Los Delitos Especiales

Universidad Autónoma de Nuevo León
Facultad de Derecho y Criminología
Derecho Penal II: Delito Parte Especial
LOS DELITOS ESPECIALES
Lic. José Luis Hernández Rocha.
Nombre: Ibarra Salazar Cielo Michelle

Matricula: 1896015
Grupo: 012
Ciudad Universitaria, a abril 29, 2022.

Cielo Michelle Ibarra Salazar. 1896015.
Contenido:
Introducción: ......................................................................................................... 3
LOS DELITOS ESPECIALES ................................................................................. 4
Ejemplos de figuras delictivas de trato especial: ............................................... 9
Encubrimiento: ................................................................................................... 9
Delitos electorales: .......................................................................................... 11
Delitos cometidos por medios electrónicos: ................................................. 13
Narcomenudeo: ................................................................................................ 15
Suplantación de identidad: ............................................................................. 17
Conclusión:.......................................................................................................... 19
Bibliografía: ......................................................................................................... 21
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Introducción:
El presente trabajo, tiene por objetivo, realizar un estudio sobre los delitos
especiales, tomando en cuenta que existen ciertos delitos que poseen
características particulares que logran incorporarse en legislaciones especificas
diferentes a las normativas penales.
Los delitos especiales, suelen ser un tipo de delito que poseen una complejidad
mayor a los delitos comunes, que son aquellos que observamos comúnmente, como
lo es el delito de homicidio, fraude, robo, etc., el que sean delitos especiales, no los
hace diferentes de penalidad, sino que, por abarcar un grupo de personas distinto
a los comunes, merece tener en cuenta ciertos aspectos con mayor precisión.
La principal distinción que se puede observar entre un delito común y uno particular,
es que aquellos recaen en un número grande de sujetos; es decir, la aplicación de
la pena es individual, pero los sujetos que pueden ser las personas activas es
mayor, no poseen muchos requisitos; en cambio, los delitos especiales, estos
recaen en un número menor, porque los requisitos entablados son mayores; es
decir, la aplicación de estos son menos comunes, sin embargo, suelen afectar a un
grupo mayor de personas, normalmente la Nación, por ello, suelen ser más
preocupantes.
Actualmente existen nuevas variantes de delitos especiales, así como su

incorporación en leyes de igual manera especiales, las cuales pueden abarcar
únicamente delitos de dicha índole, o en otros tipos, puede ser posible que sean
incorporados en varias normativas, como es el caso de los delitos electorales; no
obstante, dichos supuestos serán explicados con mayor precisión a lo largo del
trabajo presentado.
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LOS DELITOS ESPECIALES
“Conducta o hecho típico, antijuridico, culpable y punible, que se puede dar por
acción u omisión.”
Delito, ese es el significado de la definición previamente transcrita, parece

novedoso, pero como estudiosos del derecho, dicha palabra resulta más común de
lo que parece; sin embargo, suele ocurrir que muchos de nosotros desconocemos
de los “delitos especiales”; tales son los que serán enfocados primordialmente en el
trabajo completo; sin embargo, para poder comprender estos tipos de delitos, es
necesario tener en cuenta, o recordar que son los delitos comunes.
El delito común es el nombre que solemos darle a los delitos que como su nombre
lo dice son los más “comunes” o simples; estos tipos de delitos van encaminados a
ser aquellos que pueden ser realizados por cualquier persona, donde así mismo, no
se exige una condición natural o jurídica al presunto sujeto activo.
Por otro lado, tenemos lo delitos especiales, estos poseen una complejidad mayor
a los delitos comunes; ya que, hablamos de estos cuando nos referimos a
circunstancias donde solo puede llevarse a cabo por algunas personas específicas,
además de que el presunto sujeto agente posee cierta condición natural o jurídica
encaminada a la realización de la figura delictiva.
Es decir; la diferencia localizada, tanto en los delitos comunes como en los

especiales, es que va a depender del grupo o la persona en quién o quiénes recaiga.
• Delito común → la conminación del delito recae en un número grande de

sujetos; por el hecho de que, no se les exige un tipo de condición o posición
personal en el ámbito social.
• Delito especial → recae en un número mínimo de sujetos, primordialmente por
su condición y posición personal en la sociedad.
Entonces, volviendo a plantear el concepto de “delito especial”, según lo establecido

