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22 Remedios caseros para reforzar el sistema

inmunológico
Después de
que la
Organización
Mundial de la
Salud declaró
al coronavirus –
covid 19 para
ser exactos –
como una
pandemia,
muchas
comenzamos a
buscar remedios caseros y alimentos que fortalezcan nuestro sistema
inmunológico y protejan a nuestra familia de este y otros virus. Además
de seguir las indicaciones de las autoridades sanitarias es importante
una buena alimentación, hacer ejercicio y descansar. Aquí te damos una
lista de alimentos que te ayudarán a fortalecer tu sistema inmune, así
que toma nota.
Un buen sistema inmunológico podrá defenderte de cualquier virus,
infección y otras enfermedades, así que presta atención a esta lista que
incluye varios alimentos que contienen zinc y vitamina C, claves para
reforzar el sistema inmunológico de manera natural. El kiwi es uno de
esos alimentos estrella así como el jengibre, el ajo y la cebolla morada.
Estamos hablando de cosas que encuentras en la naturaleza y que en
muchos casos ya tienes en casa. Te servirán no solo a ti, sino a toda tu
familia. Recurre también a los tés como el de anis estrellado y al té
blanco y a las cápsulas de ecchinacea y a la moringa. Claro también es
importante mantener tu casa limpia y de que se laven las manos
constantemente y tengan todas las superficies que se tocan
constantemente desinfectadas.

1. Confía en la protección del


ginseng.
Al ginseng también se le conoce
como el rey de las plantas por
todas sus propiedades. Este
remedio forma parte de la medicina
tradicional china y entre otros
atributos se encuentra el de
fortalecer el sistema inmunológico.

1
Varios estudios señalan que aumenta la capacidad de las defensas
contra distintos virus. Se puede hacer un té con la raíz o tomar en
cápsulas y lo recomendable es hacerlo por la mañana, no por la noche.
No es recomendado en el embarazo ni en la lactancia.

2. Las pastillas o cápsulas de echinacea son una arma en contra de


los virus.

La echinacea o la equinácea es
bien conocida por sus
propiedades para proteger al
organismo de virus, bacterias y
hongos. La echinacea también
se puede consumir en tintura y
lo que hace es que estimula la
inmunidad en el organismo. La
recomiendan tanto en niños
como en adultos pero es
importante que antes consultes a tu médico.

3. El kiwi también potencia el sistema inmunológico.

El kiwi es una de las frutas que más


vitamina C contiene – el doble que
una naranja – y ayuda a mantener
el sistema inmunológico fuerte.
Además de que tiene otras
vitaminas como la A, la vitamina E y
nutricionalmente es una de las
frutas más completas que existe.
Así que ya sabes, a comer kiwi.
Solamente asegúrate de que este maduro para que no sea muy ácido.

4. El ajo puede estropear tu aliento, pero es un gran aliado para tu


salud.
Históricamente el ajo es de esos
alimentos reconocidos por sus
múltiples propiedades entre ellas la
de proteger al sistema inmune. Varios
estudios hablan de su actividad
antivírica, antibacteriana y
antifúngica. Además, el ajo también
es buenísimo para el sistema

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cardiovascular, evita coagulos y problemas en el corazón. Es ideal como
antibiótico y un excelente antioxidante. Lo puedes tomar en cápsulas – si
te preocupa oler a ajo – además de agregarlo a todos tus guisos.

5. Añade moringa a tu dieta y refuerza tu sistema inmunológico.

A la moringa también le
llaman el polvo de la vida y es
conocida por sus propiedades
antioxidantes y por proteger al
sistema inmune. La moringa
tiene cualidades antibióticas y
antibacterianas. Además, se
pueden consumir sus hojas en
ensaladas, en polvo y añadir a
las bebidas – yo le pongo una
cucharada a mi batido cada día – o en cápsulas.

6. Los camarones y los mariscos contienen una elevada cantidad de


zinc.
Los camarones y los mariscos son ricos en
zinc que es un mineral que ayuda a fortalecer
el sistema inmunológico. Las ostras es otro
de esos alimentos que nos regala el mar que
contiene una alta cantidad de zinc. Lo
importante con los mariscos es no exceder su
consumo. Otra opción que contiene una
buena cantidad de zinc es la carne roja.

