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Trabajo práctico nro.

1,

A1. En esta consigna se analizará un fragmento de la Retórica general del Centro de


Estudios Poéticos de la Universidad de Leija. Por un lado, se realizará un análisis, digamos,
más general acerca del contenido de la cita y por otro lado un énfasis particular en cómo se
concibe la literatura en el texto referido.

En el comienzo de la cita aparece, sin preámbulos, una concepción de la literatura,


la cual es definida como “un uso singular del lenguaje”. Es decir que el lenguaje, dentro de
todos sus usos, presenta uno que se distancia, que se diferencia del resto, uno cuya
singularidad configura el hecho literario.

Dentro del campo de la teoría literaria, el tema de qué es la literatura lleva en debate
varios siglos. Por lo cual es claro que dentro de todo el tiempo transcurrido las posturas han
variado, las definiciones fueron cambiando, las corrientes teóricas fueron sucediéndose, y el
debate acerca de qué sea la literatura no ha perdido actualidad. “Varias veces se ha
intentado definir la literatura”1, sostuvo Eagleton. Y podemos leer a Culler, que se refirió a
la suerte que tuvieron esos varios intentos: “La teoría ha pugnado por encontrar la
respuesta, pero sin demasiado éxito”2. El mismísimo Barthes, afirmaba Compagnon,
“renunció a una definición” y se contentó con “una tautología”3.

Y retomando la concepción de literatura que encontramos en la cita del Grupo µ,


que sostenía que la literatura es un uso singular del lenguaje, podemos señalar que existe
alguna congruencia entre ese planteo y la definición que postularon desde la corriente del
formalismo ruso, surgida a comienzos del siglo XX. En esta teoría, la literatura es
entendida como “un empleo característico de la lengua”4. Este uso particular del lenguaje
consiste en una “desfamiliarización o…, extrañamiento”5, basado en la búsqueda de la

1
Eagleton, Terry, ¿Qué es la literatura? En Una introducción a la teoría literaria, Mexico DF, FCE, 2009, p.
5.
2
Culler, Jonathan, Breve introducción a la teoría literaria, Barcelona, Crítica, 2004, p. 31.
3
Compagnon, Antoine, El demonio de la teoría. Literatura y sentido común, Barcelona, p. 31.
4
Eagleton, ob. cit., p. 5.
5
Compagnon, ob. cit., p. 45.
alteración de “las formas habituales y automáticas de la percepción” 6. Eagleton sostiene
que, dentro de la concepción del formalismo ruso, la literatura “transforma e intensifica el
lenguaje ordinario”7, mediante un alejamiento del hablar cotidiano.

Se afirmó que existe una cierta congruencia entre la idea de la literatura sostenida
por el formalismo ruso y la noción vista en la cita del Grupo µ, la relación está dada en que
para ambas posturas la literatura es entendida como un uso particular del lenguaje. No
podríamos afirmar que la congruencia vaya mucho más allá de este punto sin entrar más en
la zona de la opinión y no tanto de los datos. No podríamos afirmar, tomando la cita
referida concretamente del Grupo µ, que el “uso singular” del lenguaje que postulan sea el
mismo que sostenían los formalistas rusos. Sí se constata que la similitud se da en la noción
de que la literatura se configura cuando se usa el lenguaje de cierto y particular modo.

Pero como se dijo líneas más arriba, la cuestión de qué se entiende por literatura fue
variando con el tiempo, cada corriente teórica sostuvo su propia postura en debate con las
demás, y la línea del formalismo ruso no agota, por supuesto, las definiciones posibles.
Otras posturas teóricas han sostenido que la literatura encuentra su definición en los modos
en que las personas recepcionan los textos, o en palabras de Eagleton: “las diferentes
formas en que la gente se relaciona con lo escrito”8.

Acá se puede apreciar una de las aristas del debate acerca de lo que pueda ser la
literatura, que hunde sus raíces en los orígenes mismos del término, e incluso antes. Podría
pensarse que la definición dada por el formalismo ruso pone el acento en que sería cierto
uso del lenguaje el que configura la literatura, mientras que la postura que toma en cuenta
el ámbito social, digamos, retoma una parte inescindible del hecho literario, es decir: cómo
es recibido por lxs otrxs.

Para continuar con el análisis de la cita del Grupo µ, se puede leer que hay una
referencia a que “el lenguaje poético no es referencial”. Esta sentencia nos lleva
directamente a la cuestión, también debatida en el campo de las teorías literarias, acerca de

6
Compagnon, ob. cit., p. 45.
7
Eagleton, ob. cit., p. 5.
8
Eagleton, ob. cit., p. 9.
la relación entre la literatura y, por así decir, la realidad objetiva. Que el lenguaje no sea
referencial se relaciona con que un poema, pongamos por caso, no tiene por qué tener que
ver con la realidad existente, es decir, no tiene por qué tener un correlato directo en la
realidad. Según la cita del Grupo µ, siguiendo con su desarrollo, podemos leer “que la cosa
nombrada exista o no exista, carece de importancia para el escritor”. Esta afirmación se
relaciona con lo que veníamos diciendo, y podría decirse que en los tiempos, por ejemplo,
de Platón, sería claramente un objeto de discusión. En este sentido, Culler afirma que la
teoría literaria cuestiona “la idea de que la escritura expresa una verdad que reside fuera del
texto, en la experiencia o la situación que expresa”9.