por la Real Academia Española (2021), este es un “tipo delictivo cuyo autor no
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puede ser cualquier persona, sino solo un sujeto con especiales condiciones,
cualidades, relaciones o cualificaciones personales (intraneus).”
No obstante, ¿por qué es tan relevante el establecer “delitos especiales”? Ante

dicha cuestión, puede llegar a ser de gran ayuda tomar en cuenta los siguientes
puntos:
I. Los sujetos específicos de los delitos especiales, suelen ocupar en la sociedad

una posición o un cargo especial, que los hacen ser diferentes al resto de los
sujetos.
II. Dicha posición especial que poseen, suele ser la base de las condiciones, ya
sean, jurídicas o naturales, donde estas mismas exigen un comportamiento que
ocupa una mayor responsabilidad socialmente hablando.
III. Ya que ocupa una posición especial, esto mismo logra establecer que se
encuentre obligado a cumplir ciertos requisitos o deberes meramente
específicos.
IV. El comportamiento que puede llegar a ocupar, dependiendo del caso, por la
posición que tiene en sociedad, estas suelen ser mayormente reprochables o
penalizadas, principalmente por ser social y moralmente incorrecto.
V. Por otro lado, por ser un sujeto “especial”, en el mismo recae una exigencia
superior de compromiso y respecto por los bienes jurídicos.
VI. La aplicación de las sanciones que pudiesen llegarse a dar, suelen ser mayores
o más drásticas.
Por lo tanto, para ser considerado como un delito especial, el sujeto quién cometa
la acción delictuosa, debe estar sujeto a los requerimientos exigidos por la ley penal
que lo faculta o lo fundamenta, según el caso dado.
Es importante tener en cuenta que el surgimiento de los delitos especiales, no

procede de pocos años atrás, sino que debemos recurrir a siglos primitivos, ante
dicha circunstancia, podemos darnos cuenta que el comienzo de este concepto
solía adjuntársele a los glosadores romanos; ya que, solía creerse que estos sujetos
poseían un cargo o mando superior al de otros ciudadanos en el derecho romano,
tal como el que estaba presente en los militares.
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En otros aspectos a considerar, algunos autores infieren que los delitos especiales
suelen ser divididos en dos tipos, los delitos especiales propios y los impropios, ante
dicha distinción, podemos localizar el siguiente fundamento para cada uno:
• Delitos especiales propios → tales se encuentran descritos de manera

autónoma, donde su existencia depende de si mismo y de la condición especial
que el sujeto presente; es decir, deben de tener una calidad especial exigida en
su persona.
• Delitos especiales impropios → estos son los comportamientos delictivos
comunes que en un determinado momento se puede llegar a convertir en uno
especial, a raíz de la condición personal que el sujeto realice; en dicho caso, la
acción realizada puede llegar a ser resultado de una agravante o una atenuante.
Las generalidades de los delitos especiales suelen ser un buen planteamiento para
su comprensión; sin embargo, resulta idóneo conocer el fundamento de estos
mismos; ante dicha situación, podemos observar el artículo 6º del Código Penal
Federal, (1931)., el cual nos cita lo siguiente:
“Cuando se cometa un delito no previsto en este Código, pero sí en una ley

especial o en un tratado internacional de observancia obligatoria en México,
se aplicarán éstos, tomando en cuenta las disposiciones del Libro Primero
del presente Código y, en su caso, las conducentes del Libro Segundo.
Cuando una misma materia aparezca regulada por diversas disposiciones, la

especial prevalecerá sobre la general.
En caso de delitos cometidos en contra de niñas, niños y adolescentes

siempre se procurará el interés superior de la infancia que debe prevalecer
en toda aplicación de ley.”
Teniendo en cuenta el artículo el cual fundamenta la existencia de los delitos

especiales, es importante hacer énfasis en ciertos aspectos específicos del mismo
artículo. Primero que nada, los delitos especiales tal como lo establece la normativa,
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suelen localizarse en leyes especiales o tratados internacionales, donde en dichos