7. Las cebollas también son excelentes protectoras del sistema


inmunológico.

Las cebollas tienen distintos nutrientes


que fortalecen el sistema inmunológico
como selenio, zinc y vitamina C. La
cebolla – especialmente la morada –
también es conocida por sus propiedades
como expectorante, bactericida y
fungicida muy usada en casos de gripas o
bronquitis. La cebolla se puede consumir

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cruda en ensaladas o también en distintos platillos ya cocida. Es muy
usada en un té que además de cebolla morada lleva jengibre, ajo y
canela.

8. Confía en el té de anís estrellado.


Se sabe que el té de anís
estrellado o anís de estrella es
buenísimo para evitar los
cólicos, la indigestión y los
problemas estomacales pero
esa bebida también es una
gran aliada del sistema
inmunológico. Recomiendan
tomarlo bien concentrado para
que el efecto sea mayor y que
su consumo sea diario.

9. El jengibre es el rey de la protección del sistema inmunológico.

El consumo del jengibre en la


medicia naturista data de siglos.
Son muchos los beneficios de este
tubérculo y entre ellos se encuentra
que protege el sistema
inmunológico de forma natural. El
jengibre también es antibacterial y
desinflamatorio por lo que es
sumamente recomendado. Lo
puedes tomar fresco, en té, en
pastillas o cápsulas, en polvo o
agregarlo en distintos platillos.

10. Di sí a los probióticos.


Los lácteos fermentados, como los
yogures, contienen probióticos que
son bacterias buenas que poseen
la capacidad de regular la
respuesta inmune, según un
reporte de la FAO. Estos
microorganismos vivos protegen al
organismo y lo regulan. Es
importante que te asegures que el

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yogur que compras contiene probióticos, que es natural y no tiene
azúcares o químicos añadidos.

11. ¿Un té con ajo, cebolla y jengibre?

Ya hemos hablado de las propiedades


de estos tres alimentos, si los
combinas y los haces hervir y además
les agregas canela y un limón
obtendrás un té buenísimo para
proteger el sistema inmunológico,
según la receta de mi abuelita. Añade
miel de abeja pura y tomátelo
calientito. Yo lo tomo cada mañana.

12. El té blanco tiene los antioxidantes necesarios para cuidarte.

No todo el mundo está


familiriazado con el té blanco
que proviene de una planta
llamada Camelia sinensis
originaria de China. Son
muchas sus propiedades y
entre ellas se encuentra la de
fortalecer el sistema
inmunológico. Recomiendan
tomar una taza de este té a
primera hora de la mañana.

13. Los frutos secos también te ayudan a proteger tu cuerpo.

Al zinc también se lo
conoce como la perla del
sistema inmune. Además
de encontrarlo en
mariscos – como las
ostras y los camarones –
y en las carnes, está
presente en los frutos
secos. Así que es recomendado tomar un puñadito cada día, los
anacardos son los que más concentración de zinc tienen.

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14. También puedes encontrar zinc en la mantequilla de maní.

Si tus hijos no comen tan


fácilmente los frutos secos
puedes darles una
cucharadita de mantequilla de
cacahuate o untarla en un pan
tostado. Debido al zinc que
contiene, se protege el
sistema inmunológico y si ya
tienes un catarro ayuda a
reducir el tiempo con el
resfriado. Como ves son muchos los alimentos que tienen este mineral.

15. Las uvas también protegen el sistema inmune.

Esta fruta contiene resveratrol que es


un compuesto que según algunos
estudios estimula el sistema inmune
para luchar contra las infecciones. Por
su parte los arándanos tienen una
sustancia llamada pterostilbeno que
también ayuda al sistema inmunológico.
Así que no olvides estas dos frutas en tu lista de la compra.

16. La miel es mucho más que deliciosa.


También ayuda a combatir las
infecciones y si es miel
producida localmente, será tu
mejor aliada contra las alergias.
La miel además tiene
propiedades antioxidantes,
antibacterianas y refuerza el
sistema inmunológico. Es
recomendable buscar miel
natural sin procesar y mejor aún
si consumes propóleo o jalea
real.

