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BIBLIOTECA
1 - Concepto y funciones de biblioteca escolar y biblioteca familiar.
Llamamos biblioteca familiar al sitio especial de la casa donde guardamos los libros que los
miembros de la familia consultan con frecuencia para satisfacer sus necesidades de conocimiento.
Esta biblioteca puede llenar desde un solo estante o librero, hasta una habitación completa,
dependiendo del gusto que por la lectura tengan los miembros de la familia. Existen programas
especiales para ordenar las bibliotecas digitales por título, autos, género, materia, empresa
editora, etc, lo que facilita su consulta.
2- Modelos de biblioteca
Existe una gran variedad de tipologías de bibliotecas. Todas similares en cuanto a lo que persiguen,
pero distintas en la forma de llegar a sus objetivos finales. Se puede decir, sin riesgo a equivocarse,
que todas las bibliotecas comparten lo que sería su núcleo (la organización de contenidos y su
puesta a disposición a las personas usuarias), pero hay ligeros matices que hacen que cada una sea
diferente en cuanto a sus orígenes, materiales y destinatarios.
Porque no es lo mismo una biblioteca nacional que una biblioteca pública o una biblioteca
especializada. Ni tampoco es lo mismo una biblioteca universitaria que una biblioteca escolar.
Ahora bien, no existe una única clasificación de las distintas tipologías de bibliotecas. De hecho,
existen varias. Por ejemplo, la clasificación de las bibliotecas según la UNESCO donde se distinguen
seis tipos de bibliotecas, o la clasificación de las bibliotecas según el Instituto Nacional de
Estadística (INE), que es muy similar a la clasificación de la UNESCO, pero destaca a las bibliotecas
centrales de las distintas comunidades autónomas. Por otra parte, las tipologías de bibliotecas de
la Federación Internacional de Asociaciones de Bibliotecarios y Bibliotecas (IFLA) señala que hay
hasta trece tipos de bibliotecas… aunque muchas de ellas estarían integradas dentro del epígrafe
de bibliotecas especializadas en las anteriores clasificaciones. Por cierto, especial atención a las
bibliotecas metropolitanas, que son aquellas que están ubicadas en poblaciones de más de
400.000 habitantes. Y, por último, para la American Library Association (ALA) las principales
tipologías de bibliotecas serían cuatro: escolares, públicas, nacionales y especializadas.
3- Etapas del proceso de diseño del proyecto para una biblioteca familiar o escolar
La biblioteca escolar puede entenderse como un servicio de los Centros Educativos en el que se
reúnen, organiza y usan los recursos documentales necesarios para el aprendizaje de los escolares,
la adquisición de hábitos lectores y la formación en el uso de la información. La biblioteca escolar
se configura de esta manera como un elemento básico para establecer una verdadera cultura
comunicativa y de aprendizaje permanente en los centros.
La biblioteca escolar debe ser un espacio dinámico de recursos y servicios de información que
cumpla un papel primordial en el aprendizaje de los alumnos. Se configura de esta manera como
un elemento básico para establecer una verdadera cultura comunicativa y de aprendizaje
permanente en los centros.
Las bibliotecas escolares cuentan, en general, con escasos recursos, que deben ser muy bien
aprovechados. Por ello, es muy importante que la selección de objetivos se haga de forma
consciente y meditada, de tal modo que se pueda ir mejorando la biblioteca paulatinamente,
curso a curso.
El proyecto de la biblioteca deberá ser consensuado con los miembros del claustro, puesto que
debe formar parte de la Programación General, el Proyecto Educativo y el Proyecto Curricular del
centro.
Las recomendaciones generales para comenzar el diseño de una biblioteca escolar son:
a. Instalaciones
Se debe contar como mínimo con las mesas y sillas necesarias para acoger a un grupo completo de
alumnos dedicado a algún trabajo colectivo. No conviene utilizar mesas grandes, corridas, que
ocupan demasiado espacio. Las mesas de lectura para cuatro personas son las idóneas, ya que
permiten realizar trabajos colectivos o tareas individuales. Una condición básica para fomentar el
hábito lector entre los alumnos y alumnas es permitirles un contacto directo con los libros.
En los centros de Educación Infantil y Primaria hay que tener en cuenta que los alumnos más
pequeños han de tener su propio espacio dentro de la biblioteca con estanterías a su alcance,
mesas y sillas de su tamaño, una alfombra con cojines y todo aquello que les facilite una estancia
más agradable y acogedora en la biblioteca.
