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1. MARCO LEGAL:
Se plantea por esta razón la pertinencia de proteger las evidencias culturales antes de
la ejecución de las obras, estableciéndose que el reconocimiento arqueológico, la
prospección y las excavaciones, deberán ser realizadas antes de la etapa de
construcción de las obras, y simultáneamente con ésta se deberá llevar un control de
áreas recomendadas como potencialmente arqueológicas, a fin de cubrir imprevistos
que nunca se pueden descartar en su totalidad.
De acuerdo con esto, se deben diseñar Programas de Arqueología Preventiva, con el fin
de proteger, preservar y divulgar el Patrimonio Arqueológico presente en el corredor
que se determine para la construcción del Gasoducto. Este programa se da inicio con
esta fase preliminar de evaluación y diagnóstico de la región, que determinará la
problemática general de la zona y las áreas de mayor sensibilidad arqueológica.
2. OBJETIVOS:
3. METODOLOGÍA:
4. EL AREA DE ESTUDIO:
El límite sur de la región está dado por la Loma de Mascachoque, el río Huertas y el río
Tolotá; hacia el Noreste, el límite departamental entre los santanderes y Boyacá, hasta
la altura de Onzaga, para extenderse hasta el páramo de Santa Isabel en proximidades
del límite con Venezuela; de este punto, siguiendo en dirección Noreste hasta la
Cuchilla de Santa Cruz y el Páramo de los Bueyes, entrando nuevamente al territorio
de Santander por el río Romeritos; el sector occidental esta demarcado por el cauce
del río Romeritos, hasta las Cuchillas de Magueyes y Filo de La Mesa. Posteriormente la
vertiente occidental de la Cordillera de los Yareguiés, cierra el área con el cauce del río
Huertas, entre los municipios de San Benito y Suaita.
Esta región se divide en las siguientes subregiones: Cordillera de los Yareguiés, Valles
longitudinales de los ríos Suárez y Fonce, Cañón del Chicamocha, Mesetas y terrazas
de la vertiente occidental de la Cordillera Oriental y los Páramos de Oriente.
Esta zona está limitada por los cañones de los ríos Suárez, Fonce y Chicamocha, dichas
mesetas y terrazas están conformadas por áreas con relieve relativamente suave
localizadas entre los 1000 y los 1600 m.s.n.m. Sobresalen entre éstas las de
Barichara-Villa Nueva, la Mesa de los Santos y la Mesa de Bucaramanga. En general
toda esta región comparte las mismas condiciones climáticas, con una temperatura
promedio entre los 22 y 24ºC, y una vegetación de tipo bosque húmedo premontano.
Conviene destacar entre estas mesetas a la Mesa de los Santos, pues por su
localización posee algunas características que le son propias y prácticamente la
individualizan. La Mesa tiene una extensión de 446 Kms.2 de los cuales 132 están
sobre los 1600 m.s.n.m.; su topografía es de relieve casi plano con ligeras
ondulaciones que no sobrepasan los 50 mts.; es una zona que a pesar de su aridez se
diferencia notablemente del contorno, puesto que su fisionomía vegetal ha sido
intensamente modificada por la acción humana desde los tiempos prehispánicos. En su
parte alta, las manchas de vegetación, que son muy escasas, corresponden al bosque
húmedo premontano, mientras que en su extremo sur hay algunas coberturas de
vegetación de bosque seco premontano. (Cadavid, 1990)
Al sector norte corresponden las zonas sur orientales de Lebrija y Girón, el occidente
de Bucaramanga, Floridablanca y Piedecuesta y el norte de Los Santos. El sector sur
incluye la zona oriental de Barichara, el sur de Villanueva, el nororiente de San Gil, el
occidente de Curití y el sur occidente de Aratoca. (Ramón González y Poveda, 2000)
Páramos de Oriente
Esta amplia zona se extiende desde el límite departamental entre los santanderes y
Boyacá, hasta los límites con Venezuela en el departamento de Norte de Santander.
