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La soberanía de Dios

En esta área casi todos los cristianos estamos de acuerdo, concordamos en que Dios es
soberano, la manera en que entendemos la soberanía de Dios puede diferir de un cristianos
otro, pero en si todos nos adherimos a la confesión de que Dios es soberano.

Este tema los entendemos de manera explícita a la luz del desarrollo del tercer capítulo de la
confesión de Westminster:

El Decreto Eterno De Dios.

III.1 Dios, desde toda la eternidad, por el sapientísimo y santísimo consejo de su propia
voluntad, ordenó libre e inmutablemente todo lo que acontece;65 pero de tal manera que Él
no es el autor del pecado,66 ni violenta la voluntad de las criaturas, ni quita la libertad o
contingencia de las causas secundarias, sino que más bien las establece.67

Sproul en un seminario acerca de este estudio, hizo esta pregunta: ¿Cuántos de ustedes creen
esta de declaración? Setenta levantaron manos.

¿Cuántos de ustedes No creen esta de declaración?

Treinta levantaron manos.

Por lo que hizo la siguiente pregunta, y dice: sin temor a recriminaciones, nadie los va a
señalar. ¿Cuántos de ustedes se llamarían asimismo ateos? Ninguno levanto manos.

Solo hay una cosa que no entiendo, mirando a los 30 dijo: ¿por qué no levantaron su manos
cuando pregunte quienes eran ateos? Y ellos levantaron su mirada con una mezcla
perplejidad y desconcierto.

A lo que el expresó: si ustedes no creen esa declaración, está claro que en esencia al final son
ateos. (Y es posible que sean las palabras más desconcertante que ellos hayan oído en sus
vidas)

Entendamos que está declaración que leímos de que Dios a pre-ordenado todo lo que pasará,
no es una declaración que es única al calvinismo, no distingue a la traducción reformada de
otras tradiciones, nosoquiera distingue a los cristianos de los judíos o de los musulmanes, esta
declaración distingue a los Teístas de los ateistas.

Si hubiera algo que pasa en este mundo que estuviera fuera de la predeterminación de Dios,
que si no hay un sentido por el cual Dios no está ordenando todo lo que va a pasar, entonces
en cualquier momento algo sucede fuera de la predestinación de Dios y por lo tanto está
pasando fuera de la soberanía de Dios, por qué entendemos que cuando hablamos acerca de
Dios ordenando las cosas, hay diferente maneras en las que Dios ordena que pasen.

Esto no necesariamente significa que Dios se lanza al planeta y hace que algo pase, atraves de
un involucramiento directo e inmediato de su parte. Pero la clave yo creo de esta de claracion
tiene que ver con la palabra ordenar. Todo lo que está declaración expresa es que Dios es
soberano sobre todo lo que pasa, todo lo que pasa en este mundo no puede suceder separado
de la soberanía divina, alguna veces definimos entre la voluntad eficaz de Dios y la voluntad
permisiva, (estas son distinciones enseñadas en la doctrina de Dios.)

Definamosla en terminos mas facil, si algo pasa en este mundo, por el poder de los humanos,
por el poder de la naturaleza, por el poder de las máquinas, Dios siempre tendrá el poder y la
autoridad para evitar que al menos suceda, ¿De acuerdo?.

Y si el no evita que eso pase, significa que el ha escogido que eso suceda. Eso no significa que
lo aplauda, no significa que este a favor, como si el no diera el consentimiento divino, pero lo
permite no con el sentido de aprobarlo, pero al permitirlo el está tomando una decisión y la
está tomando de forma soberana.

Y el conoce por adelantado lo que va a pasar, y si el decreta que esto llegue a pasar, el está
reteniendo su soberanía sobre eso.

Ahora, si las cosas pasan en este mundo, fuera de la soberanía de Dios, entonces eso
simplemente significa que Dios no es soberano.

La razón de la pregunta del ateísmo, es que si Dios no es soberano, entonces Dios no es ¿que?
Dios - así de simple. Si Dios no es soberano, Dios no es Dios, si el Dios en que tú crees no es
soberano, entonces no es realmente el Dios de la biblia.

Puedes tener una teoría de Dios, pero para todo sentido práctico puedes tener un ateísmo,
puedes estar creyendo en un Dios que no es soberano.

¿Cuáles son las consecuencias prácticas de un dios que no es soberano? Pensemos en esto
desde las perspectivas de aquellos que se profesan cristianos.

Si hay una molécula el el universo corriendo fuera de control de la soberanía y el control de


Dios, a lo que podemos llamar una molécula suelta, entonces lo que esto implica de forma
práctica para nosotros como cristianos, es que no tenemos ninguna garantía de alguna
promesa futura que Dios halla hecho a su pueblo, se llegue a cumplir.

Hay una vieja rima infantil que dice: a falta de un clavo el zapato de perdió, a falta de un
zapato el caballo se perdió, a falta de un caballo el jinete se perdió, a falta de un jinete la
batalla se perdió.

