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UNIVERSIDAD CATÓLICA

UCSS
SEDES SAPIENTAE

TRABAJO DE INVESTIGACION SOBRE


IMMANUEL KANT

CURSO
Introducción a la Filosofía
PROFESOR
Wilson Arturo, Ramos Clavijo
INTEGRANTES:
 Ramírez coronel Yenifer Lisvet
 Huamán Panana Angelica Maribel
 García Gutiérrez José
 Montenegro Gómez María de los Ángeles

Perú Lima-2022

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Contenido
I. BIOGRAFIA................................................................................................................................. 3
II. PENSAMIENTO DE IMMANUEL KANT......................................................................................... 5
APORTACIONES.............................................................................................................................5
TEORIA ÉTICA DE IMMANUEL KANT......................................................................................5
POSTULADOS..................................................................................................................................5
MÉTODO CRÍTICO.........................................................................................................................6
RELIGIÓN.........................................................................................................................................6
LA FILOSOFIA PRACTICA DE IMMANUEL KANT..................................................................6
Kan y la pedagogía............................................................................................................................6
CULTURAL MORAL DE LA EDUCACION SEGÚN KANT.......................................................8
LOGROS DURADEROS DE KANT................................................................................................9
EL CONCEPTO DE INDIVIDUO.................................................................................................10
III. FILOSOFIA KANT....................................................................................................................... 11
IV. CONCLUSION DE LA FILOSOFÍA DE KANT..............................................................................15
V. OBRAS, ENSAYOS Y ESCRITOS MÁS RESALTANTES....................................................................16
1) Crítica de la razón pura..............................................................................................................16
2) Respuesta a la pregunta: ¿Qué es Ilustración?.........................................................................17
3)Crítica de la razón práctica..........................................................................................................19
4) Fundamentación de la metafísica de las costumbres................................................................25
5) Crítica del juicio..........................................................................................................................28
6) Sobre la paz perpetua..................................................................................................................29
7) Prolegómenos a toda metafísica futura que pueda presentarse como ciencia........................32
8) Observaciones sobre el sentimiento de lo bello y lo sublime.....................................................34
9) Pedagogía.....................................................................................................................................35
10) Ideas para una historia universal en clave cosmopolita.........................................................37
11) El conflicto de las facultades....................................................................................................38
12) Teoría y praxis...........................................................................................................................39
13) Meditaciones sobre la verdadera estimación de las fuerzas vivas..........................................39
14) De la Forma y de Los Principios Del Mundo Sensible y Del Mundo Inteligible..................40
15) Lógica.........................................................................................................................................40
16) Sobre la nitidez de los principios de la teología natural y de la moral...................................40
VI. BIBLIOGRAFÍA...................................................................................................................... 40

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I. BIOGRAFIA

IMMANUEL KANT

Immanuel Kant nació en Königsberg, Prusia; 22 de abril de 1724 (Filósofo


alemán) Fue un filósofo prusiano de la ilustración. Es el primero y más
importante representante del criticismo y precursor del idealismo alemán y
está considerado como uno de los pensadores más influyentes de la Europa
Moderna y de la filosofía universal. Su nombre real de acuerdo como fue
bautizado es Emanuel, pero cuando aprendió hebreo lo cambio a
Immanuel. Kant nació en el seno de una modesta familia de artesanos.
Immanuel Kant era el cuarto de nueve hermanos de los cueles solo cinco
alcanzaron la adolescencia, pasó toda su vida dentro o en los alrededores de
su ciudad natal. Su padre Johan Georg Kant (1682 – 1746) era un artesano
alemán de  Memel, en aquel tiempo la ciudad más al noroeste de Prusia, su
madre Anna Regina Dorothea Reuter (1697 – 1737) nacida en Núremberg,
era la hija de un fabricante escoses de sillas de montar, ambos padres eran
devotos seguidores del pietismo
JUVENTUD DE KANT
En su juventud Kant fue un estudiante constante, aunque no espectacular.
Creció en un hogar pietista que ponía énfasis en una intensa devoción
religiosa, la humildad personal y una interpretación literal de la biblia, por
consiguiente, Kant recibió una educación tan severa y disciplinaria, que
favorecía la enseñanza del latín y la religión por encima de las matemáticas
y la ciencia.
LOS ESTUDIOS DE KANT
Desde el inicio de sus estudios Kant mostró gran aplicación en sus
investigaciones, a los seis años de edad, Kant asistió a la escuela local
Hospital suburbano, luego fue enviado al colegio Collegium Fridericianum,
institución pietista en donde saldría con buenos conocimientos de lengua y
cultura clásicas. Mas tarde, en 1740 se matriculó en la Universidad de
Königsberg, a la edad de 16 años. Estudio la filosofía de Leibniz y Wolff
con el profesor Martin Knutzen, un racionalista que también estaba
familiarizado con los desarrollos de la filosofía y la ciencia británica y que

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introdujo a Kant en la nueva física matemática de Newton. También
previno al joven alumno respeto del idealismo, e, incluso después de la
creación de la teoría del idealismo trascendental, Kant refutó el idealismo
en la segunda edición de su obra principal: La Crítica de la razón pura.
Tras la muerte de su padre en el año 1746, Kant se vio obligado a
abandonar la universidad, interrumpiendo sus estudios para convertirse en
profesor privado y poder ayudar a su familia, Kant tuvo que dar clases a
domicilio a hijos de familias ricas durante el periodo que comprende entre
1746 y 1754. Gracias a haber adquirido la titulación de libre docente
comenzó a enseñar varios temas, entre los cuelas se pueden encontrar
ciencias exactas como matemáticas y física, además de aspectos mas
relacionados con la filosofía como su historia, la lógica y la moral.
En 1754, Kant regresó a la universidad y después de completar sus estudios
universitarios fue nombrado profesor gratuito. Enseñó Filosofía Moral,
Lógica y Metafísica. Publicó varios trabajos en el área de Ciencias
Naturales y Física. Finalmente, en 1770, Immanuel Kant ocupó la cátedra
de Lógica y Metafísica en la Universidad, cargo que ocupó hasta el final de
su vida.
En 1796 Kant, a los 73 años de edad y fatigado ya, abandona la docencia a
la que se había dedicado durante cuarenta años, a lo largo de los cuales
había tratado en sus lecciones de la mayoría de temas que podían entonces
enseñarse: lógica, metafísica, matemática, geografía física, antropología,
pedagogía, filosofía de la historia, filosofía de la religión, moral y filosofía
del derecho. Kan había seguido la costumbre de utilizar en sus clases
manuales que, según cuentan sus biógrafos, seguía muy a distancia y la
mayoría de las veces para destacar la magnitud de los errores que
contenían, Escribía anotaciones al margen en estos manuales y solo con las
contenidas en la metafísica de Baumgarten, utilizada de 1758 a 1796, se
publicaron posteriormente dos volúmenes de comentarios críticos hechos
por Kant.
En 1799 aparecen ya síntomas de decadencia en Kant y este abandona la
tarea emprendida de revisar toda su obra; le ayuda y ordena sus papeles su
discípulo, amigo biógrafo Wasianski: la revisión iniciada paso a
denominarse Opus postumum, El tema fundamental del conjunto de esta
obra es la cuestión del paso de los principios metafísicos de la ciencia de la
naturaleza a los principios empíricos de la física.

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Kan murió el 12 de febrero de 1084, pronunciando las palabras: Es is gut
[está bien]. En la lápida de su tumba se grabaron posteriormente las
palabras con que inicia la conclusión de su Critica de la razón practica: Dos
cosas llenan el ánimo de admiración y respeto, siempre nuevos y crecientes
cuanto más reiterada y persistentemente se ocupa de ellas mi reflexión: el
cielo estrellado que esta sobre mi y la ley moral que hay en mí.

II. PENSAMIENTO DE IMMANUEL KANT


El pensamiento de Immanuel Kant fue una síntesis de las tres principales
corrientes filosóficas que han existido en la Edad Moderna: el
racionalismo, el empirismo y la ilustración. Su pensamiento se
fundamentaba en tres preguntas básicas, qué debo hacer, qué puedo saber y
qué se me está permitido esperar. A la primera pregunta le daba una
respuesta moral, a la segunda una crítica de la razón con respecto al
conocimiento humano y la tercera, la respondía con aspectos religiosos.
APORTACIONES
En el campo de las ciencias, uno de sus aportes más conocidos es la Teoría
Nebular, también conocida como teoría de Kant y Laplace, que propone
explicar la formación del sistema solar como proveniente de una enorme
nube de gas y polvo con forma de disco, en la que se fueron formando
aglomeraciones de material que formaron el Sol hacia el centro, y los
planetas como grumos de materia acumulada en sitios diversos.
TEORIA ÉTICA DE IMMANUEL KANT
Su teoría ética se fundamentaba en la diferencia que había entre el bien y el
mal, ya que para él esto era real. Según Immanuel Kant, todos los seres
humanos tienen la capacidad de razonar las situaciones y determinar si algo
es bueno o si algo es moralmente erróneo. La razón práctica es parte de la
moral y la libertad era parte importante de ella pues es la posibilidad para
poder actuar moralmente, pues sin la capacidad de elegir no puede haber
ninguna obligación moral.
POSTULADOS
Los postulados de Kant para lograr alcanzar el bien supremo eran los
siguientes:
Libertad: los hombres tienen la necesidad de libertad.
Inmortalidad del alma: cuando se alcanza el bien supremo se alcanza la
santidad.
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La existencia de Dios: necesaria para alcanzar la felicidad, aunque no
sepamos si en realidad existe.
MÉTODO CRÍTICO
Kant creía en la crítica de la razón pura que era capaz de brindar los
principios del conocimiento a priori. Esta razón pura tenía los principios
por medio de los cuales podíamos conocer las cosas y que los principios no
dependían de la experiencia, sino que era la experiencia la que determinaba
los principios.
RELIGIÓN
A pesar de que Immanuel Kant era un teísta, criticó los argumentos sobre la
existencia de Dios. Rechazó el argumento ontológico, porque pensaba que
la existencia no es un predicado y que no existía una prueba ontológica de
la existencia de Dios. En la actualidad su objeción es considerada como la
objeción más fuerte al argumento ontológico, que cuenta decisivamente en
su contra. Pero también realizó una contribución positiva a la religión por
medio de un argumento moral que probaba la existencia de Dios y el cual
estaba basado en términos de justicia, en el cual nos decía que la moralidad
podía ser una empresa racional solo si la bondad tenía una recompensa y el
mal era castigada, y que estas dos cosas únicamente eran posibles
únicamente si hay un Dios; y que, por lo tanto, hay un Dios.
LA FILOSOFIA PRACTICA DE IMMANUEL KANT

Kant es considerado el mayor filosofo de todos los tiempos y una gran


influencia en la historia de la filosofía hasta la actualidad, con el culmina el
pensamiento ilustrado, además hizo honor al lema (sapere aude) que
significa atrévete a saber.
La filosofía práctica de Kant constituye un todo sistemático cuyas
propuestas se organizan o estructuran en tres grandes disciplinas: en primer
lugar, encontramos lo que bien puede denominarse como moral pura a
priori, la cual contiene el fundamento último de la moralidad y, por ende,
de la racionalidad práctica; en segundo lugar, está una metafísica de las
costumbres, cuya misión es la de contener el sistema de las leyes de la
razón práctica, y, finalmente, la antropología práctica, disciplina que nos da
todos aquellos datos empíricos que favorecen u obstaculizan el desarrollo
moral de los seres humanos.

