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De la Reforma Liberal a la Dictadura del Cariato.

1876 – 1933

Introducción

Son abundantes y variados los ensayos historiográficos que sobre la Reforma Liberal se han
publicado, coincidiendo muchos de ellos en que,   Ramón Rosa y Marco Aurelio Soto,
inspirados en la filosofía positivista, a diferencia de José Cecilio del Valle  y Francisco Morazán,
que habían abrevado en la Ilustración y el liberalismo y en la Segunda Revolución Industrial y
sus ideales quedaron solamente en proyecto, estos reformadores continuaron el movimiento
continental conocido como Reforma con el fin de modernizar la sociedad hondureña,
dinamizando primero la economía con el cultivo del café para después reactivar la minería,
rubro que a su vez generaría actividades complementarias. Hicieron suyo el lema de “Orden y
Progreso”, fomentaron la educación laica y obligatoria idea que durante la Federación quedó
nada más como proyecto y combinaron la administración con la cohesión estatal. Estados
Unidos ya en veloz desarrollo era el arquetipo e inspiración de desarrollo.

Siguiendo este legado, Policarpo Bonilla aspiró a que el país contara con una Constitución que
protegiera los derechos y garantías individuales, en tanto que Luís Bográn vio en la Costa
Norte en su poblamiento y canalización, así como en el cultivo del banano, la catapulta de la
modernización nacional por vía de otorgamiento de concesiones de tierras nacionales a
hondureños y extranjeros. La agricultura de exportación y la minería enlazarían a Honduras al
mercado mundial derramando sus beneficios al resto de la actividad productiva.

 La Reforma Liberal

Después de estos gobiernos y de este período se inicia un proceso de modernización del


Estado conocido como Reforma Liberal, cuyo objetivo principal es poner a tono a estos países
de acuerdo con las exigencias del capitalismo. Pretenden estas reformas desarrollar economías
agroexportadoras, cuando los estados adoptan las reformas liberales implementan verdaderos
programas de desarrollo económico.  En el caso de Honduras cuando implementa la Reforma
el doctor Marco Aurelio Soto y Ramón Rosa, dentro de la aspiración de la agroexportación
impulsan el cultivo de productos como el café, azúcar, bananos, algodón, caña de azúcar,
cultivos que pueden vincular a Honduras al mercado mundial. 

En este caso, si la reforma pretende una economía agro exportadora buscando variedad de
productos para comercializarlos en el exterior, los demás países centroamericanos inclinan sus
economías al impulso del cultivo del café desarrollándose oligarquías cafetaleras en El
Salvador, Guatemala y Costa Rica, y en el caso de Honduras el café quedó cultivándose en
todos los departamentos pero en manos de pequeños productores, este fenómeno tiene que
ver inclusive, hasta con el tipo de relieve y la falta de comunicaciones y carreteras en el país.

Ramón Rosa, ideólogo de la Reforma Liberal.

Fuente: Luis Sánchez

Al contrario, dentro de la Reforma Liberal, lo que se da al final es el impulso de una actividad


económica de origen colonial como lo es la minería, el doctor Soto decidió promover en el
extranjero, principalmente en Estados Unidos, la explotación minera que originara un enclave
minero ubicado en la localidad de San Juancito propiedad del propio Presidente Soto, que se
integra como socio de la explotación minera. No es de extrañar entonces, que en su período se
crea el Código de Minería y que se diera a la Compañía todo tipo de dispensas y franquicias;
por ejemplo este enclave no paga impuestos de exportación, de importación, impuestos
nacionales, impuestos municipales, no pagan por el uso de los recursos naturales que
explotan, ya sea agua, madera y otros recursos que gratuitamente se los provee el gobierno,
de hecho el enclave minero se desarrolla con todas las facilidades que le otorga el Estado
hondureño al mando de Marco Aurelio Soto, que se mantiene en el gobierno desde agosto de
1876 hasta 1883.

No se debe olvidar que la Reforma Liberal en Honduras es impuesta desde Guatemala. Soto y
Rosa habían ocupado cargos como Ministros en plena Reforma Liberal en Guatemala;
asimismo, con el apoyo de El Salvador y Guatemala, Soto llega a Amapala, en agosto de 1976,
inaugurando un gobierno provisional legalizando su poder en mayo de 1877 y es reelegido
para un segundo período en 1881. Pero la aspiración de la Reforma Liberal de modernizar el
país desde el punto de vista político fue muy difícil, aunque en este período surgen los Partidos
Político.

