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JURISPRUDENCIA

Roj: SAP M 7898/2002 - ECLI:ES:APM:2002:7898


Id Cendoj: 28079370032002100893
Órgano: Audiencia Provincial
Sede: Madrid
Sección: 3
Fecha: 17/06/2002
Nº de Recurso: 15/2002
Nº de Resolución: 241/2002
Procedimiento: PENAL - PROCEDIMIENTO ABREVIADO/SUMARIO
Ponente: JUAN PELAYO MARIA GARCIA LLAMAS
Tipo de Resolución: Sentencia

D. ENRIQUE MARUGAN CID


SECRETARIO DE LA SALA
ROLLO SALA: 15/02
P. ABREVIADO: 5058/01
JDO. INSTR. N°34-MADRID
SENTENCIA NUM: 241
AUDIENCIA PROVINCIAL DE MADRID
ILMOS. SRES DE LA SECCION TERCERA
D. JUAN PELAYO GARCIA LLAMAS
Dª. BELEN VERDYGUER DUO
Dª. MATILDE GURRERA ROIG
En Madrid, a 27 de Junio de 2002.
Vista, en juicio oral y público ante la Sección 3ª de esta Audiencia Provincial la causa procedente del Juzgado
de Instrucción n°34 de esta Capital seguida de oficio por delito de lesiones, contra Pedro Francisco , con D.N.I
NUM000 mayor de edad, nacido el 29 de Mayo de 1966, hijo de Gabriel y de Josefa, natural de Madrid, con
domicilio a efectos de citaciones en Ronda de las Provincias s/n, de ignorado estado civil, de profesión policía
municipal del Excmo. Ayuntamiento de Madrid, sin antecedentes penales, solvente y en libertad por esta causa
de la que no consta que haya estado privado.
Han sido partes el Ministerio Fiscal, representado por la Ilma. Sra. Dª. María López Orejas; como acusación
particular Jose María , representado por la Procuradora Dª. Elena Muñoz González y defendido por la Letrado
Dª. Cristina Luna Guerrero; el acusado citad representado por la Procurador Dª. Rocío Sampere Meneses y
defendido por la Letrado Dª. María José Sánchez Tierraseca; y como responsable civil subsidiario el Excmo.
Ayuntamiento de Madrid, representado por el Procurador D. Luis Fernández Granados Bravo y defendido por
el Letrado D. Alfonso Martínez Alex, y Ponente el Ilmo. Sr. Magistrado D. JUAN PELAYO GARCIA LLAMAS.

I. ANTECEDENTES DE HECHO
PRIMERO.- El Ministerio Fiscal, en sus conclusiones definitivas, calificó los hechos objeto de las actuaciones
como constitutivos de un delito de lesiones previsto y penado en el artículo 147.1 del Código Penal reputando
como responsable del mismo en concepto de autor a Pedro Francisco , concurriendo la circunstancia
agravante de prevalerse del carácter público, artículo 22.7 del Código Penal , interesando la pena de prisión
de 21 meses, inhabilitación especial para la profesión de policía municipal, pago de costas, y a indemnizar a
Jose María en 601 euros, con la responsabilidad civil subsidiaria del Ayuntamiento de Madrid.

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En igual trámite la acusación particular consideró que los hechos eran constitutivos de un delito de lesiones,
previsto en el artículo 147.1 y 148.1 del Código Penal , y otro delito de tortura del artículo 174 de igual texto
legal, reputando como responsable de los mismos en concepto de autor a Pedro Francisco , concurriendo
las circunstancias agravantes de abuso de superioridad y prevalimiento de carácter público, artículos 22.2
y 22.7 del Código Penal , interesando por el primer delito la pena de prisión de tres años y por el segundo
prisión de cuatro años e inhabilitación absoluta de doce años, así como a indemnizar a su patrocinado en
407.000 pesetas, con la responsabilidad civil subsidiaria del Ayuntamiento de Madrid, pago de costas, dejando
para ejecución de sentencia la determinación de la indemnización por secuelas o el tratamiento al que deba
someterse el lesionado, con remisión de testimonio en cuanto al policía 66.266 por un posible delito de falso
testimonio.
SEGUNDO.- La defensa de Pedro Francisco y del responsable civil subsidiario, en sus conclusiones
también definitivas, interesaron una sentencia absolutoria con todos los pronunciamientos favorables por
disconformidad con los correlativos del Ministerio Fiscal y de la acusación particular.

