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MANTENIMIENTO MECATRONICO EN ATOMOTOREZ.

TMMA 48.

FICAHA: 2341550

ROBERTH ALEXACANDER ROJAS MENESES.

ACTIVIDAD ANEXADA °1:

LABORATORIO DIESEL
Describir las funciones de los componentes del sistema de admisión
de aire en motores Diésel.

TUBO CARBUROS: El carburo de silicio (SiC) es un material con alta


potencialidad de uso en hornos y sistemas de calentamiento dada su
alta conductividad térmica, refractar edad, baja expansión térmica y
estabilidad mecánica a temperaturas hasta de 1650°C. A pesar de sus
excelentes propiedades térmicas, la utilización del SiC en hornos y
sistemas de calentamiento ha estado limitada por la oxidación que
sufre a temperatura superior a 1100°C y por su falta de plasticidad y
alta dureza, lo que dificulta su conformado a través de los procesos
tradicionalmente utilizados para dar forma a los cerámicos. En la
búsqueda de una solución al problema de conformado, se obtuvo una
pasta constituida por partículas de carburo de silicio de dos tamaños
diferentes (180 µm y 7 µm), en relación en peso 70/30, las cuales
fueron aglomeradas con una solución acuosa de 7,5 % en peso de
plastificante tipo celulosa (B) de carácter orgánico desarrollado en
laboratorio; utilizando 15 ml de solución por cada 100 gramos de SiC.
Con esta pasta fueron fabricados mediante centrifugado, tubos de
buenas propiedades físicas y térmicas para su uso en hornos
radiantes y otros sistemas de calentamiento.
PALABRAS CLAVE: tubo radiante, carburo de silicio, transferencia de
calor, radiación.
MULTIPLE DE ABMICIÓN: En automoción, un colector de
admisión o múltiple de admisión en algunos países (inlet o intake
manifold en inglés), es la pieza del motor que proporciona la mezcla
de combustible y aire a los cilindros.
Por otro lado, el colector de escape recoge los gases de escape de
varios cilindros, reduciendo el número de conductos; normalmente a
uno solo.
La función principal del colector de admisión es distribuir
equitativamente la mezcla de combustión a cada cilindro. Dicha
distribución es importante para optimizar la eficacia y el rendimiento
del motor. Además, puede servir como soporte del carburador, cuerpo
del acelerador, inyectores de combustible y demás componentes del
motor.
Debido al movimiento descendente de los pistones y la restricción
causada por la válvula de paso del acelerador, en los motores de
émbolo de encendido por chispa se produce un vacío parcial en el
colector de admisión (inferior a la presión atmosférica). Este vacío en
el colector puede ser sustancial y, en ocasiones, usado como fuente
de energía auxiliar del automóvil para mantener sistemas auxiliares,
como los frenos, el control de emisiones, control de
velocidad, encendido avanzado, limpiaparabrisas, elevalunas, sistema
de válvulas de ventilación, etc.
Este vacío también se puede usar para extraer los gases del
mediante cárter del motor. Esto se conoce como sistema de
ventilación de gases del cárter (PCV), en el que los gases se queman
con una mezcla de aire/combustible.
El colector de admisión se ha fabricado, históricamente, de aluminio o
hierro fundido, pero se está popularizando el uso de materiales
plásticos (por ejemplo, la mayoría de Chrysler 4 cilindros, el Ford Zetec
2.0, Duratec 2.0 y 2.3 y la serie Ecotec de GM).
ELECTROVALVULA DE CONTROL: Una electroválvula es un
dispositivo electromecánico dentro de un circuito hidráulico que utiliza
una corriente eléctrica para generar un campo magnético y accionar
así un solenoide que controla la apertura del flujo de fluido en una
válvula.
No se deben confundir las electroválvulas con las válvulas con control
eléctrico. Una válvula con control eléctrico dispone de un sistema de
accionamiento eléctrico que puede separarse del cuerpo de la válvula.
Si bien, una electroválvula está compuesta por un solo bloque y es
imposible separar el sistema del actuador del cuerpo de la
electroválvula. Las electroválvulas suelen ser más compactas que las
válvulas.

ECU: Unidad de control de motor o ECU (sigla en inglés de engine


control unit) es una unidad de control electrónico que administra varios
aspectos de la operación de un motor de combustión interna. Las
unidades de control de motor más simples solamente controlan la
cantidad de combustible que es inyectado en cada cilindro en cada
ciclo de motor. Las más avanzadas controlan el punto de ignición, el
tiempo de apertura/cierre de las válvulas, el nivel de impulso
mantenido por el turbocompresor y control de otros periféricos.
Las unidades de control de motor determinan la cantidad de
combustible, el punto de ignición y otros parámetros monitorizando el
motor a través de sensores. Estos incluyen: sensor MAP, sensor de
posición del acelerador, sensor de temperatura del aire, sensor de
oxígeno y muchos otros. Frecuentemente esto se hace usando un
control repetitivo, como un controlador PID.
Antes de que las unidades de control de motor fuesen instaladas, la
cantidad de combustible por ciclo en un cilindro estaba determinada
por un carburador o por una bomba de inyección

