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Liliana Bruzzo
Rosendo Alsina
II. El Poder
El gran triunfador al fin de la Edad Media es el poder político. La característica del poder
político en este período es el absolutismo monárquico.
Lo analizaremos a través de uno de sus más crudos exponentes: Nicolás Maquiavelo.
V. El individualismo autoritario
Analizaremos el pensamiento de su máximo exponente: Thomas Hobbes y su obra
“Leviatán o la Materia, Forma y poder de una República Eclesiástica y Civil”
Montesquieu y por último las teorías que plantean la traslación de la soberanía: Sieyés y
Rousseau.
Bibliografía Optativa:
Chatelet: François: Historia del Pensamiento Político. Editorial Aguilar. 1996
Chevallier, Jean: Los Grandes Textos Políticos. Desde Maquiavelo hasta nuestros
días. Editorial Aguilar. 1989
Woollin, Sheldon: Política y Perspectiva. Amorrortu editores. Buenos Aires. 2012.
Debemos explicar que la muerte del arte antiguo se da con las invasiones bárbaras
y éste mismo arte es el que renace ocho siglos más tarde.
El renacimiento es un resurgir de los tiempos antiguos, desde el punto de vista de
las artes plásticas, el renacimiento marca una vuelta a las formas clásicas, de los típicos
arcos ojivales del gótico se vuelve a la columna clásica (griega), el punto culminante de la
arquitectura renacentista es precisamente la catedral de San Pedro en Roma.
En un comienzo el renacimiento es un proceso puramente italiano pero luego se va
extendiendo hasta generalizarse a toda Europa, pero es en la península itálica donde
comienza la reactivación de la economía europea, en su suelo se organizan las cruzadas
y allí también nace la primera organización bancaria. Pero además es en Italia donde la
burguesía aparece instalada con mayor fuerza, probablemente porque la caballería y las
instituciones feudales en general no tuvieron el mismo arraigo que en el resto de Europa.
A esto debe sumarse el hecho de que Italia fue el epicentro de la civilización
clásica, de forma tal que sus monumentos, sus ruinas estaban por todas partes.
El problema tiene sus orígenes en los comienzos de la era cristiana donde se pone
en evidencia un cierto rechazo que reconoce como causa principal su paganismo.
En realidad la sensibilidad por la antigüedad clásica es solamente un síntoma, el
hombre renacentista demuestra ciertamente conciencia cada vez más clara de un
renacimiento, de una renovación que está basada en el espíritu clásico.
Va ir surgiendo una burguesía local que va a comenzar a tener un cierto sentido de
patriotismo, cosa que no podía darse en la edad media, pero éste concepto de patriotismo
no es como lo entendemos hoy en día, sino más bien como una especie de “patriotismo
ciudadano”, un sentimiento canalizado hacia la ciudad en que se vive.
En el ámbito administrativo y financiero los monarcas se van liberando de la
intromisión del grande y pequeño Señor feudal.
La administración de la justicia, concebida ya como órgano esencial del Estado, o
sea del soberano, fue sustraída a los Señores feudales y confiada a organismos públicos.
Los reyes en términos generales no supieron hacer frente a uno de los problemas
más delicados que planteó el nuevo orden político-administrativo, el problema de los
fondos. Si las monarquías hubieran sido capaces de instalar un sistema fiscal eficaz,
podrían haber hecho frente a estos gastos, al no hacerlo así, se vieron forzados a ponerse
en manos de una nueva clase de mercaderes económicamente enriquecidos los
banqueros consolidados a lo largo del siglo XV y convertidos ya en expertos conocedores
de las técnicas financieras. Sin su ayuda las monarquías europeas hubieran muerto por
asfixia financiera.
Es así como estas “potencias financieras” encontraron en las luchas políticas y en
la estabilidad de los soberanos la mejor forma para prosperar. La conquista de las tierras
americanas fue un magnífico negocio para los comerciantes y banqueros europeos. La
llegada del oro americano a Europa determinó una verdadera revolución de los precios.
Dicha revolución pone de manifiesto la importancia que la conquista del nuevo
mundo imprimió a la transformación económica y social de Europa.
Con el renacimiento se produce un fenómeno social que fue típico de esa época y
que consistió en el ascenso social de la burguesía y en el relativo descenso, sino social, al
menos económico, de la nobleza. Esto llevó a que en muchos casos se realizaran uniones
matrimoniales que se fueron haciendo cada vez más frecuentes entre miembros de la alta
II. El Poder
Nicolás Maquiavelo
Situación de Italia:
Florencia:
De base democrática comparada con Venecia, la diferencia estaba en que Venecia
el acceso al gobierno estaba sólo reservado a los nobles, en cambio en Florencia, se
accedía al poder a través del triunfo de una determinada corporación. Es decir que en
Florencia las corporaciones, al margen de la función económico – educativa que
cumplían, también tenían una función política, ya que sólo los miembros de las
corporaciones tenían derecho de ciudadanía y sólo los ciudadanos podían llegar al poder.
De hecho todos los florentinos pertenecían a una corporación, desde el artesano más
humilde hasta el más rico banquero.
En Florencia existía el Gran Consejo integrado por los miembros de las diferentes
corporaciones y también existía el Consejo de los Diez, que se encargaba de las
relaciones exteriores, Maquiavelo fue durante varios años su secretario.
La época que le toca vivir a Maquiavelo es muy difícil, entre el Papado, Venecia,
los Borgia y los ejércitos invasores de suizos, franceses y españoles, Italia al decir de
Maquiavelo era el campo de batalla de Europa.
Los Medici, célebre familia florentina impone sobre la ciudad un señorío desde
1434 a 1737 (salvo la insurrección de 1494-1512 y de 1527-1530, cuando la ciudad tiene
gobiernos republicanos).
Cosme fue el Señor de la ciudad de Florencia, fallece en 1464 y le sucede su hijo
Pedro y luego su nieto Lorenzo y luego Pedro que frente a la invasión francesa es
destituido y se organiza un régimen de corte republicano, primero hubo un período de
gobierno de Girolamo Savonarola del 1494 a 1498, fue un monje dominico que trató de
lograr la renovación religiosa de Florencia, a través de la inspiración mística y una
esperanza mesiánica, rompe con la Iglesia quien le prohíbe predicar, crea una
organización fuertemente teocrática y luego de un proceso es ahorcado y quemado, a él
le sucede Pietro Soderini, de quien Maquiavelo se considera su brazo derecho y éste es
designado Secretario del Consejo de los Diez, era una especie de Ministro de Relaciones
Exteriores de la actualidad.
Visitó en virtud de su cargo, Alemania, Francia, el Vaticano, donde conoció a Cesar
Borgia, del cual se dice se inspira Maquiavelo cuando escribe su obra más famosa “El
Príncipe”.
Cesar Borgia pertenecía a una familia de origen español, su padre Rodrigo Borgia
llegó a ser designado Papa, tomando el nombre de Alejandro VI, un año después de la
proclamación papal, Cesar fue investido Cardenal de Valencia, pero su hermano Juan que
era el favorito de su padre y el primogénito obtuvo el cargo de Gran Confaloniero, que era
un cargo militar.
Se cuenta que Cesar después de un paseo nocturno con su hermano Juan, éste es
hallado muerto, al parecer Cesar comete fratricidio y el padre de Cesar al enterarse
acepta la situación, Cesar renuncia al cargo cardenalicio y se queda con los títulos de su
hermano y el ducado de Valentinois, aparentemente Maquiavelo sintió una mezcla de
admiración y temor por Cesar Borgia.
Luego del período republicano los Médici retornan al poder y Maquiavelo luego de
18 años de vida pública cae en desgracia, pierde su empleo, es detenido y luego
desterrado. Fue a partir de ese involuntario destierro que Maquiavelo comienza a escribir
su obra.
Discursos sobre la primera década de Tito Livio y aparentemente en un intervalo en
la realización de ésta obra es que Maquiavelo escribe “El Príncipe”, es una obra pequeña
y está dedicada a Lorenzo de Médici, aparentemente esta obra fue realizada con el fin de
lograr el favor de los Médici y poder volver a la vida política, para poder salir del
ostracismo político en el que se encontraba, pero en definitiva lo que consiguió con su
obra, fue que se le encargara la redacción de “La Historia de Florencia” y cuando parecía
que Maquiavelo iba a lograr el favor de los Médici y su reingreso en la vida política se
produce la caída de los Médici, y él vuelve a ser objeto de persecuciones y poco después
se produce su muerte. También escribe una comedia llamada “La Mandrágora”.
Sus dos obras más importantes son indudablemente “Los discursos...” y “El
Príncipe”, en la primera obra Maquiavelo se encuentra partidario de la República, mientras
que en la segunda se muestra partidario de la monarquía, no es que incurra en una
“Téngase muy en cuenta que a los hombres se les debe ganar o imposibilitarlos de
causar daño, porque de las pequeñas ofensas se vengan pero no de las grandes, por ello
el agravio que se les haga debe ser de los que no permiten tener venganza”.
Capítulo V: Puede ocurrir que el Estado que se conquiste sea:
1) Estado acostumbrado a vivir bajo la dominación de un Príncipe.
2) Estado acostumbrado a vivir libre:
a) Destruirlos
el Príncipe, sabe que no puede existir sin su amistad y su poder y hará todo lo posible
para conservar la adhesión.
Capítulo VIII:
De los que han llegado a ser Príncipes cometiendo maldades:
Respecto a la maldad, dice Maquiavelo en su obra: “Se dice bien usada (si puede
llamarse bueno a lo que es malo en sí mismo) cuando se emplea una sola vez por la
necesidad de afianzar el poder y después no se repite, procurando que en cuanto sea
posible, se convierta lo hecho en utilidad del pueblo. Mal usada es la que, no teniendo
grande importancia al principio, va después creciendo en vez de desaparecer. Los que
emplean la primera pueden esperar que Dios y los hombres les perdonen, los otros es
imposible que se mantengan en el poder. De aquí se deduce que el usurpador de un
Estado debe procurar hacer todas las crueldades de una vez para no tener necesidad de
repetirlas y poder, sin ellas, asegurarse de los hombres ganarlos con beneficios. Quien
hace otra cosa por timidez o mal consejo, necesita estar constantemente con el cuchillo
en la mano y ninguna confianza podrá tener en sus súbditos, a quienes, por las continuas
y recientes injurias, tampoco puede inspirar seguridad alguna. Las ofensas deben hacerse
todas de una vez, por cuanto menos se repitan, menos hieren; y los beneficios conviene
ejecutarlos poco a poco, para que se saboreen mejor.”