II. HECHOS PROBADOS


De la apreciación de la prueba practicada resulta probado y así se declara:
I. Sobre las 17,20 horas del día 15 de Junio del 2001, en la calle Ombu de Madrid, el policía municipal del
Ayuntamiento de Madrid, con carnet profesional NUM001 , debidamente uniformado y en el ejercicio de sus
funciones, procedió a dar el alto a Jose María con motivo de circular el mismo en un ciclomotor sin llevar el
preceptivo caso, solicitándole su documentación personal y la del vehículo, careciendo de ambos Jose María
. En un momento dado se sumó a la intervención el ahora acusado Pedro Francisco , policía municipal del
Ayuntamiento de Madrid con carnet profesional NUM002 que se encontraba en el ejercicio de sus funciones,
requiriendo a Jose María para que facilitase sus datos de identidad, haciéndolo verbalmente Jose María pero
participando un número de documento nacional de identidad incorrecto, y mientras el primer agente verificaba
los datos Pedro Francisco se encaró con Jose María , reprochándole el carecer de documentación y facilitar
datos inexactos, haciéndole sabe que procederían a su traslado a dependencias policiales para su correcta
identificación, llegando en un momento dado Pedro Francisco a propina un cabezazo en la cara a Jose María
, así como un puñetazo y un golpe en la cadera con su defensa reglamentaria en la cadera, cesando en su
conducta ante la intervención del agente 6626.6 siendo seguidamente trasladado Jose María a un centro
médico para su reconocimiento y presentado en calidad de detenido en la Comisaría de Arganzuela, donde
fue puesto en libertad a las pocas horas.
II. Jose María resultó con contusión en nariz con epistaxis en fosa nasal derecha, contusión en región
malar izquierda y cadera izquierda, para cuya curación necesitó además de primera asistencia tratamiento
consistente en septoplastia y reducción de fractura nasal, curando a los diez días durante los que estuvo
impedido para sus ocupaciones habituales.

III. FUNDAMENTOS DE DERECHO


PRIMERO.- Los hechos declarados probados son constitutivos de un delito de lesiones, previsto y penado en el
artículo 147.1 del Código Penal , al concurrir los requisitos exigidos por el tipo penal: a) Un quebranto de la salud
en su acepción más amplia, tanto física como psíquica, incluyendo la integridad corporal; b) La exigencia para
la sanidad de tratamiento médico o quirúrgico para curar la lesión o reducir sus consecuencias, comprendiendo
el primero la planificación de un sistema de curación o de un esquema prescrito con finalidad curativa que
rebase el simple diagnóstico o la pura prevención médica, y el segundo cualquier acto de naturaleza quirúrgica
ya sea cirugía mayo o menor y c) El dolo de causar las lesiones. Al margen de la atribución subjetiva, la pericial
practicada en el plenario ha revelado que frente al informe médico inicial en el que se indica que no se aprecian
fracturas, folio 16, fue necesaria una septoplastia y una reducción de la fractura nasal, operaciones realizadas
por el Doctor Carlos Antonio y reconocidas por el médico Forense por más que las englobe dentro de la
reducción de fractura, afectando una a los huesos propios de la nariz y la otra al tabique nasal, habiendo
señalado la jurisprudencia del que siempre que sea necesario reparar el cuerpo humano, restaurar o corregir
cualquier alteración funcional y orgánica producida por las lesiones, se estará en presencia de tratamiento
quirúrgico, TS 2 28-02- 1992, 18-06-1993 y 26-02-1998.
La acusación particular ha propugnado para el delito de lesiones la aplicación del apartado primero del artículo
148.1 del Código Penal , tipo cualificado de aplicación potestativa en función del resultado causado o riesgo
producido, cuando en la agresión se hubieran utilizado armas, instrumentos, objetos, medios o métodos o
formas concretamente peligrosas para la vida o salud física o psíquica del lesionado, concretando dicha

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cualificación en su informe en la utilización de la defensa por Pedro Francisco . La agravante específica


