Los autores expresan su agradecimiento a las

siguientes personas y empresas por su apoyo y

colaboración en la realización de este Manual.

Sr. Hernán Garcés Echeverría por su constante apoyo

y confianza por permitirnos desarrollar innovaciones y
nuevas técnicas en sus campos en beneficio de toda la
comunidad frutícola.

Sr. Eduardo Grunwald Aravena por la revisión del

manuscrito, sus valiosos comentarios y aporte
permanente en el mejoramiento de las técnicas de
preparación de suelos.

A los Ingenieros agrónomos Sres. Ricardo Barra y

Waldo Aguirre por sus aportes técnicos y material
fotográfico para la elaboración de este Manual.

A los equipos técnicos de Anasac VI, VII y RM regiones;

en particular al equipo de la VI región, Rodrigo,
Macarena, Cesar, Paola y Lidia, por su incondicional
apoyo a la realización de muchos días de campo de
preparación de suelos, que fueron la base e inspiración
para la elaboración de este documento. Finalmente, a
todo el personal de Río Maypi gracias a quienes fue
posible realizar días de campo de preparaciones de
suelo inéditos en nuestra fruticultura.

A Anasac Chile, por el fundamental apoyo para la

edición y publicación de este documento.
 ANASAC Chile S.A

Índice

Prólogo 07

1. Introducción 09

2. Factores que deben ser considerados para una exitosa 11

preparación de suelos

3. Evacuación de aguas 14

4. La preparación física 16

4.1. Preparación de la Capa arable (0 – 30 cm) 16
4.2. Preparación del subsuelo: El Subsolado 20

5. La preparación química 48

5.1. Análisis químicos y cálculo de requerimiento 48
de Enmiendas

6. Consideraciones económicas 57

Prólogo
La fruticultura chilena ha avanzado vertiginosamente
en los últimos 20 años, conquistando mercados
internacionales de alta exigencia gracias a la calidad
y seguridad de sus productos. Es en este contexto,
especies que hace unas décadas no eran relevantes
por su poco desarrollo y superficie plantada, hoy día
destacan como productos emblemáticos como son
las cerezas, paltos y mandarinas, entre otras.
En los valles con clima adecuado para la fruticultura,
siempre se plantó en suelos amigables, profundos
y en general sin limitantes, pero tanto la expansión
urbana como el crecimiento de la industria ha
obligado a desplazar los huertos frutícolas a zonas
cada vez más alejadas y en muchos casos con
suelos marginales y con todo tipo de limitaciones,
trabajados con cultivos tradicionales o que nunca
se cultivaron. Esta condición presenta un desafío
técnico importante para agricultores, agrónomos e
ANASAC Chile S.A
inversionistas ya que deben trabajarlos y habilitarlos
para que permitan obtener fruta de calidad, en la
cantidad necesaria para la viabilidad y sostenibilidad
en el largo plazo del negocio.
La preparación de suelo es una etapa fundamental
en el establecimiento exitoso de un huerto
frutal, y que lamentablemente en caso de no ser
realizada correctamente al inicio de los proyectos,
es prácticamente imposible de corregir una vez
establecidos los huertos, restándoles potencial y vida
útil con los consecuentes efectos en la rentabilidad.
El Manual de preparación de suelos que se presenta,
es un aporte a la fruticultura chilena ya que permitirá
a todos los actores involucrados a compenetrarse
con las técnicas y estrategias para la correcta
preparación de suelos y mejorar así la productividad
de nuestra industria.
Hernán Garcés Echeverría
Presidente Garcés Fruit
7

1. Introducción
En los últimos 20 años nuestra fruticultura ha mostrado
un crecimiento sostenido gracias al auge de especies
como cerezos, nogales y más recientemente avellano
europeo, con gran expansión desde la VI región costa
(Provincia de Cardenal Caro), valle de Colchagua, Maule,
Ñuble e incluso con crecimientos en la Región de La
Araucanía y de Los Lagos. En el caso de la zona centro
norte, si bien no hay un gran crecimiento en la superficie
a causa de problemas de agua, nuevos proyectos
se están realizando como replantes en suelos que
tuvieron malas preparaciones, y que, en este nuevo
ciclo, deberán ser bien hechas.
Este crecimiento ha obligado a explorar nuevas zonas
agroclimáticas y a su vez, la búsqueda de suelos que
resulten aptos para ser plantados. Gran parte de las
plantaciones más antiguas se hicieron en buenos
suelos, pero en muchos casos con preparaciones
precarias porque no se conocían las técnicas, ni se
contaba con la maquinaría existente en la actualidad.
Lo anterior se tradujo en dos cosas: primero, pérdida
de potencial productivo (alto potencial significa altos
rendimientos, buenos calibres y sustentabilidad
productiva en el tiempo); y segundo, menor vida útil
comercial de los huertos.
ANASAC Chile S.A
Lamentablemente, los mejores suelos de Chile a
estas alturas de nuestro desarrollo frutícola, es decir
aquellos cerca de centros urbanos, planos, bajo cota
de canal, de texturas medias y sin limitantes; o tienen
valores altísimos por su calidad intrínseca, o porque
prontamente serán utilizados en nuevos proyectos
inmobiliarios.
Esto nos ha obligado a explorar nuevas zonas donde
los suelos tienen diferentes tipos de limitantes,
principalmente físicas y que requieren de preparaciones
donde lo primero es secar los campos, para recién
posteriormente comenzar la preparación de roturación
con implementos agrícolas y luego con maquinaria
pesada. Pensar en subsolados con tractores como
antaño, especialmente en suelos con limitaciones es
un total despropósito. Las variables físicas descritas
comprenden la presencia de estratas cementadas, de
tipo Duripán o Fragipán, altos contenidos de arcilla,
presencia importante de piedras, afloramiento de
roca madre en proceso avanzado de meteorización a
escasa profundidad, presencia de napas freáticas, etc.
Todos estos factores limitarán la expansión del sistema
radical, afectando seriamente la relación Copa/Raíz en
la edad adulta y limitarán el movimiento del agua y
consecuentemente la aireación.
9
Manual de Preparación de Suelo en Frutales
Una de las causales más frecuentes del decaimiento
a lo largo de los últimos 20 años ha sido la asfixia
radical, la cual deteriora principalmente a las raicillas
que corresponden al ciclo anual de crecimiento de este
órgano, y las responsables principales de la absorción
de agua y nutrientes. Para mantener el crecimiento
anual de ramas, ramillas y un adecuado Índice de Área
Foliar (IAF), factores fundamentales para sustentar a la
producción requerida en cantidad y calidad, se necesita
un crecimiento anual de raíces y raicillas proporcional,
que sea capaz de sustentar el crecimiento de la parte
aérea a lo largo de los años.
Para lograr lo anterior, es fundamental desde el
comienzo de la plantación, construir las mejores
propiedades físicas y químicas en el suelo, como:
profundidad efectiva, macroporosidad, bajas
densidades aparentes, adecuada conductividad
hidráulica y alta capacidad de aire, estructura de
alta relación superficie/volumen, equilibrio de bases,
entre otros, todos factores esenciales para mantener
la productividad y sustentabilidad en el largo plazo.
Durante los últimos 10 años los productores y
técnicos han tomado conciencia de la importancia
de la preparación del suelo, así como del uso de
maquinaria pesada para lograr adecuadamente este
10
propósito. Sin embargo, lamentablemente pese al
esfuerzo realizado, hemos constatado, como se
mencionó anteriormente, que las preparaciones en
muchos casos han quedado defectuosas, lo cual ha
limitado el vigor, la cantidad y calidad de la fruta; y lo
que es peor aún, la vida útil de los huertos.
Es muy importante destacar que dentro de lo que
llamamos “manejos agronómicos”, que son los
procedimientos que utilizamos para obtener altas
producciones, como son el riego, la fertilización,
aplicaciones fitosanitarias, etc., las realizaremos
cientos de veces a lo largo de la vida útil del
cultivo, lo cual nos permite aprender y corregir,
pero la preparación del suelo solo se realizará
una vez en la vida del huerto, sin la posibilidad de
corregirla, con todo el compromiso de pérdida de
potencial productivo que esto significa. Es por esto
que la primera fase fundacional debe ser pensada
y ejecutada de la mejor forma posible, sin apuros ni
presiones, y con los profesionales especialistas que
aseguren el éxito del cumplimiento del objetivo.
Por lo anterior, el propósito del presente Manual
es presentar nuevos argumentos que explican los
defectos detectados, y las técnicas que hoy nos
permiten corregir este inconveniente a fin de asegurar
la sustentabilidad productiva de largo plazo.

2. Factores que deben ser considerados para una
exitosa preparación de suelos
Es muy recurrente ver nuevos proyectos que
comienzan con la adquisición o arriendos de
tierra, realizan estudios de suelo para evaluar
la aptitud frutal de estos, luego se establece una
carta Gantt de ejecución, donde por supuesto se
contratan las plantas con los viveros suponiendo
que toda la superficie es preparable de una
sola vez. Lo anteriormente descrito, desde la
perspectiva de la preparación de suelos es un
error, por cuanto es perfectamente posible que
no toda la superficie pueda ser preparada en una
sola temporada por diferentes razones, como ser:
en primer lugar, se podría requerir la construcción
de desagües y drenajes previo a la roturación
del suelo, segundo, altos contenidos de humedad
en el suelo inadecuados para la preparación, etc.
Entonces es muy importante realizar un acucioso
análisis de calicata, apoyado por ejemplo con fotos
satelitales para conocer los contenidos de humedad
de los diferentes suelos, de manera que permitan
determinar con precisión que superficie será
posible preparar en la temporada en cuestión, la
secuencia para realizarla, y cual quedará rezagada
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para la siguiente temporada. Al no considerar este
factor, entonces se fuerza a realizar preparaciones
inadecuadas para plantar (dado que las plantas ya
fueron compradas), con todas las consecuencias
negativas que esto traerá para el proyecto.
Con lo anterior claro y definido, es fundamental
entender que este proceso comprende tres
partes, que deben ser llevados a cabo de manera
secuenciada y diferenciada:
1. Evacuación de las aguas que ingresan al campo,
ya sea por napas freáticas, lluvia, escorrentía de
terrenos aledaños y/o riego de vecinos.
2. Preparación física. A su vez, se divide en dos
partes; la preparación de la capa arable y del
subsolado, etapas que serán descritas en detalle
en este texto.
3. La preparación química. En esta etapa, con los
análisis de suelo pertinentes, se determina si se
requiere corregir desequilibrios en la química del
suelo y balances catiónicos, entre otros.
11
Manual de Preparación de Suelo en Frutales

En la Figura 1 se presenta un esquema simple de los pasos descritos.

