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Diplomatura Superior Universitaria

en Educación Emocional
Unidad Introductoria

Módulo I
Teoría de la Educación Emocional

Módulo II
Prácticas de la Educación Emocional

Módulo III
La Educación Emocional en la Escuela

Autora: Mag. Alicia Pintus

Equipo Pedagógico de UAIOnline

Diseño Gráfico: Lic. Paula Bruzzese


Presentación general del Módulo

Estamos dando inicio al segundo Módulo de esta Diplomatura Superior


Universitaria en Educación Emocional.

Ya hemos realizado un recorrido por los marcos teóricos que sustentan


este enfoque de trabajo, tanto para ser implementado en instituciones
socioeductivas como en otros ámbitos de educación informal.

Ahora profundizaremos los modos en que puede llevarse a cabo un pro-


yecto o programa de Educación Emocional, sus objetivos, sus conte-
nidos, la estructuración posible de un curriculum específico. Se podrá
analizar que hay muchas maneras de llevar adelante un proyecto de es-
tas características. Pueden ser acciones aisladas de sensibilización, o
programas integrales que abarcan distintos cursos, niveles y modalida-
des del sistema educativo, incluso puede desarrollarse como contenido
transversal y espacio de interdisciplinariedad.

Además abordaremos herramientas de la gestión emocional. Desde el


conocimiento de las propias emociones y de uno mismo, hasta la com-
plejidad de las relaciones interpersonales y las habilidades sociales que
se requieren.

Nos detendremos especialmente en el autoconocimiento, el autocontrol,


la autorregulación para el logro de la autonomía, y estrechamente vincu-
ladas con la autoestima. Ese juicio de sí mismo, que se logra a partir del
propio conocimiento, será uno de los filtros fundamentales que interpre-
tarán las emociones y permitirán adecuadas tomas de decisión.

Las habilidades socio-emocionales, para el mejor desarrollo de las re-


laciones interpersonales, las habilidades para afrontar las situaciones
de conflicto a través de una actitud flexible de negociación integran el
conjunto denominado “habilidades de vida”. A través de esas habilidades

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las personas pueden posponer sus reacciones, evitar los automatismos
en los comporamientos, y tomar mejores decisiones para alcanzar los
objetivos, tolerar la frustración, controlar el estrés. En definitiva les per-
miten vivir de manera más equilibrada, con grados mayores de bienes-
tar. Todo esto repercutirá muy positivamente en todas las dimensiones
existenciales, en particular lo que nos ocupa, la vida en las aulas y en las
instituciones socio-educativas y el rendimiento académico.

Entre esas habilidades socio-emocionales dedicaremos un apartado a


examinar la asertividad, la prosocialidad y la resiliencia.

La asertividad como esa capacidad que pueden desarrollar las personas


para poder poner límites de manera adecuada, evitando los extremos de
la pasividad y la agresividad, para situarse en un justo medio en el que
pueden manifestar lo que molesta o incomoda -decir no- sin lastimar a
los demás ni dañar las relaciones personales.

La prosocialidad como esa capacidad de poner en acción virtudes para


la conviencia como la solidaridad y la cooperación.

Finalmente la resiliencia, tan necesaria para superar las dificultades, que


permite que las personas puedan sobreponerse a los obstáculos, dificul-
tades, sin una merma de sus potencialidades sino todo lo contrario: salir
fortalecido de las adversidades.

También será importante considerar entre estas herramientas, el sentido


del humor, el buen ánimo, y la risa como “terapia”. Nos proponemos po-
ner risas a nuestro trabajo para experimientar el bienestar que produce
el buen humor.

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Por último, y relativo a lo metodológico, le propondremos en este mód-
luo un abanico de actividades de facilitación de aprendizajes, lecturas
complementarias y ejercicios para realizar en primera persona, y poder
comprobar en cada uno/a, si la teoría hace coherencia con las prácticas.

Todo esto será indispensable para abocarnos en el módulo siguiente al


diseño y planificación de un programa de Educación Emocional confor-
me a las edades de los destinatarios.

Esperamos que este Módulo resulte enriquecedor, de mucho aprendiza-


je y transformación, y que se disfrute el recorrido.

Objetivos o metas de aprendizaje

Objetivo general:

• De-construir y reconstruir el campo de la Educación Emocional en


función de establecer criterios adecuados para decidir intervencio-
nes pedagógicas en diferentes modelos educativos que responda a
las necesidades y desafíos sociales de la actualidad.

Objetivos específicos

• Desarrollar un proceso permanente que permita reconceptualizar


los objetivos, contenidos y estrategias de la Educación Emocional en
cualquier ámbito de aplicación.

• Aplicar creativamente estrategias didácticas y recursos específicos


que se utilizan en el marco de la Educación Emocional.

Antes de comenzar, le presentamos el desarrollo de los contenidos.

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Desarrollo de los contenidos

1. Modelos y contextos de intervención

1. 1. Objetivos, contenidos y curriculum en Educación Emocional.

Lectura Complementaria
Bisquerra Alzina, Rafael (2003) “Educación emocional y
competencias básicas para la vida”. En Revista de Investigación
Educativa, Vol. 21, n.o 1, págs. 7-43.

2. Herramientas de gestión emocional

2.1. Autoconocimiento, autoestima, autorregulación y autonomía.

Foro de Discusión del Módulo II:


Herramientas de gestión emocional en acción

2.2.Comunicación Humana y Educación Emocional.

2.2.1. Habilidades socio-emocionales


y relaciones interpersonales.

Lectura Complementaria
Edwards, Ernesto G. y Alicia M. Pintus (2004) “ Cap. V Algunas pro-
puestas pedagógicas: compartiendo la búsqueda de soluciones”
en Violencia en la Escuela: Pensando Estrategias y Soluciones. Ro-
sario, Laborde, pp. 81-97.

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2.2.2.Habilidades de vida y habilidades
para afrontar situaciones de conflicto.

Lectura Complementaria
Galdos Kajatt, Carmen Patricia (2000) “Negociación” en Derecho y
Sociedad, Nº14, 2000, pp. 19-35.

2.3. Asertividad, Resiliencia y Prosocialidad.

Lectura Complementaria
Piña López, Julio Alfonso (2015) Un análisis crítico del concepto de
resiliencia en psicología. Anales de Psicología [en linea] 2015, 31
(Octubre-Sin mes) : [Fecha de consulta: 18 de febrero de 2019] Dis-
ponible en:<http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=16741429001>
ISSN 0212-9728

2.4. El humor y la risa en Educación Emocional.

Lectura Complementaria
Rodríguez Quezada, Fanny y Erica Paola Rojas Verdugo (2017)
“Risa y Risoterapia en el campo de la salud y sus beneficios en al-
gunos contextos: Una breve revisión” Revista Killkana Salud y Bien-
estar. Vol. 1, No. 3, pp. 19-22, septiembre-diciembre. 2017. p-ISSN
2528-8016 / e-ISSN 2588-0640. Universidad Católica de Cuenca

Trabajo Práctico Requerido - Módulo II

Síntesis del Módulo

Guía de autoevaluación del Módulo

Referencias bibliográficas

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1. Modelos y contextos de intervención

Los modelos y los contextos de intervención refieren a las distintas ma-


neras en que puede llevarse adelante un proyecto o programa de Educa-
ción Emocional. No es una tarea simple asegura Bisquerra (2011, p. 251)
porque debe contemplar un proceso de construcción que puede ir desde
una orientación ocasional hasta la integración curricular disciplinaria e
interdisciplinaria.