del apartado primero del artículo 148 presupone que el autor haya utilizado algo más que su propia fuerza
personal, un medio específico que aumente su capacidad agresiva y de manera que ponga en peligro la vida o
integridad corporal del lesionado, TS 2ª 17-10-1998, circunstancia que no concurre en un golpe con la defensa
reglamentaria, -cuyas características se ignoran-, propinado a la altura de la cadera y que no causa más que
una contusión.
SEGUNDO.- Exclusivo de la acusación particular es la imputación a Pedro Francisco de un delito de tortura,
tipificado en el artículo 174 del Código Penal , y en su modalidad de grave dada la pena privativa de libertad
pedida. La tortura ha sido definida por la Convención de Nueva York de 10-12-1984 . Convención contra la
tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanas y degradantes -como todo acto por el que se infrinjan
intencionadamente a unas personas dolores o sufrimientos graves, con el fin de obtener de ella, o de un tercero,
información o una confesión, o con el fin de castigarla por una acto que se haya cometido o se sospecha que
ha cometido, también para intimidar o coaccionar a esa persona o a otros. Al concepto expuesto responde la
regulación legal, artículo 174 del Código Penal , que si bien acoge un concepto sumamente amplio mantiene
el elemento tendencial; el propósito de obtener una confesión o información o de castigarla por un hecho que
se haya o sospeche que haya cometido, finalidad que está ausente en la actuación de Pedro Francisco , la
gratuidad de una agresión por un agente de la autoridad o si se quiere la brutalidad policial no es sinónimo
del delito de tortura. Por ello procede la absolución de Pedro Francisco , al margen de señalar el Tribunal que
en el auto de apertura del juicio oral de fecha 24-01-2002 , tras recoger en los antecedentes de hecho tanto
la calificación del Ministerio Fiscal como la acusación particular, acuerda la apertura del juicio oral sólo por
el delito de lesiones.
TERCERO.- Del delito de lesiones es responsable penal en concepto de autor Pedro Francisco por su
realización voluntaria y material, artículo 27 y 28 párrafo inicial del Código Penal . Para tal afirmación, con
la consiguiente destrucción de la presunción de inocencia, parte este Tribunal de la prueba practicada en el
acto del juicio oral con observancia de los principios de oralidad, inmediación, publicidad y contradicción.
El testimonio de Jose María ha sido claro y preciso sobre como ocurrieron los hechos, mantenido en el
tiempo desde la denuncia inicial y corroborado por otros elementos de prueba. El informe de asistencia médica
constata una lesiones que se corresponde a la agresión denunciada, no siendo una mera transcripción de
manifestaciones subjetivos de quien solicita la asistencia. Está también el testimonio de Flora que si bien
no presenció el inicio de los hechos, sí resulta relevante por cuanto expone que vió a Jose María un poco
acorralado por dos policías, uno le empujaba y le daba con la porra en la pierna y costado, mientras el otro
parecía detener a su compañero, testigo ajena a todos los intervinientes en los hechos y a las pretensiones
deducidas. Por último aparece como indigna de crédito la versión del acusado en orden a que Jose María le
dio un cabezazo siendo así que no presentaba ni la más mínima herida, erosión o contusión.
CUARTO.- En la realización de dicho delito ha concurrido la circunstancia agravante de prevalerse Pedro
Francisco de su carácter de funcionario público, artículo 22.7 del Código Penal , no así la de abuso de
superioridad propugnada también por la acusación particular. Esta última agravante, circunstancia segunda
del artículo citado, tradicionalmente denominada como alevosía menor, requiere: a) La existencia de una
superioridad física o psíquica, que puede deberse ésta última a la utilización de medios para la vida o la
integridad personal de la víctima superiores a los que ésta pueda disponer, o a la contribución a la agresión
de varias personas; b) Que el agente conozca su superioridad y se valga de ella para la realización de sus
fines y c) Que la superioridad no sea un elemento del tipo delictivo, teniendo Pedro Francisco y Jose María
una similar complexión física la superioridad del primero dimana de su condición de agente de la autoridad
que está actuando en el ejercicio de sus funciones, poniendo el carácter indicado al servicio de la acción
delictiva que ejecuta, por ello la apreciación de las dos agravantes supondría la doble valoración de una misma
circunstancia habiendo optado el Tribunal por la séptima al considerarla más específica.
QUINTO.- En orden a la determinación de la pena la concurrencia de una circunstancia agravante obliga a
imponerla en su mitad superior, de un año y nueve meses a tres años y dada la entidad del resultado lesivo
se considera proporcionado el mínimo posible expuesto. En cuanto a la pena accesoria cometidos los hechos
por quien es funcionario público, prevaliéndose de tal carácter, y mediante una agresión gratuita y absurda,
y ello por quien tiene entre las principios básicos de su actuación observar un trato correcto y esmerado en
sus relaciones con los ciudadanos, ejerciendo su función con absoluto respeto a la Constitución y al resto del
ordenamiento jurídico, artículo 5 de L.O 2/1986 , el Tribunal considera adecuado del catálogo previsto en el
artículo 56 del Código Penal la de inhabilitación especial para el cargo público de policía municipal.
SEXTO.- Que toda persona responsable criminalmente de un delito o falta lo es también civilmente viniendo
obligado a indemnizar los daños y perjuicios causados, artículos 109 y 116 del Código Penal . No detallados los
conceptos por los que se pide la indemnización el Tribunal, a la vista de los escritos de calificación, entiende

