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La presencia inglesa en México

durante el siglo XIX

Alma Laura Parra

Este trabajo tiene como objeto presentar un detectar al menos ciertos grupos ligados con las
panorama general de la presencia británica en oleadas de capital que se recibieron en distin-
México durante el siglo XIX. Trataré de señalar tos momentos.
un conjunto de datos que permitan establecer En este sentido, su presencia es cualitati-
su singularidad y asentar que los grupos de vamente distinta a la de aquellas otras comu-
ingleses que hicieron casa en algún momento nidades de extranjeros que se han formado en
en México fueron distintos de otras comunida- nuestro país a raíz de motivaciones de carác-
des extranjeras instaladas en nuestro país, por ter político y/o social y cuya llegada a México
su impacto y por su origen. responde mayoritariamente a factores de ex-
Si observamos a los británicos en un perio- pulsión de sus países de origen.
do tan largo y a la luz de los impulsos que le
dieron origen, muestran muy claramente una
característica clave y constante. Esta caracte- La Gran Bretaña como primera
rística consiste en que la presencia de ingleses potencia mundial
en México se asocia directamente con la llega-
da de capital, ya fuera financiero, humano o de Como resultado de la Revolución Industrial que
infraestructura. En todas estas modalidades, se desarrolló en Inglaterra con gran ímpetu des-
su arribo reflejó también las características de mediados del siglo XVIII, la exportación de
propias del desarrollo de Gran Bretaña y Mé- capitales adquirió un papel central en el siste-
xico a lo largo del periodo y de la relación que se ma productivo de Gran Bretaña durante todo el
estableció entre ambos países en el contexto siglo XIX y hasta el estallido de la Primera Gue-
más amplio de la división internacional del tra- rra Mundial, en 1914. 1 Esta situación estaba
bajo. apoyada por las grandes transformaciones in-
Una segunda característica de importancia ternas que se habían operado en el interior de
relacionada con la llegada de ingleses a nuestro su economía, como la expansión industrial, la ex-
país es la desproporción, en términos numé- pansión de las comunicaciones y la introducción
ricos, de los individuos que llegaron, frente al de innovaciones tecnológicas, tanto en la pro-
impacto económico que significó la presencia ducción industrial urbana como en la produc-
inglesa en México. Pese a la carencia de ctfras ción agrícola. Estos factores coadyuvaron a un
exactas de la llegada y permanencia de britá- crecimiento del sector comercial que trascendió
nicos en México para todo el periodo, podemos muy pronto las fronteras del propio país y que

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permitió el afianzamiento de su sector financie- económico. Un interés que ya era patente du-
ro como el más sofisticado y perfeccionado en el rante el periodo de guerra, cuando la presencia
mundo. El liderazgo financiero británico se británica se había hecho sentir, al promover de
debió también al saldo de las guerras napo- manera clandestina las luchas independentis-
leónicas, que habían postrado los sistemas fi- tas por medio de préstamos y venta de armas a
nancieros de Europa continental y la habían los ejércitos insurgentes, de envío de mercena-
librado de posibles competidores. rios y del apoyo abierto a conspiraciones. 5
Esta gran expansión se expresó en la con- En México, la liga económica formal con Gran
quista de mercados por medio de la consolida- Bretaña fue promovida de dos formas. Una pri-
ción del imperio británico, al asegurar, por un mera al contratar con casas comerciales bri-
lado, la posesión de sus colonias (que había acre- tánicas los primeros préstamos otorgados al
centado a lo largo del siglo XVIII) y, por otro, la gobierno (que promovieron a su vez el estableci-
exportación de capitales y fomento del inter- miento de casas comerciales); y,.segunda, como
cambio comercial de manufacturas británicas, parte de las actividades de fomento prioritarias
para así lograr satisfacer ''la búsqueda de la ri- para la reactivación económica. Al igual que con
queza, el poder y el placer" iniciada en el siglo los préstamos enviados, algunos mexicanos bus-
XVIILZ caron en Inglaterra fuentes de financiamiento
Tomando en consideración estas dos modali- para invertir en las minas de distintas regiones
dades principales de expansión adoptadas por de México, cuya producción requería de nuevos
Gran Bretaña podemos asumir que la coloniza- capitales dada la emigración de cuantiosos fon-
ción y posesión territorial directa en algunos dos españoles de esta actividad,6 así como expe-
países implicó una concentración de población de riencia técnica para su rehabilitación.
