Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Mencionando lo anterior, debemos tener en cuenta que el niño con Trastorno de Apego
Reactivo no tiene la inhibición necesaria para limitarse al realizar actos peligrosos. Por e
contrario, la confianza excesiva que presentan los lleva a confiar en extraños, sin medir
el peligro que esto conlleva, poniendo en alerta a los padres, pues sus hijos no son paces
de “no hablar con desconocidos”, como a muchos de nosotros nos indicaban en nuestra
infancia.
Por otra parte, se encuentras los niños que presentan el tipo de Trastorno de Apego
Reactivo inhibido, donde les es difícil interactuar con cualquier persona que se le
acerque con la intención de demostrarle cariño, afecto o atención, llegando a ser hostil y
retraído.
Este trastorno se da a partir de la relación que mantiene el niño con los cuidadores
primarios, es decir, mamá, papá o tutores de los pequeños durante el período de seis
meses y tres años de edad.
Esto se debe a que, en este período, la separación con los cuidadores se da de forma
repentina, o por la falta de respuesta que el cuidador tiene cuando el niño intenta
comunicarle algo.
Hoy en día, pensaríamos que muchos de nuestros niños pueden presentar este trastorno
debido a que es más común que las madres trabajen, y una vez que su incapacidad por
maternidad finaliza, debe volver inmediatamente a trabajar, dejando al bebé al cuidado
de un tercero, sin embargo, no siempre deriva en este trastorno, es por eso que a
continuación veremos algunas de las causas que dan origen a esta patología.
El niño deberá establecer una vinculación sólida con un adulto que sea capaz de
brindarle atención emocional cuando esta sea necesaria. Por otra parte, debemos, como
psicoterapeutas, fortalecer la autoestima del pequeño y ayudarlos a crear vínculos
sociales sanos.
Cabe mencionar que, a pesar del esfuerzo y la dedicación que se ponga en
el tratamiento del niño con Trastorno de Apego Reactivo, este llevará tiempo para
sanar las heridas que dejo en el infante ante el contexto en el que se encontraba.
Y, puesto que no será tan sencillo el tratamiento, debe ser continúo y constante para
evitar que en el futuro, este individuo genere algún otro problema de salud mental.