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Diplomado Violencia Intrafamiliar: Aspectos Civiles

Resumen Contenidos Módulo 1

Introducción

El fenómeno de la violencia no es algo ajeno a la naturaleza humana, ni a su interacción con el


entorno natural y social. Desde hace aproximadamente 30 años, se ha venido dando un cambio de
paradigma en las situaciones de violencia, sobre todo al interior de la familia. Se puede apreciar
que en antaño era posible escuchar “es que mi marido tiene derecho a golpearme”, “la letra con
sangre entra” y otras similares. Existía una suerte de aceptación social tácita a esta vieja
concepción, sin embargo en los últimos años, la percepción de la violencia ha ido cambiando como
consecuencia de la publicidad y de los medios de comunicación, produciendo acciones que van
más allá de lo que se podría llamar “un racional uso de medios de presión”.
En general, podemos apreciar que en los países ha ido surgiendo una mayor preocupación
respecto al fenómeno de violencia, y una de sus manifestaciones más cotidianas, la violencia al
interior de la familia.
Por lo anterior, es que en este primer módulo procuraremos reconocer el concepto de familia,
cuál es la visión que en nuestro país tenemos de ella, y analizaremos el fenómeno social de
violencia, el ciclo víctima-agresor y sus diferentes manifestaciones, para ir apreciando cómo
efectivamente se produce al interior del Núcleo Fundamental de la Sociedad, como señala nuestra
Constitución Política.
1. La Familia

La familia es un grupo de personas unidas por


vínculos de parentesco, ya sea consanguíneo, por
matrimonio o adopción que viven juntos por un
período indefinido de tiempo. Constituye la unidad
básica de la sociedad. 1
En la actualidad, destaca la familia nuclear o
conyugal, la cual está integrada por el padre, la
madre y los hijos, a diferencia de la familia extendida
que incluye los abuelos, suegros, tíos, primos, etc.
En este núcleo familiar se satisfacen las necesidades
más elementales de las personas, como comer, dormir, alimentarse, etc., además se prodiga
amor, cariño, protección y se prepara a los hijos para la vida adulta, colaborando con su
integración en la sociedad.
La unión familiar asegura a sus integrantes estabilidad emocional, social y económica. Es allí donde
se aprende tempranamente a dialogar, a escuchar, a conocer y desarrollar sus derechos y deberes
como persona humana.
La base de la familia en Chile es el matrimonio, el cual está regulado por nuestro Código Civil, no
obstante podemos adelantar que ni el Constituyente ni el Legislador han definido esta importante
institución.

2. La Violencia

Desde la más remota antigüedad, los hombres se


enfrentaron entre sí por diversos motivos. En los últimos
5.000 años de la historia, la humanidad ha experimentado
miles de guerra, y en todas ellas se han usado armas más
poderosas que la fuerza humana. La historia de la
humanidad es una historia de guerras y conquistas, donde el
más fuerte se impone al más débil, y que si de los textos de
historia quitásemos las guerras, se convertirían en un
puñado de páginas en blanco.2

Se dice que al niño, el entorno social le enseña desde


temprana edad, que las cosas no se consiguen sino por
medio de una inhumana y egoísta competencia. "El otro" no
se nos presenta, en nuestra educación para la vida, como un

1
En www.bcn.cl/ecivica/concefamil/
2
Montoya V, “Teorías de la Violencia Humana”, en www. sincronia.cucsh.udg.mx/montoya05.htm
cooperador sino como un competidor, como un enemigo. A esto se suman los medios de
comunicación que propagan la violencia, estimulando la agresividad del niño.3

Tema 3: Ciclo de la Violencia

La dinámica de la violencia intrafamiliar es un ciclo de 3


fases, las que difieren en su duración en algunos casos. Es
importante aclarar que la agresión no se detiene por sí
sola. Si la pareja permanece en el ciclo, éste se va a repetir
una y otra vez, haciendo que la violencia sea mayor, pues la
tendencia es escalar y ampliar su crudeza y espectro de
afección.

FASE 1: ACUMULACIÓN DE TENSIÓN;


FASE 2: EPISODIO AGUDO DE VIOLENCIA;
FASE 3: ETAPA DE CALMA, ARREPENTIMIENTO O LUNA DE MIEL. 4

Perfil del agresor:

 Viene de un entorno familiar donde las agresiones son o fueron frecuentes (se cree que la
violencia se aprende).
 Los agresores presentan una conducta doble: En sociedad son aparentemente normales y en
el hogar, junto a su familia, manifiestan una conducta en donde sufren sus agresiones,
desprecios, humillaciones, amenazas.
 Son personas muy posesivas, tienen el control total de las personas de su entorno, y de a poco
van destruyendo los apoyos externos, trabajo, amistades, familia. Finalmente las aíslan.
 Bajo nivel de autoestima adoptando comportamientos agresivos para vencer las situaciones
familiares.
 Tratan de compensar deficiencias en las relaciones fuera de la familia.
 Falta de valores y deficiencias muy rígidas de identidad basados en la diferencia sexual,
aceptando aptitudes machistas y sexuales en las que el varón tiene que ser superior.
 Celopatía (celos excesivos).