La Reforma Liberal no superó el hecho de que el poder civil esté sometido por el poder militar
prevaleciendo sociedades militarizadas y sin cesar las guerras civiles. De igual forma persistió la
inestabilidad política, característica del período anterior que abundará en guerra civiles y
grupos armados, alrededor de un caudillo militar que provoca estos levantamientos armados
para la toma del poder; porque para estos caudillos estas guerras civiles son un negocio para
mantener controladas y explotadas las raquíticas rentas estatales y la explotación de sus
recursos naturales.

Amapala. Principal puerto de exportaciones e


importaciones durante el siglo XIX y lugar de
inauguración del gobierno de Marco A. Soto y
Ramón Rosa.

Fuente: Luis Sánchez

La Reforma Liberal también pretende restarle el poder a la Iglesia Católica y así como se hizo
con las Reformas Borbónicas que son Reformas Liberales y como se dio en el período de la
Federación pretende una educación laica, gratuita y obligatoria; elimina el control de los
matrimonios y los cementerios.

Intenta también generalizar la educación, que haya una mayor cobertura en la educación
primaria y que funcione debidamente en todos los departamentos; la educación media
creando institutos de media en todos los departamentos y mejorando y ampliando la
educación superior a través del impulso de nuevas carreras liberales; se crean dentro de este
contexto el Archivo Nacional, la Biblioteca Nacional y los primeros libros de Historia Nacional.
Ramón Antonio Vallejo, fundador del Archivo y Biblioteca
Nacional, además considerado el padre de la historiografía
hondureña.

Fuente: Luis Sánchez

Tratando de impulsar una economía integral hay un


desarrollo en las comunicaciones: apertura y
mantenimiento de caminos, carreteras como la del sur,
principalmente para sacar la producción minera por el
puerto de Amapala que hasta 1910 tiene todavía cierta
importancia; asimismo, se impulsa la línea ferrocarrilera
del norte que al final quedara en beneficio exclusivo de las
compañías bananeras que dentro de esta Reforma Liberal también inician el desarrollo del
enclave bananero.  Se registra de igual forma el desarrollo del tendido de líneas telegráficas y
la modernización del correo.

Dentro del aspecto de la modernización de la Legislación puso en vigencia códigos como: el


Civil, Penal, Militar, Comercio y Minería, de Procedimientos y además, leyes laborales, de
organización militar y de ordenanza militar.

Pero además, en el período de la Reforma Liberal se da un proceso de inmigración que permite


la formación de un grupo económico-comercial que con el tiempo llegan a dominar la actividad
comercial e industrial del país y a más largo plazo controlan inclusive, la política del país, a tal
grado que en la actualidad conforman un grupo sólido que dominan la economía y política
nacional; no muy pocos de ellos han llegado a la presidencia de la nación formando alianzas
económicas, políticas y familiares, dueños de los llamados partidos históricos.

Resurgimiento de la actividad minera

Como consecuencia de la apertura a las inversiones extranjeras, uno de los pilares del proyecto
liberal, llegan al país inversionistas procedentes de Suiza, Francia, Inglaterra y Estados Unidos;
éstos deciden invertir en actividades mineras aliándose con socios hondureños entre ellos, el
propio presidente hondureño Marco Aurelio Soto, usualmente por su condición de dueños de
las propiedades en donde las minas se encontraban. La Reforma estableció los marcos legales
para favorecer la producción minera.

La historiografía hondureña conceptualiza este proceso histórico como “enclave”,


entendiéndose este término como “La administración de parte del territorio, en cuyo ámbito
geográfico las disposiciones aduaneras no son aplicables también, parte del territorio, en cuyo
ámbito geográfico se permite, la aplicación de las disposiciones aduaneras de otro país”. Bajo
estas condiciones inicia sus operaciones la Rosario Mining Co. de Nueva Cork, cuyo mayor
accionista era Mr. Washington Valentine. 

Es así como el pequeño pueblo de San Juancito, incluso antes que la capital, fue la primera
localidad con iluminación eléctrica, marcando la diferencia entre aquel sitio ligado a
transacciones capitalistas extranjeras, gracias a la riqueza de sus metales preciosos, con el
resto de la nación. La difusión de información y mapas atrajo la atención de numerosos
inversionistas y entre 1882 y 1915 se otorgaron concesiones para explotar minerales en:
Olancho, El Paraíso, Choluteca, Valle, entre otros.
San Juancito, lugar de inicio de operaciones y
explotación minera por parte de la Rosario
Mining Co.