Su frontera sur está conformada por los páramos de Chontales de la Rusia y Guántiva,
extendiéndose hacia el norte hasta el páramo de Bueyes y el cerro Babilonia en donde
se encuentra el nacimiento del río Zulia.
5. ANTECEDENTES DE LA INVESTIGACION
Los grupos denominados Chitareros, fueron así llamados por usar calabazos llenos de
chicha de maíz y yuca asidos a la cintura, que en su idioma llamaban Chitarero, según
narra Aguado en su Recopilación Historial, Tomo 1, Libro 6. Dado que era costumbre
de la época el bautizar los lugares y pueblos que encontraban los invasores con alguno
de los fenómenos más sobresalientes vistos y escuchados, esta no fue la excepción, les
llamaron así por ser este calabazo el detalle más llamativo.
que corre en sentido Sur Norte y dividiendo los dos Santanderes, hasta Cachirí y
Mohán).
Sobresalen los pueblos indios situados en lo que hoy es San Andrés, Guaca, Toma,
Charta, California, Matanza y Suratá, e incluye los sectores de San José de Miranda,
sitios en los que se organizaron importantes doctrinas y encomiendas de indios como
los Mogotocoro, Guaca, Cámara, Tequia y Listará, entre otros.
Hacia el norte de ésta zona, el territorio Chitarero se expendió cubriendo las cuencas
de los ríos nortesantandereanos de Cicutilla, La Plata, Pamplonita y los Valles de Zulia
y Cúcuta. Hacia el sector oriental se asentaron en los valles del río Chitaga, del Valegra
y del Ulagá (actuales municipios de Chitagá, Silos, Labateca y Toledo), ampliaron los
dominios hacia Venezuela por los valles del Tachira, San Cristóbal y el Torbes, hasta
las propias estribaciones de la cordillera de Mérida, tal como lo propone Piedrahita.
Del mismo modo, Fray Pedro de Aguado afirma: “Esta provincia de los Chitareros es
toda de serranía y algunas muy altas como las que llaman los Páramos de Pamplona…”
lo que corresponde de sur a norte al sector de la cordillera oriental, desde la depresión
del Chicamocha, hasta su bifurcación en la Cordillera de Mérida, incluyendo su ladera
occidental, desde Matanza hasta Cachírí.
Aspectos Demográficos:
Referente a la población física como tal, la demografía dada para los pueblos está
medianamente definida: por un lado, debido a la vaguedad de los datos numéricos que
las crónicas aportan; por otro, a los documentos españoles que omiten sobre las
grandes pérdidas humanas en el choque violento de la conquista.
Según la visita practicada por Cristóbal Bueno en 1559, el dato de los pueblos
Chitareros encomendados en la jurisdicción de Pamplona era de 31.855. El
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investigador Jaramillo plantea: “La región de Pamplona tenia mas de 60.000 cuando se
descubrió. En la región de Matanza se contaron 40.000 chitareros. Aunque estos datos
pueden ser discutidos, si dan una pauta para aproximar una cifra aproximada.
El investigador Duque Gómez, citando a Pedro de Agudo, cronista que tampoco fue
explicito al respecto, plantea que la población chitarera se calcula en unos 40.000
habitantes en toda la provincia.
Elementos Etnolingüísticos:
Así mismo, se describen las poblaciones del valle de Chinácota, donde Pedro de Orsúa
halló unas “700 casas de naturales” y en el mismo recorrido encontró los pueblos de
Bochagá, más hacia el oriente del anterior, con las mismas pautas de doblamiento
(bohíos distribuidos desordenadamente en el valle).
Respecto a la forma y estructura de las viviendas, Fray Pedro Simón nos plantea: “La
vivienda consistía en bohíos en forma rectangular y cuadrada cubriéndola con paja, por
que ignoraban el arte de la teja, las paredes se formaban de maderas gruesas,
encañandas con las partes de dentro y fuera y organizados con mezcla que hacían de
barro y paja”.