En el trayecto se podrán introducir estos contenidos en programas pa-


ralelos, en asignaturas optativas, en asignaturas extracurriculares, en
espacios de síntesis, en formatos curriculares más flexibles como semi-
narios y talleres, o en un plan de acción tutorial.

Lo que sin lugar a dudas será imprescindible es que los docentes es-
tén capacitados desde la teoría y la práctica para llevar adelante estos
proyectos. Un docente que no vivencia, experimenta a diario la propia
gestión de sus emociones, difícilmente podrá enseñarlo. No es un saber
que se constituya exclusivamente desde la teoría, sino que requiere un
ejercicio permanente personal sobre aquello que se pretende enseñar.
Quizás en esto radica la complejidad de la tarea.

Podríamos afirmar que la Educación Emocional es un tema transversal,


porque su enseñanza puede darse como plataforma donde se apoyan y
desarrollan otros contenidos curriculares.

Hemos aceptado hace algunas décadas que los contenidos procedimen-


tales o la dimensión procedimental del contenido está indisolublemente
ligada al contenido conceptual o la dimensión conceptual del contenido,
y que es ineludible enseñar a aprender, y no sólo enseñar contenidos
tradicionales. Ya no resulta novedoso plantear que es necesario que los
estudiantes aprendan a construir o internalizar operaciones de trabajo

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intelectual, que se convierten en conjuntos de procedimientos para asi-
milar los contenidos y poder enfrentar con éxito otros nuevos. Así tam-
bién en algún momento no muy lejano se comprenderá que la Educación
Emocional es una herramienta imprescindible para un aprendizaje y de-
sarrollo integral.

Poner en marcha un programa o un proyecto de Educación Emocional


requerirá de un exhaustivo análisis contextual, para formular objetivos
adecuados y factibles. Pero no sólo se tratará de elaborar un buen dise-
ño, sino de generar una sensibilización para que todo el personal de la
comunidad educativa esté dispuesto a colaborar. Esto no significa desde
el inicio todos vayan a comprometerse y participar de la misma manera,
y será un excelente ejercicio al interior de la institución, poder abordar
estas problemáticas, nudos, obstáculos que se presenten. Serán objeto
de redimensionamiento del proyecto y de su proceso de implementación,
y reales oportunidades de aprendizaje para los participantes.

Quizás en las etapas previas e iniciales haya una invisibilización de la


necesidad de implementar un programa de Educación Emocional o de
las situaciones problemáticas que podrían estar revelando que es el mo-
mento oportuno para comenzar este tipo de trabajo.

Puede que una vez lograda la sensibilización o toma de conciencia del


problema, todavía no haya más que una especie de estado de contem-
plación, sin voluntad o posibilidad de acción. Será el paso previo a estar
dispuestos a hacer algo para cambiar. El cambio comenzará cuando se
acepte el programa como una herramienta para solucionar el problema
y se comiencen a ejecutar las primeras acciones.

Lo importante es que el enfoque no sea el de esperar recetas casi mági-


cas, o un repertorio de juegos o técnicas. Porque es un modelo de inter-
vención que debe producir transformaciones permanentes y tendientes
a mejorar la calidad de vida de las personas.

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1.1. Objetivos, contenidos y curriculum en Educación Emocional

Es válido que nos preguntemos por la finalidad de implementar un pro-


grama de Educación Emocional. ¿Qué es lo que se busca o espera que se
logre a partir de la Educación Emocional?

Conocer mejor las propias emociones.

Identificar las emociones de los demás.

Desarrollar habilidades para controlar las emociones,


generar emociones positivas, y con ello una mayor
competencia emocional y automotivación.

Prevenir efectos de las emociones negativas.

Aprender a fluir y tener una actitud positiva ante la vida


(Bisquerra, 2011, p. 244)

Estos objetivos más generales y abarcativos podrían llevar a otros


propósitos más específicos como:

Desarrollar la capacidad para controlar el estrés, ansiedad, estados


depresivos, tolerar y resistir la frustración, diferir la recompensa.

También potenciará la capacidad para comprender los factores que


hacen al bienestar subjetivo, y, por ende, para ser feliz.

Sin dudas que esto se podrá vincular con el sentido del humor.

Al final del camino se esperan obtener resultados positivos en cuanto a


la mejora de la autoestima y las habilidades sociales, con la consiguiente
disminución de los fenómenos de violencia, de disrupción en las aulas,
de conductas antisociales. Todo lo cual redundará en una mejora de la
vida escolar, del rendimiento académico, y se trasladará a otros ámbitos
de la esfera personal.

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De estos objetivos se puede inferir que los contenidos estarán aglutina-
dos alrededor del conocimiento de las emociones, y las posibilidades de
su control, tanto a nivel de sí mismo como de los demás.

Bisquerra (2011, pp. 247-250) propone un detallado temario que podría


constituir un curriculum de Educación Emocional.

Vamos a enumerar los grandes temas, y propondremos una lectura


complementaria para poder profundizar en detalle.

El curriculum de Educación Emocional:

Marco Conceptual de las emociones

Clases de emociones

Conciencia emocional (conocer las propias emociones)

Reconocimiento de las emociones de los demás

Control emocional y estrategias de control emocional

Control del estrés

Autoestima

Comunicación efectiva y afectiva

Relaciones interpersonales y habilidades sociales

Resolución de conflictos y emoción

Emociones y decisiones

Habilidades de vida

Bienestar subjetivo y calidad de vida

Sentido del humor

Fluir

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Para profundizar y comprender mejor estos contenidos, le proponemos
la lectura de un texto complementario de Rafael Bisquerra Alsina, que le
permitirá repasar algunos conceptos claves del primer módulo e integrar-
los ahora con este desarrollo sobre los lineamientos generales para la
implementación de un programa o un proyecto de Educación Emocional.

Lectura Complementaria

Bisquerra Alzina, Rafael (2003) “Educación emocional y compe-


tencias básicas para la vida”. En Revista de Investigación Educati-
va, Vol. 21, n.o 1, págs. 7-43.

Actividades de facilitación de aprendizajes

Después de leer atentamente el texto de Rafael Bisquerra Alzina,


le proponemos que responda algunas preguntas:

a). ¿Cómo se imagina el desarrollo de un proyecto de Educación


Emocional en su contexto de desempeño profesional?

b). ¿Qué carácterísticas tiene la institución para la cual está pen-


sando que puede implementarse la Educación Emocional?
¿Por qué elegiría esa institución?

c). ¿Quiénes serían los destinatarios en la primera etapa de imple-


mentación? ¿En qué los beneficiaría un programa de Educa-
ción Emocional?

d). ¿Qué objetivos y contenidos le parecen prioritarios para co-


menzar con un proyecto o programa de Educación Emocional?
¿Cuáles serían los primeros pasos?

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Organice estas respuestas en un informe breve y conciso, que será
insumo para el Trabajo Práctico Requerido para este Módulo II.

No es necesario que remita el informe, pero es importante que


lo tenga disponible al momento de responder las consignas del
TPR del Módulo II. Puede compartir, si lo desea, sus reflexione
sobre este tema en el marco del Foro, que un espacio virtual de
comunicación colectiva.