casos, no suelen encontrarse en los códigos penales ordinarios; ya que, frecuentan
poseer cierto impacto superior; por ende, resulta comprensible que posean
normativas especializadas en dichos delitos.
Por otro lado, se nos establece que en caso de que una misma materia aparezca
regulada por diversas disposiciones, la especial prevalecerá en anteposición que
las demás, principalmente porque podemos establecer que en la misma pueden
localizarse supuestos de mayor magnitud en las hipótesis planteadas según el tipo
de delito.
Esto anterior puede instituir a preguntarnos, ¿por qué los delitos especiales se
localizan en normativas especiales (valga la redundancia) o situadas por
separado a los códigos penales ordinarios? La respuesta de esto anterior, suele
radicar en que las leyes ordinarias suelen establecer las restricciones, penalidades
y supuestos que giran en torno a los delitos que afectan directamente a las personas
en lo individual; en cambio, las especiales, suelen ser de cierta forma más
impactantes; ya que, los delitos pueden recaer en un grupo más amplio de
personas, donde puede llegar a verse afectada; ya sea, la salud, la economía, el
patrimonio o hasta la seguridad de la nación, en dichos aspectos, nos encontramos
en presencia de motivos que no dan un ambiente de bienestar para la sociedad; en
otras palabras, ponen en peligro los bienes jurídicos tutelados que van encaminados
al Estado o a la sociedad en general.
En resumen, los delitos especiales se localizan en leyes separadas a los códigos o

normativas ordinarias, por el hecho de que representan delitos que afectan a una
esfera jurídica mayor; es decir, los delitos ordinarios recaen en una persona en lo
individual, mientras que los especiales pueden llegar a afectar a toda la nación; por
ello, resulta idóneo la existencia de leyes especificas que puedan llegar a tratar
asuntos de mayor magnitud a nivel Federal, no porque sean más importantes que
los asuntos que afectan a los sujetos en particular; sino que, las penalidades y las
medidas aplicables en asuntos privados no resultan ideales para ser utilizados en
un nivel tan exorbitante, como es la protección de millones de personas.
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La relevancia de los delitos especiales sigue la ideología donde tales exigen una
especial condición, relaciones o cualificación en el sujeto activo; es decir, existe una
cierta limitación del circulo de autores o de sujetos activos quienes pueden ser los
meros sujetos del delito.
Queda claro que fuera de los códigos penales tanto locales como Federal, cohabitan
otras conductas criminales, tales son las que en repetidas ocasiones son
denominadas como “leyes especiales”, la finalidad de la existencia de estas mismas,
además de ser aquellas donde se ubican diversos delitos especiales, implican que
en ellas, se cuenta con parte de contenido sustantivo y además de ellos, como se
ha estado analizando a lo largo de este trabajo, son de cierta manera ajenas o se
encuentran separadas a las normativas ordinarias; no obstante, se encuentran
estrechamente ligadas para su funcionamiento, en bases a la normatividad punitiva
o las infracciones aplicables.
A mí parecer, la importancia de la existencia de las leyes especiales, es que estas

sean de cierta manera un complemento más claro para los delitos especiales,
tomando en cuenta que estos mismos suelen poner en peligro a un grupo más
grande de personas; por ende, no resulta idóneo aplicar la misma punibilidad a una
situación que vulnera a grupos inmensos de personas a un individuo en particular;
no porque la integridad y la vida de un solo sujeto no sea importante; sino que,
implica una mayor gravedad que se vulnere tanto la integridad como la vida de
grupos inmensos de personas; es cierto que las leyes especiales pueden llegarse a
suponer sobre las ordinarias, pero vuelvo a repetir el mismo supuesto, estamos
hablando de un problema que conlleva mayor impacto, donde puede llegar afectar
a un Estado, a la Federación o de forma mundial, lo importante es poder poseer los
medios necesarios para defenderse de supuestos de este índole, tal como lo es el
narcomenudeo, los delitos electorales, el encubrimiento, entre otros ejemplos que
serán explicados a continuación.
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Ejemplos de figuras delictivas de trato especial:

Como se ha establecido en párrafos anteriores, existen diversos casos delictuosos
que pueden llegar a clasificarse como “especiales”; ya que, estos mismos son
localizados en leyes determinadas por los tipos de tratos que se dan según el grado
de influencia que logran tener en la sociedad; por ello, para un mejor entendimiento
haré un pequeño estudio de algunos ejemplos de los mismos.
Encubrimiento:
El primer delito especial a considerar, es el denominado “encubrimiento”; este
mismo consiste en “la realización de acciones o en la omisión de actos para dificultar
o impedir el trabajo de la Administración de Justicia de investigar un delito o
identificar a sus autores”.
Entendamos que al aludir la palabra “encubrir”, nos referimos a ocultar una cosa o
meramente no manifestarla, taparla, esconderla o fingir algo que no es.
En este delito, el sujeto activo puede ser cualquier persona que conozca de la
comisión de un delito previo; no obstante, dicho sujeto no ha sido participe del delito
el cual está ocultando o encubriendo. Como ha de esperarse, esta acción es
considerada como dolosa; ya que se tiene la intención de:
1. Ocultar, esconder, alterar, disfrazar o tapar la conducta del autor.

