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Introducción
2. La Violencia
1
En www.bcn.cl/ecivica/concefamil/
2
Montoya V, “Teorías de la Violencia Humana”, en www. sincronia.cucsh.udg.mx/montoya05.htm
cooperador sino como un competidor, como un enemigo. A esto se suman los medios de
comunicación que propagan la violencia, estimulando la agresividad del niño.3
Viene de un entorno familiar donde las agresiones son o fueron frecuentes (se cree que la
violencia se aprende).
Los agresores presentan una conducta doble: En sociedad son aparentemente normales y en
el hogar, junto a su familia, manifiestan una conducta en donde sufren sus agresiones,
desprecios, humillaciones, amenazas.
Son personas muy posesivas, tienen el control total de las personas de su entorno, y de a poco
van destruyendo los apoyos externos, trabajo, amistades, familia. Finalmente las aíslan.
Bajo nivel de autoestima adoptando comportamientos agresivos para vencer las situaciones
familiares.
Tratan de compensar deficiencias en las relaciones fuera de la familia.
Falta de valores y deficiencias muy rígidas de identidad basados en la diferencia sexual,
aceptando aptitudes machistas y sexuales en las que el varón tiene que ser superior.
Celopatía (celos excesivos).
3
Montoya V, Idem.
4
Véase anexo “El Ciclo de la Violencia”, en
www.gov.mb.ca/justice/domestic/cycleofviolence/pdf/cycleofviolence_Spanish.pdf
La violencia que ejerce sobre la mujer la utiliza para que ella responda a sus mandatos y
solicitudes. Casi el 100% repite su conducta, aunque finja o creas que ha cambiado, vuelve a
maltratar.
Minimiza, justifica, racionaliza o niega sus actos agresivos. Busca una explicación a su conducta
y casi siempre la encuentra.
Se creen víctimas y siempre están a la defensiva.
No admiten que se cuestione ningún aspecto de su conducta en la familia.
Perfil de la víctima:
Aceptan la violencia de género como algo normal, entendiendo que la sumisión de la mujer en
la relación como algo normal.
Autoestima muy baja, persona insegura que duda constantemente de sus decisiones creyendo
que no puede sobrevivir por ella misma en la sociedad en que vive. Siente que sin su pareja no
puede vivir.
Suele tener depresiones, crisis de ansiedad y trastornos alimentarios. Esa baja autoestima e
inseguridad le impide tomar la decisión de terminar la propia relación.
Tema 2: Elementos Constitutivos de la VIF
¿Has escuchado de violencia intrafamiliar?... ¿tienes una idea de lo que es realmente?... ¿sabes
cómo se siente alguien que sufre esto?..., la violencia es algo de lo que no podemos
desentendernos, es algo que nos afecta a todos, pues desintegra a la persona, la deshumaniza, sea
agresor o víctima, destruye familias, destruye a los seres queridos.
Frente a este problema podemos hacer dos cosas: primero mantenernos como hasta ahora,
desentendidos como siempre “ese no es mi problema”, o bien aprender de esta problemática
social… si quieres aprender algo de la violencia intrafamiliar te invito a escuchar mi voz…
Violencia Castigo: se da en una relación complementaria y desigual, donde toma forma de castigo,
es decir, que la persona sobre la que se ejerce la agresión lo recibe como si hubiera cometido una
falta y se mereciera un correctivo o una sanción, justificando de tal manera al agresor. La víctima
no se rebela. No hay pausas. La violencia permanece más escondida, con carácter íntimo y secreto.
No se habla de ella al exterior. Ambas personas, tanto el que ejerce la violencia castigo como el
que la recibe presentan baja autoestima, trastorno de la identidad entre otras características de la
personalidad. Podemos plantear como ejemplo la reprimenda de un Padre a su hijo, del supervisor
a un trabajador.8
5
Descripciones generales de la VIF en:
www.catarina.udlap.mx/u_dl_a/tales/documentos/mocl/collazo_m_gj/capitulo1.pdf
6 5
y Descripciones generales de la VIF en:
www.catarina.udlap.mx/u_dl_a/tales/documentos/mocl/collazo_m_gj/capitulo1.pdf
2.3: Formas de Violencia Intrafamiliar.
