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Esta doctrina se inicia en el siglo XVIII d.c. la cual funda el bien y la felicidad en lo útil, sea individual o
socialmente considerado; de ahí que existan como tres clases de utilitarismo a saber: El individualista,
el social, y el pragmático.
Utilitarismo Social de Stuart Mill, propone una ética que mira a la colectividad, es una ética de la
compensación, es decir, cuando se ha ayudado a los demás sobreviene una satisfacción moral; el bien
es esa satisfacción moral, así sólo se haya ayudado a una sola persona y no a un gran número como
decía Bentham.
Utilitarismo Pragmático de Willian James y J. Huxley, introduce un elemento más al concepto de bien,
pues éste ya no es sólo lo que produce placer y es útil a la vez, sino que además es práctico, es decir,
es lo que contiene un elemento para la acción inmediata. Aquí se admite todo, desde la religión y
Dios, pasando por la libertad, pero siempre y cuando sirvan al progreso del hombre.
Estos Utilitarismos han conducido a hacer completamente relativo el concepto de bien; es tan amplio
y depende tanto de las circunstancias y efectos, que acaba por justificar conductas
aberrantes y deshumanizadoras.
Considere las siguientes situaciones en que se puede evidenciar el uso de una ética utilitarista:
En una situación de guerra, llegan a la enfermería del campo de batalla donde todo es un “caos” con
graves heridas 6 soldados: Uno con una bala que se ha incrustado en su cadera luego de astillarle el
hueso pélvico, otro con una pierna amputada y heridas en el brazo del mismo lado de la pierna
producto de una mina anti persona, otro con una gran herida en el estómago, abierta y sangrante,
otro con graves crisis emocionales producto de la violencia que vio y experimentó en dicha guerra,
otro con pérdida de un ojo producto de una esquirla de bomba y un último con un pulmón perforado,
ante tales situaciones el personal sanitario debe tomar decisiones urgentes y decisivas para tratar de
salvar el mayor número de heridos con la mayor posibilidad de sobrevivir, decidiéndose por
intervenir de primero a los que consideran tienen mayor posibilidad sobrevivir dada la situación
en que se encuentran, como vemos aquí se premia la necesidad de salvar a los más útiles y que
pudiesen continuar en caso de ser necesario.
Así, cuando se presentan situaciones críticas, se toman decisiones que suelen ser fatales para unos
pero que resultan útiles a los intereses de la colectividad.
Ante esta pandemia el gobierno nacional tomó la decisión de lanzar un “salva vidas” a los bancos y
corporaciones financieras de primero, para evitar una crisis financiera que traería más dificultades en
el corto, mediano y largo plazo para la economía del país, también ha destinado en menor cantidad
ayudas humanitarias a la comunidad más desfavorecida a través de mercados y bonos monetarios
entre otras, pero estas ayudas se han visto comprometidas por la corrupción que azota al país, lo cual
ha impedido que estas fuesen más efectivas y no llegaran en su totalidad a esas comunidades, sin
embargo ha decidido el retorno inteligente, sistemático y paulatino al trabajo para no frenar la
economía, sostiene, esto le ha generado diversas críticas en los gremios que aglutinan a los
trabajadores y de otros sectores que no ven con buenos ojos tal decisión ya que sostienen que esto
provocará que más personas se enfermen aumentando el número de enfermos y decesos, poniendo
en grave riesgo a las familias que dependen de estas personas, no obstante abogan por una mayor
inversión del estado en la población en general. Como vemos en esta se ha dado prioridad a unos
sectores en particular que concentran el grueso de las riquezas que mueven al país (Ética formal).
El estoicismo: surge hacia el siglo segundo a.c, desarrollada por Zenón de Citio, en su aspecto ético
preconizó que el cumplimiento de la ley que le dicta la razón al hombre, y la aceptación total de la
propia vida, con todas sus circunstancias, es lo que hace posible la rectitud del hombre y por lo tanto
la consecución de su fin; el ideal es la impasibilidad o sea permanecer imperturbables ante el dolor,
placer, pasiones. Sorpresas, reveses, etc.; no hay que esperar recompensa alguna por ningún motivo.
Representan este sistema moral, Séneca y Marco Aurelio. Es el sistema de la resignación, ya que se
trata de limitar la experiencia personal sólo a lo que impone la fuerza del destino. Como se ve, no
podríamos hablar de méritos o deméritos, de lucha del hombre por su propia perfección; reduce la
persona humana a un ser meramente pasivo, pura resistencia.
Son ejemplos de estoicismo: La persona que sufre la pérdida de un ser querido, pero se muestra
imperturbable, aceptando esta como un proceso natural en los seres vivos, es decir, no da muestras
de mayor dolor o sufrimiento, no revela sus sentimientos íntimos ante las demás personas. La
persona que sufre pérdidas económicas en un negocio y mantiene o conserva la calma ante una ruina
económica evidente.
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