Kan y la pedagogía

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Kant ha sido, sin duda, uno de los filósofos más importantes de la historia
del pensamiento occidental. Su tratamiento de los problemas más
inquietantes de la filosofía es agudo, profundo y genial. De la mano de
Kant, la filosofía, en términos absolutos logra elevarse y superar, en
términos relativos, la ingente arremetida de la, para algunos, explosiva y
mortal mezcla de racionalismo francés y empirismo inglés.
Da la impresión de que Descartes, Malebranche y Leibniz, por un lado y
Bacon, Locke y Hume, por otro, le han declarado la guerra a la metafísica y
la filosofía alemana reacciona buscando raíces profundas y cimientos
sólidos para refundar el edificio intelectual europeo. Los trabajos que Kant
realiza, con este propósito, en el ámbito de la epistemología, la ontología,
la ética y la estética son bastante conocidos. Empero, sus reflexiones sobre
educación y, más específicamente, sobre pedagogía, son poco conocidas y
su libro Pedagogía, poco leído.
En este libro, breve y apretado de conceptos, hay tal cúmulo de ideas que
resulta difícil y, hasta irrespetuoso tratar de resumirlas. Casi como
aforismos, Kant nos expresa ideas profundas sobre educación, pedagogía,
ética, política, psicología, sociología y, sobre todo, acerca de la vida diaria,
de la vida cotidiana sencilla y uniforme que la mayoría llevamos y, en
donde, cómo único y exclusivo lugar, nuestra educación se debe lograr y
expresar. Los biógrafos suelen decir que los hábitos de Kant seguían tal
regularidad que la gente de Königsberg ponía los relojes en hora al verlo
pasar. Esto, sumado a la estructura monolítica de sus libros, nos hace
pensar que Kant era un hombre frío e indiferente, un intelectual de
pensamiento elevado y poco dado a las cosas del mundo. La verdad, al
parecer, es muy otra. Kant era un hombre amable y bondadoso que
disfrutaba la vida y las relaciones humanas como el que más. Era partidario
de mantener, a toda costa, el buen humor y solía divertir a sus amigos
haciendo parodias e imitando acentos extranjeros.
Sus reflexiones sobre la educación y la pedagogía nos muestran un
profundo conocimiento del mundo y de la vida, así como la absoluta
convicción de que la educación debe ordenarse a mejorar ese mundo y esa
vida. La educación permite que el hombre se arme de principios con los
cuales guiar a la razón en la vida cotidiana.
Empero, Kant fue, como todos, hijo de su época y sus categorías de análisis
fueron las que recibió y acuño, y no otras. En las reflexiones de Kant sobre
pedagogía se pueden ver, claramente expresadas, tres vertientes.

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- Los valores de la Grecia clásica, especialmente en lo que dice relación
con el ideal humano que cultivaba. Kant piensa que el hombre sólo se
acerca a la perfección por la educación y es partidario del hombre integral,
con una educación miscelánea y orientado a la vida social.
- Los ideales de la Ilustración, es decir, su absoluta confianza en la razón
humana y en la independencia y capacidad de autocontrol a que el hombre
puede llegar cultivándola.
- Los ideales educacionales del naturalismo de Rousseau contenidos en el
Emilio, publicado en 1762
Las ideas educacionales y pedagógicas de Kant expresadas en el libro
Pedagogía se pueden entender bien si se sigue la estructura misma del libro.
Kant empieza sus reflexiones planteando la estrecha relación que existe
entre la educación y la naturaleza humana, dado que la educación es
privativa del hombre y tras ella se encuentra el secreto de la perfección
humana. Esta educación se desarrolla en un continuo en virtud del cual se
concibe como un arte en el que cada generación educa a otra y mejora lo
hecho por la generación precedente. Los hombres ilustrados deben ser los
gestores de la educación en función de lograr una persona:
- Disciplinada: poseedora de una humanidad sin animalidad
- Cultivada: dotada de instrucción y enseñanza
- Prudente: con desarrollo de la civilidad
- Moral: con capacidad para adecuar fines y medios
Kant piensa que la buena educación comprende la disciplina y la
instrucción y se plantea duramente frente a la carencia de ellas. El que no
es ilustrado es necio, el que no es disciplinado es salvaje. En lugar de
salvaje se puede decir también bárbaro y la barbarie es la independencia
respecto a las leyes, es decir, la libertad sin ley. Para Kant, la libertad
consiste en el sometimiento humano a los preceptos de la razón. Esto
significa algo que podría sonar paradójico, pero que tiene un inmenso valor
educacional: se requiere la coacción para aprender a ser libre y esto
significa, en última instancia, desarrollar las disposiciones para el bien.
CULTURAL MORAL DE LA EDUCACION SEGÚN KANT
Con respecto a la cultura moral, Kant plantea que a los niños se les debe
inculcar pronto los conceptos de bueno y malo, ejercitando la atención y la
paciencia. La cultura moral debe basarse en las máximas y no en la
disciplina, es decir, los niños deben aprender a estar sujetos a una cierta ley

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de necesidad universal. El deber es la obediencia a la razón. A estas alturas
de nuestra revisión del trabajo de Kant se hace necesario que nos
detengamos para reflexionar un momento sobre los referentes de esta
propuesta, que no son otros que lo supuestos de la Ilustración. Kant es
partidario de una educación miscelánea y racionalista, unido al ideal
cortesano del cultivo del buen gusto. El hombre educado es culto y
refinado, racionalmente independiente y capaz de autorregular su conducta
por la sola aplicación de reglas generales, esto es, principios y máximas
cuya última referencia es la razón.
Por último, hablando de la Educación Práctica o Moral, Kant reflexiona
sobre la formación del carácter. Dice que el hombre no es por naturaleza un
ser moral, pero que llega a serlo cuando eleva su razón al deber y a la ley.
Esto se logra modelando el carácter a través del principio del sustine et
abstine, es decir, el cultivo de la virtud de la tenacidad. Para fundar un
carácter moral se necesita enseñar el deber por medio de ejemplos y
disposiciones. Tanto los deberes para con uno mismo, que determinan la
dignidad, como los deberes para con los demás. En este punto nuestro autor
se plantea en términos muy absolutos y dice sin ambages que debiera
existir un catecismo del derecho, pues los derechos de los hombres son la
pupila de Dios en la tierra.
LOGROS DURADEROS DE KANT
EUROPA EN EL SIGLO DE LA ILLUSTRACION
Como una de las figuras decisivas de ese movimiento, Kant expresó de
forma rotunda y normativa el impulso ilustrado en favor de la lucha contra
la intolerancia, el adoctrinamiento, la cobardía y la pereza; este impulso es
potencialmente útil para la construcción, en nuestros días, de una sociedad
mundial estruturable de manera positiva. Recordemos, una vez más, el
concepto de Kant:
La Ilustración es la liberación del ser humano de su minoría de edad
culpable. La minoría de edad es la incapacidad para servirse de su
inteligencia sin la guía de otro. Esta minoría de edad es culpable, porque su
causa no reside en la falta de inteligencia, sino de decisión y valor para
servirse por sí mismo de ella sin la tutela de otro. ¡Sapere aude! ¡Ten el
valor de servirte de tu propia razón!: he aquí el lema de la Ilustración
A raíz de esta formulación de la Ilustración se ha producido un cambio en
las diferentes etapas formativas del concepto de Ilustración. Se habla de
una segunda, una tercera y una cuarta Ilustración en la historia espiritual

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europea. Constatamos hoy que el regreso a Kant y, de éste, a la
reconstrucción de su concepto "evolutivo" de Ilustración constituye una
tarea urgente del intelectual de nuestros días, vinculada a la transformación
de Europa a partir de 1989. Tras gran número de interpretaciones erradas
en la pedagogía alemana, es preciso reinterpretar ahora en su sentido
original la concepción kantiana de las principales tareas de la educación en
sus cuatro modalidades (disciplina, cultivación, civilización y
moralización). Siguiendo al propio Kant, ésta no debe ser ejercitada en
contra de la dimensión religiosa. Tampoco pretendía Kant una posición
inhumana conforme al principio de obediencia de la historia prusiana.
Quiso, más bien, expresar que, por lo que se refiere al principio de- mayor
o menor- exigencia en las diferentes fases educativas, todas las actividades
educativas y formativas deberán ser configuradas partiendo del axioma de
la dignidad humana, acercándose a éste cuanto sea posible. De ese modo,
en cualquier caso, sería imaginable una reconstrucción progresiva de la
moralización, que revela un logro de la noción kantiana de Ilustración.
EL CONCEPTO DE INDIVIDUO
La idea de que todo ser humano de cualquier lugar del mundo y de
cualquier época representa una existencia individual elemental, a definir
mediante la categoría de fin en sí mismo, se ha convertido a partir de Kant
en una idea rectora de toda acción humana, inescapable y convincente.
La idea de persona en Kant puede cobrar renovado valor en pedagogía si se
toma como referencia la elaboración de las ciencias con ella limítrofes. Así,
por ejemplo, en la filosofía jurídica actual está viva la idea de positivizar a
Kant:
En su doctrina de autonomía moral del ser humano, aborda Kant un camino
totalmente nuevo. En vez del problema de ética material objetiva, que ha
ocupado hasta hoy a toda la doctrina iusnaturalista, se plantea el problema
de la moralidad subjetiva: La autonomía moral del ser humano es erigida
en principio del mundo moral. La persona moral- es decir, no el ser
humano empírico como parte del mundo sensible, sino "la humanidad en su
persona"- es un fin en sí misma, y no un medio para fines ajenos: Y Kant
responde al "cómo" de la conducta moral con su conocido imperativo
categórico:

