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Mario Rueda Beltrán (1997) Módulo: Investigación Educativa, Unidad 5, M´todos de Investigación en la

Educación IV: La investigación participativa. MTE-ILCE-OEA, México, Tercera


Reimpresión.

Métodos de Investigación en Educación.


La Investigación Participativa.
Mario Rueda Beltrán

La Investigación Participativa

INTRODUCCIÓN
En esta parte se continuará el análisis de los diferentes paradigmas utilizados en
la investigación contemporánea en educación, pero ahora desde el punto de vista
de la investigación participativa. Ya anteriormente se han revisado los paradigmas
didácticos, psicoeducativos, socioeducativos, así como los enfoques empírico,
clínico e interpretativo-etnográfico.

En la primera parte se presenta el ejemplo de un estudio realizado desde el


enfoque de la investigación participativa, con la finalidad de exponer al
participante un reporte ilustrativo de esta propuesta y despertar el interés por un
conocimiento mayor acerca de los orígenes y alcances de este tipo de análisis.
Las interrogantes que se plantean al final del ejemplo intentan suscitar un ejercicio
inicial de reflexión en el que se incorporen los conocimientos adquiridos en las
unidades anteriores y se intuyan las vías que recorre la nueva perspectiva.

Más adelante, se ubica al análisis participativo dentro del marco general de


la investigación educativa, con el objetivo de que el estudiante pueda comprender
el surgimiento de esta propuesta como parte del desarrollo de las ciencias
sociales, cuya meta es comprender y transformar al campo de la educación. Se
continúa con la exposición de los antecedentes teóricos y metodológicos que
influyeron para la conformación de esta perspectiva.

En otro apartado se describen algunos problemas y temas característicos


de la investigación participativa, con el propósito de comunicar al alumno el tipo
de preocupaciones e intereses de quienes han utilizado este enfoque, así como
de dar una idea de los posibles temas que pueden ser estudiados desde esta
orientación.

El método y algunas de las técnicas empleadas en la investigación


participativa se describen en el inciso quinto, para continuar con el señalamiento
de algunos de sus alcances y límites a nivel epistemológico, teórico y técnico.

Finalmente, se ofrece al lector la posibilidad de reconstruir una experiencia


de investigación participativa, y con ello, realizar una doble función: hacer un
ejercicio de recapitulación de la información obtenida, e invitar al participante a
poner en práctica su creatividad para imaginar el uso de lo aprendido en futuras
situaciones.

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No se pretende en esta unidad un panorama exhaustivo y actualizado del


campo, sino presentar y comentar los aspectos más importantes de la propuesta,
con el fin de contribuir al proceso de formación de los futuros investigadores en
educación.

En la literatura sobre estudios educativos encontramos con frecuencia el


uso del término investigación-acción como sinónimo de investigación participativa,
cabe aclarar que constituyen dos propuestas distintas. Dentro de los trabajos
enmarcados en la primera, es notable la preocupación por contribuir a romper con
la dicotomía de la relación teoría-práctica, mientras que en los trabajos realizados
desde el enfoque participativo, el interés se centra en la discusión sobre la
relación que hay entre el sujeto que estudia y el objeto estudiado. Sin embargo,
para los fines de esta unidad, en la revisión de la literatura empleada se han
tomado indistintamente los aportes de ambas perspectivas. De hecho Schmelkes1
intenta resolver la integración de estas dos propuestas y maneja el concepto
investigación acción participativa.

I. Ubicación de la Propuesta de Investigación


Participativa en el Contexto de la Investigación en
Educación.

INTRODUCCIÓN
Las siguientes líneas le mostrarán las dificultades para adoptar una definición
precisa de lo que es la investigación en educación. A pesar de este obstáculo, se
presentan algunos aspectos agrupados en esta actividad, y se adelantan de
manera sintética ciertas características sobresalientes de la propuesta que nos
ocupa, éstas se abordarán en detalle en los apartados siguientes.

Aquí lo que interesa es reconocer, en primera instancia, el lugar que le


corresponde al enfoque participativo en el contexto general de la investigación
educativa, para poder ubicarla en relación con aquellas otras que buscan incidir
en la enseñanza.

1. INVESTIGACIÓN EDUCATIVA

El panorama del campo de la investigación educativa, hasta ahora mostrado por


las diferentes unidades de este módulo, nos permite comprobar el valor que
tienen los intentos por conocer, cada vez más, los procesos de enseñanza-
aprendizaje.

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Podríamos decir que la complejidad del objeto de estudio (la educación), ha


favorecido el surgimiento de programas de estudio muy variados, razón por la
cual la creatividad de los investigadores siempre está en juego ante la diversidad
de los temas que se tratan.

Una preocupación constante de los investigadores ha sido el trascender el


nivel de conocimiento de lo que se analiza, para pasar a la transformación del
objeto estudiado, tal es una de las características sobresalientes del enfoque que
ahora nos ocupa. Comenzaremos con algunos comentarios sobre la investigación
participativa al interior de ciencias de la educación.

La primera dificultad es cómo definir la investigación educativa y después


ubicar el lugar que tiene la propuesta que nos ocupa.

En México, después de un proceso amplio de participación


interinstitucional, el cual vino a desembocar en un Congreso Nacional en 1981, se
definió a la investigación educativa como:

El conjunto de acciones sistemáticas y deliberadas que llevan a la


formulación, diseño y producción de nuevos valores, teorías, modelos,
sistemas, medios, evaluaciones, procedimientos y patrones de conducta en
los procesos educativos5.

Como se puede observar, hay una gran cantidad de acciones que se


pueden conceptualizar a dicho enfoque, sin embargo, es necesario reconocer la
dificultad de encontrar un proyecto de investigación que cumpliera con todos los
atributos mencionados en la definición. De la misma manera, una explicación
más restringida o formulada desde las directrices de un solo paradigma dejaría de
lado los trabajos que en la actualidad se realizan a partir de los lineamientos de
otros enfoques.

En otro intento por registrar los trabajos de investigación educativa


realizados en México, la Dirección General de Planeación de la Secretaría de
Educación Pública, propuso otra definición sobre el tema:

Conjunto de acciones sistemáticas, con objetivos propios, que apoyados en


un marco teórico o en un marco de referencia, en un esquema de trabajo
apropiado y con un horizonte de tiempo definido, describen, interpretan o
actúan sobre la realidad educativa, originando nuevos conocimientos, teorías,
métodos, medios, sistemas, modelos, patrones de conducta, y/o
procedimientos educativos o modificando los existentes, expresando sus
resultados o conclusiones en un informe final6.

Si se piensa en las finalidades o propósitos principales de la investigación


educativa, podríamos aceptar la división propuesta por Landsheere7 para agrupar
los trabajos en el área, quien reconoce la investigación para el saber y la
investigación para decidir políticas.

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En el primer caso tendríamos los trabajos de estudio que tienen como


objetivo aportar elementos para la construcción teórica; y en el segundo, aquellos
análisis encaminados a definir políticas, o bien a justificar algunas medidas
tomadas desde la administración central de los sistemas o subsistemas
educativos.

