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DERECHO PROCESAL PENAL II

DOCENTE: DR.JUAN H. QUIROZ ROSAS


EL PROCESO PENAL COMUN
Como sabemos, Perú al igual que otros países en américa latina, vienen atravesando por una ola de
reformas, un cambio de sus respectivos sistemas procesales rumbo al sistema acusatorio, esta reforma no
solo informa un cambio de plazos, un cambio de trámites, como mal se entiende en algunos sectores.
Esta reforma importa un cambio de las estructuras y bases mismas del proceso penal.
Hoy en día un proceso penal sin garantías constitucionales, es cualquier cosa, menos un proceso penal.
Un proceso penal hoy en día, debiera entenderse como el conjunto de actos concadenados dirigidos a
solucionar el conflicto originado por el delito a efectos de esclarecer quien tiene la responsabilidad de su
comisión y que sanción ha de aplicársele.
Este conjunto de actos concadenados realizado por los órganos jurisdiccional deben estar dotados de
garantías constitucionales, esto es, que la persona que esté sometida a un proceso penal, tenga
garantizado el ejercicio de sus derechos:
a.-Que no se le impida tener acceso a un abogado.
b.-Permitir tener el pleno ejercicio a la defensa.
c.- Tener conocimiento de los actos de investigación que se desarrollan en su contra.
d.- Saber con claridad cuáles son los cargos de imputación.
Contradecir los pedidos del fiscal e incluso contradecir aquellas decisiones judiciales que consideras que están
erradas y que consideras agravio.
Entre otros derechos, que conforman lo que conocemos como el debido proceso.
Esta reforma, importa la concepción de diversos mecanismos de simplificación procesal, es decir,
ya no tenemos que esperar dos, tres o cuatro años a fin de llegar a un juicio oral y que se emita
sentencia.
Este código establece diversos mecanismos tales como:
• El principio de oportunidad.-- Los acuerdos preparatorios.
• La terminación anticipada.--- La acusación directa.
A efectos de, que el proceso concluya de manera anticipada, esto no solo importa, el
beneficio de una rápida administración de justicia, sino que importa algo trascendental,
la víctima, que la víctima sea resarcida, reparada adecuadamente y en un plazo
razonable. Pues bien, este nuevo sistema significa una separación de funciones y roles
de los sujetos procesales. La figura del juez instructor quedo en el pasado, ya no vamos
a tener jueces que investiguen, esa es labor propia del Ministerio Público, director de la
investigación, quien tiene la carga de la prueba, titular de la acción penal; el juez se va
a encargar de decidir en las respectivas audiencias antes los respectivos requerimientos
de las partes, aquello que se somete a su conocimiento, un juez de investigación
preparatoria, decidirá acerca de la tutela de derecho, control de plazo, requerimiento
de prisión preventiva, etc., etc. que se plantee ante su despacho, el juez penal tendrá
que decidir en atención si el sujeto es responsable o no del delito que se le imputa.
Cada juez en su respectiva instancia, de acuerdo a su competencia decidirá ya no en base al
papel escrito, ya no en base al expediente, sino en base a lo que las partes argumenten,
debatan y demuestren en la audiencia respectiva, esta oralidad es una gran característica del
proceso, y de esta característica deviene una necesidad…la exigencia en las partes, fiscal y
abogado que requieren y necesitan dominar técnicas en litigación oral a efectos de
desenvolverse bien en las audiencias correspondientes, aquel fiscal, abogado, procurador que
no domina estas técnicas, no se va a desenvolver adecuadamente en el proceso, no sabe su
caso, no sabe exponerlo o lo conoce y no sabe exponerlo, no sabe qué estrategia definir para
enfrentar el caso, no sabe qué elementos recabar para sustentar su pretensión, no sabe que
preguntas formular, etc., etc. Ese abogado está perdido, este sistema lo va a excluir, lo va a
separar porque simplemente va a perder sus casos y nada tiene que hacer en proceso penal
donde se debaten derechos fundamentales de las personas.