Fuente: Luis Sánchez

Las leyes de la reforma eximían a los


inversionistas nacionales o extranjeros de numerosos impuestos ante el gobierno central, sólo
les dejaban algunas tasas por pagar en beneficio de los gobiernos locales de los municipios
donde se instalaban. Las leyes otorgaban generosas concesiones sobre los recursos del
subsuelo a las empresas mineras, pero tenían que negociar con los gobiernos locales el uso de
recursos de la superficie: aguas, bosques y canteras.

Estas concesiones siguen teniendo vigencia hasta nuestros días. A mediados del Siglo. XX la
empresa pasó a explotar el mineral de El Mochito en Santa Bárbara, donde todavía sigue
operando, otras empresas como Entremares goza de las mismas prebendas que las empresas
mineras tenían a finales del siglo XIX.
Hoy,  San Juancito luce como un pueblo fantasma y abandonado con sus cuencas
contaminadas; igual suerte corren las comunidades donde operan otras compañías mineras, ya
que para la extracción de los minerales  utilizan miles de toneladas de cianuro y mercurio, dos
químicos que envenenan la tierra y el aire. Según la Organización Mundial de la Salud, el
cianuro de sodio es uno de los 5 tóxicos más peligros que existen.

San Juancito, hoy convertido en un pueblo fantasma

Fuente: Luis Sánchez

Origen de los Partidos Políticos

Durante el segundo período del General Luís Bográn se organizaron por primera vez en
Honduras los partidos políticos que habían venido contendiendo desde hace muchos años
atrás, sólo agrupados en torno a caudillos. La tendencia conservadora había quedado casi
liquidada desde el momento que el presidente Marco Aurelio Soto implantó la reforma liberal
e hizo un gobierno nacional con el concurso de ciudadanos de todas las tendencias.

                Partido Liberal

 En el año de 1884 el Doctor Céleo Arias constituyó en el país una asociación secreta
denominada “Liga Liberal”, cuyos miembros eran designados con seudónimos y la cual se
ocupaba de promover la organización del partido con la vista puesta en los comicios de 1887.
Este año el Doctor Arias dio a conocer su manifiesto titulado “Mis Ideas” y acudió con sus
amigos a las elecciones presentando su candidatura contra el general Luís Bográn en quien
recae la presidencia por mayoría de votos.
Policarpo Bonilla, organizador del Partido Liberal en 1891.

Fuente: Luis Sánchez

Los fundamentos ideológicos del Partido Liberal de Honduras


están basados en las ideas del liberalismo clásico europeo del
siglo XVIII, las ideas planteadas por el filósofo político francés
Charles-Louis de Montesquieu en El espíritu de las leyes (1748),
relacionadas con la división del poder político en tres niveles:
poder ejecutivo, poder legislativo y poder judicial; teoría que
contravenía los principios de las facciones liderados por los
caudillos.

Es importante también reconocer que las ideas contempladas en El contrato social (1762) del
filósofo francés Jean-Jacques Rousseau, sobre todo los argumentos sobre la libertad civil, van
a contribuir enormemente a la posterior fundamentación ideológica que Céleo Arias
manifiesta en su publicación "Mis Ideas”, las cuales resume en los siguientes puntos:

 Sobre derechos ciudadanos

Unidad de fuero, abolición de las torturas y la pena de muerte, libertad de expresión, de


reunión, de locomoción, de enseñanza, de culto.

 Sobre Autonomía Municipal

Democracia: limitación del período presidencial, elecciones mediante voto directo y secreto.

 Protección a la instrucción pública

Debe ser laica, gratuita y obligatoria

 Sobre obras públicas

 Celo en el manejo del tesoro nacional.

El liberalismo cree en la superioridad de la cultura democrática sobre aquellas que legitiman el


fanatismo, la intolerancia, el racismo y la discriminación religiosa, la étnica, política o sexual. En
verdad no constituye un dogma, una ideología cerrada y autosuficiente con respuestas
prefabricadas para todos los problemas, sino una doctrina que, a partir de una suma
relativamente reducida y clara de principios básicos estructurados en torno a la defensa de la
libertad política, es decir, de la democracia y del mercado libre; admite en su seno gran
variedad de tendencias y matices. En 1891 se crea Oficialmente el Partido Liberal y en su
primera Convención el 5 de febrero se aprueban los primeros estatutos y el acta constitucional
del partido. Es un Partido organizado, con credo, con doctrina, con programa y Democracia
interna.