Figura 1. Esquema representativo de preparación de suelos para el correcto establecimiento de huertos frutales.

12

La secuencia con que se lleva a cabo la labor es
fundamental para el éxito de esta, ya que en la
medida que se articulen correctamente, el resultado
será óptimo y durará toda la vida útil del huerto.
Una buena plantación se planificará a lo menos con 12
meses de anticipación, y en lo que respecta al suelo,
la primera etapa de preparación comenzará a salidas
del invierno previo, analizando los movimientos de
agua, sus posibles evacuaciones y a continuación,
la limpieza de canales, esteros, drenajes naturales
y artificiales, etc., para desaguarlo y secarlo y a la
vez desmontarlo, para posteriormente, en primavera
cuando el suelo alcance el nivel de humedad
apropiado, comenzar la segunda etapa que es la
preparación de la capa arable.
Una vez terminada la preparación de la capa arable,
el subsuelo demorará todavía un tiempo más
largo en estar apto para proceder a la segunda
etapa que es el subsolado, por lo que se deberá
esperar monitoreando la evolución del contenido de
humedad mediante calicatas, lo cual podría ocurrir
desde noviembre (en situaciones muy excepcionales)
hasta finales de marzo, que es el límite en la zona
central por el riesgo de lluvias, que, dependiendo
de su cuantía, al mojar el suelo, podrían impedir
que continúe el proceso. Es también posible que
ANASAC Chile S.A
el subsuelo no llegue a orearse lo suficiente para
ser preparado, y por lo tanto debe ser rezagado y
preparado la siguiente temporada.
Entonces, al momento de elaborar el proyecto y su
implementación, se debe tener claro que superficie es
posible de preparar y plantar en la siguiente temporada,
y cual quedará en rezago para comenzar el proceso
de preparación al año siguiente. Es por esto, que se
podría requerir esperar hasta la próxima temporada
para ser correctamente preparado, y el hacerlo de
esta forma resultará ser muchísimo más rentable que
establecer un huerto en un suelo mal preparado.
Finalmente, es muy importante destacar que
cuando se pretende preparar suelos para frutales
inmediatamente después de concluido un cultivo
agrícola que requiere riego en verano como maíz
o tomate, no existe ninguna posibilidad en la mayor
proporción de los suelos, que esta quede bien, ya que
estos se riegan hasta el final de su ciclo, y el suelo
no alcanzará los niveles adecuados de humedad
para ser preparados correctamente, asegurando una
defectuosa e incorregible habilitación del suelo para
producciones precoces, de alto rendimiento y calidad
en el largo plazo.
13
Manual de Preparación de Suelo en Frutales
3. Evacuación de aguas
Como se mencionó en la introducción, actualmente
se están habilitando muchos nuevos suelos para
fruticultura donde antes existían cultivos tradicionales,
suelos arroceros donde el mantener el agua dentro
del campo para inundarlos era fundamental. En
otras situaciones, suelos de lomajes, con cultivos de
secano, con precarias evacuaciones de agua lluvia
y/o derrames de los vecinos eran bien recibidos
porque contribuían al riego. En general, en el mundo
de los cultivos tradicionales, por lo corto de sus
ciclos y altas demandas de agua, la mantención en el
suelo de aguas residuales de invierno u otra fuente
no son mayormente un problema, sin embargo, para
un cultivo frutal de alta inversión y largos periodos de
recuperación de capital (break even), es fundamental
que las raíces cuenten con profundidades efectivas
y volúmenes de suelo de a lo menos 1,0 m libre de
impedimentos físicos y/o freáticos (aun cuando la
exploración de un frutal puede llegar a varios metros
de profundidad), y respecto de esto último, si bien
podría no haber presencia de agua freática durante
14
el verano, los anegamientos ocurridos en invierno
provocados por aguas lluvia y escorrentía sin drenajes
y/o desagües de salida, afectarán severamente el
desarrollo de las raíces y por consiguiente la brotación,
y al cabo de algunas temporadas, se producirá
decaimiento prematuro.
Para lograr que las raíces cuenten con profundidades
efectivas y adecuado volumen de suelo, se debe
realizar la limpieza de canales internos y aguas abajo
de la propiedad, esteros y desagües para desaguar,
y eventualmente construir drenajes perimetrales y/o
subterráneos. En algunos casos, donde no existe cota
de salida del agua, será necesario la utilización de
bombas que evacuen el agua de drenaje fuera del
predio. Conocer los cauces naturales de evacuación,
encausarlos y respetarlos es de suma importancia
para prevenir problemas futuros como los descritos.
Todos factores que afectan a las siguientes etapas
del proceso, y en el futuro a la viabilidad del proyecto
por anegamientos (Fotos 1 y 2).
 ANASAC Chile S.A

Parte del problema es pretender

plantar toda la superficie obviando
las depresiones naturales del
campo, quebradas, desagües, la no
construcción de drenajes donde se
requiera, entre otros. El no respetar
lo anterior, dificultará la preparación, y
luego se producirán anegamientos al
no tener evacuación y tránsito de las
aguas del invierno en profundidad.

Por lo anteriormente expuesto, es que

Foto 1. Entrada de agua por su cauce natural inundando la plantación.
es fundamental realizar todas las obras
que no solo permitan secar el campo
para poder prepararlo físicamente, sino
también evitar daños al sistema radical
de las plantas por falta de aire (anoxia)
durante su periodo productivo.

Foto 2. Entrada de agua por su cauce natural inundando la plantación.

15
Manual de Preparación de Suelo en Frutales

4. La preparación física

4.1. Preparación de la Capa arable

(0 – 30 cm)

Corresponde a la primera parte de la

preparación física del suelo. Es una labor
fundamental y complementaria al subsolado.

Cubo de 4 cm 8 cubos de 2 cm 64 cubos de 1 cm

El objetivo de esta etapa, es dejar el
suelo mullido, con terrones de pequeño Superficie 96 192 384
(cm2)
tamaño y por lo tanto con la mayor
Volumen 64 64 64
superficie específica posible (conocido (cm3)
coloquialmente como tierra molida). Esto
Superficie/ 1,5:1 3:1 6:1
asegurará un gran volumen de raíces y volumen
raicillas; y el acceso de estas al stock de
Figura 2. Cambios en la relación superficie/volumen al fragmentar
aire, nutrientes y agua que un suelo en un cubo.
particular pueda contener, y aportarlo
para el desarrollo de las plantas como se
muestra en la Figura 2 y Foto 3.

En la zona central de Chile, esto ocurre

desde fines de septiembre a mediados
de noviembre, ya que en algunos años
ha llovido en primavera y esto podría
atrasar la labor. Sin perjuicio de lo anterior,
la labor se debe realizar en el momento
oportuno, ya que evitamos pasadas extras,
economizando el proceso. Foto 3. Cambio en la relación de superficie/volumen de un terrón
al preparar la capa arable.

16
 ANASAC Chile S.A

No se debe olvidar que hay ciclos biogeoquímicos la atmósfera, y este no pierde humedad a la velocidad
de nutrientes, por ejemplo, el fósforo y potasio deseada o simplemente podría no perderla y entonces
(y todos los nutrientes inmóviles en el suelo), la no ser posible subsolar. En estos casos, se puede utilizar
materia orgánica, y la actividad microbiológica, bulldozer con tres patas a una profundidad de 50 cm para
todos ellos presentan la mayor concentración y lograr el objetivo.
actividad en la capa arable, y si esta parte del suelo
queda defectuosamente preparada, el acceso a
estos y otros nutrientes como los descritos, se verá
seriamente limitado.

Para lograr lo anterior, es importante mirar

la acuciosa práctica y dedicación que tienen
los horticultores respecto de este punto.
Estos tienen plena conciencia, que el éxito del
establecimiento y rendimiento de sus cultivos,
depende de esta labor. Para éste objetivo,
Foto 4. Implementos para la preparación de la capa arable.
cuentan con máquinas idóneas para roturar
el suelo de forma tal que no existe presencia
de grandes terrones. Normalmente para esta
labor se utilizan tractores de potencias de
180 a 200 HP, arados de pata fija de tamaño
grande y rastras de 26 a 28 pulgadas con discos
escotados (Fotos 4 y 5).

Existen casos donde el pie de arado o

compactación ocurrida por los implementos
agrícolas o tránsito de animales no logra
ser roturado con tractores, por lo tanto, no
se consigue una conexión del subsuelo con Foto 5. Correcta preparación de la capa arable.

17
Manual de Preparación de Suelo en Frutales
Además de la maquinaria, un factor esencial para
lograr el objetivo, es el “contenido de humedad del
suelo”. Al igual que en el subsolado, si la preparación
se realiza en seco, indefectiblemente permanecerán
en éste terrones de gran tamaño, inexplorables por
las raíces y que se comportarán como piedras, no
aportando ningún valor como suministro de agua,
aire y nutrientes para las plantas. Grandes terrones
producto de lo anterior, son imposibles de corregir
por más veces que se pase un implemento, como
una rotofresa, rastras, entre otros. Solo lograremos
destruir la estructura del suelo en la superficie (polvo)
y enterrar los terrones (foto 6).
Foto 6. Grandes terrones de escasa superficie específica.
La determinación se realiza en forma empírica,
mediante el método del feeling o tocando el perfil del
suelo y observando que este se encuentre friable,
que no sea fácil formar figuras, que no se pegue en
la mano, etc.
18
Por otra parte, si la labor se realiza con un contenido
de humedad muy alto, cercano a Capacidad de Campo
(CC), el resultado será un rayado y apelmazamiento
del suelo. Luego al secarse la condición es incluso
peor que si no hubiera realizado.
Por lo anterior, se debe cumplir el siguiente orden de
importancia:
Contenido de humedad
Rastraje
Contenido de humedad
Pata fija
Contenido de humedad
Rastraje
Entonces, el contenido de humedad para la preparación
de suelo podríamos definirlo coloquialmente como:
“Atrasado para regar o en el Umbral de riego”, y es muy
bien conocido empíricamente entre quienes practican
la horticultura y lamentablemente si bien muy conocido
por los fruticultores para regar, muy poco conocido y
aplicado para efectos de una apropiada preparación
del suelo. Como se mencionó anteriormente, esto
ocurre con normalidad, desde mediados de septiembre
hasta mediados de noviembre.
En el Cuadro 1 se presentan valores referenciales de
contenidos de humedad volumétrica para las clases
texturales más importantes que se encuentran en los
suelos para la fruticultura.
 ANASAC Chile S.A

Cuadro 1. Contenidos de humedad referenciales para la preparación de suelos para capa arable y subsuelo.

