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BONDER AARON (EMPERADOR COMPAÑÍA FINANCIERA S.A.

) Y
OTROS cl B.C.R.A. si RESOL. 17&193
S.C., B 853, L.XLIV. <.RECURSO EXTRAORDINARIO)
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Suprema Corte:

-1-
A fs. 4679/4697, la Cámara Nacional de Apelaciones en lo
Contencioso Administrativo Federal (sala V) resolvió rechazar los recursos de
apelación interpuestos por Banco Caudal S.A., Herman Osvaldo Bonder, Mario
Efim Groisman, Alberto Luis Granata, Hugo Raul Sochi, Edmundo Angel Prieto
y Jorge H. Guiñazú Reta y confirmó la resolución 178/93 por la que el Banco
Central de la República Argentina rechazó los planteos de prescripción de
algunos de los apelantes y sancionó a todos por las irregularidades cometidas en
los términos del arto 41, incs. 1),3) Y 5) de la ley 21.526, con costas.
Para así decidir -específicamente en relación al tema
planteado en el recurso extraordinario de autos, sólo respecto de los señores
Herman Bonder y Mario Groisman y en tomo del planteo de prescripción
formulad~ expresó que, en concordancia con lo dictaminado por el señor
Fiscal de Cámara a fs. 3730, correspondía el rechazo del agravio por entender
que de los términos literales del arto 42 de la ley de entidades financieras no era
válido afirrílar que durante el periodo que media entre la comisión de los hechos
y la aplicación de las sanciones haya transcurrido sin interrupciones el plazo de
prescripción previsto en dicha disposición.

-I1-
Disconformes, los señores Bonder y Groisman interpusieron
el recurso extraordinario de fs. 4711/4717, contestado por la contraria a fs.
4720/4722, concedido por tratarse de la interpretación y aplicación de los arts. 41
y 42 de la ley 21.526 de carácter federal y denegado respecto de la arbitrariedad
alegada (fs. 4723) sin que se presentaran en queja.
Sostuvieron que la sentencia es arbitraria desde que la alzada,
al ratificar la resolución del BCRA, impuso una sanción cuando la acción
punitiva estaba prescripta, al igual que estaban prescriptas las penas impuestas,
en lugar de declararla de oficio.
Entendieron que la demora en que incurrió el tribunal ----<lesde
la presentación de alegatos hasta la sentencia transcurrieron más de siete años y
desde la resolución sancionatoria del BCRA.más de catorce-- justifica la
aplicación del instituto de la prescripción de la acción penal en tanto la
naturaleza penal de las sanciones detalladas en los arts. 41 y 42 de la ley 21.526
exige la aplicación subsidiaria de las nonnas del Código Penal, en especial las
garantias del debido proceso penal y de la defensa en juicio. Agregaron su
derecho a ser juzgados en un plazo razonable, garantía establecida en el arto 8°
del Pacto de San José de Costa Rica.
Afinnaron que la causal de interrupción de la prescripción del
arto 42 !le la ley de entidades financieras debe entenderse referida a las "secuelas
del sumario" y no a las del recurso de apelacíón ante la cámara porque sino ello
importaria una analogía in malam partem, interdicta por el arto 18 de la
Constitución Nacional. A todo evento, plantean la inaplicabilidad e
inconstitucionalidad de la causal de interrupción de la prescripción "secuelas de
juicio" prevista en el art: 42 de la ley 21.526.
En subsidio, solicitaron que se declare la prescripción de la
, .

pena, porque indicaron quepor más que el arto 42 establezca que el plazo de tres
años corre a partir de que la sancíón esté finne, el precepto vulnera el derecho de
ser juzgado en un plazo razonable desde que nada le impidió a la entidad haber
ejecutado la pena -y no lo hizo- dado que el efecto del recurso de apelación
interpuesto es solo devolutivo.
Fundaron su derecho en los arts. 18 de la Constitución
Nacional y 8.1 de la Convención Americana sobre los Derechos Humanos
(derecho a ser juzgados en un plazo razonable) y en que se violaron las garantías
de debido proceso y defensa en juicio por la omisión de la cámara de
pronunciarse de oficio sobre la prescripción de la acción punitiva.

2
-I1I-

Sin peIjuicio de que el recurso extraordinario intentado fue


concedido por entenderse cuestionado el alcance y la interpretación de normas de
carácter federal, a mi modo de ver, es formalmente inadmisible y por ello,
considero que fue mal concedido desde el momento en que no se encuentra
configurada una cuestión federal típica.
En rigor, son los propios recurrentes quienes descalifican el
fallo con base en la doctrina de la arbitrariedad. Aun así, denegada la apelación
contra la tacha alegada, no presentaron la pertinente queja.
Cierto es, pues, que no está planteada específicamente en
'. autos una controversia en punto a normas federales -----<) al menos la impugnación
. pretendida fue genérica y sin mayor fundamento, a la vez que no formó parte del
recurso de apelación- y los argumentos de los actores no se dirigen a cuestionar
. la interpretación dada por la cámara a las' disposiciones del arto 42 de la ley
21.526 -<le hecho textualmente expresan "La resolución de la CNACAF se
pronuncia en parte sobre la prescripción de la acción durante el proceso sumarial
planteada en el recurso de apelación, rechazándola. Cabe simplemente aclarar
aquí que, dado que la prescripción que pretendemos se declare mediante un
nuevo pronunciamiento no sólo se produjo con posterioridad sino que su curso
comenzó a correr también después de nuestro recurso de apelación, obviamente
entonces no se trata de la misma prescripción que la CNACAF rechaza en su
sentencia. Con lo cual no corresponde refutar lo allí dicho por ella."-. Los
recurrentes se limitan a peticionar la aplicación de las normas penales referidas a
la prescripción de la acción y a los precedentes relacionados con la denominada
"secuela de juicio" que no fueron motivo del fallo recurrido ni materia del juicio
y que sostienen que son de aplicación en los supuestos de sanciones
administrativas dada su naturaleza penal cuando V.E. tiene desde antaño dicho
que "las correcciones ,disciplinarias [impuestas por el Banco Central] no
importan el ejercicio de jurisdicción criminal propiamente dicha ni del poder

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ordinario de imponer penas, por lo que no se aplican, a su respecto, los principios
generales del Código Penal en materia de prescripción" (Fallos: 256:97;
261:118; 275:265; 281:211, entre otros).

-IV-
En virtud de lo expuesto, opino que el recurso extraordinario
interpuesto por los señores Herman Bonder y Mario Groísman fue
incorrectamente concedido y, por ende, que corresponde así declararlo.
Buenos Aires, ;¡. de junio de 2010.
ES COPIA LAURA M. MONTI

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