Partido Nacional

Con el objetivo de agrupar en una entidad política a todos sus amigos entre los cuales se
encontraban el liberalismo moderado, algunos antiguos servidores del gobierno del General
José María Medina y personas sin tendencia política conocida, el General Luís Bográn insinuó
la conveniencia de constituir un denominado Partido Nacional, con el cual se trataría de hacer
frente al liberalismo radical en los comicios siguientes.
La idea fue propuesta por Bográn en Santa Bárbara, en el mes de febrero de 1890, en ocasión
de reunirse allá el Congreso Extraordinario convocado para ratificar el Pacto de Unión
Provisional suscrito en El Salvador.

Manuel Bonilla, fundador del Partido Nacional en 1902

Fuente: Luis Sánchez

 La iniciativa fue aceptada con satisfacción, se firmó un acta


constitutiva y se convino que el 30 de enero de 1891 se reuniría
en Tegucigalpa una asamblea de delegados de todos los
departamentos para aprobar los Estatutos de la nueva entidad
política.
Algunos de los principios ideológicos son:

1. Defensa de la integridad territorial y de los intereses


materiales y espirituales de Honduras.

2. Mantenimiento del régimen democrático como forma de gobierno sobre los principios
de la democracia social.

3. Respeto y defensa de los derechos humanos;

4. Igualdad jurídica de los hondureños, fomento de la educación del niño y la juventud.

5.  El sufragio universal, directo, secreto debe ser la expresión de la voluntad popular.

6.  El derecho al trabajo y a la cultura para el hombre.

7.  El respeto a la autonomía universitaria.

8.  El instituto armado, defensor del Estado y de las Instituciones.

9.  Protección a la propiedad privada que cumpla su función social.

10. Apoyo a la reforma agraria de carácter democrático.

Hemos encontrado en este pequeño esbozo histórico los antecedentes y razones históricas de
porque a estos partidos se les llama Tradicionales, su pasado siempre es presente, son quienes
canalizan la mayoría de los votos en los eventos electorales de nuestros días.

Enclave Bananero

Como el enclave minero, el enclave bananero se desarrolló con todas las facilidades que le
otorga el Estado en los diferentes gobiernos. Los dueños de las compañías bananeras
aprovechan al máximo las debilidades políticas y económicas de los gobiernos. Para
consolidarse aprovechan las ambiciones de los caudillos políticos y militares, deciden apoyar a
cualquier caudillo que les asegure jugosas concesiones una vez logrado el poder; promueven
guerras civiles, quitan y ponen presidentes, participan en la política interna, inclusive se
dividen los partidos políticos: Algunas compañías apoyan a caudillos militares vinculados al
Partido Liberal y otras a caudillos vinculados al Partido Nacional, así logran grandes
concesiones de uno u otro partido, a la vez que ellos mismos se están auto eliminando.
Enclave bananero e inicios de desarrollo de la costa norte

Fuente: Luis Sánchez

En sus inicios solo se dedican a la comercialización del


banano, comprando a productores nacionales; cuando se
dan cuenta que sería un negocio sumamente lucrativo
deciden participar en el cultivo del producto haciendo quebrar a los productores nacionales y
logrando conseguir grandes concesiones de tierras para dedicarlas al cultivo. El período que va
desde 1890 a 1930 es de formación y consolidación de las compañías bananeras, a tal grado
que en 1929 Honduras llega a ser el mayor exportador de bananos a nivel mundial.

La United Fruit Co. en 1913 obtiene grandes concesiones para líneas férreas y tierras, estas
concesiones se otorgan a través de sus dos subsidiarias la Tela Railroad Company y la Trujillo
Railroad Company.  En 1902 surge la compañía Hubbard Zemurray, constituida con un 60% de
las acciones en manos de La United que en 1907 vendió dichas acciones, pero en 1929 las
compró en su totalidad absorbiendo la Hubbard Zemurray, que desde 1911 se reorganiza con
el nombre de Cuyamel Fruit Company, convirtiéndose en competidora de la United, o sea que
en 1929 la United compró o absorbió la Cuyamel.  De esta manera La United Fruit Co, sólo
tiene como competidora a la Standard Fruit and Steamship Corporation.

Formas de apropiación de tierras y consolidación


de los enclaves económicos a principios del siglo
XX.