3
Montoya V, Idem.
4
Véase anexo “El Ciclo de la Violencia”, en
www.gov.mb.ca/justice/domestic/cycleofviolence/pdf/cycleofviolence_Spanish.pdf
 La violencia que ejerce sobre la mujer la utiliza para que ella responda a sus mandatos y
solicitudes. Casi el 100% repite su conducta, aunque finja o creas que ha cambiado, vuelve a
maltratar.
 Minimiza, justifica, racionaliza o niega sus actos agresivos. Busca una explicación a su conducta
y casi siempre la encuentra.
 Se creen víctimas y siempre están a la defensiva.
 No admiten que se cuestione ningún aspecto de su conducta en la familia.

Perfil de la víctima:

 Aceptan la violencia de género como algo normal, entendiendo que la sumisión de la mujer en
la relación como algo normal.
 Autoestima muy baja, persona insegura que duda constantemente de sus decisiones creyendo
que no puede sobrevivir por ella misma en la sociedad en que vive. Siente que sin su pareja no
puede vivir.
 Suele tener depresiones, crisis de ansiedad y trastornos alimentarios. Esa baja autoestima e
inseguridad le impide tomar la decisión de terminar la propia relación.
Tema 2: Elementos Constitutivos de la VIF

¿Has escuchado de violencia intrafamiliar?... ¿tienes una idea de lo que es realmente?... ¿sabes
cómo se siente alguien que sufre esto?..., la violencia es algo de lo que no podemos
desentendernos, es algo que nos afecta a todos, pues desintegra a la persona, la deshumaniza, sea
agresor o víctima, destruye familias, destruye a los seres queridos.

Frente a este problema podemos hacer dos cosas: primero mantenernos como hasta ahora,
desentendidos como siempre “ese no es mi problema”, o bien aprender de esta problemática
social… si quieres aprender algo de la violencia intrafamiliar te invito a escuchar mi voz…

2.1 Las causas de la Violencia Intrafamiliar.

Aspectos generales de la violencia.

Un término importante en el tema de violencia es el de conflicto, el cual alude a factores que se


oponen entre sí. En todos los ámbitos surgen conflictos interpersonales, precisamente como
expresión de la diferencia de intereses, valores y deseos de quienes participan en una relación
interpersonal. Sin embargo, lo que marca la diferencia de los mecanismos utilizados para resolver
los problemas, es la puesta en juego de habilidades comunicativas o la violencia como una forma
de resolución.
Así mismo, se tiende a confundir agresividad con violencia. La agresividad tiene que ver con la
capacidad humana para “oponer resistencia” a las influencias del medio ambiente. Podríamos
considerar que ésta no es negativa ni positiva, sino que forma parte de la experiencia humana, la
cual tiene siempre una dimensión interpersonal. Así mismo, para entender una conducta agresiva,
es necesario que el observador externo conozca el significado que el individuo le atribuye a una
situación, y no solamente conocer la situación donde tal conducta se produce. La agresividad es
útil para definir el territorio de cada uno y hacer valer su “derecho”, mientras que la violencia,
contrario a lo anterior, destroza los límites del propio territorio y los del otro, irrumpe la relación y
los vuelve confusos.
Lo esencial de la violencia, a diferencia de la agresión, es que el que ejerce el daño aparece
enmascarado, cauteloso, y no le permite al que experimenta la violencia captar la amenaza
implícita contenida en la situación ni alertarse contra ella. Es decir, el componente amenazador
como señal se inscribe como distorsionado. La violencia es disimulada por racionalizaciones que le
confieren una fachada de normalidad. Quien la padece no es capaz de elaborar formas de
protegerse, evitarla o incluso enfrentarla. Para que exista una interacción violenta concurren, por
lo general, condiciones necesarias, las cuales se pueden describir de forma separada, pero que
están alternadas unas con otras; estas son:
a) Una situación familiar en la cual existe déficit de autonomía de los miembros, y una
significativa dependencia de unos de otros; donde es imposible elegir libremente la pertenencia o
no pertenencia a un grupo social, lo que no permite la salida de uno o varios participantes del
sistema.
b) Subordinación a un estereotipo por el que ambos, victimario y víctima, suponen que el
primero es el único responsable de la relación, en el sentido de que es quien debe definirla y quien
debe decidir sobre lo que suceda, por lo cual existe un supuesto de desigualdad jerárquica fija, que
hace que los miembros del grupo deleguen la elección de las prácticas calificadas en aquel a quien
reconocen como autoridad.
c) Una circulación tal de estos significados que el abuso que implican no llegue a percibirse
sino que, por el contrario, se considere legítimo, aparezca apoyado por un consenso que de alguna
manera lo justifica y, en consecuencia, proporcione impunidad al victimario.5

2.2 Manifestaciones de Violencia Intrafamiliar.

Violencia agresión y violencia castigo.6

Violencia agresión: se da en una relación simétrica, donde


existe una relación de igualdad. El intercambio de agresiones
que se manifiestan implica un mismo status de fuerza y de
poder. Por lo general, los actores tienen conciencia de este
tipo de violencia; se podría decir que es más pública y solicitan
apoyo. Existen pausas de complementariedad. La identidad y
autoestima se encuentran preservadas y el otro es reconocido
existencialmente. Puede haber un pronóstico positivo y las
secuelas psicológicas son limitadas. Un ejemplo de este tipo de
violencia lo podemos encontrar en una discusión de 2 Políticos, en la cual ambos defendiendo su
punto de vista, no ceden ante los argumentos del otro, considerándolos incluso infundados.7