Abuso físico
FORMAS ACTIVAS Abuso Emocional
MALTRATO Abuso sexual
INFANTIL Abandono físico
FORMAS PASIVAS
Abandono Emocional
NIÑOS TESTIGOS DE
VIOLENCIA
Abuso físico
Abuso emocional
MALTRATO HACIA LA
MUJER Abuso sexual
Otras formas de abuso
VIOLENCIA (económica)
INTRAFAMILIAR Abuso físico
VIOLENCIA Abuso emocional
CONYUGAL VIOLENCIA CRUZADA Abuso sexual
Otras formas de abuso
(económico).
Abuso físico
Abuso emocional
MALTRATO HACIA EL
HOMBRE Abuso sexual
Otras formas de abuso
(económica).
MALTRATO A Maltrato físico
FORMAS ACTIVAS
ANCIANOS Maltrato Emocional
Abuso financiero
Abandono físico
FORMAS PASIVAS
Abandono Emocional
Fuente: Instituto de la Mujer, Santiago, Chile.
EL MALTRATO INFANTIL. 9
UNICEF define como víctimas de maltrato y abandono a aquellos niños, niñas y adolescentes de
hasta 18 años que “sufren ocasional o habitualmente actos de violencia física, sexual o emocional,
sea en el grupo familiar o en las instituciones sociales”.
La Convención sobre los Derechos del Niño, ratificada por Chile en 1990, en su artículo 19
establece que “los Estados Partes adoptarán todas las medidas legislativas, administrativas,
sociales y educativas apropiadas para proteger al niño contra toda forma de perjuicio o abuso
físico o mental, descuido o trato negligente, malos tratos o explotación, incluido el abuso sexual,
mientras el niño se encuentre bajo la custodia de los padres, un representante legal o de cualquier
otra persona que lo tenga a su cargo”.
Las agresiones sicológicas más frecuentes por parte de los padres son gritar, castigar, insultar o no
hablar por largos períodos con sus hijos. Las manifestaciones más comunes de violencia física leve
son las cachetadas, tirones de pelo o zamarreos. De las conductas catalogadas como violencia
física grave, las más habituales son golpear a los niños con objetos, correas, pies o puños.
Una característica frecuente en los padres que agreden a sus hijos, es que en su infancia
probablemente fueron agredidos por sus progenitores o no recibieron protección ni afecto.
Existen algunas características de los niños que los hacen más vulnerables a recibir violencia de
parte de sus padres, como conductas hiperactivas o presencia de impedimentos físicos o
mentales.
También los embarazos no deseados y los nacimientos prematuros, son factores de riesgo para
esos niños.
En el nivel socioeconómico alto es mucho más frecuente que los padres maltraten sicológicamente
a sus hijos, aunque también los castigan físicamente. En el estrato socioeconómico bajo, los casos
de violencia física leve y grave son más frecuentes.
Esta es entendida como “toda forma de maltrato o abuso sea físico, psicológico-emocional, sexual
o económico que tiene lugar en la pareja sin importar la forma del vínculo. Se trata de prácticas
abusivas ejercidas por una persona con quien la mujer tiene o tuvo una relación afectiva o de
pareja”.10
Podemos decir que es la forma más conocida de la violencia, y que se ha hecho sinónimo de
violencia de género.
9
Fuente www.unicef.cl
10
Duque I. Rodriguez T. Weinstein, S. Violence against women: definitions and strategies, Citado en Plan
Nacional contra la Violencia Intrafamiliar, SERMAN CHILE.
VIOLENCIA HACIA EL ADULTO MAYOR:11
El maltrato hacia las personas mayores constituye un problema social que no ha recibido la
suficiente atención por parte de la comunidad nacional. El maltrato al adulto mayor existe de
diversas formas; físico, psicológico, sexual, como negligencia o abuso patrimonial; se ejerce de
manera activa o pasiva, y se presenta en distintos contextos, ya sea en el ámbito familiar, en las
instituciones que prestan asistencia a los adultos mayores y en la sociedad que los discrimina.
Diversos estudios nacionales revelan que el maltrato al adulto mayor existe, no obstante ha sido
un fenómeno invisibilizado, que necesita ser reconocido, y por sobretodo, requiere con urgencia
de la acción de la política pública, de la familia y de la sociedad en su conjunto, de modo de
prevenir su ocurrencia y/o disminuir sus efectos en la persona mayor.