En resumen, las pautas de vivienda mas definidas son: distribución de bohíos en los
valles, desde las partes altas hacia las más bajas, siguiendo el curso de los ríos y
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quebradas. Construcción de sus casas en bahareque, unas más altas que otras según
el piso térmico donde se localizaban. Tuvieron muy en cuenta las corrientes de agua y
la disposición del terreno para sus maizales y sementeras y generalmente dispusieron
sus lugares de enterramiento o cementerios en sitios estratégicos con respecto a sus
viviendas, ya sea una colina o una cripta rocosa en las alturas montañosas más
cercanas. Todo lo anterior se complementa con un manejo muy singular del paisaje y
una óptima utilización del suelo disponible.
Generalmente toda la zona es de excelente condición agrícola, con una amplia gama
de productos, desde temples bien cálidos hasta los propios páramos. Pedro de Aguado
describe que usaban algodón, con el que hacían mantas y vestidos; cultivaban maíz,
yuca, batatas, raíces de apio, frisotes. Las frutas que cultivaban eran guayabas, piñas,
caimitos, uvas silvestres.
Durante las campañas de conquista, los cronistas describen labranzas en los valles y
laderas, cerca de las viviendas; Pedro de Orsua y Fernández de Oviedo describen
almacenamiento de maíz en Silos. Se reconoce que eran excelentes tejedores y
siempre se les vio muy bien vestidos, así como despilfarradores de comida y vevida,
hospitalarios y dados a la economía comunitaria, pues siempre se les vio trasportar o
cuidar sus haciendas o mercaderías en grupo.
Hubo pueblos que tuvieron una regular especialización productiva por determinación
del régimen colonial, o por ubicación geográfica definida climáticamente: el pueblo de
Mogotocoro, de clima frío producid maíz, habas, papa y fríjol; el pueblo de Cácota
cultivaba y comercializaba papa y maíz. El pueblo de Chopo con clima de transición
entre templado y frío, comercio con maíz, hamacas, cabuya y mochilas, que son
trabajos industriales elaborados a partir de fique; con estos productos manufacturados
se pagaban los tributos a sus encomendero.
Sobre los aspectos de tipo político y social la crónica plantea: “Los naturales de este
valle no tenían cacique, ni en toda la provincia de los indios que los españoles
llamaban chitareros lo tiene. La orden de Gobierno que entre si tienen es que en cada
pueblo obedecen al indio más rico y mas valiente, y ese tienen por capitán de guerras.
La fase temprana de la cultura Guane está situada cronológicamente entre los siglos
VIII a XIII d.C aproximadamente. Al parecer las influencias observadas en los estilos
cerámicos de dicho período y otros rasgos culturales como las construcciones líticas,
hacen pensar a diferentes investigadores en una relación preponderante con grupos
del norte pertenecientes a la tradición Ranchoide con los tipos cerámicos Portacelli y
Cocos, provenientes de la Guajira y el Lago de Maracaibo.
El desarrollo Guane tardío duro desde el siglo XIII hasta la conquista; su territorio se
recargo más hacia las regiones del sur y occidente, abarcando los valles del río Suárez
y el alto Chicamocha.
Organización Socio-política
De acuerdo con los cronistas del siglo XVI esta provincia se encontraba muy poblada y
existan grandes centros como Guanenta, Butaregua, Macaregua, etc. Los poblados se
situaban en partes altas apropiadas para la defensa y se componían de grupos de
bohíos circulares con techo cónico. En cada poblado existía un cacique al cual
respetaban y obedecían todos los miembros del grupo.