2. Callar lo hechos que tiene por conocimiento.
Estas acciones anteriores, pueden ser lo que conocemos en derecho como la

“conducta típica”; debido a que, la conducta va encaminada en auxiliar al
responsable del delito previo en donde él no ha participado, pero busca ayudarle a
aprovecharse de los efectos o castigos que el delito pudiese reprocharle.
El bien jurídico protegido de este delito va encaminado a la Administración de

Justicia; ya que, su función es el averiguar y perseguir los delitos. Sin poder olvidar
al sujeto pasivo; que, en este caso, coincide con el bien jurídico protegido; que es
la Administración de Justicias, así como el Estado; por esto mismo, es que este tipo
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de conducta delictuosa es considerada no solo un delito con carácter autónomo,

sino también especial; ya que, el delito recae en un área meramente grande; no solo
afecta a una persona en particular, sino que además de ello afecta a la Nación,
dependiendo del grado de agravación que resulte la acción negativa cometida por
el encubrimiento.
Este delito se encuentra fundado en el Código Penal Federal, específicamente en

el art. 400, donde en el primer párrafo del mismo sustenta el monto de punibilidad
aplicable, la cual va de una prisión de 3 meses a 3 años; así como 15 a 60 días de
multa.
Por ello, los elementos típicos de este delito van encaminados hacia lo establecido
por el artículo previamente mencionado, donde se nos indica lo siguiente:
I. Quién con animo de lucro, después de la ejecución del delito y sin haber
participado en este, adquiera, reciba u oculte el producto a sabiendas que el
mismo era, por ejemplo, robado.
II. Preste auxilio o cooperación al autor del delito, con conocimiento que estaba
prestando dicha ayuda.
III. Oculte o favorezca al ocultamiento del responsable de un delito, los efectos,
objetos o instrumentos del mismo; o que impida que se averigüe donde se
encuentran.
IV. No preste auxilio o ayuda para la investigación, habiendo siendo requerido por
las autoridades.
V. No procure el impedimento de tales circunstancias delictuosas, estando a su
disposición el detenerlas; salvo, se encontrase también en peligro.
VI. Altere, modifique o perturbe ilícitamente el lugar donde fue consumado el delito,
así como las huellas del hecho.
VII. Desvíe u obstaculice la investigación del hecho delictivo, o favorezca al
inculpado para que no se lleve a cabo la acción de justicia.
De haber sido parte de alguna de las acciones anteriores, el sujeto se encontrará

en presencia del delito especial de encubrimiento, por estar atentando contra las
autoridades de justicia, así como para la Nación.
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Delitos electorales:
Los delitos electorales son “aquellas acciones u omisiones que lesionan o ponen en
peligro el adecuado desarrollo de la función electoral y atentan contra las
características del voto que debe ser universal, libre, directo, personal, secreto e
intransferible”, según lo establecido por la Fiscalía Electoral (2021).
El o los sujetos activos en este tipo de delito especial, puede llegar a cometerse por
cual persona; es decir:
• Ciudadanos.
• Funcionarios electorales.
• Funcionarios partidistas.
• Precandidatos o candidatos.
• Servidores públicos.
• Organizadores de campañas.
• Ministros de cultos religiosos.
Dependiendo del caso, son las acciones especificas que llega a cometer cada
persona o grupo de sujetos; sin embargo, el resultado de ello al final de cuentas
procede a ser una acción delictuosa.
Ante dichos aspectos, quién es el responsable de reprochar este tipo de delitos es

la Fiscalía Especializada en Delitos Electorales (FEDE); que es una institución que
procura justicia en material penal-electoral creada en julio de 1994.
Este tipo de delitos suele ser figurado tanto en una ley especial denominada “Ley
General en materia de delitos electorales”, creada en mayo del 2014; así como en
el Código Penal Federal. La creación de la ya mencionada ley especial, estipula los
mismos aspectos establecidos en el Código Penal, además de otras circunstancias
con mayor precisión; no obstante, es considerable establecer que los delitos en
materia electoral suelen cobrar gran relevancia por afectar a un número inmenso de
sujetos del derecho en la Nación, primordialmente a los ciudadanos; ya que, en su
mayoría, los delitos electorales van encaminados comúnmente a fraudes con votos
o con candidatos ganadores en campañas que realmente no lo merecían.
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Los delitos electorales en el Código Penal se encuentran figurados en el art. 401 al