Violencia Castigo: se da en una relación complementaria y desigual, donde toma forma de castigo,
es decir, que la persona sobre la que se ejerce la agresión lo recibe como si hubiera cometido una
falta y se mereciera un correctivo o una sanción, justificando de tal manera al agresor. La víctima
no se rebela. No hay pausas. La violencia permanece más escondida, con carácter íntimo y secreto.
No se habla de ella al exterior. Ambas personas, tanto el que ejerce la violencia castigo como el
que la recibe presentan baja autoestima, trastorno de la identidad entre otras características de la
personalidad. Podemos plantear como ejemplo la reprimenda de un Padre a su hijo, del supervisor
a un trabajador.8

5
Descripciones generales de la VIF en:
www.catarina.udlap.mx/u_dl_a/tales/documentos/mocl/collazo_m_gj/capitulo1.pdf
6 5
y Descripciones generales de la VIF en:
www.catarina.udlap.mx/u_dl_a/tales/documentos/mocl/collazo_m_gj/capitulo1.pdf
2.3: Formas de Violencia Intrafamiliar.

Según quién sea el agredido y la forma de manifestación de la agresión se puede tipificar la


violencia en Maltrato Infantil, Violencia conyugal y Maltrato a ancianos. Cada una de ellas tiene
subdivisiones en cuanto a la forma en que se produce el daño hacia el otro. Esta agresión puede
ser pasiva o activa y ser de distintos tipos (psicológico, sexual, físico o económico). Cabe destacar
que se considera maltrato infantil (violencia pasiva) cuando los niños son testigos de violencia, ya
que el daño que sufren los niños es a nivel psicológico y no se los daña directamente sino en forma
indirecta.
En el caso de la violencia en la pareja o violencia conyugal se la clasifica de acuerdo a quién tiene
el rol de abusador y abusado en la relación. Es cruzada cuando ambos se agreden mutuamente, es
violencia hacia la mujer cuando el que maltrata y tiene el poder en la pareja es el hombre, y se
trata de violencia hacia el hombre cuando la mujer ejerce la violencia hacia el hombre. En todos
los casos la violencia puede ser psicológica, física, sexual o económica. (Ver cuadro de los tipos de
violencia y formas de agresión.5)

Abuso físico
FORMAS ACTIVAS Abuso Emocional
MALTRATO Abuso sexual
INFANTIL Abandono físico
FORMAS PASIVAS
Abandono Emocional
NIÑOS TESTIGOS DE
VIOLENCIA
Abuso físico
Abuso emocional
MALTRATO HACIA LA
MUJER Abuso sexual
Otras formas de abuso
VIOLENCIA (económica)
INTRAFAMILIAR Abuso físico
VIOLENCIA Abuso emocional
CONYUGAL VIOLENCIA CRUZADA Abuso sexual
Otras formas de abuso
(económico).
Abuso físico
Abuso emocional
MALTRATO HACIA EL
HOMBRE Abuso sexual
Otras formas de abuso
(económica).
MALTRATO A Maltrato físico
FORMAS ACTIVAS
ANCIANOS Maltrato Emocional
Abuso financiero
Abandono físico
FORMAS PASIVAS
Abandono Emocional
Fuente: Instituto de la Mujer, Santiago, Chile.

EL MALTRATO INFANTIL. 9

UNICEF define como víctimas de maltrato y abandono a aquellos niños, niñas y adolescentes de
hasta 18 años que “sufren ocasional o habitualmente actos de violencia física, sexual o emocional,
sea en el grupo familiar o en las instituciones sociales”.
La Convención sobre los Derechos del Niño, ratificada por Chile en 1990, en su artículo 19
establece que “los Estados Partes adoptarán todas las medidas legislativas, administrativas,
sociales y educativas apropiadas para proteger al niño contra toda forma de perjuicio o abuso
físico o mental, descuido o trato negligente, malos tratos o explotación, incluido el abuso sexual,
mientras el niño se encuentre bajo la custodia de los padres, un representante legal o de cualquier
otra persona que lo tenga a su cargo”.

Las agresiones sicológicas más frecuentes por parte de los padres son gritar, castigar, insultar o no
hablar por largos períodos con sus hijos. Las manifestaciones más comunes de violencia física leve
son las cachetadas, tirones de pelo o zamarreos. De las conductas catalogadas como violencia
física grave, las más habituales son golpear a los niños con objetos, correas, pies o puños.
Una característica frecuente en los padres que agreden a sus hijos, es que en su infancia
probablemente fueron agredidos por sus progenitores o no recibieron protección ni afecto.

Existen algunas características de los niños que los hacen más vulnerables a recibir violencia de
parte de sus padres, como conductas hiperactivas o presencia de impedimentos físicos o
mentales.
También los embarazos no deseados y los nacimientos prematuros, son factores de riesgo para
esos niños.
En el nivel socioeconómico alto es mucho más frecuente que los padres maltraten sicológicamente
a sus hijos, aunque también los castigan físicamente. En el estrato socioeconómico bajo, los casos
de violencia física leve y grave son más frecuentes.