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III. FILOSOFIA KANT
En otro gran muro de su filosofía, Crítica de la razón práctica, Kant aborda
otra cuestión: la cuestión de los juicios de valor. Para un alemán, nada es
bueno sino la voluntad. Y sí, ni siquiera este, al menos no de ninguna
manera. Sólo sería bueno si actuara de acuerdo con una regla simple: el
imperativo categórico de que debemos actuar de acuerdo con una ley
universal tememos comportarnos de acuerdo con lo que creemos que
deberían ser los estándares morales de todas las personas. Por ejemplo, no
debemos robar por la sencilla razón de que no queremos vivir en una
sociedad de ladrones en la que lo normal es llevarse lo ajeno. Vivir de
acuerdo con la moral
Y según nuestro héroe, ¿qué da sentido a nuestra vida? ¿Alcanzar el éxito
profesional? ¿Bañar la riqueza? ¿Ser famoso? ¿Historial de importación?
Según nuestro protagonista, no hay nada de este tipo. Todas estas preguntas
son y deben ser superfluas a la hora de definir el sentido de nuestra vida.
Para Kant, solo una cosa importa en este sentido, y es vivir virtuosamente.
No pasar a la acción, buscar metas específicas y analizar cómo lograrlas,
sino simplificar las cosas y limitarse a hacer lo correcto, por la sencilla
razón de que es correcto: "Haz exactamente lo que dicta la moral, para que
nuestra conciencia no te desagrade". y consuélanos ¿Cuál es mi culpa si las
cosas del mundo no van como yo quiero? No sólo no deben privarme de mi
satisfacción, sino que quiero estar satisfecho con ellos.
Del idealismo trascendental a las categorías, pasando por su ética formal y
el famoso imperativo de categoría. Este es un resumen de los diez
conceptos del pensamiento del filósofo Immanuel Kant.
1. La respuesta es filosofía. Comenzando su relación con el mundo a
través de su interés por la física, Kant se dedicó a la filosofía en
todos sus aspectos: enseñando, revisando y criticando la filosofía, y
mejorándola constantemente... Pero,
¿cuál es la filosofía para él? ¡Todo! Se simplificará, pero una
respuesta real. Según Kant, la filosofía se ocupa de asociar todos los
hechos con los objetivos básicos a los que se esfuerza la mente
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humana. Entonces hay tres partes, tres preguntas, una misma
respuesta: filosofía.
¿Qué puedo saber? La filosofía establece los límites y las reglas
que permiten el conocimiento
2. Idealismo trascendental. Kant llamó a todos sus escritos filosóficos
"idealismo trascendental". La esencia de esto es que el conocimiento
humano solo puede referirse a fenómenos, no relacionados con el
rumen. Por lo tanto, es limitado. Funciona y es individual: garantiza
que (mi) experiencia de un artículo afectará a ese artículo. Nunca
puede ser percibido sin el filtro, por así decirlo, porque el filtro es la
mente que lo percibe. Por esta razón, el idealismo trascendental a
menudo se considera una forma de relativismo o subjetivismo.
Ambas ideas tuvieron una influencia decisiva en el desarrollo de la
filosofía posterior. "The Edge. Copernican Turns Philosophers" Joan
Sole forma parte de la Biblioteca del Descubrimiento Filosófico que
dirige Manuel Cruz. Kant. El giro del filósofo de Copérnico de la
Biblioteca Filosófica de Joan Sole Discover, dirigida por Manuel
Cruz.
3. Es el turno de Copérnico: el hombre en el centro del universo. De
alguna manera declarado en el párrafo anterior. En la filosofía
prekantiana se asumía la realidad de un sujeto perceptor y otro sujeto
ajeno, conocido por él. Bueno. Esto puede ser cierto en todos los
casos con conocimiento empírico. La acción de Kant es poner a una
persona en el centro de la mesa y decir que el sabelotodo lo hace
proactivamente y de alguna manera filtra, impone y hasta modifica la
realidad que conoce. Para dar cuenta de sus ideas, afirmó que se
había descubierto a Copérnico, negando que el Sol y otras estrellas
orbitaran la Tierra y colocaran al Sol en el centro. Siglos más tarde,
fue Kant quien colocó al hombre en esta posición central.
4. A priori, posterior. Estos términos básicos en el lenguaje kantiano
están relacionados tanto con la cognición como con la moral. En el
primer caso, el término se refiere a todo lo que no proviene de la
experiencia, sino que tiene que ver con la capacidad de saber del
sujeto. Pertenece a las condiciones universales y necesarias, además,
precede a la experiencia. Kant creía que las matemáticas y la física
puras eran a priori, al igual que las coordenadas del espacio-tiempo.
Por otro lado, las condiciones post-experimentales o experimentales
son específicas, reales y aleatorias. ¿Qué tengo que hacer? La

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filosofía define los principios de la acción humana y las condiciones
de la libertad humana.
¿Qué puedo esperar? La filosofía tiene la tarea de determinar el
destino de una persona y evaluar las condiciones y posibilidades para
su realización. Para cada una de las tres preguntas, Kant dedicó una
de sus principales obras. Primero, una crítica de la razón pura;
segundo, una Crítica de la razón práctica; hasta el final Críticas de la
Corte. Respuesta, filosofía, renunció a toda su vida.
5. Fenómeno versus noúmen. La distinción entre fenómenos y
noúmenos es fundamental para comprender el sistema kantiano.
Kant llama a este fenómeno el objeto de la percepción empírica y
objetiva, es decir, lo que aparece o se muestra al sujeto que percibe.
Para lo que sabemos sin documentación y transcripción
significativas, Kant usó el término noúmeno, o la cosa misma. El
sustantivo entonces es lo que no puede ser conocido por la intuición
sensible o el intelecto. Dado que el conocimiento se limita a las
apariencias, no hay conocimiento de las cosas en sí mismas, al
menos no a través de la teoría. Su campo es la razón práctica. Los
sustantivos solo están disponibles a través de la experiencia de la
moralidad.
6. Kant, ética formal: Los primeros - primero, es mejor mencionar, ya
que poseen contenido distinto - experimental, ya que este contenido
procede de la vivencia; condicional, orientado a fines y anómalo;
individuo se define por leyes ajenas a él o a su mente. La ética de
Kant las rechaza: rechaza el contenido que le puede ofrecer la
vivencia, la decisión de fijarse metas, o cualquier exterioridad al
individuo. La ética kantiana no posee metas y no define lo cual
debemos hacer. La ética de Kant se concentra en cómo debemos
actuar. ¿Cómo debemos actuar? La respuesta es la deuda. “Un acto
realizado por obligación tiene un valor moral que en última instancia
no se logra por él, sino en la máxima por la que se autoriza”.
Fundamentos de la metafísica moral.
7. Orden de clasificación. La sumisión de Kant a una obligación moral
se llama imperativo categórico. No puede ser presuntivo, sesgado,
como es el caso de la ética materialista. En el libro "Fundamentos de
Metafísica Moral" mencionado anteriormente, el imperativo
categórico aparece en varias formulaciones, las más famosas de las
cuales son:
Simplemente actúe según la máxima que desee y conviértala en una
ley universal. Trabaja de tal manera que siempre utilices a las
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personas, tanto a ti mismo como a los demás, como un fin, no como
un medio.

8. filósofos trascendentes. Efectivamente es cierto, como ha


demostrado el desarrollo del pensamiento, pero aparte de que lo es y
con esta palabra define toda su producción, como hemos visto Kant
también la aplica a muchas industrias diferentes en su obra. aprender.
En la Crítica de la razón pura, Kant distingue:
estética trascendente. El énfasis está en la sensibilidad y su papel en
la comprensión. Concluye que las variables de tiempo y espacio son
formas de sensación a priori: para que algo sea percibido por el
sujeto, debe estar sujeto a dos condiciones de sensación, tiempo y
espacio. análisis trascendental. Ya no hablamos de sensibilidad, sino
de conocimiento. Esto se hace con la ayuda de un concepto. Algunas
están, empíricamente, enraizadas en estas sensaciones, mientras que
otras son puras a priori. Kant nombró estas categorías y las definió
como conceptos que permiten "pensar en los objetos". Los veremos
en detalle en la siguiente sección. dialéctica trascendental. Se centra
en la comprensión y las posibilidades de la metafísica. Si la mente no
se limitara a buscar continuamente las primeras causas y orígenes de
las cosas, eventualmente entraría en el ámbito de la metafísica, es
decir, conceptos como el alma, el mundo y el mundo Dios. Kant
concluye que la metafísica como la percepción de la realidad más
allá de la experiencia es imposible, porque las categorías deben
aplicarse solo a los fenómenos, a los datos percibidos por los
sentidos. Crítica por la razón pura, Kant, en el manga de un H.
Crítica por la razón pura, Kant, en el manga de un H.
9. categorías, detalles. Hay 2 a priori, creadas por la vivencia y otras
innatas: las categorías. Habrá doce categorías, 3 para cada tipo de
prueba:
Por porción: uniformes, muchas y completas.
En proporción: sustancia, causa (y efecto) y reciprocidad.
10.¿Qué hay de Dios?: Demostraban la vida de Dios en la Crítica de el
motivo pura. En aquel mismo libro había puesto de manifiesto la
incapacidad de la metafísica como ciencia y, se entiende, de las
materias de las que esta se ocupa: el alma, la inmortalidad, Dios…
Puesto que bien, Kant parece mencionar posteriormente que «con
Dios hemos topado» y jamás negó su realidad ni la de la
inmortalidad del alma.

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IV. CONCLUSION DE LA FILOSOFÍA DE KANT
Kant fue ante todo un autor que aprendió de las experiencias de
otros, y por tanto un sintetizador de las tendencias racionalistas,
empíricas e ilustradas, estuvo, no tengo ninguna duda, en la raíz de
todo el pensamiento filosófico estudiado en los siglos XIX y XX.
Fue un pensador perfectamente ordenado, lo que le permitió evitar
las contradicciones. El hecho de que la metafísica esté separada de la
ciencia es importante, pero al final está en el camino correcto y
llegará a la conclusión de que la idea de "Dios es necesaria en la
ética humana, tal vez incluso más". controversia, pero lo que es la
Verdad real es que, Aunque toda ciencia desaparezca, el hombre
basará su vida en la metafísica, porque lo que no entiende, tratará de
explicarlo, creer que hay un ser superior, que si entiende.
Estética Trascendental
Es el momento y el espacio no es una realidad independiente de su
Cognoscente, sino una prioridad, una prioridad que puede ser
conocido psicológicamente todo. "Para complicarse, las condiciones
oficiales impuestas por Ejemplo de que puede encontrar una
prioridad en las matemáticas, porque las leyes comunes para estas
ciencias no son más que leyes puras. Con el tiempo en caso de
arritmia) y espacio en el caso de la geometría, es decir, leyes
relacionadas con la estructura principal debido a la psicología
humana y posible.
Dialéctica Trascendental
Kant se ocupa de las posibilidades metafísicas y de la naturaleza y
funcionamiento de la razón. Kant rechazó la posibilidad de la
metafísica. /la metafísica (entendida como conocimiento de la
realidad más allá de la experiencia) no es posible porque las
categorías sólo pueden tener derecho a fenómenos, a percibir datos. /
Tiene sentido utilizar categorías más allá de la experiencia. son
ilegales y provocan errores e ilusiones. La tarea de la dialéctica es
mostrar que tales errores (especialmente la especulación metafísica)

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tienden a pasar por alto la distinción entre las apariencias y las cosas
mismas.