Los muchachos que debían suceder a los caciques eran preparados desde los quince o
dieciséis años y sometidos a un cuidadoso entrenamiento, se tomaba en cuenta su
valor y su capacidad de dominio sobre si mismos para efectuar finalmente la elección
del sucesor definitivo. La ceremonia de sucesión de los cacicazgos estaba revestida de
gran pompa y representaba uno de los eventos solemnes de mayor importancia para el
grupo.
Economía y subsistencia
Según las crónicas, en la región árida del cañón del Chicamocha los Guanes poseían
sistemas de irrigación con canales y estanques sobre amplias extinciones, sin embargo
hasta el momento no se han encontrado evidencias arqueológicas que validen estas
afirmaciones. Otro tipo de estructura de adecuación agrícola reportada para el
territorio Guane son las terrazas de cultivo sobre un amplio sector de la Mesa de los
Santos.
Piezas y ornamentación
Los caciques Guanes utilizaron gran cantidad de adornos de oro durante ceremonias
como la de su consagración. Pese a esto los hallazgos de piezas orfebrería son
relativamente escasos y el estilo y técnica metalúrgica poco conocidos.
En piedras se conocen volantes de huso con decoraciones incisas, cantos rodados con
incisiones formando mallas y motivos zoomorfos y placas de piedra colgantes y pulidas
similares a las evidenciadas en la Sierra Nevada de Santa Marta. Se han registrado
petroglifos y pictografías en grandes rocas de los cañones de los ríos Chicamocha y
Suárez, representando motivos similares a los observados en piezas cerámicas y
textiles.
Además de las mantas de algodón, los Guanes manufacturaron gorros y mochilas; los
tejidos conservados muestran un gran dominio de las técnicas de hilado y tejido; la
decoración pintada se hacía mediante pinceles estampando directamente sobre la tela
ya tejida. También utilizaron fibras vegetales extraídas de la ceiba y con pelo humano
trenzaron pelucas y gorros. El desarrollo textil Guane fue la base de la industria
textilera santandereana que floreció a lo largo de la colonia y decayó durante la
República.
Pautas Funerarias
Los elementos textiles elaborados se han conservado por haber sido sepultados a
manera de ofrenda en cuevas secas ubicadas en los farallones sobre los cañones de los
ríos. En estas cuevas de origen natural, algunas veces ampliadas o modificadas fueron
sepultados personajes de importancia cuyos cuerpos fueron previamente modificados y
envueltos en mantas o hamacas. Las cuevas han venido siendo saqueadas desde hace
muchos años y esto no ha permitido realizar un registro detallado de los contextos
funerarias; se sabe que en todos los casos se trata de entierros múltiples de
personajes acompañados por un gran ajuar, entre el que se cuentan elementos de
madera como telares, bastones, lanzas y propulsores, adornos de oro, cerámica,
objetos en concha y piedra.
Donald Sutherland inició trabajos en 1971, en una amplia región que comprendía los
municipios de Barichara, Jordán, Curití, Pinchote, Charalá Oiba. En sus trabajos se
limitó a excavaciones de tumbas de pozo de cámara lateral, de características muy
similares a las ya reseñadas por Miguel Such Martin; además menciona la existencia de
probables sitios de vivienda y de basureros presuntamente asociados a éstas.
Durante el año de 1982, Arturo Vargas y Roberto Lleras, investigadores del Instituto
Colombiano de Antropología, ubicaron y excavaron un extenso sitio en Palo Gordo, en
jurisdicción de Villanueva. Durante el proceso de excavación arqueológica encontraron
varios enterramientos de características antes no reseñadas, puesto que se trataba de
fosas simples que contenían restos de adultos en posición de decúbito dorsal, y de
siete niños, algunos de estos nonatos y neonatos los cuales estaban depositados en
cerámicas utilitarias o domésticas, evidenciando, para este momento, una alta
mortalidad infantil. En cuanto al material cerámico, están presentes los mismos tipos
establecidos para la Mesa de los Santos (vereda de los Teres), pero en proporciones
diferentes. También se identificaron restos de conchas de gasterópodos, ratones,
iguanas, venados, armadillos y varios tipos de aves que figuran entre sus fuentes
alimenticias.