VIOLENCIA CONYUGAL O DE PAREJA:

Esta es entendida como “toda forma de maltrato o abuso sea físico, psicológico-emocional, sexual
o económico que tiene lugar en la pareja sin importar la forma del vínculo. Se trata de prácticas
abusivas ejercidas por una persona con quien la mujer tiene o tuvo una relación afectiva o de
pareja”.10
Podemos decir que es la forma más conocida de la violencia, y que se ha hecho sinónimo de
violencia de género.

9
Fuente www.unicef.cl
10
Duque I. Rodriguez T. Weinstein, S. Violence against women: definitions and strategies, Citado en Plan
Nacional contra la Violencia Intrafamiliar, SERMAN CHILE.
VIOLENCIA HACIA EL ADULTO MAYOR:11

El maltrato hacia las personas mayores constituye un problema social que no ha recibido la
suficiente atención por parte de la comunidad nacional. El maltrato al adulto mayor existe de
diversas formas; físico, psicológico, sexual, como negligencia o abuso patrimonial; se ejerce de
manera activa o pasiva, y se presenta en distintos contextos, ya sea en el ámbito familiar, en las
instituciones que prestan asistencia a los adultos mayores y en la sociedad que los discrimina.
Diversos estudios nacionales revelan que el maltrato al adulto mayor existe, no obstante ha sido
un fenómeno invisibilizado, que necesita ser reconocido, y por sobretodo, requiere con urgencia
de la acción de la política pública, de la familia y de la sociedad en su conjunto, de modo de
prevenir su ocurrencia y/o disminuir sus efectos en la persona mayor.
Podemos definir este tipo de violencia como cualquier Acción u omisión que produce daño a un
adulto mayor y que vulnera el respeto a su dignidad y el ejercicio de sus derechos como persona.

Tema 3: EFECTOS DE LA VIF

3.1: Los Costos y efectos de la VIF.

Una vez revisadas las causas de la violencia intrafamiliar también se hace importante identificar
qué tipo de efectos tiene dicho fenómeno: la disfunción de la familia, el distanciamiento de sus
miembros y las mutaciones en su comportamiento o actitudes mentales. Los efectos pueden ser
clasificados en: psicofísicos y psicosociales, específicos y genéricos o generales:
Los efectos psicofísicos, son aquellos que producen cambios psíquicos o físicos, en un mismo acto.
Los Psíquicos hacen referencia a la des valoración, baja autoestima y estrés emocional producido
por las tensiones que produce el maltrato, en los empleados por ejemplo produce una baja en su
rendimiento laboral ya que las tensiones emocionales dificultan la concentración.
Los efectos físicos se manifiestan en forma de lesiones como hematomas, heridas abiertas,
fracturas, quemaduras, etc. En el acto sexual también se presenta violencia cuando éste se
produce en forma forzada, produciendo cambios en la personalidad y alteraciones en las
relaciones con el violador, marido o compañero permanente o con los otros miembros de la
familia.
Los efectos psicosociales, se dividen en internos y externos. Los primeros, son aquellos que
generan la marginación, la exclusión y la violación de los derechos fundamentales de la mujer y los
niños. Por ejemplo, cuando se presenta un maltrato hacia la mujer ésta se ve obligada a aislarse
de ciertas actividades sociales, de relaciones interfamiliares y hasta en su propio hogar. Dentro de
la exclusión se ven afectados los niños en cuanto al afecto, puesto que una madre marginada
forzosamente por la violencia intrafamiliar no puede brindar a sus hijos el amor que necesitan, lo
que puede llevar a estos niños a la drogadicción, la prostitución y la delincuencia.

11
Fuente www.senama.cl
TRANSVERSALIDAD DE LOS EFECTOS DE LA VIOLENCIA.

Sea cual sea la víctima de violencia podemos decir, sin temor a equivocarnos, que los efectos
comunes a todos ellos son:

a) Ámbito físico: Considerémoslo en su más amplio espectro y forma de manifestación;

 Heridas
 Moretones
 Lesiones en general
 Fracturas
 Perdida y/o disminución de funcionamiento de órganos
 Perdida y/o disminución de funciones motrices
 Embarazo no deseado
 Muerte
 Consumo de drogas, etc.

b) Ámbito Psicológico: También en su más amplio espectro y forma de manifestación;

 Depresión
 Ansiedad
 Stress post traumáticos
 Crisis de pánico
 Trastornos del sueño
 Intenciones suicidas, etc.

c) Ámbito Social: También en su más amplio espectro y forma de manifestación;

 Aislamiento
 Pérdida de trabajo
 Rupturas matrimoniales
 Pérdidas económicas
 Vulnerabilidad social (prostitución, situación de riesgo social), etc.
Tema 4: NORMATIVA NACIONAL SOBRE VIF

4. 1: Visión normativa General en Chile de la VIF.

La doctrina del derecho social, enmarca a la familia como la célula básica de la sociedad, la cual
requiere de la intervención del estado para promover su protección, así como la realización de
programas sociales y acciones tendientes a su desarrollo, estableciendo los mecanismo jurídicos y
administrativos que le permitan una mejor convivencia, en un marco de respeto e igualdad entre
sus miembros.