Contenido
Contenido Contenido
Porosidad Da volumétrico agua
volumétrico agua volumétrico agua
Clase textural UR
(%) (ton/m3) CC Preparación de suelo
Umbral riego
(%) (%)
(%)
Arenoso 38 (32-42) 1,65 (1,55-1,80) 14,85 (10-20) 8-18 6-12

Franco arenoso 43 (40-47) 1,50 (1,40-1,60) 21,0 (15-27) 11-19 9-16

Franco 47 (43-49) 1,40 (1,35-1,50) 31,0 (25-36) 18-25 15-22

Franco arcilloso 49 (47-51) 1,35 (1,30-1,40) 36,5 (31-42) 22-29 19-25

Arcillo arenoso 51 (49-53) 1,30 (1,25-1,35) 40,0 (35-46) 25-32 21-28

Arcilloso 53 (51-55) 1,25 (1,20-1,30) 44 (39-49) 27-34 23-29

Fuente: Elaboración propia de los autores con datos de Julio Haverlan, PhD. Facultad de Agronomía U. De Chile.

Como se aprecia en el Cuadro 1, el riego en Se debe entender entonces que el subsolado No

términos generales se realiza cuando es utilizado
aproximadamente un 30% de la humedad volumétrica
que el suelo contenía a Capacidad de Campo (CC),
y la humedad de preparación física se encuentra
ligeramente por debajo de este punto (35 a 40 % de
pérdida de agua respecto a la CC).
En caso que el contenido de humedad sea muy bajo,
se debe regar no más allá de 30 a 35 cm y luego
esperar el umbral deseado. Esto podría ocurrir cuando
se comienza la preparación luego de un cultivo como
el trigo, cuando el campo ha estado abandonado sin
cultivos, o cuando la humedad natural de salida de
invierno se ha perdido.
involucra a una correcta preparación de la capa
arable, sino por el contrario, si esperamos que el suelo
pierda demasiada humedad, particularmente en la
superficie, entonces la capa arable quedara defectuosa
para siempre, con todas las implicancias que esto
conlleva (Foto 7). Una preparación física precaria, con
maquinaria de baja potencia y/o peso; y/o inadecuado
número de pasadas o la no combinación de máquinas,
generará con certeza limitantes a la expansión del
sistema radical en profundidad, hipotecándose así
irreversiblemente el potencial productivo, lo cual es
importante en cualquier explotación frutícola por
cuanto a mayor volumen de suelo explorado, mayor
será el acceso de las raíces al stock de aire, agua y
nutrientes que el suelo puede proveer, como ya se
mencionó anteriormente.

19
Manual de Preparación de Suelo en Frutales
Foto 7. Capa arable preparada con muy bajo contenido
de humedad.
Finalmente, la correcta preparación de la capa
arable tendrá importantes efectos que se detallan a
continuación:
1. La capa arable al quedar correctamente preparada
permitirá sustentar de nutrientes inmóviles
las plantas o cuyos ciclos biogeoquímicos son
superficiales, una óptima infiltración del agua y una
rica actividad microbiológica.
2. Permitirá un oreo más rápido del subsuelo, lo cual
acelerará el momento del subsolado.
3. Al estar ya preparados los primeros 30 a 35 cm,
la resistencia del suelo será menor, y por lo tanto la
energía y capacidad de roturación de la excavadora
o bulldozer se concentrará a mayor profundidad, que
es la parte más compleja de soltar.
20
4.2. Preparación del subsuelo: El Subsolado
Corresponde a la técnica utilizada para roturar los
suelos por debajo de la capa arable, idealmente 1,0
a 1,2 m de profundidad, normalmente con maquinaria
pesada de tipo bulldozer y/o excavadoras, según sea
el caso. Esto permite eliminar los impedimentos físicos
que limitarán el drenaje, aumentar la profundidad
efectiva del suelo y mejorar la exploración del suelo
que realizan las raíces.
Es fundamental comprender que entre los factores
más relevantes para el éxito de esta labor está el
contenido de humedad del suelo (al igual que lo
descrito para la capa arable). Por muchos años,
los subsolados se han realizado una vez que
los suelos han perdido toda la humedad invernal
(completamente seco), lo cual ocurre normalmente
durante el transcurso del verano. Esto es un gran
error, ya que trae aparejado varios problemas que se
describen a continuación:
a
El primero, es que la profundidad efectiva de trabajo
será menor, porque la resistencia del suelo será
mayor que si éste hubiese estado con un contenido
de humedad igual al Umbral de riego, o ligeramente
atrasado respecto de este momento.
Lo segundo, es que, si se quisiera corregir el problema
de la escasa profundidad efectiva lograda a causa de
la resistencia descrita, se tendría que repetir la labor
sobre la que ya se realizó, y aun así no se logrará una
mayor profundidad de roturación, con el consiguiente
incremento en el costo y lo peor de todo: no se
logrará el objetivo.
 ANASAC Chile S.A

En tercer lugar, al realizar una labor con suelo seco,

el tamaño de los terrones será muy grande, con
una pequeña superficie específica, situación muy
difícil de corregir posteriormente. Dado lo anterior,
la preparación de suelo nunca debe realizarse con
suelo seco.

Cuando se están preparando suelos de la clase

textural franco arcillosa a arcillosa, por la lentitud con Foto 8. Vista aérea de chimeneas a 2,5 m para mejorar
oreo del suelo.
que pierden humedad (oreo), en muchas ocasiones se
debe recurrir a la construcción de lo que denominamos
“Chimeneas”, aberturas que se hacen en el suelo
con una pata modificada en el bulldozer que lo abre
cada 2,5 m de distancia como si fueran acequias
regadoras en profundidad, y que permiten una pérdida
de humedad más rápida y llegar así a la humedad
adecuada para la preparación. En las fotos 8 a la 11 se
muestran las chimeneas y la pata del bulldozer con el
dispositivo para construir las chimeneas.
Foto 9. Vista de cerca de la chimenea.

Ocurre lo mismo (como se mencionó en el capítulo

de preparación de la capa arable), cuando existen
compactaciones muy desarrolladas entre los 20 a 50
cm, las cuales podrían no ser roturables con tractores y
pata fija, entonces se debe recurrir al uso de bulldozer
con tres patas para construir una suerte de chimenea
superficial. Se trata de una labor rápida que se lleva
cabo con muy pocas horas de máquina.

Foto 10. Vista frontal del dispositivo para construir

chimeneas.

21
Manual de Preparación de Suelo en Frutales

Foto 11. Vista trasera del dispositivo para construir Foto 12. Suelo pedregoso posible de preparar con o
chimeneas. sin humedad.

Una excepción a la regla de la humedad ocurre 1. En base a calicatas se define la maquinaria a

cuando se subsolan suelos de lecho de río, utilizar. La calicata es una herramienta fundamental
pedregosos, piedemonte (sin arcillas) y trumaos. tanto para la clasificación de suelos, como para
Estos suelos pueden ser preparados secos y/o el seguimiento de la evolución del contendo de
húmedos (Foto 12). humedad y determinar el momento del subsolado.
Así mismo, durante el proceso de roturación en
Como parte del método para una correcta profundidad se utilizan para verificar que la fórmula
preparación de suelo y particularmente del de trabajo establecida se está cumpliendo y el
subsolado, independiente de la maquinaria a utilizar, suelo está quedando correctamente preparado.
se debe construir la fórmula de trabajo en los Por lo anterior, se debe considerar el uso de
diferentes tipos de suelo presentes en la superficie retroexcavadora como complemento al proceso,
a plantar lo cual se explica en los siguientes puntos: ya que sin la verificación, podríamos declarar un
buen trabajo, cuando realmente no lo fue (Foto 13).

22

2. En función del tipo de suelo y sus características,
como: matriz aluvial, tosca de tipo fragipán o
duripán, Claypan, etc. se define el tamaño y
potencia de la máquina así como el tipo de punta a
utilizar y sus dispositivos, tanto en bulldozer como
excavadora con garra.
3. Oportunidad para realizar la labor, la cual requiere
monitoreo para determinar el momento apropiado,
por lo que se deberá revisar cada 10 a 15 días
mediante calicatas la evolución del contenido
de humedad del subsuelo, específicamente a la
profundidad entre los 70 cm a 100 cm, y cuando
esta parte tenga un contenido de humedad friable
(suelo que se desgrana), entonces estaremos
listos para realizar la labor.
4. Para una correcta revisión con calicata, esta debe
tener el tamaño y profundidad adecuado (1,5 a 1,8
m de profundidad), y deben limpiarse las paredes
principales escarificando 20 a 30 cm para eliminar
el efecto de la retroexcavadora u otra similar, que
apretó y/o soltó el suelo. El no hacer lo anterior
podría llevar a un error de juicio, ya sea porque
la humedad superficial del perfil es adecuada o
porque el suelo está más suelto de lo que es
(caso típico de suelos pedregosos y apretados en
el caso de las arcillas) Foto 13.
5. Se lleva a cabo una prueba de campo realizando
una combinación de posibilidades de preparación,
como ser: Una pasada simple, doble pasada con
o sin avión (para pata de bulldozer) en rombo si
fuera bulldozer, y cruzado perpendicular si fuera
con garra (Figuras 3 y 4).
ANASAC Chile S.A
6. En caso que la preparación sea con bulldozer,
la primera pasada debe realizarce en el sentido
de la pendiente, sin importar que la distancia sea
más corta y menos eficiente que si se hiciera en
el otro sentido (por la mayor cantidad de vueltas
que hará la máquina). Esto contribuirá de manera
significativa al drenaje de las aguas.
7. En el caso de requerir doble pasada (en la
actualidad es requerido la mayoría del tiempo),
debemos esperar entre la primera y segunda
pasada, de 7 a 10 días para permitir una óptima
roturación y mullimiento.
8. Hay suelos que por sus características, de no
ser inicialmente roturados, no lograrán orearse
adecuadamente incluso esperando todo el período
primavera-verano. Esta roturación primaria puede ser
realizada dependiendo del tipo de suelo con bulldozer
o excavadora con garra (construcción de chimeneas).
9.
Una vez determinada la fórmula de trabajo,
esta debe ser chequeada sistemáticamente
con calicatas perpendiculares a la pasada de la
máquina para asegurar que la fórmula de trabajo
esté cumpliendo el objetivo.
10. La revisión enterrando un fierro detrás de la pasada
ya sea de excavadora con garra o bulldozer, solo
da cuenta de una grieta a determinada profundidad,
pero en ningún caso si el suelo fue correctamente
roturado ni si la humedad de trabajo es la correcta,
por lo que no se recomienda utilizar como
herramienta de revisión por ningún motivo.
23
Manual de Preparación de Suelo en Frutales

Figura 3. Diseño de evaluación

Suelo sin subsolar
del efecto de diferente número de
Calicata pasadas con bulldozer para un
correcto subsolado.
0,7 m
Bulldozer

1 pasada
Calicata

35 m

2 pasadas
Calicata

Figura 4. Diseño de evaluación

Suelo sin subsolar
del efecto de una pasada con
Calicata bulldozer y la segunda pasada
con excavadora con garra para un
0,7 m
correcto subsolado.