2. Herramientas de gestión emocional

Hemos podido advertir que uno de los contenidos fundamentales de la


Educación Emocional hace foco en la noción de “gestión emocional”.

La gestión de las emociones es un proceso por el cual el sujeto


puede permitirse sentir la emoción, identificarla y ponerle nombre, dejar que
fluya y disminuya la carga de la intensidad, para poder reflexionar y
decidir1.Gestionar las emociones implica no dejarse dominar por las
emociones ni pretender reprimirlas. Es un manejo adecuado, equilibrado
de las emociones, identificando su calidad de negativas o positivas.

A continuación, vamos a analizar algunos de las principales herramien-


tas que debe conocer el docente para poder diseñar intervenciones
pedagógicas exitosas en este campo. En este módulo las vamos a
analizar en forma general, para luego poder realizar aplicaciones especí-
ficas para distintas etapas educativas.

1
Ver: Fernández, Ignacio. En http://ignaciofernandez.blogspot.com <http://ignaciofernandez.blogspot.
com/2014/10/que-es-gestionar-las-emociones.html > (Febrero 2019)

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2.1. Autoconocimiento, autoestima, autorregulación y autonomía

“Conócete a ti mismo”

Sócrates

Quienes han sistematizado el pensamiento de Sócrates (S. V aC), ya que


no dejó obra escrita, aseguran que de su célebre “Conócete a ti mismo”
también podría desprenderse que una vida que no ha sido examinada no
vale la pena ser vivida. A veces las afirmaciones filosóficas tienen ese
tono terminante y límite, un enunciado extremo que nos puede resultar
excesivo. Sin embargo, el autoconocimiento es, sin dudas, el primer paso
en el camino de la autonomía.

La autonomía implica que el sujeto tiene control de sí, que no precisa del
control externo para su comportamiento. Para lograrla hay que transitar
un proceso de construcción que comienza con el autoconocimiento y la
autorregulación.

El autoconocimiento, muy íntimamente relacionado con la autoesti-


ma, es un proceso que permite configurar una percepción ajustada de
la imagen de uno mismo. Es factor principal en la construcción de la
identidad personal.

A través del tiempo, cada sujeto desarrolla una representación interna


de sí mismo: el autoconcepto. Esa representación, que está integrada
por valoraciones, sentimientos de confianza y autoestima, aceptación de
nuestros límites y posibilidades, condicionará su visión del mundo, su
estilo para hacer frente a los problemas, sus búsquedas de sentido. Esa
imagen o concepto de sí mismo es el filtro a través del cual se interpretan
todas las vivencias.

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En la configuración de esta imagen de sí mismo intervienen, desde nues-
tro nacimiento, los adultos significativos. Está ligado a aspectos de los
ámbitos familiares, sociales, escolares. Desde cada uno de ellos, las per-
sonas con las que establecemos un vínculo significativo van haciendo
aportes a la formación del autoconcepto de cada uno. Sentimientos po-
sitivos como la aceptación, el aprecio, el respeto van contribuyendo a la
construcción de un autoconcepto sano y ajustado.

La autoestima es el juicio que cada sujeto hace de sí mismo a partir


de su autoconocimiento. Ese juicio puede ser positivo o negativo, impli-
car aceptación o rechazo. Se construye a través de la historial personal,
y se moldea en la relación con los otros significativos y con el conoci-
miento ajustado de uno mismo. Se estabilizar en distintas etapas de la
existencia, pero no deja de ser dinámico, lo que posibilita que se transfor-
me a lo largo de la vida. Estas transformaciones podrán ser positivas o
negativas. Es esperable que siempre que estemos en contacto con otro,
nuestras intervenciones sean para dejar huellas positivas y no heridas.

Sin dudas que los efectos en la vida personal serán mejores en la medida
que la autoestima, esa evaluación de uno mismo, sea ajustada, positiva y
represente una aceptación plena de las características personales de sí
mismo. La familia y la escuela son instituciones sociales que producen
una influencia fundamental en esa construcción. Por eso es conveniente
que los docentes tengan presente que sus palabras, gestos y actitudes
pueden receptados por sus estudiantes con mucha más intensidad que
la que imaginan o suponen.

En la relación pedagógica es muy valioso:

• Aceptar a los estudiantes con sus características singulares sin ha-


cer juicios previos.

• Elogiar los logros, los avances, todo lo positivo que puede observarse
de cada uno.

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• Expresar las críticas con prudencia y respeto, acompañándolas de
juicios valorativos positivos y de alternativas para modificar la ca-
rencia o el error.

• Crear un clima de confianza y armonía, con una libertad responsable


que permita expandir posibilidades personales, en vez de restringirlas.

Este proceso de exploración de ese autoconcepto se denomina “auto-


conocimiento” y es el primer paso para lograr una adecuada autorregu-
lación, que permite el control de los propios comportamientos, y será la
base de una necesaria y madura autonomía.

El autoconocimiento requiere de otros procesos, como la autoobser-


vación o introspección. La tarea del adulto en función educadora será
la de guiar ese proceso, para brindarle a los educandos herramientas y
estrategias para conocerse, que es conocer características personales,
virtudes-defectos, límites-posibilidades, y en definitiva todo aquello que
le permita una autorregulación equilibrada, que no reprima emociones,
pero le permita postergar reacciones o respuestas según mejor sea para
su relación con el mundo y para su propio bienestar.

Muy frecuentemente los acontecimientos a los que cada sujeto tenga


que exponerse le exigirán, también, una valoración axiológica o moral,
porque la neutralidad ética es algo restringido a una esfera limitada de
las acciones humanas. Por eso, muchas propuestas teóricas vinculan
Educación Emocional y Educación en Valores. La Educación en Valores
necesita de herramientas de la Educación Emocional para un mejor de-
sarrollo de sus estrategias específicas y la Educación Emocional mu-
chas veces precisará recurrir a un análisis ético de las situaciones que,
reiteramos, rara vez son neutras en términos axiológicos.

En cualquier caso, el sujeto debe autoobservarse para evaluar anticipa-


damente sus posibles reacciones, interponiendo una fase de latencia,
que pueda interrumpir circuitos automatizados de reacciones o respues-
tas vinculadas a los estímulos.

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Aquel consejo popular de “contar hasta diez” antes de una reacción re-
presenta esta propuesta de autorregulación, que tiene pleno sentido si en
ese lapso introducimos elementos de reflexión e introspección, que per-
mitan poner distancia entre la percepción de la emoción que nos provoca
un estímulo y la reacción o respuesta que elegimos dar, en vez de que de
dejar que sea “automática”. Son claros los beneficios que nos trae a la
convivencia este ejercicio de “pensar antes de actuar” o de interponer la-
tencia entre estímulo y respuesta, para que la respuesta sea una elección
y no un condicionamiento reflejo. No se trata de un pensar aislado sino
de un pensar entrelazado con la acción. Es una pensar la acción. Poner
en clave de palabras nuestras emociones y poder tener control sobre
ellas, evitando que suceda a la inversa.