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17. Los huevos son otro alimento que ayuda al sistema
inmunológico.

Estos alimentos además de ser


riquísimos, contienen también zinc – que
ya sabemos es un aliado para revitalizar
el sistema inmunológico – y también
selenio, que es clave para proteger el
cuerpo de las enfermedades infecciosas.
Hay infinidad de recetas a las que les
puedes incorporar huevo. ¡Buen
provecho!

18. Es bien sabido que es importante tomar vitamina C.

Pero no porque te va ayudar


directamente a protegerte de un
virus. Lo que hace la vitamina C, que
está en frutas como las naranjas y
las toronjas, es reducir la cantidad
de cortisol en tu cuerpo, lo que
quiere decir que tu sistema
inmunológico no caerá por tanto
estrés.

19. Hacer ejercicio es un gran remedio natural para el sistema


inmunológico.
El cuerpo es como una batería
que se carga manualmente,
mientras más te mueves más
energía tiene y mejor está tu
sistema inmunológico. Así que
busca mantenerte activa y que tu
familia se ejercite diariamente.
Encuentren algo que les guste
hacer y así no se sentirá como
una carga si no como algo
divertido y relajante.

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20. Mantenerse hidratada también
aleja las enfermedades.
Tomar agua te ayuda a manejar tus
niveles de estrés, cansancio y hasta te
ayuda a deshacerte de enfermedades.
Si tu cuerpo está hidratado
apropiadamente puede luchar con
mayor facilidad y dar una respuesta
más inmediata. Los expertos recomiendan beber por lo menos 8 vasos al
día, 10 si estás embarazada y 13 vasos si estás amamantando.

21. No olvides que hay que descansar.

Es el remedio casero más rico de la


lista. Dormir bien es esencial para la
salud. Para mantenerte sana y
proteger tu sistema inmunológico
debes de dormir por lo menos 8 horas
al día. Así que si no lo estás haciendo
ya puedes aumentar un tiempito más
en los brazos de Morfeo y también
puedes tomar siestas para recargar la energía.

22. Aseguran que una ducha de agua fría refuerza el sistema


inmunológico.
Se habla mucho de que las
duchas con agua fría tienen
beneficios para la salud y entre
estos está mejorar el sistema
inmunológico. Según un estudio
holandés, 30 segundos es más
que suficiente para revigorizar el
funcionamiento del cuerpo y
crear un sistema inmune más
fuerte. ¿Te atreves?

Cómo subir las defensas bajas para prevenir el


coronavirus.

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Ante el nuevo coronavirus, ¿puedo subir las defensas bajas para evitar el
contagio? Te mostramos algunos remedios naturales para fortalecer el
sistema inmunológico.
El coronavirus es potencialmente mortal tan solo para determinados
grupos de riesgo, que se definen en función de la edad y de que
padezcan enfermedades previas. Según las estadísticas, el 80,9% de los
casos son leves y superan sin ningún problema la enfermedad pero es
potencialmente peligroso en personas mayores de 80 años o con
otras dolencias o defensas bajas.
El sistema inmunológico es complejo, pero su correcto funcionamiento es
crucial para que nuestro organismo resista los ataques externos, así que
hay que cuidarlo y potenciarlo en la medida de lo posible. A continuación,
os mostramos cómo hacerlo.

Remedios caseros para subir las defensas


Ante esta pandemia, mucha gente se pregunta si es posible fortalecer su
sistema inmunológico para prevenir el contagio. Debes saber que es
difícil conseguirlo en poco tiempo, pero siempre es recomendable
introducir alimentos ricos en vitaminas A, B, C y E (que se pueden
complementar con suplementos vitamínicos) y otros como frutas,
verduras o pescado azul. También es aconsejable disminuir el
consumo de azúcares y alimentos ultraprocesados, realizar ejercicio
físico moderado y descansar adecuadamente.