1 pasada Calicata

2 pasadas Calicata

24

Al cruzar con excavadora, cualquiera sea la
combinación (Garra-Garra; Bulldozer-Garra)
siempre debe ser perpendicular.
Foto 13. Calicata de tamaño adecuado para una
correcta evaluación del subsolado.
Una de las mayores complicaciones con que nos
enfrentamos, es que, a diferencia de la capa arable,
la variabilidad de los suelos respecto de su contenido
de humedad en profundidad obliga a realizar la labor
en forma selectiva y aparentemente desordenada,
ANASAC Chile S.A
comenzando en los lugares que se encuentran listos
y esperando aquellos que se orean más tarde, por lo
que la labor puede parecer un mosaico y no en un
orden regular como pareciera ser obvio. Hay casos
que es posible que todo el suelo a subsolar tenga un
contenido uniforme de humedad, pero esto es casi
excepcional.
Como parte importante de la eficiencia de esta labor,
y para identificar los suelos con mayor y menor
contenido de humedad, es que se está trabajando
en base a herramientas de agricultura de precisión,
como fotos satelitales, de las cuales gracias a
imágenes multi espectrales se puede determinar el
contenido de humedad para un mismo tipo de suelo
o diferentes suelos presentes en una propiedad,
y por tanto mediante calicatas selectivas, estimar
con mucha precisión el momento adecuado para
preparar los diferentes sectores. En las Figuras 5 y
6, se muestra la imagen satelital de una superficie a
preparar, y el contenido de humedad obtenido a partir
de la imagen satelital.
En la imagen, se puede apreciar que las zonas de color
rojo, muestran suelos con contenidos de humedad
más altos que las zonas pintadas de verde, lo cual
es verificado mediante calicatas, y dependiendo de la
variación, la preparación comenzará por los lugares
que primero se encuentren aptos y al final aquellos
que requirieron más tiempo para orearse.
25
Manual de Preparación de Suelo en Frutales

Entre las maquinarias para realizar

el subsolado, tenemos el bulldozer
y las excavadoras con garras, que
reemplazan al balde, descritas a
continuación.

Bulldozer
Las potencias y tonelajes de los
bulldozer varían sustancialmente,
siendo de extremo cuidado una
correcta elección. Por razones de
costo y eficiencia, máquinas del orden
de 38 a 40 ton y potencias de 300
a 350 HP como ser modelos D-8T
o 155 AX en Caterpillar o Komatsu
respectivamente, solo deberían ser
Figura 5. Imagen satelital Google Earth.
utilizados en suelos amigables y si
presenta estratas endurecidas de tipo
Duripán estas deberían ser delgadas y
de poca resistencia.

Si se trata de suelo difíciles, ya sea

endurecidos y/o con estratas de tosca
tipo Duri o Fragipán profundos, lechos
de río, entonces máquinas de 48 a
50 ton y potencias de 400 a 450 HP,
modelos D-9T y 275 AX en Caterpillar
y Komatsu respectivamente son las
más apropiadas (Fotos 14 y 15).

Figura 6. Imagen satelital procesada indicando zonas de alto contenido

de humedad.

26
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Foto 14. Suelo marginal con Tosca y estrata superficial Foto 15. Bulldozer modelo 275-AX equivalente a D-9T
arcillosa cultivado históricamente con arroz que será en Caterpillar.
preparado para frutales.

Cuadro 2. Características de las marcas de bulldozer más comúnmente utilizadas para la preparación de suelos
en frutales.

Características Gasto de combustible

Equipo
Peso (ton) Potencia (HP) (l/hr)

D-8 T Caterpillar 38,5 325 45-50

155-AX Komatsu 40 354 45-50
D-9 T Caterpillar 48,0 410 60-70
275-AX Komatsu 50,0 449 60-70

Fuente: Información catálogo del fabricante.

27
Manual de Preparación de Suelo en Frutales
En casos donde hay que construir un suelo que
no existe porque se trata de pura tosca o suelos
muy endurecidos, se utilizaron máquinas de gran
envergadura como son D-10 o 375 AX en Caterpillar
o Komatsu respectivamente (peso de 70 a 78 ton y
500 a 550 HP), el costo de operación la maquinaria
ya descrita, hace establecer la siguiente pregunta:
¿Es posible lograr el mismo objetivo con máquinas
de menor tamaño?. Ante ello la respuesta es que
un suelo complejo, debe ser roturado por capas, ya
que es imposible lograr roturarlo de una sola pasada.
En este contexto no hay diferencias entre un D-9 y un
D-10, pero la logística de transporte y operación es
mucho más amigable con un D-9. Por esta razón, no
tiene mayor sentido el uso de este tipo de máquina
para la preparación de suelo.
Es fundamental entender que, si no se selecciona
la potencia adecuada, el trabajo quedará imperfecto
y con un alto costo. Es por esto, que el análisis de
calicatas previo al subsolado permitirá definir esta
cuestión tan importante.
Surgen las siguientes preguntas al utilizar bulldozer:
¿Son todos los bulldozer iguales? Como se describió
anteriormente, existen enormes diferencias entre
modelos, variando su peso, potencia y torque. Por
lo tanto, su capacidad efectiva de roturar suelos de
diferente dificultad.
28
La correcta selección de la potencia, sumada a pruebas
de campo para determinar el número de pasadas
asegurará una correcta preparación del suelo.
¿Es posible subsolar con tres patas, para ahorrar
tiempo y dinero? ¿Cómo debería(n) ser la(s) pata(s)
adecuadas para la labor? Pues bien, este es otro
punto crucial e importante de precisar. En primer
lugar, nunca se debe subsolar con más de una pata,
ya que las potencias de cualquiera de las máquinas
descritas no permiten profundizar adecuadamente
con más de 1. Es posible utilizar 3 patas, pero solo
en labores de escarificado superficial previo al
subsolado, sin embargo, es importante consignar que
en todos los modelos que traen porta router para
3 patas, la distancia entre ellas es de 1,0 m, lo cual
hace imposible una apropiada roturación, excepto en
casos muy especiales que son mínimos (Foto 16).
Respecto a la pata en sí misma, las originales de
fábrica no sirven, ya que son muy cortas (1,7 m de
largo total), quedando solo 1,0 metro libre del porta
herramienta hasta punta. Considerando que debe
existir un despeje entre el suelo y el porta herramienta
de al menos 0,4 m (al no tener el porta herramienta
topa el suelo y lo arrolla), por tanto, el largo efectivo
de trabajo no supera los 0,7 m.

Entonces, la pata de preparación de suelo debe
ser fabricada para este propósito específico, con
características muy bien definidas que se describen
a continuación:
1. El largo y ancho varía de acuerdo a la potencia, con
2,3 m y 3 pulgadas de espesor para el D-9T o 275
AX, 2,1 m y mismo espesor para el D-8T o 155 AX.
2. En el frente de la pata debe tener un protector
denominado Canilla, de un ancho de 5,5 pulgadas
y 1,0 m de largo (Foto 17). Este dispositivo es
fundamental, ya que aumenta la superficie de
contacto con el suelo, permitiendo esto una
notable mayor roturación lateral. Por supuesto,
en ningún caso la pata puede tener filo, ya que la
resistencia con el suelo será mínima y por lo tanto,
la roturación deficiente (Fotos 20 y 21).
3. Adicionalmente se pueden colocar unas platinas
en forma de alas de avión en diferentes alturas de
la pata (pueden colocarse 1, 2 o 3 aviones) para
lograr una mejor roturación lateral y un grado
importante de mezcla entre estratas de suelo
(Fotos 18 y 19).
4.
En general, excepto en casos excepcionales
(suelos trumaos de la zona sur de Chile) nunca
se utilizan estos aviones en la primera pasada, ya
que en la zona central de Chile los suelos son
muy duros y su uso afectaría la roturación en
profundidad.
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5. Es importante considerar que siempre el uso de
aviones en la pata limitará la máxima profundidad
que se podría lograr sin ellos, por lo que se debe
evaluar la pertinencia de su uso caso a caso.
6. En la punta de la pata va un dispositivo
denominado colmillo, el cual al igual que la canilla,
es fundamental porque es la parte que rompe
inicialmente el suelo. Es un elemento de desgaste,
que puede durar entre 5 a 40 hr. de trabajo
dependiendo de lo abrasivo del suelo. El ángulo de
ataque permite la penetración de la pata completa
y el correcto trabajo, es decir le confiere “actitud
de ataque”.
7. Sus dimensiones son de 39 cm de largo y 12 cm
de ancho para el D-9T o 275 AX y 34 cm de largo
y 11 cm de ancho para el D-8T o 155 AX (Foto 22).
8. El colmillo se debe invertir al tener 50% de
desgaste, ya que tiene 2 caras de ataque.
9. Si el colmillo está gastado (redondeado) “No
es posible realizar un trabajo correcto”, ya que
en vez de roturar, resbalará y penetrará a poca
profundidad.
10. Dependiendo de lo abrasivo que sea un suelo,
existen distintos tipos de Colmillo, que varían en la
dureza de su composición.
29
Manual de Preparación de Suelo en Frutales

Foto 16. Porta herramienta para 3 patas a 1,0 m entre sí. Foto 17. Pata para preparación de suelo de 1,6 m de
largo con canilla y colmillo.