En el caso de la propuesta de la investigación participativa se pretende


contribuir en el desarrollo teórico, dentro del campo de las ciencias sociales,
además de aportar elementos para la transformación de las prácticas educativas
cotidianas.

En una clasificación de los programas de investigación, con base en el


análisis de las metodologías empleadas, podrían destacar los siguientes
enfoques:

a) Experimental. Es el que se refiere a aquellos programas que emplean el


método experimental como medio para obtener información, busca
contribuir a la construcción de una ciencia educativa empírica, ya sea
desde la perspectiva de una sola disciplina, como podría ser la
psicología, o mediante el manejo de múltiples lenguajes disciplinarios.
b) Estudios exploratorios. Son considerados como los primeros intentos de
acercamiento a un proceso o conjunto de hechos, en donde la búsqueda
está, sobre todo, orientada a la obtención de hallazgos como base para
la elaboración de posteriores decisiones, ya sea en términos de
definición de políticas, o bien de estudios más minuciosos o con mayor
rigor metodológico. Para algunos autores es el primer paso para
desarrollar más adelante un diseño experimental, un estudio de corte
cuantitativo más amplio, o bien, un análisis cualitativo que profundice en
los aspectos generales identificados en nuestra investigación
exploratoria.
c) Estudios antropológicos. Se originan a partir de la antropología, cuando
comenzó a orientarse hacia el campo de la educación, y recientemente
ha visto crecer el interés de su aplicación por estudiosos de otras
disciplinas, como la psicología, la sociología y la pedagogía. En la
actualidad, se puede comprobar el gran auge que tienen los trabajos de
corte etnográfico en el proceso de enseñanza-aprendizaje, algunos
aceptan esta propuesta como una técnica de recopilación de datos y
otros la conceptualizan como un enfoque que permite la construcción
teórica.
d) Investigación-acción e investigación participativa. Son considerados
como propuestas metodológicas cuyo principal interés es incidir sobre la
transformación de la realidad estudiada, mediante la participación
conjunta de los investigadores y los propios involucrados.

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La investigación educativa en América Latina ha tenido un


desenvolvimiento moderado en comparación con el desarrollo observado en los
países industrializados. En esa región, dicho enfoque, estuvo interesado, durante
las dos pasadas décadas, en la discusión de los problemas planteados por los
paradigmas teóricos sobre lo educativo, y mostró relativamente poco interés por
los problemas de la educación nacional o regional. Así, era frecuente encontrar en
esos años, trabajos que discutían o polemizaban con los paradigmas dominantes,
tales como el de la teoría educativa liberal, el economicista y el de los enfoques
críticos reproductivistas8.

Otra característica que ha marcado la evolución de los análisis en


educación la constituye la poca vinculación entre los estudiosos del fenómeno
educativo, quienes consideran a la educación como un hecho fundamentalmente
social, por lo tanto, sujeto a políticas sociales, la toman en cuenta más bien como
una actividad individual y ponen énfasis en el aprendizaje. Durante mucho tiempo
ha habido poco contacto entre estos dos grandes grupos de investigadores que
actúan como si existieran sólo cada uno de ellos.

Por fortuna, es cada vez más frecuente encontrar trabajos que intentan
estudiar a la educación desde disciplinas distintas mediante el acercamiento entre
los dos niveles analíticos mencionados, e igualmente se muestra un interés
creciente por dar cuenta de los procesos y situaciones de la educación a nivel
local.

Los límites mostrados por los paradigmas teóricos sobre la educación, para
explicar los procesos tan complejos que tienen lugar en este campo, han
propiciado la búsqueda de nuevos paradigmas que permitan superar dichos
obstáculos. En este contexto han surgido nuevos enfoques como la etnografía y la
investigación participativa, los cuales tratan de avanzar en la comprensión y la
transformación de los sistemas educativos.

Así pues, el enfoque participativo se puede considerar como una pequeña


contribución al interior del campo de la investigación en educación, con un gran
potencial para su desarrollo y consolidación, sobre todo tomando en cuenta su
interés por los grandes temas que conciernen a las ciencias sociales: relación
sujeto-objeto, relación teoría-práctica, relación explicación-transformación, entre
algunos de los más importantes.

El impacto que ha tenido la propuesta de la investigación participativa en el


campo de la educación, se refleja en la aceptación de algunos organismos
internacionales como la UNESCO y en grupos de investigadores con amplio
reconocimiento en el área.

El propio Consejo Internacional para la Educación de Adultos sintetiza la


propuesta mencionando siete de sus principales características:

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1. El problema nace en la comunidad, que lo define, lo analiza y lo


resuelve.
2. El fin último de la investigación es la transformación radical de la realidad
social y el mejoramiento de la vida de las personas involucradas. Los
beneficiarios de la investigación son los mismos individuos de la
comunidad.
3. Exige la participación plena e integral de la comunidad durante todo el
proceso de investigación.
4. Comprende toda una gama de grupos de personas que no tienen poder:
explotados, pobres, oprimidos, marginales, etcétera.
5. El proceso de investigación puede suscitar, en quienes intervienen en él,
una mejor toma de conciencia de sus propios recursos y movilizarlos
en vista de un desarrollo endógeno.
6. Se trata de un método de investigación más científico que la
investigación tradicional, en el sentido de que la participación de la
comunidad facilita un análisis preciso y auténtico de la realidad social.
7. El investigador es aquí un participante comprometido que aprende
durante la investigación. Adopta una actitud militante y no se refugia en
la indiferencia9.

II. El Método y las Técnicas de la Investigación


Participativa.

INTRODUCCIÓN

En este apartado se expone la polémica misma de la conceptualización, para los


diferentes autores, de lo que son la metodología y las técnicas en este enfoque.
Se proporcionan ejemplos de aplicación de la propuesta participativa y se
describen algunos de sus posibles usos. Dada la relatividad reconocida de las
diferentes formas en que se conceptualizan las técnicas y la metodología, se
invita al participante a tomar una posición personal frente a la polémica. La
presentación panorámica de las posibilidades metodológicas de la propuesta
obedece también al desarrollo que hasta el momento exhibe la propia
metodología.

1. EL MÉTODO Y LAS TÉCNICAS

El método de investigación participativa y las técnicas que lo integran se


relacionan directamente a este tipo de análisis.

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En este sentido, cabe recordar que el propósito principal de la investigación


participativa se dirige a una transformación de la realidad histórico-social,
mediante una efectiva participación, fundamentada en un conocimiento
científico de la realidad que se busca cambiar. Como señala Yopo30, en esta
intención y en este proceso investigativo se reconoce a la práctica como fuente y
origen del conocimiento, y a la unidad dialéctica que forman la teoría y la práctica
como el motor que promueve el conocimiento social. En palabras de este autor lo
que se intenta con este enfoque es:

...conocer científicamente la realidad histórico-social para dirigir en forma


racional su transformación hacia metas donde la integración y real
participación social señala que la opción humanista realmente ha sido
adoptada... Concretiza el principio de la práctica para el desarrollo del
conocimiento social31.