Podemos definir este tipo de violencia como cualquier Acción u omisión que produce daño a un
adulto mayor y que vulnera el respeto a su dignidad y el ejercicio de sus derechos como persona.
Una vez revisadas las causas de la violencia intrafamiliar también se hace importante identificar
qué tipo de efectos tiene dicho fenómeno: la disfunción de la familia, el distanciamiento de sus
miembros y las mutaciones en su comportamiento o actitudes mentales. Los efectos pueden ser
clasificados en: psicofísicos y psicosociales, específicos y genéricos o generales:
Los efectos psicofísicos, son aquellos que producen cambios psíquicos o físicos, en un mismo acto.
Los Psíquicos hacen referencia a la des valoración, baja autoestima y estrés emocional producido
por las tensiones que produce el maltrato, en los empleados por ejemplo produce una baja en su
rendimiento laboral ya que las tensiones emocionales dificultan la concentración.
Los efectos físicos se manifiestan en forma de lesiones como hematomas, heridas abiertas,
fracturas, quemaduras, etc. En el acto sexual también se presenta violencia cuando éste se
produce en forma forzada, produciendo cambios en la personalidad y alteraciones en las
relaciones con el violador, marido o compañero permanente o con los otros miembros de la
familia.
Los efectos psicosociales, se dividen en internos y externos. Los primeros, son aquellos que
generan la marginación, la exclusión y la violación de los derechos fundamentales de la mujer y los
niños. Por ejemplo, cuando se presenta un maltrato hacia la mujer ésta se ve obligada a aislarse
de ciertas actividades sociales, de relaciones interfamiliares y hasta en su propio hogar. Dentro de
la exclusión se ven afectados los niños en cuanto al afecto, puesto que una madre marginada
forzosamente por la violencia intrafamiliar no puede brindar a sus hijos el amor que necesitan, lo
que puede llevar a estos niños a la drogadicción, la prostitución y la delincuencia.
11
Fuente www.senama.cl
TRANSVERSALIDAD DE LOS EFECTOS DE LA VIOLENCIA.
Sea cual sea la víctima de violencia podemos decir, sin temor a equivocarnos, que los efectos
comunes a todos ellos son:
Heridas
Moretones
Lesiones en general
Fracturas
Perdida y/o disminución de funcionamiento de órganos
Perdida y/o disminución de funciones motrices
Embarazo no deseado
Muerte
Consumo de drogas, etc.
Depresión
Ansiedad
Stress post traumáticos
Crisis de pánico
Trastornos del sueño
Intenciones suicidas, etc.
Aislamiento
Pérdida de trabajo
Rupturas matrimoniales
Pérdidas económicas
Vulnerabilidad social (prostitución, situación de riesgo social), etc.
Tema 4: NORMATIVA NACIONAL SOBRE VIF
La doctrina del derecho social, enmarca a la familia como la célula básica de la sociedad, la cual
requiere de la intervención del estado para promover su protección, así como la realización de
programas sociales y acciones tendientes a su desarrollo, estableciendo los mecanismo jurídicos y
administrativos que le permitan una mejor convivencia, en un marco de respeto e igualdad entre
sus miembros.
Los seres humanos tenemos diferencias: debidas entre otras razones, a nuestra edad, sexo, o
pertenencia cultural o religiosa, entre otras, sin embargo ninguno es inferior, ni siquiera, cuando a
causa de esas diferencias sea más débil o vulnerable y, la familia, es y debe ser, el espacio para que
sus miembros puedan desarrollarse como seres humanos, siendo la violencia, en el núcleo
familiar, un elemento de deterioro e incluso destructivo para su unidad esencial.
Es así que el marco normativo relativo a la Violencia intrafamiliar en Chile, debemos buscarlo,
tanto el texto Constitucional de 1980, las normas sustantivas del Código Civil, a Ley de Violencia
Intrafamiliar N° 20.066, y los tratados internacionales ratificados por Chile.
La declaración de los derechos humanos aprobada por naciones unidas en 1948, representa un
sistema de principios y valores fundamentales, aceptados libre y expresamente por los estados
partes.