30
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Foto 18. Pata con aviones vista frontal. Foto 19. Pata con aviones vista lateral.

31
Manual de Preparación de Suelo en Frutales

Foto 20. Pata filuda y adicionalmente corta. Foto 21. Pata con filo.

32

Foto 22. Colmillos para Bulldozer modelos 275-AX o
D-9 y 155-AX o D-8.
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Otra de las preguntas que surge es la siguiente:
¿Cómo debería contratar la labor? ¿¿Por hectárea o
por hora? La respuesta es muy simple: Jamás se debe
contratar esta labor por ha, ya que esto le otorga
total libertad al operador para optimizar el uso de
su máquina y los costos de operación, pero esto no
tiene relación alguna con una correcta preparación
de suelos. Esto significa que para rentabilizar el
trabajo deberá minimizar el gasto de combustible,
y para esto aspectos tales como la distancia entre
las pasadas, tipo de pata (filuda) y la profundidad de
trabajo serán al mínimo esfuerzo de la máquina y por
consiguiente mínima roturación.
La forma correcta es realizar una prueba de campo
como se mencionó anteriormente (con la máquina
previamente seleccionada por su adecuada potencia
para el tipo de suelo), y preparar una pequeña
superficie. Esto consistirá en subsolar a una distancia
de 0,7 m entre pasadas, con 10 pasadas, lo que
extrapolado a la ha, significa un avance lineal de 14,3
km/ha con una pasada simple (Figura 3).
Lo anterior se lleva a cabo a una velocidad de 35 m
lineales/minuto o 2 km/hr para la realización de una
buena labor. Si la velocidad de avance fuera menor,
entonces es posible que la potencia sea inadecuada
para ese tipo de suelo o que la profundidad no sea la
adecuada para una pasada, y por tanto sea necesario
romperlo por capas.
33
Manual de Preparación de Suelo en Frutales

A continuación, en la mitad de la superficie Cuadro 3. Características de las marcas de

anteriormente descrita (10 pasadas), se vuelve a excavadoras más comúnmente utilizadas para la
subsolar en forma de rombo a la misma distancia, preparación de suelos en frutales.
y luego en la mitad de lo anterior, se realiza una
tercera pasada de las mismas características Características Gasto de
descritas. Una vez terminado se procede a hacer Equipo Peso Potencia combustible
(ton) (HP) (l/hr)
calicatas para determinar con cuantas pasadas el
PC-200 Komatsu 20,9 148 22
suelo queda preparado acorde al estándar requerido
PC-300 Komatsu 31,6 247 35
para establecer frutales.
PC-450 Komatsu 45,2 345 45
Caterpillar 320 22,8 172 18 a 24
Excavadoras con Garra
Caterpillar 325 D 28,4 204 18,5 a 24,5
Las excavadoras son máquinas que realizan el trabajo
Caterpillar 330 D 30,9 260 45 a 49
gracias al tamaño de su sistema hidráulico, el cual va
Caterpillar 340 39,7 311 47 a 52
acompañado del peso de esta. En el mercado tenemos
Fuente: Información catálogo del fabricante.
máquinas para este uso que van desde las 21 ton, 32
ton y 45 ton y potencias de 147 HP, 247 HP y 350 HP,
Inicialmente, se utilizó la excabadora con balde
como ser los modelos Komatsu PC-200, PC-300 y
estándar para las preparaciones de suelo como
PC-450 respectivamente. Sin perjuicio de lo anterior,
alternativa al uso de bulldozer, y si bien, parecía
existen otras marcas y modelos en el mercado, que
una buena práctica, ésta fue desplazada por los
pueden diferir ligeramente en sus potencias y pesos
denominados tridentes (corresponde a garras con 3
de las descritas anteriormente. En el Cuadro 3, se
o 4 dientes o patas) a causa de su sustancialmente
presentan las principales características.
mejor efecto de roturación, se debe considerar que la
utilización de excavadora con balde es mucho más
lenta. Adicionalmente, la capa arable es diluida en la
mezcla que realiza el balde (Fotos 23 y 24).

34

Cabe consignar que las primeras garras utilizadas
en frutales correspondían a un diseño para uso
principalmente forestal, pero con el tiempo, gracias
a la prueba y error, estas fueron modificadas en sus
formas, largos y otras características, las que se han
validado en campo para la preparación de suelos en
frutales, pero que en muchos casos lamentablemente
siguen siendo utilizadas, careciendo del rigor de la
observación y validación de la relación por ejemplo
peso maquinaria con relación al largo del implemento
(garras grandes en excavadoras pequeñas), su forma,
ancho entre patas, tipo de puntas y su real efecto de
roturación en profundidad.
El propósito de la garra, es hacer casillas forestales
en cerros con el objetivo de romper el suelo y facilitar
así el establecimiento de una plantación forestal, con
profundidades no superiores a 50 cm. La forma del
así denominado tridente es de dientes excéntricos,
con distinta distancia desde el punto donde nacen
en el cabezal (más angosto) hasta la punta (más
ancho), con longitudes que varían desde 1,0 m el
diente central y las laterales 0,8 m hasta un poco más
largas, las que los prestadores de servicio colocan
indistintamente en las excavadoras sin importar el
tonelaje de y potencia de estas (Foto 25, 26, 27 y 28).
La Garra para preparación de suelos en frutales
corresponde a un dispositivo que reemplaza al balde,
no siempre corresponde a un tridente ya que como
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se mencionó anteriormente puede tener 3 a 4 patas
(3 en las máquinas hasta 32 ton y 4 en las de 45
ton). El uso de las máquinas más potentes resulta
necesariamente mejor cuando se emplea ya sea
en suelos amigables, porque la labor será de mejor
calidad o en aquellos de mayor dificultad, y el costo
será igual o ligeramente mayor que haberlo realizado
con una máquina más pequeña. Estas últimas resultan
muy apropiadas para el arranque de huertos o su uso
en suelos muy amigables.
A continuación, se describen las características más
importantes de una Garra:
1. El largo es variable dependiendo de la potencia de
la máquina, siendo de 1,9 m para la PC-300 y 2,0
m para la PC-450, y 1,20 m para la PC-200 (FOTOS
29, 30, 31 y 32).
2. La distancia interna entre los dientes es de 43 cm
aproximadamente.
3. El espesor es de 2 pulgadas y al igual que el
bulldozer tiene una Canilla protectora de 1,0 m
de 70 mm de espesor que adicionalmente mejora
notablemente la roturación del suelo (Foto 33).
4. Las patas deberían ser desmontables, ya que
podría requerirse trabajar pequeñas superficies
como si fuera un bulldozer o porque podrían
romperse y esto facilitaría su recambio.
35
Manual de Preparación de Suelo en Frutales

5. Al igual que en la pata del bulldozer, en la punta

va un dispositivo denominado Calza, cuyo objetivo
es mejorar la penetración. Estas varían en forma, Figura 7. Factores para realizar una buena
largo y resistencia dependiendo del tipo de suelo preparación con garra:
(Foto 34 y 35).

1. El suelo debe ser apto para excavadora.

Por otra parte, el empleo de máquinas de inadecuada
potencia para suelos complejos y de alta dureza,
aun cuando se realizara una segunda pasada, no 2. La potencia de la maquina debe estar acorde
cumplen con el objetivo de roturar en profundidad, al suelo a preparar.
logrando solo un mayor esponjamiento del suelo,
pero sin aumentar la profundidad de la roturación.
3. La humedad del suelo debe ser apropiada.

En la Figura 7 se enumeran los factores que deben

cumplirse para el correcto uso de esta maquinaría. 4. La garra (cabezal) debe corresponder al tipo
correcto para prepara suelos en frutales.

5. El operador debe ser una persona

experimentada y entrenada.

6. Realizar una revisión sistemática para verificar

que la fórmula de trabajo este cumpliendo el
objetivo.

7. Si todo lo anterior se cumple, la profundidad

efectiva de preparación será el 66% a 70% del
largo de la garra.

36

Quizás la limitante más importante en el uso de esta
maquinaría sea la expertise del operador, ya que se
trata de una técnica muy específica y rutinaria, que
requiere de un operador experto y certificado en
esta labor, que lamentablemente no basta con saber
operar la máquina para realizar un buen trabajo. En
la Figura 8, se presenta un esquema de la forma de
trabajo de la excavadora.
Figura 8. Vista esquemática en planta de la forma de trabajo de la excavadora con garra.
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Finalmente, respecto al uso de estas máquinas, es
importante señalar que el subsolado con garra
de ninguna manera reemplaza el subsolado con
bulldozer, en algunas situaciones funciona mejor, y
en otras simplemente no sirve, como por ejemplo en
suelos con tosca, suelos pedregosos, y en terrenos
muy secos, así como el bulldozer no funciona bien en
suelos con cierto grado de humedad, donde la garra
si funciona bien.
37
Manual de Preparación de Suelo en Frutales

Foto 23. Excavadora PC-300

Komatsu con Garra de 3 patas.

Foto 24. Excavadora PC-450

Komatsu con Garra de 4 patas.

38
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Foto 25. Garra típica forestal corta con pata central Foto 26. Garra forestal corta y con patas laterales
más larga que las laterales y con ángulos abiertos. muy cortas y las centrales muy juntas.

39
Manual de Preparación de Suelo en Frutales

Foto 27. Garra con distancia

muy ancha entre patas (80 cm
entre sí).

Foto 28. Pata con ángulos

abiertos en el ataque y cerrado
en el enganche y con filo.

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Garra de cuerpo y dientes independientes para preparar suelos de frutales

Vista Frontal
Ancho total 1,0 m

Distancia entre patas

43 cm

Vista Lateral

Largo 1,9 m

Esta es una herramienta adecuada para preparar suelos para frutales.

Foto 29. Garra de 3 patas para modelo PC-300.

41
Manual de Preparación de Suelo en Frutales

Cuerpo independiente de los dientes 100 cm

Dientes desmontables
sobre el cuerpo

Ancho interior
86 cm

Ancho interior
entre dientes
43 cm

Foto 30. Ancho total y espacio libre entre patas.

42
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PC 450

2,0 m

Foto 31. Largo de Garra de 4 patas para PC-450.

43
Manual de Preparación de Suelo en Frutales

Cuerpo independiente de los dientes 150cm

Ancho interior entre patas 43 cm

Foto 32. Vista frontal de garra de PC-450.

44
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Canilla de acero duro 7 cm de ancho por 1,2 m de largo

Canilla
Canilla Canilla
Canilla

Foto 33. Canilla sobre

dientes de la garra.