Los seres humanos tenemos diferencias: debidas entre otras razones, a nuestra edad, sexo, o
pertenencia cultural o religiosa, entre otras, sin embargo ninguno es inferior, ni siquiera, cuando a
causa de esas diferencias sea más débil o vulnerable y, la familia, es y debe ser, el espacio para que
sus miembros puedan desarrollarse como seres humanos, siendo la violencia, en el núcleo
familiar, un elemento de deterioro e incluso destructivo para su unidad esencial.

Es así que el marco normativo relativo a la Violencia intrafamiliar en Chile, debemos buscarlo,
tanto el texto Constitucional de 1980, las normas sustantivas del Código Civil, a Ley de Violencia
Intrafamiliar N° 20.066, y los tratados internacionales ratificados por Chile.

4.2 : La Violencia en la Declaración Universal de DD. HH.

La declaración de los derechos humanos aprobada por naciones unidas en 1948, representa un
sistema de principios y valores fundamentales, aceptados libre y expresamente por los estados
partes.
En relación a la Violencia Intrafamiliar, podemos considerarla un problema de derechos humanos,
puesto que infringe varios derechos establecidos en este instrumento internacional. Estos
derechos son:

1º. Derecho a la Vida (art. 4°)


2º. Derecho a la Dignidad e igualdad y no discriminación (art. 1°)
3º. Derecho a la integridad física y psíquica (arts. 3°, 4°, 5°)
4º. Derecho a la igual protección de la ley (art. Art. 7°)
5º. Derecho a la protección judicial (art. 8)

En síntesis podemos decir que cualquier acción u omisión, que no considere la dignidad de la
persona humana cualquiera sea su edad, sexo, condición o estirpe, constituye violencia.

4.3 : La Violencia en la Convención Americana sobre DD. HH. (Pacto de San José)

En Noviembre de 1969 se celebró en San José de Costa Rica la Conferencia Especializada


Interamericana sobre derechos humanos. En ella, los delegados de los Estados miembros de la
Organización de Estados Americanos (OEA) redactaron la Convención Americana sobre Derechos
Humanos, conocida como Pacto de San José de Costa Rica, y que comenzó a regir en Julio de 1978,
fecha en la cual se depositó al 11° ratificación de un estado miembro.
La situación es un escenario regional constituido por los Estados que integran la OEA, cuya
principal función es velar por el respeto, protección y realización de los Derechos Humanos en el
continente Americano. Para ello, el Sistema Interamericano cuenta con dos instancias
independientes y a su vez complementarias: la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y
la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
La finalidad perseguida por esta Convención es:
Reafirmando su propósito de consolidar en este Continente, dentro del cuadro de las
instituciones democráticas, un régimen de libertad personal y de justicia social, fundado en el
respeto de los derechos esenciales del hombre. Considerando que estos principios han sido
consagrados en la Carta de la Organización de los Estados Americanos, en la Declaración
Americana de los Derechos y Deberes del Hombre y en la Declaración Universal de los Derechos
Humanos que han sido reafirmados y desarrollados en otros instrumentos internacionales, tanto
de ámbito universal como regional.12

4.4 : La Violencia en la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación


contra la mujer.

Naciones Unidas se ha preocupado por la condición de las mujeres y en particular la violencia que
sufren al interior de la familia, así en 1979, se elabora la Convención sobre la eliminación de todas
las formas de discriminación contra la mujer. Este instrumento constituyó un gran avance para
igualar los derechos entre hombre y mujeres y fomentar la participación de las mujeres en las
instancias de la vida económica, social, política y cultural de los países.

Esta Convención en síntesis:

“[…] Reafirma la fe en los derechos fundamentales, en la dignidad y el valor de la


persona humana y en la igualdad de derechos del hombre y la mujer, y […] que todos los seres
humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y que toda persona […]sin distinción de
sexo […] Recordando que la discriminación contra la mujer viola los principios de la igualdad de
derechos y del respeto de la dignidad humana; Preocupados porque en situaciones de pobreza la
mujer tiene un acceso mínimo a […] Convencidos de que el nuevo orden económico internacional
basado en la equidad y la justicia contribuirá significativamente a la promoción de la igualdad
entre el hombre y la mujer; Subrayando que la eliminación de todas las formas de discriminación
es indispensable para el disfrute cabal de los derechos del hombre y de la mujer; Convencidos de
que la igualdad de condiciones con el hombre, en todos los campos, es indispensable para el
desarrollo pleno y completo de un país, el bienestar del mundo y la causa de la paz; Teniendo
presentes el gran aporte de la mujer al bienestar de la familia y al desarrollo de la sociedad,
hasta ahora no plenamente reconocido, la importancia social de la maternidad y la función de
los padres en la familia y en la educación de los hijos, y conscientes de que el papel de la mujer
en la procreación no debe ser causa de discriminación sino que la educación de los niños exige la
responsabilidad compartida entre hombres y mujeres y la sociedad en su conjunto[…]”.

12
Resumen del Preámbulo de la CONVENCIÓN AMERICANA SOBRE DERECHOS HUMANOS
4.5: La Violencia en la Declaración sobre la eliminación de la violencia contra la mujer.