Capítulo IX:
De los Principados civiles:
Se llega al poder con el favor y la asistencia de los ciudadanos. Se necesita para
conseguirlo gran astucia.
Se alcanza ya sea a) Por el favor del pueblo y
b) Por el de los magnates.
El que llega a ser Príncipe con el auxilio de la nobleza, se mantiene en el poder con
más dificultades que el que debe el principado al pueblo, por estar rodeado de magnates
que se creen igual a él y le quitan la libertad de acción y de mando, pero el que asciende
al principado por el favor popular, se encuentra solo en el poder y los que están a su
alrededor solo tienden a obedecerle.
El argumento es que con el pueblo se debe vivir siempre, pero no con la misma
nobleza, pudiendo casi diariamente hacer o deshacer nobles y quitarles o darles elevada
posición según le plazca.
Por lo tanto, quien llega a ser Príncipe por la voluntad del pueblo, debe conservar
su amistad, él considera que esto es fácil porque el pueblo solo pide no estar oprimido, él
considera que el cariño del pueblo es algo absolutamente necesario, puesto que será su
único recurso en los momentos de adversidad.
Capítulo XI:
De los Principados eclesiásticos.
Se adquieren por mérito o fortuna, pero se mantienen sin ninguna de ellas. Se basa la
posesión en las antiguas instituciones religiosas, son estas tan fuertes que mantienen la
autoridad del Príncipe cualquiera que sea su modo de vivir y de gobernar. Estos
principados eclesiásticos son los que poseen Estados sin defenderlos y súbditos sin
gobernarlos.
1) Propias o nacionales,
2) Mercenarias,
3) Auxiliares,
4) Mixtas.
1) Los ejércitos propios son los únicos verdaderamente capaces de mantener y defender
un Estado, se forman con súbditos o ciudadanos fieles, deben de estar bien
entrenados y bien dirigidos, por lo tanto la principal ocupación y estudio de un
Príncipe debe ser el arte de la guerra y la disciplina y organización de los ejércitos, los
Príncipes siempre deben de estudiar el arte de la guerra, no sólo en tiempo de guerra
sino también en tiempo de paz, a través de dos modos: a) Con trabajos mentales y 2)
Con ejercicios prácticos. Deben practicar la caza para acostumbrar al cuerpo a la
fatiga y para conocer los terrenos, es decir la naturaleza, recorrer sus montes, valles,
llanuras, etc., esto sirve para conocer su propio territorio para luego en caso
necesario, en tiempo de guerra, aplicar las tácticas acordes a cada tipo de terreno. En
cuanto a los ejercicios mentales, el Príncipe debe leer la historia y fijarse las causas de
los triunfos y las derrotas de los hombres de la historia.
2) Las tropas mercenarias son totalmente ineficaces, pues no tienen más motivo para
servir con las armas que el estipendio que reciben, que evidentemente siempre va a
ser muy pequeño, por más alto que sea la paga, si se lo compara con la vida,
Maquiavelo demuestra en su obra la ineficacia y los perjuicios que ocasionan esta
clase de milicia cuando habla de los generales mercenarios y dice que son excelentes
o no lo son, en el primer caso, no se puede fiar de ello porque siempre van a buscar su
personal engrandecimiento, buscando siempre oprimir al príncipe y ocupar su lugar y
si no son excelentes normalmente arruinan al Estado por lo mal que lo sirven.
3) Las tropas auxiliares son las que un Príncipe poderoso presta a otro para ayudarle o
defenderlo, resultan tan inútiles como las mercenarias. Maquiavelo aclara que estas
tropas pueden ser buenas y útiles en sí mismas, pero siempre dañosas para quien las
llama en su auxilio, porque si las derrotan, sufre él las consecuencias y si vencen,
queda a merced de ellas. En suma los ejércitos mercenarios son peligrosos por su
pereza y cobardía al combatir y los auxiliares por su valor. Un Príncipe prudente
siempre debe evitar valerse de este tipo de tropas, deberá preferir siempre las propias
y es preferible ser vencido con las propias que vencer con las de otro.
4) Son ejércitos mixtos los formados con tropas nacionales y mercenarias, que son
preferibles a los auxiliares o sólo mercenarias, pero muy inferior que los ejércitos
nacionales.
Por lo tanto él afirma que sin armas propias, ningún Principado está seguro, por lo
tanto un buen Príncipe no debe permanecer ocioso durante la paz, sino aprovechar
para adquirir el máximo de conocimientos sobre el arte de la guerra.
Capítulo XVII
Una pregunta que se hace Maquiavelo es: Si el Príncipe debe ser amado o temido,
considera que es difícil que se den estos dos sentimientos conjuntamente, por lo tanto el
Príncipe debe hacerse temer, de modo que el miedo no excluya el afecto y engendre el
odio porque puede perfectamente ser temido y no odiado, y esto sucederá si respeta los
bienes y la honra de las mujeres de sus súbditos.
Pero si el Príncipe está al frente de un ejército y tiene que gobernar multitudes de
soldados, no debe cuidarse de que se lo tome por cruel, puesto que si no se tiene esa
fama es muy difícil tener un ejército disciplinado y dispuesto a emprender cualquier
empresa.
En conclusión, lo ideal es que los hombres amen según su voluntad y teman según
la voluntad del Príncipe.
Capítulo XVIII
Para lograr el orden en una comunidad el Príncipe se puede valer de dos armas:
1) Las Leyes. Propias de los hombres
2) La Fuerza: propia de los animales.
Pero muchas veces el uso de la primera no alcanza y hay que aplicar la segunda.
Cuando el Príncipe se ve obligado a utilizar el método de los animales, deberá preferir el
método de dos animales, el león y el zorro y él dice que se necesita de la astucia del zorro
para salvarse de las trampas y de la fuerza del león para combatir al enemigo, pero los
que solo imitan al león no pueden defender bien sus intereses.
Un Príncipe (de allí la cualidad del zorro) no siempre debe ser fiel a la palabra
empeñada sobre todo cuando esto lo perjudica, jamás le faltarán a un Príncipe razones o
principios para argumentar la disculpa por el incumplimiento de sus promesas. A veces
no es necesario que un Príncipe tenga demasiadas cualidades, de pronto es más
importante que lo parezca.
Lo ideal en un Príncipe es que sea piadoso, leal, íntegro, comprensivo, religioso,
pero más que poseer todas estas virtudes es mejor simularlas, porque a veces
poseyéndolas se puede realizar actos en contra de su poder y de su cargo de Príncipe.
Es importante que evite hacerse odioso o despreciable y esto lo logra evitando los
atropellos contra la propiedad, la honra y las mujeres de sus súbditos.
2) Son las dotes personales del Príncipe, no en el sentido moral sino de eficiencia
política.
3) Azar o suerte.
NICOLÁS MAQUIAVELO
¿El fin justifica los medios o los medios condicionan y justifican el fin?
de la política?
César Borgia
En el siglo XVI comienzan a darse tres procesos de cambio que representan tres
verdaderas revoluciones:
1) Revolución religiosa: que modifica totalmente el comportamiento religioso del hombre
a partir de la libre interpretación de las sagradas escrituras.
2) Revolución económica: se va a terminar con el sistema estático de las corporaciones y
agremiaciones y se determina en definitiva el establecimiento del sistema capitalista.
3) Revolución intelectual: que va a culminar con los grandes movimientos de
emancipación política de 1688 en Inglaterra, 1776, en Estados Unidos y 1789 en
Francia. Ellos consagraron a la razón, al individuo y a la nación como fundamentos de
la ciencia, la organización política y la vida humana.
Martín Lutero
locura a los ojos de la razón. Su pensamiento se resume en la fe. Para exponer esta
concepción es que escribe su primera obra “La teología alemana”.
El detonante que marca la reacción de Lutero y el origen de todo este movimiento
fue la venta de indulgencias que en un determinado momento se hicieron muy necesarias
para la Iglesia puesto que se estaba construyendo la catedral de San Pedro en Roma, por
lo tanto se instrumenta el dar indulgencias para todos lo que dieran limosna para la
construcción de la basílica.
Lutero reacciona el día 31/10/1517, el día de todos los santos y por lo tanto un día
de gran afluencia de fieles a la Iglesia. Con relación al hecho en sí hay controversia entre
los historiadores, algunos plantean que ese día Lutero pega en las puertas de la Iglesia de
todos los Santos de Wittemberg, las 95 tesis condenando el negocio de las indulgencias,
en texto latino, otros dicen que no las pegó y otros plantean que este hecho es una
leyenda, lo concreto e importante es, que estos escritos, que luego se imprimieron y
fueron distribuidos por toda Alemania, tuvieron una gran difusión en muy poco tiempo, si
consideramos la época de la que estamos refiriendo.
A lo largo de estas 95 tesis Lutero examina el carácter de las indulgencias y la
naturaleza de la fe cristiana. A su juicio, la indulgencia no es nada más que la remisión de
una pena económica, puede redimir lo que la Iglesia ha impuesto, no lo que ha impuesto
Dios.
Las indulgencias jamás redimen de culpa, el Papa no tiene poder para ello. No
puede redimir el castigo divino que merece el pecado, este castigo se lo ha reservado
Dios para sí. Las indulgencias no pueden aplicarse a las almas de los muertos, porque el
efecto de las penas impuestas por la Iglesia termina con la vida.
León X decidió tomar medidas para terminar con la actividad de Lutero y lo conmina a
retractarse. Lutero se niega y frente a ésta actitud el Papa en 1520 promulga una bula
condenando sus doctrinas e intimándolo nuevamente a que se retracte en un plazo de 60
días. Lutero quema públicamente la bula, entonces León X lo excomulga en enero de
1521 y pide al emperador Carlos V que lo declare hereje, Carlos V en 1521, en la dieta de
Worms lo declara fuera de la ley y Lutero tiene que refugiarse en el castillo del príncipe
Federico de Sajonia, durante esta estancia traduce la Biblia al alemán.
En Wittemberg comienzan incidentes cada vez más graves que van a llevar a la
reaparición del monje en 1522.