origen británico mucho mayor que la existente La noticia de las riquezas mineras de México
en aquellas regiones donde la expansión econó- era bien conocida en el exterior, principalmente
mica no significó el control político y adminis- por la amplia difusión de la obra de Alexander
trativo directo. En la segunda década del siglo von Humboldt en toda Europa. El viajero ale-
XIX, las áreas recién independizadas de Espa- mán había augurado enormes resultados para
ña se convirtieron en buena parte del terreno toda aquella empresa capaz de restablecer el
que conformaría el imperio informal británico. 3 trabajo de las minas en gran escala. Pero tam-
La consolidación de la expansión financiera bién los ingleses comenzaron a explorar las po-
de Inglaterra a principios del XIX coincidió sibilidades de inversión por medio de enviados
perfectamente con la independencia de las colo- que recogían información básica sobre el esta-
nias españolas en América. A partir de la se- do y las potencialidades de las minas mexica-
gunda década del siglo pasado, el centro de in- nas. Inglaterra, por su parte, podía aportar el
terés de las inversiones británicas se volcó capital y la experiencia en explotación minera
hacia esta región, al tiempo que crecía el deseo que había desarrollado con el uso de máquinas
de estos países por reconstruir sus economías, de- de vapor en las explotaciones carboníferas de
vastadas por las guerras de independencia, y distintas regiones de Gran Bretaña.
por reanimar las actividades productivas más Durante este periodo se formaron en Inglate-
importantes. Durante los primeros años de la rra 46 compañías para operar en América Lati-
década de los veinte, América Latina recibió na; 28 de ellas eran compañías mineras, y de
entre 25 y 30 millones de libras esterlinas" éstas, 7 se instalaron en México como parte
En México, a partir de 1821 la separación del interés común de los dos países. 7
de España permitió que se sentaran las ba-
ses de las relaciones diplomáticas entre Gran Viajeros y negociantes
Bretaña y nuestro país. Muy pronto Inglaterra
reconoció la independencia de México, refor- Sentadas las bases que propician un flujo de
zando así su intención de formalizar su interés británicos a nuestro país, llegan, por una parte,

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los diplomáticos, representantes del gobierno cana, son ricos en información sobre la cultu-
cuyas instrucciones casi siempre consistían en ra, la población, la geografía de extensas regio-
establecer y ensanchar vínculos comerciales. nes, la política y la economía mexicanas, pero
Otros, después de haber actuado como negocia- fundamentalmente nos ilustran detalladamen-
dores de los primeros préstamos, se establecie- te sobre sí mismos y sus compatriotas. Estos
ron de forma más permanente para emprender textos también proporcionan, de manera muy
y administrar nuevas empresas, y otros llega- importante, información sobre los vínculos con
ron directamente a la minería. las élites mexicanas, tanto en el nivel de los
Ahora bien, es necesario mencionar varias ca- negocios como en el social. Aun cuando ha sido
racterísticas de los ingleses que se encontraban señalado que la actitud en México hacia el
en México en la primera mitad del siglo XIX. extranjero era ambivalente, 8 y que los ingle-
1. No sabemos de qué tamaño era la comunidad ses (así como otros extranjeros y, por supues-
británica en México; sin embargo, sabemos que to, también la población mexicana) estaban
controlaban durante la primera mitad del siglo expuestos a la violencia provocada por la ines-
XIX prácticamente toda la actividad comercial tabilidad política y económica prevaleciente
en gran escala. 2. Su involucramiento en dichas durante ese periodo, es muy claro que, como re-
actividades los mantuvo vinculados con el go- presentantes del capitalismo más avanzado,
bierno y las élites mexicanas. 3. Existía una aso- los ingleses fueron acogidos y respetados por las