Cómo saber si tus defensas están bajas


Las analíticas y otras pruebas muestran la presencia de elementos
nocivos para nuestro organismo y también la falta de ciertas sustancias
que éste produce de manera natural, pero no son capaces de mostrar
si una persona está débil, cansada o si su organismo es especialmente
vulnerable ante las enfermedades.

Vitaminas y minerales para subir las defensas


 Hierro: es esencial en la elaboración de hormonas y los tejidos
conectivos. Su ausencia puede ser peligrosa para la salud y causar
anemia. Los alimentos que contienen más hierro son las lentejas, las
espinacas, las frambuesas, la levadura de cerveza, los pistachos, los
cereales como el mijo y la espirulina, un tipo de alga azul al que se le
atribuyen numerosas propiedades beneficiosas para la salud.
 Zinc: es un componente que ayuda al sistema inmunitario a
combatir bacterias y virus que invaden el cuerpo. Los alimentos más
ricos en zinc son: las ostras, el hígado de ternera, las almejas, las carnes

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rojas, las avellanas y las almendras, el pollo y el pavo, el queso y los
copos de avena.
 Vitamina B: forman un grupo de 8 vitaminas relacionadas con el
metabolismo celular. Estas vitaminas se encuentran sobretodo en los
cereales integrales, el arroz, la avena, el germen de trigo o en el pilar de
la dieta mediterránea, las legumbres.
 Vitamina C: ayuda a la cicatrización de las heridas, mejora la
absorción del hierro presente en los alimentos y contribuye al buen
funcionamiento del sistema inmunitario para proteger al cuerpo contra
las enfermedades. Los alimentos que contienen más vitamina C son: la
grosella negra, la guayaba, el perejil, el pimiento rojo, las coles de
bruselas, el brócoli, el kiwi, la papaya, la naranja y el bulbo de hinojo.
 Vitamina D: ayuda a la absorción de calcio y es esencial para el
mantenimiento de la salud de los huesos. También mejora el
metabolismo celular, el funcionamiento muscular y la defensa frente a
infecciones. A parte del sol, los alimentos que contienen esta vitamina
son el aceite de hígado de bacalao, el pescado azul, el marisco, el
hígado, los lácteos, los huevos, las setas, el aguacate y el germen de
trigo.
Otros alimentos que podemos introducir en nuestra dieta son: la cebolla y
el ajo en todas las comidas. Ambos son alimentos que ayudan a
combatir las infecciones por virus y bacterias. El ajo debe consumirse
crudo para que mantenga sus propiedades, mientras que la cebolla no
pierde sus propiedades al cocinarse.
La miel es un buen sustituto del azúcar, ya que tiene propiedades
antioxidantes y antibacterianas que el azúcar no tiene. Por último, el
jengibre es rico en vitaminas, potasio y niacina, y posee propiedades
que ayudan a combatir las infecciones causadas por virus y bacterias.
Además, tiene características antitusivas y expectorantes que ayudan a
combatir los resfriados y la gripe.

Probióticos: Punto aparte merecen los alimentos probióticos, que


básicamente son alimentos con una elevada presencia de
microorganismos vivos que potencian la actividad de la flora bacteriana
ya presente en nuestro organismo y, con eso, contribuyen a la
normalidad de los procesos internos del cuerpo humano.
Los probióticos se venden en suplementos alimenticios que podemos
incorporar a nuestra dieta, pero también están presentes en muchos
alimentos fermentados. Los que mayor presencia de probióticos tienen
son los siguientes:

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 Chucrut: se trata de un plato típico de Alsacia que se prepara
fermentando la col en agua salada. Contiene un elevado nivel de ácido
láctico.
 Kimchi: como el chucrut, se trata de una fermentación de col,
habitual en la cocina coreana, muy picante y que tiene grandes
propiedades probióticas, aunque hay que evitar consumirlo envasado.
 Kombucha: se trata de una bebida amarga que se obtiene por
fermentación del SCOBY (Symbiotic Culture of Bacteria and Yeast) y
que es muy popular como aperitivo en los países de América del Sur. En
otro artículo ya mostramos cómo hacer té Kombucha para subir las
defensas.
 Chocolate negro: fermentación del grano de cacao, rico en
flavonoides, que son altamente antioxidantes.
 Natto: fermentación de la pasta de soja que aporta un alto
contenido proteico, además de vitamina B12. Aún no es muy usada en
occidente, pero sí es muy popular en el sudeste asiático.
 Miso: fermentación de hongo koji y habas de soja, tiene un
sabor fuerte y aporta una gran cantidad de lactobacillus.
 Encurtidos: aunque aportan una importante cantidad de
microorganismos beneficiosos, su consumo debe ser puntual, ya que se
trata de un alimento muy ácido.
 Kéfir: muy similar al yogur, aporta una rica flora microbacteriana,
incluyendo lactobacillus y bífidus.