V. OBRAS, ENSAYOS Y ESCRITOS MÁS


RESALTANTES
1) Crítica de la razón pura
La Crítica de la razón pura publicado en 1781 y su segunda edición en
1787.
Es un libro del filósofo alemán en el que el autor busca determinar los
límites y el alcance de la metafísica. También conocida como la «Primera
Crítica» de Kant, fue seguida por la Crítica de la razón práctica (1788) y la
Crítica del juicio (1790).
En el prefacio de la primera edición, Kant explica que por una «crítica de la
razón pura» se refiere a una crítica «de la facultad de la razón en general,
con respecto a todo el conocimiento después del cual puede esforzarse
independientemente de toda experiencia» y que él pretende llegar a una
decisión sobre «la posibilidad o imposibilidad de la metafísica».
¿De qué se trata?
La revolución copernicana del pensamiento
Con su Crítica de la razón pura, Immanuel Kant desató una verdadera
revolución. El libro dio origen a la filosofía trascendental y provocó un
impacto en sus contemporáneos. El filósofo de Königsberg analiza las
bases de nuestra capacidad de pensar y llega a la conclusión de que es
limitada. A diferencia de muchos filósofos anteriores a él, con su tratado
explica que la razón humana no puede responder preguntas como la de la
existencia de Dios o del alma o el origen del mundo. Kant presupone el
constructivismo moderno cuando afirma que el ser humano solo dispone de
posibilidades limitadas (como si fueran unas gafas) para percibir la
realidad. Kant quería reconciliar el empirismo con el racionalismo a través
pág. 16
de su filosofía, pero sus asombrados lectores y sus numerosos oyentes en la
universidad se quedaron con la deprimente conclusión de que nunca
podrían conocer el mundo “verdadero”. Un lector sin formación filosófica
difícilmente tiene la posibilidad de entender a Kant. Y, sin embargo, el
intento vale la pena: sin Kant es imposible concebir a filósofos como
Hegel, Fichte y Nietzsche o la literatura y las teorías estéticas de los
clásicos alemanes.
Ideas fundamentales
La crítica de la razón pura es la obra principal de Immanuel Kant. Trabajó
en ella alrededor de diez años, hasta que finalmente la publicó en 1781.
Al principio, el libro no generó impacto, por lo que en 1787 Kant editó una
versión compacta y otra ampliada.
La obra trata de establecer las bases para la capacidad humana de adquirir
conocimiento: ¿Qué podemos y qué no podemos saber? Para poder
aprender algo del mundo, necesitamos tanto de los sentidos como de la
razón.
Hay dos cosas que son independientes de nuestra experiencia y, al menos,
necesarias: el espacio y el tiempo. El pensamiento humano debe presuponer
el tiempo y el espacio para poder reconocer algo.
El hombre dispone de algunas formas básicas del juicio: las categorías. Con
ellas estructuramos nuestras percepciones y nuestros conocimientos.
El concepto revolucionario de Kant: el modo en que vemos el mundo
depende de nuestras percepciones y de nuestro entendimiento. Sin
embargo, nunca podremos saber si las cosas en sí mismas son como las
percibimos.
Debido a este cambio en el pensamiento filosófico de la época, Kant suele
ser definido como el Copérnico de la filosofía.
La existencia (o la inexistencia) de las cosas que se encuentran fuera del
mundo de los sentidos (por ejemplo, el alma o Dios) no puede ser
comprobada por la razón.
A pesar de ello, podemos y debemos pensar estas ideas reguladoras, y
debemos hacerlo con la ayuda de la razón.
La filosofía kantiana fue revolucionaria y marcó una época: a partir de
Kant, se desarrolló el idealismo alemán (Fichte, Hegel, Schelling).

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2) Respuesta a la pregunta: ¿Qué es Ilustración?
Respondiendo a la pregunta: ¿Qué es la ilustración?, es un ensayo de 1784.
En la publicación de diciembre de 1784.
La ilustración de Kant son una serie de ideas que tienen que ver con
atrevernos a pensar, a saber, por cuenta propia. A tener el valor de usar el
entendimiento sin estar sometidos a otro. De hecho, hay lugares en los
que se conmemora el día de la ilustración.
Kant empieza el ensayo con una definición directa de Ilustración: Es la
salida del hombre de su minoría de edad, de la cual él mismo es culpable.
Es que Kant no ve la Ilustración como un periodo de la historia. Para él,
la Ilustración es un proceso de abandonar la “minoría de edad” en la cual
estamos y nos mantenemos por culpa nuestra.

¿Y qué es la minoría de edad? Es no atrevernos a pensar por nuestra propia


cuenta. No tener el valor de usar el entendimiento sin estar sometidos a
otro. Alega el filósofo en este punto, que es por cobardía, por falta de
atrevimiento, por indecisión, que caemos en ese estado de someternos a
otro y no atrevernos a pensar por nosotros mismos.
¿En qué consiste entonces esa mayoría de edad llamada Ilustración? Lo
contrario a la cobardía es el valor. Consiste en tener el valor, la valentía, el
atrevimiento, de pensar por nosotros mismos.
Por consiguiente, “Atrévete a saber” (sapere Aude) es según Kant, la
consigna de la Ilustración, porque la cobardía y la pereza, dice Kant, nos
mantienen en la minoría de edad.
LIBERACIÓN DEL ENTENDIMIENTO
Refiere el pensador del siglo XVIII, que preferimos someternos al
entendimiento de otro antes que asumir el trabajo de pensar. “Trabajo duro,
en cuanto no solo entraña esfuerzo sino riesgos porque al usar nuestro
entendimiento sufriremos decepciones, y tendremos que abandonar
creencias cómodas y establecidas”.
“Pero hay otro factor de dificultad, aquellos a quienes hemos sometido
nuestro entendimiento no tienen interés en que nos liberemos. Quieren
conservar el dominio que nuestra sumisión les brinda, y para ello nos
mantienen en la ignorancia, nos intimidan y nos privan de la libertad”.

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Si de algo está seguro Kant es que, aun cuando es difícil y doloroso que el
hombre salga de la minoría de edad, es casi inevitable que esto suceda si al
hombre se le da libertad.
Y en particular hay una cierta libertad que es crucial para que se dé
la Ilustración: la libertad de hacer, lo que Kant llama “uso público de la
razón”. Este vendrá a ser uno de los conceptos más importantes de su
artículo.

¿CÓMO RESUELVE KANT ESTE PROBLEMA?


Con su famosa distinción entre uso público y privado de la razón. Indica
que hay uso público de la razón cuando el hombre se comporta como si
estuviera hablando ante un auditorio, ante un público, es decir como un
pensador. Hay uso privado de la razón, por otro lado, cuando el hombre
ejercita el entendimiento como parte de una función que le ha sido
confiada.
“Cuando me formo una opinión sobre los impuestos, a manera de reflexión
que hago como persona que piensa en estos temas, y puedo compartir estas
ideas con otros como si estuviese hablando a un público que me escucha y
con el cual puedo discutir”.
“Hago en ese caso uso público de la razón. Pero supongamos que soy
agente de la administración de impuestos, y tengo la misión de cobrar los
tributos a los contribuyentes, ese no es el momento ni la ocasión para
controvertir sobre la justicia del sistema tributario, pues este no funcionaría
si cada vez que llamo a la puerta de un contribuyente se suscita un debate”.
“En este caso –continúa- debo hacer uso privado de la razón, y pedirle al
contribuyente que pague”.
ALEGABA LA EMANCIPACIÓN DE LAS IDEAS
Finalmente decía Kant que la pereza y la cobardía son la causa de que una
gran parte de los hombres continúe a gusto en su estado de pupilo. “Es tan
cómodo no estar emancipado.
Por esta razón, concluyó, “pocos son los que, con propio esfuerzo de su
espíritu, han logrado superar esa incapacidad y proseguir, sin embargo, con
paso firme”.

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3)Crítica de la razón práctica
La segunda crítica de Kant contiene el famoso imperativo categórico: actúa
de modo tal que la máxima de tu voluntad pueda ser considerada siempre
como principio para una ley de validez universal.
Ideas fundamentales
La Crítica de la razón práctica contiene la ética (es decir, la filosofía moral)
de Kant y es una obra clave en la historia de la filosofía.
La ley moral de Kant, el imperativo categórico, es una de las fórmulas más
famosas de la filosofía.
La obra intenta responder la pregunta seminal del hombre: ¿Qué debo
hacer?
La ley moral solo puede ser determinada por la razón pura, sin que
intervengan las necesidades e inclinaciones subjetivas.
La forma más elevada de moralidad es la buena voluntad, es decir, una
voluntad cuya determinación radica exclusivamente en la ley moral
objetiva.
Respetar la ley moral es nuestro deber.
La intención cuenta: una acción acorde a la ley solo es buena si nace del
respeto por la ley moral.
Ni siquiera las emociones positivas como el amor o la compasión son bases
legítimas para una acción moral.
El verdadero libre albedrío es la condición para actuar según la ley moral.
El hombre es autónomo, su razón práctica lo convierte en el legislador
moral de sus propias acciones, libre de influencias externas como la
religión.
La libertad y la autonomía de su propia voluntad es lo que le da dignidad al
hombre.
La filosofía moral de Kant ejerció una extraordinaria influencia en
pensadores como Schiller, Fichte, Hegel, Schopenhauer y John Rawls.
Resumen
La ley moral universal
¿Cuáles son los principios que deberían regir las acciones de los seres
vivos? ¿Existe una ley moral objetiva? Para responder a estas preguntas, no
podemos confiar en nuestra experiencia, pues es subjetiva y está construida

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a partir de hechos azarosos. Además, nuestra existencia como entes en el
mundo de los sentidos está marcada por el egoísmo, con las necesidades,
las inclinaciones y los deseos vinculados con este.
“Cuando un ser dotado de razón debe pensar en sus propias máximas como
leyes universales prácticas, solo puede pensarlas como principios que no
contienen la materia sino la forma, la motivación de la voluntad””.
Una ley moral indispensable y universal solo puede establecerse más allá
de las experiencias personales. El reconocimiento de la ley debe surgir a
priori, puramente de la razón, es decir, antes de toda experiencia. Solo
podemos encontrar una ley moral de este tipo a través de la razón
puramente práctica (la que está vinculada con las acciones concretas) que, a
su vez, nos brinda la base objetiva para una moral universal, sin la
influencia de la experiencia ni de las necesidades e inclinaciones
personales.
“Esto significa que la voluntad que solo puede servir a la forma rectora de
la máxima es el libre albedrío””.
Nuestra razón práctica nos lleva a los imperativos, es decir, ciertos tipos de
instrucciones. Existen dos formas de distinguirlos:
Imperativos hipotéticos – Dictan lo que debe hacerse para lograr
determinados objetivos. Se basan en la inteligencia y la destreza. Sin
embargo, no pueden ser instrucciones objetivas, indispensables para el
accionar de todo ser dotado de razón, pues su significado depende de metas
subjetivas que cada persona aspire a lograr. Y, dado que cada persona se
fija diferentes metas, los imperativos hipotéticos no pueden ser
indispensables ni tener validez universal.
Imperativos categóricos – Estas son instrucciones que no están
determinadas por metas subjetivas. Rigen universalmente para todas las
personas dotadas de razón y en todas las circunstancias. Son imperativos
surgidos de la razón práctica pura, sin la influencia de la experiencia ni de
las motivaciones subjetivas, resultantes del egoísmo.
El imperativo categórico
Nuestra razón práctica pura nos muestra que, efectivamente, existe un
imperativo categórico que establece una ley moral de validez universal:
“Actúa siempre de modo tal que la máxima de tu voluntad pueda ser el
principio de una ley universal”. Esta ley moral es formal: nos dice cuál es