Una batalla pulmonar se llevó a bolivar a los 47 años y la historia subamericana ya no fue la
misma, algo minuscolo como eso puede cambiar el curso de la historia, una bala en la cabeza
de John Kennedy cambio el curso de la historia de los Estados Unidos.

Ahora, si tenemos una molécula suelta andando por allí, no tendremos la más mínima
seguridad de que esa sola molécula no se convertiría en el grano de arena que dañe la
maquinaria del plan de salvación de Dios.

Podría ser que lo que está desbocado, haga imposible el retorno de Cristo a nuestro planeta,
podría ser lo que destruye cualquier esperanza para la consumación del reino de Dios, y deja
todas las promesas de Dios sin cumplirse e inciertas.

No existen moléculas sueltas en un universo donde Dios es soberano.

Continuando en el punto uno. III.1 Dios, desde toda la eternidad, por el sapientísimo y
santísimo consejo de su propia voluntad, ordenó libre e inmutablemente todo lo que
acontece;65 pero de tal manera que Él no es el autor del pecado,66 ni violenta la voluntad
de las criaturas, ni quita la libertad o contingencia de las causas secundarias, sino que más
bien las establece.67

Entonces no estamos hablando de un determinismo rígido que elimina criaturas libres, sino
que estamos afirmando a un Dios soberano, que es soberano aún sobre criaturas libres, ese es
el punto que hace la confesión.

Esto nos lleva al siguiente pensamiento, ¿Cómo y por qué Dios permite el mal en nuestras
vidas?

Uno de los regalos más grande que Dios le ha concebido a la mujer, es el regalo de la
maternidad, sin embargo a pesar de todo lo maravilloso que pueda tener el embarazo, para la
mujer el embarazo tiene cosas fuerte que para la mujer no es de lo más agradable, hay una
serie de cambios que se avecinan a su vida, como el cambio de fisionomía, naucias, mareos,
cansancios y todo eso sumado al dolor de parto que viene al final.

Pero a pesar de todo eso las mujeres siguen pensando que los más grande que Dios le ha dado
es el hecho de poder concebir, ¿Saben por qué? Por qué al final de todos eso males vienen los
bebés. Después del sufrimiento ellas tendrán en sus brazos el fruto de sus molestias. Lo que
hace que la mujer no desmaye en el camino y atraviese con alegria todas esa dificultades es el
saber que todo eso tiene un propósito y que al final habrá un bebé.

Creo que algo similar ocurre con nosotros en medio de nuestras aflicciones, cuando nosotros
sentimos que estamos sufriendo, que estamos siendo afligidos y pensamos por algún
momento que todo eso no tiene ningún propósito, puede llevarnos ciertamente a una
depresión.

Pero si en medio de las aflicciones recordamos que nuestro Dios es soberano, nuestro Dios nos
ama y el hace que todas esas cosas contribuyan para nuestro bien de una forma u otra, de tal
manera que nosotros veamos el propósito que tiene Dios con las aflicciones, entonces en vez
de deprimirnos, eso nos va ayudar a crecer y a fortalecernos en la fe.

Y eso es lo que romanos nos habla acerca de esto:

Ro 8:28 Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a
los que conforme a su propósito son llamados.

La primera palabra con la que nos encontramos en este texto, es la palabra “sabemos”,
nosotros los cristianos enseña el apóstol Pablo, sabemos eso, no se trata de una idea o una
meta suposición, sino de algo que es bien conocido, algo que es bien sabido.

Es lo que los verdaderos creyentes sabemos, que a los hijos de Dios, a los que aman a Dios y
han sido llamados soberanamente a los propósitos de Dios, todas las cosas le ayudan a bien.

La responsabilidad del creyente es hacer uso de ese conocimiento que posee cada vez que lo
requiera, por qué muchas veces sabemos, pero en el momento que necesitamos aplicar lo que
sabemos nos hacemos incrédulos y comportamos como necios.

Ahora alguien se preguntara ¿Cómo puedo yo saber eso? La respuesta es en primer lugar que
nosotros sabemos eso por la experiencia de otros en el pasado y la nuestra también.
Hermanos, acaso no aprendemos esto de la vida de José, que fue vendido por sus hermanos y
como Dios cambio todo eso para bien.

Acaso no aprendemos eso de la vida de los amigos de Daniel, de como Dios fue glorificado
cuando ellos fueron hechados en el horno ardiendo, ¿o no aprendemos eso de la misma
experiencia de nuestro Señor Jesucristo, que fue el acto más vil, y más inicio que ocurrió en
este mundo, sin embargo de ella podemos extraer la más grande bendición?

¿Hubiese escrito Job ese libro que ha hecho tanto bien a todo el pueblo de Dios, si no hubiese
pasado por todas esas aflicciones que pasó?

65. Ef. 1.11: «En él asimismo tuvimos herencia, habiendo sido predestinados conforme al
propósito del que hace todas las cosas según el designio de su voluntad, …».

