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La acústica en la música.
Historia
El comienzo del estudio científico de las ondas acústicas se suele atribuir al francés
Marin Mersenne (1588-1648), considerado el padre de la acústica, y a Galileo Galilei
(1564-1642) con su "Discursos Matemáticos concernientes a dos nuevas ciencias"
(1638).
Definición De Acústica
Se define como Acústica Musical a aquella parte de la ciencia acústica que trata del
estudio de las relaciones entre esta ciencia y el arte musical. Se ocupa particularmente
de los principios de las distintas teorías musicales, de los problemas sonoros y de la
constitución y funcionamiento de los instrumentos musicales (organología), del uso de
los sistemas de grabación, de la modificación electrónica de la música y el estudio de
su percepción, entre otros.
Las relaciones entre el arte musical y la ciencia acústica se han estrechado de tal forma,
que es imprescindible que, por una parte, el músico conozca las leyes que rigen los
principios físicos por los que se rige la música, y por otra parte, el físico acústico que
desarrolla su profesión en relación con el arte musical, disponga de los conocimientos
necesarios como para poder desarrollar con éxito su trabajo. Es por eso que la teoría
de este arte debe comenzar por el estudio del hecho sonoro y de las diversas formas de
su producción.
El Sonido
Es una alteración física que puede ser o no detectada por el oído humano, como
resultado de la emisión de vibraciones que se trasmiten por medio de ondas a través de
un medio sólido, líquido o gaseoso.
Parámetros de confort
Tono
Cuando dos tonos diferentes se tocan al mismo tiempo, sus ondas sonoras interactúan
- los agudos y los graves con la presión del aire se refuerzan para producir una onda
sonora diferente. Como resultado, cualquier onda sonora que sea más complicada que
una onda sinusoidal se puede modelar como muchas ondas sinusoidales diferentes de
las frecuencias y amplitudes adecuadas.
Aspectos subjetivos
Las variaciones en la presión del aire contra la pared de la oreja, y los consiguientes
procesamientos e interpretaciones físicas y neurológicas, dan lugar a la experiencia
subjetiva llamada «sonido». Muchos sonidos que la gente reconoce como "musicales"
están dominados por vibraciones periódicas más que por no periódicas (llamadas tonos
definidos) y al mecanismo de transmisión nos referimos como «onda sonora».
De manera simple, el sonido de una sinusoide, que se considera el modelo más básico
de una forma de onda sonora, causa que la presión del aire aumente y disminuya de
manera regular y se escucha como un tono muy "puro". Los tonos puros se pueden
producir con un diapasón o silbando aunque los tonos realmente puros (solamente una
onda fundamental) se pueden conseguir únicamente por medios electrónicos o digitales.
La tasa de variación de la presión del aire gobierna la frecuencia del tono, que se mide
en ciclos por segundo o hercios. La frecuencia primaria percibida se llama tono
fundamental.
Armonía
Si dos notas se tocan simultáneamente, con una razón de frecuencia que son fracciones
simples (p. ej.: 3/2 o 5/4), entonces la onda compuesta seguirá siendo periódica y la
combinación sonará en consonancia. Por ejemplo, una nota vibrando a 200 Hz y una
nota vibrando a 300 Hz
El ruido
Es una perturbación sonora que se compone por sonidos de: amplitud, frecuencia y fase
variables, provocando una sensación desagradable al oído.
Ondas sonoras
Fenómeno físico que produce la sensación de sonido. Son las curvas por las que se
trasmite el sonido.
Música fractal
La coral situada al final de (Kunst der Fuge) (1749) de Johann Sebastian Bach es un
ejemplo de pieza autosemejante. En ella los mismos motivos son repetidos una y otra
vez con distintas variaciones dentro de una región mayor de la pieza. Así, por ejemplo,
varias voces repiten al doble de velocidad la melodía de la voz principal (un motivo se
repite por disminución a escalas menores).
Físicos argentinos han conseguido imitar el complejo canto de los pájaros mediante un
modelo matemático. El modelo simula la actividad de los circuitos neuronales
encontrados en el cerebro de los pájaros, concretamente en el núcleo del cerebro que
controla el canto y que es responsable de las señales que guían los movimientos
vocales y respiratorios durante el canto. Haciendo que un modelo físico del órgano vocal
de las aves obedeciera a las señales generadas electrónicamente por el modelo
matemático, los investigadores han conseguido producir cantos sintéticos.
