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Lucas 23:46
Introducción:
Los cuatro Evangelios registran las siete últimas frases de Jesús antes de
su muerte.
Son un legado de enseñanza y amor para nosotros. Jesús dijo:
Él soportó los golpes y permaneció fuerte ante los juicios de burla que le
hacían, él observo en silencio como todos los que lo amaron corrieron
lejos.
El no se quejo cuando los insultos fueron lanzados contra él, ni grito
cuando los clavos perforaron sus manos, pero cuando Dios volteó su
cabeza, eso era mas de lo que podía soportar.
Dios mío, el grito sale de los labios partidos e hinchados.
El corazón santo esta roto. No hay nada mas terrible para aquel que ha
experimentado la presencia de Dios, como que esta se aparte de el (David
dijo: No quites de mi tu santo espíritu)
Cristo experimente en carne propia la soledad mas intensa, el olvido mas
cruel, y el abandono mas extremo. El sabe lo que los hombres sin Dios
sienten. El sabe lo que siente el hombre de Dios siente cuando es pasado
por el desierto de la soledad
Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de
nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo, como nosotros,
pero sin pecado. Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia,
para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro.
(Hebreos 4:15,16)
El puede entender al hombre que llora la partida de su cónyuge y se
pregunta ¿Dios mío porque? El puede comprender al anciano solitario que
en un rincón abandonado y olvidado de sus hijos pregunta ¿Dios mío
porque? Al niño que llora con solo el recuerdo de sus padres cuando
pregunta ¿Dios mío porque?
6.- Consumado es
Cuando Jesús hubo tomado el vinagre, dijo: Consumado es.
Y habiendo inclinado la cabeza, entrego el espíritu. Juan
19: 30
Jesús fue clavado en la cruz entre las nueve y la doce de la mañana y
murrio entre las tres y las cuatro de la tarde, precisamente al tiempo de la
oración principal del día, en la hora del sacrificio vespertino y cuando
estaba siendo matado el cordero pascual.
Después de todos sus dolores y fatigas, su vida estaba aun entera en él, y
su naturaleza, fuerte.
Una de las primeras cosas que abandonan aun moribundo es la voz;
cuando la lengua se debilita y falta el aliento, es difícil balbucear unas
pocas y entrecortadas palabras, y más difícil aun es oírlas distantemente.
Pero Cristo, precisamente al expirar, hablo como quien se halla en poder
de todas sus fuerzas, para darnos a quien daba permiso ala muerte para
que se acercara.
Él antes de morir, voluntaria mente inclinó su cabeza entregándose así en
manos de la muerte sin mostrarle el más mínimo temor. Los otros
evangelios dicen que dio un gran grito esta frase en el original es una sola
palabra y esta comunica triunfo no de derrota.
Todo era adverso, todo era gris, no había esperanza, no había salida Dios
hecho carne había muerto “ES VIERNES PERO EL DOMINGO VIENE”