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«TE HABLARÉ EN TU PROPIO IDIOMA»

EL REGALO DE DIOS A TRAVÉS DEL LETRERO

Juan 19:19-20 traducción lenguaje actual


Pilato ordenó que escribieran un letrero que explicara por qué habían matado a Jesús.
El letrero fue escrito en tres idiomas: hebreo, latín y griego; y decía:
«Jesús de Nazaret, Rey de los judíos».
Colocaron el letrero en la cruz, por encima de la cabeza de Jesús.

Introducción: Existen muchas formas de comunicarse, desde los idiomas, las lenguas nacionales,
pasando incluso por el sistema Braille para los débiles visuales y el lenguaje de señas para los
sordomudos. También existe la comunicación no verbal y es posible con el cuerpo ver las señales
que envía el emisor del mensaje.

1. Dios sabe que a veces no vemos las señales. Quizás por eso nos ha dado tantas. El arco
iris después del diluvio se refiere al pacto de Dios. La circuncisión identifica a los elegidos
de Dios y las estrellas hacen referencia al tamaño de su familia. Aun hoy día, vemos
señales en la iglesia del Nuevo Testamento. La Santa Cena es una señal de su muerte, y el
bautismo es una señal de nuestro nacimiento espiritual. Cada una de estas señales
simboliza una tremenda verdad espiritual.

2. ¿Por qué Dios escribió el mensaje en tres idiomas distintos?

Dios creo los diversos idiomas y siempre ha insistido en hablarnos en nuestra propia lengua, la
biblia se sigue traduciendo a los idiomas natales de las personas, incluso cuando Dios da las tablas
de la ley y se escriben los primeros libros no lo da en el idioma egipcio, lo da en el idioma del
pueblo, escribe las leyes en hebreo, Dios siempre ha querido comunicarse en el idioma del pueblo,
para cuando cristo vino la versión de biblia que se usaba era la Septuaginta, la misma biblia pero
ahora en griego porque era el idioma del pueblo. No hay lenguaje en el que Dios no hable. Lo cual
nos lleva a una pregunta encantadora.

3. ¿En qué lenguaje te está hablando a ti?

Dios nos habla por medio del lenguaje de la necesidad, del idioma del dolor, el mensaje de la
alegría.

Dios nos habla por medio de un lenguaje que podamos comprender, leemos en la biblia que
amemos al prójimo, pero no amamos hasta que llega la enfermedad, leemos en la biblia que Dios
es quien abre y quien cierra puertas, pero no lo entendemos hasta que vemos la oración y la
intervención Divina como último recurso en vez de estar en primer lugar, hay palabras en la biblia
que no tienen significado hasta que las vivimos Mateo 25:29 Porque al que tiene mucho se le
dará más, y le sobrará; pero al que no tiene nada, hasta lo poco que tiene se le quitará. No
entendemos que tenemos mucho y que de eso podemos dar, ¿mucho qué? Mucho tiempo,
dinero, familia, amigos, corazón, pensamientos, fuerzas. Y no lo vemos hasta que se nos es quitado
y entonces nos damos cuenta de que si poseíamos.

Dios te quiere hablar en tu idioma, el mensaje es el mismo Cristo es Rey, ¿pero es el Rey de tu
vida?

El regalo de Dios para ti es que te hablara en tu propio idioma, según un libro existen cinco
lenguajes del amor, palabras de afirmación, regalos, actos de servicio, tiempo de calidad, y
contacto físico. Y Dios esta dispuesto a hablarte a través de ellos y tu debes estar dispuesto a ser la
voz de Dios para otros en alguno de estos cinco idiomas.

«TE DEJARÉ ELEGIR»


EL REGALO DE DIOS A TRAVÉS DE LAS DOS CRUCES

Allí Jesús fue clavado a la cruz, y a cada lado de él un hombre también fue clavado a una cruz.
Juan 19.18

Introducción: Hay algunas cosas que no podemos elegir como nuestra nacionalidad, nuestra
familia (padres y hermanos), nuestro color de piel. Pero Dios te ha reservado el derecho a elegir tu
destino en la eternidad.

4. ¿Alguna vez te has equivocado en tu toma de decisiones?


En tu vida tú has hecho algunas malas decisiones, ¿no es cierto? Te has equivocado al escoger a
tus amigos, quizás tu carrera, incluso tu cónyuge. Miras tu vida hacia atrás y dices: «Si pudiera… si
pudiera librarme de esas malas decisiones» ¡puedes!

5. A Dios le gusta dejarnos elegir:


a. una puerta angosta o una puerta ancha (Mateo 7.13– 14)
un camino angosto o un camino ancho (Mateo 7.13– 14)
una muchedumbre o la compañía de pocos (Mateo 7.13– 14)
Nosotros podemos decidir:
construir sobre la roca o sobre la arena (Mateo 7.24– 27)
servir a Dios o a las riquezas (Mateo 6.24)
estar entre los corderos o entre las cabras (Mateo 25.32– 33)

b. Mucho se ha dicho acerca de la oración del ladrón penitente, y ciertamente


merece toda nuestra admiración. Pero a la vez que me regocijo con el ladrón que
cambió, ¿podemos olvidarnos del que no cambió? ¿Qué me dices de él, Jesús?
¿No hubo una invitación personal para él? ¿Una palabra oportuna de persuasión?
¿No era que el pastor dejaba a las noventa y nueve para salir en busca de la
perdida? ¿No fue que la dueña de casa barrió hasta que encontró la moneda
perdida? Sí, el pastor lo hace, la dueña de casa también, pero el padre del hijo
pródigo; recuerda, no hace nada. La oveja se perdió inocentemente. La moneda se
perdió irresponsablemente. Pero el hijo pródigo se fue intencionalmente. El padre
lo dejó decidir. A los dos criminales, Jesús les dio la misma oportunidad. Hay veces
cuando Dios manda truenos para que nos conmuevan. Hay ocasiones cuando Dios
manda bendiciones para convencernos. Pero también hay ocasiones cuando Dios
no manda sino silencio con lo cual nos está dando el honor de escoger con libertad
el lugar donde habremos de pasar la eternidad.
Conclusión: Piensa en el ladrón que se arrepintió. Sabemos que: Escogió las muchedumbres, la
moralidad errónea, la conducta equivocada. ¿Pero podría decirse que su vida fue un desperdicio?
¿Estará pasando la eternidad con todos los frutos de sus malas decisiones? No. Todo lo contrario.
Está disfrutando del fruto de la única decisión buena que hizo. Al final de todas sus malas
decisiones fue redimido por un hombre solitario.
Una buena decisión para la eternidad compensa miles de malas decisiones hechas sobre la tierra.
Tú tienes que tomar la decisión ¿Cómo dos hombres que ven al mismo Jesús; uno escoge burlarse
de él mientras que el otro decide orar a él? No sé cómo, pero lo hicieron. Y cuando uno oró, Jesús
lo amó lo suficiente como para salvarlo. Y cuando el otro se burló, Jesús lo amó lo suficiente
como para permitirle hacer eso. Lo dejó que decidiera. Él hace lo mismo contigo.

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