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el principio según el cual debemos determinar nuestra voluntad, pero no
nos dice cómo se aplica en situaciones concretas.
“Es decir que la libertad y la indispensable ley práctica se rechazan
mutuamente””.
Nuestra razón práctica, en cambio, nos pone con relativa facilidad en la
situación de reconocer la validez de este imperativo categórico y de
aplicarlo como principio formal en cuestiones morales concretas. Basta con
escuchar una sola vez de qué modo juzgan el carácter de las personas
quienes no son filósofos y cuáles son los criterios que utilizan para formar
su juicio para descubrir que es precisamente la ley moral la que de modo
automático y con total naturalidad constituye esta base.
“La máxima del amor propio (inteligencia) solo recomienda; la ley de la
moralidad ordena. Sin embargo, hay una gran diferencia entre lo que es
recomendable y lo que es obligatorio””.
Esta ley moral, que nos muestra nuestra razón práctica pura, nos exige algo
muy importante: los principios que escojamos como base para nuestra
voluntad y nuestras acciones deben corresponderse con los principios que
todos los seres dotados de razón deberían aplicar para determinar su
voluntad y sus acciones si esto sucediera sin la influencia de las
necesidades e inclinaciones subjetivas. Lo único que cuenta es la
motivación de la voluntad: solo aquello que escogemos como base para
nuestra voluntad es lo que establece el valor moral de nuestras acciones. Es
decir que depende exclusivamente de nuestra intención. La forma más pura
de la bondad moral se expresa en la buena voluntad.
“Solo una ley formal, es decir, una ley que solo prescribe la forma de su ley
como la condición obligatoria de su máxima puede ser, a priori, una
motivación para la razón práctica””.
Si actuamos siguiendo una ley moral, pero tenemos otros motivos que nos
llevan a respetar esta ley, solo estamos actuando de manera legal, no moral.
Por ejemplo, podemos actuar correctamente por vanidad o porque
esperamos obtener una ventaja. Así, solo cumplimos la letra de la ley, pero
no el espíritu.
“Lo esencial del valor moral de cualquier acción depende de que la ley
moral haya determinado directamente la voluntad de dicha acción””.
Incluso las buenas acciones surgidas de motivos positivos y respetables,
como el amor y la compasión, solo son morales si la única motivación de

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nuestra voluntad es el respeto de la ley moral. Solo en ese momento
actuamos moralmente. Las acciones resultantes de una mezcla de
motivaciones subjetivas son, cuanto mucho, conformes a una obligación.
“De toda acción legal que no se ha producido por respeto a la ley misma, se
puede decir que solo es moralmente buena por su forma, pero no por su
espíritu (intención)””.
La Crítica de la razón práctica nos enseña que es nuestra obligación actuar
según la ley moral, con la única motivación de respetar siempre esta ley.
¿Cuándo es moral una acción? Para responder esta pregunta, debemos
establecer qué es lo que determina la voluntad de esta acción. Cuando son
motivaciones subjetivas, que no han surgido del respeto de la ley moral, las
que determinan una acción, esta acción no puede ser moral. Es por ello que,
en definitiva, el respeto de la ley moral es el único motor admisible para
nuestras acciones.
El postulado del libre albedrío
Como seres mortales, las personas están sujetas a las leyes naturales del
mundo de los sentidos, es decir, a la relación entre causa y efecto. Sin
embargo, si este mundo de los sentidos fuera lo único que determinara
nuestras acciones, no podríamos actuar moralmente. Para poder tener una
responsabilidad moral, debemos tener libre albedrío, independientemente
del mundo sensorial y de las correspondientes necesidades, inclinaciones o
deseos que las originan. Por tal motivo, nuestra existencia no puede estar
vinculada exclusivamente con el mundo de los sentidos. Debemos partir de
la idea de que en el fondo de nuestro ser también tenemos una existencia en
el mundo inteligible, en el mundo supra sensorial de los seres dotados de
razón.
“Es decir que el respeto de la ley moral es indiscutiblemente el único motor
moral, en tanto este sentimiento no esté orientado hacia otro objeto””.
En vista del hecho de que los hombres muchas veces se ven tan
influenciados por sus necesidades, inclinaciones y deseos, que
involuntariamente esto también determina sus acciones. Algunos filósofos
afirman que solo existe una forma aparente de libertad: somos libres en la
medida en que solo seguimos nuestros impulsos internos, pero no los
externos. Sin embargo, esta libertad, que se ejerce en función de nuestras
pulsiones internas, no es una verdadera libertad. Solo podemos ser
moralmente responsables si tenemos la verdadera libertad de crear nuestro

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libre albedrío en función de la ley moral y sin estar atados a nuestras
necesidades e inclinaciones.
“Lograr el mayor bien posible en el mundo es el objeto necesario de la
voluntad determinada por la ley moral””.
Nuestra conciencia es la que confirma este estado: no tendría sentido
arrepentirse de una acción si en realidad no tuviéramos otra opción más que
la de actuar como actuamos en un momento dado. La conciencia y el
arrepentimiento significan que tuvimos la capacidad de escoger, que somos
libres.
La Crítica de la razón práctica nos indica que debemos respetar la ley moral
universal y que, en función de nuestra voluntad, debemos aceptar que
tenemos un verdadero libre albedrío. La ley moral y el libre albedrío se
condicionan mutuamente: solo a través del verdadero libre albedrío
podemos decidir, de forma consciente y en contra de todos los deseo e
inclinaciones, que la ley moral será la única motivación válida para nuestra
voluntad. Y, quien actúa solo en función de la ley moral, tiene una voluntad
verdaderamente libre y autónoma, y en consecuencia las acciones que
resultan de esto también son verdaderamente libres y autónomas.
La dignidad humana
Dependiendo de la medida en la que la voluntad y las acciones de una
persona se rigen por la ley moral, dicha persona merecerá respeto y
obtendrá su dignidad. Un aspecto importante de la ley moral es el hecho de
que ninguna persona puede utilizar a otra como medio para un fin. En
cambio, debe reconocer a las otras personas como un fin en sí mismo y
respetar su dignidad y su libertad.
El mayor bien
Si la voluntad se debe regir exclusivamente por la ley moral y con ello no
se debe aspirar a otro fin más que a la observancia de la ley, la ley moral no
tiene sentido si su objetivo no es lograr el mayor bien posible. Una
realización completa de esto representaría vivir en el mejor de todos los
mundos posibles. Por tal motivo, el mayor bien contiene dos cosas: virtud
(entendida como la dignidad de ser felices, y respetar la ley es la mejor
manera de lograrlo) y felicidad.
El postulado de la inmortalidad del alma
Como seres mortales, nuestra voluntad se rige solo en forma parcial por la
ley moral porque, por nuestra naturaleza humana, nos rendimos ante

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nuestras necesidades e inclinaciones. Si bien estamos en condiciones de
adaptar nuestra voluntad cada vez de mejor manera a la ley natural, solo
podemos aspirar a alcanzar la perfección, aunque no la logremos nunca.
“En consecuencia, el postulado de la posibilidad de alcanzar el mayor bien
posible (el mejor mundo posible) es, al mismo tiempo, el postulado de un
bien original: la existencia de Dios””.
La voluntad es una voluntad santa cuando está completamente libre de las
necesidades, inclinaciones y deseos carnales, y cuando la ley moral es su
única motivación. En esta vida finita no podemos alcanzar ese estado, en el
que solo obedecemos la ley moral y ya no nos vemos tentados por el
mundo de los sentidos. Es por ello que el esfuerzo por alcanzar la
perfección moral y el bien máximo –el mejor mundo posible– solo tiene
sentido si podemos aspirar a llegar a esta meta más allá de nuestra vida
mortal. Así, uno de los principios de la razón práctica es que todos los seres
dotados de razón supongan la inmortalidad del alma.
El postulado de la existencia de Dios
Así como en esta vida jamás podremos alcanzar la perfección moral,
tampoco es posible –como lo muestra la experiencia– vincular
automáticamente nuestra felicidad con la moralidad de nuestra voluntad.
Esto significa que no podemos alcanzar el mayor bien de la virtud y la
felicidad por nuestros propios medios, sin importar cuánto nos esforcemos.
Y tampoco está en nuestro poder la capacidad de vincular el grado de
felicidad con el grado de virtud: el más virtuoso no necesariamente será el
más feliz; por el contrario, es posible que su virtud lo vuelva infeliz. Solo
nos queda la obligación de respetar la ley moral, en la medida en que esté
en nuestro poder hacerlo. Pero, para que esta obligación tenga un sentido
duradero, es razonable pensar que existe un creador superior que garantice
que la felicidad que experimentamos sea acorde a nuestra virtud. Este
creador del vínculo perfecto entre la virtud y la felicidad es Dios.
La creencia en la razón
La Crítica de la razón práctica postula que existe una ley moral objetiva.
Ella nos obliga a escoger las máximas de nuestra voluntad de modo tal que
al mismo tiempo puedan ser la base para una ley universal, válida para
todos los seres dotados de razón. Los postulados de la libertad, la
inmortalidad del alma y la existencia de Dios son conclusiones que resultan
de esto. No se trata de conceptos objetivos, generales y necesarios, pero
resulta subjetivamente apropiado para nosotros aceptar su existencia, ya

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que, de lo contrario, la ley moral no tendría un sentido personal. Por ello,
son aspectos de una creencia personal en la razón.
4) Fundamentación de la metafísica de las costumbres
Fundamento de la metafísica de las costumbres es la primera investigación
del período de madurez de Immanuel Kant en el área de filosofía moral, y
sigue siendo una de las más influyentes en el campo.
Kant concibe su investigación como una obra de ética fundamental, una
que despeja el terreno para futuras investigaciones al explicar los conceptos
y principios básicos de la teoría moral y demostrar que son normativos para
los agentes racionales. Kant aspira a nada menos que esto: poner al
descubierto el principio fundamental de la moralidad y demostrar que se
aplica a nosotros. En el texto, Kant proporciona un argumento innovador de
que la corrección de una acción está determinada por el carácter del
principio sobre el que una persona elige actuar.
En este libro Kant muestra cómo se puede fundamentar una metafísica de
las costumbres, o sea una ética, una moral que no se funde en la
experiencia sino en principio a priori independientes de la experiencia. Esta
última es la verdadera moral, para Kant. Para el filósofo no obra bien quien
actúa de acuerdo a situaciones o circunstancias contingentes de la
experiencia (por ejemplo, por conveniencia). Y si obra bien quien actúa de
acuerdo a principios prácticos que se encuentran en nuestra razón a priori, o
sea independientemente de la experiencia. O sea que el obrar debe fundarse
en la razón pura práctica.
En el capítulo primero Kant empieza diciendo que lo que es bueno o malo
no son nuestros actos sino la misma voluntad. Sólo la voluntad es buena:
incluso podemos hacer actos buenos pero movidos por una mala voluntad.
O sea que lo que interesa es la buena voluntad más que el acto mismo. Dice
Kant: la buena voluntad no es buena por lo que efectúe o realice, no es
buena porque alcanza algún fin que nos hayamos propuesto; es buena sólo
por el querer, es buena en sí misma. O sea, no interesa el qué sino el cómo:
no interesa cuál fin persigamos con nuestros actos, sino cómo buscamos
alcanzarlo, y esto último puede hacerse con mala voluntad o con buena
voluntad. Comenzamos a ver entonces aquí la independencia de la ética de
la experiencia.
Obrar bien es respetar una ley, no perseguir determinado fin considerado
bueno: el deber es la necesidad de una acción por respeto a la ley, dice
Kant.