413, donde en el artículo 403 comienza a establecerse las circunstancias
especificas de los delitos electorales.
Por ejemplo, el art. 7 de la LGMDE es similar a lo que indica el art. 403 del CPF; no
obstante, la LGMDE es más especifica con los requerimientos; además de que esta
misma se encuentra actualizada; por ejemplo, dicho artículo séptimo nos indica que
toda persona que incurra en los siguientes aspectos, será penalizada de 50 a 100
días de multa y con prisión de 6 meses a 3 años, haciendo mención de algunos
supuestos:
I. Vote a sabiendas de que no cumple con los requisitos de la ley.

II. Vote más de una vez en una misma elección.
III. Obstaculice o interfiera el desarrollo normal de las votaciones, el escrutinio y
cómputo, o el adecuado ejercicio de las tareas de los funcionarios electorales;
introduzca o sustraiga de las urnas ilícitamente una o más boletas electorales, o
bien, introduzca boletas falsas; obtenga o solicite declaración firmada del elector
acerca de su intención o el sentido de su voto.
IV. Recoja en cualquier tiempo, sin causa prevista por la ley, una o más credenciales
para votar de los ciudadanos.
V. Solicite votos por paga, promesa de dinero u otra contraprestación.
VI. Entre otros supuestos.
Así mismo, el resto de los sujetos mencionados anteriormente, pueden llegar a sufrir
alguna penalidad, en aspectos que recaen individualmente, y donde dicha pena
puede llegar a ser mayor; no obstante, esos mismos motivos son tipificados en la
ya mencionada ley especial, siendo de gran importancia, por ser un delito que pone
en vulnerabilidad los derechos de los ciudadanos, impidiendo la posibilidad de
poseer una justicia electoral efectiva, sin menoscabos.
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Delitos cometidos por medios electrónicos:

Los delitos cometidos por medios electrónicos, también denominados como delitos
informáticos o ciberdelitos, son aquellos “actos ilícitos en los que se usan las
tecnologías de la información, como las computadoras, los programas informáticos,
los medios electrónicos, el Internet, entre otros, como medio o como fin para
cometer el acto delictuoso.”, no obstante, las TIC’s no solo llegan a ser de gran
utilidad para la vida diaria de las personas, como uso común de teléfonos,
computadoras o tabletas; sino que además estos mismos llegan a ser un
instrumento de conductas ilícitas que llegan a causar afectación a personas físicas
o morales; así como a su patrimonio.
El sujeto activo de este tipo de delitos puede ser cualquier sujeto que tenga acceso
a compartir datos, imágenes, audios o videos de otra persona sin su consentimiento
y que tengan el propósito de causarle un daño; estos sujetos suelen ser
representados con nombres como “hackers” o delincuentes cibernéticos. Por otro
lado, en quién recae estos actos delictuosos (sujeto pasivo), suelen ser tanto
personas físicas como personas morales.
Los delitos cibernéticos suelen clasificarse en una gran variedad de tipos, tales
como pueden ser:
• Data didling → Instrucción de datos engañosos.

• Troya Horses → Caballo de Troya.
• Salami Techniques → Redondeo de cuentas.
• Superzapping → Uso indebido de programas.
• Trap doors → Puertas con trampa.
• Logic bombs → Bombas lógicas.
• Asynchronic attacks → Ataques asincrónicos.
• Scavenging → Obtención de información residual.
• Data leakage → Filtración de datos.
• Piggy backing and impersonation wiretapping → Acceso a áreas no
autorizadas.
• Simulation and modeling → Simulación y modelo de delitos convencionales.
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• Hacking
• Cracking → Acceso no autorizado a sistemas y equipos informáticos
• Ransomware → Secuestro de datos
• Malware → Virus informáticos
• Cyberbullying
• Sextortion → Chantaje sexual
Entre otros posibles delitos vinculados a los cibernéticos; sin embargo, la mayoría
de ellos van encaminados a vulnerar la integridad de las personas, así como su
patrimonio, como lo pueden ser en los casos de las personas morales (bien jurídico
tutelado).
El estado de los delitos cibernéticos crea la necesidad de que se contemplen en una

