Está en la página 1de 9

MÓDULO 2:

Anatomía del Primer Trimestre

El acto sexual y la carrera hacia el óvulo

En ambos sexos, la excitación sexual conlleva el aumento de la tensión


muscular, la frecuencia cardíaca y la presión sanguínea, así como el
engrosamiento progresivo de los genitales. El pene entra en erección y el
clítoris y los labios vaginales aumentan de tamaño. La vagina se alarga y
segrega fluidos lubricantes para facilitar la introducción del pene, que
eyaculará semen la parte superior de la vagina, cerca de la abertura del cérvix.

La fertilidad masculina depende de una producción de espermatozoides


enorme si se considera que sólo se necesita uno para fecundar el óvulo. En
una eyaculación normal se expulsan entre 2 a 5 ml. De semen y unos 280
millones de espermatozoides, que sólo durante la ovulación podrán sobrevivir
a la acidez vaginal y superar la barrera del flujo uterino para iniciar la carrera
hacia el óvulo.
Fecundación e implantación

El primer espermatozoide que llega al óvulo se une a su superficie; el


acrosoma que envuelve su cabeza libera enzimas que le ayudan a atravesar la
capa protectora. El óvulo responde liberando sus propias enzimas para impedir
que entren otros espermatozoides, que abandonan. Entonces el óvulo
absorbe al espermatozoide vencedor, que pierde su cola. Los núcleos del
óvulo y del espermatozoide se fusionan y unen así su material genético: la
concepción ha tenido lugar. El óvulo recién fecundado prosigue su trayecto
por la trompa de Falopio y pasa por varias fases de división celular hasta
convertirse en una bola de células, el blastocito, que se implanta en el útero.

Luego del quinto día emite formaciones con aspecto de dedos,


penetrando el endometrio y las mismas se ramifican, fijando el embrión al
tejido materno.

Más adelante en la segunda semana se comienza a formar la placenta y


las membranas que envolverán el embrión.

En la sexta semana se da origen al cerebro y la cabeza, desarrolla la


columna vertebral y el sistema nervioso, se insinúan las orejas y ojos. Ya tiene
mandíbula y boca, comenzó el desarrollo del abdomen, aparato digestivo,
comienza el desarrollo de la piel y músculos; el corazón es un tubo que
comienza a latir.

En la octava semana finalizó la etapa embrionaria y el nuevo ser


adquiere la condición de feto.

Test de embarazo

Las pruebas de embarazo buscan detectar una hormona especial que sólo se
encuentra en la orina o en la sangre cuando la mujer está embarazada. A esta
hormona, la gonadotropina coriónica humana (HGC), también se la llama
hormona del embarazo.
Hay dos tipos de pruebas: los análisis de sangre y los de orina; ambas
buscan detectar esa hormona. Actualmente, muchas mujeres utilizan una
prueba de orina, o prueba casera de embarazo (HPT, por sus siglas en inglés),
para averiguar si lo están o no. El ginecólogo puede confirmar el resultado
positivo de la HPT por medio de un análisis de sangre y examen pélvico. El
análisis de sangre mide la cantidad exacta de HGC en la sangre, pudiendo
detectar cantidades muy pequeñas e incluso más cerca del comienzo del
embarazo que las pruebas de orina. Entre los 6 y 8 días después de ovular (o
del que el huevo sale del ovario) ya puede confirmar el embarazo, en cambio,
el de orina alrededor de 2 semanas después de la ovulación.
Medir el embarazo

Las semanas del embarazo se cuentan a partir del primer día del último
período menstrual de la mujer, ya que no se suele conocer la fecha exacta de
la fecundación. El embarazo dura unas 40 semanas y se divide arbitrariamente
en tres trimestres. Los primeros signos del embarazo son el cese de la
menstruación (o a veces un sangrado irregular), las náuseas o vómitos, la
sensibilidad mamaria, el cansancio y el aumento de la frecuencia urinaria. A
medida que el embarazo avanza, el útero se eleva sobre la pelvis; el punto en
el que puede notarse su extremo superior (la altura del fondo uterino) es un
indicador clave del crecimiento y desarrollo fetales.

