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Erika Amellaly Martínez Barajas

Grupo 1001

Derecho penal de emergencia.

En la obra, “La emergencia del miedo”, el jurista Eugenio Raúl Zaffaroni


trabajó en colaboración con diversos expertos como Sergio Gabriel Torres, con la
finalidad de exponer y plasmar temas de gran importancia para los juristas y la
sociedad en general, dando vida al capítulo: “Características y consecuencias del
derecho penal de emergencia”, en donde nos ayuda a comprender los aciertos y
desventajas de su implementación.

Al inicio del capítulo, Torres, hace una remembranza de la escuela histórica


y positivista, señalando el proceso histórico que ha seguido la creación de las
normas y de la forma en que el Estado ha detentado el poder para castigar a quien
las quebranta. Según la escuela histórica, la finalidad de la defensa social es la de
preservar a la sociedad del peligro representado por el criminal, satisfacer al
perjudicado, evitar la venganza y proteger la legitima libertad colectiva. Así pues,
atendiendo lo que señala dicha escuela, podemos aseverar que el derecho penal
esta dividida en dos aspectos importantes: uno objetivo y otro subjetivo. El
derecho subjetivo es la facultad o ejercicio del derecho, ya sea desde el mismo
ciudadano para exigir esos derechos, como el Estado al tener la facultad de
imponer castigos a los infractores de la ley, poder que deriva del ius puniendi,
como dice Torres, es la facultas para definir los delitos, establecer sanciones y
aplicarlas.

“nullum crimen, nulla poena sine praevia lege” VS. “nullum crimen, nulla poena
sine lege praevia, scripta et stricta”.

El primero se traduce como "Ningún delito, ninguna pena sin ley previa", el
cual es un principio legal básico que ha sido incorporado al Derecho penal
internacional, prohibiendo la creación de leyes ex post facto que no favorezcan al
imputado. El segundo como “no hay delito, pena ni medida judicial sin ley previa,
oficial, escrita, estricta, pública y cierta”; es decir, en el Estado de Derecho, el
delito y la pena deben ser regulados por ley previa, estricta, cierta y debe respetar
lo establecido con la Constitución y los TT.II.
De lo anterior, Torres señala que la represión penal que realiza el Estado
sólo debe alcanzar únicamente la conducta humana para así aplicarle una pena
en la medida de su culpabilidad, es decir, que coincida el hecho de la vida real con
algún tipo legal o penal. Para entender lo anterior, el autor nos ofrece las
definiciones y diferencias entre culpabilidad e imputabilidad, mencionando que:
La culpabilidad, desde el punto de vista jurídico-penal, es el conjunto de
presupuestos que fundamentan la reprochabilidad personal de la conducta
antijurídica. Mientras que la imputabilidad es un supuesto indispensable de
la culpabilidad y nos da la medida de la capacidad de la culpabilidad… para
ser culpable hay que ser imputable.

El Estado, con la ayuda del Derecho penal, debe proteger los bienes de
todo ser humano y es por esto, por lo que se crean las leyes, las cuales tienen la
finalidad de otorgar protección.
En el sistema garantista, no hay pena sin crimen, ni
crimen sin ley, ni ley penal sin necesidad, ni necesidad
sin ofensa, ni ofensa sin acción, ni acción sin
culpabilidad, ni culpabilidad sin juicio.
(Torres, pp. 89)

En la sección 3, Torres habla de la emergencia y la política criminal; y


define a ésta última como política estatal de control social y solución de conflictos
dirigida hacia las acciones humanas consideradas más violentas y conflictivas en
un país determinado en tiempos de paz; en otras palabras, el objetivo principal de
la política criminal es prevenir delitos, pues sugiere cual de todas las actividades
del Estado es la mejor para prevenir y reprimir la criminalidad.
Por otro lado, la emergencia consiste en crear discursos punitivos de
emergencia, con la finalidad de ganar más seguidores y así ampliar su poder. El
autor señala que primer discurso de este tipo, se dio en Europa en el tiempo de la
Santa Inquisición, contra Satanás y las brujas.
El poder punitivo del derecho de emergencia se vale de la reiteración de
una estructura ideológica, pues se crea a partir del clamor popular y de lo que la
gente necesita al calor del momento, por lo tanto, se considera antiliberal y
antigarantista. Las principales características de dicha técnica legislativa son: 1)
fundarse en un hecho nuevo o extraordinario, 2) la existencia de un reclamo social
para generar solución express al problema causado por ese hecho nuevo, 3) la
penalización al “criminal” y no al hecho cometido; 4) la sanción de una legislación
con reglas diferentes a las tradicionales. Mientras que las consecuencias pueden
ser: la inflación penal y la alteración del principio de proporcionalidad entre la pena
impuesta y el delito cometido; ya que a pesar de que se cree que se dio una
“solución”, ésta es solamente momentánea y no se erradica ni se disminuye
efectivamente. Ejemplo de lo anterior, tenemos el caso de la iniciativa que derogó
el párrafo tercero del artículo 78 de la ley general de vida silvestre, en la que se
prohibía la utilización de animales en los circos… pues al final de la aplicación de
la ley, no había claridad en el cómo deberían ser reubicados dichos animales y
finalmente muchos terminaron abandonados en jaulas.

Dicho lo anterior, el autor manifiesta su preocupación por la incesante


creación de leyes basadas en emociones, pues a pesar de que se vende la idea
de que se esta trabajando por proteger a los ciudadanos, en realidad se
incrementa la inseguridad, pues se aumenta la represión y se trata a las personas
únicamente como delincuentes y entes peligrosos que necesitan “mano dura”, los
cuales no tendrán remedio o cura. Debemos entender que el poder penal se debe
utilizar en última instancia y que las leyes se deben crear con objetivos de corto,
mediano y largo plazo, respetando siempre los principios constitucionales y la
dignidad humana.

TORRES, S. G. (2012). Características y consecuencias del derecho penal de emergencia. En E. R. ZAFFARONI (Ed.), La
emergencia del miedo (1.a ed., pp. 77–116). Ediar.
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2%20y%203%20TORRES%20SERGIO%20Derecho%20penal%20de%20emergencia.pdf?forcedownload=1

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