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CÓMO EVITAR LAS INFECCIONES ESPIRITUALES

Joseph Lister, médico del siglo XIX, es conocido como «el padre de la
cirugía antiséptica». A Lister le preocupaba la alta proporción de pacientes
que morían a causa de infecciones en el post-operatorio.

Llegó a la convicción de que una cantidad infinitésima de microbios


invisibles al ojo, eran los que estaban causando las infecciones. Empezó a
desarrollar una serie de soluciones antisépticas con las cuales tratar las
heridas. Como era de esperar, la proporción de pacientes que morían a
causa de las infecciones disminuyó.

De una manera similar, hay fuerzas espirituales malas que obran en nuestro
mundo de hoy en día. No se las puede ver, pero causan estragos en la vida
de las personas, haciendo que caigan en la tentación, promoviendo a gente
que es mala en las instancias de poder nacionales, manipulando las
emociones humanas, desgarrándolos y destruyéndolos.

Igual que los contemporáneos de Lister desecharon su teoría de los


microbios destructivos, mucha gente de hoy ignora o rechaza las realidades
espirituales. Pero tú tienes un poderoso «antiséptico» espiritual contra estas
fuerzas destructivas; es vital que aprendas a utilizarlo.

SALMOS 136:13-26
1. DA GRACIAS A DIOS CONSTANTEMENTE

¿Alguna vez te has sentido «bajo ataque», ya sea por poderosas


tentaciones, miedos sobrecogedores, ansiedades importantes o
cualquier otra forma de ataque?

En el Antiguo Testamento los «enemigos» eran con frecuencia los


ataques físicos, mientras que en el Nuevo Testamento suelen ser los
ataques espirituales. Pero el resultado es el mismo: Dios promete
rescatarte de todos tus enemigos.
El salmista da gracias por lo que Dios ha hecho. Agradece a Dios en
particular por librarnos de nuestros enemigos (v.24):

«Dios se acordó de nosotros cuando estábamos caídos […]. Nos rescató


de la bota que nos aplasta [...]. Cuida de todos en la hora de la
necesidad […] ¡Gracias sean dadas a Dios que hizo todo esto!» (vv.23–
26, MSG).

El versículo final resume el salmo: «¡Den gracias al Dios de los cielos!¡Su


gran amor perdura para siempre!» (v.26).

Señor, gracias porque me has rescatado mediante la cruz y la resurrección


de Jesucristo. Gracias porque Tu amor perdura para siempre.

1 JUAN 2:12-27
2. PERMANECE CERCA DE JESÚS

Pippa y yo éramos muy jovenes cuando nos casamos y no teníamos dinero


para costearnos nuestra luna de miel. Un amigo tuvo la gentileza de
prestarnos una cabaña en Escocia, y otro amigo llamado Micky nos prestó
su automóvil.

De vuelta a casa chocamos el automóvil justo en la puerta de la casa de


Micky. Cuando llamamos al timbre de la puerta, se hizo evidente para
Micky lo alterados que estábamos.

«No se preocupen por mi automóvil, ¡es solo un pedazo de metal!».  Micky


amaba a Dios y amaba a la gente; no amaba las cosas y las poseía con
desprendimiento.

No ames las cosas del mundo (v.15). No uses a la gente y ames las cosas.
Ama a la gente y usa las cosas.

 
Tu batalla es contra el enemigo que está dentro de ti: el pecado (v.12);
el enemigo que te rodea: el mundo (vv.16–17); y el enemigo que está
sobre ti: el demonio (v.14). Ya has sido rescatado de estos enemigos.

 El enemigo de dentro de ti (pecado)

Jesús te ha rescatado de tus pecados: «Les escribo a ustedes, queridos


hijos, porque sus pecados han sido perdonados por el nombre de Cristo»
(v.12).

 El enemigo de alrededor de ti (mundo)

Jesús te ha rescatado de la necesidad de estar íntimamente ligado al


mundo. Juan escribe: «Porque nada de lo que hay en el mundo —los malos
deseos del cuerpo, la codicia de los ojos y la arrogancia de la vida—
proviene del Padre, sino del mundo. El mundo se acaba con sus malos
deseos, pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre»
(vv.16-17).

 El enemigo sobre ti (demonio)

Jesús te ha dado el poder ser libre del demonio, el maligno: «Les he


escrito a ustedes, jóvenes, porque […] la palabra de Dios permanece en
ustedes, y han vencido al maligno» (v.14b). La victoria viene de
permanecer cerca de Dios. En palabras de la traducción The Message:
«Lo que les permite ganar venciendo al maligno, es su familiaridad con
Dios» (v.14, MSG).

Juan prosigue advirtiendo a sus lectores contra los falsos maestros que
buscan agitarlos para que se aparten de este firme fundamento (vv.18-23).
Los anima a permanecer bien lejos de esas falsas enseñanzas, subrayando
algunas de las características de los falsos maestros, las cuales puedes usar
para identificarlos:

 
 «Mentiras» acerca de Jesús

Las mentiras y los engaños son característicos de los falsos maestros:


«Ninguna mentira procede de la verdad» (v.21). Juan explica que «el
que niega que Jesús es el Cristo» (v.22) es un «mentiroso» y un
«anticristo», que se opone tanto al Padre como al Hijo (v.23).

 Abandonan la comunidad

Estos falsos maestros eran personas que «salieron de entre nosotros», lo


que era indicativo de que «en realidad no eran de los nuestros» (v.19).
Suelen dejar la comunidad porque abandonan la enseñanza apostólica.

 Pierden a la gente mediante engaños

«Estas cosas les escribo acerca de los que procuran engañarlos» (v.26).

No tengas ninguna relación con estos falsos maestros, más bien afiánzate
en la verdad del evangelio. Juan escribe: «Permanezca en ustedes lo que
han oído desde el principio» (v.25). Si haces esto, no tendrás nada que
temer.

Es por esto por lo que es tan importante sumergirte en las Escrituras


(v.25) y en la comunidad de la iglesia (v.19), pues te protegen y te
fortalecen para que no seas apartado de Cristo.  La clave es permanecer
junto a Jesús: «Permanezca en ustedes lo que han oído desde el
principio, y así ustedes permanecerán también en el Hijo y en el Padre.
Esta es la promesa que él nos dio: la vida eterna» (vv.24-25).

Señor, gracias porque me has rescatado del pecado, del mundo y del
demonio, ungiéndome con el Espíritu Santo para que me guíe y me dirija.

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