El hecho de conocer científicamente una realidad determinada, tiene


implicaciones relacionadas con diferentes aspectos tales como el psicológico,
social, cultural, económico, etcétera.

Cuando el estudio de una población lo realizan personas ajenas a la


misma, generalmente los resultados son conocidos sólo por las personas y las
instituciones que financiaron la investigación, sin que la comunidad tenga la
mínima oportunidad de conocerlos ni obtenga los beneficios que pudieran
derivarse tanto de su realización como de sus hallazgos. El considerar a la
población como objeto de un análisis −pero no como parte de ella− es un
obstáculo para que la gente participe de los aprendizajes posibles por adquirir
durante el proceso.

La investigación participativa trata ante todo, que en la comunidad o grupo


en el que se desarrolla el proceso, se constituya una experiencia de aprendizaje.
Latapí y Castillo32, de hecho, argumentan que el mecanismo por el cual tiene
lugar tal situación es uno de los principios metodológicos básicos de la propuesta:
el trabajo grupal, donde la discusión e interacción a nivel colectivo es la parte
medular del método, pues los grupos sólo pueden comprender su situación
mediante el aprendizaje de experiencias propias. Aunque los mismos autores
advierten que no es posible dar una receta para el cambio social, comentan que
este enfoque puede ser visto como un método democrático de investigación y
aprendizaje, el cual debe ser adoptado sólo como una herramienta tendente al
cambio social. Por ello, dan importancia al método de acción, ya que solicita la
participación de los interesados en la definición del problema y en la
determinación de acciones abocadas hacia la transformación.

La conceptualización que adquiere el sujeto y el objeto dentro de la


investigación participativa tiene una implicación metodológica más. Sanguineti33
es quien ilustra este punto al proveer una manera de entender estos dos
elementos:

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• Los sujetos son tanto la población como los investigadores.


• El objeto de conocimiento concreto es la realidad que afecta a esa
población en su conjunto.
• El objeto de conocimiento teórico son las relaciones sociales que se dan
al interior de los grupos.

En estos términos, dice la misma autora, la distancia que separa al sujeto y


al objeto se reduce, puesto que se registra una participación conjunta de la
población e investigadores, en un proceso dialógico34 y reflexivo, en el que se
une el conocimiento popular y el conocimiento científico.

Esta manera de entender la función de los investigadores, implica la


necesidad de un cambio de actitud en ellos, en el sentido de abandonar su papel
de expertos, para adoptar otro de respeto a las condiciones y decisiones tomadas
por la población en su conjunto.

Ahora bien, en lo que se ha anotado se pueden reconocer y derivar cuatro


grandes rasgos que orientan las características metodológicas de la investigación
participativa:

• Participativa
• Grupal
• Dialógica
• Reflexiva

En cuanto a qué es el método en sí, cabría notar que existen varias y


diferentes posturas sobre las características que se refieren a la investigación
participativa; algunos autores lo describen en función de etapas a seguir, otros lo
explican como un proceso continuo, y hay quienes incluso lo conciben como
técnicas, sin marcar distinción alguna entre éstas y el método.

Para este punto se seleccionaron algunas propuestas metodológicas por


ser las más representativas, o bien, por compartir características básicas que
engloban la esencia de la propuesta participativa.

La investigación participativa como método de estudio está integrado por


tres procesos:

a) Investigación colectiva de problemas y temas concretos por quienes


integran el grupo en estudio;
b) Análisis colectivo de los problemas y sus causas;
c) Acción colectiva para determinar soluciones.

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En esta propuesta se hace evidente que el objetivo de la investigación no


surge del interés de corroborar una determinada hipótesis o teoría, sino que el
estudio comienza con la determinación de un problema que vive en la actualidad
cierta población, para definir estrategias de acción, lo que implica necesariamente
una etapa de cuestionamento.

De manera semejante, Gajardo y Werthein proponen como un postulado


metodológico básico en los enfoques de investigación participativa, la intervención
de los grupos o comunidades involucrados en el proceso investigativo y plantean
el desarrollo del estudio en las siguientes etapas:

1. Identificación y formación de grupos comunitarios instrumentales, con el


fin de identificar y describir los problemas y factores relacionados con la
vida productiva y la organización social de la comunidad.
2. Análisis grupal de los problemas y los recursos posibles que permitan su
solución.
3. Análisis y ordenamiento de los problemas por temáticas.
4. Jerarquización de temáticas, ubicándolas en unidades de aprendizaje35.

Si bien cada propuesta tiene características muy específicas, ambas


comparten algunas situaciones, como es que el objetivo de la investigación está
en función de un problema real y actual el cual afecta a un grupo o comunidad,
así como el análisis y la determinación de las acciones de solución se deben
realizar de manera grupal.

Por otro lado, existen propuestas, como la de Zúñiga, que señalan algunos
componentes del método relacionados con la interacción dialéctica entre el
investigador y las clases oprimidas; propone una secuencia que presta especial
atención a dicha interacción:

a) Una "fase preliminar", en que el investigador formula


independientemente una perspectiva teórica de la realidad considerada;
b) Una "fase de recolección pedagógica de datos", donde el investigador
mediante actividades educativas e investigación se compromete, en la
práctica, con los grupos oprimidos;
c) Una "fase transicional", en que, por medio del trabajo colectivo de
reflexión, se revisan los planteamientos teóricos y se conforman
decisiones de acción política; y
d) Una "fase terminal", en la que se consolida la acción independiente de
los grupos oprimidos, la cual termina con la actuación del investigador al
interior de estos grupos y procura una consolidación teórica y práctica
del conocimiento y la acción de tales grupos36.

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En esta misma dirección otros autores, al revisar un conjunto de trabajos


desde este enfoque, señalan como planteamientos sobresalientes de la
metodología de los proyectos, el hecho de partir de una concepción de
investigación-acción, entendida ésta como un proceso dialógico, reflexivo y
práctico.

A diferencia de las propuestas anteriores, Sanguineti37 opta por un


acercamiento más general, al apuntar que existen tres elementos que deben de
permanecer constantes en la metodología de la investigación participativa:

• La participación (como derecho)


• El análisis (como medio de desalienación) y
• La elaboración de instrumentos (como medio de obtención de datos y
para la evaluación)

En el caso de los elementos propuestos por Sanguineti, la diferencia está


dada por el marcado interés puesto en el diseño y aplicación de instrumentos
como un elemento indispensable para la obtención de información, el cual
también funciona para promover la cohesión entre el grupo. Aunque cabe anotar
que en ésta siguen presentes los elementos de participación y análisis
expresados en otras propuestas.

Ahora bien, a partir de lo antes mencionado, se presentan algunas


características metodológicas sugeridas por Schutter, las cuales resumen y
engloban las descritas en las propuestas anteriores. Podemos concluir con él que
la investigación participativa:

1. Puede beneficiar inmediata y directamente a la comunidad.


2. Involucra a la comunidad en todo el proyecto de investigación,
formulación del problema, interpretación de los descubrimientos y la
discusión de las soluciones.
3. Se considera como parte de la experiencia educativa que sirve para
determinar las necesidades de la comunidad y para aumentar la
conciencia y el compromiso dentro de ésta.
4. La participación efectiva de los investigadores profesionales y
promotores se define a partir de su contribución teórico-práctica a las
acciones de la comunidad.
5. Es un proceso dialéctico.
6. El objetivo, tanto del proceso de investigación como del educativo en sí,
es la liberación del potencial creador y la movilización de los recursos
humanos para la solución de los problemas sociales y la transformación
de la realidad.
7. Tiene implicaciones ideológicas (naturaleza política de lo que se hace y
el poder derivado del conocimiento).
8. El método de investigación participativa es, asimismo, la búsqueda de un
conocimiento intersubjetivo.
9. La investigación participativa es una investigación permanente.

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10.El proceso de la investigación participativa se realiza con una óptica


desde dentro y desde abajo.
11.En el método de la investigación participativa se fomenta el estudio de la
problemática en sus interrelaciones históricas estructurales y en el
contexto de la sociedad global38.

En relación con las estrategias empleadas con más frecuencia por la


investigación participativa, algunos autores las conciben como métodos y otros
como técnicas, pero al margen de tal clasificación, éstas son utilizadas para
acciones de diagnóstico, análisis y planteamiento de soluciones.

Así por ejemplo, Latapí y Castillo39 mencionan como los métodos de la


investigación participativa utilizados con más frecuencia los siguientes:

• Discusiones de grupo. Son reuniones de entre 8 y 25 personas para


discutir problemas, sus causas y posibles soluciones.
• Sesiones públicas. Son reuniones en donde se involucran a todos los
individuos del grupo estudiado, con el fin de informar sobre los avances
de la investigación.
• Equipos de investigación. Son reuniones de trabajo entre los integrantes
del grupo y consultores externos.
• Entrevistas con preguntas abiertas. Son herramientas diseñadas con el
fin de obtener información; se entrevista a un grupo de la comunidad con
un formato flexible que permita conocer los intereses y necesidades de
los entrevistados.
• Seminarios comunitarios. Son sesiones intensivas de estudio en las que
participan los individuos de la comunidad y opcionalmente instituciones
externas; tienen como propósito discutir y analizar la información
recabada durante la investigación y planear las acciones de la siguiente
etapa de estudio.
• Viajes exploratorios. Son visitas a comunidades donde ha habido
situaciones semejantes a las del interés del grupo para conocer cómo se
han resuelto dichos problemas; también se realizan para visitar agencias
gubernamentales, con el fin de promover la investigación y conseguir
recursos económicos.
• Elaboración colectiva de material audiovisual. Son tareas grupales que
se realizan con el fin de explicar, analizar o representar más fácilmente
aspectos del problema de interés.
• Teatro popular. Es una forma de representar la situación que se vive, de
manera atractiva y entendible, incluso para las personas que tienen poca
o nula experiencia escolar.
• Campos educativos. Son talleres informales en los que el grupo convive
y comparte experiencias durante varios días; también tienen por finalidad
efectuar el análisis de la situación.

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Cada una de estas estrategias puede tener distintos usos y aplicaciones.


En general han sido empleadas en la localización de problemas, en el análisis de
sus causas y en la determinación de las posibles soluciones.

Zúñiga40 coincide con los autores anteriores al señalar un conjunto de


estrategias recurrentes en la investigación participativa, aunque se refiere a ellas
como técnicas en lugar de métodos. Menciona como las utilizadas con mayor
frecuencia las siguientes:

• Discusiones de grupo
• Reuniones públicas
• Equipos de investigación
• Entrevistas abiertas
• Seminarios comunitarios
• Visitas de constatación
• Producción colectiva de materiales
• Teatro popular

Las estrategias enumeradas anteriormente, han sido empleadas en


proyectos de investigación participativa efectuados en distintas poblaciones y
diversos escenarios; Gajardo y Werthein41 mencionan como técnicas que se han
utilizado sobre todo en el ámbito escolar:

• Las técnicas grupales


• Investigaciones sobre el medio
• Estudios dirigidos y semiprogramados
• La ampliación del horario escolar

En educación no formal se emplean, de acuerdo con los mismos autores:

• Círculos de investigación y estudio


• Laboratorios de organización de grupos
• Dinámica de relaciones internas
• Encuesta participativa
• Círculos de cultura
• Laboratorios de análisis organizacional

Como se pudo comprobar por la gran variedad de estrategias aplicadas


en los proyectos de investigación participativa, el enfoque presenta una gran
flexibilidad. Esto debido, en parte, al grado de desarrollo de la propia propuesta,
pero también por lo complejo de cada una de las situaciones en donde se ha
utilizado.

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El uso de estas estrategias no requiere de una secuencia determinada,


sino que la selección y ordenamiento están en función de los propósitos que se
pretendan alcanzar, así como de las posibilidades y recursos con los cuales
cuenta cada comunidad.

Cabe destacar el papel de los promotores y participantes de este enfoque


en el diseño de cada una de las estrategias hasta ahora utilizadas, lo que implica
una respuesta de mucha creatividad ante el reto de ejercer no sólo la crítica a las
formas tradicionales de hacer investigación, sino a contribuir a la búsqueda de
opciones viables que superen las insuficiencias en las que se ha centrado la
crítica.

Toca ahora a los investigadores interesados en desarrollar experiencias


dentro de este enfoque, contribuir en la construcción y consolidación de la
propuesta, mediante el uso sistematizado de los hallazgos hasta el momento
acumulado y, al mismo tiempo, intentar superar las limitaciones reconocidas. Ello
será posible si se evita una aplicación mecánica de las recomendaciones de los
investigadores con más experiencia en este campo y si se adopta una posición de
creatividad frente a la naturaleza de las situaciones que serán estudiadas.

III. Límites y Alcances de la Investigación Participativa.

INTRODUCCIÓN
Aquí, el lector encontrará un conjunto de opiniones sobre las posibilidades y
deficiencias de las experiencias acerca de los proyectos participatvos. Se
destacan problemas conspicuos que tocan no sólo al enfoque aquí considerado,
sino además, el quehacer investigativo en general; lo que sí se cambia para el
presente caso es en cierta relatividad al momento de analizar los límites y
alcances a partir de la postura teórico-metodológica que se adopte para juzgarlos.
De cualquier manera, toca al participante seguir los argumentos que se presentan
y formarse un criterio sobre lo que sería una justa dimensión de la propuesta de
investigación participativa.

1. LÍMITES Y ALCANCES
Considerando que cualquier enfoque de investigación tiene necesariamente
limitaciones de orden teórico y metodológico, ellas pueden ser tanto más agudas
cuanto más reciente o poco desarrollada sea la propuesta. Así, por ejemplo, en
los métodos de investigación basados en principios positivistas o neopositivistas
ha habido la oportunidad de discutir sus puntos problemáticos y ubicar las
deficiencias en sus aproximaciones, debido entre otras cosas a su larga
trayectoria; lo que ha permitido buscar otras opciones de investigación.

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El enfoque participativo, a pesar de las evidencias provistas por quienes lo


han promovido, no está exento de limitaciones debido en cierta medida a su
relativamente corto periodo de desarrollo. Esta opinión también es compartida por
los propios promotores de la investigación acción, quienes la consideran como un
paradigma aún en construcción, en el que no se ha superado el dilema de la
relación entre la teoría y la práctica (praxis), y cuya influencia es limitada debido a
que se trata de estudiar e incidir en una realidad compleja y dinámica42.

A continuación se describen los límites más sobresalientes de la


investigación participativa, derivados del análisis reflexivo de su aplicación y de
los resultados obtenidos. Asimismo, se presentan algunos de los alcances más
reconocidos y previsibles de esta propuesta.

Una de las dificultades que se presentan inicialmente estriba en entender el


concepto de "participación" y, sobre todo, cómo delimitar su esfera de influencia,
pues ella es uno de los ejes orientadores en la conducción del tipo de
investigación que ahora nos ocupa.

Para Latapí43, la participación implica el involucramiento de un grupo en la


toma de decisiones sobre los problemas que les afectan; en este aspecto, se
busca superar la intervención en el sentido de democracia, en donde ésta la
ejercen los representantes de los gobernados, y se intenta desarrollar una
injerencia más decisiva y directa en sus propios asuntos. Sin embargo, se ve
difícil suponer que todos los involucrados puedan tener exactamente los mismos
intereses y que puedan intervenir de manera efectiva en el mismo nivel, sobre
todo, en el momento de definir acciones concretas.

El problema de la participación no es sencillo de resolver y requiere de una


atención y compromiso permanentes, pues si tomamos en cuenta que el proceso
de estudio puede ser bastante largo, es probable que la actividad se concentre
nuevamente en algunos individuos que puedan, en un momento determinado,
buscar más los beneficios personales que los de la colectividad que representan,
quienes pueden argumentar disponibilidad del resto del grupo y así repetirse otra
vez el esquema tradicional en la toma de decisiones.

Otro aspecto de la participación, señalado como problemático, tiene que


ver con el restablecimiento del compromiso de la comunidad frente al proyecto de
estudio ante la perspectiva de procesos largos. El ángulo que se quiere destacar
aquí, ante todo es el referido al proceso educativo implícito que se da después de
un tiempo prolongado de participación y que si se interrumpe, necesariamente
quedará inconcluso.

En relación con el nivel de intervención del investigador, en los proyectos


de análisis participativos, se propone que éste se involucre en la comunidad y
forme parte de las situaciones vividas en el grupo, con lo cual se supone podrán
identificar las necesidades y los problemas que servirán de base para establecer
los propósitos del estudio.

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Esta condición es un tanto ideal ya que, por un lado, la comunidad conoce


sus problemas −aunque no necesariamente tenga la voluntad o esté en
condiciones de resolverlos−, aun antes de la llegada del investigador; por otro
lado, cuando el estudioso se acerca al grupo puede tener más clara una
estrategia de búsqueda con propósitos definidos; esto puede ayudar al proceso
de clarificación de metas y estrategias de cambio. Sin embargo, el riesgo de
perder totalmente su papel al involucrarse de manera personal en los problemas
de la comunidad puede llevar a crear situaciones de tensión.

Las dificultades de la relación entre el investigador, los fines del estudio y


los participantes, son motivo de preocupación constante, como bien lo expresa el
comentario de Schmelkes y Lavin:

Al encontrarse el investigador inmerso en la acción, resulta difícil no


dedicarse exclusivamente al logro de los resultados deseados, sin mantener
la perspectiva y distancia necesarias para observar, registrar, interpretar y
sistematizar las condiciones y procesos a través de los cuales éstos se van
logrando44.

Es evidente la gran dificultad que tiene el investigador para evitar caer en


alguno de los extremos. Se debe reconocer que se otorga más peso al proceso
de investigación como tal, o más bien, se le da mayor importancia al proceso de
cambio que se persigue.

Otro de los aspectos problemáticos de la relación del estudioso con la


comunidad, se refiere a la falta de “objetividad” y “neutralidad” atribuida a la
investigación participativa. Los argumentos han sido que el científico al
involucrarse, incluso afectivamente, con la comunidad, puede viciar o tergiversar
los propósitos y resultados del análisis, sin que existan mecanismos claros que
puedan ayudar a evitarlo.

Desde el punto de vista de la propuesta, el involucramiento del


investigador se considera necesario. Sin embargo, se corre el riesgo de que
puedan imperar los intereses de éste por encima de las necesidades de la
comunidad; por supuesto que esta situación puede darse sin que sea advertida de
manera consciente, o bien que el propio estudioso considere que los intereses
sustentados por él puedan beneficiar más a la propia localidad, a pesar de que los
individuos de ésta no coincidan con su apreciación.

De esta manera se ve claramente la dificultad para resolver el problema; el cual,


dicho sea de paso, es compartido por cualquier intento de investigación social y
seguirá siendo motivo de preocupación de las ciencias sociales en su conjunto.

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Este problema también es reconocido por los propios partidarios de la


propuesta, quienes han adoptado puntos de vista críticos, con la finalidad de
identificar mejor su naturaleza y poder delinear posibles medios para superarlo.
Tal es el caso de Schutter45, quien señala que a pesar de las ventajas
indiscutibles de la investigación participativa, ésta cuenta también con serias
limitaciones tanto a nivel teórico como operativo. Aunque se considere
necesario, de acuerdo con el enfoque, un cambio de actitud y de papel en el
investigador y en el grupo, no se puede negar que el primero, a pesar de todo,
continúa representando los intereses de las estructuras de dominación. El tiempo
de permanencia dentro de la comunidad estudiada está delimitado por la
institución que lo financia, lo que de alguna manera limita su acción. Aunque esté
muy inmerso en la comunidad, el estudioso no depende económicamente de ella.
Esto hace posible que pueda abandonar el trabajo en cualquier momento en que
se presenten algunos problemas serios.

Las dificultades señaladas en torno al problema de la relación entre


investigador y comunidad pueden encontrar una vía de solución parcial, si se
considera como uno de los primeros puntos de estudio al inicio de cada
experiencia de análisis. El poner especial énfasis en el proceso de aclaración del
papel específico del investigador y de la comunidad, así como el tipo de
relaciones entre ellos, puede contribuir por lo menos a profundizar en el
conocimiento de su naturaleza.

La discusión sobre este asunto adquiere rasgos especiales si se trata del


medio rural, en cuyo caso hay que tomar en cuenta lo dicho por Silveira46
respecto de los distintos condicionamientos a los que se ven sujetos los
"intelectuales" y los "trabajadores" para actuar sobre la realidad:

a) Diferencia de tiempo social;


b) Diferencia de lenguaje;
c) Formas distintas de pensar y relacionar;
d) Condicionamiento educativo desigual, en vistas a la reflexión y la acción;
e) Inadecuación de técnicas e instrumentos de investigación.

Otros de los grandes límites señalados a la investigación participativa


tienen que ver con el grado de validez, confiabilidad y generalización de sus
hallazgos. Cabe aclarar que estos temas tienen su origen en los criterios
sustentados en los análisis tradicionales, y que, generalmente, no son motivo de
preocupación central de quienes practican la propuesta participativa. No obstante,
si se quiere que el enfoque adquiera cada día un mayor reconocimiento en la
comunidad científica, es necesario atender a los señalamientos críticos que se le
formulan.

En ese esfuerzo por consolidar la propuesta participativa, se encuentran


sugerencias para incorporar técnicas de investigación que aseguren un mayor
rigor en cortes temporales, lo cual permitiría contar con más posibilidades para
explicar los resultados mediante un proceso de seguimiento cuidadoso.

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La dificultad para dar respuesta al problema de la generalización de los


métodos y de los resultados es más aguda en este enfoque, si se reconoce que
en gran medida sus principales aplicaciones han tenido lugar en situaciones
particulares sumamente complejas; de modo que no es fácil resolver el intento de
extrapolar metodologías o los productos derivados de la investigación a otros
ámbitos que pueden implicar una escala social mayor. Tal es el caso de querer
extrapolar los hallazgos de una experiencia desarrollada en el plano local, a otra
situación regional o nacional47.

Los problemas de la validez, confiabilidad y generalización en la


investigación en ciencias sociales, distan mucho de haber sido resueltos. En cada
una de las disciplinas y en los diferentes enfoques, se han diseñado mecanismos
para superar las críticas recibidas, sin que a la fecha exista pleno acuerdo en la
comunidad científica para señalar que estos problemas estén totalmente
superados.

Un ejemplo de este tipo de mecanismos diseñados para atender el


problema de la objetividad en las observaciones en psicología, sobre todo en la
corriente conductista, sugiere que sean hechas por dos agentes independientes
debidamente entrenados. Se propone incluso alcanzar un índice numérico del
grado de confiabilidad obtenido en los registros de ambos individuos, al dividir el
número de acuerdos entre el total de datos, multiplicado por cien. Si el índice
logrado es cercano a uno, se considera que la objetividad lograda en la
observación es aceptable, de lo contrario se desechan los datos que no cumplen
con este criterio.

Aunque este mecanismo de "control" de la objetividad dista mucho de


resolver realmente el problema de las observaciones confiables en psicología,
muestra al menos el reconocimiento de las posibilidades de distorsión en
aquéllas, vía la subjetividad del individuo. Finalmente, la técnica asegura la
coincidencia de los analistas sobre lo registrado, es decir, si ambos se equivocan,
en la medida que coinciden, no es posible descubrirlo mediante este mecanismo.
Esto reafirma la idea de que con la medición de la confiabilidad en los registros
observacionales no se garantiza, necesariamente, que la observación fue
objetiva.

Una dificultad de orden económico y político, conceptualizada como


principal obstáculo de la investigación participativa, es la influencia del poder de
las fuerzas dominantes. Esto puede expresarse en diversas maneras, ya que los
proyectos de estudio son apoyados con frecuencia por agencias gubernamentales
que finalmente representan los intereses de quienes están en el poder en turno48.

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Por supuesto que este obstáculo se presenta al margen del tipo de metodología o
enfoque que se esté empleando, y tiene más que ver con las finalidades o
propósitos perseguidos. En la medida que éstos afecten o puedan incidir de
manera considerable en el statu quo, entonces se harán evidentes las
resistencias.

Otra manifestación que puede adoptar la resistencia al cambio se expresa


en ocasiones por medio de mecanismos sutiles o evidentes, que ponen en juego
diferentes instancias de poder y que impiden el logro de las metas inicialmente
propuestas en la investigación. Algunos proyectos tienen dificultades para ser
desarrollados, extendidos o continuados debido a obstáculos, velados o abiertos,
impuestos por las administraciones centrales o burocráticas, quizás por la
naturaleza política e ideológica que se maneja en este enfoque, o bien por el tipo
de propósitos que se persiguen.

La forma de comunicación de las experiencias realizadas a partir de


lineamientos del enfoque participativo en ocasiones ha sido señalada como un
problema que se debe superar. El argumento principal que sostiene con
frecuencia es que en el reporte de los resultados no se logra rebasar el nivel
anecdótico, por lo cual, difícilmente se acepta que puedan ser incorporados a
algún corpus teórico. Otra repercusión que puede tener esta situación radica en la
dificultad para crear consensos en la comunidad de investigadores que pueda
contribuir a la acumulación sistemática de los aciertos en las formas de proceder
de la investigación participativa, y que al mismo tiempo permita corregir los
errores identificados.

Hasta ahora se han señalado algunos de los problemas atribuidos con más
frecuencia a la investigación participativa. Muchos de éstos son compartidos por
otros enfoques; sin embargo, lo cierto es que para cada uno de ellos la tarea
consiste, primero, en reconocerlos y responder a las críticas que se les formulan,
para después tratar de superarlos.

La lista de los problemas podría ser interminable, si se consideran las


opiniones de todos los que han escrito sobre el tema, e incluso se pondrían en
evidencia posturas contrastantes en cuanto a la importancia otorgada a cada una
de las dificultades al interior del campo.

A manera de ejemplo, para concluir con la presentación de los límites del


enfoque, a continuación se enlistan los propuestos por Zúñiga.

a) La falta de definición de las relaciones entre el enfoque y los diversos


objetivos y el análisis de carácter ideológico.
b) La ausencia de estrategias apropiadas para contextos sociales,
económicos y políticos diferentes.
c) La dificultad para establecer la prioridad de objetivos a corto plazo
versus objetivos a largo plazo.

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d) La necesidad de programar y ejecutar la transferencia del control del


proceso de investigación, de los investigadores a los actores locales.
e) La determinación de métodos apropiados para facilitar la investigación,
el análisis y la acción.
f) El señalamiento de la importancia de establecer nexos entre los
movimientos sociales y los de carácter social.
g) La falta de claridad para establecer el lugar de la investigación
participativa en el campo de las ciencias sociales.
h) El reconocimiento de la relevancia de otros métodos de investigación
social para enriquecer los planteamientos de la propuesta49.

En las páginas precedentes de este apartado se han destacado los


aspectos considerados como problemas o límites de la investigación participativa.
Ahora, presentamos algunos de los alcances que puede tener esta propuesta.

Cabe advertir que cada uno de los aspectos señalados como problema,
puede ser visto desde otro ángulo como atributo positivo del enfoque. Por
ejemplo, el involucramiento del investigador con la comunidad, anotado como
limitación, también puede ser resaltado como una característica distintiva de la
propuesta.

Si se acepta lo anterior, debemos reconocer el carácter relativo de hablar


de los límites o alcances de la investigación participativa; la división hecha sólo se
hizo con fines didácticos, con el fin de suscitar en el alumno una participación más
activa.

Quizá sea conveniente iniciar la presentación de los posibles alcances de


este enfoque con las sugerencias de las instancias que agrupan a quienes se
dedican de manera especial a esta labor.

En el Segundo Seminario Latinoamericano de Investigación Participativa,


realizado en el CREFAL, en donde se reunió un grupo de especialistas sobre el
tema, se coincidió en señalar como recomendaciones, para contribuir al desarrollo
del enfoque, las siguientes precisiones:

a) Definir y precisar los espacios reales, condiciones, características y


restricciones de la investigación participativa.
b) Reconocer el peligro que implica el hecho de que la investigación
participativa se ha convertido en moda internacional.
c) Reaccionar y contribuir ante la falta de instrumentos y técnicas de
evaluación de la propuesta.
d) Contribuir a la definición de aspectos teórico-metodológicos que requieren
ser explicitados y sistematizados. Tal es el caso, por ejemplo, de
comunidad, vinculación teoría-práctica, relación de lo local con lo regional y
nacional50.

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Uno de los aspectos considerados como positivos dentro del enfoque


participativo es que, en los trabajos realizados desde este enfoque, se reduce la
distancia entre sujeto y objeto, al participar conjuntamente población e
investigadores en discusiones dialógicas que unen el conocimiento popular con el
científico que aportan los investigadores. El resultado derivado de la experiencia
participativa puede ser utilizado por la población para futuras decisiones51.

Uno de los alcances que cobra importancia creciente al interior del campo
de esta propuesta, es su capacidad para poder incorporar metodologías
provenientes de distintas fuentes disciplinarias. Este hecho ha sido asociado a la
necesidad de hacer una evaluación más rigurosa de cada una de las experiencias
realizadas, con el fin de dar mayor sustento a sus hallazgos, y consolidar su papel
al interior de la comunidad de investigadores en educación.

De acuerdo con De Schutter52, se pueden considerar diferentes


modalidades del enfoque participativo, dentro de las que se encuentran, entre
otras, la investigación-acción y la investigación militante. Cada una de ellas
cuenta con objetivos y características variadas. Una de las ventajas de la primera
es que permite identificar las fuerzas sociales y las relaciones que están detrás de
la experiencia humana. El conocimiento que se obtiene de estos vínculos se
deriva de discusiones y experiencias específicas. Sin embargo, como otros
estudios de tipo cualitativo, la investigación-acción no contiene los criterios de la
investigación pura, debido a que el científico tiene una posición de compromiso en
lugar de propugnar por una postura neutral, característica de otros enfoques.

En la investigación militante, una cualidad reconocida estriba en el


considerar a los individuos del grupo −independientemente de la poca o nula
formación como investigadores− como observadores cuidadosos de sus acciones,
ya que de acuerdo con esta postura la formación teórica y política se adquiere
sólo en la práctica, es decir, en la transformación de la realidad concreta.

Finalmente, algunos autores hacen la advertencia de que la flexibilidad con


que se maneja el concepto de investigación en los trabajos del enfoque
participativo quizá debido a su incipiente desarrollo, pueda dar lugar a que
cualquier iniciativa se considere como tal. La falta de rigor en el uso de esta
metodología puede impedir su desenvolvimiento y contribuir, más bien, a su
posible desaparición prematura.

LLAMADAS
1. Cf. Schmelkes, S., "Fundamentos teóricos de la investigación participativa", en
La investigación participativa. Cuadernos del CREFAL, Núm. 18, Michoacán,
1986, pp. 75-86.

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Educación IV: La investigación participativa. MTE-ILCE-OEA, México, Tercera
Reimpresión.

2. Le Boterf, Guy, "Descripción de un método de investigación participativa", en


Estudios y seminarios, CEC-UNESCO-UNICEF, sobre necesidades educativas
básicas de la población rural en el área centroamericana, México, 1978, pp. 1-
20.
3. La responsabilidad de planear esta investigación y estimular su ejecución ha
sido de la Coordinación Educativa Centroamericana (CEC, integrando los
ministerios de educación de los seis países), de la UNESCO y de UNICEF.
4. Esta metodología está desarrollada en el libro de G. Le Boterf. "Formation et
Autogestion", editions ESF-EME, París, 1975.
5. Secretaría de Educación Pública. Plan maestro de investigación educativa,
México, 1982-1984.
6. Secretaría de Educación Pública, Registro Nacional de Proyectos de
Investigación Educativa (RENPIE), Dirección General de Planeación, México,
1984.
7. De Landsheere, G., "La investigación experimental en educación", UNESCO,
París, 1982.
8. Cf. Tedesco, J. C., "Los desafíos de la investigación educativa en América
Latina", en Universidad Futura, Vol. I, Núm. 2, Universidad Autónoma
Metropolitana, Unidad Azcapotzalco, México, 1989.
9. Citado en De Landsheere, G., op. cit., p. 19.
10.Cf. Gajardo, F. y Werthein, J., "Educación participativa: alternativas
metodológicas", en Revista Latinoamericana de Estudios Educativos, Vol. XII,
Núm. 3, México, 1983, pp. 83-104.
11.Cf. Zúñiga, L., "La investigación participativa. Antecedentes para una
consideración crítica”, en Investigación Participativa. Cuadernos del CREFAL,
Núm. 128, Michoacán, México, 1986, pp. 89-119.
12.Cf. Schmelkes, S., op. cit.
13.Cf. Latapí, P., "Algunas reflexiones sobre la participación", en Investigación
Participativa, Cuadernos del CREFAL, Núm. 18, Michoacán, 1986, pp. 23-31.
14.Cf. Schmelkes, S., op. cit.
15.Citado en Acuña, E. y Askvik, S., "Acción-investigación, otras formas de
investigación y consultoría", en Estudios sociales, Núm. 42, Chile, 1984, p. 68.
16.Cf. Latapí, P. y Castillo, A. (comps.), Lecturas sobre educación de adultos en
América Latina, UNESCO-CREFAL, México, 1985.
17.Cf. Latapí, P., "Algunas...", op. cit.
18.Schmelkes, S., op. cit., p.81.
19.Cf. Gajardo, M. y Werthein, J., op. cit.
20.Schmelkes, S. y Lavin, S., "El CEE y la investigación-acción en educación", en
Revista Latinoamericana de Estudios Educativos, Vol. XVIII, Núms. 3-4,
México, 1988, p. 132.
21.Cf. Latapí, P., op. cit.
22.Yopo, B. P., "Algunos supuestos teóricos", en Metodología de la investigación
participativa, CREFAL, Michoacán, 1984, p. 10.
23.De Schutter, A., Investigación Participativa: una opción metodológica para la
educación de adultos, ed. CREFAL, Michoacán, 1986, p. 243.
24.Acuña, E. y Askvik, S., op. cit., p. 60.

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Mario Rueda Beltrán (1997) Módulo: Investigación Educativa, Unidad 5, M´todos de Investigación en la
Educación IV: La investigación participativa. MTE-ILCE-OEA, México, Tercera
Reimpresión.

