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d) en el encubrimiento y las conductas homicidas el deslinde.

Con el presupuesto De hecho del artículo


431 lgt

Desde la promulgación del Código Penal de 1995, como demandaba la mayoría de la doctrina científica y
siguiendo las recomendaciones ya efectuadas en su día por Silvela en su proyecto el Código Penal de 1884, el
encubrimiento. Deja de ser, al menos nominalmente, de una forma de participación delictiva y se erige
definitivamente como un nuevo delito autónomo e independiente, al incluir en la parte especial del CP.
Correcto, pues siendo el encubrimiento una forma de participación declarada como impropia, solamente se
puede ejecutar posterior. Prioridad a la consumación de un delito o esposa la interrupción de la ejecución de
los supuestos de tentativa.

De que nadie puede participar en un delito ya consumado, se empieza a reservar penalmente el término
intervención. Para aquellas conductas exponentes de autoría o participación en el sentido escrito. De la
infracción de tal modo que si el encubrimiento es una intervención en el hecho ajeno que se produce en la
PC posteriori de su devengo, la conducta de estos sujetos debería quedar totalmente excluida en cambio,
otros autores como guerra Reguera. Del entendimiento de que las infracciones tributarias no suponen el
ordinario un acto instantáneo, sino que las mismas reflejan una situación o estado permanente que se
prolonga con el tiempo, en tanto que el obligado tributario no realicé el debido pago, intervenga la
correspondiente administración. No se produzca la prescripción de la deuda, apostaría por incluir a la figura
del encubrimiento dentro del conjunto de conductas que conforman el término colaboración activa así, a su
modo de ver, la interpretación de dicho precepto no debería restringirse a las conductas materializadas. Solo
en el momento inicial del ilícito, sino a todas aquellas producidas durante la Comisión, entendida está en un
sentido amplio. Lapso temporal suficiente para admitir la actuación de los segundos en las infracciones
tributarias. En efecto, si aceptamos que la infracción no es un acto instantáneo sino perpetuo en tanto que
no se regularice o se extinga por prescripción. De esta forma, al no agotarse nunca la infracción de todas las
actuaciones desarrolladas durante el curso de la misma deberán necesariamente. De reconducirse a las
formas directas de participación, excluyéndose, pues, la posibilidad de apreciar la intervención de los
encubridores, que era precisamente lo que admitía este autor. En nuestra opinión, en cambio, el de partida
para Dirimir sí se pueden admitir o no estas formas impropias de participación en un ilícito tributario se debe
situar en el artículo 451. Precepto encargado específicamente de recopilar las 3 modalidades de
encubrimiento previstas en el ordenamiento jurídico español. A saber, qué consiste en auxiliar sin ánimo de
lucro, a los autores o cómplices, para que se beneficien del delito. La trata que el delito.Se pretende que los
autores eludan las consecuencias de su conducta mediante el abuso de las funciones públicas. Exigiéndose
con todo como elementos comunes para las 3 modalidades, que el sujeto tuviera a pleno conocimiento de la
comisión del delito y que él mismo no hubiera participado en su ejecución a título de autor o cómplice. Así
pues, mientras que la primera modalidad descubridor, actúe sin coniminar a una retribución por su
participación la segunda es reclama una conducta basada en la inutilización de alguno de estos elementos,
que constituye el objeto material del delito, en tanto que la tercera requiere además que el encubridor
actúe en calidad de autoridad o funcionario público. De lo que se deduce que, en la práctica de las 3
modalidades enunciadas, la que más incidencia podría generar en esa materia es la consistente en la
ocultación, alteración o industrialización de los efectos del delito, donde por ejemplo, podríamos situar
aquellas conductas consistentes en la destrucción de la contabilidad. El concepto colaboración activa ha sido
una interpretación ciertamente extensiva y analógica, mediante la cual se ha pretendido atribuir. Ha dicho
término legal el número máximo de acepciones que permite su tenor literal. De esta forma. Mediante esta
interpretación amplia hemos conseguido una dilatación lógica de la norma mediante la cual expandir su
aplicación a todos aquellos supuestos no previstos expresamente en la misma pero resulta similares por su
inclusión en la misma materia o institución. Así pues, identificar las diversas formas de participación en un
ilícito tributario a la luz de las conductas participativas, previstas y definidas por el Código Penal, en tanto
que idéntica materia. Supone una interpretación amplia de la norma, sin transgredir el marco trazado por su
tenor literal. En cambio, cuando se produce un salto lógico de dicha norma, extendiéndose la misma sobre
una materia o institución que, aun cuando puede parecer semejante, es ciertamente diversa.

Se actua por vía analógica cuando trasladamos la norma de un marco institucional a otro, mientras que
operamos por una vía de interpretación extensivas y mantenemos la norma dentro de su marco
institucional. Podemos concluir que tratándose del delito de encubrimiento como una forma impropia de
participación en un ilícito, erigiéndose pues como una institución autónoma e independiente dentro del CP,
su inclusión dentro del concepto colaboración activa irá más allá de la actividad propiamente interpretativa
del mismo.