Alimentos que bajan las defensas


 Alcohol: el consumo de alcohol disminuye la producción de
glóbulos blancos.
 Azúcares: se ha demostrado que el consumo de azúcar
disminuye la actividad inmunológica durante unas horas y por tanto
nos debilita momentáneamente.
 Conservantes y aditivos: algunas de las sustancias usadas para
conservar ciertos alimentos son vistas por nuestro sistema inmunológico
como una amenaza, así que cuanto menor sea la cantidad de
conservantes, colorantes, acidulantes, potenciadores del sabor y demás
aditivos que se consuman menor será el trabajo para nuestro sistema
inmune.
 Alimentos a los que se es alérgico o intolerante: es importante
detectar las alergias alimenticias e intolerancias, incluso si se trata de
problemas leves, porque obligan a trabajar el doble al sistema
inmunitario. Si uno es alérgico a la lactosa, por ejemplo, el consumo de
leche activará una respuesta inmunitaria que sería innecesaria si se fuera

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con cuidado y se evitase ese consumo. Por eso, si se tiene la más
mínima sospecha de que un alimento concreto no os sienta bien, debéis
consultar con vuestro médico el asunto lo antes posible.

Otros remedios para las defensas bajas: Además de una alimentación


saludable, existen otros hábitos que pueden tener una influencia muy
positiva en lo que a la salud del sistema inmunológico se refiere. Para
empezar, hay que descansar bien. El sistema inmunitario sufre
enormemente las consecuencias de unos malos hábitos de descanso, y
en cambio se beneficia de dormir adecuadamente y las horas necesarias.
El estrés y los bajones anímicos tienen un efecto similar, así que,
dentro de esta crisis del coronavirus es necesario mantener una visión
lo más positiva posible de la vida, si puede ser sin químicos, mejor.
Este tipo de actitud tiene enormes ventajas para el organismo: se eleva
el nivel de inmunoglobulina, que es un anticuerpo, relaja la musculatura y
libera endorfinas que, a su vez, genera un mayor bienestar.
También es muy importante mantener una higiene personal muy cuidada:
el simple hecho de lavarse las manos evita el contagio de enfermedades
como el coronavirus. Como las manos lo tocan todo, se convierten en
fuente de gérmenes que elimanarás con una buena higiene o un buen
desinfectante de manos, en el caso de estar fuera de casa.

Cómo saber si tengo coronavirus: contagio, síntomas y


tratamiento.
Las personas infectadas de coronavirus tardan cinco días en comenzar a
mostrar los primeros síntomas. A continuación, hablamos de cómo saber
si tengo coronavirus.
El coronavirus, bautizado como Covid-19 ha producido más de 140.000
casos de contagio en 125 países del mundo. La cifra de muertes en todo
el mundo supera los 5.000 y la de los recuperados, los 65.000. España
es el segundo país de Europa, por detrás de Italia, con más contagios.
A pesar de la alarma que se ha creado alrededor del coronavirus, desde
un punto de vista biológico es diferente al de la gripe estacional, pero
muy similar a otras enfermedades respiratorias. El 11 de marzo la
Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró como pandemia el
Covid-19, tras muchas dudas al respecto, al aumentar rápidamente el
número de contagios en el mundo.