MAP: El sensor MAP (de “Manifold Absolute Pressure”) es uno de


los sensores que permiten un mejor control del motor. Los coches con
sistema de inyección de combustible emplean estos sensores
MAP para supervisar la cantidad de aire que fluye en el motor
IAT: El sensor IAT (Intake Air Temperatura) o el sensor de temperatura
de aire de entrada es el dispositivo encargado de medir la temperatura
del aire que entra al colector de admisión. El propósito de medir la
temperatura es determinar la masa de aire que es aspirada hacia el
motor.
BUJIAS DE PRECALENTAMIENTO: Se trata de unos componentes
mecánicos que instalan los coches diésel para facilitar el arranque, ya
que es posible que este tipo de motores tengan dificultades durante el
momento de arranque ya que el calor que se genera durante la
compresión lo absorbe el cilindro, lo que impide que se produzca la
ignición.
La bujía de precalentamiento se instala para transmitir el calor que
producen hacia el bloque del motor, lo que ayuda a disminuir la
difusión de temperatura que se produce al arrancar.
FILTRO DE AIRE: filtro de aire es un elemento esencial del motor que
se encarga de garantizar que el aire que llega a los cilindros para
mezclarse con el combustible está completamente limpio y libre de
impurezas. De lo contrario, diferentes partes del motor quedarían
contaminadas y acabarán sufriendo daños irreparables.
A medida que la tecnología avanza y los fabricantes desarrollan
nuevas generaciones de vehículos, la precisión y sensibilidad de los
mismos aumenta para conseguir una mayor eficiencia y
rendimiento con un menor consumo y emisiones contaminantes. Por
ello, un buen funcionamiento de sus elementos es vital y, para ello, el
mantenimiento es la clave.
Para que todo ello ocurra, es importante que el proceso de combustión
de la mezcla de aire y carburante sea óptima, por lo que la función del
filtro de aire es esencial. Con un aire limpio, además también
conseguiremos optimizar el rendimiento del motor, evitar averías y
mantener el lubricante más limpio.
Y, a diferencia de lo que ocurre con otros elementos de un vehículo, el
filtro de aire no es una pieza cara ni complicada de sustituir, por lo que
merece la pena invertir en uno que sea adecuado para nuestro motor y
la exigencia que le pedimos en relación a nuestra rutina de
conducción.
Tipos de filtro de aire
Antes de profundizar en los tipos de filtro que podemos encontrar en el
mercado, debemos distinguir entre los destinados al motor y los que
se encargan de purificar el habitáculo. El primero se encarga de
asegurarse que el corazón mecánico de nuestro vehículo funciona sin
impurezas provenientes del exterior, garantizando una buena
combustión y lubricación de las piezas que sufren fricción constante a
tolerancias mínimas.
El filtro del habitáculo se encarga de purificar el aire que respiramos en
el interior del vehículo.
El segundo se encarga de mantener el habitáculo libre de elementos
externos molestos como polvo, tierra o polen, algo especialmente
importante para los ocupantes que sufren de alergias y que en las
épocas de mayor exposición pueden ver incluso mermada su
capacidad de atención y conducción.
Actualmente, existen numerosos tipos de filtro en función del material
del que están elaborados, destacando los realizados en malla de
acero, foam, aceite, algodón, agua o papel, aunque obviamente no
todos son igual de habituales en nuestros vehículos.
Filtro de aire de papel o celulosa
Es uno de los más longevos que podemos encontrar en el mercado,
pues los primeros filtros de aire estaban hechos de este material y
siguen vigentes por lo baratos y sencillos que resulta elaborarlos,
además de por ser fácilmente reciclables. Además son bastante
eficientes y, para multiplicar su área de contacto con el aire, disponen
de varios pliegues con los que filtrar más volumen de aire. Todo ello
hace que sean baratos también para el comprador.
La celulosa empleada en este tipo de filtro es extraída de la pulpa de
la madera, lo que permite crear una capa altamente microporosa -que
a su vez hace posible que el aire circule, pero no las impurezas- que
consta de una densidad de entre 100 y 200 g/m2. Para que nos
hagamos una idea, un folio convencional tiene una densidad de 80
g/m2. Este papel o celulosa se encastra en una estructura de metal,
plástico o similar que aporte rigidez al conjunto.

INTERCOLER: Este elemento es esencial en los motores dotados de


turbocompresor, pues este calienta el aire que recibe al comprimirlo.
Para evitar que ello produzca una bajada de rendimiento, entra en
escena el intercooler.
Este elemento se sitúa entre el turbocompresor y la admisión del
motor. No es más que un radiador aire-aire o aire-agua que tiene como
cometido reducir la temperatura del aire proveniente del compresor del
turbo hasta unos niveles óptimos para su posterior entrada en los
cilindros a través de las válvulas de admisión.

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