El 20 de diciembre de 1993 se aprobó la Declaración sobre la Eliminación de la Violencia contra la


Mujer de las Naciones Unidas (Resolución de la Asamblea General 48/104). Su génesis tuvo lugar
en parte como resultado de las recomendaciones formuladas en la Conferencia Internacional de
Derechos Humanos de Viena de 1993. De algún modo, y así se recoge en el preámbulo a la
Declaración sobre la eliminación de la violencia contra la mujer, ésta pretende colaborar a reforzar
y complementar el proceso ya iniciado en 1979 con la Convención sobre la eliminación de todas
las formas de discriminación contra la mujer. Sin embargo tiene algo de específico, propio y
característico que la diferencia de la anterior: el énfasis sobre la violencia contra la mujer como
violación de los derechos humanos y como el principal impedimento para el total disfrute y
ejercicio por parte de la mujer de los derechos humanos. Así, la Declaración de 1993 supuso un
reconocimiento explícito de la violencia de género.

4.6 : La Violencia en Convención de Belem Do Pará.

La Convención Interamericana para prevenir, sancionar y erradicar la Violencia contra la Mujer,


“Convención de Belém Do Pará”, fue suscrita en el XXIV Período Ordinario de Sesiones de la
Asamblea General de la Organización de los Estados Americanos en Belém Do Pará, Brasil en 1994.
La Convención representa el primer instrumento internacional jurídicamente vinculante, dirigido a
poner en aplicación una acción concertada para eliminar la violencia contra las mujeres, basada en
su género, al tiempo que condena todas las formas de violencia contra la mujer perpetradas en el
hogar, en el mercado laboral o por el Estado y/o sus agentes.
La Convención define la violencia contra la mujer como “cualquier acción o conducta que cause
muerte, daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico a la mujer, tanto en el ámbito público como
en el privado”.

4.7: La Violencia en la Constitución Política de la Republica y el Código Civil Chileno

La evidente pobreza normativa relativa a la familia que presenta la Constitución chilena (las
referencias al concepto “familia” son escasas: art. Io incisos 2o y 5o, art. 19 N° 4) se salva a través de
la incorporación de los tratados internacionales sobre la materia en virtud del art. 5o inciso 2o. En
este sentido, se trata claramente de una constitución de corte minimalista y, siguiendo la regla
general dentro de este tipo de constituciones, no contiene un acápite especial dedicado a la
familia.

4.8 : Normativa Especial en Chile sobre VIF.

Con la dictación de la Ley Nº 19.325 en 1994 se reconoce por primera vez en Chile que la violencia
intrafamiliar es una conducta merecedora de reproche social. Este reconocimiento obedeció a un
contexto sociopolítico de adopción de medidas legislativas y de políticas públicas en la región
destinadas a combatir la violencia en contra de las mujeres, considerando este tipo de conductas
como una grave violación a los derechos humanos.
Con todo, la primera ley de violencia abrió el reconocimiento del problema, lo cual claramente fue
un avance: entregaba herramientas para dictar medidas cautelares, propiciaba medidas
alternativas a la pena-sanción, como el trabajo comunitario, e instalaba la idea de una
intervención psicosocial para los agresores. Esta ley tuvo un claro enfoque terapéutico bajo la
premisa de que era necesario buscar la reconciliación y la reparación de los vínculos familiares
afectados por la violencia a través de la intervención judicial, específicamente mediante la
conciliación. Estudios de la época sobre la aplicación de la Ley Nº 19.325 mostraron que la mayoría
de los casos (92%) terminaba por un avenimiento instado por el tribunal, lo que a juicio de los
especialistas implicaba la ausencia de sanciones a los ofensores, perpetuaba los estereotipos de
género y justificaba la violencia.13
En el año 2005 con la dictación de la Ley Nº 19.968 que crea los tribunales de familia, se establece
un nuevo procedimiento para los casos de violencia intrafamiliar y se elimina el llamado a
conciliación. Sin embargo, se establece la figura de la suspensión condicional de la dictación de la
sentencia como forma de poner término al proceso. Esta figura supone algún nivel de acuerdo
entre las partes e, incluso en algunos casos, la derivación a una instancia de mediación.
Este enfoque terapéutico cambia radicalmente con la Ley Nº 20.066 de 2005 que introduce el
delito de maltrato habitual, dando paso así a la adopción de respuestas más represivas. Si bien el
sistema penal conocía de actos de violencia intrafamiliar, la especificidad de género que éstos
presentaban no quedaba en evidencia al ingresar bajo lesiones, amenazas, violación de morada,
delitos de daños u homicidios.
Con esta nueva normativa la respuesta estatal se amplifica dando paso a la intervención de jueces
de familia, de fiscales y jueces de garantía, cuando el caso posea -a juicio de los primeros- los
caracteres de frecuencia e intensidad que configuren la habitualidad de los actos violentos. Si ello
es así, los jueces de familia se declararán incompetentes y derivarán los antecedentes a la fiscalía
que corresponda dando paso al conocimiento y solución de este tipo de conflictos por la vía penal.