Foto 34. Puntas o calzas

de garra para trabajar en
suelos abrasivos.

45
Manual de Preparación de Suelo en Frutales

Calza o punta estándar Calza o punta pata de pato

Foto 35. Calzas o puntas para uso en diferentes tipos de suelo. A la derecha pata de pato
para uso en suelos con alto contenido de humedad.

46
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Combinaciones de Bulldozer y Excavadoras con Garra

Cuando se preparan suelos endurecidos sin estratas pasada con bulldozer primero, y a continuación una
de tipo Duri o Fragipán, y se requiera realizar más excavadora con Garra. Los resultados observados
de una pasada con bulldozer, entonces es posible con esta técnica son muy interesantes y es cada vez
y deseable por costo y eficiencia realizar una más utilizado en la industria.

Foto 36. Gran cantidad y densidad de raíces y excelente exploración e interacción con el suelo a causa de una
apropiada preparación tanto de la capa arable como el subsolado a 6 meses de establecido el huerto.

47
Manual de Preparación de Suelo en Frutales
5. La preparación química
5.1. Análisis químicos y cálculo de requerimiento
de enmiendas
Como tercera parte del proceso de preparación
de suelos, se requiere conocer mediante análisis
químicos, aspectos tales como, pH, fertilidad,
saturación de bases, niveles de M.O., niveles de
fósforo y otros nutrientes; y características físicas
como textura, densidad aparente y volumen
de piedras. A partir de estos datos, realizar los
cálculos que permitan corregir los desequilibrios y
carencias de elementos previo a la plantación, a una
profundidad no superior a los 30 cm, que es aquella
a la que una rastra u otro implemento permite
incorporarla. Sin embargo, en los últimos años,
gracias al mejor conocimiento de la aplicación de
las técnicas, es que ha sido posible con bulldozer y
excavadoras con garras, llegar con la enmienda, de
guano, yeso y/o rastrojos hasta 1,0 m, con efectos
sorprendentes especialmente en lo que se refiere a
la floculación de arcillas.
La incorporación en mezcla con el suelo de elementos
de origen inorgánico u orgánico que permiten mejorar
las propiedades químicas, físicas y biológicas del
48
suelo se le denomina enmienda (Foto 37), al igual
que cuando se aplican nutrientes en cantidades que
exceden el requerimiento anual de una planta con
propósitos correctivos.
Cabe aclarar que estas correcciones pretenden
proporcionar equilibrios químicos en el stock de
elementos de largo plazo, así como nutrientes tales
como fósforo, microelementos y M.O. los cuales
deberán ser mantenidos en el tiempo mediante un
programa de fertilización y enmiendas que satisfaga
los balances nutricionales de cada situación en
particular.
A continuación, se presentarán distintos casos de
análisis de suelo con situaciones de desequilibrio
químico que deben ser corregidos.
El primer caso se presenta en el Cuadro 4, y
corresponde a tres cuarteles (cuarteles nº1, nº2 y nº3
respectivamente) que presentan pH ácido (pH<6,0),
donde además, dos de ellos (cuarteles n°1 y n°3)
tienen una saturación de aluminio mayor al umbral
recomendado (< 2%).
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Cuadro 4. Análisis de suelo que será plantado con cerezos.

Chimbarongo, VI región del Libertador Bernardo O’Higgins, Chile.

Categoría normal o
Determinación Cuartel N°1 Cuartel N°2 Cuartel N°3
nivel suficiencia

pH 5,0 5,2 5,1 6,0-7,0

Mat. Orgánica (%) 4,3 3,4 3,3 2,0-8,0
Cond. Eléctrica (dS/m) (1:2,5) 0,72 0,80 0,48 <1,0
Amonio N-NH4 (mg/kg) 6 7 4 >10
Nitrato N-NO3 (mg/kg) 44 37 46 >10
Nitrógeno disponible (mg/kg) 50 44 50 20-60
Fósforo disponible (mg/kg) 40 60 51 20
Potasio Interc. (cmol/kg) 0,61 0,73 0,70 0,30-0,45
Potasio disponible (mg/kg) 238 283 274 115-175
Calcio inter. (cmol/kg) 8,8 11,1 10,7 4,0-8,0
Magnesio inter. (cmol/kg) 1,88 2,77 2,18 0,6-1,5
Sodio inter. (cmol/kg) 0,10 0,09 0,10 <1,0
Suma de bases (cmol/kg) 11,4 14,7 13,7 5,0-10,0
Azufre disponible (mg/kg) 32,0 25,8 24,3 16-30
Aluminio interc. (cmol/kg) 0,42 0,27 0,35 <0,15
CICE (cmol/kg) 11,8 15,0 14,1 >5,0
Saturación de Al (%) 3,6 1,8 2,5 <2,0
Saturación de K (%) 5,2 4,8 5,0 5-10
Saturación de Ca (%) 74,5 74,3 76,3 65-75
Saturación de Mg (%) 15,9 18,5 15,5 10-15
Relación Calcio/Magnesio 4,7 4,0 4,9 4-6
Relación Potasio/Magnesio 0,3 0,3 0,3 0,3-0,6
Hierro (mg/kg) 129,9 136,1 97,8 >2,5
Manganeso (mg/kg) 33,1 65,0 43,4 >3,0
Zinc (mg/kg) 1,6 2,0 2,0 >1,0
Cobre (mg/kg) 8,4 9,3 9,3 >0,5
Boro (mg/kg) 0,7 0,6 1,0 0,6-1,5

49
Manual de Preparación de Suelo en Frutales

Para corregir los niveles de pH y llevarlos al valor toneladas de carbonato de calcio que se requieren
ideal (pH 6,0) se debe solicitar una curva de encalado para poder corregir el pH, tal como lo indica la
al laboratorio. El resultado de este análisis indicará las Figura 9.

Figura 9. Requerimiento de encalado en base a caliza pura al 100% para corregir el pH y disminuir el
contenido de aluminio en una superficie de 5.000 m2 a profundidad de 40 cm.

Curva de encalado 0-40 cm en un 50% área efectiva de suelo

10
9,0
pH del Suelo

8,0
7,0
6,0
5,0 y = 0,2936x + 4,8781
3,82 ton/ha
4,0

0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10

En la Figura, se puede observar que

para alcanzar un pH 6.0 se requiere
de 3,82 toneladas de carbonato
de calcio por hectárea. El cálculo
fue efectuado para los primeros
40 cm de profundidad y corregido 100m largo
al 50% de área efectiva de suelo. Lo
anterior significa que se corregirán
0,4m alto
2.000 m3 efectivos y 2.600 ton de
masa para una densidad aparente
2,0m ancho
de 1,3 ton/m3 (Foto 37).
Foto 37. Enmienda de caliza aplicada previo a la incorporación sobre la
banda en una plantación sin camellón para corregir pH en un marco de
plantación de 4x2 m.

50

En el segundo caso, los datos analíticos se presentan
en el Cuadro 5, con correcciones para dos cuarteles
(Sector nº1 y Sector nº2) donde se pretende
proporcionar equilibrios químicos en el stock de
elementos de largo plazo, los cuales deberán ser
mantenidos en el tiempo mediante un programa de
fertilización que satisfaga los balances nutricionales
de cada situación en particular.
El balance óptimo para corregir en la saturación de
bases será el siguiente para cada elemento: Ca 60-
70%; Mg 14-18%; K 3-5% (incluso hasta 7% en algunos
casos para equilibrar la relación con el magnesio)
y Na 2-3%, y relaciones Ca/Mg de 5 a 6:1, y K/Mg
de 0,3 a 0,6: 1. En caso de déficit en el contenido de
nutrientes como por ejemplo fósforo, se calculará la
cantidad a aplicar para llevarlo a niveles adecuados.
Para efectos de los cálculos de enmienda en aquellas
situaciones donde se construirán camellones, se
consideró que estos aún no se construyen, y que
la enmienda se aplicará en cobertera al 100% de la
hectárea, es decir una superficie efectiva de 10.000 m2
y 0,3 m de profundidad, lo que implica que el volumen
de suelo a modificar será de 3.000 m3. La variable
pedregosidad será de 0%, pero al contar con el dato
específico para cada situación, los valores bajarían en
caso de ser significativo el volumen de piedras.
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La razón para lo anterior es que, en este caso, se
deberán construir para contar con un mayor volumen
y profundidad efectiva de suelo, y permitir el desarrollo
de sistemas radicales sustentables en el tiempo,
compatibles con la obtención de fruta en cantidad y
calidad que requiere la industria. Entonces, al enmendar
el 100% de la superficie y mezclarlas hasta 30 cm
de profundidad, se contará con un volumen de suelo
completamente tratado, el que será utilizado, tomándolo
desde las futuras entre hileras hacia la banda de
plantación, por lo que tanto la base del camellón como
el suelo aplicado sobre ella estará enmendado.
En los casos donde no se construirán camellones
porque la plantación se realizará en plano, en el
cálculo de enmiendas se consideró una superficie
efectiva de 2,0 m de ancho por 100 m de largo y 0,3
m de profundidad para cada hilera en un marco de
plantación de 4,0 m entre hileras, lo que implica que
el volumen efectivo de suelo a modificar será de 1.500
m3/ha. La pedregosidad al igual que el caso anterior
fue 0%, y rigen las mismas consideraciones anteriores.
Una vez determinadas las cantidades de enmienda
a aplicar, se debe mezclar homogéneamente estas
con el suelo hasta la profundidad de 30 cm, que es la
profundidad a cuál se hizo la muestra.
51
Manual de Preparación de Suelo en Frutales

Cuadro 5. Análisis de fertilidad de suelo para determinar requerimiento

de enmienda colectada a una profundidad de 0 a 30 cm.

