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"El día 20 de Agosto de 1854, prediqué un sermón en la Capilla de New Park Street,
sobre el versículo de 1 Samuel 12: 17: '¿No es ahora la siega del trigo?' El sermón fue
publicado por el señor James Paul, con el número 2234 de su "Penny Pulpit", y fue,
yo creo, el primero de mis sermones que fue impreso, bajo el título: 'Tiempo de
cosecha'. Mucho antes de haber llegado al púlpito, se me había ocurrido el
pensamiento de que un día predicaría sermones que pudieran publicados. Leyendo
los sermones de Joseph Irons, (del tipo "Penny Pulpit"), que eran mis favoritos,
concebí la idea en mi corazón de que en algún momento yo tendría mi propio
"Penny Pulpit". A su debido tiempo, el sueño se convirtió en realidad. Los sermones
tuvieron tan buena demanda, que comenzó a brotar la idea de alguna publicación
ocasional, pero todavía sin pensar en una periodicidad semanal, o por un período
prolongado de tiempo. Eso vino como algo posterior. Los señores Passmore y
Alabaster sugirieron la idea de comenzar una publicación semanal regular.
Cuántos "Penny Pulpits" han comenzado y han terminado en el curso de estos años,
sería difícil calcular; en verdad, la mayoría de los hombres eminentes ha procurado
publicar sermones semanalmente, pero todos esos esfuerzos se han extinguido más
o menos rápidamente, en algunos casos por enfermedad o muerte del predicador,
pero en muchos otros casos, hasta donde yo sé, ha sido por ventas insuficientes. Tal
vez los sermones eran demasiado buenos: el público evidentemente no los
consideró interesantes. Nosotros llevamos ya más de treinta años en la empresa de
publicarlos, y hemos sido favorecidos por un círculo de decididos apoyadores, que
no sólo los compran, sino que efectivamente los leen. Yo soy el más sorprendido de
todos, y no descubro ninguna otra razón, sino esta: los sermones contienen el
Evangelio, predicado en un lenguaje sencillo, y esto es lo que necesitan las
multitudes más que cualquier otra cosa. El Evangelio, que es siempre fresco y
nuevo, ha sostenido unida a mi vasta congregación todos estos años, y el mismo
poder ha conservado cerca de mí a ejércitos de lectores. Y bajo la bendición divina,
yo atribuyo la aceptación continua de los sermones únicamente al Evangelio que
contienen, y a la simplicidad del lenguaje en que ese Evangelio es expresado. Sé a
ciencia cierta que no hay un solo sermón que no haya sido sellado por la mano del
Altísimo para conversión de al menos un alma. Algunos sermones impresos,
distribuidos por los hermanos en sus respectivos círculos, han sido instrumentos de
salvación de hasta veinte almas. Por lo menos me consta de ese número en relación
a un sermón en particular; y, sin duda, mucho más será descubierto el último día.
En adición a esto, centenas de hijos de Dios han sido conducidos a saltar de gozo
por su mensaje. Esto vuelve a su autor invulnerable a las críticas y al ultraje."
A las publicaciones de Spurgeon no las llamaron "Penny Pulpit" sino 'El Púlpito de
la Capilla New Park Street', a la serie de sermones semanales publicados hasta fines
de 1860 y 'El Púlpito del Tabernáculo Metropolitano', a los sermones publicados a
partir del año 1861, año de la construcción del 'Tabernáculo Metropolitano'.
Todos los sermones están contenidos en 63 volúmenes que constan desde 52 hasta
60 sermones cada uno, sumando un total de 3561 sermones impresos.
Es interesante comentar que cuando Spurgeon llegó a la Capilla de New Park Street
tenía ya en su haber más de seiscientos sermones predicados en el área de
Cambridge, principalmente en la Capilla de Waterbeach, donde trabajaba
exitosamente como pastor.
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