Enfermedad por coronavirus (Covid-19): Los coronavirus son tipos de


virus que afectan al aparato respiratorio. Infectan tanto a los animales
como a las personas. A veces, un coronavirus que infecta a los animales
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muta y se convierte en uno que puede infectar a las personas. Este es el
caso del Covid-19 que puede causar neumonía. La neumonía es una
enfermedad potencialmente mortal en la que se acumula líquido en los
pulmones.
Cómo se contagia el Covid-19: Según la OMS, la transmisión sería a
través del contacto con animales infectados o por contacto estrecho
con las secreciones respiratorias que se generan con la tos o el
estornudo de una persona enferma. Estas secreciones o ‘gotitas’ que se
expulsan al hablar, al toser o al estornudar infectarían a otra persona si
entran en contacto con nariz, ojos o boca.

Cómo saber si tengo coronavirus: Los principales síntomas del virus


son fiebre, tos y dificultad para respirar. En casos más graves, la
infección puede causar neumonía, síndrome respiratorio agudo severo,
insuficiencia renal e, incluso, la muerte.
La revista Annals of Internal Medicine aun está estudiando el periodo
de incubación del Covid-19, o lo que es lo mismo, el tiempo que puede
pasar entre el contagio y la aparición de los primeros síntomas del
coronavirus. Aunque se sospecha que el periodo de incubación del
virus es de 2 a 14 días y las personas infectadas tardan cinco días en
comenzar a mostrar los síntomas del coronavirus.

Qué son las pruebas de coronavirus: El profesional de la salud es el


único que puede pedir las pruebas del coronavirus. En este caso, se
comunicará con los CDC o con su departamento de salud local para
obtener instrucciones sobre las pruebas.
Solo ciertos laboratorios tienen permiso para hacer pruebas de Covid-19.
Existen varias maneras en que un laboratorio puede obtener una muestra
para el análisis:
 Muestra con hisopo: donde se toma una muestra de la nariz o la
garganta.
 Aspirado nasal: se inyecta una solución salina en la nariz y luego
extrae una muestra succionando con cuidado.
 Aspirado traqueal: se introduce un broncoscopio (un tubo delgado
con luz en su extremo) por la boca hasta los pulmones para tomar una
muestra.
 Prueba de esputo: se le pide al paciente que expectore en una
taza especial o se puede obtener una muestra de la nariz usando un
hisopo.
 Prueba de sangre

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Cómo prevenir la propagación de la infección: Para prevenir la
propagación de la infección, la OMS recomienda:
 Lavarse las manos de forma regular y exhaustiva por al menos
20 segundos y usar un gel desinfectante cuando estás fuera de casa.
 Evitar tocarse boca, nariz y ojos.
 Cubrirse la boca y la nariz con el codo flexionado o con un
pañuelo desechable al toser o estornudar.
 En caso de sufrir una infección respiratoria, evitar el contacto
cercano con otras personas.

Qué diferencia hay entre pandemia, epidemia y endemia


El brote de coronavirus ya es una pandemia, según la Organización
Mundial de la Salud. Hoy vemos qué diferencia hay entre epidemia,
pandemia y endemia.
El coronavirus ha originado ciudades incomunicadas, supermercados
desabastecidos y largas filas de personas en las farmacias comprando
medicamentos y mascarillas a precios desorbitados. Y no es para menos
ya que hay más de 120.000 casos de contagio en más de un centenar
de países del mundo.
A estas alturas mucha gente se está preguntando: ¿Cuál es la diferencia
exacta entre endemia, epidemia y pandemia?

Diferencias entre epidemia, pandemia y endemia: Los términos


‘endemia’, ‘epidemia’ y ‘pandemia’ están ligados, pero describen
situaciones de diferente gravedad y alarma sanitaria. Vamos a conocer
qué significa exactamente cada uno de estos términos, para entender
cuáles son las diferencias entre ellos.
Endemia: Se conoce como endemia a enfermedades infecciosas que
aparecen en un país o región concreta y en un momento determinado.
Son como las enfermedades típicas de una zona y están presentes de
manera permanente durante años.
Un ejemplo de ello es la varicela, pues se registran casos en muchos
países todos los años. O la malaria, que en algunas partes como África
es una infección endémica y causa la muerte de cientos de miles de
personas al año no solo allí, sino también en otras partes del mundo.
Epidemias: De manera popular, entendemos epidemia como la
extensión rápida de una enfermedad. Sin embargo, la realidad es que

