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Buenas tardes miembros del jurado, semilleros de investigación y publico en

general, soy Natalia Andrea Pascuas Muñoz, orgullosa representante del grupo de
investigación FIBIDE, de la Universidad de la Amazonia y durante los siguientes
10 minutos les presentaré mi ponencia que titula “la interpretación prejudicial
como un instrumento dialógico y su afectación a la pronta y eficaz justicia” y
por ello, quiero que nos ubiquemos en el semicírculo exterior del emblema de la
Comunidad Andina, que representa el arco iris, antiguo símbolo de alianza y paz
que entre las poblaciones indígenas de los Andes, es decir la unión entre
Colombia, Perú, Bolivia y Ecuador.
A continuación, enfocaré mi ponencia en tres aspectos:
1. Expondré la armonización de la interpretación prejudicial dentro del
ordenamiento jurídico supranacional de la comunidad andina.
2. Ilustraré el problema jurídico que puede derivarse de la aplicación de la
interpretación prejudicial en los procesos arbitrales.
3. Y finalmente, brindarle su posible solución.
Para iniciar el primer punto de mi intervención debemos tener en cuenta que la
Comunidad Andina, es la integración subregional creada mediante el Acuerdo de
Cartagena del 26 de mayo 1969, con el propósito de mejorar el nivel de vida y
desarrollo equilibrado de los habitantes de los Países Miembros mediante la
integración y la cooperación económica y social.
El Ordenamiento Jurídico de la Comunidad Andina, se caracteriza por (i) su
aplicabilidad inmediata, (ii) eficacia directa, (iii)primacía y (iv) su autonomía; las
características enunciadas del ordenamiento jurídico supranacional de la
Comunidad Andina y sus efectos en el derecho interno de Colombia guardan
consistencia con la Constitución Política de Colombia que dispone el compromiso
de impulsar la integración de la comunidad latinoamericana.
Dentro del sistema Andino se encuentra la interpretación prejudicial, la cual nace
como una herramienta a través de la cual se busca asegurar que las normas
comunitarias se interpreten y se apliquen de manera uniforme, ordenada y
coherente, es decir fue incorporada para establecer un componente de
cooperación entre el Juez Nacional y el Juez Supranacional Andino.
Está cooperación da cuenta de las dos vertientes de la cordillera, que es la
columna dorsal de Sudamérica Occidental y vincula estrechamente a los países
de la Comunidad Andina, que de esa imponente cadena de montañas recibe su
nombre, así que busca permitir un diálogo entre los jueces anteriormente
mencionados, escudriñando que la integración predomine, donde la legitimación
activa le corresponde a los primeros, quienes solicitan al Tribunal de Justicia la
interpretación de normas relevantes del ordenamiento jurídico andino en el curso
de un proceso interno, con el objeto de que éste emita su interpretación y se
garantice, de esta manera, que el derecho comunitario goce de interpretación
uniforme en todo el territorio la Comunidad.
En virtud de lo anterior, los jueces nacionales que conozcan de procesos donde se
deba aplicar o interpretar normas que hacen parte del ordenamiento jurídico de la
CAN están obligados a solicitar su interpretación prejudicial ante el Tribunal de
Justicia de la Comunidad Andina. Dicha solicitud es: i) Facultativa en el caso que
la sentencia sea susceptible de recursos en el derecho interno, ii) Obligatoria
cuando el proceso que conoce el juez nacional sea de única o última instancia. En
el primer caso, el juez podrá dictar sentencia de primera instancia aun cuando el
TJCA no hubiera proferido la respectiva interpretación, en el segundo evento, es
decir cuando la solicitud de interpretación es obligatoria, el juez deberá suspender
el proceso hasta tanto el TJCA profiera la respectiva interpretación.
Es decir, en definitiva, es obligación del Juez Nacional hacer la consulta de la
interpretación prejudicial al Juez comunitario, inclusive cuando ya exista algún tipo
de pronunciamiento anterior por parte del Tribunal sobre la disposición debatida o
sobre casos análogos, pues ha precisado el Tribunal Comunitario que la
Interpretación debe solicitarse para cada tribunal arbitral, así ya exista suficiente
jurisprudencia emitida respecto a un mismo punto de derecho, la ‘teoría del acto
claro o aclarado, no tiene aplicación dentro del sistema interpretativo andino.
