Está en la página 1de 1

Sobre como la mente crea ilusiones que causan sufrimiento en la sociedad

Para resumirlo, podemos decir que el fenómeno en cuestión ocurre en tres etapas:

La primera etapa viene de la mente, de una manera de percibir la realidad, de una idea. Desde
esta percepción se piensa la realidad como una configuración de oposiciones, de unos
elementos que hacen la guerra a otros. Un sujeto A es malo y un sujeto B es bueno. Una
“clase social” es buena y otra “clase social es mala. Un “genero” es bueno y otro “genero” es
malo. El beneficio de uno aparece como el perjuicio de otro (Dogma de Montaigne).

La segunda etapa consiste en intentar remediar la ilusión anterior concediendo más


“derechos” al sector considerado “bueno” que sería una víctima del sector o los sujetos
considerados “malos”.

La tercera etapa surge como consecuencia de las reglas jurídicas creadas en la etapa anterior,
que generan un verdadero conflicto entre los sujetos considerados como “buenos” y “malos”
en la primera etapa. Ahora el conflicto se produce realmente, debido a que las reglas jurídicas
benefician, de hecho, a unos por sobre otros. Entonces las personas se resienten, chocan, se
odian entre sí.

De esta manera, una ilusión de la percepción termina generando consecuencias en el mundo


real, un fenómeno bastante parecido a esas “profecías autocumplidas” que se conocen en
psicología.

Las personas que no comprenden este proceso creen descubrir una violencia que existe
objetivamente, cuando de hecho se trata de una violencia que está siendo generada
previamente por las ilusiones de la mente. Estas personas creen ser “empiristas” porque ven
los hechos, sin percibir que estos hechos son una consecuencia de ideas previas. Confunden el
efecto con la causa.

Fermín Garay.

También podría gustarte