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que deben ser referidos al tiempo que tardó en curar Jose María de sus lesiones, habiendo acogido el informe
Médico Forense que lo establece en diez días, frente al informe del Doctor Carlos Antonio que establece la
baja laboral en 37 días, y ello de una parte por cuanto el Médico Forense tiene entre sus cometidos específicos
la valoración de los daños corporales, artículo 3 c) del Real Decreto 296/1995, de 23 de febrero , por el que
se aprueba el reglamento orgánico del Cuerpo de Médicos Forenses, y de otra porque el alta laboral no es un
concepto coincidente con la sanidad en sentido médico legal. En cuanto a la concreta indemnización debe
fijarse en 601 euros correspondientes a la cantidad de diez mil pesetas por día de incapacidad que usualmente
se viene concediendo en supuestos análogos por lesiones impeditivas en personas mayores de edad y activas
laboralmente. Debe denegarse, por último, la petición para ejecución de sentencia en orden a la determinación
de las secuelas o de tratamiento al que deba someterse Jose María , tanto unas como otras son inexistentes
al día de hoy e improbables según los peritos, y al Tribunal le resulta imposible fijar las bases, exigidas por el
artículo 115 del Código Penal , para unas secuelas futuras e inciertas.
SEPTIMO.- De la indemnización expuesta debe responder subsidiariamente el Excelentísimo Ayuntamiento
de Madrid de conformidad con el artículo 121 del Código Penal . Concurren los requisitos exigidos para
tal declaración, a) El personal del vinculo del autor con la Administración. B) La actuación en el ejercicio
de su cargo o función y c) Que la lesión o daño producido lo haya sido como consecuencia directa del
funcionamiento lo haya sido como consecuencia directa del funcionamiento de los servicios públicos que le
estuvieran confiados al autor. Ciertamente el delito no forma parte de los fines del Ayuntamiento de Madrid,
ni den ninguno de los entes públicos a que se refiere el artículo ya citado del Código Penal, pero la causa de
su reprochable conducta se encuentra en un exceso en las atribuciones y funciones de Pedro Francisco con
ocasión del ejercicio de las mismas.
OCTAVO.- Que las costas procesales vienen impuestas por ley a toda persona responsable criminalmente e
un delito, debiendo declararse de oficio las correspondientes al delito pro el que se absuelve. Dicha condena
ha de incluir las devengadas, proporcionalmente, por la acusación particular por cuanto su intervención, pese
a no acogerse la totalidad de sus pretensiones, no ha sido irrelevante ni perturbadora, proponiendo para el
plenario el testimonio del lesionado y las periciales médicas, en buena medida decisivas para configurar la
convicción del Tribunal. No procede acceder a deducir el testimonio interesado en orden a la declaración del
agente NUM002 por no apreciar el Tribunal visos de falsedad en su declaración.
Vistos, además de los citados, los preceptos legales pertinentes del Código Penal y Ley de Enjuiciamiento
Criminal.

FALLAMOS
Que absolviendo a Pedro Francisco del delito de tortura del que venia acusado por la acusación particular,
debemos condenarle y le condenamos como autor penalmente responsable de un delito de lesiones ya
definido, concurriendo la circunstancia agravante de prevalerse de carácter público, a la pena de prisión de un
año y nueve meses, con la accesoria de inhabilitación especial de cargo público como policía municipal, pago
de la mitad de las costas procesales con inclusión de las devengadas por la acusación particular, declarando de
oficio la otra mitad de las costas, y a indemnizar a Jose María en 601 euros, que devengarán el interés previsto
en el artículo 576 de la L.E.Cr , declarando la responsabilidad civil subsidiaria del EXCMO. AYUNTAMIENTO
DE MADRID.
Aprobamos por sus propios fundamentos el auto de solvencia elevado en consulta por el Instructor y obrante
en la pieza de responsabilidad civil.
Notifíquese la presente sentencia a las partes haciéndolas saber que no es firme y que contra la misma podrá
interponer recurso de casación ante la Sala Segunda del Tribunal Supremo, que deberá ser preparado ante
este Tribunal en el plazo de los S días siguientes al de la última notificación, conforme a lo dispuesto en los
arts. 212 y 847 b) de la Ley de Enjuiciamiento Criminal. Así por esta nuestra Sentencia, de la que se llevará
certificación al Rollo de Sala, la pronunciamos, mandamos y firmamos.

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