Páramos de Oriente
También fueron hallados collares de concha de caracol en todas las tumbas, y una cal
análoga a la cal que los Tunebos mezclan con las hojas de coca, cal parecida a la
usada por los Muiscas para bombear dicha hierba. La presencia de esta cal entre los
chitareros es muy probable dad su cercanía con los Tunebos en la frontera oriental y el
intercambio que con estos pudo realizarse.
Las principales clasificaciones que se presentan del material cerámico son: Mutiscua
roja áspera, mutiscua negra áspera, mutiscua roja incisa y mutiscua negra incisa, y en
cada una de ellas analizan su pasta, superficie, decoración, forma, diámetro y
frecuencia.
Los autores aclaran que las clasificaciones hechas han sido confirmadas por
excavaciones y observaciones posteriores; no se referencia material lítico, aunque si se
ha encontrado algunas hachas que se conservan en el Museo Casa Colonial de
Pamplona. (Ver Figura XXX)
Los autores, por otra parte, manifiestan no haber hallado material textil, pero existen
en el Museo algunas piezas de manta muy completas y de buena contextura, un
chinchorro y un chinchorro que se encontró envolviendo momias dispuestas en cadena
y posición fetal dentro de la cripta en un enterramiento en Sicavala, Mutiscua.
Concluyen del análisis de los materiales, que se trata en este caso de un pueblo de
origen Karib por los rasgos típicos de la deformación craneana. Así mismo, establecen
dos tipos de material cerámico, el cual clasifican de acuerdo a su uso como cerámica
funeraria y cerámica doméstica. (Ver Figura XXX)
Por otro lado el investigador Luis Duque Gómez, manifiesta haber datado residuos de
carbón vegetal, recogidos en depósitos arqueológicos en Mutiscua, que indican una
antigüedad anterior a la era cristiana.
Figura XXX
6.1. Cácota
6.2. Mutiscua
regaló este cuadro a Don Miguel Villamizar Peralta quien en 1.948 la donó para ser
venerada en la capilla. Los fieles de inmediato la convirtieron en su patrona. En
septiembre de 1.971 siendo párroco el presbítero Pedro León Camacho Amaya, la
bella imagen fue adornada con una corona y cetro hechos en oro. Para lograr esto las
piadosas damas de Mutiscua, donaron sus joyas como el más espontáneo sentimiento
de amor y gratitud para esta bella y bondadosa señora.
6.3. Silos
De acuerdo con información suministrada por Liliana Pabón, en las veredas de Carabá,
Lauta y La Entrada del Agua se ubican respectivamente las cuevas de Perico, Leuta y
Entrada de Agua, en donde se han evidenciado restos óseos que datan del 1.500 d.C.
Las fiestas públicas y religiosas que se celebran desde 1637 son suntuosas y
concurridas: El 2 de Febrero de cada año tiene efecto la festividad de Nuestra Señora
de la Cadelaria. El 3 de Febrero la festividad de la Cacica, ella simboliza la
remembranza histórica aborigen de los primitivos habitantes de las tribus Cárabas,
Zaquetas, Magaras y demás familias Chitaro-Caribe dueñas y moradoras de estas
tierras antes de la era colombina. Es primordial en estos regocijos públicos por parte
de los sileros dispensar a los huéspedes toda clase de atenciones que brindan con
demostraciones de la más franca cordialidad, hospitalidad y garantías para sus
personas y bienes.
6.4. Toledo
Toledo posee, al igual que casi todas las municipalidades vecinas, una gran riqueza
arquitectónica que se encuentra en alto grado de deterioro, se conservan algunas
como la casona en donde actualmente residen las familias del profesor David
Hernández, la familia Gamboa Velasco, los Prada González, Carrillo Jaimes, Cepeda, la
casa quinta propiedad de la familia Velasco y la de la familia Castiblanco, actualmente
droguería Sinú.
