LABORATORIO DIESEL Describir las funciones de los componentes del sistema de admisión de aire en motores Diésel.
TUBO CARBUROS: El carburo de silicio (SiC) es un material con alta
potencialidad de uso en hornos y sistemas de calentamiento dada su alta conductividad térmica, refractar edad, baja expansión térmica y estabilidad mecánica a temperaturas hasta de 1650°C. A pesar de sus excelentes propiedades térmicas, la utilización del SiC en hornos y sistemas de calentamiento ha estado limitada por la oxidación que sufre a temperatura superior a 1100°C y por su falta de plasticidad y alta dureza, lo que dificulta su conformado a través de los procesos tradicionalmente utilizados para dar forma a los cerámicos. En la búsqueda de una solución al problema de conformado, se obtuvo una pasta constituida por partículas de carburo de silicio de dos tamaños diferentes (180 µm y 7 µm), en relación en peso 70/30, las cuales fueron aglomeradas con una solución acuosa de 7,5 % en peso de plastificante tipo celulosa (B) de carácter orgánico desarrollado en laboratorio; utilizando 15 ml de solución por cada 100 gramos de SiC. Con esta pasta fueron fabricados mediante centrifugado, tubos de buenas propiedades físicas y térmicas para su uso en hornos radiantes y otros sistemas de calentamiento. PALABRAS CLAVE: tubo radiante, carburo de silicio, transferencia de calor, radiación. MULTIPLE DE ABMICIÓN: En automoción, un colector de admisión o múltiple de admisión en algunos países (inlet o intake manifold en inglés), es la pieza del motor que proporciona la mezcla de combustible y aire a los cilindros. Por otro lado, el colector de escape recoge los gases de escape de varios cilindros, reduciendo el número de conductos; normalmente a uno solo. La función principal del colector de admisión es distribuir equitativamente la mezcla de combustión a cada cilindro. Dicha distribución es importante para optimizar la eficacia y el rendimiento del motor. Además, puede servir como soporte del carburador, cuerpo del acelerador, inyectores de combustible y demás componentes del motor. Debido al movimiento descendente de los pistones y la restricción causada por la válvula de paso del acelerador, en los motores de émbolo de encendido por chispa se produce un vacío parcial en el colector de admisión (inferior a la presión atmosférica). Este vacío en el colector puede ser sustancial y, en ocasiones, usado como fuente de energía auxiliar del automóvil para mantener sistemas auxiliares, como los frenos, el control de emisiones, control de velocidad, encendido avanzado, limpiaparabrisas, elevalunas, sistema de válvulas de ventilación, etc. Este vacío también se puede usar para extraer los gases del mediante cárter del motor. Esto se conoce como sistema de ventilación de gases del cárter (PCV), en el que los gases se queman con una mezcla de aire/combustible. El colector de admisión se ha fabricado, históricamente, de aluminio o hierro fundido, pero se está popularizando el uso de materiales plásticos (por ejemplo, la mayoría de Chrysler 4 cilindros, el Ford Zetec 2.0, Duratec 2.0 y 2.3 y la serie Ecotec de GM). ELECTROVALVULA DE CONTROL: Una electroválvula es un dispositivo electromecánico dentro de un circuito hidráulico que utiliza una corriente eléctrica para generar un campo magnético y accionar así un solenoide que controla la apertura del flujo de fluido en una válvula. No se deben confundir las electroválvulas con las válvulas con control eléctrico. Una válvula con control eléctrico dispone de un sistema de accionamiento eléctrico que puede separarse del cuerpo de la válvula. Si bien, una electroválvula está compuesta por un solo bloque y es imposible separar el sistema del actuador del cuerpo de la electroválvula. Las electroválvulas suelen ser más compactas que las válvulas.