ciación directa entre las actividades comercia- clases más acomodadas, al hacerlos sus socios y
les y las actividades diplomáticas. Era frecuente, compartir usos sociales. A principios de los años
si no es que regla, que los funcionarios o propie- cuarenta del XIX, la Marquesa Calderón de la
tarios de las grandes empresas comerciales fun- Barca describía una fiesta organizada por los
cionaran como oficiales consulares de Gran diplomáticos ingleses de la siguiente manera:
Bretaña en distintas ciudades del país. 4. La úni-
ca emigración, que puede considerarse como
El baile de los ingleses en Minería ['..l no
tal, de británicos no ligados a las altas esferas
podía ser más espléndido [... l. Ahí se en-
de la sociedad mexicana y que constituyó una
contraba reunido lo que se llama "todo
comunidad de carácter más permanente y con
México". [...l En todas las salas se encon-
mayor asimilación en el largo plazo, fue la de los
traban retratos de la reina Victoria [... l y
mineros de Cornwall, que fueron reclutados des-
es que a los señores ingleses siempre les
de principios de los años veinte con el objeto de
sale bien lo que se proponen llevar a cabo. 9
integrarse como mano de obra especializada en
las labores mineras planeadas por las compa-
ñías instaladas en México a partir de 1824. Para la Marquesa, "todo México" era el cuer-
Dada la inexistencia de un registro oficial del po diplomático, el gabinete y las familias más
número de británicos que había en México, las acomodadas del país.
fuentes para apreciar el tamaño de su comuni- La pequeña pero poderosa comunidad de co-
dad pueden buscarse en los propios registros merciantes británicos ha sido más estudiada por
que estos ingleses crean. Naturalmente, los re- interesados en el comercio que por los estudio-
gistros diplomáticos nos deberían dar una idea sos de grupos extranjeros. Estos trabajos nos
sobre esto (trabajo no realizado hasta ahora), indican claramente el dominio casi absoluto que
pero frecuentemente son también una buena tenían los ingleses sobre el comercio de impor-
fuente los propios registros diarios así como los taciones y exportaciones en México, debido a la
informes de viaje que los ingleses han dejado experiencia existente en su país relacionada
como testimonio de su paso por este país. Aun- con estas actividades y, sobre todo, por la liga
que estos textos tenían por lo general el objetivo que conservaron con Inglaterra, lo que les ga-
de orientar a la opinión británica, a los inver- rantizaba el acceso al crédito y otros recursos
sionistas y al gobierno sobre la situación mexi- sobre los comerciantes nacionales.

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En 1826 existían 17 casas comerciales britá- tecas el estanco del tabaco. Ya como la Casa
nicas en México; 14 se encontraban en la capi- Manning y Mackintosh, se involucraron en acti-
tal. Las casas más fuertes fueron la de Manning vidades mineras en el norte del país; en inten-
y Marshall (posteriormente Manning y Mac- tos por reconvertir la deuda mexicana, comer-
kintosh) y la de Barron y Forbes, que subsistie- ciaron con concesiones que otorgaba el gobierno
ron por un periodo muy largo. Para principios para realizar distintos proyectos. Como Ba-
de los años sesenta eran muy pocas las que rron, también Mackintosh ocupó un puesto di-
operaban, ya que las casas comerciales británi- plomático desde 1839, cuando fue nombrado
cas que se establecieron en México durante la cónsul en la ciudad de México. 12
primera mitad del XIX tenían una vida de entre Para mediados del siglo XIX el predominio de
3 y 5 años. 10 Esto, aunque impide calcular con las casas inglesas había menguado notablemen-
precisión el tamaño de la comunidad, nos da te. Gran número de ellas quebraron y dismi-
una idea de la presencia británica, consideran- nuyó así la presencia británica en México en
do al menos que el propio agente que llegaba y las actividades más lucrativas.