Análisis Muestra Muestra

Sector nº 1 Sector nº 2
Fertilidad (0-30 cm) (0-30 cm)
pH (Agua 1:2,5) 6,3 7,4
CE extracto (dS/m) 0,69 1,0
M.O. (%) 2,5 4,2
Nitrógeno (N) (mg/kg) 32 41
Fosforo (P-Olsen) (mg/kg) 11 54
Potasio (K) (mg/kg) 42 132
Cationes de intercambio
Calcio (Ca) (meq/100 g) 9,2 11,9
Saturación Ca (% sobre la CICE) 74,8 77,3
Magnesio (Mg) (meq/100 g) 1,75 1,84
Saturación Mg (% sobre la CICE) 14,2 11,9
Potasio (K) (meq/100 g) 0,4 0,7
Saturación K (% sobre la CICE) 3,25 4,55
Sodio (Na) (meq/100 g) 0,5 0,5
Aluminio (Al) (meq/100 g) 0,4 0,5
Saturación Al (% sobre la CICE) 3,25 3,25
Suma de bases (meq/100 g) 11,9 14,9
CICE (meq/100 g) 12,3 15,4
Relaciones
Ca/Mg 5,26 : 1 6,47 : 1
K/Mg 0,23 : 1 0,38 : 1
Textura Franca Franca
Densidad aparente (g/cm ) 3
1,3 1,3

Fuente: Elaboración propia con datos reales.

52
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Muestra Sector Nº 1. Plantación con camellón:

En los Cuadros 6 y 9, se presentan los indicadores físicos y químicos de las calicatas analizadas en este sector a la
profundidad de 0 a 30 cm y las correcciones necesarias para lograr los balances óptimos en los cationes de intercambio.

Cuadro 6. Análisis químico suelo correspondiente a calicatas con aptitud frutal.

Ca Mg K Na
CICE
Da Suma de bases Intercambiable Intercambiable Intercambiable Intercambiable
Textura % % % %
(g/cc) (meq/100g) (meq/100g) (meq/100g) (meq/100g)
(meq/100g) CICE CICE CICE CICE
Inicial Inicial Inicial Inicial
Inicial
Franca 1,30 12,30 9,20 75% 1,75 14% 0,40 3% 0,40 3%

Cuadro 7. Incremento necesario de los cationes de intercambio para lograr el balance óptimo.
Ca Mg K Na
CICE
Da Suma de bases Intercambiable Intercambiable Intercambiable Intercambiable
Textura % % % %
(g/cc) (meq/100g) (meq/100g) (meq/100g) (meq/100g)
(meq/100g) CICE CICE CICE CICE
Final Final Final Final
Final
Franca 1,30 12,30 9,20 75% 1,75 14% 0,86 7% 0,40 3%

Cuadro 8. Requerimiento de enmienda expresado en unidades y a la forma de un fertilizante.

Calcio Magnesio Potasio

Kilos Yeso Kilos Sufalto Kilos Sulfato Cloruro
Elemento (Sulfato de Calcio) Elemento de magnesio Elemento de potasio de potasio
(kg) (kg) (kg) (kg) (kg) (kg) (kg)
0 0 0 0 704 1.696 1.413

Cuadro 9. Relaciones Ca/Mg y K/Mg antes y después de la enmienda de corrección.

Relación Relación
Ca/Mg K/Mg

Muestra Antes Después Antes Después

Óptimo Óptimo
corrección corrección corrección corrección

5,26 5,3 5a6:1 0,23 0,49 0,3 a 0,6 : 1

53
Manual de Preparación de Suelo en Frutales

Muestra Sector Nº 2. Plantación sin camellón:

En los Cuadros 10 al 13, se presentan se presentan los indicadores físicos y químicos de este sector a la profundidad de
0 a 30 cm y las correcciones necesarias para lograr los balances óptimos en los cationes de intercambio en la banda
de plantación.

Cuadro 10. Análisis químico suelo correspondiente a calicatas con aptitud frutal.
Ca Mg K Na
CICE
Da Suma de bases Intercambiable Intercambiable Intercambiable Intercambiable
Textura % % % %
(g/cc) (meq/100g) (meq/100g) (meq/100g) (meq/100g)
(meq/100g) CICE CICE CICE CICE
Inicial Inicial Inicial Inicial
Inicial
Franca 1,30 15,40 11,90 77% 1,84 12% 0,70 5% 0,50 3%

Cuadro 11. Incremento necesario de los cationes de intercambio para lograr el balance óptimo.

Ca Mg K Na
CICE
Da Suma de bases Intercambiable Intercambiable Intercambiable Intercambiable
Textura % % % %
(g/cc) (meq/100g) (meq/100g) (meq/100g) (meq/100g)
(meq/100g) CICE CICE CICE CICE
Final Final Final Final
Final
Franca 1,30 15,40 11,90 77% 2,32 15% 1,08 7% 0,50 3%

*s/r: sin requerimiento.

Cuadro 12. Requerimiento de enmienda expresado en unidades y a la forma de un fertilizante.

Calcio Magnesio Potasio

Kilos Yeso Kilos Sufalto Kilos Sulfato Cloruro
Elemento (Sulfato de Calcio) Elemento de magnesio Elemento de potasio de potasio
(kg) (kg) (kg) (kg) (kg) (kg) (kg)
0 0 114 710 290 698 582

Cuadro 13. Relaciones Ca/Mg y K/Mg antes y después de la enmienda de corrección.

Relación Relación
Ca/Mg K/Mg

Muestra Antes Después Antes Después

Óptimo Óptimo
corrección corrección corrección corrección

6,47 5,1 5a6:1 0,38 0,47 0,3 a 0,6 : 1

54
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Corrección de niveles deficitarios de fósforo

En el Cuadro 14, se presentan muestras con niveles de P-Olsen deficitarios detectados en los sectores denominados
Sector nº 1 y Sector nº2.

Cuadro 14. Requerimiento de enmienda para corregir niveles deficitarios de P-Olsen.

Análisis Corrección requerida

Muestra Niveles P-Olsen (mg/kg) P P2O5 SFT
Inicial Óptimo Requerido (kg) (kg) (kg)

Sector Nº 1
11 25 14 56 128 1.859
(c/camellón)

Sector Nº 2
54 20-30 0 - - -
(s/camellón)

Fuente: Calculo realizado los autores a partir de Boletín INIA N°26.

55
Manual de Preparación de Suelo en Frutales

100 m largo

Foto 38. Enmienda de calcio y

potasio aplicada a la forma de yeso y
0,3 m alto sulfato de K previo a la incorporación
2,0 m ancho sobre la banda en una plantación sin
camellón para corregir la saturación
de bases en un marco de plantación
de 4x2 m.

Foto 39. Aplicación e incorporación

de una enmienda de calcio y potasio
aplicado a la forma de yeso y sulfato
de K para corregir la saturación
básica.

56

6. Consideraciones económicas
Todo lo expuesto, hace necesario y urgente dar el
correspondiente valor y relevancia a la correcta
preparación de suelo como cimiento fundamental
de toda nueva plantación frutal. Su impacto
técnico y las consecuencias en el desarrollo de
las plantas, así como el consecuente beneficio o
detrimento en la productividad futura, hacen de
esta práctica un verdadero hito, tan importante
como cuando decidimos que especie o combinación
variedad/patrón escogeremos o la calidad y sanidad
de las plantas que utilizaremos.
Dicho esto, y por alguna razón que es difícil explicar,
es sorprendente la cantidad de proyectos que ven
la luz, que han sido financieramente evaluados,
con análisis económicos positivos, incluso bajo
condiciones de alto estrés, como vidas productivas
cortas (12-15 años), uso de alta tecnología (mallas,
cubiertas, altas densidades, etc.), presentan falencias
en este hito tan relevante desde el momento mismo
de la definición del proyecto o ya en los primeras
etapas de su implementación.
ANASAC Chile S.A
Dado que el componente técnico no está en cuestión,
trataremos de establecer las variables económicas
que pudieran explicar la falta de interés o rigurosidad
respecto de esta práctica fundamental. Es importante
preguntarse por qué la preparación de suelo no
es considerada como un activo fijo de inversión
depreciable durante la vida útil del proyecto y no
como un costo directo, como parece ser tratado. Para
ahondar en este punto, a modo de ejemplo, nadie
dudaría ni por un momento la instalación de un equipo
de riego tecnificado, el uso de estructuras de soporte
o sistemas de control de heladas, y si bien se tratará
de implementarlos a costos competitivos, sin lugar a
dudas que se realizará con insumos de calidad, aun
cuando en cualquiera de los casos expuestos, todo
podría ser renovado más de una vez, sin embargo
una mala preparación de suelo no tiene forma de ser
corregida al punto de devolver al potencial productivo
original, cualquier solución será un parche, mejor o
peor, pero al fin y al cabo un parche.
57
Manual de Preparación de Suelo en Frutales
Antes de responder la pregunta aparentemente
obvia: ¿Cuánto cuesta preparar un suelo? Debemos
tener presente las variables que hay que considerar:
tipo de suelo y sus limitaciones, maquinaria apropiada
para que este sea trabajado, la eficiencia y eficacia
de los diferentes equipos y la cantidad de trabajo o
pasadas hasta que el suelo quede preparado acorde
al proyecto que hemos definido.
Es realmente importante conocer y comprender
empíricamente las eficiencias de los diferentes equipos
utilizados en estos trabajos, así como la combinación
de labores realizadas por ellos a fin de obtener
una adecuada preparación. Es posible encontrar
en algunas publicaciones referencias a equipos e
implementos, numero de pasadas y profundidades, las
cuales están lejos de presentar los resultados mínimos
58
deseados en las preparaciones reales, siendo muchas
veces como se mencionó al inicio de esta publicación,
simples trabajos de la capa arable.
En el Cuadro 15, podemos apreciar el desempeño
de las maquinarias usualmente usadas en relación
a su rendimiento de superficie preparada en cantidad
de horas que requiere cada equipo para trabajar
apropiadamente “una pasada” a una hectárea (hr/
ha) o (ha/día), el costo del arriendo de la maquinaria,
incluido su transporte y de igual forma los gastos
en operador y sus viáticos. El costo del combustible
puesto en el predio y su consumo por hora de
trabajo (l/hr) nos permitirá tener una valorización
lo más aproximada posible del real costo total por
hectárea para cada uno de los distintos equipos que
consideremos.
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Cuadro 15. Costos parciales, totales y rendimientos de diferentes equipos. Excavadoras con garras
(PC 200, 300 y 450) y bulldozer más comunes (D-8T, 155-AX; D-9 T, 275-AX).

Características Rendimiento Arriendo Gasto de Costo total

Equipo Peso Potencia Costo Costo combustible
(ha/día) (hr/ha) ($/ha)
(ton) (HP) ($/hr) ($/ha) (l/hr)

PC-200 Komatsu 20,9 148 0,66 18* 46.111 830.000*** 22 830.000

PC-300 Komatsu 31,6 247 0,66 18 66.660 1.200.000 35 1.200.000

PC-450 Komatsu 45,2 345 0,75 16 75.000 1.200.000 45 1.200.000

D-8 T Caterpillar 38,5 325 1,7 7,2** 115.277 830.000 45-50 830.000

155-AX Komatsu 39,5 354 1,7 7,2 115.277 830.000 45-50 830.000

D-9 T Caterpillar 50 410 1,7 7,2 166.666 1.200.000 60-70 1.200.000

275-AX Komatsu 49,9 449 1,7 7,2 166.666 1.200.000 60-70 1.200.000

Fuente: Datos obtenidos en evaluaciones de campo por los Consultores.