En este año aparece su obra “Contra el mal llamado orden espiritual”, que en
esencia es una invitación para despojar a los Sres. Eclesiásticos de su patrimonio
territorial.
Esta obra logra gran difusión y un número más o menos considerable de caballeros
desposeídos de tierras se pliega a esta idea con el plan de hacerse de grandes
propiedades. Pero la cosa no era tan sencilla, pues los católicos estaban dispuestos a
defender sus propiedades y derrotaron a los luteranos.
A este movimiento se une una gran agitación que se va a dar con el campesinado en
Alsacia, que apuntaba básicamente a los poseedores de tierras, sin embargo Lutero instó
a la nobleza a combatir y así sucedió.
“Amados Sres. libradnos, ayudadnos, salvadnos, exterminad y que quien ostente actúe
contra las hordas de campesinos homicidas y ladrones”
Durante el año 1526 se reunió una dieta en Spira donde se decide, inspirados en
Lutero, que cada Señor en su territorio impusiese la nueva religión, pero luego el
Emperador decide convocar a una nueva dieta, también en Spira y modificar y anular lo
resuelto en la dieta anterior.
Sus obras más importantes son, aparte de “La Teología Alemana”, “A la nobleza
cristiana de la nación alemana”, “De la cautividad babilónica de la Iglesia”, “De la libertad
del cristianismo” y su obra más famosa: “Pequeño Catecismo”.
b) La verdadera iglesia es interna: Cada uno realiza en su interior el culto, por ello
criticará la organización del culto y la liturgia por la Iglesia. Los sacramentos en
consecuencia carecen de todo valor y la Iglesia no es la intermediaria entre Dios y los
hombres, suprime los sacramentos, admitiendo el bautismo y la eucaristía del griego:
eujaristen: dar gracias. “Los sacramentos no justifica (...) Por consiguiente, puedes ser
justificado aún sin sacramentos, basta con que creas”.
e) De la Biblia surge la ley para el cristiano: por lo tanto debe tener libre acceso a los
libros santos ya que Dios da a cada uno la ley suficiente para interpretar su revelación.
El luteranismo, sin proponérselo vino a acrecentar la fuerza del poder civil, toda vez
que las Iglesias del estado luterano se convirtieron en dependencias o agencias del poder
político.
Pensamiento Político:
El planteo según Prelot es: ¿Cómo una doctrina que tiende a exaltar el espíritu del
libre examen en todos los terrenos, consigue reforzar el poder de los príncipes, no sólo
en la doctrina sino también en la realidad?
Así como en la edad media existía la teoría de las dos espadas, en Lutero ya no
hay más que una en manos del poder civil.
El Príncipe es el ministro de las venganzas divinas frente a los pecadores, hay una
especie de cadena sin fin de los pecados y de las sanciones. Si el príncipe es un tirano o
cruel y sanguinario, la culpa es del pueblo, él es el responsable. Los hombres tienen los
Príncipes que se merecen.
No se puede ni se debe forzar a nadie a que crea. Dice Lutero: “No hay aduanas
para el pensamiento”.
Lutero dice que junto a esa iglesia “Cuerpo espiritual”, que no tiene organización,
existe una “cristiandad exterior”, a ésta había que darle una estructura y durante la edad
media se dio a través de la administración de la Iglesia. La Iglesia se cargó de funciones
secundarias que terminaron por corromperla.
Puesto que hace falta una organización terrenal “la cristiandad exterior”, nada
mejor que confiarla a la organización terrenal ya existente. Los Príncipes están calificados
para tomar la dirección de los negocios, la vida externa de la Iglesia.
Es decir que una manifestación de lo espiritual que se hace externa, cae bajo la
dependencia del Príncipe, por lo tanto si el Príncipe debe impedir que haya divisiones,
disturbios o rebelión entre los súbditos, en cuanto existan dos doctrinas en lucha –tal el
caso de Alemania- será de su competencia para evitar el disturbio y poner fin a la división,
hay que prohibir y eliminar a una de ellas.
Se llega así, poco a poco a la exclusividad del poder del Estado sobre las cosas
religiosas en cuanto adquieren un cariz externo.
hostilidad respecto del gobierno del pueblo y esto se hace patente en oportunidad de la
sublevación de los anabaptistas, cuando las rebeliones de los aldeanos en Alemania.
Lutero tomó partido violentamente. “Amados, Señores, libradnos, ayudadnos, salvadnos,
exterminad y que quien ostenta el poder actúe contra las hordas de campesinos
homicidas y ladrones”.
“Nadie piense que el mundo puede ser gobernado sin sangre, la espada del gobernante
debe estar roja y ensangrentada, ya que el mundo es y debe ser perverso, y la espada es
la vara y la violencia de Dios sobre él”.
Tal como el libre acceso de los creyentes a la escrituras debía ser protegido de la
interferencia papal, así también el gobernante secular debía estar desembarazado en sus
esfuerzos por lograr el orden.
Sheldon Wolin:
El acento político se hizo más pronunciado cuando Lutero pasó a acusar al papado
de tiranía eclesiástica: aquél había legislado arbitrariamente nuevos artículos de fe y de
ritual, refugiándose, al ser cuestionada su autoridad, en el argumento de que el poder
papal no estaba limitado por ley alguna.
El orden político que plantea Lutero no tiene ningún contrapeso, ni siquiera el legal.
“...La entidad política no puede ser felizmente gobernada solo mediante normas y
reglamentos. Si el administrador es sagaz, conducirá el gobierno con más acierto cuando
lo guíen las circunstancias y no lo decretos legales. Si no tiene esta sabiduría, sus
métodos legales no producirán sino daño, ya que no sabrá como utilizarlos, ni como
adaptarlos al caso inmediato. De aquí que, en los asuntos públicos, sea más importante
asegurarse de que el control esté en manos de hombres buenos y sabios que promulgar
determinadas leyes. Hombre de este tipo serán por sí mismos la mejor de la leyes,
estarán alertas a todo tipo de problemas, y los resolverán con equidad. Si la sagacidad
nata acompaña al conocimiento de las leyes divinas, es obvio que las leyes escritas serán
superfluas y nocivas”.
Contrareforma o Reforma Católica:
Declaró que los sacramentos son necesarios para el logro de la gracia de Dios y
que tanto la fe como las buenas obras lo son también para la salvación, confirmando
como artículos de fe la invocación de los santos, la sucesión apostólica del sacerdocio, el
purgatorio, etc. Resolvió sobre la creación de seminarios en las diócesis para capacitación
del clero. Estableció una serie de medidas relacionadas con las costumbres y disciplina
del clero.
Durante la celebración del Concilio que duró, con interrupciones desde 1545 a
1563, se produjeron grandes enfrentamientos en el campo militar entre los monarcas
católicos y los príncipes protestantes. El Concilio buscaba también lograr que los
protestantes abandonaran su posición, cosa que fue imposible de lograr, recién en 1551
se logró un tratado de paz por el que se concedía libertad religiosa a los luteranos, por lo
tanto la escisión religiosa quedaba desde ahora jurídicamente consagrada.
Tomás Moro
Fue uno de los representantes más importantes del humanismo, un hombre de
extensa cultura, fue abogado de gran éxito en Inglaterra. Le toca vivir el período de
consolidación del poder real en Inglaterra, protagonizado por Enrique VII y Enrique VIII de
la rama de los Tudor.
Siendo muy joven fue elegido diputado en el Parlamento, llegó a ser Presidente de
la Cámara de los Lores y luego en 1531, canciller del rey.
Fue un ferviente católico, en 1935 fue consagrado santo de la Iglesia católica.
Moro fue un defensor de la Iglesia católica en la época de la reforma, y habría
auxiliado al rey con sus escritos antiluteranos de 1521 que le valieron a Enrique el título
de “Defensor de la fe”, otorgado por el Papa. También redacta una obra llamada
“Reivindicación de Enrique VIII contra los ataques protestantes”.
Pero su vida va a estar marcada por la adopción del protestantismo por parte de
Inglaterra, un hecho casi denominado casero, que puede ser considerado casi sin
importancia, va a determinar el fin de Moro.
Enrique VIII se casa con Catalina de Aragón, que era a su vez su cuñada, viuda de
su hermano Arturo, previa dispensa papal se casan y tienen una niña, María Tudor, futura
reina de Inglaterra. Pero Catalina no le había dado un hijo varón, entonces Enrique VIII
decide divorciarse aprovechando el justificativo y casarse con una de sus favoritas, Ana
Bolena. Para ello pide al Papa Clemente VII, primo del Papa León X (No confundir con
Clemente VII, antipapa, durante la época del Cisma de Avignon, cuando se nombra al
Papa Urbano VI que gracias a él se reinstala la sede papal en Roma) la anulación de su
matrimonio.
Un hecho interesante a tener en cuenta es que Catalina era tía del Emperador
Carlos V de Alemania y I de España, quien a su vez había tenido un gravísimo incidente
con el Papa, quien fuera secuestrado durante varios meses por Carlos V, luego de la
intervención de Clemente VII en la disputa por la corona de España entre Francisco I de
Francia y Carlos V.
Clemente VII se encuentra en una gran disyuntiva, porque negar la anulación
implicaba enemistarse con Enrique VIII, que era un baluarte importante de la religión en
Inglaterra, pero aceptar lo pedido por Enrique implicaba algo aún peor, que era, volver a
tener problemas con Carlos V, ferviente católico, emperador de Alemania, que por otro
lado, era la zona donde nace la reforma y donde más influencia y expansión tiene.
El Papa comienza a dilatar la respuesta, pero en 1531 Enrique VIII decide convocar
a una Asamblea del clero, haciéndose reconocer como Jefe Supremo de la Iglesia en
Inglaterra.
El Parlamento ratificó la resolución y suprimió las rentas pontificias, como
consecuencia de ello Enrique VIII confisca todos los bienes de la Iglesia católica y en
1539 por decreto real, fijó las bases de la nueva religión. La idea de la justificación por la
fe, eliminando las procesiones, el culto de las imágenes y las reliquias, reduciendo el
número de festividades religiosas a Pascua y Navidad.
de los terratenientes ingleses deciden abandonar los cultivos para destinar sus tierras
para el pastoreo ovino que demanda mucha menos mano de obra, provocando grandes
disturbios de desocupados que emigraban del campo a la ciudad.
Habla de los Príncipes que sólo piensan en la guerra y la dominación y se ocupan
muy poco de administrar bien los Estados. Los nobles son zánganos ociosos que se
alimentan del sudor y del trabajo de los demás.