a veces permanecía en este país era un súbdito
británico. El tamaño de la comunidad británica
se diluye si se considera que estos comerciantes Los mineros de Cornwall
establecieron ligas y asociaciones con comer-
ciantes de otros países, como sucedió con el co- Desde 1824 se formaron, con el fin de trabajar
mercio del Pacífico. 11 en México, la Real del Monte Company, para
Las casas comerciales inglesas fundamen- explotar minas en Real del Monte, Pachuca y
talmente explotaban el comercio de importa- Michoacán; la Bolaños Company, para explotar
ción y exportación, incurrieron en actividades minas en Jalisco y Zacatecas; la Tlalpujahua
de contrabando y especulación, mantuvieron Company, con minas en el Estado de México y
ligas estrechas con los grupos gobernantes casi Michoacán; la Anglo Mexican, con sus intereses
siempre desfavorables para el erario público y principales en Guanajuato, Estado de México,
utilizaron sus representaciones diplomáticas Querétaro y San Luis Potosí; la United Mexican
como fuente de presión para el logro de sus ob- Mining Company, con intereses también en Gua-
jetivos. najuato, Jalisco, Zacatecas, Estado de México,
Firmas como la de Barrony Forbes, por ejem- Chihuahua y Oaxaca; la Mexican Mining Com-
plo, fueron formadas por Eustace Barron, de ori- pany, con establecimientos en Veracruz, Zaca-
gen irlandés, y William Forbes, de Escocia. Se tecas y Oaxaca; y la Catorce Company, con inte-
iniciaron en el negocio de bienes raíces en el reses en San Luis Potosí, Querétaro y Estado de
área de Guadalajara; establecieron su centro de México. Aunque se desconoce el monto de inver-
operaciones en Tepic y se involucraron en el ne- sión original de algunas de estas compañías, se
gocio de importaciones y exportaciones, inclu- calcula que en total invirtieron inicialmente
yendo plata y azogue, uno de los más lucrativos. alrededor de 3 millones de libras esterlinas. 13
Posteriormente consiguieron hacerse de la mina Acompañando al capital dedicado a reanimar
de azogue de Nuevo Almadén, en California, y la actividad en todas estas regiones, las compa-
lograron con ello el monopolio de su abasteci- ñías establecieron cuadros directivos formados
miento. Por si fuera poco, Barron fue cónsul de por ingleses dedicados a la administración. Así,
Inglaterra en Tepic y en el puerto de San BIas. por ejemplo, la compañía Real del Monte tuvo
La compañía Manning y Marshall tuvo un directivos británicos como James Vetch, de ori-
estrecho contacto con el gobierno mediante la gen escocés, Charles Tindal, John Rule y William
compra de bonos; éstos servían para comerciar Rule, quienes pertenecían a una familia minera
con importadores y pagarlos derechos aduanales de Cornwall, John Buchan y, temporalmente,
obteniendo diferentes descuentos. Arrendaron Roderick Mackenzie, Russell Brenchley y Wi-
la Casa de Moneda de Guanajuato y en Zaca- lliam Woodfield. James Vetch 14 dirigió también

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la compañía de Bolaños junto con R.N. Lyon; la tuvo ligas muy estrechas con sus comunidades
Anglo Mexican Mining Company fue dirigida de origen y la administración de la compañía
por William Williamson; la Catorce Companypor misma las utilizó corno instrumento de control
Stokes y la dirección de la United Mexican para sus trabajadores. Conforme la comunidad
Mining Association fue compartida por Lucas creció, se fueron estableciendo lazos matrimo-
Alamán y William Glennie, quien junto con su niales con mexicanas o con sus connacionales,
familia permaneció ligado a la minería de Gua- pero sus estilos de vida fueron reflejándose en
najuato a lo largo del siglo. 15 el tipo de casas que construían; similareEl"a las
La peculiaridad de la forma en que se regis- de sus pueblos, y en sus hábitos alimentarios.