Neurociencia y Música
El cerebro de los sordos, según esta investigación, readapta su estructura para suplir la
deficiencia que impone la sordera, ha señalado Dean Shibata, un profesor de radiología
de la Universidad de Washington.
HALLAZGO MÚSICO-CEREBRAL
El área para el análisis de las notas musicales es un 25% más grande en los músicos
que en la gente que nunca ejecutó un instrumento. Los hallazgos sugieren que el área
se va agrandado a través de la práctica y la experiencia.
En los comienzos del entrenamiento musical, el área, al parecer, comienza a
agrandarse".
"El descubrimiento, descrito el 23 de abril en el Journal Nature, fue hecho luego de que
los científicos colocaran a músicos y no-músicos en una máquina cerebral
magnética apuntada hacia la corteza auditiva, donde los sonidos son procesados. Esta
parte del cerebro contiene células, llamadas neuronas, sensibles a las diferentes
frecuencias sonoras. Las neuronas que se excitan frente a la misma frecuencia, tienden
a agruparse en pequeñas islas formando una especie de mapa de frecuencias sonoras
en la corteza auditiva.
Los investigadores dijeron que los músicos usan más neuronas para procesar los
sonidos, o mejorar su sincronización, debido a su entrenamiento. En cuanto a músicos
con oído absoluto o relativo no se encontraron diferencias.
El incremento en la respuesta a los sonidos recibidos fue el mismo para ejecutantes de
piano, viento, o cuerda; aunque la mayoría de los músicos dijeron haber recibido una
temprana instrucción musical."
Pitágoras determina que la cuerda tensada de cierta longitud (L) emite un sonido cuya
sensación auditiva es exactamente igual al generado cuando se pulsa su mitad (L/2),
pero con un tono más agudo de frecuencia doble; hoy en día, se conoce como la octava
(L/2) de la nota inicial denominada tónica (L). Luego, la dividió en tres partes iguales y
pulsó dos tercios (2L/3) de la misma, encontrando que la cuerda emitía un sonido
consonante, armonioso, es decir agradable al oído y que su frecuencia era 3/2 veces
mayor que la frecuencia de la tónica; este intervalo se conoce como la quinta. La dividió
en cuatro partes iguales y pulsó tres cuartas (3L/4) partes de su longitud, encontrando
que la frecuencia de la nota era 4/3 mayor que la frecuencia de la tónica; este intervalo
se denomina la cuarta. Procediendo de manera similar se obtienen los demás intervalos
que se muestran en la primera columna a la izquierda de la tabla 1. En particular, para
una cuerda de longitud L, el segundo intervalo se obtiene pulsando la cuerda a 2/3 de
la longitud de la quinta la cual es igual a 2/3 L; es decir, a (2/3). (2/3) L = 4/9 L; como la
frecuencia de la nota que da este trozo de cuerda es 9/4 f = 2,25 f y superior a 2 f, es
necesario elegir una cuerda que sea el doble de 4/9 L, es decir de longitud 8/9 L; de
modo que al ser pulsada emita un tono entre f y 2f y su frecuencia será de 9/8 f = 1,125
f. En forma análoga se procede con los demás intervalos para obtener las notas
musicales y completar así las siete que se conocen: Do, Re, Mi, Fa, Sol, La, Si.
Carrizos de bambú o metal
Para esto disponemos de dos procedimientos: uno teórico y otro empírico. En el primer
caso se necesitan, en primera aproximación, de las infalibles ecuaciones del modelo
teórico. Hemos afirmado antes, que la relación entre la frecuencia f y la longitud L de la
columna de aire dentro de un tubo ideal,
abierto por un extremo y cerrado por el otro,
viene dado por:
En particular, se los realiza con tubos de aluminio para colgar cortinas en las ventanas
se pueden reproducir las notas musicales. Un tubo de cualquier longitud emite sonido
cuando se golpea con un objeto. Lo mismo sucede si se deja caer en un piso de
cemento, granito o cerámica. Cuando cae al piso, el tubo se dobla de forma
imperceptible y empieza a vibrar transversalmente; estas vibraciones comprimen y
expanden el aire circundante y se genera el sonido que percibimos.