Una biblioteca escolar debe permitir el estudio individual, la consulta, el trabajo en grupos
pequeños e incluso del grupo de clase. Apoyar tanto la adquisición de conceptos como la práctica
de procedimientos y el fomento de actitudes. Debe utilizarse para el aprendizaje y el desarrollo de
habilidades de información en todas las áreas, en función del desarrollo de las etapas y los ciclos. Y
también como lugar de ocio, disfrute y socialización. Y todo esto dará lugar a actividades
documentales y de dinamización que pueden ser enormemente variadas.
o Falta de horario, tanto para docentes como para bibliotecarios, para reunirse y planificar
actividades conjuntas.
o Problemas de compatibilidad entre los horarios de la biblioteca y los horarios de clase.
o La biblioteca no encuentra su lugar en el organigrama del centro. Casi siempre pertenece
al departamento de actividades extraescolares.
- Tradiciones en la enseñanza
El bibliotecario escolar debe ser una figura a tiempo completo. Ello permitiría la gestión y
coordinación de los recursos informativos para su dinamización. Debe tener la doble
formación en Educación y en Biblioteconomía, y hacer participar a todo el claustro de
profesores en la selección de colecciones, en la producción de documentos, y en la formación
de las habilidades de información de sus escolares. Lo importante es que el bibliotecario
escolar sea siempre parte y organice toda su gestión con el conjunto del Centro, que funcione
de modo integrado, para hacer la biblioteca parte del proyecto educativo. Las funciones son:
Para poder realizar el proyecto de una biblioteca escolar hay que analizar previamente las
necesidades que se manifiestan en el centro.
Es conveniente realizar un análisis de todas esas respuestas en el que participe todo el equipo, con
el fin de constatar las principales carencias, su repercusión en la biblioteca y en el centro, las
oportunidades de actuación para modificar la situación y las posibles respuestas de la biblioteca.
En este análisis es importante tomar en consideración tanto la información objetiva obtenida
mediante los cuestionarios como las impresiones subjetivas, que ofrecen una perspectiva
diferente, y tener como referencia las recomendaciones existentes sobre bibliotecas escolares en
cuanto a colecciones, instalaciones, y servicios.
Una vez analizados los resultados, será necesario redactar un breve informe de síntesis de una o
dos páginas, que formará parte del proyecto y que servirá para contrastar con la evaluación de
resultados en el futuro.
Generalmente, los objetivos en una biblioteca escolar española típica, en función de su nivel de
desarrollo actual, serán del tipo de los siguientes:
Equilibrar la colección
Garantizar la disponibilidad de los documentos
Difundir los fondos y hacer que circulen por el centro educativo
Ampliar las posibilidades de uso pedagógico de la biblioteca escolar
Estos objetivos generales se concretan en una amplia serie de objetivos o iniciativas específicas,
que se deben especificar en función de las necesidades y prioridades del centro.
El juego con el cuerpo, con la materia, con la palabra, el juego que nos permite acercarnos ala
realidad.
Definir el juego como juguete, no significa restarle su especifico valor, si no sacarlo de la librería
para arrojarlo ala vida, para que se un objeto de la vida, un instrumento de la vida.
Hacer literatura
La literatura ni es un montón de papeles escritos, un objeto inerte colocado sobre una estantería.
La literatura comienza cuando una persona, un niño es capaz de comunicarse con otra a través de
las palabras, cuando es capaz de convertir las palabras, hasta entonces muertas en demonios,
barcos, hadas, dragones, princesas…
La literatura no es un estado, no es un acto, acto de comunicación, de creación, de
descubrimiento, acto de educación.
°ACTITUD DE INVESTIGACIÓN
La práctica de esta metodología incidirá en toda la dinámica de clase, pero muy concretamente
sobre la utilización que se haga de los medios didácticos.
3° Busca un estereotipo cultural muy concreto, estereotipo que sacrifica la individualidad por la
uniformidad de todos sus lectores, por lo que se mantiene siempre en el rol de un ser extraño.
4° puesto que lo contiene todo, incluso la educación, no cabe buscar más allá; reprimiendo así
cualquier desviación que sobrepase el estudio o la repetición.
FACILITAR LENGUAJES
Motivar la necesidad de comunicar y poner a disposición del alumno los medios pertinentes, es
nuestro objetivo. La expresión y la comunicación precisan de unos lenguajes, que son los que debe
facilitarse al niño para que pueda gozar de una autentica libertad de comunicación.
El modelo de biblioteca que proponernos prácticamente más que unas pocas estanterías a la
altura de las mesas, que posee unos pocos libros, que el bibliotecario no tiene una tarima; que
tiene pequeñas redondas y cuadradas con pocas sillas a su alrededor que pueden fácilmente
moverse cambiando la distribución del espacio; entonces la relación que habíamos establecido
entre el significante B-I-B-L-I-O-T-E-C-A y su significado se verá considerablemente alterada, diré
menos que eso que no es biblioteca.