ley especial, por el incremento de estos mismos; por ejemplo, en el Código Penal
Federal se estiman de forma generalizada la mención de los mismos, por parte del
Titulo Noveno, denominado “Revelación de secretos y acceso ilícito a sistemas y
equipos de informática” , estos mismos hacen una mención de las posibles
penalidad en estos dos casos; más, no se encuentran actualizados a los nuevos
casos cibernéticos que se encuentran en evolución día con día.
Como ejemplo podemos plantear el art. 211 BIS 1, CPF, el cual nos establece: “Al
que sin autorización modifique, destruya o provoque pérdida de información
contenida en sistemas o equipos de informática protegidos por algún mecanismo de
seguridad, se le impondrán de 6 meses a 2 años de prisión y de 100 a 300 días
multa.”, es cierto que se encuentra vinculado a los temas planteados, pero no encaja
en los supuestos en una totalidad, dejando vulnerable algunos aspectos; aunque,
pueden relacionarse también delitos como lo es el acoso sexual, el engaño
telefónico, la extorsión telefónicas, falsificación de títulos, pornografía, fraude, robo,
etc.
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Narcomenudeo:
El narcomenudeo, según lo establecido por la Fiscalía General de Justicia de la
Ciudad de México (2021), es “una actividad ilegal que se caracteriza por la posesión,
venta, comercio y suministro, incluso la compra, de ocho tipos de drogas
establecidas en la Tabla de Orientación de dosis máximas de consumo personal e
inmediato de la Ley General de Salud.”
Esto anterior implica otorgarle el titulo de “Delito especial”, primordialmente porque

ponen en peligro la salud de las personas; que como fue establecido en párrafos
anteriores, mientras un delito ponga en peligro grandes rubros de una Nación es
necesario clasificarlo como un delito especial, primordialmente porque se ve
vulnerada la misma.
Años atrás se hizo una propuesta para la implementación de una “Ley contra el
narcomenudeo”, la cual debía contemplar tres aspectos principales:
I. La concurrencia en la procuración e impartición de justicia en materia de

narcomenudeo.
II. La distinción entre consumidores, “narcomenudistas” y traficantes mayoristas
según la cantidad de drogas en posesión.
III. Las medidas transitorias que acompañan la publicación de las reformas en el
DOF.
Esto anterior era lo que se esperaba de la normativa mencionada; no obstante,

actualmente no se encuentra vigente una legislación con dicho nombre, lo que sí se
puede afirmar, que como el tema está estrechamente vinculado a los temas de la
salud y penal, el narcomenudeo posee sus restricciones y punibilidad tanto en la
Ley General de Salud como en el Código Penal Federal, y algunos códigos penales
locales también suelen establecerla.
La Ley General de Salud podemos contemplarla como una ley especial,

primordialmente porque contempla rubros del derecho penal que poseen un vinculo
con temas de salud, ante dicho supuesto el capítulo VII de la normativa prevista,
posee el nombre de “Delitos contra la salud en su modalidad de narcomenudeo”,
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dicha pena esta relacionada con la venta, compra, adquisición o enajenación de

algún narcótico, tomando en cuenta que las autoridades de seguridad pública,
procuración e impartición de justicia, serán las encargadas de conocer y resolver
este tipo de delitos, usualmente tomando en consideración una tabla especial para
determinar los casos de excepción:
Las penas aplicables cuando se encuentren previstos los narcóticos previstos, irán
de 4 a 8 achos de prisión y de 200 a 400 días de multa, cuando un sujeto sin
autorización comercie o suministre tales narcóticos; sin embargo, la pena puede
llegar aumentar o disminuir según el caso dado.
Así mismo resulta idóneo establecer que los sujetos activos de este tipo de delito
están encaminados a quienes se dediquen al comercio de los narcóticos, siendo el
sujeto pasivo la Nación, siendo vulnerado el bien jurídico de la salud y la integridad
personal.
Este tipo de delitos suelen ser considerados como especiales, primordialmente