Respecto a los documentos que hacen alusión a los inicios del pueblo no existe un
lugar apropiado para su conservación, por el contrario se encuentran dispersos en
diferentes lugares, tales como el oratorio de la parroquia, el archivo de la Alcaldía
Municipal y aún en algunas de las notarías de los circuitos de Pamplona, Cúcuta,
Bucaramanga, por lo tanto se puede llegar a decir que en el pueblo no se cuenta con
un sitio específicamente adecuado para realizar un estudio de investigación de la
evaluación histórica y cultural para llegar a formar la idiosincrasia de los Toledanos
contemporáneos.
especies forestales arbustivas para mejorar su apariencia general; donde vale la pena
resaltar la cantidad de palmas reales que realzan una aparente cultura ecológica que
necesariamente se debe adquirir para poder proyectar las futuras generaciones hacia
una recuperación manejo y conservación de la gran oferta ambiental; hoy en día ya
intervenida, en vías de un deterioro progresivo por la marcada ignorancia de
preservación ambientalista. En un paseo que se realice por este parque se puede
compenetrar con el ambiente formado naturalmente por las palmas, observándose un
monumento tallado en piedra de mármol pulida, donde se resalta el sentido de
admiración y reconocimiento de la colonia Toledana residente en Bogotá por sus 100
años de existencia como municipio (1.886-1.986).
Debe hacerse una mención especial, con gran sentido de solemnidad y respeto al
templo parroquial de San Luis de Toledo, pues se levanta imponente sobre la quebrada
topografía del pueblo por su elevada torre que día a día invita a los feligreses al
recogimiento y encuentro espiritual con los principios fundamentales de la religión
católica; en su interior reposa la imagen del patrono de los Toledanos: El Santo Cristo
bellamente enmarcado en una corona tallada en madera por artistas Toledanos que
igualmente también fueron los talladores y escultores de uno de los más hermosos
sepulcros de Colombia.
También se cuenta con la antigua iglesia parroquial, hoy en día la capilla de Nuestra
Señora de las Angustias patrona del pueblo labatequense; muy bien conservada; pero
solo la construcción que corresponde al templo, porque la antigua casa cural solo
queda su fachada principal, ya que en su interior se viene presentando un proceso
acelerado de deterioro, haciéndola cada día más frágil para su total destrucción.
6.5. Labateca
El municipio realiza las Fiestas del Retorno, para reunir a quienes han emigrado a otros
sectores del territorio departamental y nacional. Dentro de estas se destacan:
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GASODUCTO GIBRALTAR - BUCARAMANGA
Cabe resaltar que el municipio no cuenta con casa de la cultura pero se desarrollan
eventos socioculturales a través de campeonatos interveredales, intermunicipales, en
modalidades fe fútbol, microfútbol y baloncesto.
6.7. Pamplona
Pamplona ofrece a sus habitantes una riqueza arquitectónica que permite disfrutar de
su historia; es además considerada una ciudad universitaria ya que sus centros
educativos albergan gran cantidad de estudiantes de otras partes del departamento y
del país. Entre estos se destaca la Universidad de Pamplona y el Seminario Mayor.
Algunos de los centros religiosos de mayor interés cultural son La Catedral de Santa
Clara, la Parroquia de Santo Domingo, El Humilladero y el Santuario del Niño
Huerfanito.
6.8. Tona
El municipio posee para su gestión una casa de la cultura llamada Gloria María Lezmez
de Jerez, fundada hace hace 11 años, sin embargo, no se a consolidado su formación
bajo acuerdo municipal. La Casa de la Cultura trabaja en la promoción del ecoturismo
(apoyados por la CDMB); la promoción del área arqueológica, (poseen un Museo
arqueológico) y el área artística.