Veamos ahora algunos ejemplos de tipos de ejercicios que se pueden


organizar para el desarrollo del autoconocimiento y la autorregulación.
La propuesta es comprender los objetivos de estas actividades, mostrar
cuál es el enfoque operativo de trabajo y algunas opciones para que cada
uno pueda adecuarlas a los grupos a las que irán destinadas, teniendo
en cuenta sus edades y contextos. Por esto queremos evitar que sean
“recetarios”, que pueden operar como desalentadores de la creatividad,
si no se los usa a modo de ejemplo y referencia. El planeamiento de es-
tas acciones siempre debe ser estratégico y situacional, esto es: flexible
como para ser modificado en función de los sujetos, el contexto y las
circunstancias.

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Finalidad Tipos de actividades

Autoconocimiento Guiar, orientar o a) Ejercicios autoexpresivos


y Autoestima estimular el proceso (como diarios
de introspección o personales, cartas,
autoobservación para el juegos para reflexionar
conocimiento de sí mismo. sobre sí mismo).

Promover el conocimiento b) Frases inacabadas y


de sí mismo. preguntas clarificadoras.

Favorecer el desarrollo c) Diálogos clarificadores


de la autoestima con
expectativas realistas
de sí mismo.

Autocontrol Brindar herramientas para a) Técnicas de autocontrol,


y Autorregulación desarrollar el autocontrol autorregulación de la
tensión o el estrés, que
Favorecer el desarrollo
tienden a interrumpir el
de la empatía a través
circuito del
de representarse el pun-
automatismo
to de vista del otro.
“acción-reacción” o

Promover el sentido de “estímulo-respuesta”, a

responsabilidad, para través de generar una

hacerse cargo de las fase de latencia entre

propias conductas, sus estos dos polos.

intenciones y sus efectos.


b) Técnicas que permiten
una revisión de las con-
ductas, a través de la
elaboración de distintos
tipos de registros, que
permitan reconocer si-
tuaciones problemáticas,
que pueden provocar
comportamientos que
se salen del control y
formular alternativas
para prevenir esas situa-
ciones, y autoevaluarse

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La autonomía es la capacidad que tienen los sujetos para poder pensar,
sentir y decidir por sí mismos. Significa una internalización crítica
y reflexiva de las normas y regulaciones sociales, y el desarrollo de
una conciencia autónoma que tenga sus propias pautas y escala de
valoraciones para la toma de decisiones.

Libertad y responsabilidad están indisolublemente ligadas al desarrollo


de esta autonomía. La capacidad de optar o decidir tiene como contraca-
ra la responsabilidad. A mayores niveles de libertad, en el camino a la au-
tonomía, habrá mayores niveles de responsabilidad. La responsabilidad
será un responder o un hacerse cargo de las propias conductas, tanto de
sus intenciones como de sus efectos, y un consiguiente movimiento de
reparación y compensación por la falta cometida. Implica comprensión
de que las propias acciones tienen consecuencias, y que como actores
de esas acciones no podemos eludirlas. Aunque muchas veces observe-
mos en la realidad cotidiana situaciones en que los responsables quieren
desligarse de las consecuencias de sus comportamientos.

La responsabilidad deriva del elegir y es inevitable el hacerse cargo de las


consecuencias que devienen de esas elecciones. Esto es un aprendizaje
que se funda en el conocimiento de sí mismo, y del desarrollo de la capa-
cidad de autorregularnos.

Puede evidenciarse ahora por qué el trabajo con el autoconocimiento,


autoestima, autocontrol y autorregulación es tan fundante como
herramienta de la gestión emocional. No somos seres exclusivamente
racionales, sino que emociones y razón nos constituyen. Será necesario
aprender a gestionar nuestras emociones para que nuestra vida esté
liderada por nosotros mismos, integralmente, y no por un aspecto
impulsivo de nuestra subjetividad. La autonomía será la expresión de
nuestra madurez emocional2

2
Ver Roa García, Ana (2013) “La educación emocional, el autoconcepto, la autoestima y su importancia en la
infancia” EDETANIA 44 [Diciembre 2013], 241-257, ISSN: 0214-8560

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A continuación, le proponemos encontrarnos en el foro para compartir
su experiencia con la gestión emocional a partir de las consignas que se
brindan más adelante.

Foro de Discusión del Módulo II

Herramientas de gestión emocional en acción

Suele decirse que las distancias más siderales que debe recorrer el
ser humano no están fuera, en el cosmos infinito; sino dentro de sí,
en el camino de exploración y conocimiento de sí mismo.

Ahora vamos a ofrecer algunos ejemplos para este tipo de activi-


dades, y vamos a solicitarle que comparta el ejercicio en el Foro de
Discusión del Módulo 2.

Son muy habituales los ejercicios que proponen llevar un diario


personal, porque permiten revisar acontecimientos, percepciones
y emociones con la distancia simbólica que crea la escritura. De
modo similar, la redacción de cartas a uno mismo, imaginándose
en distintos momentos, por lo general hacia el futuro desde el pre-
sente, que permiten mirarse hoy y proyectarse.

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En esa línea se pueden hacer combinaciones con frases incomple-
tas, o cuestionarios personales, como el Cuestionario de Proust3,
muy de moda en las tertulias de su época para charlar y cono-
cerse. Hay muchas variaciones, pero las preguntas apuntan a que
uno pueda contar características de uno mismo, que implican un
proceso de autoobservación y autoconocimiento.

AUTORRETRATO

Le propongo que realice un autorretrato. Puede darle el formato


que le parezca más afín a su estilo personal y donde se sienta
más cómodo/a.

Puede tratarse de una combinación de imágenes y discurso.

Puede ser usted, presentándose a usted mismo/a, o puede


imaginarse que es otra persona, o una mascota, o incluso un
objeto personal que ficcionalmente habla acerca de usted.
Al estilo de “Yo soy la agenda de (su nombre) y puedo contar
que…”. Podría ser cualquier objeto personal. Lo de la agenda es
solamente un ejemplo.

Si usted siente alguna incertidumbre para compartir


características personales con los miembros del grupo, puede
hacer un primer ensayo o borrador donde sea más abierto/a en
la descripción, y no se autocensure. Una vez hecho esto, puede
elegir qué cosas quiere compartir en el Foro de todas las que
pudo visualizar de usted mismo/a.

3
Ver Pintus, Alicia (2006) Valores en la Escuela. Rosario, Laborde, p. 119. Se subastó en mayo de 2003 con un
precio estimado entre 25.000 y 30.000 euros, este primer “Cuestionario de Proust". Muy en boga en la época
victoriana, la costumbre del cuestionario era un intento de establecer la personalidad de quien lo respondía.
Proust respondió a ese cuestionario por solicitud de su amiga Antoinette Faure, hija del presidente de la Repú-
blica Felix Faure (1895-99), cuya familia mantenía relaciones de amistad con la del escritor.
Algunas de las preguntas de ese cuestionario:
¿Cuál es su estado de ánimo más común?
¿Cuál es el defecto propio que deplora más?
¿Cuál es el defecto que usted deplora más en otros?
¿A qué persona viva admira?
¿Qué palabras o frases usa más?
¿Cuál es su idea de la felicidad perfecta?

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No queremos forzarlo/a a nada que le resulte incomodante; sino
que esperamos que pueda vivenciar el tipo de ejercicios que
podrá hacer con sus estudiantes, habiendo realizado primero
una exploración personal insoslayable.

Esto le permitirá desarrollar empatía con sus alumnos/as,


porque habrá experienciado las dificultades que trae un proceso
de autoobservación y el tener que compartir lo realizado con
otros.