Una biblioteca no es el resultado de la adicción matemática de unos libros, unas mesas, unas sillas,
un orden y un supervisor. Una biblioteca no es un aula de examen donde no se puede hablar ni
hacer ruido, donde se exige el máximo de silencio para permitir una concentración, siempre
vigilada por el examinador.
“¡Pasen y vean!” Esas eran las palabras que tiempos atrás se decían en las ferias y
espectáculos circenses para invitar a los transeúntes a entrar. Todo el éxito se basaba en la
animación que ponía la persona que las decía. Nuestras bibliotecas ofrecen también un
gran espectáculo en torno a la lectura, los libros, el ocio, el impulso y crecimiento de la
imaginación, así como el desarrollo intelectual y emocional de las personas. Pero es
importante el que ofrezcamos a nuestros usuarios todo lo que disponemos y que los
motivemos, y una forma de hacerlo es a través de las actividades de animación a la
lectura.
Como resumen de todo lo expuesto, podemos llegar a siguiente definición del concepto
animación a la lectura: engloba un conjunto de actividades, estrategias y técnicas
tendentes a favorecer, potenciar y estimular el acercamiento del usuario a los libros,
mejorar los hábitos lectores, asegurar su crecimiento lector, pasar del saber leer al querer
leer y a fomentar el aspecto lúdico de la lectura. No es sólo leer un libro. Abarca un
amplio abanico de acciones, todas ideadas, diseñadas, organizadas y propuestas desde la
biblioteca.
Desde un nivel de concreción más exhaustivo, Podemos enumerar los siguientes objetivos:
La evaluación ha de ser una obligación siempre, y para todo: no puede ser que hagamos un
boletín de novedades, y que a final de mes no comprobemos que las novedades se han
prestado (o no), cuáles y por qué tipo de usuario. Sin ello no podemos mejorar. Nos será
imposible hacer el mes siguiente una guía mejor y más adaptada a lo que quieren nuestros
clientes. La evaluación ha de ser coherente con los objetivos y con el proyecto y las
acciones planteadas, y nunca han de ser meramente numéricas. No es tan importante
saber si el número de carnets ha subido, como conocer las causas.
Y mucho más: aunque parezca muy difícil, y un trabajo enorme, las bibliotecas han de
plantearse YA hacer evaluaciones de impacto. ¿Qué es una evaluación de impacto? Pues
saber cómo ha influido la biblioteca en su entorno. ¿Es la población más educada que
antes? ¿Los clubes de lectura, en los cuales se ha trabajado para que participen los
diferentes colectivos culturales de la comunidad, proponiendo obras y temas que atraigan
también a los inmigrantes para que haya discusiones más enriquecedoras… han propiciado
una integración y un entendimiento entre ellas?
Este ciclo de proyectos no acaba aquí, sino que es una rueda: la evaluación de una
actividad sirve para hacer el diagnóstico de la siguiente, y así sucesivamente. Podríamos
decir que tiene forma de espiral, pues la nueva acción es mucho mejor y más enriquecida
que la anterior, y así va creciendo.
Las acciones van definiendo asimismo los proyectos, y estos a su vez vuelven a replantear
los objetivos, que en cascada concretan los nuevos proyectos y sus correspondientes
acciones.
Una buena definición de proyectos, a pesar de que parezca muy laboriosa, no lo es, y
aporta grandes ventajas a las bibliotecas:
datos palpables, que generan más satisfacción final en los profesionales (en lugar de
estar contento por haber acabado con éxito la hora del cuento, estará feliz sabiendo
que aquellos niños han aprovechado esa actividad en su crecimiento personal),
Animo al colectivo a que explore estas sugerencias: hay una sensación de que en muchas
bibliotecas se actúa por inercia, por impulso y con mínima planificación. La evaluación, en
muchos casos, consiste en pensar que ha salido bien, y no existe una reflexión sobre los
resultados. La buena fe y la disposición mostradas por nuestro colectivo para
emprenderlas, es encomiable y digno de aplauso. Sólo sugiero que si estos esfuerzos
loables se realizan de una forma más ordenada, estarán más contentos los usuarios,
porque nos focalizaremos mucho más en ellos, y estaremos más contentos nosotros, pues
el trabajo bien hecho, aparte de dar mejores frutos, nos satisface muchísimo más.
TRABAJO REALIZADO POR LOS ALUMNOS: PAOLA MOISES, VICTORIA ROUSELL Y
RODOLFO VINAL.