porque ponen en peligro la salud de las personas, siendo este mismo un interés
social, donde al Estado le corresponde proteger y proponer las medidas necesarias
para evitarlos.
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Suplantación de identidad:
La suplantación de identidad o denominada también como usurpación de identidad,
consiste en el acto, “cuando una persona obtiene, transfiere, utiliza o se apropia de
manera indebida, de los datos personales de otra sin la autorización de ésta última,
usualmente para cometer un fraude o delito.”; en otras palabras, un sujeto se hace
pasar por ti para cometer un fraude o delito, pero a tu nombre, claramente.
Como es posible determinar, el sujeto activo puede llegar a ser cualquier persona
física; mientras que el sujeto pasivo viene siendo la persona a quién se le robó su
identidad.
Es posible el cuestionarse, ¿en qué consiste la identidad?, tal implica la

constitución de todos los datos personales de una persona; tales como pueden ser:
nombre, teléfono, domicilio, fotografías, huellas dactilares, números de licencia y de
seguridad social; así como otro tipo de información financiera o médica, o cualquier
otro dato de identificación que permita indicar que es cierta persona.
Este delito podemos localizarlo en nuestro Código Penal local, específicamente en

el artículo 444, donde nos cita que “comete el delito de suplantación de identidad
quien se atribuya por cualquier medio la identidad de otra persona, u otorgue su
consentimiento para llevar la suplantación de su identidad, produciendo con ello un
daño moral o patrimonial u obteniendo un lucro o un provecho indebido para sí o
para otra persona. Este delito se sancionará con prisión de tres a ocho años y multa
de mil a dos mil cuotas.”
Si realizamos un análisis a dicho artículo, primordialmente podemos observar que

la conducta realizada en este delito está encaminada a atribuir por cualquier medio
la identidad de otra persona; es decir, el robarla; no obstante, así mismo si se da el
consentimiento se realizar este acto, también estamos en presencia de suplantación
de identidad.
El bien jurídico tutelado en dicho aspecto es la integridad de las personas o su

patrimonio; debido a que el sujeto activo habrá cometido un acto donde haya
cometido un lucro u obtenido un provecho indebido.
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Es importante establecer que pocas legislaciones tienen estipulado este delito en

sus códigos; donde además de ellos el Código Penal Federal no lo contempla en su
normativa.
Así mismo, es considerarse como un delito especial, porque contempla aspectos

que van más allá de considerarlo como un delito simple, como puede llegar a serlo
el robo de manera usual; sino que se están afectando otros aspectos de mayor valor
en la persona; en este aspecto su identidad.
Por otro lado, la punibilidad va de 3 a 8 años y una multa de 1000 a 2000 cuotas,
pudiendo agravarse si se tratase de servidores públicos.
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Conclusión:
Los delitos especiales son una clasificación de los delitos que suelen poseer una
complejidad mayor, comúnmente nos centramos a la visualización de los delitos
comunes, tales como pueden ser el homicidio, robo, fraude, lesiones, etc., sin
darnos cuenta que hay una variedad de delitos más allá de los que solemos
plantearnos con regularidad.
Ante los supuestos y acontecimientos dados en la sociedad, ha resultado idóneo

tener que establecer leyes especiales donde se localicen los delitos especiales,
estos son particularmente distintos porque incurren en un grupo menor de personas,
pero que ponen en vulnerabilidad a una extensión de personas mayor; por ejemplo,
los delitos electorales son cometidos por un grupo de personas particular, que
deben reunir ciertas características para ser el sujeto activo, pero la gravedad del
delito suele incurrir dependiendo de la acción cometida, en muchos casos puede
llegar a extenderse hasta toda la Nación.
A mí parecer la creación de leyes especiales es buena, cuando en ella incurre un