25.Sanguineti, Y., "Factores esenciales de la metodología de investigación


participativa para América Latina", ponencia presentada en la Reunión Nacional
de Educación y Capacitación del Adulto para el Desarrollo Rural, México, 1980,
pp. 3-4.
26.Citado en De Schutter, A., op. cit., pp. 198-209.
27.Cf. Schmelkes, S. y Lavin, S., op. cit.
28.Cf. Schmelkes, S. y Lavin, S., op. cit.
29.Acuña, E. y Askvik, S., op. cit., p. 60.
30.Cf. Yopo, B., op. cit.
31.Yopo, B., op. cit., p. 11.
32.Cf. Latapí, P. y Castillo, A., op. cit.
33.Cf. Sanguineti, Y., op. cit.
34.Se refiere al uso del diálogo como herramienta principal, tanto para el análisis
de los problemas como para la definición de estrategias para proponer
soluciones.
35.Gajardo, M. y Werthein, J., op. cit., p. 98.
36.Zúñiga, I., op. cit., p. 104.
37.Cf. Sanguineti, Y., op. cit.
38.Cf. De Schutter, A., op. cit.
39.Cf. Latapí, P. y Castillo, A., op. cit.
40.Cf. Zúñiga, L., op. cit.
41.Cf. Gajardo, M. y Werthein, J., op. cit.
42.Cf. Schmelkes, S. y Lavin, S., op. cit.
43.Cf. Latapí, P., op. cit.
44.Schmelkes, S. y Lavin, S., op. cit., p. 142.
45.Cf. De Schutter, A., op. cit.
46.Citado por Zúñiga, L., op. cit., pp. 110-111.
47.Cf. Schmelkes, S. y Lavin, S., op. cit.
48.Cf. Latapí, P., op. cit.
49.Zúñiga, L., op. cit., pp. 109-110.
50.El Segundo Seminario Latinoamericano de Investigación Participativa se
celebró en México (Pátzcuaro, Mich.), del 9 al 13 de mayo de 1982. Este
encuentro fue organizado por el Centro Regional de Educación de Adultos y
Alfabetización Funcional para América Latina (CREFAL). Parte del informe final
de dicha reunión está citado en Zúñiga, L., op. cit.
51.Cf. Sanguineti, Y., op. cit.
52.Cf. De Schutter, A., op. cit.
53.El reporte completo de esta investigación se encuentra en Fierro, C. y Rosas,
L., "Hacia la construcción de un programa de formación de maestros en
ejercicio. Una experiencia de Investigación-acción", en Revista
Latinoamericana de Estudios Educativos, Vol. XVIII, Núms. 3-4, México, 1988,
pp. 99-117.
54.Cf. Muñoz Izquierdo, Carlos, "Desarrollo de un modelo para evaluar la calidad
de la educación en México", en Revista Latinoamericana de Estudios
Educativos, Vol. XII, Núm. 4, México, 1982, pp. 75-88.

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Mario Rueda Beltrán (1997) Módulo: Investigación Educativa, Unidad 5, M´todos de Investigación en la
Educación IV: La investigación participativa. MTE-ILCE-OEA, México, Tercera
Reimpresión.

55.Lavin de A., Sonia, "Hacia una reconceptualización de la calidad de la


educación básica en la perspectiva de la calidad de vida: algunas implicaciones
de política educativa", ponencia presentada al IV Seminario de Educación y
Políticas Públicas del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales, Santiago
de Chile, octubre de 1988.
56.Cf. Muñoz Izquierdo, Carlos y otros, "El síndrome del rezago escolar y el
abandono del sistema escolar", en Revista Latinoamericana de Estudios
Educativos, Vol. IX, Núm. 3, 1979.
57.Cf. Tedesco, Juan Carlos, "Elementos para un diagnóstico del sistema
educativo en América Latina", en El Sistema Educativo en América Latina,
UNESCO, CEPAL, PNUD, Kapelusz, Buenos Aires, 1984, p. 21.
58.Cf. Gajardo, Marcela, "Investigación participativa: propuesta y proyectos", en
Revista Latinoamericana de Estudios Educativos, Vol. XIII, Núm. 1, México,
CEE, 1983, pp. 73-74. La autora señala como características esenciales de
esta corriente que "parte del análisis de la realidad concreta de las personas,
establece relaciones horizontales de comunicación a través de mecanismos
democráticos de la división del trabajo; impulsa procesos de aprendizaje
colectivos a partir de prácticas grupales; se propone la transformación de la
realidad teniendo como último objetivo el beneficio de la colectividad".
59.Los Talleres de Educación Democrática del PIIE han desarrollado la línea de la
"Investigación protagónica", aplicada al perfeccionamiento docente en los
Talleres de Educación Democrática como fruto de esta línea de trabajo, los
Talleres de Educadores cuentan actualmente con metodología de investigación
docente, tales como: la investigación protagónica, la investigación del prejuicio,
el análisis institucional de casos, el método de experimentación pedagógica
docente. Vera, Rodrigo, "Material de apoyo para los Talleres de Educación
Democrática", Cuaderno 1: El Marco Global, Santiago de Chile, mimeo., 1987,
p. 35.
60.Cf. Schmelkes, Sylvia, "Fundamentos teóricos de la investigación
participativa", en Cuadernos del CREFAL, Núm. 18, Michoacán, 1986, pp. 73-
86.
61.A este respecto, Rodrigo Vera, op. cit., afirma que "El gremio puede, a lo
menos, asumir dos grandes lineamientos para influir en el ámbito educacional:
presionar al Estado e influir directamente a través de las prácticas de sus
afiliados. A nuestro juicio, el gremio debe reivindicar una participación, en
representación de sus afiliados, en la formulación, implementación, control y
evaluación de las políticas educacionales".
62.Una propuesta interesante en este sentido es la de Gagliardi, quien ha
introducido la noción de "concepto estructurante" definido como aquel cuya
construcción implica una transformación cualitativa del sistema cognitivo,
permitiendo adquirir nuevos conocimientos, organizar los datos de otra manera
y transformar incluso los conocimientos anteriores. Cf. Gagliardi, Raúl, "Los
conceptos estructurantes en el aprendizaje por investigación", ponencia
presentada en III Jornadas de Estudio sobre la Investigación en la Escuela,
Sevilla, 1985, pp. 30-31.

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Mario Rueda Beltrán (1997) Módulo: Investigación Educativa, Unidad 5, M´todos de Investigación en la
Educación IV: La investigación participativa. MTE-ILCE-OEA, México, Tercera
Reimpresión.

63.A este respecto, existe un estudio realizado por Barba y Zorrilla referente a la
relación entre "Ideología educativa y valores personales" en docentes, Tesis de
Maestría, Universidad Autónoma de Aguascalientes, 1987.
64.Cf. entre otros, Read, Herbert, Educación por el Arte, ed. Paidós, España,
1982; Novaes, H. M., Psicología de la aptitud creadora, Kapelusz, México,
1983; Lowenfeld, V. y L. Brittain, Desarrollo de la capacidad creadora, ed.
Kapelusz, Buenos Aires, 1980.
65.Cf. Fierro, C. y Zambrano, M., "Modelo de Análisis del Trabajo Docente:
Dimensiones de la Práctica Educativa", Proyecto Formación de Comunidad
Educativa, III Etapa, Propuesta para la Formación de Agentes Educativos,
CEE, 1987, mimeo.

BIBLIOGRAFÍA

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