ECU: Unidad de control de motor o ECU (sigla en inglés de engine
control unit) es una unidad de control electrónico que administra varios aspectos de la operación de un motor de combustión interna. Las unidades de control de motor más simples solamente controlan la cantidad de combustible que es inyectado en cada cilindro en cada ciclo de motor. Las más avanzadas controlan el punto de ignición, el tiempo de apertura/cierre de las válvulas, el nivel de impulso mantenido por el turbocompresor y control de otros periféricos. Las unidades de control de motor determinan la cantidad de combustible, el punto de ignición y otros parámetros monitorizando el motor a través de sensores. Estos incluyen: sensor MAP, sensor de posición del acelerador, sensor de temperatura del aire, sensor de oxígeno y muchos otros. Frecuentemente esto se hace usando un control repetitivo, como un controlador PID. Antes de que las unidades de control de motor fuesen instaladas, la cantidad de combustible por ciclo en un cilindro estaba determinada por un carburador o por una bomba de inyección
MAP: El sensor MAP (de “Manifold Absolute Pressure”) es uno de
los sensores que permiten un mejor control del motor. Los coches con sistema de inyección de combustible emplean estos sensores MAP para supervisar la cantidad de aire que fluye en el motor IAT: El sensor IAT (Intake Air Temperatura) o el sensor de temperatura de aire de entrada es el dispositivo encargado de medir la temperatura del aire que entra al colector de admisión. El propósito de medir la temperatura es determinar la masa de aire que es aspirada hacia el motor. BUJIAS DE PRECALENTAMIENTO: Se trata de unos componentes mecánicos que instalan los coches diésel para facilitar el arranque, ya que es posible que este tipo de motores tengan dificultades durante el momento de arranque ya que el calor que se genera durante la compresión lo absorbe el cilindro, lo que impide que se produzca la ignición. La bujía de precalentamiento se instala para transmitir el calor que producen hacia el bloque del motor, lo que ayuda a disminuir la difusión de temperatura que se produce al arrancar. FILTRO DE AIRE: filtro de aire es un elemento esencial del motor que se encarga de garantizar que el aire que llega a los cilindros para mezclarse con el combustible está completamente limpio y libre de impurezas. De lo contrario, diferentes partes del motor quedarían contaminadas y acabarán sufriendo daños irreparables. A medida que la tecnología avanza y los fabricantes desarrollan nuevas generaciones de vehículos, la precisión y sensibilidad de los mismos aumenta para conseguir una mayor eficiencia y rendimiento con un menor consumo y emisiones contaminantes. Por ello, un buen funcionamiento de sus elementos es vital y, para ello, el mantenimiento es la clave. Para que todo ello ocurra, es importante que el proceso de combustión de la mezcla de aire y carburante sea óptima, por lo que la función del filtro de aire es esencial. Con un aire limpio, además también conseguiremos optimizar el rendimiento del motor, evitar averías y mantener el lubricante más limpio. Y, a diferencia de lo que ocurre con otros elementos de un vehículo, el filtro de aire no es una pieza cara ni complicada de sustituir, por lo que merece la pena invertir en uno que sea adecuado para nuestro motor y la exigencia que le pedimos en relación a nuestra rutina de conducción. Tipos de filtro de aire Antes de profundizar en los tipos de filtro que podemos encontrar en el mercado, debemos distinguir entre los destinados al motor y los que se encargan de purificar el habitáculo. El primero se encarga de asegurarse que el corazón mecánico de nuestro vehículo funciona sin impurezas provenientes del exterior, garantizando una buena combustión y lubricación de las piezas que sufren fricción constante a tolerancias mínimas. El filtro del habitáculo se encarga de purificar el aire que respiramos en el interior del vehículo. El segundo se encarga de mantener el habitáculo libre de elementos externos molestos como polvo, tierra o polen, algo especialmente importante para los ocupantes que sufren de alergias y que en las épocas de mayor exposición pueden ver incluso mermada su capacidad de atención y conducción. Actualmente, existen numerosos tipos de filtro en función del material del que están elaborados, destacando los realizados en malla de acero, foam, aceite, algodón, agua o papel, aunque obviamente no todos son igual de habituales en nuestros vehículos. Filtro de aire de papel o celulosa Es uno de los más longevos que podemos encontrar en el mercado, pues los primeros filtros de aire estaban hechos de este material y siguen vigentes por lo baratos y sencillos que resulta elaborarlos, además de por ser fácilmente reciclables. Además son bastante eficientes y, para multiplicar su área de contacto con el aire, disponen de varios pliegues con los que filtrar más volumen de aire. Todo ello hace que sean baratos también para el comprador. La celulosa empleada en este tipo de filtro es extraída de la pulpa de la madera, lo que permite crear una capa altamente microporosa -que a su vez hace posible que el aire circule, pero no las impurezas- que consta de una densidad de entre 100 y 200 g/m2. Para que nos hagamos una idea, un folio convencional tiene una densidad de 80 g/m2. Este papel o celulosa se encastra en una estructura de metal, plástico o similar que aporte rigidez al conjunto.
INTERCOLER: Este elemento es esencial en los motores dotados de
turbocompresor, pues este calienta el aire que recibe al comprimirlo. Para evitar que ello produzca una bajada de rendimiento, entra en escena el intercooler. Este elemento se sitúa entre el turbocompresor y la admisión del motor. No es más que un radiador aire-aire o aire-agua que tiene como cometido reducir la temperatura del aire proveniente del compresor del turbo hasta unos niveles óptimos para su posterior entrada en los cilindros a través de las válvulas de admisión.