tipo de delito que está subdividida en una clasificación grande, como son los delitos
cometidos por medios electrónicos; así mismo, considero que la idea de que ellos
se incorporen en leyes aparte es una decisión correcta para una mejor localización
para su aplicación; no obstante, realizando la investigación, me pude percatar que
ciertos delitos especiales suelen localizarse en varias legislaciones a la vez, y ese
no es el problema, el problema es que las reformas de los mismos no van a la par,
dando como resultado que en una normativa la pena sea, por ejemplo, de 5 años y
en otra que recae exactamente en el mismo delito, donde la cita textualmente es la
misma, y la pena es de 2 años, son detalles que pueden llegar a se preocupantes
si no se toma la debida precaución de los mismos.
Por otro lado, como una sugerencia, podría resultar idóneo que en el mismo código
penal Federal, así como en los códigos penales locales, a final de ella se estipulen
aquellos delitos especiales, y donde se encuentra su localización; o a mí parecer,
podría crearse un apartado donde literalmente sea denominado “delitos especiales”,
y en ellos se introduzcan todos ellos y su articulación, para mí sería una manera
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más simple de poder clasificar ese tipo de delitos, sin la necesidad de forzosamente
crear nuevas leyes donde en ellas se dispongan, no porque sea mala idea, sino que
podría resultar más ordenada o sencilla su búsqueda.
Por otro lado, considero que mi sugerencia podría resultar beneficiosa, porque los
delitos especiales cada vez se van ampliando más, debido a las novedades surgidas
en la sociedad, en base diversos escenarios, tal como pueden ser los medios
electrónicos.
20
Bibliografía:
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Financieros. (2016). ¿Sabes qué es el Robo de Identidad?. ., de Gobierno de México
Sitio web: https://www.gob.mx/condusef/articulos/recomendaciones-para-prevenir-
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Dexia Abogados. (2021). El delito de encubrimiento, de Dexia Abogados Sitio web:

https://www.dexiaabogados.com/blog/delito-
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Universidad Autónoma de Nuevo León

Facultad de Derecho y Criminología

Derecho Penal II: Delito Parte Especial

Lic. José Luis Hernández Rocha.

Nombre: Ibarra Salazar Cielo Michelle

Ciudad Universitaria, a abril 29, 2022.

LOS DELITOS ESPECIALES ................................................................................. 4

Ejemplos de figuras delictivas de trato especial: ............................................... 9

Delitos electorales: .......................................................................................... 11

Delitos cometidos por medios electrónicos: ................................................. 13

Suplantación de identidad: ............................................................................. 17

Actualmente existen nuevas variantes de delitos especiales, así como su

LOS DELITOS ESPECIALES

Delito, ese es el significado de la definición previamente transcrita, parece

Es decir; la diferencia localizada, tanto en los delitos comunes como en los

• Delito común → la conminación del delito recae en un número grande de

Entonces, volviendo a plantear el concepto de “delito especial”, según lo establecido

No obstante, ¿por qué es tan relevante el establecer “delitos especiales”? Ante

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• Delitos especiales propios → tales se encuentran descritos de manera

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Cuando una misma materia aparezca regulada por diversas disposiciones, la

En caso de delitos cometidos en contra de niñas, niños y adolescentes

Teniendo en cuenta el artículo el cual fundamenta la existencia de los delitos

suelen localizarse en leyes especiales o tratados internacionales, donde en dichos

En resumen, los delitos especiales se localizan en leyes separadas a los códigos o

A mí parecer, la importancia de la existencia de las leyes especiales, es que estas

Ejemplos de figuras delictivas de trato especial:

1. Ocultar, esconder, alterar, disfrazar o tapar la conducta del autor.

Estas acciones anteriores, pueden ser lo que conocemos en derecho como la

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Los delitos electorales en el Código Penal se encuentran figurados en el art. 401 al

I. Vote a sabiendas de que no cumple con los requisitos de la ley.

Delitos cometidos por medios electrónicos:

• Data didling → Instrucción de datos engañosos.

El estado de los delitos cibernéticos crea la necesidad de que se contemplen en una

Esto anterior implica otorgarle el titulo de “Delito especial”, primordialmente porque

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La Ley General de Salud podemos contemplarla como una ley especial,

dicha pena esta relacionada con la venta, compra, adquisición o enajenación de

Este tipo de delitos suelen ser considerados como especiales, primordialmente

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Este delito podemos localizarlo en nuestro Código Penal local, específicamente en

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Así mismo, es considerarse como un delito especial, porque contempla aspectos

Ante los supuestos y acontecimientos dados en la sociedad, ha resultado idóneo

A mí parecer la creación de leyes especiales es buena, cuando en ella incurre un

Congreso de la Unión. (1931, ed. 2021). Código Penal Federal.

Congreso de la Unión. (1984, ed. 2022). Ley General de Salud. México.

Congreso de la Unión. (2014, ed. 2021). Ley General en materia de Delitos

Delgado, M. (s/f). DELITOS INFORMÁTICOS DELITOS ELECTRÓNICOS, de

Dexia Abogados. (2021). El delito de encubrimiento, de Dexia Abogados Sitio web:

Fiscalía Electoral. (s/f). Conócenos, de Gobierno de México Sitio web: