La Mediocridad Intelectual

Yulitza Alejandra Espitia Rios

IE Carlos Lleras Restrepo

11B
Yopal, Casanare
Noviembre 2021
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La Mediocridad Intelectual

Yulitza Alejandra Espitia Rios

Presentado a
Lic. Mery Peña

IE Carlos Lleras Restrepo

Español, 11B
Yopal, Casanare
Noviembre 2021
 Tabla de Contenido iii

Capítulo 1 Introducción .................................................................................................................. 1

Capítulo 2 La Mediocridad Intelectual .......................................................................................... 2
El hombre rutinario ..................................................................................................................... 2
Los estigmas de la mediocridad intelectual ................................................................................ 2
La maledicencia .......................................................................................................................... 2
El sendero de la gloria................................................................................................................. 3
Capítulo 3 La Ignorancia fuente de La Mediocridad ..................................................................... 4
Capítulo 4 Conclusión.................................................................................................................... 6
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Capítulo 1

Introducción

La ignorancia al hombre le hace carecer de buen gusto y de la capacidad de aprenderlo,

esta aumenta su incapacidad para meditar y esto les convence de que no hay ningún

problema difícil y cualquier advertencia les parece un sarcasmo. Los hombres mediocres

desconfían de su imaginación, rechazan la verdad y la bondad. Cuando se demuestra la

mentira de sus prejuicios, expresan una grave ansiedad cuando alguien se atreve a

contrariarles. Pues “algunos astrónomos se negaron a mirar el cielo a través de un

telescopio por miedo a que se refutaran sus más firmes errores”.

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Capítulo 2

La Mediocridad Intelectual

El hombre rutinario

Se trata de la rutina que vive un hombre, sin darse cuenta o talvez si tiene

conciencia de esto, pero no quiere salirse de esta, pues, gracias a ella no tiene que

preocuparse por lo que piensa, hace o experimenta. El hombre prefiere sentir esa seguridad

de saber todo lo que va a pasar a meterse en problemas o circunstancias que no puede

controlar.

Los estigmas de la mediocridad intelectual

El hombre mediocre no valora lo que tiene, y cuando lo pierde, cree que su cabeza

es sólo un lugar para colgar el sombrero. Se preocupa menos de sí mismo, nunca mira más

allá de su nariz, no avanza a los hechos, prefiere esperar y esperar a que otro lo haga.

Desprecia tener que dimitir, y tiene miedo de hacerlo. Aman el ser un simple mortal, el

sentido común, se aman a sí mismos, no les importa ni un grano de mostaza del qué dirán,

estos seres sólo dan vergüenza y pena ajena.

La maledicencia

La calumnia invita a meditar con el corazón encogido, por lo que los hombres

mediocres, están más inclinados a la hipocresía que al odio, prefieren la maledicencia sorda

a la calumnia furiosa. El calumniador se burla del castigo maledicente de la esquiva. Los

maledicentes hablan en voz baja con recato. No hay maledicencia en ausencia de cobardía.
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El sendero de la gloria

La popularidad o la celebridad suelen dar la ilusión de gloria durante un corto

periodo de tiempo. La gloria nunca va unida a los laureles. El éxito es ventajoso si se gana;

eleva la personalidad. Elimina la envidia. La gloria depende de ellos. Para ellos, el éxito

parece ser una simple afirmación de su derecho.

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Capítulo 3

La Ignorancia fuente de La Mediocridad

Los mediocres son aquellos que, por no pensar, adoptan los ideales y prejuicios de los

demás, formando un rebaño en el que todos tienen los mismos sentimientos. Como razonan

con la lógica de los demás, todos pierden el razonamiento y el intelecto individual, y como

resultado, el talento individual puede perderse ante tanta rutina porque, según el autor, “la

mediocridad es más contagiosa que el talento.” Lo cual es realmente cierto ya que, en la

mayoría de las circunstancias, las personas no tienen control sobre sí mismas, lo que

significa que se dejan influenciar por otras personas, lo que las lleva por el camino

equivocado.

El ignorante niega que la cultura sea la fuente más profunda de la moral; se niegan a

estudiar porque supone que el poco esfuerzo que hace es suficiente. “En esos hombres,

inmunes a la pasión de la verdad, no caben impulsos de perfección.” En esta frase también

concuerdo con el autor, debido a que lo que dice tiene todo el sentido para mí. Pues las

personas que no deseen el conocimiento, no tienen ninguna validación.

En la lectura, me encontré con varias afirmaciones que me ayudaron a entender mejor este

concepto: “El que no cultiva su mente, va derecho a la disgregación de su personalidad”

esto quiere decir que, el que no se abre al conocimiento no tendrá ni el más mínimo rasgo

de distinción entre ellos y una roca diminuta. Así también como "En la órbita de la rutina,

giran los espíritus mediocres" Creo que este dicho es sumamente cierto ya que un espíritu

mediocre surgirá constantemente en nuestra vida cotidiana, en nuestras actividades, y más

aún si estamos estudiando, trabajando, etc.

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La verdad, hay que saberla amar y sentir. Si no sabes cómo, debes aprender a hacerlo

porque si no lo entiendes, no disfrutarás del viaje; como se dice célebremente “hay más

placer en marchar hacia la verdad que llegar hacía ella.”

Las nociones mal digeridas solo sirven para atorar el entendimiento, un ejemplo de esto es

el alcalde socialista Santiago Llorente el cual afirmo que en el Hospital Severo Ochoa de

Leganés durante los peores meses de la pandemia mandaban a las personas de más de 80

años a morirse en su casa. Es un enésimo ejemplo de una ley que pocas veces falla: cuanto

mayor es el desconocimiento y la falta de datos disponibles sobre un tema complejo, más

rotundo y enérgico las tomas de postura en declaraciones

Públicas. Y lo peor es que esa ley no se aplica sólo a las declaraciones de los políticos (de

los que casi nadie espera otra cosa) sino también a las de algunos profesionales respetables.

Por otro lado, ahora podemos decir que querer saberlo todo es la raíz de muchos errores

teóricos y prácticos. Uno de los fallos prácticos más comunes es la necesidad de saberlo

todo. Ha habido naufragios como consecuencia de una carga excesiva de datos. Hay

personas que pierden definitivamente el rumbo, desconcertadas por una abundancia de

información que les impide ver con claridad el camino. Una de las cuestiones más

importantes que se agudizan a medida que se simplifica el acceso a la información es la de

la renuncia a saber.

“El secreto del aburrimiento es querer decirlo todo”, afirmó en su día Voltaire.
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Capítulo 4

Conclusión

El hombre siempre tendrá una rutina que gira en torno a su mediocridad, y siempre será

escéptico de su propia imaginación. Así, el hombre mediocre que no tiene en cuenta su

forma de concebir ideales no será exitoso, porque la mediocridad hace al hombre lento e

imbécil, y tanta mediocridad hace que este hombre triunfe humillándose, muy diferente del

hombre inteligente que siempre anticipa sus acciones para hacerlas precisas. Para ser un

hombre exitoso de personalidad firme y de mente creadora, debemos ser visionarios,

idealistas y con el criterio propio así mismo debemos tener un fin específico en mente. No

debemos permitir que la rutina nos esclavice; debemos hacer algo diferente, aprender, ser

curiosos y pensar. Debemos proporcionarnos el derecho a tener nuestras propias opiniones

y convicciones, basadas no en lo que dicen los demás, sino en lo que nos dice nuestra lógica

y nuestros criterios. Debemos romper con la costumbre para evitar ser ignorantes. La

mediocridad intelectual hace a la persona sombría, modesta e insegura. Los mediocres, al

igual que los imbéciles, son merecedores de un tipo de tolerancia mientras conserven su

manto; cuando se niegan a imponer sus rutinas, sólo son miembros del rebaño humano,

dispuestos a donar su lana a los pastores. También hay que destacar que tener demasiada

información o conocimientos puede ser perjudicial, “todo en exceso es malo” Es

beneficioso adquirir conocimientos, sólo si es con moderación, porque hacerlo en exceso

puede conducir a la locura. Para terminar los dejo con una de las frases del libro más

interesante.

“NO DESBARATAR LA PROPIA IGNORANCIA ES PERECER EN LA VIDA”