El jurista Luis Miguel Reyna Alfaro, señala lo siguiente: el Proceso Penal Común aparece
como la reforma procesal eje del NCPP. El libro III del CPP desarrolla las diversas fases del
Proceso Penal Común: Investigación Preparatoria ( Sección I, artículos 321-343), Etapa
Intermedia (Sección II, artículos 344-355) y el Juzgamiento (Sección III artículos 356-403 ).
Establece el CPP una serie de reglas dedicadas a las regulación de la impugnación ( LibroIV,La
impugnación) . Libro Manual de Derecho Penal, pag.58-59.

Christian Salas Beteta, señala lo siguiente: El Proceso Penal Común de 2004 establece un
tramite común para todos los delitos comprendidos en el Código Penal, dejando atrás el
procedimiento ordinario (mixto) y el inconstitucional procedimiento sumario (inquisitivo)
caracterizado por ser eminentemente escrito, reservado y sin juicio oral. Dicho proceso común,
cuenta con 3 etapas: 1) La Investigación Preparatoria 2) La etapa intermedia 3) La etapa del
juzgamiento o juicio oral. Libro El proceso penal común pag.81.
• Segismundo Israel León Velasco, Juez Especializado en lo Penal de Lima, dice en su
artículo "Las Etapas en el NCPP, dice: "Se suele hacer mención de la trascendencia de una
etapa en detrimento de la otra, pero consideramos que cada una, debido a
la naturaleza y objetivo que busca, tiene su propia importancia y la realización correcta de ellas,
es una suma que tiene como resultado, una adecuada impartición de justicia, función primordial
del Poder Judicial".

• La etapa de la investigación preparatoria se encuentra destinada a verificar la concurrencia de


las evidencias necesarias respecto de la ocurrencia de un hecho delictivo y de sus posibles
autores o cómplices, a efectos de sostener una acusación o desestimar ella, o en palabras del
propio código, a "reunir los elementos de convicción, de cargo y de descargo, que permitan
al fiscal decidir si formula o no acusación y, en su caso, al imputado preparar su defensa"
¿CUÁLES LA ESTRUCTURA DEL PROCESO PENAL COMÚN EN EL
CÓDIGO PROCESAL PENAL DE 2004? –FASES
A diferencia del Código de Procedimientos Penales de 1939, se apuesta por un
proceso penal común constituido por tres fases claramente diferenciadas y con
sus propias finalidades y principios:
1. La fase de investigación preparatoria a cargo del Fiscal, que comprende las
llamadas diligencias preliminares y la investigación formalizada.
2. La fase intermedia a cargo del Juez de la Investigación preparatoria, que
comprende los actos relativos al sobreseimiento, la acusación, la audiencia
preliminar y el auto de enjuiciamiento. Las actividades más relevantes son el
control de la acusación y la preparación del juicio.
3. La fase del juzgamiento comprende el juicio oral, público y contradictorio, en
el que se actúan y desarrollan las pruebas admitidas, se producen los alegatos
finales y se dicta la sentencia.
AUTO DE CITACIÓN A JUICIO
• Lo dicta juez penal competente
• Apercibimiento al acusado de ser declarado contumaz
• Citación a testigos y peritos a la sesión que les corresponda
https://lpderecho.pe/casacion-1072-2016-huanuco-citacion-telefonica-
inconcurrencia-perito-prescindencia-debate-pericial/

Sumilla. 1. La citación telefónica se realiza en casos de urgencia. La urgencia es una situación


concreta y eventual que se presenta cuando no es posible, por razones de tiempo o logísticas del
órgano jurisdiccional, o por causas de fuerza mayor o causas imprevistas, la citación por la vía
ordinaria de la cédula, conforme al apartado 1 del artículo 129 del Código Procesal Penal.
2. Los apercibimientos por el incumplimiento de una citación judicial son expresos, el artículo 379 del
Código Procesal Penal estatuye que cuando el perito, oportunamente citado, no haya comparecido, el
Juez ordenará que sea conducido compulsivamente y ordenará a quien lo propuso colabore con la
diligencia.