En relación a la Violencia Intrafamiliar, podemos considerarla un problema de derechos humanos,
puesto que infringe varios derechos establecidos en este instrumento internacional. Estos
derechos son:
En síntesis podemos decir que cualquier acción u omisión, que no considere la dignidad de la
persona humana cualquiera sea su edad, sexo, condición o estirpe, constituye violencia.
4.3 : La Violencia en la Convención Americana sobre DD. HH. (Pacto de San José)
Naciones Unidas se ha preocupado por la condición de las mujeres y en particular la violencia que
sufren al interior de la familia, así en 1979, se elabora la Convención sobre la eliminación de todas
las formas de discriminación contra la mujer. Este instrumento constituyó un gran avance para
igualar los derechos entre hombre y mujeres y fomentar la participación de las mujeres en las
instancias de la vida económica, social, política y cultural de los países.
12
Resumen del Preámbulo de la CONVENCIÓN AMERICANA SOBRE DERECHOS HUMANOS
4.5: La Violencia en la Declaración sobre la eliminación de la violencia contra la mujer.
La evidente pobreza normativa relativa a la familia que presenta la Constitución chilena (las
referencias al concepto “familia” son escasas: art. Io incisos 2o y 5o, art. 19 N° 4) se salva a través de
la incorporación de los tratados internacionales sobre la materia en virtud del art. 5o inciso 2o. En
este sentido, se trata claramente de una constitución de corte minimalista y, siguiendo la regla
general dentro de este tipo de constituciones, no contiene un acápite especial dedicado a la
familia.
Con la dictación de la Ley Nº 19.325 en 1994 se reconoce por primera vez en Chile que la violencia
intrafamiliar es una conducta merecedora de reproche social. Este reconocimiento obedeció a un
contexto sociopolítico de adopción de medidas legislativas y de políticas públicas en la región
destinadas a combatir la violencia en contra de las mujeres, considerando este tipo de conductas
como una grave violación a los derechos humanos.
Con todo, la primera ley de violencia abrió el reconocimiento del problema, lo cual claramente fue
un avance: entregaba herramientas para dictar medidas cautelares, propiciaba medidas
alternativas a la pena-sanción, como el trabajo comunitario, e instalaba la idea de una
intervención psicosocial para los agresores. Esta ley tuvo un claro enfoque terapéutico bajo la
premisa de que era necesario buscar la reconciliación y la reparación de los vínculos familiares
afectados por la violencia a través de la intervención judicial, específicamente mediante la
conciliación. Estudios de la época sobre la aplicación de la Ley Nº 19.325 mostraron que la mayoría
de los casos (92%) terminaba por un avenimiento instado por el tribunal, lo que a juicio de los
especialistas implicaba la ausencia de sanciones a los ofensores, perpetuaba los estereotipos de
género y justificaba la violencia.13
En el año 2005 con la dictación de la Ley Nº 19.968 que crea los tribunales de familia, se establece
un nuevo procedimiento para los casos de violencia intrafamiliar y se elimina el llamado a
conciliación. Sin embargo, se establece la figura de la suspensión condicional de la dictación de la
sentencia como forma de poner término al proceso. Esta figura supone algún nivel de acuerdo
entre las partes e, incluso en algunos casos, la derivación a una instancia de mediación.
Este enfoque terapéutico cambia radicalmente con la Ley Nº 20.066 de 2005 que introduce el
delito de maltrato habitual, dando paso así a la adopción de respuestas más represivas. Si bien el
sistema penal conocía de actos de violencia intrafamiliar, la especificidad de género que éstos
presentaban no quedaba en evidencia al ingresar bajo lesiones, amenazas, violación de morada,
delitos de daños u homicidios.
Con esta nueva normativa la respuesta estatal se amplifica dando paso a la intervención de jueces
de familia, de fiscales y jueces de garantía, cuando el caso posea -a juicio de los primeros- los
caracteres de frecuencia e intensidad que configuren la habitualidad de los actos violentos. Si ello
es así, los jueces de familia se declararán incompetentes y derivarán los antecedentes a la fiscalía
que corresponda dando paso al conocimiento y solución de este tipo de conflictos por la vía penal.