La única limitación es de espacio, se espera que pueda


sintetizarlo en una página A4, para que la extensión no
desaliente la lectura al compartirlo en el Foro.

¡Esperamos que comparta su autorretrato y su experiencia en el


FORO!

Orientaciones generales para


el foro de discusión del módulo II:

Herramientas de gestón emocional en acción

En este Foro de Discusión iremos compartiendo algunas de las ac-


tividades de facilitación de aprendizajes que están acompañando
las lecturas. Iniciaremos el foro con este ejercicio de autoconoci-
miento. En cada caso está indicado si la actividad de facilitación de
aprendizajes debe compartirse o no en el Foro.

También, como es habitual, representa el espacio de intercambios


para dudas, consultas, aportes, opiniones y demás interacciones,
que dinamizan las lecturas, y colaboran con una apropiación activa
y significativa de los contenidos temáticos de cada Módulo.

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2.2. Comunicación Humana y Educación Emocional

Ya es posible vislumbrar las múltiples relaciones que pueden establecer-


se entre Comunicación Humana y Educación Emocional.

Somos “un-ser-con-otros”. Nuestra identidad personal se forja en una


sinergia dinámica entre lo que traemos, podríamos llamarlo “naturaleza”,
y lo que representa todo el espectro de interacciones sociales. Somos
seres en relación y el plexo de nuestros vínculos interpersonales nos
resulta constitutivo existencial y esencialmente.

Por este ser seres en relación podemos concluir que para que tenga
curso el devenir de nuestra existencia es imprescindible el contacto
con otros humanos. No podemos no encontrarnos con otros humanos.
La socialización es un proceso humanizante que requiere de los otros.
Se ha escrito e investigado mucho acerca de niños “salvajes”, que por
circunstancias extremas han quedado aislados de la vida social, y por
tanto no han desarrollado características plenamente humanas4.

El soporte básico sobre el que se dará esta trama relacional no podría ser
otro que la comunicación humana.

Aquí no nos detendremos en esquemas tradicionales como el de Román


Jakobson o en definiciones clásicas como: La comunicación consiste
en un acto mediante el cual un individuo (ser humano, animal u obje-
to) establece con otro u otros un contacto que le permite transmitir una
determinada información5.

4
Como ejemplo podemos mencionar El pequeño salvaje (L'Enfant sauvage), Francia, 1970. Es una película, con
formato de docu-drama, dirigida por François Truffaut, que narra la historia real de Viktor, un niño encontrado
en los bosques cerca de Toulouse en el 1800, en estado salvaje y recluido en un instituto de investigación de
la época.
5
www.geocities.com/megaryu/Teorias/tc.doc

Diplomatura Universitaria en Educación Emocional - Módulo II - pág. 23


Entenderemos, en este marco, a la comunicación humana (para
distinguirla de otras formas de comunicación) como condición
de existencia, como un proceso dinámico en el cual las personas
estamos vinculadas, conectadas, relacionadas, re-ligadas, en un
ida y vuelta, permanente y simultáneo. Si admitimos lo anterior,
tendremos que aceptar el primer axioma de la comunicación de Paul
Waztlawick que afirma que es imposible no comunicarnos.
[EDWARDS- PINTUS, 2004, p. 76]

Estamos vinculados. No podemos no estarlo. No podemos no comu-


nicarnos. Usualmente hablamos de “incomunicación” para denominar
modos de la comunicación que nos resultan negativos, obstaculizantes,
restrictivos de nuestras posibilidades relacionales.

Dado que la comunicación se aprende de forma espontánea, desde el


nacimiento y en el contexto de crianza como primer ámbito socializador,
nos parece simple. Sin embargo es un proceso altamente complejo en el
que se dan múltiples dimensiones, como lo verbal y no verbal. Solamente
se nos hace visible su complejidad y dificultad cuando la comunicación
se obstaculiza.

Todos tenemos registro de haber experimentado buenas comunicaciones


(sensaciones de plenitud, satisfacción, alegría) y también tenemos
expriencias de situaciones opuestas, donde nos hemos sentido
restringidos, molestos, dolidos, incomprendidos.

Podemos suponer, con cierto grado de certeza, que la educación, en


todos sus formatos posibles, demandará una mayor cantidad y calidad
de “buenas comunicaciones” para que los sujetos puedan desarrollar
máximamente sus potencialidades

La educación es, desde nuestra perspectiva, un encuentro entre


personas semejantes antes que diferentes e igualadas, en nues-
tra dignidad humana, por esas diferencias de las que ninguno
está exento. [EDWARDS- PINTUS, 2004, p. 74]

Diplomatura Universitaria en Educación Emocional - Módulo II - pág. 24


En estos encuentros aprendemos unos de y con otros, nos perturbamos
y modificamos mutuamente. En y con la interacción vamos cambiando
todos. Aunque, como educadores y adultos tenemos mayores niveles de
responsabilidad, y nos cabe la tarea de liderar el proceso para que sea
enriquecedor para nuestros alumnos. Cada encuentro o clase será un
espacio-tiempo de aprendizaje conjunto.

Así, cada clase será un espacio-tiempo de encuentros únicos e


irrepetibles de aprendizaje conjunto6, donde nos re-ligamos y nos
reconocemos como cambiados y cambiantes, esencialmente di-
ferentes, enriqueciéndonos a partir de esas diferencias y aportán-
donos cada uno a la relación para contribuir a co-constituirnos.
[EDWARDS- PINTUS, 2004, p. 75]

Desde esta perspectiva la Educación Emocional podrá brindar una


multiplicidad de herramientas, sostenidas en marcos conceptuales,
que nos permitan plasticidad, creatividad, innovación para garantizar
un aprendizaje significativo para nuestros estudiantes. Por supuesto,
si entendiéramos a la Educación únicamente como transmisión de un
legado cultural cristalizado, sería muy difícil que estos enfoques más
integradores del ser humano se percibieran como imprescindibles.

Si algo debemos enseñar en la escuela es a comunicarnos mejor, porque


eso permitirá que todo el resto de la vida social, que se desliza en la
gran autopista de la comunicación humana, pueda fluir hacia una mejor
calidad de nuestra existencia, de nuestro “ser-con-otros”7. También,
por supuesto, traerá beneficios a la vida en las aulas y en las
instituciones educativas.

6
Cfr. MAKINISTIAN, Rubén L. “Comunicación Humana y Sistemas Humanos” Recorrido de ideas, 1984/1990).
Rosario, Sistemas Humanos, 1991, donde se concibe al encuentro entre un terapeuta y el sistema que lo consul-
ta, como ‘sesión única de aprendizaje conjunto’. También la pedagogía de Paulo Freire opera con ideas similares
de aprendizaje mutuo entre educador y educando.
7
Ver EDWARDS, Ernesto y Alicia PINTUS (2004) Violencia en la Escuela. Rosario, Laborde. Cap. IV, pp. 61-80.

Diplomatura Universitaria en Educación Emocional - Módulo II - pág. 25


2.2.1. Habilidades socio-emocionales
y relaciones interpersonales.

Hemos planteado las relaciones entre Comunicación Humana y Educa-


ción Emocional. Ahora profundizaremos en algunas herramientas que
promuevan un desarrollo de esas habilidades socio-emocionales que
favorecerán la vida de relación.

