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La mordida de un niño pequeño es un evento que atrae

instantáneamente la mirada de los adultos provocando toda clase de


comentarios, consejos, interpretaciones e incluso “remedios” para atacar
esa conducta, a veces duramente juzgada. Hablamos de una situación
que tanto a padres como cuidadores les resulta preocupante.

Diversos factores pueden causar que un niño muerda, sin embargo es


posible prevenir estos incidentes, disminuirlos e incluso erradicarlos.
Para ello es necesario partir desde el conocimiento y comprensión del
niño, el ambiente y las interacciones que establece con los demás.
 

El niño
En los primeros años de vida no cuenta con la madurez suficiente para
comunicar sus necesidades, regular su comportamiento y expresar sus
deseos con palabras; por lo tanto, cuando el niño experimenta
emociones intensas como frustración, enojo, ansiedad o miedo, es
posible que reaccione de forma impulsiva mordiendo o lastimando a
otros.

Tú debes estar atento a sus necesidades fisiológicas o emocionales para


evitar que llegue a sentirse abrumado, desprotegido o estresado. La clave
es conocer al niño, brindarle un acompañamiento cercano, ayudarlo a
reconocer sus sensaciones y mostrarle alternativas saludables para
desahogarse sin lastimar a otros.

El ambiente
Los niños necesitan estabilidad, estructura y rutina, son sensibles a los
cambios en su ambiente, cuando hay modificaciones repentinas en su
horario, alimentación o sueño pueden sentirse estresados y más aún si
los cambios son significativos, como asistir a una estancia por primera
vez, la llegada de un hermano o mudarse de casa. Ante situaciones así, el
niño puede recurrir ocasionalmente a las mordidas para manifestar su
ansiedad.
Considera también otros factores ambientales que pueden resultar
irritantes, por ejemplo sonidos estridentes, mucha gente o en general
exceso de estímulos. Morder quizá sea una forma de decir que necesitan
descanso o que alguien está invadiendo su espacio. Recuerda que es
importante respetar las necesidades de cada niño, procurar transiciones
amorosas y en todo momento brindarles un espacio tranquilo y una
presencia confiable.

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