El Estado es la expresión de los intereses de la clase dominante: “Allí donde la
propiedad sea un derecho individual, allí donde todas las cosas se midan por el dinero, no
se podrá lograr nunca la justicia y la propiedad social...”
“…hay que poner freno a las compras de los pudientes y a la libertad para establecer
monopolios; que sean cada vez menos los que vivan en el ocio, que se retorne a la
agricultura, que se organice la fabricación de lana…De lo contrario, sería inútil que se
elogie la justicia que tiende a reprimir los robos, si no se erradican enérgicamente estos
males, pues ésta sería ilusoria y no real; porque permitir que los hombres se eduquen de
manera pésima y que sus hábitos se vayan corrompiendo lentamente desde sus primeros
años para castigarlos cuando, ya hombres, cometen delitos que se podían prever desde
su infancia ¿qué es sino crear ladrones para luego punirlos?”
Moro describe en esta parte de la obra lo que es la Europa que le toca vivir, lo que
es, y la contrapone a lo que debería ser describiendo la isla de Utopía. La realidad y el
ideal se contraponen en esta obra.
Utopía se compone de dos partes y de dos cartas. De estas dos una sirve de
prólogo, la otra de epílogo y están dirigidas a Pedro Egidio famoso humanista de su
tiempo. Cuando describe Utopía, por razones literarias no dice que no existe y cuenta que
el autor Tomás Moro caminando por las calles de Flandes en época en que había sido
nombrado embajador por Enrique VIII se encuentra a su amigo Pedro Egidio, quien
estaba conversando con un viejo marinero Rafael Hitlodeo, la obra está escrita en forma
de diálogo al igual que lo hacía Platón.
La segunda parte de la obra se plantea Moro al igual que Platón en “La República”,
la organización de una sociedad ideal, la isla de Utopía, cuenta con 54 ciudades,
totalmente idénticas en idioma, costumbres, instituciones y leyes.
Para tratar los asuntos comunes a la isla se reúnen anualmente tres delegados de
edad y experiencia por cada ciudad.
Ninguna de las ciudades siente el deseo de ampliar sus confines porque los habitantes se
consideran cultivadores y no dueños de las tierras.
Cada familia campesina está formada por no menos de cuarenta miembros entre
hombres y mujeres, además de dos ciervos de la gleba, están dirigidos por un padre y
madre maduros y de experiencia, cada treinta familias se les asigna un filarca
representante; filos = amor, arque = gobierno.
Los agricultores que viven en el campo van siendo reemplazados, luego de un período de
tiempo por otros que provienen de la ciudad, y estos a su vez vuelven a residir en las
ciudades.
Los filarcas a su vez eligen por voto secreto a un Jefe. Periódicamente se reúne la
Asamblea, formada por los representantes de las diferentes ciudades, para tratar temas
Con relación a la religión practican diversos cultos, unos adoran al sol, otros a la
luna, etc., otros tienen como Dios a un hombre que se ha destacado por sus virtudes en
otra época. Pero la parte más inteligente y más grande de la población cree en una
deidad única, eterna, que supera la capacidad de entendimiento humano, que se esparce
con su grandeza por todo el mundo y que lo denominan “El Padre”, el resto de la
población, pese a sus creencias, coincide en aceptar la existencia de un ser supremo que
ha creado todo.
Hay sacerdotes, hombres y mujeres aunque éstas en un número reducido (sólo
viudas y ancianas), se le reconoce el mayor honor y si alguno de éstos cometiese un
delito nadie tiene autoridad para punirlos y lo dejan al juicio de Dios y de su propia
conciencia.
V. EL ABSOLUTISMO:
Tanto el renacimiento como la reforma conmovieron totalmente las bases
intelectuales y religiosas de la edad media, originando las nuevas pautas culturales,
políticas y religiosas que van a caracterizar a la edad moderna.
Desde el punto de vista económico se da una revolución comercial cuyo origen
debe buscarse en las necesidades de intercambio mercantil entre las ciudades italianas y
Europa septentrional, se dan grandes inversiones de capital en el campo de la minería y
la navegación, con el apoyo que les van a brindar las monarquías nacionales con miras a
acumular más riquezas y aumentar la tributación.
Se crea una estructura en la cual el lucro es el elemento esencial y así nace el
sistema de producción, distribución e intercambio que se conoce con el nombre de
capitalismo, basado en la propiedad privada, la libertad de empresa y el lucro. La riqueza
deja de ser gradualmente un medio para transformarse en un fin en sí mismo.
El auge de la industria del tejido de la lana y la fundición de metales hacen nacer al
asalariado y al trabajador a domicilio, con la consiguiente declinación de los gremios de
artesanos.
El desarrollo del comercio y de la industria fue acompañado de la intervención del
poder político en la economía con el fin de proteger y aumentar la producción a la vez que
la reserva de metales preciosos para asegurar a los Estados un balance comercial
favorable.
La doctrina económica que resultó de la aplicación de estos principios se denominó
“mercantilismo” y estuvo en vigencia del 1600 al 1700 a través de una política económica
proteccionista, cuyos instrumentos fueron los aranceles, las primas a la exportación, la
ayuda a la producción y la instalación de nuevas industrias.
En el orden político, el aumento de la riqueza fue paralelo al crecimiento y concentración
del poder nacional en manos de la monarquía absoluta.
Se erige en el centro del poder emancipado de poderes externos e internos, la
plenitud de la soberanía le permite extender su autoridad sobre todas las cuestiones
religiosas, civiles y económicas del Estado.
Con respecto a la estructura social en este período se hace flexible, disminuye la
importancia del status heredado desplazado en cierta medida por factores de orden
Jacobo I de Inglaterra
Dios confiere el poder a las dinastías y convierte a los reyes en sus vicarios, razón
por la cual “La autoridad divina del rey debía ser aceptada por un acto de fe y no de
razón”.
El rey no tenía superior en la tierra y únicamente respondía de sus actos ante Dios.
Los súbditos le debían total y absoluta obediencia, fueran sus resoluciones justas o
injustas. Uno de sus principales exponentes fue Jacobo I de Inglaterra. Su obra “Auténtico
Derecho de las Monarquías Libres” llega al extremo de considerar a la propiedad privada
como un don gracioso que concede o quita el monarca, también plantea que las familias
reales tienen un estigma, una huella indeleble, que los caracteriza desde que nacen y por
eso se diferencian del resto de los mortales.
La teoría de la soberanía cuyo primer teórico fue Bodin y luego Hobbes, identifica
soberanía con poder, siendo ésta una característica del mismo, es un poder total y
absoluto, perpetuo, temporalmente ilimitado, no revocable ni indivisible.
Esta supremacía del poder regio evidentemente se hizo a expensas de la debilidad
o declinación de otras fuentes de poder, por ejemplo en Inglaterra el Parlamento, también
la Iglesia en toda Europa, los Señores territoriales o de clases sociales como la nobleza
que se vio obligada a compartir su predominio social con la burguesía en ascenso.
La secularización de la vida importó la inserción de un nuevo sistema de valores,
en donde las actividades terrenales adquirieron importancia en sí mismas, pasándose de
la vida interior a la exterior en demanda de una vida vinculada al trabajo.
Esto crea una nueva escala de valores en donde el ideal mártir de la edad media
que sufría y moría por la fe es sustituido por una interpretación más burguesa de los
valores cristianos.
Según Khaler “La moral cristiana se identificó con la moral pública y la imagen ideal
del ciudadano bueno, útil, honrado, trabajador y servicial. La burguesía necesitaba
estabilidad y protección para realizar sus actividades”.
El orden solo podía lograrse mediante la concentración del poder ya sea en manos
del rey, del Parlamento, pero esos poderes debían ser por naturaleza ilimitados.
Sin autoridad ilimitada el gobernante estaba impedido de poder lograr la paz y asegurar el
orden, por lo tanto los valores supremos son la paz, el orden y la seguridad, los
disvalores, la guerra, la anarquía y el desorden.
El absolutismo era la respuesta política a una época de inseguridad y peligro. Es
así como comienzan las diferentes teorías políticas del absolutismo en el cual el
denominador común es que en esencia el absolutismo es el proceso unificador entre
Soberano y Estado.
Surge el Estado moderno a través de la figura de la monarquía absoluta como una
unidad política, como un centro unitario de poder concentrando en manos del rey los
controles sociales indispensables para el ejercicio de una autoridad ilimitada; es decir, un
ejército regular, una administración como instancia de transmisión y ejecución de las
decisiones del soberano, depositario oficial de las facultades de legislación y jurisdicción.
Según Jellinek la monarquía absoluta es la primera que ha realizado en Occidente,
después de la época romana la idea de la unidad del Estado, ha formado una unidad
interior de territorios que estaban originariamente separados unos de otros, ha creado un
ejército no sujeto a las contingencias de la fidelidad del vasallo, ha instituido una
burocracia, ha colocado bajo su amparo la administración de justicia en todos los
territorios que abarcaba el Estado.
Thomas Hobbes
Es el más célebre de los teóricos del absolutismo, pero a diferencia de Bodin que
consideraba que la mejor forma política se daba a través del absolutismo monárquico
Hobbes opina que el absolutismo o centralización del poder puede recaer en el
Parlamento.
De ahí que el soberano, o sea el titular del poder ilimitado podía ser un hombre
(rey) o una asamblea de hombres (Parlamento)
Obras: “Tratado sobre los Primeros Principios”, “Los elementos de la ley natural”,
“Leviatán o la materia, forma y poder de una república eclesiástica y civil”, “De cive, de
corpore, de homine”.
El Leviatán es un monstruo bíblico que aparece en el libro de Job gobernando el
caos inicial. Según la Biblia: ”Ningún poder sobre la tierra puede compararse a él”
Hobbes no tiene ni una visión organicista ni mecanicista, pues estos son términos
posteriores, aparecen con Kant en “Crítica a la razón pura”, en el siglo XVIII, cuando se
diferencia lo externo de lo interno.
En el pensamiento de Hobbes, el Leviatán es un hombre artificial compuesto por
infinidad de hombres, una especie de gigante que todo lo gobierna sobre la tierra. En una
mano tiene la espada, símbolo del poder terrenal y en la otra el báculo, símbolo del poder
eclesiástico.
Este monstruo es la República o el Estado, que es en definitiva un hombre artificial.
La soberanía es el alma que da vida y movimiento al monstruo.
La riqueza del estado constituye su potencia y fuerza.
La equidad y las leyes son su razón y voluntad.
La concordia es la salud del Leviatán.
La sedición la enfermedad.
Las guerras civiles la muerte del monstruo.
Los hombres son iguales por naturaleza y tiene iguales derechos sobre todas las
cosas necesarias para la conservación de la vida, pudiendo usar de todos los medios sin
más limitación que la utilidad.
El hombre no es un ser social por naturaleza, sino por accidente o necesidad
(Diferencia con Aristóteles) según Enrique Tierno Galván.
La naturaleza tiende a sobrevivir. En el animal hombre la tendencia a sobrevivir se llama
egoísmo.
Hobbes vive en Europa en un período caracterizado por el miedo político. Cada
período cultural parece definido por una clase de miedo, miedo bíblico, miedo religioso,
miedo moral, miedo político. En el siglo XVII predominó en Inglaterra y en general en toda
Europa el miedo político.
El Estado se había convertido en un instrumento de poder absoluto que absorbía
los demás temores. Los castigos procedían del Estado, éste dirimía cualquier litigio. A los
ojos de los súbditos inspiraba miedo.
La preocupación constante de Hobbes es crear una teoría que justificase un poder
absoluto, que por ser absoluto en el orden político, salvase del miedo del hombre a los
demás hombres. El miedo de Hobbes es a la revolución, a la destrucción.
El planteo básico de Hobbes parte de la ley de la naturaleza, todo lo que tiene vida
tiende a sobrevivir, es decir a la permanencia. Si partimos de este supuesto, los hombres
actúan sin condicionar sus impulsos naturales y terminarán destruyéndose los unos a los
otros y el miedo aumentará constantemente, pues el más fuerte abusará del más débil
pero temerá siempre a otro más fuerte que él. La violencia es progresiva e imparable, el
miedo también.
Hay una especie de círculo vicioso, para salir hay que construir un poder absoluto
que vaya contra la naturaleza para garantizar la supervivencia destruyendo el miedo.
La inclinación natural de los hombres es la dominación, la guerra. Por egoísmo
(supervivencia) se asocia a otros hombres, solo buscando su propio bien.
El Estado de naturaleza es un estado de guerra universal, de inseguridad y de
temor, de desorden, bajo el imperio del derecho natural, en el cual cada hombre se
encuentra en total libertad de usar su poder contra todos para poder conservar su vida y a
su vez protegerse de los demás.
La ley natural impone entonces al hombre la necesidad de buscar la paz, mediante
la renuncia recíproca del derecho absoluto sobre todas las cosas, observando las
convenciones o pactos contraídos, que tienen así carácter inviolable.
El tránsito del estado de naturaleza al estado civil o político se funda en la ley
natural y se produce por un contrato celebrado por todos los hombres a través del cual
todos abandonan recíprocamente sus derechos naturales, por lo tanto el temor a
matarse unos a otros es lo que lleva a los hombres a vivir en sociedad.
En el estado de naturaleza no hay justicia porque no hay distinción entre lo mío y lo
tuyo y por lo tanto no hay noción de lo justo y lo injusto. Hobbes en definitiva opina que lo
que el hombre siempre busca es poder, este puede ser:
1) Original o natural Son las cualidades del cuerpo, belleza, fuerza, etc. O de la
mente, inteligencia, prudencia, elocuencia, etc.
2) Instrumental son aquellos poderes que se adquieren utilizando los naturales y
que son el instrumento que nos lleva a tener más, ya sea: poder, fama, riqueza, etc.
Por lo tanto cualquier cualidad que haga a un hombre amado o temido de otros, es
poder.
El éxito es poder porque da reputación de sabiduría y fortuna lo cual hace que los
hombres teman o confíen en él.
El valor o estimación de un hombre es su precio, por consiguiente no es absoluto
sino la consecuencia de la necesidad y del juicio del otro.
Aunque un hombre se estime a sí mismo con el mayor valor que le sea posible, “su
valor verdadero” no es otro que el estimado por los demás, no es el vendedor sino el
comprador quien determina el precio.
Hobbes sostiene que los hombres son iguales por naturaleza, tanto en las
facultades del cuerpo como en las del espíritu. De esta igualdad de capacidades deriva la
igualdad de esperanzas o de deseos para obtener un determinado fin. Por esta causa
ocurre que si dos hombres desean la misma cosa se vuelven enemigos y tratan de
aniquilarse. De ahí que un agresor no teme otra cosa que el poder de otro hombre.
Dada esta situación de desconfianza mutua, ningún procedimiento tan razonable
existe para que un hombre se proteja a sí mismo como el tratar de dominar por medio de
la fuerza o por la astucia, a todos los hombres que pueda. Leer pág.
En la naturaleza existen tres causas principales de discordia:
1) La competencia.
2) La desconfianza
3) La gloria
1) Es lo que lleva a los hombres a atacarse para obtener un determinado fin o beneficio,
es lo que siempre nos lleva a tratar de tener más que el otro.
2) Es el temor una vez obtenido algo a perderlo y es lo que nos lleva a buscar todos los
recaudos posibles para poder defenderlo.
3) Es para obtener fama y reputación, no ya cosas materiales, lo que ocurre es que a
través de la obtención de cosas materiales es que podemos acceder a la gloria.
Con estas causas de discordia, resulta evidente que durante el tiempo en que los
hombres viven sin un poder común que los atemorice a todos, se hallen en estado de
guerra.
En esta situación no hay oportunidad para la industria, para el cultivo de la tierra, la
navegación, no se desarrollan las artes, las letras, etc.
En esta guerra de todos contra todos se da una consecuencia, nadie puede ser
injusto. Las nociones de igualdad, justicia o injusticia, no tienen razón de ser porque
donde no hay un poder común, la ley no existe y donde no hay ley, no hay un poder
común, la ley no existe y donde no hay ley, no hay un parámetro de justicia, el hombre en
estado solitario no es justo ni injusto, es en su relación con los demás donde surge ese
valor. Es natural que en dicha sociedad no exista propiedad, ni diferencia entre lo tuyo y lo
mío, sólo pertenece a cada uno lo que pueda tomar y por el tiempo que lo pueda
conservar o defender.
Derecho natural: Libertad que cada hombre tiene de usar su propio poder como quiera
ya sea para conservar su propia vida o aquellos valores que pretenda obtener o
conservar.
Ley natural: Son aquellos preceptos establecidos por la razón en virtud de la cual se
prohíbe a un hombre hacer aquello que puede destruir su vida o impida el conservarla,
mientras que el derecho es la libertad de hacer o no hacer, la ley te obliga y determina a
una de esas dos cosas.
En ese estado natural el único camino para lograr la supervivencia de todos, para
defenderse contra la invasión extranjera es conferir a cada hombre todo su poder ya sea a
una sola persona o Asamblea de hombres y éste es el origen del Leviatán. El Estado
posee y utiliza tanto poder y fortaleza que por el temor que inspira es capaz de conformar
las voluntades de todos, de aquí surge el fin del Estado Seguridad.
Los hombres deciden elaborar un contrato, donde contrata cada uno con todos los
demás y lo que es esencial para el desarrollo del absolutismo es la circunstancia de que
el soberano no es parte del contrato, por lo tanto quien se subleva contra el soberano no
lo está haciendo en realidad contra él, sino contra el contrato que ha celebrado y de aquí
se desprende otro de los principios básicos que establece Hobbes, para lograr una sana
convivencia es que los hombres cumplan los pactos que han celebrado, en esta ley
natural reside la justicia, la injusticia no es otra cosa que el incumplimiento del pacto.
Dentro de tal sistema de ideas, quien trate de deponer a su soberano está
rompiendo el contrato celebrado con el resto de la comunidad y la pena que reciba por tal
acto no va a ser por la agresión que cometa frente al soberano, sino por realizar un acto
injusto al provocar el rompimiento de su palabra empeñada en el acto.
Nada que haga un soberano puede ser castigado por sus súbditos. El soberano es el
único juez de lo que es necesario para conservar la paz y la defensa de sus súbditos.
El mayor de los poderes humanos es el que se entrega con los poderes de varios
hombres unidos por el consentimiento en una persona natural o civil: tal es el poder del
Estado.
Y en la humanidad hay una inclinación general un perpetuo e incesante afán de
poder que cesa solamente con la muerte.
Por eso es que cuando los hombres viven sin un poder común que los atemorice a todos,
se hallan en la condición o estado que se denomina de guerra, una guerra tal, que es la
de todos contra todos.
Las funciones del Soberano son:
1) Establecer las leyes civiles, como decidir sobre las controversias que puedan surgir de
su aplicación,
2) Declarar la guerra o la paz contra otras naciones,
3) Fijar la cantidad de fuerzas que deben ser reunidas para la defensa del Estado,
4) Recaudar los fondos necesarios para el mantenimiento del Estado
5) Los hombres pactan y solo están obligados por ese pacto y no por anteriores, no
pueden hacer nuevo pacto entre sí, para obedecer a cualquier otro, sin su permiso.
6) No puede haber quebrantamiento del pacto por parte del soberano,
7) Si la mayoría ha proclamado un soberano mediante voto, quien disiente debe atenerse
a lo resuelto por la mayoría,
8) Como cada súbdito es a través de esta institución autor de todos los actos del
soberano, lo que haga el soberano, nunca puede causar injuria a ningún súbdito
contra algo de lo que él mismo es autor.
9) El soberano es juez sobre qué doctrinas son adversas al Estado y puede prohibirlas,
puede examinar doctrinas de libros antes de ser publicados. (censura previa).
10) Es inherente al soberano establecer las normas en virtud de las cuales cada hombre
puede saber que bienes puede disfrutar (propiedad privada).
11) Derecho de judicatura.
12) Derecho del soberano a elegir consejeros, funcionarios, ministros, etc.
13) Conceder riquezas, honores, indultos, penas y castigos.
Formas de gobierno:
Clases de Estado:
1) Estado por institución: aquél que el poder soberano se origina en el contrato.
2) Estado por adquisición: Aquél que se origina por la fuerza, temor, etc.
Clases de libertad:
1) Libertad natural: Se da en el estado de naturaleza y es cuando un individuo no
encuentra obstáculo alguno para hacer lo que quiere.
2) Libertad Civil: Son aquellas acciones que el Soberano ha predeterminado por
ejemplo: contratar de acuerdo a la ley, es decir movernos de acuerdo a pautas de
conducta ya establecidas.
Jesús, fundada por quien luego sería San Ignacio de Loyola. Loyola que había sido un
noble español y militar en su juventud da a la orden una organización y disciplina militar.
Los teólogos españoles, en su mayoría jesuitas, son considerados los soldados de
la Iglesia y los precursores de las ideas del poder indirecto, es decir que si bien el poder
proviene de Dios, no pasa directamente al gobernante sino que primero reside en el
pueblo y es éste quien lo transmite al gobernante a través de un pacto entre todos los
miembros de la comunidad.
Por lo tanto cuando ese gobernante muere se renueva automáticamente el poder
originario, significan la culminación de la escolástica, son detentadores del principio del
Derecho de resistencia a la opresión.
La Compañía de Jesús fue oficialmente reconocida por Paulo III en 1540,
obligándose a jurar los votos de obediencia, pobreza y castidad. La Compañía de Jesús
tiene una organización militar, reconoce la autoridad de un general de la orden, ha
renunciado a perpetuidad a toda dignidad eclesiástica.
Juan de Mariana
frente a ese Estado de indefensión está obligado a asociarse a los otros hombres para, en
cooperación hacer posible el trabajo, el comercio, la industria necesaria para la
subsistencia. Cooperación que también es indispensable para la seguridad frente al
peligro, la violencia y el asesinato que amenazan su existencia. La satisfacción de estas
necesidades hizo que los hombres formaran las primeras agrupaciones políticas y con
ellas surgieran las primeras jefaturas. El fundamento de la sociedad, del gobierno y de las
leyes es, pues, la debilidad humana.
Mariana sostiene que la monarquía es la única forma de gobierno acorde con la
naturaleza, siempre que no se degenere en tiranía: “Lo mejor de la naturaleza se
convierte en lo peor cuando se corrompe”. Clasifica las formas de gobierno conforme lo
hace Aristóteles”.
Mariana se pregunta si es lícito matar al tirano y se contesta afirmativamente.
Considera lícito resistir a la tiranía cuando el tirano oprime al pueblo, viola las leyes
o ataca la religión. Señala la necesidad de restringir el poder real mediante la participación
del pueblo en los negocios públicos y la sumisión del rey a las leyes.
Dice que es lícito dar muerte al tirano, una vez agotadas las circunstancias de
llamarlo a la reflexión y a la prudencia, por parte del pueblo o de sus magistrados.
Es evidente que Mariana influido por las ideas de su tiempo, creía que extirpando el
efecto se podía eliminar las causas. Mientras que la historia muchas veces demuestra que
más allá de los factores personales, el crimen político no es un episodio decisivo en el
curso de un proceso general.
Al margen de su teoría acerca del tiranicidio, que lo llevó, en la última parte de su
obra “Del Rey y de la Institución real”, a realizar una serie de consideraciones acerca de la
manera de ejecutar al tirano, aconseja el envenenamiento por roce con ropas, zapatos o
muebles inyectados con tóxicos poderosos, evidentemente estos consejos le valieron el
mote de “maquiavélico” y el Parlamento de París prohibió a Mariana acusándolo de
instigador.
La propia Compañía de Jesús ordenó a su miembro que se retracte. Al margen de
su teoría la importancia de Mariana es su concepción acerca de la monarquía limitada. El
poder del monarca se encuentra subordinado al pueblo, del que deriva y cuyo
consentimiento es necesario para que gobierne.
Francisco Suárez
sucesores, a “menos que degenere en tiranía en cuyo caso el reino puede hacer la
guerra”.
Formas de llegar al poder:
1) Contrato o consentimiento que puede ser: a) Tácito, b) Expreso, c) Sucesión.
2) Guerra.
Pero toda forma de gobierno cualquiera fuera su procedencia tiene derecho a
exigir obediencia e imponer la aceptación de la ley, sólo hay tres excepciones:
a) Cuando la ley es injusta
b) Cuando la ley es extremadamente dura
c) Cuando la mayoría del pueblo ha dejado de obedecerla.
Los gobernantes no pueden ser forzados a cumplir las leyes, no obstante están
sujetos a su cumplimiento.
En toda ley existe una parte coactiva y otra directiva.
La primera por estar en manos del gobernante no puede ir contra él. El
gobernante es ministro de Dios y si bien no puede ejercer coacción contra sí mismo,
debe orientar sus actos conforme las leyes porque es responsable ante Dios o ante sus
representantes: La Iglesia.
Si bien el Pontífice romano es detentador de poder temporal conserva poder
indirecto para intervenir en todas las cuestiones que se relacionan con el orden
espiritual pudiendo derogar o abolir las leyes de un reino que afecten el orden religioso.
A modo de conclusión podemos decir que del pensamiento de los teólogos
españoles a diferencia de los filósofos o teóricos del absolutismo podemos extraer las
siguientes conclusiones:
1) La inspiradora del pacto no es la naturaleza corrompida del hombre sino la
naturaleza misma.
2) El contenido de la convención no es la alienación total a la comunidad de la persona
y sus derechos sino el compromiso de seguir una dirección común dentro de los
límites del bien común.
3) En lo que se refiere al carácter de alienable o inalienable de la soberanía, la mayoría
de los teólogos se vuelcan por la idea de la alienabilidad, pues aún Suárez que sería
el más extremista en éste sentido opina que el pueblo en el acto de transmisión
nunca se despoja totalmente sino que abandona el poder en acto pero conserva el
poder en principio o en potencia, de tal manera que puede volver a tomarlo sin dejar
de respetar el derecho positivo.
No obstante esta teoría católica del Estado y del poder, no impediría el
florecimiento de la Teoría del derecho divino de los reyes.
John Locke
Esquema teórico.
Problemas básicos de la obra de Locke: Derechos del rey y del parlamento, críticas a
las persecuciones religiosas, fundamento de la obligación política y los límites de la
obediencia individual a las leyes y gobiernos. (En cierto modo son los mismos problemas
que enfrenta Hobbes).
Toda propiedad que excede de los bienes que el individuo es capaz de usar implica un
atentado al derecho natural de propiedad de otros individuos y es moralmente
condenable. Pero no es solo un problema moral, sino también un problema político
El Estado es obra del contrato social, en el cual los hombres delegan el ejercicio del
derecho natural, realizan una delegación parcial de derechos en la autoridad,
reservándose los derechos individuales, es decir el derecho a la vida, la libertad,
propiedad privada, etc. En consecuencia, la función del Estado sería garantizar los
derechos individuales, estos son el límite del poder del Estado.
Rechaza el absolutismo monárquico basándose en la teoría de la división de poderes.
Según él, existen cuatro poderes:
a) Ejecutivo, b) Legislativo; c) Federativo; d) De Prerrogativa.
Aunque esta definición no es del todo clara o precisa se pueden recoger dos
afirmaciones:
1) Todos los seres del cosmos (Incluso Dios) están gobernados por leyes.
2) Se puede enunciar una ley cuando entre dos entes del cosmos hay relaciones
necesarias (el ejemplo clásico es el de causalidad, es decir que dos entes físicos son
uno la causa del otro, cuando dado el primero necesariamente se debe dar el
segundo)
De manera tal que llegamos a su primera conclusión el mundo no es una ciega
fatalidad sino que siempre hay leyes precisas que la determinan.
De manera tal que surgen dos tipos de leyes:
1) Leyes naturales: Son las que surgen de la naturaleza, son a) Invariables, b)
Constantes c) Uniformes.
2) Leyes positivas: Son creadas por el hombre y a diferencia de las anteriores son
variables, pues el hombre como ser inteligente hace o deshace las normas de
acuerdo a las circunstancias.
Las leyes de la naturaleza son anteriores a todas las demás.
Según Montesquieu la primera ley natural es la que imprime en nosotros la idea de
un creador, pero es la primera por su importancia pero evidentemente el hombre tendría
como primeras ideas las especulativas, ese hombre al principio solo sentiría debilidad,
pensaría más en conservarse que en analizar su origen, su timidez sería extrema. En este
estado cada cual se sentiría inferior. Nadie pensaría en atacar a otro y la paz sería la
primera ley natural.
1) Ley natural: paz
2) “ “: alimentarse
3) “ “: relación entre sexos
4) “ “: deseo de vivir en sociedad.
La ley natural se limita a establecer un principio: por ejemplo los pactos deben ser
cumplidos, la ley positiva establece eventualmente y de diferente manera según cada
sociedad las modalidades de las promesas, las sanciones en caso de incumplimiento, etc.
I. Democracia directa
1) REPÚBLICA: a Democrática II. Democracia representativa
B Aristocrática
2) MONARQUÍA
3) DESPOTISMO
Principios:
- República: democrática: virtud
: aristocrática: moderación
- Monarquía: honor
- Despotismo: temor
“Sin monarca no hay nobleza, sin nobleza no hay monarca pero sí un déspota”.
Poderes Intermedios: 1) Nobleza, 2) Clero, 3) ciudades y sus privilegios.
4) Las costumbres: “Nunca se debe hacer mediante las leyes lo que se puede hacer
mediante las costumbres. La verdadera reforma no es política sino intelectual y
moral”.
El gobierno moderado del cual habla Montesquieu no tiene nada que ver con el
régimen mixto de Polibio, donde surge un gobierno formado por elementos de las tres
formas puras, el gobierno moderado deriva de la disociación del poder soberano y de su
división con base en las tres funciones fundamentales del Estado: ejecutivo, legislativo y
judicial.
Cuando Montesquieu elogia la República romana no lo hace porque vea en ella un
régimen mixto sino porque lo ve como un gobierno moderado basado en la división y
control recíproco de los poderes.
División de poderes:
Lo que Montesquieu hizo fue convertir la separación de poderes en un sistema de
frenos y contrapesos jurídicos entre las diferentes partes de una constitución.
Todas las funciones políticas son:
1) Ejecutivas, 2) Legislativas, 3) Judiciales.
En realidad no contemplaba una separación absoluta entre los tres poderes, el
legislativo debía reunirse cuando lo convocaba el ejecutivo, éste conserva el derecho de
veto sobre la legislación y el poder legislativo podía ejercer poderes extraordinarios.
Estos poderes no deben encontrarse en las mismas manos. Pregona la co-
soberanía de las tres fuerzas. Cuando el ejecutivo y el legislativo se unen en una sola
persona no hay libertad.
El poder judicial debe encontrarse en manos de personas periódica y
alternativamente designadas, formarán un tribunal de modo que los jueces sean móviles.
El poder ejecutivo rige para el presente: ejecuta la ley.
El poder legislativo rige para el futuro: sanciona la ley.
El poder judicial rige para el pasado: aplica le ley.
Como el pueblo no actúa sino a través de sus representantes, lo interesante es
analizar cómo se eligen según este autor.
Divide la Cámara de Representantes en dos Cámaras, la de la Nobleza y la de
Representantes. Quienes tienen derecho a elegir: todos los ciudadanos.
Como se eligen: La de Representantes lo ideal dice es la división del país en
circunscripciones “... Se conoce mucho mejor las necesidades de la propia ciudad que de
otras y se juzga mejor de la capacidad de nuestros vecinos que la de los demás
compatriotas…”
Pero así como la Cámara de Representantes es electiva la de la Nobleza es hereditaria
¿por qué?, lo mejor es leer a Montesquieu: “Si estas gentes, distinguidas por el
nacimiento, las riquezas o los honores..., estuviesen confundidas entre el pueblo, y si no
tuviesen en él más que una voz, como los demás la libertad común sería su esclavitud, y
no tendrían ningún interés en defenderla, porque la mayor parte de las resoluciones irían
contra ellos. La parte que tienen en la legislación debe, pues, ser proporcionada a las
otras ventajas que tienen en el Estado; lo cual ocurrirá si forman un cuerpo que tenga
derecho a frenar los intentos del pueblo como el pueblo tiene derecho a frenar los suyos.”
Montesquieu ve las tres fuerzas que considera fundamentales y que según él están
muy presentes en el modelo inglés: Monarca, nobleza y pueblo.
El poder ejecutivo: Es el poder del monarca, casi siempre necesita de una acción
momentánea por eso es preferible que esté constituido por uno solo. ¿Cómo logra el
legislativo resistir al poder ejecutivo? El legislativo está asegurado por sesiones periódicas
y al menos en Inglaterra se había acabado los tiempos de los Estuardos que gobernaban
sin Parlamento.
“Es una experiencia eterna que todo hombre que tiene poder se ve impulsado a
abusar de él y llega hasta donde encuentra límites”. El abuso de poder sólo se ve
impedido si “por las disposiciones de las cosas, el poder detiene al poder. Lo que supone
no el poder único y absoluto o concentrado sino una fragmentación del poder y cierta
distribución de poderes separados. La expresión separación de poderes que por otra
parte no emplea Montesquieu es muy trivial, muy pobre para dar una idea de una noción
tan plena.
Cada poder tiene sus facultades, así como el poder legislativo tiene la facultad de
estatuir: es el derecho a ordenar por su propia cuenta o de corregir o enmendar lo que
otro a hecho, de arreglar o modificar la legislación, si lo hiciere el ejecutivo se acabaría la
libertad.
El poder ejecutivo tiene la facultad de impedir: derecho de veto.
Al igual que Locke piensa que el legislativo no es necesario que funcione siempre.
Ya habíamos mencionado la existencia según Montesquieu de los cuerpos
intermedios, en primer lugar la nobleza: “Sin monarca, no hay nobleza, sin nobleza, no
hay monarca sino que se tiene un déspota”.
El Clero es otro poder intermedio. Poderes intermedios son también las ciudades
con sus privilegios. Montesquieu dice: “Abolid en una monarquía las prerrogativas de los
señores, del clero, de la nobleza y de las ciudades y muy pronto tendréis un Estado
popular, o bien un Estado despótico”.
Libertad:
“La libertad política no consiste en hacer lo que se quiere sino en lo que quieren las
leyes.”. “La libertad es el derecho de hacer todo lo que las leyes permiten y si un
ciudadano pudieran hacer lo que prohíben, no tendría ya libertad porque los demás
tendrían también ese poder”. “La libertad política en un ciudadano es esa tranquilidad de
ánimo que proviene de la opinión que cada uno tiene de su seguridad y para disfrutar de
esa libertad es menester que el gobierno sea tal que un ciudadano no pueda temer a otro
ciudadano”. “El poder detiene el poder”.
La libertad política se encuentra en los gobiernos moderados.
Los pueblos que habitan en una isla parecen más inclinados a la libertad que los
que habitan el continente. (Gran Bretaña)
La noción de “Espíritu General” es varias cosas: el clima, la religión, las leyes, las
costumbres, los usos, etc.
¿Son las leyes más fuertes que las costumbres o a la inversa?
Él aconseja la prudencia del legislador, considera que es necesario estar atento a
no cambiar el espíritu general de la nación.
movimiento que significó el enciclopedismo, pero según Sabine es como si ambas partes
(Rousseau y Enciclopedismo) supieran que Rousseau estaba fuera de lugar.
(Enciclopedismo: La Enciclopedia era una empresa que pretendía reunir en sí misma todo
el saber de la época. La Enciclopedia o “Diccionario razonado de las Ciencias, Artes y
Oficios” que fue publicada en París a mediados del siglo XVIII tuvo una gran gravitación
sobre la cultura contemporánea. Consta de una gran cantidad de tomos e intervinieron
alrededor de ciento cincuenta autores, entre ellos Montesquieu, Voltaire, Turgot,
Helvetius, Rousseau, etc. Los directores de la obra fueron Diderot (liberal, ateo),
D’Alambert, Grimm. La enciclopedia propugna que los dogmas son obra de los hombres y
de Dios, critica racionalmente la fe, la superstición y el fanatismo en materia política,
condena el absolutismo, elogia las ventajas de las constituciones, reconocen que la fuente
de toda autoridad es el pueblo. La importancia de la enciclopedia fue mostrar, si bien no a
la mayoría pero si a una amplia minoría, los defectos del antiguo régimen y las
modificaciones que había que realizar con relación a los nuevos tiempos.
Rousseau fue calvinista, luego se convirtió al catolicismo para luego volver a
profesar su originaria religión. La disciplina intelectual o moral característica del calvinismo
no existió nunca para él. Pero lo atormentaba su conciencia puritana, un profundo sentido
del pecado y el miedo a la condenación eterna.
El conflicto de la personalidad de Rousseau entre lo noble y lo vil, lo ideal y lo real
es una característica de su obra.
Obras: “Discurso sobre las ciencias y las artes”, “Discurso sobre el fundamento de la
desigualdad de los hombres”, “La nueva Eloísa”, “Emilio o la Educación”, “Confesiones”,
“El Contrato Social”.
Según Rousseau lo que da valor a la vida son las emociones comunes, casi se
podría decir los instintos, él, imaginaba, existían en forma más pura y menos pervertida en
el hombre sencillo y sin educación que en el ilustrado y refinado. Suponía que las virtudes
morales se dan en su mayor pureza entre la gente vulgar.
En el estado de naturaleza el hombre se hallaba en paz consigo mismo porque la
vida estaba reducida a obtener lo vital para sobrevivir. “...deseaba lo que necesitaba y
necesitaba lo que deseaba” El hombre civilizado en cambio había complicado la
existencia. Sufre la maldición de ser capaz de imaginar nuevas necesidades, extendiendo
en modo ilimitado el horizonte de sus posibilidades y deseos. Ha destruido el equilibrio
entre necesidades y deseos, “No desea lo que necesita, no necesita lo que desea”. El vivir
en estrecha proximidad a otros multiplica sus ansias porque está obligado a comparar
entre lo que él tiene y lo que tienen los otros. La existencia se convierte en un constante
descontento. Ahora el hombre debe competir para lograr los objetos que desea, debe
adoptar estrategias de disimulo, insinceridad e hipocresía. Ser y parecer se convierten en
dos cosas totalmente diferentes. No va a tardar en descubrir la posibilidad de utilizar a
otros hombres para lograr sus deseos, mientras que estos hombres van a procurar lo
mismo. Rousseau no duda en afirmar que la interdependencia y la cooperación habían
aumentado el poder del hombre y que por el proceso de socialización el hombre había
adquirido conciencia y racionalidad. Pero ponía en tela de juicio si la razón, la conciencia,
la moralidad y el poder productivo, es decir todo lo que para el siglo quería decir sociedad
y civilización, fueron siempre beneficiosas para el hombre.
Contrato Social: La sociedad más antigua y natural que existe es la familia. En ésta
los hijos no están sujetos al padre sino mientras tengan necesidad para asegurar su
propia subsistencia. Si continúan unidos no es natural, sino por su propia voluntad. Esta
libertad que adquieren es propia de la naturaleza del hombre. La familia es la primera
imagen de las sociedades políticas. El jefe es la imagen del padre, los hijos, la del pueblo.
Toda la diferencia estriba en que en la familia el amor del padre a sus hijos
compensa de todos los cuidados que debe darle y en el Estado el placer de mandar suple
el amor que el jefe no tiene de sus pueblos.
En el estado de naturaleza sí bien puede imponerse el más fuerte, éste no es
siempre demasiado fuerte como para ser siempre dueño, sino transforma su fuerza en
derecho y la obediencia en deber.
A partir del pacto social el hombre accede a tener una libertad convencional
diferente a la natural. Su concepción de la libertad es diferente de la concepción de
Montesquieu, quien la planteó como obediencia a la ley. Para Rousseau, la libertad era
obediencia a la ley, pero a la ley que el individuo acepta libremente para sí. Combinaba
así la libertad personal de hacer lo que cada uno quiere, con la ley que debe producir el
bienestar social.
La sociedad que quería reunir ambas cosas (libertad personal y la ley que producía
bienestar social) debía fundamentarse en el contrato social; esto quería decir que la
totalidad de los hombres debía consentir el gobierno de la mayoría, al menos en forma
tácita. La voluntad de la mayoría debía obligarlo cuando dispusiera cosas que eran en
beneficio de todos los miembros.
El contrato no es entre los individuos (como el de Hobbes) ni entre individuos y
soberano sino que cada uno se une a todos. El contrato se formaliza con la comunidad,
es decir que se produce una enajenación total de cada asociado con todos sus derechos
a la comunidad.