Suele definirse “habilidades sociales”8 como:

Conjunto de comportamientos complejos -verbales y no verbales-


relativos a las relaciones interpersonales que, a través de la
interacción, se pretende produzcan modificaciones en la vida de los
individuos: modificar el entorno, evitar consecuencias indeseables,
alcanzar situaciones deseables, todo con el menor daño en las
relaciones interpersonales.

Las personas que desarrollan estas competencias sociales usualmente


tienen mayor facilidad para establecer nuevos vínculos, lograr
comunicaciones positivas, mediar en conflictos interpersonales,
morigerar reacciones adversdad, conocer sus propias emociones y
sentimientos y los ajenos, autorregularse y autocontrolar su estrés; y
también, como consecuencia de todo esto, suele alcanzar mejor sus
objetivos.

Estas habilidades se aprenden asistemáticamente en el proceso de


socialización, por lo cual es necesario hacer este aprendizaje más
sistemático y conciente. Según los contextos y las circunstancias
algunas personas tienen mayor disposición para estos aprendizajes
espontáneos, y parece resultarles más sencillo. Sin embargo esta
aptitud no es natural sino aprendida. Por tanto, todas los sujetos pueden
desarrollar sus habilidades socio-emocionales y mejorar sus relaciones

8
Ver NOGUERA, Elena y otros (2001) Estrategias de la Educación en Valores. En “Papeles Iberoamericanos”,
Madrid, OEI. Pp. 77-81

Diplomatura Universitaria en Educación Emocional - Módulo II - pág. 26


interpresonales si frecuentan un ambiente propicio, que diseñe y
planifique procesos de enseñanza de estas dimensiones constitutivas
de la persona.

Ese proceso de enseñanza requiere de información, modelaje o imitación,


reflexión, generalización y transferencia.

El docente debe explicar todo lo relativo a la habilidad social sobre la que


se trabajará, mostrando las ventajas que conlleva su aprendizaje, como
las desventajas de no hacerlo. Pero esta parte introductoria, más teórica
e intelectual, debe ir acompañada de ejemplos. No sólo de la exhibición
de situaciones concretas, sino del comportamiento mismo del docente,
que será coherente con las conceptualizaciones teóricas.

El aprendizaje requerirá la posibilidad de practicarlas, ponerlas en


juego, a través de representaciones, de role playing. Las simulaciones,
la improvisaciones y el juego dramático son actividades muy valiosas
para una comprensión integral, y no sólo intelectual, de esas habilidades.
Habrá una retroalimentación o refuerzo si estas habilidades, al ponerse
en acto, en los espacios de convivencia traen mejoras en la misma.

Se espera que este ejercicio continuo en las aulas pueda trasladarse


a otros ámbitos externos, mediante un proceso de generalización o
transferencia.

Estas estrategias apuntarán a desarrollar la comunicación efectiva y


afectiva, el diálogo y la convivencialidad.

Las actividades se centrarán en desarrollar una buena comunicación,


con una escucha activa y atenta, un registro y mayor conciencia de la
comunicación no verbal, mejorar la forma en que se hacen los pedidos y
se emiten los mensajes, para que la comunicación sea efectiva, que los
mensajes reflejen las intencionalidades del sujeto en ese intercambio.

Diplomatura Universitaria en Educación Emocional - Módulo II - pág. 27


La comunicación afectiva desarrollará la empatía, poder comprender
a los demás y sus emociones, a través de niveles de escucha más
comprensiva.

Como puede observarse las habilidades están estrechamente


interconectadas con el conocimiento de sí mismo y la autorregulación.

Actividades de Facilitación de Aprendizajes

No podemos no comunicarnos. La comunicación es vital y


connatural al ser humano, en tanto ser social, que despliega sus
posiblidades en el tiempo y a través de la interacción con otros
humano.

Cuando se funda un vínculo se genera un esquema relacional que


dura lo que dura la vida de las personas, aunque sean personas de
un encuentro o de múltiples encuentros. Habitualmente tendemos
a pensar que frecuencias y proximidades hacen a que las personas
sean más significativas unas que otras. Pero los contextos en los
que surgen esos vínculos también contribuyen a que las relaciones
interpersonales graviten más o menos sobre nuestras vidas.

Como educadores y en nuestro rol docente es evidente que el


impacto de nuestras interacciones con nuestros estudiantes puede
ser muy significativo. No solamente por la asimetría en la relalción
de poder, sino y particularmente, porque representamos figuras
modélicas, aunque no lo hagamos con conciencia y deliberación.

Le proponemos para esta actividad de facilitación de aprendizaje


una lectura complementaria, el Cap. V del texto Violencia en la
Escuela, con algunas recomendaciones prácticas para evitar la
violencia escolar, reforzando las buenas relaciones interpersonales.

Diplomatura Universitaria en Educación Emocional - Módulo II - pág. 28


Lectura Complementaria

Edwards, Ernesto G. y Alicia M. Pintus (2004) “ Cap. V Algunas


propuestas pedagógicas: compartiendo la búsqueda de soluciones”
en Violencia en la Escuela: Pensado Estrategias y Soluciones.
Rosario, Laborde, pp. 81-97.

Después de la lectura de este capítulo, y para aplicar las nociones


que hemos venido desarrollando, le proponemos que:

a) Realice una revisión de sus propias prácticas en la relación


pedagógica con sus alumnos y alumnas. Analice si ha tenido
presente algunas de las sugerencias y orientaciones que se
brindan. Seleccione alguna situación conflictiva que le haya
impactado y cómo pudo resolverla o si no pudo y por qué.

b) Elabore un decálogo docente de buenas prácticas en las rela-


ciones interpersonales.

c) Elabore un contrato fundacional de la relación pedagógica


para el primer día de clases.

Nuevamente le reiteramos que nuestro propósito es que estas


actividades de facilitación de aprendizajes le permitan profundizar
la comprensión de los marcos teóricos y aplicarlos a situaciones
concretas. Así que valoramos sus aportes en el Foro de Discusión.
Por favor, comparta las respuestas a estas consignas en el Foro de
Discusión del Módulo II: Herramientas para la gestión de las emociones.

Diplomatura Universitaria en Educación Emocional - Módulo II - pág. 29


¡Felicitaciones! Hemos finalizado el Módulo I por tal motivo, le propone-
mos realizar la siguiente actividad que le permitirá transferir y aplicar los
contenidos a su práctica profesional. Esperamos que disfrute la tarea.

2.2.2. Habilidades de vida y habilidades


para afrontar situaciones de conflicto

Las habilidades de vida o para la vida es la denominación que recibe


este conjunto de capacidades o habilidades que deben desarrollar las
personas en busca de equilibrio y bienestar, si tienen la expectativa de
tener una vida feliz.

Habitualmente las personas se encuentran frente a obstáculos,


problemas y conflictos. Si pueden poner en práctica una adecuada
gestión de sus emociones tendrán más posibilidades de éxito para
resolver esos conflictos exitosamente.

La negociación es una de las formas de resolución de conflictos. Hay


algunos pasos que podemos tener en cuenta, que se conocen como los
“pasos de Harvard para la negociación y resolución de conflictos”9:

1. Separe a las personas del problema


Persona

2. Céntrese en los intereses, no en las posiciones


Intereses

Opciones

4. Insista en utilizar criterios


Objetividad

9
Ver Galdos Kajatt, Carmen Patricia (2000) “Negociación” en Derecho y Sociedad, Nº14, 2000, pp. 19-35.

Diplomatura Universitaria en Educación Emocional - Módulo II - pág. 30


Se espera que esos pasos permitan una resolución adecuada del con-
flicto, con una comunicación clara y asertiva, generando un compromiso
que legitime el acuerdo, y que produzca una mejora en las relaciones, en
vez de un deterioro.