Por ello, en nuestra opinión, su aceptación implicaría un claro distanciamiento the North literal de la norma
y de su espíritu o finalidad, acercándonos pues peligrosamente a la técnica de la analogía. Además, interesa
precisar que esta conclusión no provocaría de facto la inimputabilidad de las conductas encubridoras,
siempre y cuando las mismas se pudieran calificar. Por ejemplo, en vez de actos de encubrimiento de la
infracción consistente de dejar de ingresar una cantidad como formas de cooperación necesaria, zono de
otro tipo de infracciones tributarias, como pueden ser las consistentes en la resistencia, obstrucción, excusa
o negativa A las actuaciones De la Administración Tributaria. De las conductas o misivas al respecto,
debemos enfatizar que aún cuando la regularización del presupuesto De hecho de la responsabilidad
tributaria. Por colaboración de una infracción, se ha mantenido prácticamente inalterado desde sus
orígenes, una importante disminución que existe entre su precedente configuración y su vigente redacción
lo constituye precisamente la necesidad de que la. Causación o colaboración de la infracción tributaria sca ,
ante todo. En tanto que para otros está expresión no supone en ningún caso la negación de la aptitud de las
conductas homicidas como vías adecuadas para canalizar la responsabilidad tributaria. El cual, partiendo de
la idea de que el comportamiento delictivo supone que, en todo caso, la infracción de una norma que puede
consistir en un hacer o en un no hacer distingue básicamente entre los delitos que se cometen por acción.
Los delitos que se cometen por omisión, más en concreto dentro de estos últimos diferencias. Asimismo,
entre aquellos que derivan de mandatos de los que únicamente surge un deber de actuar dando lugar a una
conducta puramente homicida y a la de aquellos resultantes de mandatos De los cuales surge un deber más
específico como es el de evitar un resultado dando lugar a la denominada Comisión por omisión. Así al
depender de los mismos de una norma imperativa, exige que aparezcan expresamente previstos en el
cuerpo legal, pudiéndose distinguir entre los mismos los contenidos en los artículos 195, 196 y 450 CP. Por
su parte, los segundos constituyentes, la base de los denominados delitos de comisión por omisión, que se
pueden distinguir de los anteriores, por un lado porque sus sujetos tienen un deber concreto de evitar como
garante un resultado previsto en un tipo penal, de tal modo que la falta de su actual constituye
precisamente la causa del resultado típico. Que se les imputa como si no hubiera realizado activamente, y
Por otro lado, la carencia de una regulación expresa y detallada del conjunto de delitos. Que se pueden
cometer mediante la forma impropia de omisión, conteniéndose en cambio su régimen jurídico de una
clausula general inserta en el artículo 11.Lo antedicho podemos extraer ya una primera conclusión, a saber,
que no se puede colaborar en la ejecución de una infracción tributaria mediante una conducta puramente
omisiva.

la dicción literal del artículo 11 se desprende que son requisitos objetivos para una correcta ampliación de la
responsabilidad criminal en casos de comisión por omisión. Nos vamos a centrar en relativo a la posición del
sujeto garante, esto es, aquella posición de responsabilidad. Que ostenta a un sujeto en relación con un bien
jurídico protegido. En efecto, se encuentra En situación de garantía el sujeto, el que recae la especial
obligación de evitar la producción de un resultado antijurídico, mediante una acción y en virtud de un deber
extrapenal que puede venir impuesto por determinadas fuentes formales como son la ley, el contrato y el
actual precedente peligroso. No obstante, interesa destacar que para estas últimas situaciones la Lgt ha
establecido un régimen de responsabilidad tributaria especial previsto en el artículo 43.1
De ahí que determinados autores como Navarro Egea, hayan considerado que la expresión colaboración
activa, pretenda, en la última instancia, delimitar el ámbito de aplicación de estas dos modalidades se
habilidad tributaria siendo pues el carácter activo o pasivo de la conducta del sujeto colaborador, el criterio
delineador de las mismas.

En concreto, observando el sustrato fáctico de este segundo presupuesto De hecho, declarativo de


responsabilidad tributaria podemos apreciar cuáles son los elementos específicos que lo permiten,
diferenciar del presupuesto De hecho, por colaboración activa en una infracción. En parte de un mismo
hecho preliminar, este es la propia existencia de una infracción tributaria realizada por un obligado tributario
principal en el presupuesto. De hecho, recogido en el artículo 43.1. La razón de esta restricción descansa en
el hecho de que esta modalidad de responsabilidad, partiendo de la aquiescencia de que las personas
jurídicas responden por sus actos sociales. Reconoce que las mismas no son más que una forma jurídica
instrumental de la actuación de las personas físicas, cuya dirección y gestión viene determinada por sus
administradores que, aun interviniendo en un segundo plano, son los verdaderos responsables en algún
modo y grado. Por ello, la segunda condición para apreciar esta clase de responsabilidad es que además, el
sujeto colaborador tenga la condición de administrador De hecho o de derecho al tiempo. De cometerse la
infracción de este modo, convergiendo ambas condiciones subjetivas, la del sujeto infractor y la del sujeto
colaborador. El último elemento que restará para poder derivar esta clase de responsabilidad. Consistirá en
el análisis del tipo de conducta desplegada por el sujeto administrador, la cual deberá poder encuadrarse en
alguna de las siguientes, plasmadas en el texto legal, a saber, la no realización de los actos necesarios que
sean, de su incumbencia para el cumplimiento de las obligaciones y deberes tributarios el consentimiento
del incumplimiento por quienes de ellos dependan. En esencia, un conjunto de conductas esencialmente
omisivas que deja entrever un componente ilícito en su actor por Cuánto que las mismas reflejan una
actuación negligente del administrador en relación con el ejercicio de sus deberes normales. Por el contrario,
quien Participe en un ilícito mediante una conducta homicida no encuadrándose su actor en ninguna
conducta típica deberá quedar totalmente impune de responsabilidad, a excepción de los administradores
De hecho o de derecho de las entidades infractoras, que, incurriendo en una suerte de culpa In vigilando o in
eligiendo ser considerados como responsables tributarios. Si bien, de carácter subsidiario, conforme a lo
previsto en el artículo 43.1.

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