Fuente: Luis Sánchez

Para 1929 entonces solamente quedan dos


grandes compañías: La United y la Standard, a
estas empresas les interesaba promover la
inestabilidad política, financiar guerras civiles,
apoyar caudillos que les prometieran y les
aseguraran concesiones de tierras y de líneas ferrocarrileras desde la plantación hacia el
puerto de embarque.  En este año, de 1929, además de explotar la mayor cantidad de bananos
desde Honduras, las compañías se han diversificado en sus actividades económicas y han
hecho inversiones en fábricas de aceite, manteca, jabones, fábricas de hielo, cajas de cartón,
fábricas de cervezas, refrescos, zapatos e inclusive invierten en la banca nacional, creando el
Banco Atlántida.

Tanto la United como la Standard tienen su territorio delimitado.  La United en el río Ulúa,
Valle de Sula y la Lima como centro de operaciones en las oficinas centrales de su subsidiaria la
Tela Railroad, sus exportaciones por el Puerto de Tela y Puerto Cortés.  La Standard tiene como
centro de operaciones el Puerto de La Ceiba, sus plantaciones ocupan el valle del Aguán.

En los momentos de su desarrollo apenas pagan 20 centavos por racimo y lo comercializan en


los puertos de Estados Unidos en 14 Lempiras.  Las grandes concesiones de tierras, de las
mejores tierras de la costa norte, que les otorga el Estado sólo les facilitan y les aumenta su
pequeña inversión inicial, puesto que de estas tierras explotan sus aguas y sus maderas
preciosas que las explotan sin dejar ningún beneficio a Honduras. 
Lo que invierten son las ganancias que obtienen en el propio país, en las grandes concesiones
de tierra y la explotación de sus recursos naturales, fue muy poco el capital invertido por las
compañías bananeras en el país; por tanto, no hubo traslado de capital, el capital que logran
acumular las compañías se origina en Honduras, hubo muy poco traslado de capital del país de
origen de las compañías bananeras hacia Honduras. Con las concesiones de tierra el Estado
prácticamente regala estos predios a estas transnacionales que además se apoderaron de los
terrenos alternos, se supone que el Estado otorgaba un terreno a las compañías y dejaba un
terreno alterno para que las nacionales aprovecharan la experiencia y la tecnología de las
compañías, pero ellas de manera fraudulenta también se apropiaron de los terrenos alternos,
de esta manera se queda restringido el desarrollo de la agricultura nacional.

Los salarios de los trabajadores eran sumamente bajos, pero además eran absorbidos por las
propias compañías bananeras a través de los famosos comisariatos que funcionaban al interior
de las compañías y por tanto los trabajadores se abastecían de estos comisariatos. No se
reflejaban estos salarios en la economía nacional.  Ni siquiera los impuestos nos dan un reflejo
del beneficio de las compañías en nuestro país, los pequeños impuestos que pagan al país
muestran una enorme desigualdad comparados con las ganancias que obtienen las compañías,
de allí su interés en invertir en estos países pobres subdesarrollados.

Hasta 1949 el impuesto que pagan por racimo exportado es de 2.5 centavos y además se les
exime el impuesto de importación.  De 1925 a 1940 apenas pagan por derecho de exportación
unos 600,000 Lempiras; sin embargo, el Estado les exime por derechos de importación de
maquinaria y otros insumos, lo que representa unos 6 millones de Lempiras.  Calculando el
presupuesto de la nación entre el período de 1930-1940, anda en un promedio de 12 a 13
millones, los 6 millones eximidos por impuestos de importación representan
aproximadamente el 47% del presupuesto nacional, ¿por qué el Estado no le exige el pago de
estos impuestos? Estos dineros le hubieran permitido al país invertir más en educación o salud,
vías de comunicación, pero simplemente por compromisos políticos, sobornos y actos de
corrupción se dieron esas concesiones. 

Hasta en la década de 1950 las bananeras obtienen una ganancia de más de 40 millones al año,
y apenas pagan aproximadamente 800 mil Lempiras al Estado por impuesto de exportación. 
Inclusive todavía en la década de 1970, corrompieron y sobornaron el gobierno de turno para
que no les aumentaran el impuesto de exportación por racimo de banano.

Surgimiento del Movimiento Obrero

La primera concentración masiva de trabajadores asalariados en la historia de Honduras tuvo


lugar cuando se iniciaron los trabajos del ferrocarril interoceánico a partir de enero de 1869. La
temprana paralización de las actividades de construcción impidió que se desarrollaran los
primeros núcleos de un movimiento organizado de trabajadores. El 10 de marzo de 1909 se
dieron las primeras protestas contra el régimen salarial impuesto en el mineral del Rosario, los
mineros acordaron decretar una huelga que fue reprimida por la intervención policial.