Actividades de Facilitación de Aprendizajes

Este tema puede ser de su particular interés. Así que le ofrecemos


una lectura complementaria para profundizar la caracterización de
este método de negoción y resolución de conflictos.

Lectura Complementaria

Galdos Kajatt, Carmen Patricia (2000) “Negociación” en Derecho y


Sociedad, Nº14, 2000, pp. 19-35.

Después de la atenta lectura lo/la invitamos a realizar una síntesis


de los pasos, tal como los ha interpretado usted. Puede utilizar el
cuadro que hemos incorporado en este apartado, y completarlo. O
bien, puede pensar en otro formato de síntesis que le resulte más
adecuado de acuerdo a sus características y estilos de aprendizaje.

Una vez realizada la síntesis, aplique estos conceptos teóricos a


una situación particular del ámbito educativo.

Esta actividad puede constituir un ensayo para las consignas y


ejercicios del Trabajo Práctico Requerido para este módulo.

No dude en comunicarse con su tutor/a para todas las consultas


que le parezca necesario y pertinente realizar. Sus consultas no
nos molestan, por el contrario, las recibimos con satisfacción, y
nos ayudan a orientarlo en su proceso de aprendizaje.

Diplomatura Universitaria en Educación Emocional - Módulo II - pág. 31


2.3. Asertividad, Resiliencia y Prosocialidad.

Entre estas habilidades sociales hay tres que se destacan, y por eso
les dedicaremos un apartado separado: ASERTIVIDAD, RESILIENCIA y
PROSOCIALIDAD.

La asertividad es la capacidad de responder a las situaciones en un justo


medio o sano equilibrio entre la pasividad y la agresividad. La asertividad
es lo que permite que una persona diga que no, establezca límites sin
dañar al otro o la relación.

Generalmente tendemos a irnos hacia los extremos: pasividad y agre-


sividad. Quien es agresivo expresa sus necesidades con enojo, irrita o
lastima al otro, provoca lesiones en las relaciones interpersonales. Pero
quien no puede expresar sus necesidades, lo que le molesta o reclamar
por sus derechos tampoco muestra una actitud saludable. La pasividad
lastima a la persona que calla lo que le incomoda.

La resiliencia es la capacidad de los sujetos de salir fortalecido de


las situaciones adversas. El término se ha tomado de otros campos
vinculados con la ingeniería, la metalurgia y la física, y se ha extrapolado
al ámbito de la Psicología. Refiere a la capacidad de ciertos materiales
de recuperar su estado original, o incluso potenciarlo. después de haber
sido sometidos a condiciones extremas.

Cuando se utilizar en Educación Emocional Implica una actitud positiva,


optimista para enfrentar las dificultades, sin dejarse vencer por los
obstáculos, y por el contrario, aprovecharlos como oportunidades de
aprendizaje. Incluye virtudes como la flexibilidad, tolerancia, empatía,
perseverancia, sentido del humor, resistencia, confianza en sí mismo,
entre otras.

La prosocialidad, por su parte, se define como: comportamientos


positivos que benefician a otros, y que se realizan sin expectativas
de obtener recompensas materiales o de otra índole. Se espera que
estimulen reciprocidad.

Diplomatura Universitaria en Educación Emocional - Módulo II - pág. 32


Pueden consistir en ayuda o servicio físico, social, o emocional Está
relacionado con una valoración positiva del otro, con la empatía, con la
escucha profunda y atenta, y tienen a la base una concepción solidaria
de los vínculos sociales.

Actividades de Facilitación de Aprendizajes

Después de haber desarrollado estas herramientas para la gestión


emocional, lo/a invitamos a leer un artículo de investigación de Julio
Piña López, donde podrá profundizar el concepto de resiliencia.

Lectura Complementaria

Piña López, Julio Alfonso, Un análisis crítico del concepto de


resiliencia en psicología. Anales de Psicología [en linea] 2015,
31 (Octubre-Sin mes) : [Fecha de consulta: 18 de febrero
de 2019] Disponible en: <http://www.redalyc.org/articulo.
oa?id=16741429001> ISSN 0212-9728

Después de la lectura minuciosa de este artículo le pedimos que


realice algunas actividades que esperamos colaboren con una
internalización de este concepto y sus posibles aplicaciones.

Por favor, responda:

a) ¿Qué características tiene una persona que es resiliente?

b). ¿Por qué es deseable desarrollar la resiliencia en los sujetos?

Diplomatura Universitaria en Educación Emocional - Módulo II - pág. 33


c) ¿Podría relatar una situación adversa, personal o ajena, en la
que haya observado que el o la protagonista pudo poner en
juego su capacidad de resiliencia? ¿De qué modo lo hizo? Por
favor, especifique.

d). ¿Cómo imagina que podría aplicar este concepto con sus
alumnos y alumnas?

Le solicitamos, por favor, que comparta sus respuestas a


esta actividad en el Foro de Discusión del Módulo II: Herramientas
de gestión emocional.

Sus aportes son muy valiosos para todos nosotros, porque esa forma-
ción no es únicamente teórica, sino que tiene una intencionalidad de ar-
ticulación con las prácticas, en una retroalimentación que potencie sus
intervenciones pedagógicas, y su desarrollo profesional.

Todas las opiniones, dudas, consultas, reflexiones son muy bienvenidas


en nuestros intercambios.

2.4. El humor y la risa en Educación Emocional

Una actitud positiva, de genuino optimismo y alegría, es siempre


una base firme para gestionar mejor las emociones que pueden ser
negativas. ¿Esto significa que los docentes debemos fomentar la alegría,
el buen humor? Sin lugar a dudas, si esperamos mejores resultados en
nuestros procesos de enseñanza, y si los enfocamos desde la Educación
Emocional tendríamos que tener una actitud positiva, que pueda ser
visualizada por nuestros estudiantes y en alguna medida, modelo a imitar

Diplomatura Universitaria en Educación Emocional - Módulo II - pág. 34


Tenemos que aprender a reírnos más, más a diario, y tener buen humor.
Porque la risa provoca respuestas positivas a nivel biológico y psicológico.
Una buena sesión de risas fortalece el corazón, segrega endorfinas,
dilata los vasos sanguíneos, ayuda a liberar tensiones y fortalece los
lazos afectivos. También mejora el estado de ánimo y alivia el estrés.

Compartimos algunos consejos de risoterapia, en www.risoterapia.es,


que nos propone reírnos con todas las letras, porque eso estimula y
beneficia distintos órganos con las vibraciones de las diferentes vocales.