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esta palabra de origen griego hace referencia al incremento notable de
afectados por alguna enfermedad en una zona concreta.
Por poner un ejemplo, podemos citar los países donde se registran
epidemias de gripe cada año. De este modo, una epidemia es un
aumento de casos seguido de un punto máximo con una disminución
posterior. En el caso concreto de la gripe, en otoño e invierno aumentan
los contagios llegando al máximo de infecciones, disminuyendo en
primavera y en verano.
Asimismo, cualquier aumento de enfermos en una zona concreta es una
epidemia. Incluso si apareciera un enfermo afectado con una enfermedad
extinta en esa zona, también lo calificaríamos de epidemia. Un buen
ejemplo de ello es la epidemia de peste que ocasionó unas 60.000
muertes en Sevilla a mitad del siglo XVII.
Pandemia: En último lugar, las pandemias son epidemias que, por su
ritmo de crecimiento, han acabado afectando a distintas zonas del
planeta más o menos al mismo tiempo. El organismo encargado de
declarar cuando una enfermedad es considerada pandemia es la OMS
(Organización Mundial de la Salud).
En el caso del actual coronavirus, hoy ha sido catalogado como
pandemia debido al número de países afectados. Es decir, buena parte
de la humanidad está potencialmente expuesta al virus. Para que nos
hagamos una idea, en los últimos años, una de las enfermedades que
llegó a la categoría de pandemia fue la Gripe A, que acabó con la vida de
más de 18.000 personas entre 2009 y 2010.

Qué es un virus y cómo se propaga: Un virus es una mezcla de


proteínas y material genético y hay muchas variantes de virus en todo el
mundo. Como hemos mencionado, un ejemplo de esto es la gripe, que
contagia a muchas personas cada año a nivel mundial.
La gripe se propaga cuando la gente estornuda o tose, transmitiéndose
de persona a persona o mediante sustancias infectadas con el virus,
como los mocos o la saliva. Sin embargo, otros virus se pueden propagar
por medio del contacto directo, por medio de un abrazo o un beso. Otros,
en cambio, se transmiten por contacto sexual, como el VIH o el VPH.
Debido a la gran movilidad y el número de viajes que se realizan hoy día
por todo el planeta, es bastante fácil que se extienda un virus hasta
provocar una posible pandemia. Además, estos desplazamientos son la
principal causa de su propagación. Con respecto a la posible transmisión
del coronavirus y con el peligro que supone, las autoridades sanitarias de
todo el mundo están tomando medidas. En primer lugar, han alertado a la
población de la necesidad de realizar controles y mantener una óptima
higiene para evitar que esta enfermedad continúe extendiéndose.

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De hecho, la OMS pidió en Ginebra y Suiza hacer todo lo posible para
prepararnos ante una posible pandemia potencial. Su director, Tedros
Adhanom Ghebreyesus, considera que esta expansión es muy
preocupante, sobre todo porque algunos casos fuera de China no están
relacionados solo con viajeros que pasaron por la ciudad de Wuhan,
origen del brote.
Cómo funcionan las vacunas: Las vacunas realizan un papel vital a la
hora de hacer frente a las enfermedades. Además, permiten que
nuestros cuerpos vean cómo es un virus o una bacteria antes de
conocerlo de verdad. Así, si nos encontramos con alguno de ellos,
nuestro cuerpo puede responder de manera rápida y eficaz.
Por suerte, el mundo está más que preparado para afrontar una
pandemia, pero esperamos que no tengamos que hacerlo. Por su parte,
los científicos trabajan en estrecha relación con los distintos países y las
agencias de salud públicas, como la OMS, para garantizar que
estemos lo más preparados posible en el caso de que se produjera
una nueva pandemia.
Hacía años que no se utilizaban palabras como epidemia o pandemia en
nuestras charlas coloquiales. Sin embargo, el virus COVID-19, más
conocido como coronavirus, ha hecho que se vuelvan a emplear estas
palabras frente a su actual extensión internacional.

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