Previo a adentrarnos en el análisis de la regulación especial acerca de la Violencia Intrafamiliar,


resulta indispensable establecer dos cuestiones previas. La primera de ellas dice relación con
determinar qué debe entenderse por violencia intrafamiliar y la segunda establecer una
diferenciación entre ésta y la violencia de género.

Para efectos de qué debemos entender por violencia intrafamiliar recurriremos a la definición
legal contenida en el artículo 5° de la ley en comento, que al efecto prescribe:
“Será constitutivo de violencia intrafamiliar todo maltrato que afecte la vida o la integridad
física o psíquica de quien tenga o haya tenido la calidad de cónyuge del ofensor o una relación
de convivencia con él; o sea pariente por consanguinidad o por afinidad en toda la línea recta o
en la colateral hasta el tercer grado inclusive, del ofensor o de su cónyuge o de su actual
conviviente. También habrá violencia intrafamiliar cuando la conducta referida en el inciso
precedente ocurra entre los padres de un hijo común, o recaiga sobre persona menor de edad,
adulto mayor o discapacitada que se encuentre bajo el cuidado o dependencia de cualquiera de
los integrantes del grupo familiar”.

13
Riffo Soto, A. “Análisis de la Violencia intrafamiliar en Chile”. Pág. 88 a 89, Memoria de Grado, Facultad de
Leyes, Universidad San Sebastian, 2001, Concepción.
Para estos efectos recurriremos al Diccionario de la RAE, que define al maltrato como acción y
efecto de maltratar, a su vez maltratar la define como tratar mal de palabra u obra. El legislador ha
señalado “todo” maltrato”. Según el Diccionario consultado, todo es aquello que se toma o se
comprende enteramente en la entidad o en el número, por tanto, al decir todo, se entiende
cualquier tipo de maltrato indistintamente la forma como éste se concreta, ser considerado en
toda su entidad, principalmente en las consecuencias que éste provoque en la víctima, ya que a
continuación la definición señala, “que afecte la vida o la integridad física o psíquica”. Esta
mención denota la finalidad de protección de esta ley, que no es sino, asegurar la vida, la
integridad personal, tanto física como psíquica, garantía fundamental consagrada en el artículo 19
n° 1 de la Constitución Política de la República.

A continuación la norma en comento se refiere al vínculo que debe existir entre la víctima y el/la
agresor/a. Nos detendremos en lo que dice relación con precisar que respecto de los colaterales
alcanza hasta el tercer grado inclusive, esto es, los tíos, no alcanzando así por ejemplo a los
primos. En lo que se refiere al inciso final de la norma señala expresamente que también existe
violencia intrafamiliar cuando la conducta que hemos descrito ocurra entre padres de un hijo
común, lo que implica que se aplique esta ley respecto de aquellas parejas que si bien no han
convivido tienen un hijo en común. Además para el caso del concubinato no es necesaria la
existencia de hijos comunes, por lo que resulta aplicable tanto a parejas heterosexuales como
homosexuales. Finalmente en este punto cabe mencionar que el año 2010 a través de la ley
20.427 se incluye en este inciso a los adultos mayores con el fin precisamente de incluir el
maltrato hacia el adulto mayor en la legislación nacional.
La segunda cuestión que debemos determinar a la luz de lo ya expuesto a propósito de la
violencia intrafamiliar, es la diferenciación de ésta en relación con la violencia de género. De
acuerdo a la Declaración sobre la eliminación de la violencia contra la mujer

“La violencia de género se refiere a todo acto que se ejerce contra la mujer por el simple
hecho de serlo y que tiene como resultado posible o real un daño físico, sexual, psicológico o
emocional, incluidas las amenazas, la coerción o la privación arbitraria de la libertad, y todo ello
con independencia de que se produzca en el ámbito público o privado”. (Asamblea General de
Naciones Unidas, 1993).

Entonces claramente vemos que la violencia intrafamiliar puede ser una de las formas en
que se concrete la violencia de género, cuando se ejerza en contra de la mujer, y a la luz de lo que
se ha venido exponiendo en razón principalmente de los requerimientos del legislador en cuanto
al vínculo que debe mediar entre víctima y ofensor, necesariamente la violencia intrafamiliar debe
materializarse en el ámbito privado.

Ahora bien, avocándonos en definitiva al análisis propuesto de la ley 20.066, es


importante conocer qué plantea respecto al tema algunos de sus artículos:
El artículo 1° el que establece el objeto de la misma al señalar que:

“Esta ley tiene por objeto prevenir, sancionar y erradicar la violencia intrafamiliar y
otorgar protección a las víctimas de la misma.”

Artículo 2°

Este artículo debemos relacionarlo con el artículo 2° de la ley, que prescribe:

“Es deber del Estado adoptar las medidas conducentes para garantizar la vida,
integridad personal y seguridad de los miembros de la familia.”

En este aspecto diremos que la protección del Estado se concreta específicamente a


través de las políticas y programas de seguridad pública para prevenir y erradicar la violencia
intrafamiliar. Asimismo, es deber del Estado adoptar las medidas necesarias para dar
cumplimiento a los instrumentos internacionales.