Seguramente que usted estará pensando en alguna película que vio


sobre este tema: Patch Adams, 1998, EEUU, dirigida por Tom Shadyac
y protagonizada por Robin Williams. Esta película narra la historia real
de un médico estadounidense Hunter Doherty “Patch” Adams, conocido
como el médico de la risoterapia, quien fundó el The Gesundeit! Institute,
http://www.patchadams.org

Diplomatura Universitaria en Educación Emocional - Módulo II - pág. 35


Podemos reirnos de muchas cosas. Lo/a invito a reirse con sus compa-
ñeros/as de curso en el foro de discusión. Para estimularlo/a nada mejor
que comenzar a reirnos de nosotros mismos. Como esta Diplomatura
está destinada a docentes, comparto unas viñetas de Mafalda de Quino,
que tanto nos ha hecho reir con infinidad de situaciones posibles y de
plena vigencia aunque ya se hayan cumplido los 50 años del nacimiento
de Mafalda. Dos viñetas sobre la escuela:

Actividades de Facilitación de Aprendizajes

Para estas actividades de facilitación de aprendizaje le ofrecemos


una lectura complementaria, que es un artículo de investigación de
Fanny Rodríguez Quezada y Erica Paola Rojas Verdugo, sobre los
beneficios de la risa y el buen humor.

Diplomatura Universitaria en Educación Emocional - Módulo II - pág. 36


Lectura Complementaria

Rodríguez Quezada, Fanny y Erica Paola Rojas Verdugo (2017)


“Risa y Risoterapia en el campo de la salud y sus beneficios en
algunos contextos: Una breve revisión” Revista Killkana Salud
y Bienestar. Vol. 1, No. 3, pp. 19-22, septiembre-diciem-
bre. 2017. p-ISSN 2528-8016 / e-ISSN 2588-0640.
Universidad Católica de Cuenca

En este cierre del módulo lo/ la invito a hacer un ejercicio práctico. Des-
pués de la lectura del artículo, le propongo que busque viñetas, chistes,
películas, o cualquier otro recurso que le permita reirse mucho. Haga
esto durante algunos días y luego trate de registrar si hubo cambios en
su vida a partir de reirse con muchas ganas y con todas las letras. Si
queremos que nuestros alumnos y alumnas puedan sostenerse en el
buen humor y en la risa, tenemos que experimentarla nosotros primero

Por favor, comparta recursos que nos hagan reir en al Foro, y también
si se modificó y cómo su estado de ánimo a partir de poner en práctica
algunos pautas de la risoterapia.

Esperamos que este Módulo le haya permito pensar en la acción las he-
rramientas de gestión emocional en usted mismo/a para poder transferir
esa experiencia al diseño e implementación de un programa de Educa-
ción Emocional.

Diplomatura Universitaria en Educación Emocional - Módulo II - pág. 37


Síntesis del Módulo

En este Módulo II hemos profundizado en los modos en que puede


llevarse a cabo un proyecto o programa de Educación Emocional, sus
objetivos, sus contenidos, la estructuración posible de un curriculum
específico.

Hemos podido observar que pueden darse diferentes modelos y


contextos de intervención: ser acciones aisladas de sensibilización,
o programas integrales que abarcan distintos cursos, niveles y
modalidades del sistema educativo, incluso puede desarrollarse como
contenido transversal y espacio de interdisciplinariedad.

Hemos estudiado diversas herramientas de la gestión emocional. Desde


el conocimiento de las propias emociones y de uno mismo, hasta la
complejidad de las relaciones interpersonales y las habilidades sociales
que se requieren.

Hicimos foco en el autoconocimiento, el autocontrol, la autorregulación


para el logro de la autonomía, y estrechamente vinculados con la
autoestima. Ese juicio de sí mismo o evaluación de sí mismo, que se
logra a partir del propio conocimiento, es uno de los filtros esenciales
desde los que interpretan las emociones. Colocar fases de latencia
entre el estímulo, la emoción que se desendena y la respuesta permitirá
adecuadas tomas de decisión. Hemos visto que los automatismo de
acción-reacción no son los mejores comportamientos para llevar una
vida armónica y exitosa.

También hemos analizado las habilidades socio-emocionales, para el


mejor desarrollo de las relaciones interpersonales, las habilidades para
afrontar las situaciones de conflicto a través de una actitud flexible de
negociación.

A través de esas “habilidades para la vida” las personas pueden posponer


sus reacciones, evitar los automatismos en los comporamientos, y tomar
mejores decisiones para alcanzar los objetivos, tolerar la frustración,
controlar el estrés. En definitiva les permiten vivir de manera más

Diplomatura Universitaria en Educación Emocional - Módulo II - pág. 38


equilibrada, con grados mayores de bienestar. Todo esto repercutirá muy
positivamente en todas las dimensiones existenciales, en particular lo
que nos ocupa, la vida en las aulas y en las instituciones socio-educativas
y el rendimiento académico.

Entre esas habilidades socio-emocionales elegimos dedicar un apartado


especial a examinar algunas de las más significativas: la asertividad,
la prosocialidad y la resiliencia. Las caracterizamos y propusimos
ejercicios sobre la resiliencia, tan necesaria para superar las dificultades,
que permite que las personas puedan sobreponerse a la adversidad,
saliendo fortalecido de esas circunstancias negativas.

También mostramos lo importante que es el sentido del humor, el buen


ánimo, y la risa como “terapia”.

Por último, y relativo a lo metodológico, les ofrecimos en este módulo


un abanico de actividades de facilitación de aprendizajes, lecturas
complementarias y ejercicios para realizar en primera persona, y poder
comprobar en cada uno/a, si la teoría hace coherencia con las prácticas.

Guía de autoevaluación del Módulo

Para finalizar este segundo módulo le proponemos revisar si ha logrado


alcanzar las metas de aprendizaje propuestas a través de la siguiente
guía de autoevaluación.

Guia de autoevaluación del Módulo

En la guía de autoevaluación, encontrará un listado de los temas que no


pueden obviarse en el repaso. Por lo tanto, se sugiere, revisar las lectu-
ras y los trabajos de facilitación de aprendizajes que se han propuesto,
como la propia participación en los foros, así como la de los colegas,
con quienes se habrán establecido diálogos virtuales, seguramente muy
enriquecedores.

Diplomatura Universitaria en Educación Emocional - Módulo II - pág. 39


Deberían estar claros los conceptos de:

• Curriculum de Educación Emocional (Objetivos y Contenidos)

• Modelos y contextos de intervención

• Herramientas de gestión emocional:

• Autoconocimiento, autoestima, autocontrol y autorregulación, auto-


nomía

• Habilidades socio-emocionales

• Comunicación humana y relaciones interpersonales

• Habilidades para la vida y la resolución de conflictos

• Asertividad, Prosocialidad, Resiliencia

• Risa y humor en Educación Emocional

La claridad y distinción en estos conceptos, implicará la posiblidad


de pensar en situaciones y ejemplos concretos, y no solamente poder
resumir o sintetizar definiciones.

¡Felicitaciones! Hemos finalizado el Módulo II por tal motivo, le propone-


mos realizar la siguiente actividad que le permitirá transferir y aplicar los
contenidos a su práctica profesional. Esperamos que disfrute la tarea.

Trabajo Práctico Requerido - Módulo II

Prácticas de la Educación Emocional

La consigna de esta actividad la encontrará publicada en el campus.

Diplomatura Universitaria en Educación Emocional - Módulo II - pág. 40


Tenga en cuenta que este trabajo tiene fecha de entrega. Por fa-
vor, consulte el cronograma para poder cumplir con los tiempos
estipulados.

Recuerde que usted cuenta con el apoyo de su tutor/a


para acompañarlo durante el proceso de aprendizaje.

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