3. La prescindencia de un medio de prueba es una salida de ultima ratio, que se lleva a
cabo para evitar la interrupción –o quiebra– del juicio oral. Solo se dictará cuando los
apercibimientos legalmente establecidos (conducción compulsiva, en este caso) no
puedan cumplirse
PRIMERA SALA PENAL TRANSITORIA--CASACIÓN 1072-2016, HUÁNUCO
SENTENCIA DE CASACIÓN
• Lima, once de mayo de dos mil diecisiete
VISTOS; en audiencia pública: el recurso de casación interpuesto por el encausado
Alfredo Ángel ISIDRO SILVESTRE contra la sentencia de vista de fojas seiscientos
veinticuatro, de quince de setiembre de dos mil dieciséis, que confirmando en un
extremo y revocando en otro la sentencia de primera instancia de fojas cuatrocientos
sesenta y cuatro, de ocho de marzo de dos mil dieciséis, lo condenó como autor del
delito de peculado por apropiación y uso de documento privado falso en agravio del
Estado — Municipalidad de Aparicio Pomares a ocho años de pena privativa de
libertad y tres años de inhabilitación, así como al pago de dos mil soles por concepto
de reparación civil, sin perjuicio de devolver lo indebidamente apropiado; con lo
demás que al respecto contiene.
• Interviene como ponente el señor San Martín Castro.
FUNDAMENTOS DE HECHO.- PRIMERO. Que la Sala Penal de Apelaciones de la Corte
Superior de Justicia de Huánuco emitió la sentencia de vista de fojas seiscientos
veinticuatro de quince de setiembre de dos mil dieciséis, que confirmando en un
extremo y revocando en otro la sentencia de primera instancia de fojas cuatrocientos
sesenta y cuatro, de ocho de marzo de dos mil dieciséis, condenó a Alfredo Ángel
Isidro Silvestre como autor del
delito de peculado por apropiación y uso de documento privado falso en agravio del
Estado — Municipalidad de Aparicio Pomares. Contra esta sentencia de vista el citado
encausado interpuso recurso de casación.
SEGUNDO. Que, según los cargos objeto de procesamiento, acusación, juicio y sentencia,
el encausado Isidro Silvestre en su condición de Alcalde de la Municipalidad Distrital de
Aparicio Pomares, en el periodo dos mil siete a dos mil diez, se apropió para otro —
entiéndase, Frederick Paul Chávez Cabello— la suma total de cuarenta mil quinientos cinco
soles. Este monto estaba destinado a la realización de las obras de los Centros Cívicos de
Yachas y Saguay.
De igual manera, hizo uso de documentos privados falsos, esto es, de los informes de
avances de obras números ocho, nueve, diez y once, de fecha catorce de diciembre de dos
mil diez, todos firmados por el ingeniero Andrés Fernando Martel Huatuco, quien negó
haberlos efectuado. La finalidad de dicha falsedad documental fue apropiarse de la suma
antes mencionada y dar apariencia de una actividad presupuestal correcta.
TERCERO. Que el encausado Isidro Silvestre en su recurso de casación de fojas seiscientos
cuarenta y nueve, de tres de octubre de dos mil dieciséis, invoca el motivo de
inobservancia de precepto constitucional (artículo 429, inciso 1, del Código Procesal
Penal). Concurrentemente solicita el acceso excepcional al recurso de casación: artículo
427, numeral 4, del citado Código.
CUARTO. Que, conforme al recurso de casación del recurrente y, esencialmente, a la
Ejecutoria Suprema de fojas sesenta y cinco del cuadernillo de casación, de diez de marzo
de dos mil diecisiete, lo que es materia de dilucidación en sede casacional es lo que a
continuación se expone:
• A. El motivo de casación aceptado es el de inobservancia de precepto constitucional —
en concreto: garantía de defensa procesal— (artículo 429, numeral 1, del Código
Procesal Penal).