Artículo 3°

El artículo 3° de la ley en comento, establece expresamente que la protección que otorgue


el Estado en cuanto a la prevención de la violencia intrafamiliar y asistencia a las víctimas debe ser
en especial consideración a las mujeres, niños y adultos mayores.

Artículo 6°

El artículo 6° de la ley 20.066, que señala: “Los actos de violencia intrafamiliar que no
constituyan delito serán de conocimiento de los juzgados de familia y se sujetarán al
procedimiento establecido en la ley 19.968”.

Así, en este aspecto, nuestro país es signatario de la Convención Internacional para la


Eliminación de todas las formas de Discriminación en contra de la Mujer (1979), como también la
Convención Belem do Pará, Convención Interamericana para prevenir, sancionar y erradicar la
violencia contra la mujer (1994) que reafirman el principio de la no discriminación, y que respecto
de los derechos y libertades que se proclaman en ella no hace distinción entre hombres y
mujeres, se hace hincapié en el hecho de que los derechos que se reconocen a los seres humanos,
es en razón de ser tales y que respecto de su ejercicio no se debe hacer distinción de sexo.

También nuestro país ratifica en el año 1990 la Convención Internacional de los derechos
del niño, lo que implica un profundo cambio en la concepción de las políticas públicas
implementadas, en el sentido de que éstas debieran estar enfocadas en el bien superior del niño,
comprendiéndolo como un sujeto de derechos, que goza de protección especial en su calidad de
persona en desarrollo. Finalmente, podemos mencionar que en relación a los adultos mayores no
existe actualmente una Convención Internacional a su respecto, sin perjuicio de la Convención
Internacional sobre derechos de las personas discapacitadas que no obstante no estar referidas a
ellas tiene un gran potencial para su aplicación.

Otro de los aspectos relevantes, es que la conducta ilícita que hemos definido a la luz de la
ley 20.066, esto es, la violencia intrafamiliar puede ser constitutiva de delito como no serlo, lo que
constituye un factor determinante a la hora de saber en definitiva que tribunal será competente
para su conocimiento y fallo. En relación con lo anterior hemos de tener presente que la violencia
intrafamiliar admite una importante clasificación (estudiada en psicología) que distingue entre
violencia física y psicológica fundamentalmente. El maltrato físico se define como aquellos actos
que atentan o agreden el cuerpo de la persona, tales como empujones, bofetadas, golpes de
puño, golpes de pies, quemaduras, etc. A su vez el maltrato psicológico se define como aquellas
actitudes que tienen por objeto causar temor, intimidar, y controlar las conductas, sentimientos y
pensamientos de la persona a quien se está agrediendo como las descalificaciones, insultos,
control, etc.
En virtud de lo mencionado, tenemos que la violencia que no constituya delito (violencia
psicológica) es de conocimiento de los tribunales de familia, tal como se desprende del artículo 6°
de la ley 20.066.

En relación con esto es importante ver la situación de prevención que regula el Legislador
en el art. 7°, al establecer y más aun presumir la situación de riesgo de una víctima de violencia
intrafamiliar. En los casos en que la violencia intrafamiliar sea constitutiva de delito,
corresponderá la investigación de estos hechos al ministerio público, y el conocimiento y fallo a
los tribunales con competencia en lo penal. En estos casos puede que estemos en presencia de
resultados tipificados en la ley penal, tales como lesiones, amenazas, parricidio, homicidio, delitos
contra la libertad sexual, o que se configure el delito de maltrato habitual definido en el art. 14
como “El ejercicio habitual de violencia física o síquica respecto de las personas protegidas por la
ley de violencia intrafamiliar. El requisito determinante de este delito es que los actos de violencia
intrafamiliar sean habituales”.
En relación con las medidas cautelares que puedan decretarse debemos tener presente lo
que dispone el artículo 15 de la ley 20.066, que señala que en cualquier etapa de la investigación
o del procedimiento sobre delitos constitutivos de violencia intrafamiliar, y aun antes de la
formalización, el tribunal con competencia en lo penal podrá decretar las medidas cautelares que
sean necesarias para proteger a la víctima de manera eficaz y oportuna, además es importante
señalar que se pueden otorgar cualquiera de las medidas cautelares que contempla el estatuto
general del código procesal penal o en definitiva recurrir a las contempladas en los estatutos
especiales contenidos en la leyes 20.066 y 19.968.
Ahora bien, una vez que se ha formalizado la investigación, puede suceder que el
procedimiento se desenvuelva hasta la realización del juicio oral, dado esto puede que el
imputado resulte condenado por el delito en contexto de violencia intrafamiliar, respecto del cual
se ha deducido acusación que pueden ser los ya señalados, además de femicidio producto de la
introducción en nuestro ordenamiento jurídico de este tipo penal por la ley 20480 de diciembre de
2010. No obstante lo anterior, puede suceder que durante la tramitación del procedimiento se
acuerden salidas alternativas, pero para esta situación debemos hacer una precisión en cuanto
que la ley 20066 en el artículo 19 prescribe que los acuerdos preparatorios no tienen aplicación en
estos delitos y además el artículo 18 en relación con la suspensión condicional del procedimiento
señala que se pueden establecer las condiciones que prescribe el código procesal penal además de
las señaladas medidas accesorias para la pena principal que contempla la ley de violencia
intrafamiliar.

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