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El problema que se presenta ahora es averiguar cuál es esta famosa ley que
hace que, si la respetamos podamos decir que nuestra voluntad es buena en
forma absoluta y sin restricciones. Esta ley dice lo siguiente: tengo que
obrar siempre de manera tal que mi máxima deba convertirse en ley
universal. Por ejemplo, si yo hago una promesa que sé que no voy a
cumplir, y quiero saber si esto está bien o no moralmente hablando, me
tengo que preguntar ¿qué pasaría (ley universal) si todos hiciéramos lo
mismo? Pasaría que nadie le creería a nadie y entonces mi obrar de ese
modo sería inútil, ridículo. Concluyo por tanto que obré mal. Según Kant
entonces yo lo que me tengo que preguntar es esto: ¿puedo creer que mi
máxima se convierta en ley universal? Si no es así, es una máxima
reprobable, y no por algún prejuicio que pueda ocasionarme a mí o a otro,
sino porque no puede convenir, como principio, en una legislación
universal posible.
En suma: no debe obrarse según necesidades e inclinaciones (necesidades
del momento, inclinaciones humanas naturales), sino según el principio a
priori antes explicitado.
En el capítulo segundo empieza recordando Kant que, cuando obramos de
tal o cual manera, debemos hacerlo por deber y no atender a la finalidad del
obrar. La verdadera moral no se funda en la experiencia sino en el principio
universal a priori. O sea, hay que fundar la teoría de las costumbres (ética)
en la metafísica, y recién luego hacer dicha ética popular, al alcance de
todos.
Así, dice Kant que todos los conceptos morales tienen su asiento y origen,
completamente a priori, en la razón, y tanto en la razón más vulgar como
en la más preparada, pues ese principio universal que nos ofrece la razón es
común a todos los hombres.
El principio que hemos indicado (debo obrar siempre de tal forma que mi
máxima deba convertirse en ley universal) es un imperativo, pues ordena
como obrar. Pero no es un imperativo hipotético (cumple con este principio
porque así serás feliz, o cualquier otro fin) pues el imperativo hipotético
impone una condición (un fin): el imperativo al que se refiere Kant no es
hipotético sino categórico (hay que cumplirlo sin ninguna condición: hay
que actuar así y punto, y no para perseguir alguna finalidad). El imperativo
categórico es propio de la moralidad.
El principio también llamado imperativo categórico, vale tanto para los
deberes con uno mismo como para con los deberes con los demás. En estos

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casos el principio será siempre el mismo, pero tendrá esta forma de
expresión: obra de tal modo que uses la humanidad, tanto en tu persona
como en cualquier otra, siempre como un fin al mismo tiempo y nunca
solamente como un miedo.
En suma, la voluntad es buena cuando se rige por una máxima que, al ser
transformada en ley universal, no puede nunca contradecirse (recordar el
ejemplo de la promesa que sé que no cumpliré). Consiguientemente la
voluntad no depende de fines, inclinaciones hacia las cuales tender, no
depende de leyes ajenas a ella, es decir, no es heterónoma. Es autónoma
pues se rige por su propia ley, que es el principio universal autoimpuesto.
En el tercer capítulo empieza Kant diciendo cómo debe incluirse la idea de
libertad en lo que veníamos diciendo antes. El concepto de libertad es clave
para poder explicar la autonomía de la voluntad (o voluntad autónoma). La
libertad de la voluntad reside en que ésta es autónoma, se rige por su propia
ley y no por leyes ajenas. Así voluntad libre y voluntad sometida a la ley
moral es lo mismo.
Esta voluntad libre es característica de todos los seres racionales, aunque
muchos no obren conforme a una voluntad libre y se dejen guiar por sus
necesidades del momento e inclinaciones, en vez de guiarse por la ley
universal, el principio ya mencionado.
Dicho principio, o imperativo categórico, es una proposición sintética a
priori: sintética porque se refiere a nuestras acciones concretas en el
mundo, y a priori porque no surge de la experiencia sino de la misma
razón.
5) Crítica del juicio
Crítica del juicio también traducida como Crítica del poder del juicio, es un
libro de 1790. A veces denominada «tercera crítica».
La «Crítica del juicio» de Immanuel Kant es la tercera crítica del proyecto
Crítico de Kant que se inició en la Crítica de la razón pura y la Crítica de la
razón práctica (la primera y la segunda crítica, respectivamente). El libro
está dividido en dos secciones principales: la Crítica del juicio estético y la
Crítica del juicio teleológico, y también incluye una gran visión general del
sistema crítico de Kant, organizado en su forma final.
La facultad de juzgar, o el juicio, se define como una capacidad intermedia
entre entendimiento y razón, de la misma manera que la «finalidad» -tema
central de esta Crítica- es un puente de unión entre naturaleza y libertad, o
bien una manera de pensar la naturaleza que la dispone mejor a ser
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escenario de la libertad. Se divide en dos partes: la primera trata del juicio
estético y la segunda, del juicio teleológico. Cada una de ellas se divide, a
su vez, en una «Analítica» y una «Dialéctica». La «Analítica de lo bello»
considera el juicio estético, el gusto, desde cuatro puntos de vista: la
cualidad, la cantidad, la relación y la modalidad. De cada una de estas
consideraciones nacen otras tantas definiciones: bello es lo que agrada
desinteresadamente; lo que, sin concepto, gusta universalmente; lo que se
percibe como una finalidad sin objeto alguno; lo que, sin concepto, es
objeto de un placer necesario. La «Analítica de lo sublime» relaciona y
distingue lo sublime de lo bello: lo sublime coincide con lo bello en que no
es un juicio objetivo, sino un juicio de reflexión, pero se diferencian en que
el primero supone una finalidad (el agrado que lo bello produce en la
facultad de juzgar) y el segundo la desborda (es inapropiado para el
agrado): lo bello agrada; lo sublime abruma. El juicio de lo bello es, en
definitiva, un juicio sobre finalidad en la naturaleza de tipo reflexivo: se
reflexiona sobre el agrado o desagrado que el sujeto percibe en la
contemplación del objeto bello. Es un juicio individual con pretensiones de
validez universal; requiere, por tanto, un fundamento a priori. Este
fundamento es el sentido común (estético), que no es otro que la
posibilidad de universalizar sentimientos. El sentimiento que se
universaliza, no se refiere a ningún conocimiento, sino a una finalidad de la
cosa bella que agrada al ánimo. La Dialéctica presenta la
conocida antinomia kantiana sobre el gusto, que consiste en afirmar que lo
estético supone, y a la vez no supone, conceptos: no los supone, porque de
gustibus non est disputandum [sobre los gustos no hay discusión]; los
supone, porque hay una pretensión de universalidad. La solución de la
antinomia está en que el juicio estético se funda realmente en un concepto
indeterminado, a saber, la capacidad de agrado que tienen las facultades
humanas ante la pura forma la «finalidad sin fin» de lo bello. Ésta es una
manera de subsumir lo particular en lo general. Aplicando a las cosas (en
cuanto bellas) una finalidad subjetiva (el agrado), las concebimos bajo
principios (regulativos) nuevos.
Hay otra finalidad aplicable a la naturaleza, además de la estética: la propia
de la biología o de lo orgánico. También ésta es fruto del juicio reflexivo de
la facultad de juzgar; no de un juicio objetivo (determinante) del
entendimiento. La finalidad no existe en la naturaleza más que atribuida a
nuestra manera de comprender sus fenómenos. Hay, pues, dos clases de
finalidad: la subjetiva aplicable al mundo estético y la objetiva aplicable al
mundo orgánico. En ambos casos, es algo que no existe en las cosas, sino

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sólo a priori en el sujeto que hace juicios estéticos o teleológicos. Lo bello
y lo sublime expresan libertad, y por esto la experiencia estética acerca a la
experiencia moral. La teleología de (que se aplica a) los organismos
suscitan la idea de que toda la naturaleza es teleológica, porque es una
reacción también en lo orgánico la finalidad acerca al orden moral. En una
y otra forma, bajo la facultad de juzgar, y mediante el juicio de finalidad,
parecen unirse dos mundos en principio separados: la naturaleza (el
entendimiento) y la libertad (la razón y la moral).
6) Sobre la paz perpetua
En este ensayo, Kant propuso un programa de paz para ser aplicado por los
gobiernos de la época. Se divide en dos secciones, ilustrando que habrá dos
momentos clave para lograr la paz perpetua. La primera sección titulada los
"Artículos Preliminares" describe los pasos que se deberían tomar de
inmediato, o lo antes posible:
"Ningún tratado de paz(secreto)en el cual esté tácitamente reservado un
asunto para una guerra futura será válido".
"Ningún estado independiente, grande o pequeño, será cedido a otro estado
por medio de herencia, intercambio, compra o donación".
"Los Ejército permanentes deberán desaparecer por completo con el
tiempo".
"La deuda nacional no deberá ser contraída con el fin de ocasionar
tensiones entre estados".
"Ningún estado debe inmiscuirse por la fuerza en la constitución o el
gobierno de otro estado".
"Ningún estado debe, durante la guerra con otro estado, permitir tales actos
de hostilidad los cuales hagan que se vuelva imposible la confianza mutua
en la paz futura, como: el empleo de asesinos, envenenadores, el
quebrantamiento de las capitulaciones, y el incitamiento a la traición del
estado enemigo".
La función de los "Artículos preliminares" es ofrecer las condiciones
necesarias para evitar la guerra entre los pueblos, por ejemplo, que al
formular un tratado de paz no debe haber ninguna cláusula que sea capaz
de provocar una nueva guerra. O también que ningún Estado podrá
interferir en la política interna de otro de manera violenta. No hay
justificación para intervenir en otro estado puesto que se trata de una
persona moral y no una cosa. Añade Kant:

pág. 30
Sin embargo, no habría que incluir aquí el caso de un Estado que se
dividiera en dos partes a consecuencia de disensiones internas,
representándose cada una de ellas como un Estado particular que pretende
ser el todo; que un tercer estado prestara entonces ayuda a una de las partes
no podría ser considerado como injerencia en la constitución de otro estado
–pues esta solo está en pura anarquía–.
Artículos preliminares,
La sección Segunda consta de los "Tres Artículos definitivos":
"La constitución civil de todos los estados debe ser republicana".
"La ley de las naciones debe estar fundada en una federación de estados
libres".
"La ley de la ciudadanía mundial debe estar limitada a condiciones de una
hospitalidad universal".
Los "Tres Artículos definitivos" ya indican las condiciones de posibilidad
de la paz entre los pueblos. Las relaciones pacíficas entre los pueblos,
según Kant, se basan en la formulación correcta de una constitución. Esta
constitución ha de ser forzosamente republicana y fundamentada en la
libertad de sus miembros, en la dependencia de la legislación y en la
igualdad en cuanto súbditos de todos los ciudadanos. Así, para poder
declarar una guerra será necesario consultar a todos los súbditos, lo cual
dificulta, cree el pensador alemán, que se llegue a declarar efectivamente.
Posteriormente aparecen los "Dos Suplementos":
"De la garantía de la paz perpetua".
"Un artículo secreto de la paz perpetua".
El primer suplemento habla de cómo la naturaleza ha empleado la guerra
para dispersar a los hombres y que así habiten todo el planeta, pero también
para organizar legalmente a los Estados y, por tanto, paradójicamente la
guerra se convierte, en manos de la naturaleza, en un instrumento para la
paz. En el segundo suplemento, y dado que el sueño de Platón de que los
filósofos fueran los gobernantes se mostró imposible, Kant espera que al
menos los hombres de gobierno se esfuercen por conocer las opiniones de
los filósofos sobre la guerra y la paz, para que las apliquen durante sus
gobiernos.
Por último, aparece el "Anexo", con dos apéndices:

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"Sobre el desacuerdo entre la moral y la política con respecto a la paz
perpetua".
"De la armonía entre la política y la moral, según el concepto trascendental
del derecho público".
No puede haber, por tanto, disputa entre la política, como aplicación de la
doctrina del derecho, y la moral, que es la teoría de esa doctrina; no puede
haber disputa entre la práctica y la teoría. A no ser que por moral se
entienda una doctrina general de la prudencia, es decir, una teoría de las
máximas convenientes para discernir los medios más propios de realizar
cada cual sus propósitos interesados, y esto equivaldría a negar toda moral.
Apéndice 1
En el primer apéndice, Kant trata el problema de la moral ante la política.
Dado que el hombre en cuanto tal no puede dejar de ser moral, el posible
conflicto entre ambas debería resolverse siempre en favor de la moral ya
que la política se inserta en un nivel posterior. Pero también defiende la
actuación transparente:
Las acciones referentes al derecho de otros hombres son injustas, si su
máxima no admite publicidad.
Apéndice 2
Kant resume su propuesta parafraseando el evangelio:
Buscad ante todo acercaros al ideal de la razón práctica y a su justicia; el
fin que os proponéis “la paz perpetua” se os dará por añadidura.
7) Prolegómenos a toda metafísica futura que pueda presentarse como
ciencia
Prolegómenos a toda metafísica futura que pueda presentarse como
ciencia es un libro del filósofo alemán publicado en 1783, dos años después
de la primera edición de su Crítica de la razón pura.
Una de las obras más cortas de Kant, contiene un resumen de las
principales conclusiones de la Crítica, a veces por argumentos que Kant no
había usado en la Crítica. Kant caracteriza su enfoque más accesible aquí
como «analítico», en oposición al examen «sintético» de la Crítica de las
facultades sucesivas de la mente y sus principios.
El libro también pretende ser una polémica. Kant estaba decepcionado por
la mala recepción de la Crítica de la razón pura, y aquí enfatiza

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repetidamente la importancia de su proyecto crítico para la existencia
misma de la metafísica como ciencia.
La palabra griega Prolegómeno significa «prólogo, introducción, aviso
previo». Como tal debe entenderse la obra: como aclaración previa de lo
que la metafísica puede ser, una vez ha sido llevada a cabo la crítica de la
razón pura. En ese sentido, para Kant son centrales las siguientes
cuestiones:
 ¿Cómo está constituida nuestra conciencia?
 ¿Cómo llegamos al conocimiento sobre nuestro mundo?
 ¿Qué es el tiempo? ¿Cómo se origina?
 ¿Qué es el espacio? ¿Cómo se origina?
 ¿Cómo está constituido nuestro mundo y nuestro cosmos?
 ¿Hay un Dios?
Junto al obligatorio Prólogo e Introducción («Recuerdo previo»), Kant
despliega unas cuestiones universales a las que se someten las anteriores,
que formula como sigue:
¿Es posible, en general, la Metafísica?
O, formulado de otra manera:
¿Cómo es posible el conocimiento por la razón pura?
División
Esta «cuestión trascendental principal» la subdivide Kant en tres
cuestiones, que responde sucesivamente:
¿Cómo es posible la matemática pura?
Esta parte presenta una versión abreviada de la «Estética trascendental» de
la Crítica de la razón pura. En ella desarrolla Kant su doctrina de la
idealidad trascendental del tiempo y el espacio. Dicho brevemente, asegura
que el espacio y el tiempo no existen realmente, es decir,
independientemente del hombre: más bien representan la condición
fundamental de toda experiencia sensible (en el ser humano); son en cierto
modo una especie de lente o gafas con las que miramos a la incognoscible
realidad de las cosas en sí.
Con las formas puras de la intuición, espacio y tiempo, como condiciones
necesarias de toda experiencia sensible, esta teoría intenta explicar, entre
otras cosas, por qué a los juicios de la matemática y la geometría (de la
época de Kant) les conviene una inconmovible necesidad que está incluso
por encima de todos los juicios de experiencia: Si ambas entidades

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hubiesen de ser halladas independientemente de nosotros en la realidad
efectiva, las proposiciones halladas acerca del espacio y el tiempo tan sólo
podrían aspirar a la certeza de proposiciones comparativamente universales
obtenidas mediante inferencias inductivas, como por ejemplo «todos los
perros (sanos) tienen cuatro patas»: Hasta donde hemos visto, «hasta
ahora», los seres vivos (sanos) del género perro tienen cuatro extremidades,
lo que no hace imposible que un día nos topemos con otros que tengan tres.
¿Cómo es posible la ciencia natural pura?
Esta sección repite de modo abreviado los pensamientos de la «Analítica
trascendental» de la Crítica de la razón pura: Si en la sección anterior
jugaban el papel principal los presupuestos necesarios de todo
conocimiento sensible, aquí se halla en el centro el conocimiento del
entendimiento. Intenta demostrar que a los conceptos centrales y
fundamentales de las ciencias naturales (de la época de Kant) ,Kant los
denomina «categorías», como los de sustancia, causalidad, universalidad,
etc., les conviene, de manera semejante al espacio y el tiempo, una
condición necesaria dentro de nuestro conocer: Así, según Kant, la
correlación de dos acontecimientos que se suceden (el sol brilla sobre una
piedra, esta se calienta) la consideramos bajo la categoría de la causalidad,
que introduce una necesidad objetiva en la hasta entonces mera sucesión:
Justo porque el sol brilla sobre la piedra ésta se calienta.
También aquí, similarmente a lo que sucedía antes, el objetivo es asegurar
para las proposiciones universales de la ciencia natural una necesidad y
legalidad que no podría alcanzarse mediante la mera inducción.
Precisamente el tratamiento de la causa y el efecto hay que entenderlo
como una reacción explícita a David Hume, que había discutido la
necesidad objetiva de nuestras proposiciones sobre relaciones causales y
sólo había concedido una tendencia subjetivo-psicológica del hábito de
suponer una necesidad tal en la correlación observada de los
acontecimientos.
¿Cómo es posible, en general, la metafísica?
La tercera sección de la obra ofrece una versión simplificada y muy
abreviada de la «Dialéctica trascendental» de la Crítica de la razón pura.
Como órgano de conocimiento central aquí se tematiza la razón en sentido
estricto (de nuevo: según la terminología kantiana). Mientras la
sensibilidad y el entendimiento (también en sentido kantiano) constituyen
nuestro conocimiento de la naturaleza, la razón sirve a éste como

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regulativo, conduciéndonos a perseguir una totalidad de todos los
conocimientos posibles. Ahí surge el peligro de que hagamos de ella una
capacidad constitutiva para nuevos conocimientos y caigamos por ello en
las denominadas antinomias, que en conjunto reposan en la confusión de
aquello por lo que como seres capaces de conocimiento debemos perseguir
con aquello que podemos conocer.
De ahí surgen, entonces, las cuestiones metafísicas acerca de los límites
espaciales y temporales del mundo, acerca de una causa primera de todo lo
que es o acerca de la existencia de Dios. Mediante una crítica de nuestra
razón como facultad de conocimiento, ésta debe confirmarse en su función,
pero, al mismo tiempo, también han de establecerse sus límites y probarse
la irresolubilidad (teorética) de todas estas cuestiones.
8) Observaciones sobre el sentimiento de lo bello y lo sublime
Las Observaciones sobre el sentimiento de lo bello y lo sublime, son un
grupo de ensayos publicados por Immanuel Kant en 1764
en Königsberg, Prusia. Con un contenido variado y de fácil lectura (algo
excepcional en la obra de Kant) es la primera obra donde introduce el
concepto de lo sublime, que más tarde aparecería con más detalle en
su Crítica del juicio, la tercera de sus Críticas.
Está dividido en cuatro capítulos:
Contenido
Capítulo I: Sobre los diferentes objetos del sentimiento de lo sublime y de
lo bello
En este primer capítulo Kant comienza dando una explicación general de
los conceptos de lo bello y lo sublime, así como de las categorías dentro de
lo sublime: terrorífico, noble y magnífico.
Capítulo II: Sobre las propiedades de lo sublime y de lo bello en el hombre
en general
En el segundo capítulo, las cualidades del hombre internas o externas,
virtudes o defectos, elevadas o bajas, son repartidas a su vez, y según una
combinación de factores y la presencia de unas u otras combinadas, entre
ellas y sublimes, y entre las clasificaciones de esta última.
Capítulo III: Sobre la diferencia entre lo sublime y lo bello en la relación
recíproca de ambos sexos.
El título del tercer capítulo es bastante expresivo y explica de sobra sobre
lo que trata, contraponiendo las mismas virtudes en el hombre y la mujer y

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cómo se comportan unos y otros, de manera sublime o bella, ante unos
estímulos u otros.
Capítulo IV: Sobre los caracteres nacionales en cuanto descansan en la
diferente sensibilidad para lo sublime y lo bello
Se analizan aquí los distintos modos de comportarse de cada pueblo que
Kant conocía, nuevamente desde el punto de vista de los sublime y lo bello.
Llaman la atención unas frases de este capítulo, en la parte dedicada a la
sexualidad de los pueblos: «De todos los salvajes, solo entre los
canadienses disfruta, en realidad, la mujer una gran consideración. Acaso
aventajan en ello a nuestros países civilizados».
Termina el capítulo y el libro comentando, casi como de pasada, que
también está en la naturaleza del hombre el cambiar, y que aquel que hoy
se deleita con lo sublime mañana quizás no sepa admirarlo...

9) Pedagogía
Pedagogía es un libro publicado en 1803.
Casi como aforismos, Kant nos expresa ideas profundas sobre educación,
pedagogía, ética, política, psicología, sociología y, sobre todo, acerca de la
vida diaria, de la vida cotidiana sencilla y uniforme que la mayoría
llevamos y, en donde, cómo único y exclusivo lugar, nuestra educación se
debe lograr y expresar.
Sus reflexiones sobre la educación y la pedagogía nos muestran un
profundo conocimiento del mundo y de la vida, así como la absoluta
convicción de que la educación debe ordenarse a mejorar ese mundo y esa
vida. La educación permite que el hombre se arme de principios con los
cuales guiar a la razón en la vida cotidiana.
En 1803 aparece publicada su Pedagogía en una edición autorizada por él y
que es el resultado de los apuntes de uno de sus alumnos en sus clases
impartidas de cuestiones pedagógicas. Los planteamientos educativos y
formativos de Pestalozzi están claramente influidos por el enfoque
kantiano. Fichte también reconoce que en sus Discursos a la nación
alemana está presente el planteamiento educativo general de Kant. Desde la
filosofía de Kant es evidente que la fundamentación moral y el rechazo de
una forma inadecuada de enseñar la religión son las columnas sobre las que
se sostiene el edificio formativo que propone el sabio alemán. Lo que ha
sido interpretado también como una forma de impulsar la enseñanza laica.