B. La casación está circunscripta a (i) determinar en qué supuestos cabe una
notificación telefónica a un órgano de prueba en el curso del juicio oral, (ii) delimitar
bajo qué presupuestos puede prescindirse de una prueba admitida y, por consiguiente,
(iii) estipular en qué medida se incurre en una vulneración a la garantía de defensa
procesal que hace insubsistente la sentencia que se expida.

QUINTO. Que instruidas las partes de la admisión del recurso de casación, materia de la
resolución anterior —sin la presentación de alegato adicional alguno, salvo el escrito
ampliatorio, de carácter previo al auto admisorio del citado medio de impugnación, de
la defensa del encausado Isidro Silvestre, corriente a fojas cuarenta y siete—, se expidió
el decreto de fojas ciento setenta y tres, de diecisiete de abril de dos mil diecisiete, que
señaló fecha para la audiencia de casación el día cuatro de mayo último.
SEXTO. Que, según el acta adjunta, la audiencia pública de casación se realizó con la
intervención del señor abogado Mariano de la Cruz Huamán, abogado defensor del
encausado Isidro Silvestre (parte recurrente), así como del señor Fiscal Adjunto Supremo
en lo Penal, doctor Mario Alcides Chinchay Castillo (parte recurrida). Concluida la
audiencia, a continuación se celebró el acto de la deliberación y votación de la causa en
sesión secreta en la misma fecha. Efectuada, tras el preceptivo debate, la votación
respectiva y obtenido el número de votos necesarios, corresponde dictar la sentencia
casatoria pertinente, cuya lectura se programó en la fecha.
FUNDAMENTOS DE DERECHO:PRIMERO. Que, respecto de la prueba pericial, se tiene lo
siguiente:
A. En el curso del juicio oral se presentó el informe grafotécnico de fojas trescientos
sesenta y cinco elaborado por la Dirección Ejecutiva de Criminalística, de fecha treinta y
uno de diciembre de dos mil quince. De igual manera se presentó el informe pericial
oficial grafotécnico (REPEJ) de fojas trescientos setenta y siete, fechado el cuatro de
febrero de dos mil dieciséis (perito nombrado por resolución oral de fojas trescientos
treinta y dos, de quince de enero de dos mil dieciséis). Finalmente, el encausado Isidro
Silvestre a fojas cuatrocientos veinticuatro presentó un informe pericial grafotécnico de
parte —perito designado por aquél y aceptado mediante la resolución oral de fojas
trescientos treinta y dos, de quince de enero de dos mil dieciséis—, el cual es
parcialmente contradictorio con los informes periciales anteriores.
B. En el acto oral de primera instancia la defensa del citado encausado Isidro Silvestre
solicitó un debate pericial en vista de la contradicción en las pericias que corren en autos.
En esa misma sesión de la audiencia [fojas cuatrocientos treinta y cinco a cuatrocientos
treinta y seis, de cuatro de febrero de so mil dieciséis], se ordenó el debate pericial entre
los peritos oficiales y de parte, a la vez que se dispuso se cite al perito de oficio bajo
apercibimiento de inconcurrencia de prescindirse de su actuación, así como se encargó a
la defensa coadyuvar con su notificación al perito de parte. La audiencia se suspendió
para el día dieciséis de febrero de dos mil dieciséis, a las once con treinta horas.
C. Por Secretaría se efectuó una notificación telefónica al perito de parte, conforme
aparece de la constancia de fojas cuatrocientos cuarenta y uno, de ocho de febrero de
dos mil dieciséis. El citado perito no concurrió a la sesión del dieciséis de febrero de dos
mil dieciséis, por lo que por resolución oral de fojas cuatrocientos cuarenta y dos, de esa
fecha, se prescindió de la actuación del debate pericial y se dispuso la continuación de la
audiencia.
D. Finalmente, se dictó sentencia de primera instancia el ocho de marzo de dos mil
dieciséis, la misma que fue apelada por el imputado condenado, quien hizo mención a la
ausencia del debate pericial. El Tribunal Superior validó el procedimiento seguido por el
Juez de Primera Instancia considerando la corrección de su proceder y el hecho de que
cuando se hizo efectiva la prescindencia del debate pericial no se formuló objeción
alguna.