B. En este punto se analizarán las nociones de literatura presentes en, por un lado, el
Diseño Curricular del Ciclo Básico de la Nueva Escuela Secundaria (NES), de la Ciudad de
Buenos Aires, y por otro lado, en el Diseño Curricular para el Ciclo Superior de la escuela
secundaria de la provincia de Buenos Aires.

En el Diseño Curricular de la Ciudad de Buenos Aires puede leerse que se entiende


a la literatura como “una práctica sociocultural”. Seguidamente se aclara que no se la está
reduciendo a una práctica más del lenguaje, sino que se intenta “repensar” la cuestión como
“una relación social”, la cual, claro está, se presenta “situada espacial e históricamente”.
¿Qué concepción de literatura estamos presenciando? Sin dudas no tiene mucha relación
con la postura del formalismo ruso, que -como se dijo en el punto anterior- sostiene que la
literatura se define como un uso particular del lenguaje, que lo rarifica, provocando un
extrañamiento en lxs lectorxs, mediante un alejamiento de las normas que rigen el habla
cotidiana. Sí podría verse una relación con las posturas que conciben a la literatura
centradas en su aspecto social, cultural, situacional10.

Se puede en este caso traer a colación los tres estadios por los cuales pasó la
sociología de la cultura, siguiendo los planteos de Josefina Ludmer. La autora planteó que
el primer estadio ponía el foco de análisis en “los autores”, el segundo se centraba en los
textos, las “obras”, y el tercero hacía centro de su interpretación al “lector o a la lectura” 11.
Por lo tanto, la definición del Diseño Curricular de Ciudad de Buenos Aires podría
9
Culler, ob. cit., p. 15.
10
Eagleton ob. cit., p. 9.
enmarcarse dentro del tercer estadio, que pone el centro del análisis en la literatura como
realidad social, como práctica social, inevitablemente situada en espacio y tiempo. Podría
plantearse que deja en segundo plano cuestiones bastante importantes, tales como las
relativas a la especificidad de las obras y sus autorías. Pero después de todo, cualquier
postura teórica implica el elegir cierta definición y dejar de lado otras tantas posibles.

La misma cuestión acerca de que al elegir algo siempre se elige también no elegir
otra cosa, sucede con el Diseño Curricular de la provincia de Buenos Aires, como se verá a
continuación. En este Diseño puede leerse que se entiende a la literatura como “un arte que
pone en juego el uso de conceptos”, y por ser un arte es también “una forma de
conocimiento”. Estos conceptos utilizados por la literatura deben ser analizados por lxs
alumnxs en las obras concretas, a fin de poder “identificar estilos, poéticas, rasgos de
época…”.

Se constata que hay una clara diferencia entre las definiciones de ambos diseños
curriculares, en el caso del de la provincia de Buenos Aires se observa un énfasis no en lo
social y lo cultural como parte del fenómeno literario, sino en los conceptos presentes en las
obras literarias. En este punto podría señalarse que dicho énfasis es una característica que
permitiría colocar a esta idea de la literatura en el segundo estadio de los que menciona
Ludmer, el que pone el acento del análisis no en lxs autorxs o las personas en relación con
la literatura, sino en la obra misma y sus características.

Y a esta concepción podría atribuirse la misma cuestión que a la de la Ciudad de


Buenos Aires. En este caso lo que queda en segundo plano es la parte social de la literatura,
cómo es que se relaciona con las personas. Y puede verse un dejar de lado también a los
análisis centrados en lxs autorxs de las obras, pero en menor medida. Esto nos muestra un
movimiento quizás inevitable: la elección, en este caso, de una noción de la literatura lleva
a que por ese mismo movimiento de elegir tal o cual idea, a la vez no se elijan tantas otras
nociones posibles, o de modo más general dicho en palabras de Cortázar: “todo hacer
significaba salir de para llegar a…, entrar en esa casa en vez de no entrar o entrar en la de al

11
Ludmer, Josefina, “Clase 2: Teoría literaria y teorías. El problema de la ideología en relación con la
literatura”, en Clases 1985.Algunos problemas de teoría literaria, Buenos Aires, Paidos, 2015.
lado, es decir que en todo acto había la admisión de una carencia, de algo no hecho todavía
y que era posible hacer, la protesta tácita frente a la continua evidencia de la falta”12.

Bibliografía,

Compagnon, Antoine, El demonio de la teoría. Literatura y sentido común,


Barcelona.

Cortázar, Julio, Rayuela, disponible en:

http://red.ilce.edu.mx/sitios/micrositios/cortazar_aniv/pdf/
8_Cielo_Rayuela_libro.pdf

Dirección General de Cultura y Educación de la provincia de Buenos Aires, Diseño


curricular para la educación secundaria. Ciclo Superior ES4: Literatura, Coordinado por
Claudia Bracchi, La Plata, Dirección General de Cultura y Educación de la provincia de
Buenos Aires, 2010.

Culler, Jonathan, Breve introducción a la teoría literaria, Barcelona, Crítica, 2004.

Eagleton, Terry, “¿Qué es la literatura?” En Una introducción a la teoría literaria,


Mexico DF, FCE, 2009.

Grupo µ, Retórica general, Buenos Aires, Paidós, 1987.

Ludmer, Josefina, “Clase 2: Teoría literaria y teorías. El problema de la ideología en


relación con la literatura”, en Clases 1985.Algunos problemas de teoría literaria, Buenos
Aires, Paidos, 2015.

12
Cortázar, Julio, Rayuela, Capitulo 3, pp. 16-17. Disponible en
http://red.ilce.edu.mx/sitios/micrositios/cortazar_aniv/pdf/8_Cielo_Rayuela_libro.pdf

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