pág. 36
En cualquier caso, es clara la intención kantiana de poner como
fundamento de la religión el bien y la buena conducta o la moral. No deja
de insistir en la necesidad de una educación a la altura de los tiempos que
está viviendo y esto es extrapolable a los momentos actuales, sin ninguna
duda.
Kant tiene muy presente que el esfuerzo, la perseverancia y la disciplina
son los fundamentos de una auténtica educación liberadora. Escribe al
respecto que «La falta de disciplina es un mal mayor que la falta de cultura;
ésta puede adquirirse más tarde, mientras que la barbarie no puede
corregirse nunca». Está convencido de que la formación busca el
despliegue de las disposiciones naturales y el talento de cada persona, lo
que significa que la verdadera esencia de la educación está en potenciar la
autonomía y las capacidades y habilidades de cada individuo.
Ciertamente, los procedimientos educativos cambian a lo largo de los siglos
y de esto era plenamente consciente Kant. La interacción directa entre
educación e inteligencia es reafirmada por el sabio prusiano con mucha
claridad. El trasvase de los conocimientos de una generación a la siguiente
está en su mente y también el aumento progresivo de los mismos con el
paso del tiempo.
De todos modos, es destacable la significación que da a la moral y la
prudencia en relación con la educación y la felicidad del género humano ya
que escribe «¿Cómo se puede hacer felices a los hombres, si no se les hace
morales y prudentes? La cantidad de mal no disminuirá, si no se hace así».
Está a favor de las escuelas experimentales, en las que se prueban de modo
muy controlado, nuevos procedimientos formativos que se ofrecen en el
Instituto de Dessau de su época y que considera adecuados, aunque puedan
ser mejorados o perfeccionados.
Kant da mucha importancia a que los profesores tengan libertad de trabajar
con sus propios métodos y también considera que el intercambio de
experiencias pedagógicas es fundamental para el desarrollo de nuevas
técnicas educativas que refuercen los aprendizajes y el pensar por uno
mismo.
Está convencido de que «Una educación pública completa es aquella que
reúne la instrucción y la formación moral». Lo que, a mi juicio, es aplicable
también a los tiempos que vivimos. Si se parte del respeto y de los valores
éticos todo es posible. Kant está en contra de la enseñanza puramente

pág. 37
memorística ya que escribe «Es necesario comprender lo que se aprende o
se habla, y no repetir nada sin que se comprenda».
Además, vincula la memoria con la vida real y afirma la grandeza de la
imaginación en los procesos de aprendizaje. La autonomía de los
estudiantes en su aprendizaje es una de las metas a lograr. Producir o crear
es un medio magnífico para aumentar la facilidad de comprensión, según
Kant, y se entiende que lo afirme, ya que los procesos cognitivos como
escribir y leer potencian la inteligencia.
El autoaprendizaje es puesto como ejemplo por él de lo que se aprende de
una manera más profunda ya que dice «Lo que más o menos, se aprende
por sí mismo, es lo que se aprende más sólidamente y lo que mejor se
conserva». Como se puede observar las ideas pedagógicas kantianas son
intemporales y siguen vigentes en relación con la educación. Por supuesto,
la educación en Prusia en el siglo XVIII estaba muy influida por la religión
y existía también la censura de la que no se libró el propio Kant en una
ocasión. En definitiva, la actitud de cada estudiante es decisiva.

10) Ideas para una historia universal en clave cosmopolita


Idea para una historia universal en clave cosmopolita o «La idea de una
historia universal en un plan cosmopolítico» es un ensayo de 1784 del
filósofo prusiano.
El ensayo procede a través de nueve proposiciones a través de las cuales
Kant busca probar su afirmación de que la autonomía racional y moral
inevitablemente vencerá las compulsiones del individualismo egoísta.
El ensayo se publicó cuando Kant ganaba reputación como filósofo tras la
publicación de su tratado revolucionario sobre epistemología, La crítica de
la razón pura (1781) y antes de su crítica de la teoría ética, Crítica de la
razón práctica (1788). "Idea para una historia universal con un propósito
cosmopolita" envolvió a Kant en una controversia debido a las
implicaciones políticas de su crítica a su contemporáneo Johann Gottfried
Herder.
El ensayo avanza a través de nueve proposiciones a través de las cuales
Kant busca probar su afirmación de que la autonomía racional y moral
derrotará inevitablemente las compulsiones del individualismo egoísta.
Kant busca lograr esto mediante el avance de una cuenta jerárquica del
desarrollo de la historia mundial. Al escribir desde la perspectiva de una
historia universal, Kant valora un estado futuro no realizado (aunque es
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consciente, sin embargo, del problema de teorizar sin base empírica,
reconociendo la apariencia de irracionalidad que exhibe tal empresa y
criticando a Herder por extraer conclusiones de psicologización
especulativa)
Kant clasifica las repúblicas constitucionales de la Europa occidental
contemporánea, marcadas como estaban por el federalismo, la búsqueda de
estatus, el individualismo y un grado de madurez moral y cultural, como
pertenecientes a una etapa de desarrollo avanzada, aunque todavía
intermedia, y las considera civilizadas. pero no completamente moral.
Todas las demás sociedades se consideran inferiores y se juzgan de acuerdo
con el punto de referencia de los estados-nación europeos. Kant propone
que las naciones europeas tendían hacia la estatalidad en una federación
caracterizada por una cultura moral universalista y cosmopolita, un estado
final histórico al que también se acercaron (aunque a un ritmo más lento)
aquellas sociedades inferiores no europeas, definidas como todavía lo eran
por el abrazo de la fe.
11) El conflicto de las facultades
En esta heroica crítica a la represión, publicada por primera vez en 1798,
Kant anticipó las crisis que ponen en peligro la libre expresión de ideas en
nombre de la política nacional.
Compuesto por tres secciones escritas en diferentes momentos, El conflicto
de las facultades se basa en el combate eterno entre la facultad de filosofía
«inferior», que responde solo a la razón individual, y las facultades de
teología, derecho y medicina, que obtienen» mayor «precedencia en el
mundo de los asuntos y cuyas enseñanzas y prácticas son de interés para el
gobierno. La primera sección, «El conflicto de la facultad de filosofía con
la facultad de teología», es esencialmente una reivindicación del derecho de
la facultad filosófica a la libertad de expresión. En las otras secciones, el
filósofo observa de manera extensa y penetrante la medicina y la ley, la que
preserva el «templo» físico y la otra que regula sus acciones.
12) Teoría y praxis
En su opúsculo de 1793 sobre la «Teoría y la praxis», Kant ha buscado
mostrar que su doctrina moral implica una teoría política que puede
proporcionar principios efectivos para la reforma del Estado y la sociedad.
La obra se ocupa principalmente de refutar el valor del «lugar común»
acerca de la tajante separación entre teoría y práctica con respecto a la
moralidad, al derecho político y al derecho de gentes. El fundamento que

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subyace a los argumentos de Kant es que la conducta racional de un
hombre debe orientarse según los principios morales y políticos ya
expuestos en su filosofía práctica.
Síntesis Introducción:
Distingue entre teoría y práctica, siendo la teoría una regla universal
siempre valida en la práctica, aunque pueda ser en algunos casos
completada por medio de la experiencia.
Relaciona la teoría con la práctica desde tres puntos de vista:
la moral, en el bien del hombre practico
la política, en el bien de los Estados
el hombre del mundo, el bien del género humano en su totalidad

Síntesis de la relación de la Teoría con la Practica en la Moral:


El hombre, en su condición de hombre práctico se encuentra sometido por
la razón, la cual ejerce una coacción y le demanda un deber: que es en el
sentido más puro y desinteresado, la contribución con el bien supremo. Si
bien, no afirma la certeza de que esto se haya logrado, asevera que el
hombre es capaz de correr su propia felicidad para poder ser digno de la
felicidad, lo que traería favorables consecuencias para la mejora no solo del
estado de ánimo de quien lo pone en práctica sino también de la moralidad
en general.

13) Meditaciones sobre la verdadera estimación de las fuerzas vivas


Meditaciones sobre la verdadera estimación de las fuerzas vivas es el
primer trabajo publicado de Immanuel Kant.
Escrito en 1744-1746 y publicado en 1749, reflejaba la posición de Kant
como dualista metafísico en ese momento. En él argumenta en contra de la
visión vis motrix («fuerza móvil») apoyada por Wolff y otros racionalistas
alemanes posleibnizianos que propusieron que los cuerpos no tienen fuerza
esencial, y afirmaron que, en cambio, la existencia de una fuerza esencial
puede ser probada por argumentos metafísicos.
14) De la Forma y de Los Principios Del Mundo Sensible y Del Mundo
Inteligible
En 1770 Manuel Kant obtendría la cátedra de profesor ordinario de la
Universidad de Königsberg. A tal fin redacta su disertación De la forma y

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de los Principios del Mundo Sensible y del Mundo Inteligible. Este trabajo
también se conocería bajo el nombre de «Disertación Inaugural».
En la De la Forma y de Los Principios Del Mundo Sensible y Del Mundo
Inteligible, Kant introdujo una teoría fundamentalmente nueva sobre la
metafísica y la epistemología del espacio y el tiempo que debía permanecer
constante en su pensamiento posterior, pero también dejó abiertas
preguntas cruciales sobre la fuente de nuestros conceptos más
fundamentales.
15) Lógica
En esta obra de 1800, Kant muestra a la lógica como estudio del
entendimiento. El entendimiento se define como «el principio o facultad
para concebir las reglas en general». Esto quiere decir que el entendimiento
tiene y concibe él mismo reglas, se define por tal capacidad y, además, el
entendimiento es posible gracias a la existencia de estas reglas o leyes que
finalmente posibilitan el pensar. Es decir, las leyes del entendimiento
proceden del entendimiento mismo y es esto lo que lo define. En segundo
término, tales reglas posibilitan el pensar, que es la capacidad de subsumir,
someter bajo estas leyes del entendimiento, las representaciones sensibles.
Es la posibilidad de que representaciones que son particulares, sean
entendidas bajo nociones o leyes que son más generales y que son
«puestas» por el entendimiento.
16) Sobre la nitidez de los principios de la teología natural y de la
moral
Sobre la nitidez de los principios de la teología natural y de la moral es un
tratado redactado para responder la pregunta propuesta para consideración
de la Real Academia de Ciencias de Berlín para el año 1763.
La pregunta propuesta para consideración es tal que, si se responde
adecuadamente, la filosofía superior debe, como resultado, adquirir una
forma determinada. Si se ha establecido el método para lograr el mayor
grado posible de certeza en este tipo de cognición, y si la naturaleza de este
tipo de convicción se ha entendido correctamente, se producirá el siguiente
efecto: la inestabilidad infinita de opiniones y sectas académicas será
reemplazado por una regla inmutable que regirá el método didáctico y unirá
las mentes reflexivas en un solo esfuerzo.

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VI. BIBLIOGRAFÍA

https://todobiografias.net/immanuel-kant/
https://es.wikipedia.org/wiki/Immanuel_Kant#Biograf%C3%ADa
https://www.getabstract.com/es/resumen/critica-de-la-razon-pura/28699
https://infolibros.org/biografias/biografia-immanuel-kant/
https://www.que.es/2020/12/07/que-es-ilustracion-kant/
https://infolibros.org/autores/clasicos/libros-immanuel-kantn
https://www.ufrgs.br/psicoeduc/chasqueweb/filosofia/kant-metafisica-
costumbres.htm
https://encyclopaedia.herdereditorial.com/wiki/Cr%C3%ADtica_del_juicio
https://es.wikipedia.org/wiki/Proleg
%C3%B3menos_a_toda_metafisica_futura_que_pueda_presentarse_como_
ciencia
https://es.wikipedia.org/wiki/Proleg
%C3%B3menos_a_toda_metafisica_futura_que_pueda_presentarse_como_
ciencia
https://es.wikipedia.org/wiki/
Ideas_para_una_Historia_Universal_en_Clave_Cosmopolita

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