En este punto, destacamos positivamente la figura de interpretación prejudicial
pues a nuestro modo de ver es una herramienta jurídico procesal que permite
materializar el dialogo interjudisdiccional que en palabras del Maestro Humberto
NogueIra Alcalá es la internacionalización del diálogo de los jueces y la
manifestación de la desnacionalización del diálogo, es decir constituye un debate,
una conversación o intercambio de puntos de vista entre dos o más jueces o
tribunales, sean estos nacionales, o producto de una vinculación del Estado o las
partes a un ordenamiento jurídico y tribunal internacional o supranacional.
No obstante lo anterior y descendiendo al segundo punto de mi intervención, esto
es el problema jurídico, nos preguntamos ¿Cómo la interpretación prejudicial
como instrumento dialógico entre Cortes Nacionales, Supranacionales y los
Tribunales de Arbitramento afecta la rápida, pronta y eficaz justicia?
Desde el año 2011, el Tribunal de Justicia de la CAN ha realizado una serie de
pronunciamientos en torno a la obligatoriedad de los tribunales de arbitramento de
solicitar la interpretación prejudicial cuando en el laudo se deban aplicar o
interpretar normas que hacen parte del ordenamiento jurídico de la CAN. Estos
pronunciamientos, han sido acogidos y recepcionados por el Consejo de Estado
en sede de anulación, lo precedente toda vez que se ha entendido que bajo los
presupuestos del artículo 116 de la Constitución Política de Colombia, los árbitros
actúan como jueces nacionales y como tales, tienen las mismas obligaciones y
cargas de la función jurisdiccional.
Si bien celebramos y consideramos relevante la figura de la interpretación
prejudicial, a nuestro sentir esta consulta en los procesos arbitrales afecta uno de
los valores más apetecidos es este tipo de procesos: una pronta decisión de los
casos que se someten al mismo.
Según lo afirmó la Comisión de Propiedad Intelectual – ICC Colombia, los casos
de prejudicialidad provenientes de tribunales de arbitramento ante el TJCA
suponen un promedio 185 días es decir de 6.2 meses para su trámite, pero en
algunos casos, sobrepasa ese promedio e incluso se puede tomar hasta más de
un año. Es más no descarta un aumento del tiempo que tome la decisión arbitral
por cuanto, los árbitros no tienen ningún control sobre el tiempo que pueda tomar
el Tribunal en realizar la respectiva interpretación y si agotada la etapa probatoria
y de alegatos en el trámite arbitral, no se ha recibido la interpretación prejudicial, el
Tribunal no podrá laudar, pues ello implica una causal de anulación del laudo, en
los términos de la jurisprudencia del Consejo de Estado.
Por lo tanto, tal cual como la curvatura del emblema de la Comunidad Andina,
donde el arco iris significa tiempo de la claridad (Alax Pacha) con el mundo de
aquí (Kay Pacha) arribamos al tercer punto de mi ponencia, la propuesta de mí
semillero de investigación.
Para nosotros, es innegable el papel que el TJCA desempeña en la salvaguarda y
armonización del ordenamiento jurídico andino; pero también es cierto que los
usuarios del sistema judicial y del arbitramento en particular, además de una
justicia en derecho e imparcial, demandan decisiones prontas.
Así pues, vale la pena preguntarse si realmente conviene que en todos los casos
donde se aplique o interprete una norma comunitaria resulte imperativa la
interpretación prejudicial por parte del TJCA ¿No será que existen puntos del
ordenamiento comunitario donde ya el TJCA, en sus más de tres décadas de
funcionamiento, ha decantado suficientemente su jurisprudencia?
Por lo que proponemos que no sería descabellado implementar y reglamentar la
teoría del acto aclarado o “del acto claro”, tal como lo ha venido haciendo el
derecho europeo.
Toda vez que esta figura sostiene que un juez de última instancia no tiene la
obligación de plantear ante otro juez una cuestión prejudicial cuando i) ha habido
otra cuestión prejudicial idéntica o similar o ii) Cuando no haya duda razonable
sobre la interpretación de la norma.
Y en últimas, lo que se busca es la realización de principios fundamentales del
derecho como son la economía, la celeridad y la concentración procesal. Pensarlo
de manera distinta sería poner un gran riesgo la utilidad y eficacia de la
interpretación prejudicial.
Muchas gracias.

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