Cambios de la madre en el primer trimestre del embarazo

Este período está lleno de incertidumbres y adaptación. Gracias al


avance de la ciencia, hoy en día en tan sólo cinco minutos se puede confirmar
un embarazo, no obstante siempre es aconsejable realizarse un análisis de
sangre de laboratorio para saber con seguridad si es seguro un embarazo.
La mujer está, física y psicológicamente, más frágil. Al mismo tiempo, el
hecho de saberse embarazada, hace que se sienta adulta ya que ella, al igual
que su madre, va a tener un hijo.

La mayor parte de los cambios se da en sus órganos reproductores, pero


su sistema digestivo, circulatorio, cardiovascular y respiratorio, también se
transforman espectacularmente en respuesta al fuerte aumento de la
producción hormonal. ¡ Estas benditas hormonas hacen que esta futura
mamá viva inmersa en un mar de sensaciones!

Con el tiempo, la pequeña célula embrionaria que viaja por la trompa de


Falopio hasta el útero (unas 12 a 24 horas) se ha multiplicado varias veces,
formando un enjambre de células. Algunas de ellas se convertirán en el feto;
otras formarán la membrana amniótica cuya misión es protegerlo y otras
crearán una bolsa. Entre ambas, otro grupo de células se unirán para generar
el cordón umbilical.

Durante esta etapa el nivel de trabajo del corazón de la mujer se eleva


abruptamente alcanzando casi el nivel máximo que mantendrá a lo largo de
todo el embarazo. También aumenta el ritmo cardíaco y seguirá haciéndolo
hasta la mitad del segundo trimestre. La respiración se torna más rápida ya
que ahora está enviando oxígeno al feto y exhala mayor cantidad de anhídrido
carbónico.

Una vez que la placenta se forma (en el tercer mes), fabrica enormes
cantidades de estrógenos, más de lo que una mujer que no está embarazada
puede producir en 100 años. Este aumento de estrógeno, produce cambios en
la cérvix, vagina y en los pechos. La progesterona sostiene y alimenta al feto,
impide que el útero se contraiga y mantiene los vasos sanguíneos y las paredes
uterinas en buen estado. Las dos hormonas relajan el tejido muscular blando
del cuerpo, haciendo más fácil para el útero expandirse y para el cuerpo
acomodarse a la creciente de demanda de líquido y sangre.

El cordón umbilical comunica al feto con la placenta y posee tres vasos


sanguíneos, dos arterias que trasladan los desechos hacia la placenta y una
vena por la cual la placenta acerca el oxígeno y nutrientes al feto.
El líquido amniótico en donde el feto nada libremente dentro de él, es
producido por células que tapizan el interior del saco amniótico. Este líquido
acuoso protege al bebé de presiones externas y movimientos de la madre. El
feto ingiere activamente este líquido, el cual pasa a la circulación sanguínea y
lo elimina por orina.

Debido a la acción de los estrógenos y la progesterona, los pechos se


tornan más grandes y pesados y son más sensibles al tacto. Los depósitos de
grasa aumentan y se desarrollan nuevos conductos para la leche,
preparándose el cuerpo para la lactancia.

El útero aumenta de tamaño, algo que se puede percibir al final del


tercer mes, cuando comienza a levantarse por encima del límite de la pelvis. Al
crecer, presiona cada vez más la vejiga, de modo que se sentirá ganas
frecuentes de orinar.

Las molestias más frecuentes de este período son:

⮚ Náuseas: sobrevienen con frecuencia por la mañana, cuando está en


ayunas, y desaparecen después de ingerir algún alimento; aunque, a
veces persisten en algunos casos a lo largo de todo el día. Lo ideal sería
que la mamá comiera cada dos horas alimentos no condimentados y de
fácil digestión: gelatinas, quesos, yogures, flanes con bajo nivel de
colesterol. Se deben evitar las grasas y los vegetales de hojas verdes.
⮚ Sueño, cansancio: a veces por deficiencia en la alimentación o por
anemia, ya que el bebé consume mayor cantidad de hierro durante el
primer trimestre del embarazo. Si es posible, lo mejor es dormir más. A
medida que el organismo se adapta al nuevo estado, esta sensación
tiende a desaparecer (generalmente luego del tercer mes).
⮚ Orinar con frecuencia: su origen es mecánico y suele manifestarse
durante todo el embarazo. Como el útero va aumentando de tamaño, se
apoya sobre la vejiga, que se irrita y provoca el deseo de orinar.
⮚ Circulación: el volumen de la sangre aumenta un 40%, el corazón
aumenta su frecuencia ligeramente. La presión arterial suele disminuir
por la acción de la progesterona sobre los vasos sanguíneos.
⮚ Respiración: los pulmones se ven obligados a incrementar su trabajo
para aportar más oxígeno al volumen de sangre que circula, no varía el
número de respiraciones sino que amplía la cantidad que se inhala.
⮚ Digestión: la progesterona produce relajación del tubo digestivo, en
especial en el extremo inferior del esófago lo que ocasiona acidez, este
síntoma se incrementa en el segundo y tercer trimestre por la presión
del útero hacia el estómago. La relajación del intestino grueso trae como
consecuencia el estreñimiento.
⮚ Sistema inmunológico: este sistema ataca a las sustancias extrañas que
penetran en el cuerpo, esta respuesta en la mujer embarazada está
disminuída y es por eso que son más susceptibles a infecciones como
resfríos, gripes, etc. Las células del feto son interpretadas como
sustancias extrañas ya que poseen ciertas proteínas determinadas por
los genes del padre.
⮚ Pelvis y zona lumbar: durante el embarazo, la placenta secreta una
hormona llamada relaxina, esta hace que los tejidos articulares y
ligamentos sean más flexibles preparándolos para el parto. Esto puede
ocasionar molestias en el área pélvica especialmente al caminar. A
medida que aumenta el volumen abdominal la pelvis y zona lumbar se
adaptan generalmente ocasionando una hiperlordosis transitoria.

En este período es ideal que la mujer busque un obstetra de confianza


para que la atienda durante los nueve meses y el parto.

Cambios que se producen en el bebé

En el primer mes: Cinco o seis semanas luego de la fecundación, el blastocito


(llamado así ahora a la masa de células), empieza a anidar en la cavidad uterina
lo que no es siempre fácil. Si la anidación se produce exitosamente, el futuro
bebé continuará evolucionando. A partir de ese momento, el cuerpo de la
mujer comienza a percibir la presencia del nuevo ser, por lo que se considera
científicamente que es el comienzo del “verdadero” embarazo.

Los embriones generalmente son muy fuertes, pero pueden ser dañados por
las drogas, el alcohol y el cigarrillo. En este momento es cuando se debe
comenzar a cuidar la salud del bebé.
Finalizando el primer mes, el bebé mide entre 4 y 6 mm. De largo y su peso es
menor a un gramo, pero crece rápidamente. Ya se detectan en su cuerpo el
corazón, la cabeza y sus bracitos y piernas.

En el segundo mes: Durante este período se forma la columna vertebral, ya se


pueden diferenciar la cabeza y el tronco, el cerebro se ha dividido en dos
lóbulos y el pequeño corazón empieza a latir.

En la séptima semana, las yemas que se encuentran en los laterales del cuerpo
se convierten en brazos y piernas en miniatura. Empiezan a visualizarse los
deditos de los pies y se forman los de las manos. La cabeza adquiere aspecto
humano y se distinguen la mandíbula y la boca. Al iniciarse la octava semana,
el embrión ya tiene los principales órganos internos, aunque todavía no están
totalmente formados. La médula ósea y el cerebro están prácticamente
completos. Se van formando los ojos y los oídos, y comienzan a perfilarse los
rasgos faciales. El bebé estrena sus primeros movimientos, demasiados leves
como para que la mamá los pueda percibir. Es muy frágil, y para que no le
suceda nada y esté bien guardado dentro del cuerpo de su madre, la placenta
comienza a fabricar cada vez mayor cantidad de progesterona, hormona que
protege al embarazo.

Al finalizar el segundo mes, mide unos cuatro centímetros y pesa unos siete
gramos.

En el tercer mes: El embrión (del griego “germen”) se convierte en feto (del


latín, “cachorro” o “descendiente”). A pesar de ser muy pequeño aún (mide
unos 6 cm.) ya tiene una vida bastante activa.

Los músculos y los nervios empiezan a moverse juntos de una manera cada vez
más coordinada. Durante este mes aprende a cerrar los puños, doblar las
articulaciones, estirar y encoger las piernas, girar la cabeza, fruncir el ceño y
abrir y cerrar la boca

Al mismo tiempo, la cabeza se hace más redondeada, se aprecian los párpados


y se forma el pabellón de las orejas. Los rasgos se encuentran mucho más
definidos.
La diferencia sexual concluye este mes. Poco a poco el cuerpo de la madre
deja de producir progesterona y la placenta se convierte en la que toma el
control absoluto del embarazo.

También podría gustarte