Para efectos de qué debemos entender por violencia intrafamiliar recurriremos a la definición
legal contenida en el artículo 5° de la ley en comento, que al efecto prescribe:
“Será constitutivo de violencia intrafamiliar todo maltrato que afecte la vida o la integridad
física o psíquica de quien tenga o haya tenido la calidad de cónyuge del ofensor o una relación
de convivencia con él; o sea pariente por consanguinidad o por afinidad en toda la línea recta o
en la colateral hasta el tercer grado inclusive, del ofensor o de su cónyuge o de su actual
conviviente. También habrá violencia intrafamiliar cuando la conducta referida en el inciso
precedente ocurra entre los padres de un hijo común, o recaiga sobre persona menor de edad,
adulto mayor o discapacitada que se encuentre bajo el cuidado o dependencia de cualquiera de
los integrantes del grupo familiar”.
13
Riffo Soto, A. “Análisis de la Violencia intrafamiliar en Chile”. Pág. 88 a 89, Memoria de Grado, Facultad de
Leyes, Universidad San Sebastian, 2001, Concepción.
Para estos efectos recurriremos al Diccionario de la RAE, que define al maltrato como acción y
efecto de maltratar, a su vez maltratar la define como tratar mal de palabra u obra. El legislador ha
señalado “todo” maltrato”. Según el Diccionario consultado, todo es aquello que se toma o se
comprende enteramente en la entidad o en el número, por tanto, al decir todo, se entiende
cualquier tipo de maltrato indistintamente la forma como éste se concreta, ser considerado en
toda su entidad, principalmente en las consecuencias que éste provoque en la víctima, ya que a
continuación la definición señala, “que afecte la vida o la integridad física o psíquica”. Esta
mención denota la finalidad de protección de esta ley, que no es sino, asegurar la vida, la
integridad personal, tanto física como psíquica, garantía fundamental consagrada en el artículo 19
n° 1 de la Constitución Política de la República.
A continuación la norma en comento se refiere al vínculo que debe existir entre la víctima y el/la
agresor/a. Nos detendremos en lo que dice relación con precisar que respecto de los colaterales
alcanza hasta el tercer grado inclusive, esto es, los tíos, no alcanzando así por ejemplo a los
primos. En lo que se refiere al inciso final de la norma señala expresamente que también existe
violencia intrafamiliar cuando la conducta que hemos descrito ocurra entre padres de un hijo
común, lo que implica que se aplique esta ley respecto de aquellas parejas que si bien no han
convivido tienen un hijo en común. Además para el caso del concubinato no es necesaria la
existencia de hijos comunes, por lo que resulta aplicable tanto a parejas heterosexuales como
homosexuales. Finalmente en este punto cabe mencionar que el año 2010 a través de la ley
20.427 se incluye en este inciso a los adultos mayores con el fin precisamente de incluir el
maltrato hacia el adulto mayor en la legislación nacional.
La segunda cuestión que debemos determinar a la luz de lo ya expuesto a propósito de la
violencia intrafamiliar, es la diferenciación de ésta en relación con la violencia de género. De
acuerdo a la Declaración sobre la eliminación de la violencia contra la mujer
“La violencia de género se refiere a todo acto que se ejerce contra la mujer por el simple
hecho de serlo y que tiene como resultado posible o real un daño físico, sexual, psicológico o
emocional, incluidas las amenazas, la coerción o la privación arbitraria de la libertad, y todo ello
con independencia de que se produzca en el ámbito público o privado”. (Asamblea General de
Naciones Unidas, 1993).
Entonces claramente vemos que la violencia intrafamiliar puede ser una de las formas en
que se concrete la violencia de género, cuando se ejerza en contra de la mujer, y a la luz de lo que
se ha venido exponiendo en razón principalmente de los requerimientos del legislador en cuanto
al vínculo que debe mediar entre víctima y ofensor, necesariamente la violencia intrafamiliar debe
materializarse en el ámbito privado.
“Esta ley tiene por objeto prevenir, sancionar y erradicar la violencia intrafamiliar y
otorgar protección a las víctimas de la misma.”
Artículo 2°
“Es deber del Estado adoptar las medidas conducentes para garantizar la vida,
integridad personal y seguridad de los miembros de la familia.”
Artículo 3°
Artículo 6°
El artículo 6° de la ley 20.066, que señala: “Los actos de violencia intrafamiliar que no
constituyan delito serán de conocimiento de los juzgados de familia y se sujetarán al
procedimiento establecido en la ley 19.968”.
