de las cadenas montañosas y las cuencas sedimentarias. Este es un fenómeno activo
únicamente en el planeta Tierra. Sin embargo, existe evidencia de que otros planetas tuvieron, alguna vez, fenómenos tectónicos
similares

Tipos de placas tectónicas


Existen dos tipos de placas tectónicas en el mundo: la oceánicas y las continentales.

 Placas oceánicas. Aquellas cubiertas íntegramente por la corteza oceánica, o sea, el suelo de los océanos, de modo que
están sumergidas en toda su extensión. Son delgadas, compuestas principalmente por hierro y magnesio.
 Placas continentales. Aquellas cubiertas parcialmente por la corteza continental, o sea, por los continentes mismos, son el
tipo más predominante de placa tectónica y poseen generalmente una parte continental y otra sumergida en el agua de
los mares.
Principales placas tectónicas
En total, nuestro planeta posee 56 placas tectónicas, de las cuales 14 vendrían a ser las más importantes. Éstas son:

 La placa africana. Cubre el continente africano en su totalidad y se extiende hacia el océano a su alrededor, excepto en su
zona norte.
 La placa antártica. Cubre la Antártida por completo, extendiéndose luego por los océanos circundantes a lo largo de sus
casi 17 millones de kilómetros cuadrados.
 La placa arábiga. Se encuentra bajo la península arábiga y parte del llamado Oriente Próximo, proviene de una
fracturación de la placa africana y guarda el 43% de las reservas de gas y el 48% de las de petróleo del mundo.
 La placa de Cocos. Subyace al océano Pacífico en la región de la costa occidental de América central, justo al lado de la
placa del Caribe, bajo la cual forma los arcos volcánicos de la región centroamericana.
 La placa de Nazca. Ubicada bajo el océano Pacífico oriental, frente a las costas de Perú, Ecuador y Colombia, así como las
regiones centro y norte de Chile, se encuentra subducida a la placa sudamericana, formando así la cordillera de los Andes.
 La placa de Juan de Fuca. Una pequeña placa ubicada al costado occidental de la placa norteamericana, en las costas del
Pacífico de los estados California, Oregón, Washington y la Columbia Británica. Ésta, junto a la placa de Cocos y la placa
de Nazca, proviene de la desintegración de la antigua placa de Farallón hace alrededor de 28 millones de años.
 La placa del Caribe. Como su nombre lo indica, se ubica en la región caribeña, al norte de Sudamérica y al este de
Centroamérica, extendiéndose por 3,2 millones de kilómetros cuadrados. Abarca una porción continental centroamericana
(Guatemala, Belice, Honduras, Nicaragua, El Salvador, Costa Rica, Panamá y el estado mexicano de Chiapas), así como la
totalidad de las islas del mar Caribe.
 La placa del Pacífico. Una de las de mayor tamaño del planeta, abarca casi la totalidad del océano del mismo nombre, y
presenta numerosos “puntos calientes” y zonas sísmicas o volcánicas, especialmente hacia Hawái.
 La placa euroasiática. Abarcando un territorio de 67.800.000 kilómetros cuadrados, esta enorme placa abarca toda Eurasia
(Europa y Asia enteras), con la excepción del subcontinente indio, Arabia y de parte de Siberia. También se extiende varios
kilómetros sobre la parte oriental del océano Atlántico Norte.
 La placa filipina. Ubicada en el océano Pacífico, al este de las Filipinas, es una placa en subducción justo en la región de la
fosa de las Marianas. Es bastante pequeña en comparación a sus vecinas.
 La placa indoaustraliana. Como su nombre lo sugiere, esta placa se extiende desde la frontera de la India con China y
Nepal, a lo largo de todo el subcontinente indio, el océano Índico y la totalidad de Australia y la Melanesia, culminando en
Nueva Zelanda. Es el resultado de la fusión de las antiguas placas Índica y Australiana hace unos 50 millones de años.
 La placa norteamericana. En ella se asientan América del Norte en su totalidad, incluida Groenlandia, así como los
archipiélagos de Cuba, Las Bahamas, la mitad de Islandia, y parte de los océanos Atlántico Norte, Glaciar Ártico y del
territorio Siberiano. Es la placa de mayor tamaño del planeta.
 La placa de Scotia. Ubicada en la unión de los océanos Pacífico, Atlántico y Glaciar Antártico, al sur de América del Sur.
Es una placa pequeña y relativamente reciente, nacida en el Cenozoico. Posee una intensa actividad sísmica y volcánica.
 La placa sudamericana. Tal y como el continente con que comparte su nombre, esta placa se encuentra por debajo de la
totalidad de Sudamérica, extendiéndose además en dirección sureste hacia el océano Atlántico Sur.
 Movimientos de las placas tectónicas
 Las placas tectónicas se desplazan sobre la Astenósfera, la porción fluida del manto terrestre. Se mueven a velocidades
diferentes, generalmente lentas, pero constantes, de modo tal que resultan imperceptibles, excepto cuando colisionan con otras
y entonces percibimos las ondas sísmicas del impacto.
 Dichos movimientos se deben a factores que aún no están demasiado claros, pero que podrían tener que ver con la rotación
terrestre, con el desplazamiento del magma cálido hacia arriba y el frío hacia el fondo, o incluso a las diferencias en las fuerzas
gravitacionales y de densidad de la corteza planetaria.
 Sin embargo, los movimientos se producen como parte de las dinámicas propias del manto terrestre, donde existen
corrientes de convección y de distribución del calor, lo cual permite que la materia se mantenga en un estado semisólido y que
los elementos más densos y pesados desciendan, abriendo lugar para los más livianos

Choque de placas tectónicas


Cuando las placas chocan pueden producirse temblores, volcanes o incluso montañas.
Eventualmente, las placas tectónicas chocan entre sí en sus límites, donde usualmente se producen las llamadas “fallas tectónicas” u
otros fenómenos geológicos semejantes. Por ejemplo:

 Los temblores y terremotos. Tienen que ver con las ondas generadas por el rozamiento de las placas y su transmisión a
través de distintas capas de materiales.
 Las formaciones montañosas. Se deben a pliegues y distorsiones de las placas tectónicas, al ejercer resistencia unas contra
otras de manera frontal, impidiendo su desplazamiento y forzando una deformación.
 Los volcanes. Se deben a la subducción de una placa tectónica por debajo de otra, o sea, a que una se introduzca por debajo
de la otra, penetrando en el manto y por lo tanto entrando en contacto con el magma hirviente, cuyo exceso de roca líquida
se expulsará luego en forma de erupciones.

Fuente: https://concepto.de/placas-tectonicas/#ixzz7PkWrRmFw

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