6.9. Piedecuesta
6.10. Floridablanca
De otro lado, y como aspecto clave en el diagnóstico del sector, es pertinente señalar
como desde la Casa de la Cultura Piedra del Sol, la promoción de las actividades
culturales y artísticas ha tenido un proceso lento lo cual no ha permitido cubrir todas
las áreas artísticas en los sectores urbanos y especialmente en el área rural. La
vinculación participativa de los actores culturales municipales ha sido escasa, sin el uso
de indicadores o criterios de evaluación y desempeño. Las manifestaciones y
agrupaciones culturales son dispersas y cada una de ellas actúa por cuenta propia sin
el logro de impactos sostenibles en la vida cultural del municipio. La convocatoria
conjunta para la discusión de iniciativas o para concertar políticas y estrategias es
mínima así como es inexistente un programa continuado de formación de gestores
culturales en el municipio, no hay una política cultural municipal, ni estudios
comprensivos e inventarios patrimoniales del mundo cultural de Floridablanca.
Se destaca el Museo Guane que contiene obras artísticas y distintas piezas de colección
pertenecientes a los indígenas Guanes, primeros habitantes de ésta región de
Santander. Estas piezas ya fueron expuestas en varios museos de Europa.
6.11. Girón
El municipio de Girón fue declarado Monumento Nacional por haber sido considerado
como una joya arquitectónica e histórica, legada de la época española. Este patrimonio
cultural resulta muy atractivo para los turistas, razón por la cual recibe un flujo
constante de visitantes, atraídos especialmente por la Catedral San Juan Bautista, la
cual ostenta la categoría de Basílica Menor. Además de la Basílica existen la Capilla de
las Nieves, la Casa Consistorial, el Museo de Arte Religioso, La Iglesia el Corregidor, La
Casa Facundo Navas, La Casa de Geo Von Lengerke, los seis puentes de calicanto, el
Malecón Turístico, la Casa Mansión del Fraile, los parques Central, de Las Nieves y
Peralta y la Casa de la Cultura, sitios que requieren de mantenimiento constante a fin
de garantizar su conservación y atractivo.
6.12. Bucaramanga
En su interior también funciona el Museo Guane, con importantes piezas textiles que
revelan características del grupo indígena que habitó originalmente este territorio.
Igualmente, presta un servicio de hemeroteca con las principales publicaciones
realizadas en Santander a principios del siglo XX.
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La Casa Luis Perú de la Croix es una hermosa casona del centro de Bucaramanga
funciona el principal museo fotográfico de la ciudad. Sus fotos más antiguas datan de
finales del siglo XIX; en su mayoría tomadas por don Quintilo Gavassa, un fotógrafo
italiano que se radicó en Bucaramanga y fue el primero en realizar un archivo
fotográfico de la ciudad. Esta casa también es la sede de los ensayos de la Orquesta
Sinfónica Juvenil "Batuta", importante semillero de músicos jóvenes para el futuro.
7. BIBLIOGRAFIA
GOMEZ, Alba. 1995.
Diversidad cultural en el Magdalena Medio. Grupos Acerámicos y Agroalfareros.
Ecopetrol, Santafé de Bogotá. (Sin publicar).
I.S.A.G.E.N. 1998.
Arqueología en estudios de Impacto Ambiental. Volumen 2. Subestación San Felipe
Tolima. Medellín.
ROJAS de PERDOMO, Lucia. 1974
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Andes (Inédito), Bogotá.
SCHRIMFF Marianne de. 1983
Textiles Arqueológicos en el Museo "Casa de Bolívar", Bucaramanga. Fundación de
Investigaciones Arqueológicas Nacionales, Banco de la República (Inédito). Bogotá.
SCHOTTELIUS, Justus Wolgang. 1941
"Arqueología de la Mesa de Los Santos". Educación, 2, pp. 137-150. Bogotá.