También nuestro país ratifica en el año 1990 la Convención Internacional de los derechos
del niño, lo que implica un profundo cambio en la concepción de las políticas públicas
implementadas, en el sentido de que éstas debieran estar enfocadas en el bien superior del niño,
comprendiéndolo como un sujeto de derechos, que goza de protección especial en su calidad de
persona en desarrollo. Finalmente, podemos mencionar que en relación a los adultos mayores no
existe actualmente una Convención Internacional a su respecto, sin perjuicio de la Convención
Internacional sobre derechos de las personas discapacitadas que no obstante no estar referidas a
ellas tiene un gran potencial para su aplicación.
Otro de los aspectos relevantes, es que la conducta ilícita que hemos definido a la luz de la
ley 20.066, esto es, la violencia intrafamiliar puede ser constitutiva de delito como no serlo, lo que
constituye un factor determinante a la hora de saber en definitiva que tribunal será competente
para su conocimiento y fallo. En relación con lo anterior hemos de tener presente que la violencia
intrafamiliar admite una importante clasificación (estudiada en psicología) que distingue entre
violencia física y psicológica fundamentalmente. El maltrato físico se define como aquellos actos
que atentan o agreden el cuerpo de la persona, tales como empujones, bofetadas, golpes de
puño, golpes de pies, quemaduras, etc. A su vez el maltrato psicológico se define como aquellas
actitudes que tienen por objeto causar temor, intimidar, y controlar las conductas, sentimientos y
pensamientos de la persona a quien se está agrediendo como las descalificaciones, insultos,
control, etc.
En virtud de lo mencionado, tenemos que la violencia que no constituya delito (violencia
psicológica) es de conocimiento de los tribunales de familia, tal como se desprende del artículo 6°
de la ley 20.066.
En relación con esto es importante ver la situación de prevención que regula el Legislador
en el art. 7°, al establecer y más aun presumir la situación de riesgo de una víctima de violencia
intrafamiliar. En los casos en que la violencia intrafamiliar sea constitutiva de delito,
corresponderá la investigación de estos hechos al ministerio público, y el conocimiento y fallo a
los tribunales con competencia en lo penal. En estos casos puede que estemos en presencia de
resultados tipificados en la ley penal, tales como lesiones, amenazas, parricidio, homicidio, delitos
contra la libertad sexual, o que se configure el delito de maltrato habitual definido en el art. 14
como “El ejercicio habitual de violencia física o síquica respecto de las personas protegidas por la
ley de violencia intrafamiliar. El requisito determinante de este delito es que los actos de violencia
intrafamiliar sean habituales”.
En relación con las medidas cautelares que puedan decretarse debemos tener presente lo
que dispone el artículo 15 de la ley 20.066, que señala que en cualquier etapa de la investigación
o del procedimiento sobre delitos constitutivos de violencia intrafamiliar, y aun antes de la
formalización, el tribunal con competencia en lo penal podrá decretar las medidas cautelares que
sean necesarias para proteger a la víctima de manera eficaz y oportuna, además es importante
señalar que se pueden otorgar cualquiera de las medidas cautelares que contempla el estatuto
general del código procesal penal o en definitiva recurrir a las contempladas en los estatutos
especiales contenidos en la leyes 20.066 y 19.968.
Ahora bien, una vez que se ha formalizado la investigación, puede suceder que el
procedimiento se desenvuelva hasta la realización del juicio oral, dado esto puede que el
imputado resulte condenado por el delito en contexto de violencia intrafamiliar, respecto del cual
se ha deducido acusación que pueden ser los ya señalados, además de femicidio producto de la
introducción en nuestro ordenamiento jurídico de este tipo penal por la ley 20480 de diciembre de
2010. No obstante lo anterior, puede suceder que durante la tramitación del procedimiento se
acuerden salidas alternativas, pero para esta situación debemos hacer una precisión en cuanto
que la ley 20066 en el artículo 19 prescribe que los acuerdos preparatorios no tienen aplicación en
estos delitos y además el artículo 18 en relación con la suspensión condicional del procedimiento
señala que se pueden establecer las condiciones que prescribe el código procesal penal además de
las señaladas medidas accesorias para la pena principal que contempla la ley de violencia
intrafamiliar.