Ro. 9.15: «Pues a Moisés dice: Tendré misericordia del que yo tenga misericordia, y me
compadeceré del que yo me compadezca».

Ro. 9.18: «De manera que de quien quiere, tiene misericordia, y al que quiere endurecer,
endurece».

Ro. 11.33: «¡Oh profundidad de las riquezas de la sabiduría y de la ciencia de Dios! ¡Cuán
insondables son sus juicios, o inescrutables sus caminos!».

He. 6.17: «Por lo cual, queriendo Dios mostrar más abundantemente a los herederos de la
promesa la inmutabilidad de su consejo, interpuso juramento; …».

66. Stg. 1.13: «Cuando alguno es tentado, no diga que es tentado de parte de Dios; porque
Dios no puede ser tentado por el mal, ni él tienta a nadie; …».

Stg . 1.17: «Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces,
en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación».

I Jn. 1.5: «Este es el mensaje que hemos oído de él, y os anunciamos: Dios es luz, y no hay
ningunas tinieblas en él».

67. Mt. 17.12: «Mas os digo que Elías ya vino, y no le conocieron, sino que hicieron con él todo
lo que quisieron; así también el Hijo del Hombre padecerá de ellos». Jn. 19.11: «Respondió
Jesús: Ninguna autoridad tendrías contra mí, si no te fuese dada de arriba; por tanto, el que a
ti me ha entregado, mayor pecado tiene». Hch. 2.23: «… a éste, entregado por el determinado
consejo y anticipado conocimiento de Dios, prendisteis y matasteis por manos de inicuos,
crucificándole; …». Hch. 4.27-28: «Porque verdaderamente se unieron en esta ciudad contra tu
santo Hijo Jesús, a quien ungiste, Herodes y Poncio Pilato, con los gentiles y el pueblo de Israel,
para hacer cuanto tu mano y tu consejo habían antes determinado que sucediera». Pr. 16.33:
«La suerte se echa en el regazo; mas de Jehová es la decisión de ella».III.2 Aunque Dios sabe
todo lo que podría o puede acontecer bajo todas las condicion

68 sin embargo, no ha decretado nada porque lo previó como futuro, o como aquello que
acontecería bajo tales condiciones.69
III.2 Aunque Dios sabe todo lo que podría o puede acontecer bajo todas las condiciones
posibles;68 sin embargo, no ha decretado nada porque lo previó como futuro, o como
aquello que acontecería bajo tales condiciones.69

III.3 Por el decreto de Dios, y para la manifestación de su gloria, algunos seres humanos y
ángeles70 son predestinados y pre-ordenados para vida eterna, y otros pre-ordenados para
muerte eterna.71

III.4 Estos ángeles y seres humanos así predestinados y preordenados, están particular e
inmutablemente designados, y su número es tan cierto y definido, que no se puede
aumentar ni disminuir.72

III.5 A aquéllos de la humanidad que están predestinados para vida, Dios, según su eterno e
inmutable propósito, y el consejo secreto y beneplácito de su voluntad, los ha escogido en
Cristo para gloria eterna,73antes que fueran puestos los fundamentos del mundo, por su
pura y libre gracia y amor, sin la previsión de la fe o buenas obras, o la perseverancia en
ninguna de ellas, o de cualquier otra cosa que haya en las criaturas, como condiciones o
causas que le muevan a ello,74 y todo para la alabanza de la gloria de su gracia.75

III.6 Puesto que Dios ha designado a los elegidos para gloria, así también, por el eterno y más
libre propósito de su voluntad, ha ordenado todos los medios para ello.76 Por lo cual, los
que son elegidos, estando caídos en Adán, son redimidos por Cristo,77 son eficazmente
llamados a la fe en Cristo por su Espíritu que obra a su debido tiempo, son justificados,
adoptados, santificados78 y por su poder son guardados para salvación por medio de la fe.79
No hay otros que sean redimidos por Cristo, eficazmente llamados, justificados, adoptados,
santificados, y salvos, sino solamente los elegidos.80

III.7 Al resto de la humanidad por su pecado, agradó a Dios pasarla por alto y destinarla a
deshonra e ira, según el inescrutable consejo de su propia voluntad, por el cual extiende o
retiene misericordia como a Él le place para la gloria de su poder soberano sobre las
criaturas, para la alabanza de su gloriosa justicia.81

III.8 La doctrina de este alto misterio de la predestinación debe tratarse con especial
prudencia y cuidado,82 para que los seres humanos al prestar atención a la voluntad de Dios
revelada en su Palabra, y al rendir obediencia a ella, por la certeza de su vocación eficaz,
estén seguros de su elección eterna.83 Así que esta doctrina debe ser motivo de alabanza,
reverencia y admiración a Dios,84 y de humildad, diligencia y abundante consuelo a todos
los que sinceramente obedecen el Evangelio.85

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