SEGUNDO. Que, en primer lugar, el artículo 129 del Código Procesal Penal autoriza la
notificación o citación telefónica, pero solo en caso de urgencia, de lo que se dejará
constancia en autos (apartado 2). La regla es la notificación mediante cédula (artículos 157
y 158 del Código Procesal Civil) y por medio de personal del propio órgano jurisdiccional
(apartado 1 del artículo 129 del Código Procesal Penal).
La urgencia es una situación concreta y eventual que se presenta cuando no es posible,
por razones de tiempo o logísticas del órgano jurisdiccional, o por causas de fuerza mayor
o causas imprevistas, acordar la vía ordinaria de la cédula, conforme al apartado 1 del
citado artículo 129 del Código Procesal Penal. Como excepción a la regla, su interpretación
es restrictiva y, para garantizar su corrección, debe especificarse el motivo determinante
de la urgencia. Por lo demás, como se dejó sentado en el Acuerdo Plenario número 5-
2012/CJ-116, de veintinueve de enero de dos mil trece, las citaciones corresponde
realizarlas al órgano jurisdiccional.
TERCERO. Que, en el presente caso, la sesión de la audiencia en que tendría lugar el
debate pericial se realizaría el día dieciséis de febrero de dos mil dieciséis, y entre la fecha
de la sesión anterior (cuatro de febrero) y la próxima sesión existía ocho días hábiles. La
notificación telefónica se realizó el ocho de febrero de dos mil dieciséis, por lo que desde
esa fecha a la sesión ya programada existían seis días hábiles.
No se indicó o justificó por qué se optó por la notificación telefónica. Siendo así, en
relación al tiempo entre ambas sesiones de audiencia, sin que se indiquen causas de
fuerza mayor o causas imprevistas que la habrían motivado, es de concluir que no
correspondía tal modo de notificación.
Empero, la infracción del artículo 129, apartados 1 y 2 del Código Procesal Penal, no
necesariamente ocasiona la nulidad de actuaciones, pues ni siquiera se protestó o indicó
que el perito de parte desconocía de la citación judicial, que no fue notificado. No consta,
por tanto, la generación de una indefensión material por ese modo irregular de
notificación.
CUARTO. Que los apercibimientos, ante el incumplimiento de una citación judicial, son
expresos. Están taxativamente estipulados en la ley procesal. Al respecto, el artículo 379
del Código Procesal Penal estatuye que cuando el perito, oportunamente citado, no haya
comparecido, el Juez ordenará que sea conducido compulsivamente y dispondrá a quien
propuso ese medio de prueba colabore con la diligencia. Cabe aclarar que la norma dice,
respecto de quien ofreció el medio de prueba, que “colabore con la diligencia de
conducción compulsiva” —informar sobre el paradero del perito, indagar las razones de
su ausencia, comunicar a la autoridad encargada lo que sabe al respecto y ayudarla, de ser
el caso, para que concrete su misión—, no que realice por sí el acto de conducción
compulsiva.
QUINTO. Que en el caso de autos se dictó un apercibimiento impertinente, distinto del
legalmente previsto. La prescindencia de la actuación de un medio de prueba, como
consecuencia, por ejemplo, de la primera inconcurrencia de un perito, no está autorizada
por la ley. Esta institución procesal es una salida u opción de ultima ratio, que se lleva a
Cabo para evitar la interrupción —o quiebra— del juicio oral, vale decir, cuando está en
riesgo la continuidad del proceso. Solo se dictará cuando los apercibimientos legalmente
establecidos (conducción compulsiva, en este caso) no puedan cumplirse. Esto es, cuando,
por ejemplo, no ubica al perito para conducirlo a la sesión respectiva o cuando se
advierta, finalmente, que en el domicilio fijado ya no reside y se desconoce su paradero o
se acredite que no está disponible para la audiencia por enfermedad, viaje u otra razón
excepcional, sin que sea posible aplicar las reglas del artículo 380 del Código Procesal
Penal.
SEXTO. Que como se declaró necesario el debate pericial, y éste, por lo demás, es
obligatorio conforme al artículo 181, numeral 3, del Código Procesal Penal, la declaración
de prescindencia no solo vulneró lo dispuesto en el artículo 379 del aludido Código, sino
que afectó el derecho a la prueba del imputado, que integra la garantía genérica de
defensa procesal (artículos 139, numeral, 14 de la Constitución y IX, apartado 1, del Título
Preliminar del Código Procesal Penal), de suerte que le ocasionó efectiva indefensión
material. Ello es causal de nulidad absoluta o, mejor dicho, insubsanable, conforme al
artículo 150, literal d), del Código Procesal Penal.
SÉPTIMO. Que el imputado cuestionó en apelación el fallo de primera instancia por esa
omisión probatoria y, ante su desestimación en la sentencia de vista, recurrió en casación
constitucional. Si bien cuando se precisó el apercibimiento indebido y, luego, cuando éste
se hizo efectivo, la defensa del imputado no se opuso, estando a la naturaleza de la
vulneración, de relevancia constitucional —no se trata de una simple inobservancia de las
formalidades procesales—, tal situación no estabiliza el proceder judicial —el acto omitido
no puede ser saneado ni convalidado, tanto más si el juicio oral concluyó y se emitió
sentencia—. Entonces, no cabe otra opción que declarar la nulidad —se afectó el entorno
jurídico del imputado y la reposición resulta esencial para garantizar el cumplimiento del
derecho de defensa de aquél— y disponer el reenvío de la causa para la realización de
nuevo juicio en primera instancia a fin de efectuar las correcciones pertinentes.
• El recurso defensivo debe estimarse y así se declara.
DECISIÓN.- Por estos motivos:
I. Declararon FUNDADO el recurso de casación por inobservancia de precepto
constitucional: artículo 139, numeral 14, de la Ley Fundamental, interpuesto por el
encausado Alfredo Ángel Isidro Silvestre contra la sentencia de vista de fojas seiscientos
veinticuatro, de quince de setiembre de dos mil dieciséis, que confirmando en un extremo
y revocando en otro la sentencia de primera instancia de fojas cuatrocientos sesenta y
cuatro, de ocho de marzo de dos mil dieciséis, lo condenó como autor del delito de
peculado por apropiación y uso de documento privado falso en agravio del Estado –
Municipalidad de Aparicio Pomares a ocho años de pena privativa de libertad y tres años
de inhabilitación, así como al pago de dos mil soles por concepto de reparación civil, sin
perjuicio de devolver lo indebidamente apropiado; con lo demás que al respecto
contiene. En consecuencia: NULA la sentencia de vista recurrida e INSUBSISTENTE la
sentencia de primera instancia; y, reponiendo la causa al estado que le
corresponde: ORDENARON se realice nuevo juicio por distinto Juez Penal, a
fin de que lleve a cabo el debate pericial entre el perito oficial y el de parte, sin perjuicio
de reiterar la actuación de los medios de prueba estrictamente indispensables y útiles; así
como, la inmediata libertad de Alfredo Ángel Isidro Silvestre si a la fecha se encuentra
privado de su libertad en merced a los oficios de ubicación y captura, los mismos que
deberán dejarse sin efecto y que se ejecutara siempre y cuando no exista mandato de
detención o prisión preventiva emanada de autoridad; oficiándose.
II. DISPUSIERON que la presente sentencia se lea en audiencia pública y, acto seguido, se
notifique a todas las partes personadas en esta sede suprema.
III. MANDARON que cumplidos estos trámites se devuelva el proceso al órgano
jurisdiccional de origen y se archive el cuadernillo de casación en esta Suprema Corte.
S.S.
SAN MARTÍN CASTRO ////PRADO SALDARRIAGA///SALAS ARENAS///BARRIOS ALVARADO
PRÍNCIPE TRUJILLO
Click aquí para descargar en PDF la sentencia de Casación 1072-2016, Huánuco: Citación
judicial, inconcurrencia de un perito y prescindencia del debate pericial
¡Gracias!

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