*Corresponde al movimiento del 100% de la superficie en 1 ha.
*El tiempo corresponde a una pasada simple realizada a 0,7 m entre ellas, y 14,3 km/ha de recorrido lineal total.
**El costo del combustible referencial para efectos de cálculo fue de $ 450/l.
***El valor incluye el costo del combustible, pensión del operador sin costo de flete.
Los valores corresponden a pesos a septiembre de 2020.

59
Manual de Preparación de Suelo en Frutales

Sin el afán de complejizar la información presentada
en el cuadro anterior, cabe insistir que los costos
totales expuestos corresponden solo al total de una
“pasada” o recorrido total por ha de cada uno de los
equipos, dependiendo del tipo de suelo, limitaciones
propias y situación particular, que definirá la cantidad
de pasadas y el conjunto de equipos a utilizar para
cada plantación.
Si consideramos que la preparación comúnmente
usada, recomendada o valorizada en la mayoría de
los proyectos alcanza un valor cercano o equivalente
a los $800.000/ha, esta posiblemente considera las
labores de subsolado o preparación del subsuelo con
garra o bulldozer (a veces incluye también la capa
arable) dejando “lista” y bien preparada la hectárea
en cuestión, podemos pensar a la luz de la oferta
que es un gran ahorro. Sin embargo, es muy probable
que la prisa y presión sobre los costos resulte en un
trabajo mal hecho ya sea de poca profundidad y/o
cobertura deficiente de la hectárea en cuestión.
La experiencia de campo nos demuestra una y otra
vez que rara vez puede darse que un suelo quede
bien preparado con una pasada, por lo que lo usual
es que requiera el uso de un mismo equipo más de
una vez o el conjugarlo con otras maquinarias como
se puede observar en el cuadro siguiente.

Cuadro 16. Costo real de preparación de suelo para 9 casos, con diferente complejidad y distintas máquinas
o combinaciones de ellas sin considerar la capa arable.

Costo estándar
Costo Diferencia
Maquinaria prebase
($/ha) ($/ha)
($/ha)
275 AX (D-9) Simple pasada (Suelo complejo) 1.200.000 800.000 400.000
275 AX + 275 AX (D-9) Doble pasada (Suelo muy complejo) 2.400.000 800.000 1.600.000
275 AX (D9) + PC 450 Doble pasada (Suelo muy complejo) 2.400.000 800.000 1.600.000
155 AX (D-8) Simple pasada (Suelo amigable) 830.000 800.000 30.000
155 AX + 155 AX (D-8) Doble pasada (Suelo complejo) 1.660.000 800.000 860.000
155 AX (D8) + PC 300 Doble pasada (Suelo complejo) 2.030.000 800.000 1.230.000
PC-450 Pasada simple (Suelo amigable) 1.200.000 800.000 400.000
PC-300 Pasada simple (Suelo amigable) 1.200.000 800.000 400.000
PC-200 Pasada simple (Suelo amigable) 830.000 800.000 30.000

Fuente: Datos de los consultores para casos reales de preparaciones de suelos con diferente complejidad.
Los valores corresponden a pesos a septiembre de 2020.

60
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En el Cuadro 16, podemos observar el costo total de
diferentes combinaciones de maquinaria, a la cual se
le descuenta el valor de la preparación o subsolado
base o estándar ($800.000/ha) que se ofrece o
considera para los proyectos de plantaciones nuevas
y que usualmente presentan las falencias al inicio de
este manual. La diferencia, corresponde al valor que
los productores “ahorrarían” al realizar esta labor de
forma incorrecta, pero con un aparente buen resultado,
vieron el equipo trabajar y lo hizo rápidamente.
definir el valor internacional de nuestra producción
salvo muy escasas oportunidades, por tanto es
sensato abocarse en primera instancia a tener altas
producciones, de gran calidad y sostenibles en el
tiempo. Cualquier otra variable se acerca más a la
especulación, aunque pueda obtener un excelente
trato con la exportadora de turno, los precios están
sujetos a las variaciones internacionales siendo
afectados por gran cantidad de factores climáticos,
económicos y geopolíticos a nivel global.

Pero ¿qué significa este “ahorro de tiempo y dinero”?,
¿qué representa en términos de producción y qué
impacto tiene en términos de retorno?
Cuando evaluamos un proyecto a 12, 15 o 20 años, lo
más difícil es saber realmente cuanto nos generará
dicho proyecto, razón por la cual intentamos (o
deberíamos intentar) ingresar la mayor cantidad
de variables productivas, sobre todo, porque como
productores difícilmente tenemos la capacidad de
Al observar el Cuadro 17, podemos observar que la
“diferencia o ahorro” obtenido con una preparación
inadecuada pero visto desde la perspectiva de la vida
útil del proyecto. Es decir, se consideró la diferencia
del costo por hectárea, entre la preparación estándar
y una correcta preparación. Este valor/ha, fue llevado
a su equivalente en kilogramos de fruta por ha para
los casos más comunes de preparación y donde
se requerían pasadas simples o combinadas y que
requerían un mayor “costo o inversión”.

Cuadro 17. Diferencia o ahorro entre costo de suelo bien preparado y costo de preparación estándar, expresado
en kg de fruta por hectárea/año y prorrateado en una vida útil del huerto de 15 años para alguno de los casos
presentados en el Cuadro 3.

Especie frutal
Equipo y combinaciones
Cerezos (kg/ha/año) Nogales (kg/ha/año) Vides (kg/ha/año)
155 AX (D8) + PC 300 Doble pasada 30 xx xx
155 AX + 155 AX (D-8) Doble pasada 21 xx xx
275 AX (D9) + PC 450 Doble pasada 38 xx xx
275 AX + 275 AX (D-9) Doble pasada 38 xx xx
PC-450 Doble pasada 38 xx xx

Fuente: Datos obtenidos por los Consultores sobre precios de retorno de fruta para el mercado chileno.
*Precios de referencia: Cereza 3,5 USD/kg; Nueces 2,0 USD/kg ; Avellana 2,5 USD/kg.

61
Manual de Preparación de Suelo en Frutales
Al establecer la cantidad de kilogramos de de fruta
por ha/año, podemos apreciar que la porción de la
producción con la que “financiamos o amortizamos”
ese gasto o inversión extra inicial es irrelevante
si consideramos el nivel productivo del huerto,
siendo superado ampliamente por otros ítems
como lo tomado por los cosecheros o lo afectado
por enfermedades y plagas, situaciones a las que
usualmente les asignamos menor importancia relativa.
De esto podemos concluir, que el mayor costo inicial
es irrelevante en el resultado productivo del proyecto,
entonces la pregunta que sigue es siendo tan pequeño
su mayor costo, ¿Hay algún efecto sobre el potencial
productivo y/o en el resultado financiero de nuestro
proyecto?
Es sabido que las limitaciones físicas de suelo
sumado a grandes exigencias productivas y búsqueda
de precocidad generan estrés significativo en los
huertos generando en el largo plazo decaimientos
prematuros de los mismos, afectando en primera
instancia la disponibilidad de madera frutal, calidad
y posteriormente acortando la vida productiva del
huerto o parrón.
62
En las Figuras 10 y 11, podemos apreciar los flujos
financieros de especies frutales, como cerezos y
nogales respectivamente, observando tres escenarios
posibles por especie.
El primero de color verde, corresponde a la estimación
de los flujos futuros bajo un escenario de productividad
normal, el de color amarillo corresponde a un
escenario donde el huerto ve reducido su potencial
productivo en un 15% desde un comienzo debido a las
limitaciones físicas del suelo. Este escenario es muy
común y se presenta de manera subyacente, una vez
establecidos los niveles productivos prometidos se ven
directamente mermados. De igual forma, esto afecta
indirectamente los flujos dado que los responsables
técnicos se ven forzados a suplir o compensar los
déficit de crecimiento vegetativo, vigor o calidad a
través de un sin número de prácticas paliatorias, que
incluyen labores de suelo superficiales, uso de bio-
estimulantes y otros elementos exógenos foliares y
radiculares ajenos a la nutrición misma, a fin de llevar
a los huertos a los niveles productivos esperados o
aceptables, generando mayores costos en insumos
innecesarios en un entorno adecuado para el
desarrollo radicular.

Si bajo este suelo de condición física deficitaria, se le
suma la presión de producciones normales o altas,
más estrés estacionales, problemas de riego en
exceso o déficit, etc., no es de extrañarnos observar un
escenario como el representado por la línea de color
azul donde no solo limitamos la producción potencial
de los huertos, sino que acortamos la vida útil de
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los mismos al presentar la declinación prematura
de nuestro proyecto, reduciendo drásticamente el
retorno y/o flujo de cada una de nuestras hectáreas.
El ejemplo presentado en la Figura 10, la caída en el
retorno esperado por hectárea es de un 53% en el
caso de mayor pérdida respecto al flujo original.
63
Manual de Preparación de Suelo en Frutales
En la Figura 11, correspondientes a una hectárea de
nogal, los flujos se ven reducidos en un 26% y 58%
aproximadamente según la severidad presentada en la
relación tipo de suelo, preparación y estrés productivo.
Dado el largo período de tiempo en que estos trabajos
deficientes pueden manifestar sus efectos en el vigor
o directamente en el flujo, es que rara vez, hacemos un
link entre la preparación inapropiada y los problemas
observados años después (faltas de vigor, retraso en
el break even, retorno final del proyecto, etc). Esto
64
puede explicar parcialmente la falta de rigurosidad
durante la ejecución y control de este proceso.
Para finalizar, mirando fuera de nuestra realidad, hemos
sido testigo desde hace algunas décadas, como en
otros referentes de la producción frutícola como EE. UU.
y Sudáfrica, la preparación de suelos con maquinaria
pesada ha sido la base de su fruticultura y era común
explicarnos que su realidad era diferente a la nuestra,
otros suelos, otros costos, otras condiciones. ¿Habrá
llegado el momento de equipararnos en este aspecto?