La política laboral del enclave bananero se caracterizaba en una represión feroz y constante
contra todo indicio de actividad organizativa entre los trabajadores. El enclave mantenía sus
propias fuerzas militares conocidas como “Cabos de Comisario” o “Comanches”, encargados
de velar por la defensa de los intereses de las compañías.
Las primeras organizaciones laborales que se conocen en el país poseen un carácter
marcadamente “mutualista”, son asociaciones de auxilio mutuo, de ahorro o destinada a la
promoción cultural y la superación educacional de sus integrantes.

El Primer Congreso Centroamericano de obreros tuvo lugar en la ciudad de San Salvador el día
5 de noviembre de 1911, con motivo de celebrar el primer centenario del Grito de
Independencia. El Congreso recomendó a las sociedades confederadas la creación de cajas de
ahorro, la formación de sociedades cooperativas industriales, de consumo, seguro de vida y
contra accidentes de trabajo “Para reglamentar las horas de trabajo, las juntas centrales
recomendaron sostener como máximo 8 horas diarias para los obreros que trabajan por día,
destinando 2 horas de almuerzo.

Con el inicio de los enclaves, surge el Movimiento Obrero a principios


del siglo XX

Fuente:  Luis Sánchez

Las guerras civiles

La renuncia del presidente Marco Aurelio Soto dio paso a un período de matanza y violencia
que dura hasta 1933.  Las guerras surgen por los grupos Monopolistas de Estados Unidos que
decididos a poner con firmeza su planta en nuestro País apoyan distintas facciones internas,
esto estimula   las guerras civiles entre hondureños.

Las empresas mineras y bananeras se proponen imponer con firmeza su hegemonía en el país,
específicamente en la costa norte. A este propósito se le suma la lucha por el poder entre los
dos Partidos existentes en aquel entonces (Liberal y Nacional). El propósito que compartían las
dos partes antes mencionadas era obtener y ejercer el poder sobre todo el territorio de la
República.

Las guerras civiles eran protagonizadas por los


partidos Liberal y Nacional y financiadas por las
compañías mineras y bananeras

Fuente: Luis Sánchez

La pugna entre intereses económicos y la de los


partidos políticos crea las condiciones para que se
organicen tropas y se alcen contra el gobierno de
Rafael López Gutiérrez (1 – 10 febrero, 1924). El
ramo de las comunicaciones facilitó la organización y movilización de las fuerzas militares, que
se alzaron contra las fuerzas del gobierno en diversos puntos del país. El primer objetivo es
bombardear Tegucigalpa y así lo hacen en 1924. A este evento le han dado en llamar “La
Revolución de 1924”, acaudillada por el general Vicente Tosta desde la posición del
“BERRINCHE”, aglutinó entre sus fuerzas hasta los más jóvenes.
Una de las consecuencias de estos enfrentamientos es la violación a la soberanía nacional, con
el desembarco de marines en Tegucigalpa con el pretexto de garantizar los intereses de los
extranjeros residentes en la capital. Esta invasión fue denunciada por Froylán Turcios a través
del Boletín de la Soberanía Nacional, por lo que el ministro de Relaciones Exteriores, Doctor
Rómulo Durón, envió una nota de protesta a la delegación estadounidense.
El Lempira moneda oficial de Honduras

Hacia 1926 Honduras había sido invadida por monedas de plata de diferentes países de
América que vinieron a formar parte de nuestro circulante. Por tal razón el poder ejecutivo,
deseoso de establecer la uniformidad del sistema monetario en el país presentó al Congreso
Nacional, en marzo de 1926 un proyecto de decreto para la creación de la moneda oficial de
Honduras.

En 1929, se decreta que el Lempira será la moneda oficial de Honduras

Fuente: Luis Sánchez

El Poder Ejecutivo facultado para dar el nombre a la moneda trasladó la


responsabilidad al Congreso por lo cual se hace moción para que el nombre
de la moneda sea “Morazán” o “Lempira”, con 21 votos contra 15, se impuso
la moción de que la moneda se llame Lempira adoptándose este nombre a la
moneda nacional según Decreto 102 dado en Tegucigalpa el 3 de abril de 1926, siendo
Presidente del Congreso V. Callejas y aprobado por el Presidente  Miguel Paz Barahona el 6 de
abril de 1926

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