tró la presencia británica en México consistió en Mientras otros intentos colonizadores promo-
la llegada no sólo de personal directivo y admi- vidos por el gobierno mexicano se perdieron en
nistrativo de dichas empresas desde Gran Bre- los debates sobre la libertad religiosa, la de los
taña, sino que uno de los principales objetivos mineros británicos no encontró obstáculo. para
de su establecimiento fue el de utilizar mano de continuar con sus prácticas religiosas protes-
obra inglesa en ciertas labores, tales como las tantes. Así lo confirma la erección de la iglesia
de vigilancia, y aquellas que requerían de cier- metodista en Real del Monte, y el cementerio,
ta destreza en el uso de las innovaciones tecno- conocido corno el Cerro del Judío.
lógicas que se intentaban adaptar a las minas La permanencia en este país de los mineros
mexicanas, como es el caso de la máquina de va- ingleses fue posible gracias a su interés por in-
por. La forma de atracción inicial fue el ofre- vertir sus ahorros en las propias compañías o
cimiento de pago a destajo, a cuya oferta res- por las concesiones que lograban para abaste-
pondieron los primeros 36 empleados de esta cer insumos relacionados con la' minería.
compañía. 16 En 1825 se embarcaron 123 tra-
bajadores; en 1826, 18 más; en 1827 se agregan
139 peticiones para residencia; en 1828 se sa- Británicos y mexicanos en la era
be de 6 llegadas más en la espera de otros 20; en del progreso
junio de 1830 llegan 8 más. Como asientan He-
rrera, Velasco y Flores, "no volverá a existir otra A partir de la disminución de las casas comer-
migración británica tan importante a lo largo ciales británicas a mediados del siglo XIX y la
del siglo XIX" Y disolución de la mayoría de las empresas mine-
A estas primeras oleadas de británicos se ras británicas en la década de los treinta, la pre~
agregan varias a lo largo del siglo, que respon- sencia inglesa representada por capital quedó
dieron en gran medida a la coincidencia de pe- limitada y, aún más, restringida debido a la
riodos de crisis en Inglaterra y a la demanda de oposición británica, encabezada por los tene-
trabajadores en la minería de México. Para me- dores de bonos mexicanos, para invertir mayo-
diados de los años ochenta todavía existían res recursos en el país. Por otra parte, afines
aproximadamente 300 trabajadores originarios de la década de los años sesenta el gobierno de
de Cornwall trabajando en la compañía Real del Juárez rompió relaciones con Gran Bretaña
Monte. 1B Un número desconocido se había dis- debido al reconocimiento que este país había
persado en otros centros mineros corno Guana- hecho ál gobierno de Maximiliano. De este mo-
juato, Zacatecas, Bplaños y El Oro. do, no es sino hasta 1876, con la llegada de Por-
La comunidad de mineros cornish fue un caso firio Díazal poder, que vuelven a coincidir los
muy particular en el contexto mexicano. Nin- intereses económicos de ambos países, lo que
gún otro grupo de británicos alcanzó el sentido facilita la afluencia de inversión británica y, por
de comunidad que se observó en los mineros de lo mismo, la entrada de ciudadanos británicos
Pachuca y Real del Monte. Un sentido de corp.u- a nuestro país.
nidad que trascendió la localidad en 'donde sé Durante el último cuarto del siglo XIX, Gran
establecieron. La mayoría de los cornish man- Bretaña desempeñó uÍl papel hegemónico en el

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mundo y fue el principal promotor de la ex- británico funcionaron en México y otras 23
pansión de la economía mundial. La inversión, tenían capital británico asociado. 20 El capital
la expansión y diversificación del comercio, así se dirigió fundamentalmente a la inversión en
como la migración, fueron las pautas que mar- ferrocarriles, donde representaban, en 1911,
caron el ingreso de las distintas economías a los 35 por ciento de la inversión; minas, con el 14.3
flujos económicos internacionales. En el caso por ciento; negocio de extracción de hule, en pe-
de México, fueron mucho más importantes los tróleo, con 55 por ciento; y en servicios públi-
dos primeros elementos (a diferencia de otros cos, como electricidad, tranvías, introducción de
países que recibieron grandes olas migratorias), agua potable y drenaje y construcción de puer-
particularmente porque embonaron perfecta- tos, cuyo control alcanzó el 89 por ciento. 21
mente con el ímpetu modernizador que carac- El ejemplo más significativo de la presencia
terizó al porfiriato (el cual asignó a la inversión económica británica en México fue la de la fir-
extranjera un lugar vital). Además, en ambos ca- ma Pearson & Son. Weetman Dickinson Pear-
sos la presencia británica tuvo un peso decisivo. son (después nombrado lord Cowdray) vino for-
La inversión registró un incremento sustan- tuitamente por primera vez a México en 1889.
cial de 28.4 millones de libras esterlinas en 1867 Propietario de una empresa contratista, cons-
a 40.8 en 1885, cuando se reanudaron las re- truyó el Gran Canal para el desagüe de la ciu-
laciones diplomáticas y siguió registrando au- dad de México. En el transcurso de treinta años
mentos más modestos en las tres décadas si- expandió y diversificó sus actividades de tal
guientes. 19 forma que, en 1920, se encontraba ligado no só-
Durante este periodo de intereses reencontra- lo a numerosas obras de infraestructura, sino a
dós podemos observar una comunidad británica negocios de petróleo, ferrocarriles, electricidad,
que: 1) Tiene un gran impacto por el control eco- minería y procesamiento de yute.
nómico que ejerce en ciertas actividades. 2) Con- El capital británico controlaba cerca del 90
trola directamente sus inversiones dado el tipo por ciento de las obras públicas y la electricidad.
de negocios a los que dedica su capital. 3) En- La firma de Cowdray, por ejemplo, monopoliza-
cuentra un ambiente propicio en el que pueden ba el mercado de abastecimiento de electricidad
florecer sus inversiones por el abierto respaldo de Tamaulipas, Veracruz, Puebla y el Distrito
que ofrece el gobierno mexicano. 4) La comuni- Federal en más del 95 por ciento. 22 El éxito de la
dad británica aparentemente está representada firma consistió, en parte, en el estrecho control
por un pequeño grupo de grandes capitalistas li- que estableció tanto en su nivel central como en
gados a las élites mexicanas y a la comunidad el regional. En México estableció su centro de
de grandes empresarios de varias nacionali- operaciones en sus oficinas de Puente de Alva-
dades que operan en México. rado, bajo la dirección de John B. Body, de
El capital británico siguió en México ciertas Cornwall, quien estuvo en contacto con los direc-
líneas particulares. Como parte de su mercado tivos de otras empresas inglesas como la misma
de inversiones en América Latina, México ocu- Real del Monte, que se mantuvo como el imán
pó tan sólo el tercer o cuarto lugar en importan- de inmigrantes ingleses a lo largo del siglo.
cia, frente a países como Argentina y Brasil. El Asimismo, esta compañía tuvo una oficina re-
peso de su importancia fue tempranamente ri- gional en cada uno de los estados en los que llevó
valizado por Estados Unidos. Sin embargo, com- a cabo trabajos, como en Veracruz, Tampico y
partió la tendencia general en su orientación Puebla. 23
hacia la inversión directa. Es decir, que una pro- A diferencia de lo ocurrido unas siete décadas
porción mayor del capital inglés vendría nece- atrás, cuando se recurrió al personal británico
sariamente acompañada de, al menos, un ór- para puestos directivos y al reclutamiento de
gano administrativo, generalmente compuesto trabajadores mineros, en el caso de la empresa
de súbditos británicos. Pearson los directivos y técnicos no parecen ha-
Entre 1876 y 1911,304 compañías de capital ber llegado acompañados por grandes contin-

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gentes de trabajadores británicos. Incluso se Así, al doblar el siglo, la influencia econó-
sabe que fue intensivo el uso de mano de obra mica de los británicos en México era notable, al
local en la realización de distintas obras. Por tiempo que su pequeña comunidad se compo-
ejemplo, en la construcción del ferrocarril inter- nía de altos ejecutivos de las compañías que
oceánico se contrataron en algún momento has- manejaban en este país y de aquellos herede-
ta 5,000 trabajadores mexicanos. 24 Así se cons- ros de los primeros inmigrantes que llegaron a
tata también en el caso de las compañías de las minas mexicanas. A la par del impacto eco-
electricidad. nómico, los primeros compartieron con las éli-
Uno de los elementos que apuntaló la expan- tes mexicanas sus costumbres, los iniciaron en
sión del capital británico fue el apoyo del gobier- el polo y departieron juntos en lugares como el
no mexicano. Existen evidencias muy claras de Jockey Club. La comunidad cornish del estado
que, al menos en el caso de Cowdray, existía una de Hidalgo heredó temporalmente la tradición
estrecha relación con Porfirio Díaz, su familia, por el cricket, y más permanentemente la del
y otros miembros del gobierno y de la élite futbo1. 29
mexicana. El hijo de Díaz tenía acciones en la La importancia económica de los británicos
Tampico Electric Light, Power and Traction. 25 en México se vio seriamente disminuida en los
El mismo Porfirio Díaz era accionista de la Ea- años treinta de este siglo. Coincidieron la Re-
gle Oil Company, compañía formada por Pear- volución mexicana, la Primera Guerra Mundial
son. 26 Esta situación tiende a confirmar la idea y el vuelco autárquico que dieron la mayor
de que la política de otorgamiento de concesio- parte de las economías a partir de la crisis del
nes para explotación de recursos pudo haber si- 29. Aunque la mayor parte de los intereses bri-
do utilizada por el gobierno mexicano para favo- tánicos, debido a su tamaño, a su posición es-
recer al capital británico y contrarrestar así el tratégica dentro de la economía mexicana y a
peso del capital norteamericano. la capacidad de negociación que tuvieron sus
Finalmente, hay también indicios de que los directivos, sobrevivieron los vaivenes revolu-
británicos en México no sólo acapararon activi- cionarios. 3o Durante este periodo sufren un re-
dades económicas muy importantes, sino que su pliegue, que se combina con una mala acepta-
control era ejercido por muy pocas personas. ción de las transformaciones promovidas por la
Algunos de éstos habían venido de Inglaterra, Revolución. Esto desalienta su presencia en
pero algunos otros habían sido reclutados del México.
grupo de directivos que habían llegado original- Para concluir, se debe mencionar que la co-
mente a las minas del estado de Hidalgo. Tal fue munidad británica en México ha sido estu-
el caso de Richard Honey ofChancewater, quien diada por la importancia económica que ha re-
fungió como presidente de tres bancos, de dos presentado; gracias a ello podemos darnos una
compañías mineras, de dos compañías de fe- idea general de su paso por este país. Que-
rrocarriles y de una compañía de pinturas. En dan todavía numerosos puntos por investigar
el caso de las compañías británicas que logra- y analizar si se quiere tener un panorama
ron expandirse durante el principio del siglo xx, más completo y detallado. Una entrada sería la
casi siempre funcionaron como corporaciones ce- comparación de la presencia británica en otros
rradas, cuyos socios y directivos eran gene- países de América Latina o, en mayor esca-
ralmente familiares, amigos o socios directos. 27 la, en países miembros de la Commonwealth:
Esto explica por qué, en números, la colonia bri- comparar la influencia, el peso económico, la
tánica ocupaba el quinto lugar de extranjeros difusión de sus costumbres y su dominio políti-
en México, considerando que sus inversiones e co en contextos distintos a los de la realidad me-
intereses en el país eran cuantiosos. 28 xicana.

19
Notas .