“Cada uno de nosotros pone en común su persona y todo su poder bajo la suprema
dirección de la voluntad general y recibimos colectivamente a cada miembro como parte
indivisible del todo. Cada asociado se une a todos y no se une a nadie en particular, de
esta forma no deberá más que a sí mismo y permanece tan libre como antes”.
A partir del pacto social se garantiza la convivencia pues no se puede agredir a uno
de sus miembros sin dañar al cuerpo entero. Así es que el deber y el interés obligan
igualitariamente a todos. Nada ata al soberano pero nadie puede tener un interés
contrario a los particulares que lo componen. Se transforma la idea sustentada en la
época por el absolutismo monárquico del “Estado soy yo” por el “Estado somos nosotros”.
En el contrato social cada uno de los individuos delega su poder bajo la suprema
dirección de la voluntad general y cada miembro será considerado como parte indivisible
del todo.
Este acto de asociación convierte a la persona individual en colectiva, compuesta
de tantos miembros como votos tenga la Asamblea.
Cada persona pone todo su poder bajo la suprema dirección de la voluntad
general.
La soberanía es el ejercicio de la voluntad general. El soberano es un ser colectivo.
El ejercicio del poder puede transmitirse, la voluntad no. La voluntad general tiende
al bienestar general.
La soberanía es: a) inajenable, inalienable: Habría alienación de la libertad
personal a favor del cuerpo social. La soberanía no se delega. Rousseau condena el
gobierno representativo y la monarquía inglesa: “Los diputados del pueblo no son ni
pueden ser sus representantes, sólo sus comicionarios”.
Gobierno:
En el sistema de Rousseau el gobierno desempeña un papel subordinado. Él
diferencia entre soberano: pueblo que establece las leyes colectivamente y gobierno:
grupo de hombres particulares que las ejecutan.
Gobierno: simple agente de ejecución, ministro del soberano.
Los gobiernos son los depositarios del poder pero no tienen de por sí ningún papel,
no tienen más que una comisión, un empleo en el que ejercen en su nombre el poder de
que se les ha hecho depositarios, poder que el soberano puede modificar, limitar o
recuperar cuando le plazca. Gobierno es quien ejerce legítimamente el poder ejecutivo.
Príncipe o magistrado: cuerpo encargado de esa administración. Rousseau también habla
del Tribunado: Este Cuerpo es el conservador de las leyes y del Poder Legislativo y sirve
también algunas veces para proteger al soberano contra el gobierno.
República: Estado regido por leyes, cualquiera sea la forma de administración, es decir:
1) Monarquía: Él afirma que puede existir una monarquía republicana pero la condición
fundamental pasa por que el pueblo en su conjunto la acepte, es decir que sea
electiva. No es una forma de gobierno que considere ideal. Según él cuando un
príncipe posee el poder ejecutivo no hay gobierno que tenga mayor fuerza y tampoco
hay ningún otro en que la voluntad particular tenga mayor dominio”.
2) Aristocracia: Estado democrático donde el gobierno está en manos de unos pocos. La
aristocracia permite separar bien el legislativo del ejecutivo. Según él está en el orden
mejor y más natural que los más sabios gobiernen a la multitud. La aristocracia
hereditaria al igual que la monarquía hereditaria es detestable. Debe ser electiva.
3) Democracia: Se produce la confusión del poder ejecutivo y legislativo, es
prácticamente irrealizable, presenta peligros pues no es bueno que quien hace las
leyes las ejecute. “Si hubiera un pueblo de dioses, se gobernaría democráticamente.
Un gobierno tan perfecto no conviene a los hombres”.
Sin embargo él se abstiene de recomendar una u otra forma de gobierno. “Cada una es la
mejor en ciertos casos o la peor en otros”.
Él considera que la forma de gobierno debe depender de las situaciones locales. Al
igual que Montesquieu sostiene que más que atender a las formas de gobierno hay que
asegurar la solidaridad del cuerpo social mediante la educación, la religión, civismo,
patriotismo, etc.
También tiene en cuenta el número que compone la voluntad general.
Para caminar necesito la voluntad de hacerlo y las piernas que son la fuerza.
“El ejercicio del poder legislativo corresponde al pueblo. Por consiguiente el ideal de
gobierno es el de la ciudad antigua. El pueblo se reúne en asamblea y estatuye. Si no
puede hacerlo quienes legislan en su lugar no son representantes sino comisionarios, es
decir que el trabajo que realizan es preparatorio y sus decisiones son tomados ad-
referéndum, tan sólo son definitivas después que el pueblo las acepta.”
Es decir que de esto se desprende la exclusión de la representación puesto que el
cuerpo social tiene el monopolio de hacer la ley.
El vicio esencial del gobierno: “Así como la voluntad particular obra sin cesar sobre
la voluntad general, así el gobierno se esfuerza continuamente contra la soberanía”. El
gobierno es un cuerpo intermedio entre el soberano y los súbditos. Un cuerpo, es decir,
un grupo restringido de hombres en el interior del gran cuerpo político y a veces tiende a
aumentar su propia fuerza.
Existen medios normales y excepcionales para evitar esto:
Medios Normales:
Asambleas frecuentes de todos los ciudadanos puesto que el soberano no obra
más que por la Asamblea del pueblo y puesto que el objeto de tales Asambleas es
precisamente mantener el pacto social. En el instante en que la Asamblea se abre, cesa
todo poder del gobierno porque allí donde se encuentra el representado no hay ya
representante.
Medios excepcionales:
Frente a una crisis grave que pusiese en juego las instituciones y la salvación
misma de la patria, Roma tenía la figura del dictador, que suspendía provisionalmente la
soberanía para salvarla. Así Rousseau, apelando al modelo antiguo, apela una vez más,
al margen del pacto social y de la soberanía, al individuo excepcional para una tarea
excepcional.
Rousseau da un ejemplo: Supongamos que un Estado: 10.000 hombres, cada uno
posee la diez milésima porción de autoridad soberana. 100.000: cien milésima parte o sea
diez veces menos influencia en la elaboración de las leyes. De manera que cuanto más
sea un Estado mayor va a ser la libertad y un gobierno para que sea bueno debe
aumentar su poder en la medida que aumentan sus ciudadanos.
Religión Civil:
Rousseau partiendo de la famosa frase de Jesús “Dad al Cesar lo que es del Cesar
y a Dios lo que es de Dios”, comienza a preguntarse ¿por qué el paganismo no había
conocido guerras de religión? Porque cada Estado había tenido su culto y sus Dioses.
Obviamente la venida de Cristo lo cambió todo.
Por más que reyes ingleses o zares rusos se estableciesen como jefes de la
Iglesia, nunca se había roto esa dualidad. En definitiva hay dos poderes, dos soberanos,
ya sea en Inglaterra, Rusia o donde fuese. Solo Hobbes dice Rousseau fue lo
suficientemente claro, quien reunió las dos cabezas del águila en una sola y redujo todo al
aspecto político.
1) Es el cristianismo: no el de hoy sino el del evangelio. Religión sin templos, sin altares,
sin ritos, “limitada al culto puramente interior del Dios supremo y a los deberes eternos
de la moral”. Pero a esta religión le reprocha que es antisocial: tiende al individualismo,
no ofrece ninguna utilidad al cuerpo político. Esta religión del hombre no sólo no
adhiere al Estado a los ciudadanos sino que los separa de él, como de todas las cosas
terrestres.
2) La religión del ciudadano es la de la ciudad antigua. Esa ciudad antigua tiene sus
propios dioses, sus dogmas, sus ritos, su culto exterior está prescrito por leyes, fuera
de esa nación todo es bárbaro, infiel, hereje. Entonces morir por su país es ir al
martirio, violar las leyes es ser impío. A esta religión le reprocha que sea exclusiva e
intolerante e inducir al hombre a matar a cualquiera que no reconozca sus dioses.
3) Es la más extraña e incluye al catolicismo. Da a los hombres dos jefes, dos patrias, los
somete a deberes contradictorios y les impide poder ser a la vez devoto y ciudadano.
Rousseau al igual que Locke excluye de la tolerancia a la religión romana porque ella
no tolera a las demás y porque alguno de sus dogmas son contrarios a los deberes
cívicos: “Fuera de la Iglesia no hay salvación” este dogma no es buenos salvo es un
Estado teocrático.
Entonces propone su religión civil:
Rousseau exalta la religión individual. Considera a la religión como el medio más
idóneo para lograr la unidad social. Al igual que Hobbes piensa que es necesario asociar
estrechamente poder civil y poder religioso y reducir todo a la unidad política sin la cual
nunca habrá Estado ni gobierno bien constituido.
Rousseau diferencia su religión civil de las religiones antiguas y del catolicismo
romano. Sólo contiene un reducido número de dogmas positivos.
“La existencia de Dios, como divinidad poderosa, la vida futura, la felicidad de los justos y
el castigo de los malvados, la santidad del contrato social y de las leyes”. Y un único
dogma negativo “La intolerancia”, también excluye del Estado a todo el que no acepte las
normas de la religión civil. Robespierre se acordará de Rousseau cuando trate de
organizar el culto al Ser Supremo.
Según Prelot vemos dos caminos diferentes del liberalismo para eliminar el
absolutismo, por un lado la idea de la división de poderes. Tal es la solución del
tradicionalismo aristocrático y del liberalismo naciente. Su síntesis sería el liberalismo
aristocrático de Montesquieu.
El segundo camino es que hace pasar el poder del Príncipe a la colectividad, al
pueblo según Rousseau y a la nación según Sieyés. En ambos casos significaría el fin del
absolutismo monárquico, en el primero queda rota la unicidad a través de la división de
poderes, en el segundo hay una transferencia del poder al pueblo en Asamblea en
Rousseau y a la Nación a través de sus representantes en Sieyés.
Con relación a los ideales sociales de Rousseau: Él no piensa en absoluto en
instaurar una sociedad rigurosamente igualitaria, pero quiere corregir la injusticia y reducir
la distancia que separa a los más pobres de los más ricos. Él quiere acercar los grados
extremos, que no haya ni opulentos ni mendigos.
Tiene dos preocupaciones: “movilidad social” y evitar extremos.
Influencia de Montesquieu
Rousseau excluye todo tipo de representatividad ya que la soberanía del pueblo no
puede ser representada.
El mismo Rousseau palpitó quizás la imposibilidad de llevar a la práctica su
contrato y así lo expresó en una carta que le envía al Marqués de Mirabeau en 1767 : “Si