1 Leland Jenks, The Migration ofBritish Capital to 14 Robert Randall, Real del Monte: una empresa
1875, London, Nelson University Papers, 1971, p. 5. minera británica en México, México, Fondo de Cultura
2 Asa Briggs, A Social History ofEngland, London, Económica, 1977,p.82.
Book Club Associates, 1983, pp. 170-180. 15 Henry George Ward, op. cit., pp. 349-353. Existen
3 John Gallagher y Ronald Robinson, "The Im- claras evidencias de que la descendencia de William
perialism ofFree Trade", EconomicHistory Review, vol. Glennie permaneció ligada a las actividades mineras:
VI, núm. 1, 1953; D.C.M. Platt, "The Imperialism of como expertos en el distrito de Guanajuato, de acuerdo
Free Trade. Some Reservations", EHR,vol. XXI, núm. con la documentación existente en el Fondo Rul y
2, 1968; W.M. Matthew, "The Imperialism of Free Azcárate.
Trade: Pero 1920-1879", EHR, vol. XXI, núm. 3, 1968; 16 Robert Randall, op. cit., pp. 144-151.
Charles Jones, "Bussiness Imperialism and Argentina 17 Inés Herrera Canales, Cuauhtémoc VelascoÁvila
1875-1900: a Theoretical Note", Journal ofLatinAme- y Eduardo Flores Clair, Etnia y clase. Los trabajadores
rican Studies, vol. XII, núm. 2, 1980; Lorenzo Meyer, Su ingleses de la Compañía Real del Monte y Pachuca,
majestad británica contra la Revolución mexicana 1900- 1824-1906, México, INAH (Cuadernos de trabajo núm.
1950, México, El Colegio de México. Todos estos traba- 38), 1981, p. 8.
jos han contribuido al debate sobre la definición de 18 D.C.M. Platt, Latin American and British Trade
imperio informal, .estableciendo la pertinencia de afi- 1806-1914, London, Adam & Charles Black, 1972, p.
nar pel'iodizaciones y casos particulares. 132. A.C. Todd, The Search for Sílver. Cornísh Miners
4 Bill Albert, SouthAmerica and the World Economy inMexico, 1824-1947, Padstow, Comwall, The Lodenek
from Independence to 1930, London, The Macmillan Press, 1977, p. 154, ofrece un testimonio de que registra
Press, 1983, p~ 26. alrededor de 500 cornish.
5 Guadalupe .1iménez CorlÍinach, La Gran Bretaña y 19 Irvine Stone, "British Direct and Portfolio In-
la independencia de México, 1808-1821, México, Fondo vestment in Latin America Before 1914", Journal of
de Cultura Económica, 1991, p. 353. Economic History, 1977.
6 David A. Brading, Mineros y comerciantes en el 20 Alfred Tischendorf, Great Britain and Mexico in
México borbónico (1763-1810), México, Fondo de Cultu- the Era ofPorfirio Diaz, Durham, NC Duke University
ra Económica, capítulo IV. Brading señala, por ejemplo, Press, 1961,p. 139.
que la minería de Zacatecas era controlada principal- 21 Calculado de los totales que aparecen en Luis
mente por españoles que emigraron llevando sus cau- Nicolau D'Olwer, "Las inversiones extranjeras", Histo-
dales consigo a raíz de la independencia. ria moderna de México. El porfiriato. La vida económi-
7 P.L. Cottrell, British Overseas Investment in the ca, México, Hermes, 1965, vol. VII.
Nineteenth Century, London, The Macmillan Press, 22 Alma Laura Parra Campos, "The Origins of Elec-
1975, p. 19. tricity Supply in Mexico: The British Electrical Com-
8 George Dieter Berninger, La inmigración en Méxi- panies in a Period of Political Change and Economic
co (1821-1857), México, Sepsententas 144, p. 105. Upheaval", tesis, mecanoescrito, apéndice estadístico.
9 Madame Calderón de la Barca, La vida en México 23 Pearson Collection, Science Museum, Londres,
durante una residencia. de dos años en ese país, México, cajas A4, B2, B3, B4.
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